sábado, 31 de agosto de 2013

LA MEDALLA DE SAN BENITO


La medalla de San Benito

Dada la gran difusión que tiene entre los exorcistas de la medalla de San Benito voy a explicar su simbolismo e historia. La medalla presenta, por un lado, la imagen del Santo Patriarca, y por el otro, una cruz, y en ella y a su alrededor unas letras que son las letras iniciales de una oración, que dice así:
Crux Sancti Patris Benedicti
Cruz del Santo Padre Benito

Crux Sacra Sit Mihi Lux
Mi luz sea la cruz santa,

Non Draco Sit Mihi Dux
No sea el demonio mi guía

Vade Retro Satana
¡Apártate, Satanás!

Numquam Suade Mihi Vana
No sugieras cosas vanas,

Sunt Mala Quae Libas
Pues maldad es lo que brindas

Ipse Venena Bibas
Bebe tú mismo el veneno.



La difusión de esta medalla comenzó a raíz de un proceso por brujería en Baviera, en 1647. En Natternberg, unas mujeres fueron juzgadas por hechiceras, y en el proceso declararon que no habían podido dañar a la abadía benedictina de Metten, porque estaba protegida por el signo de la Santa Cruz. Se buscó entonces en el monasterio y se encontraron pintadas antiguas representaciones de esta cruz, con la inscripción antes explicada, la que siempre acompaña a la medalla. Pero esas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que, en un manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo monasterio de Metten en 1414 y conservado hoy en la Biblioteca Estatal de Munich, se vio una imagen de San Benito, con esas mismas palabras. Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de Austria, que se encuentra en la biblioteca de Wolfenbüttel, parece haber sido el origen de la imagen y del texto. En el siglo XVII J. B. Thiers, erudito francés, la juzgó supersticiosa, por los enigmáticos caracteres que la acompañan, pero el Papa Benedicto XIV la aprobó en 1742 y la fórmula de su bendición se incorporó al Ritual Romano.

La cruz-medalla de San Benito data de una época muy antigua y debe su origen a la gran devoción que  el Santo profesaba al signo adorable de nuestra Redención y al uso frecuente que de él hacía y que recomendaba a sus discípulos para vencer las tentaciones, ahuyentar al demonio y obrar maravillas. 

En un principio y durante muchos años , la devoción a esta Cruz-Medalla de San  Benito, fué meramente local y exclusiva de los monasterios benedictinos; pero la curación milagrosa del joven Bruno (mas tarde el Papa León IX) en el siglo IX, lo ocurrido con ella en Baviera en 1647, y sobre todo el breve de Benedicto XIV (12 de Marzo de 1742), contribuyeron poderosamente a su propagación.

La medalla de San Benito representa, en un lado la imágen de la Cruz y, en el otro, la del Santo Patriarca.

El lado de la Cruz suele estar encabezado, o por el monograma del salvador: IHS, o por el lema de la orden benedictina: PAX.

En los cuatro  ángulos de la Cruz se encuentran grabadas las siguientes iniciales: C.S.P.B., que significan: Crux Sancti Patris Benedicti, o sea: Cruz del Santo Padre Benito; las cuales son como un anuncio de la Medalla y no forman parte del exorcismo. 

En la línea vertical y horizontal y alrededor de la Cruz, se leen, en el siguiente orden, estas otras iniciales, cuyas palabras componen la oración u exorcismo que tanto teme Satanás y que conviene repetir a menudo.

Los Santos de hoy sábado 31 de agosto de 2013

Los Santos de hoy sábado 31 de agosto de 2013
 Ramón Nonato, Santo
Cardenal, 31 de agosto 
 Aristide Marciano, Santo
Apologista, 31 de agosto
 Francisco Piani de Caldarola, Beato
Confesor, 31 de agosto
 Dominguito del Val, Santo
Patrono de los monaguillos, 31 de agosto
 Pedro (Pere) Tarrés, Beato
Sacerdote, 31 de agosto
 Aidano de Lindisfarne, Santo
Obispo, 31 de agosto

IMÁGENES DE SAN RAMÓN NONATO








ORACIONES A SAN RAMÓN NONATO





SAN RAMÓN NONATO, CARDENAL, 31 DE AGOSTO

Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Ramón Nonato, Santo
Cardenal, 31 de agosto
 
Ramón Nonato, Santo
Religioso, cardenal, Patrón de las parturientas



Martirologio Romano: En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Fecha de canonización: Fue canonizado en 1657 por el Papa Alajandro VII

Nació en los mismos comienzos del siglo XIII.

Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo.

El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII.

La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban. Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical.

Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco.

Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede.

En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación.

A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo.

Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell.

Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936.

Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folklore. No digamos nada sobre la devoción que le profean todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance.

Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres. 
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