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martes, 18 de febrero de 2014
Los Santos de hoy martes 18 de febrero de 2014
SAN ELADIO DE TOLEDO, ARZOBISPO, 18 DE FEBRERO
Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid Eladio de Toledo, Santo | |
Arzobispo, 18 de febrero | |
ArzobispoSu padre llevó antes que él su nombre y ocupaba un cargo importante en la Corte. En familia de buenos cristianos nació Eladio, en Toledo, pasando la segunda mitad del siglo VI. Llega a sobresalir tanto en el cuidado de los negocios y tan merecedor es de confianza que el rey lo nombra administrador de sus finanzas ¡un antecedente de los ministros de Hacienda de hoy! No se le sube a la cabeza de mala manera el honor, ni las riquezas, ni el poder que su cargo conlleva. No, no se dejó deslumbrar por la grandeza. Desde siempre era conocida su devoción y la fidelidad a las prácticas de vida cristiana. San Ildefonso dice de él que «aunque vestía secular, vivía como un monje». Y no le faltaba razón, porque frecuentaba el retiro monacal del monasterio Agaliense próximo a Toledo y algo se le pegaría. Entre los afanes de las cuentas, recaudaciones, ajustes y distribución de dineros le llega la hora de la vocación a cosas más altas. Hay un cambio de negocio y quien lo propone es el Señor. Con voluntad desprendida deja bienes, afanes terrenos, comodidades, familia y mucho honor. Tomado hábito, a la muerte del abad, los monjes le eligen para esa su misión. Después viene otra muerte, porque así vamos pasando los hombres. Se resiste Eladio a aceptar la distinción de arzobispo, pero la silla toledana necesita un sucesor después de la muerte de Aurasio. Los años no son obstáculo para reformar el estamento eclesiástico, mejorar el estado secular y cuidar el culto divino. Como obispo no puede olvidar a los más necesitados en lo material porque sin caridad no hay cristianismo creíble; y es en este punto donde su discípulo y sucesor Ildefonso escribe: «Las limosnas y misericordias que hacía Eladio eran tan copiosas que era como si entendiese que de su estómago estaban asidos como miembros los necesitados, y de él se sustentaban sus entrañas»; este era un motivo más para cuidar la austeridad de su mesa arzobispal, debía ser frugal en la comida para no defraudar a los pobres. Aún tuvo más entresijos su vida; negoció delicadamente con Sisebuto la ardua cuestión que planteaba la convivencia diaria entre las comunidades de judíos y cristianos que era fuente permanente de conflictos religiosos y de desorden social. Murió el 18 de febrero del año 632. |
EL EVANGELIO DE HOY: 18.02.2014
Autor: Julián Higuera | Fuente: Catholic.net Confianza en el amor de Cristo | |
Marcos 8, 14-21. Tiempo Ordinario. Los discípulos tenían miedo como también nosotros tenemos miedo de afrontar los desafíos del día a día. | |
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 14-21 (Los discípulos) se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. El les hacía esta advertencia: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes». Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen. «Y cuando partí los siete entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete».Y continuó: «¿Aún no entendéis?» Oración introductoria Abre, Señor, nuestros corazones para saber escuchar tu voz. Abre, Señor, nuestros ojos porque somos ciegos y muchas veces no vemos el infinito amor que nos tienes. Permítenos verte para que siempre podamos seguirte y podamos cumplir tu voluntad tu voluntad. Déjanos ponernos en tus manos para que tú nos moldees de acuerdo a tus designios y podamos descubrir la paz y alegría de sabernos hijos tuyos. Petición Señor, que descubramos tu amor en la vida cotidiana. Meditación del Papa Francisco Los discípulos fueron entusiastas, preparaban programas, planes para la futura organización de la Iglesia naciente, discutían sobre quién era el más grande e impedían hacer el bien en el nombre de Jesús a los que no pertenecían a su grupo.[…] Los discípulos no comprendían: Lo entiendo, los discípulos querían eficacia, querían que la Iglesia siga adelante sin problemas y esto puede convertirse en una tentación para la Iglesia: ¡la Iglesia del funcionalismo! ¡La Iglesia bien organizada! ¡Todo bien pero sin memoria y sin promesa! Esta Iglesia así, no avanzará: será la Iglesia de la lucha por el poder, será la Iglesia de los celos entre los bautizados, y muchas otras cosas que están allí cuando no hay memoria ni promesa. Por lo tanto, la vitalidad de la Iglesia no está dada por los documentos y reuniones para planificar y hacer bien las cosas: estas son realidades necesarias, pero no son el signo de la presencia de Dios. (S.S. Francisco, 30 de septiembre de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta) . Reflexión Los discípulos tenían miedo como también nosotros tenemos miedo de afrontar los desafíos del día a día. Su atención estaba centrada más en el resolver las cuestiones y problemas del momento y no tanto en mirar al Maestro que siempre estaba con ellos. ¿Teniendo ojos no veis y oídos no oís? Les replica el Señor. Están con Dios y aún así sus ojos se centran en otras realidades y dudan del poder infinito del Señor. Habían visto los milagros y su poder pero prefieren poner la confianza en sus propias fuerzas humanas. Jesús ya se los había dicho: Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura (Mt 6,33). Pero les faltaba confiar. Muchas veces afrontamos las dificultades sin mirar al Señor que siempre está con nosotros y quiere ayudarnos. Qué fácil es caer en el cansancio y el tedio cuando afrontamos solos las luchas de cada día. Miremos al Señor y pongamos nuestras angustias y alegrías en Él. Lo que más le duele a Cristo es que dudemos de su amor. Él nunca se va a cansar de acompañarnos y demostrarnos su amor. Tal vez no sabemos ver, al igual que los discípulos, esos milagros y continuas muestras de amor que tiene con nosotros. Hagamos nuestra esa llamada de atención que le hace Jesús a sus apóstoles ¿Teniendo ojos no veis y oídos no oís?... Dios está con nosotros y solo busca que seamos felices. Confiemos en Él. La confianza en el amor de Dios por cada uno de nosotros en particular es la causa y la fuente de la verdadera alegría porque nos sentimos realmente hijos amados y predilectos de Dios. Busquemos en nuestras vidas ser reflejo del amor a Dios. Transmitamos la alegría de sabernos hijos amados de Dios a todos los que nos rodean sin importar lo poco o mucho que nos agraden los demás. Propósito Buscaré siempre descubrir las muestras de amor que Dios me tiene para acrecentar mi confianza y amor en Él. Diálogo con Cristo Jesús, no permitas que dude de tu amor. Sabes bien lo débil que soy y lo fácil que olvido el infinito amor que me tienes. Tómame de la mano y ayúdame a afrontar las dificultades cotidianas sabíendo siempre qué Tú estás conmigo y nunca me dejarás sólo. Debes entonces decirle: "Señor, soy tuyo. Puedes hacer conmigo lo que quieras". Esta es, hermano, nuestra fuerza y ésta es la alegría del Señor. (Madre Teresa de Calcuta) |
lunes, 17 de febrero de 2014
¡SEÑOR, BENDICE MI COMPUTADORA¡
¡Señor, bendice a mi computadora!
Todas las noches me voy a dormir
con esta breve oración en mi pensamiento;
"Dios mío, cuida mis hijos
y cuida a mis familiares. Bendice mi casa"
Y Tú me bendices;
Pero, Señor, hay otra cosa más
que me gustaría que hicieras por mi
y por favor no te molestes si te pido esto:
¿Podrías bendecir mi computadora también?
Yo sé que no es normal
pedir bendiciones para una máquina
pero escucha un segundo
y yo intentaré explicarte...
¿Tu ves, Señor, esa caja de metal ?
Dentro de sus pequeños componentes
descansan cientos de amigos maravillosos .
Es verdad que yo nunca les he visto
y a la mayoría de ellos nunca les conoceré.
Pero sé con seguridad que ellos me quieren,
por los sentimientos que me regalan
y este trozo pequeño de metal
es lo que me permite llegar hasta ellos,
Señor, por favor, dedícame un minuto extra
entre tus muchas obligaciones
y bendice este trozo pequeño de metal
que me trae tanto amor.
Así sea.
EL EVANGELIO DE HOY: 17.02.2014
Autor: Diego Calderón | Fuente: Catholic.net Jesucristo nos pide ser hombres de fe | |
Marcos, 8, 11-13. Tiempo Ordinario. Sin el don de la fe nos convertimos en náufragos y nos alejamos del puerto seguro de tu amor. | |
Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará, a esta generación ninguna señal.» Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta. Oración introductoria Jesucristo, gracias por esta oportunidad que me das para ponerme en tu presencia y para dialogar contigo. Gracias por tu amor, por la vida, por todo lo que tengo y lo que soy. Dame la gracia, Dios mío, de conocerte para más amarte y amarte para más identificarme contigo. María, quiero poner a tus pies mi pobre oración. Enséñame a orar como enseñaste a tu Hijo amado y no permitas que me separe de Él. Te ofrezco esta meditación, Señor, pidiéndote que aumentes la fe de cada uno de mis familiares y también te pido por todos aquellos que no creen o que en algún tiempo creyeron y ahora están alejados de ti. Petición Padre Santo, regálame una fe viva y operante que me lleve a verte y a encontrarte en cada uno de los acontecimientos de mi vida. Todos mis días están llenos de señales a través de las cuales Tú me hablas. Por eso, Señor, aumente mi fe para vivir continuamente en tu presencia. Meditación del Papa Francisco Cuando Jesús cura el sábado la mano paralizada de un hombre, lo que provocó la condena por parte los escribas y fariseos. Con su milagro Jesús libera la mano de la enfermedad y demuestra a los "estrictos" que el suyo "es el camino de la libertad". Libertad y esperanza van de la mano: donde no hay esperanza no puede haber libertad. Jesús libera de la enfermedad, del rigor y de la mano paralizada de aquel hombre; recupera la vida de estos dos, las hace de nuevo. Jesús, la esperanza, rehace todo. Es un milagro constante. No sólo hizo milagros de curación, sino tantas cosas: estas eran solo signos, señales de lo que está haciendo ahora, en la Iglesia. El milagro de volver a rehacer todo: lo que Él hace en mi vida, en tu vida, en nuestras vidas. Reconstruir. Y Él rehace la razón de nuestra esperanza. Es Cristo, quien vuelve todas las cosas de la Creación más maravillosas, es la razón de nuestra esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Él es fiel. Él no puede negarse a sí mismo. Esta es la virtud de la esperanza. (S.S. Francisco, 9 de septiembre de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta). Reflexión Nuestra vida está llena de señales que nos hablan de la presencia de Dios. Cuando somos hombres de fe resulta fácil encontrar a Dios en la belleza de una rosa y en la majestuosidad de un paisaje. Sólo con la fe estaremos en grado de ver a Jesucristo en el rostro de nuestros hermanos. La fe nos lleva a dejar las diferencias y las asperezas en el trato con el prójimo. Nuestras relaciones con las demás personas deben estar impregnadas de una profunda fe, pues, cada ser humano es la señal más grande de la presencia de Dios en mi vida. Propósito Quiero darle a mis conversaciones un carácter sobrenatural. Por eso, en cada una de mis conversaciones introduciré, al menos, un tema espiritual para tratar de ayudar a los demás a vivir la unión con Dios en medio de las actividades de cada día. Diálogo con Cristo Señor mío, ayúdame a demostrarte mi fe a través de mis buenas obras. Yo quiero ser un hombre de fe y al mismo tiempo quiero ayudar a mis hermanos a crecer en la fe. Tú sabes, Señor, que sin el don de la fe nos convertimos en náufragos y nos alejamos del puerto seguro de tu amor. «La falta de fe en Dios, la pérdida del sentido de Dios que lacera nuestro mundo, las percibo y vivo como la indigencia mayor, la amenaza más grave y de más desastrosas consecuencias para nuestro tiempo» (Card. Antonio Cañizares, Discurso en la universidad católica de Valencia, 10 de diciembre de 2010). Dios mío, ayúdame a entender que la fe no es esperar que se cumpla lo que yo quiero o lo que me resulta más fácil sino aceptar tu voluntad con amor y profundo sentido sobrenatural. "Uno puede incluso tener una recta fe en el Padre y en el Hijo, como en el Espíritu Santo, pero si carece de una vida recta, su fe no le servirá para la salvación" (San Juan Crisóstomo) |
Los Santos de hoy lunes 17 de febrero de 2014
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