martes, 30 de agosto de 2016

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 30 DE AGOSTO 2016


El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido
Parábolas



Mateo 13, 44 - 46. Tiempo Ordinario. Quien encuentra en Dios su tesoro, hace todo por 


Por: P. Francisco Javier Arriola, LC | Fuente: Catholic.net 



Del Evangelio según san Mateo 13, 44-46
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.

Oración Introductoria
Dulce Huésped del alma, Espíritu Santo, ven a visitar mi corazón para que me ayudes a encontrar los verdaderos tesoros por los cuales vale la pena dejarlo todo. Hazme digno depositario de tus dones e ilumina mi mente y entendimiento para escuchar tus palabras en este momento de oración en el que vengo humildemente a pedirte tu ayuda. Santifica mi vida para ayudar a otros a encontrarte.

Petición
Corazón de Jesús lleno de bondad, llena mi corazón de amor por ti y por los demás. Concédeme conocerte para amarte y poseerte como mi único tesoro. Hazme instrumento de tu amor para que todos se beneficien de las riquezas de tu gracia.

 
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
 La verdadera riqueza es Dios.
 ¿Qué tesoro es tan valioso para vender todo lo que se tiene? ¿Qué merece desprenderse de cuanto se posee para conseguir otro bien? ¿Qué hallazgo puede producir inmensa alegría?  No cabe la menor duda que lo que encontró el hombre tiene un valor inestimable, inmedible, y lo más grande en valor, es el Reino de Dios, y por él se puede renunciar a todo, y ésta sería la mejor decisión tomada.
Quien encuentra un tesoro como éste, el Reino de los Cielos, debe dejarlo todo por él, y renunciar con alegría a lo que tiene terrenalmente, pues es indudable que no podemos comparar los bienes terrestres con la posesión de Dios, «Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero» (Mt 6-24).


Jesús también nos agrega la parábola del comerciante de perlas. Ambas parábolas nos muestran que merece mucho la pena hacer un gran esfuerzo por conseguir algo muy valioso, como el Evangelio, como el amor de Cristo, como el Reino de Dios, con fe, veremos que la valoración de la posesión de Dios, que es el tesoro del que nos habla Jesús, no puede tener ninguna comparación.
Pero para poseer a Dios, debemos despojarnos de todo lo que aprisiona nuestro corazón. Es decir de nuestros afectos, o inclinaciones, pasiones e instintos, de todo cuanto nos impida la posesión de Dios. Si vaciamos el corazón de nosotros mismos, éste podrá ser ocupado por Dios.
Un muy buen negocio nos propone Jesús, el mejor de los trueques, un intercambio o entrega de cosas de poco precio, por otras valiosísimas, es así, como nos pone el ejemplo de un negociante, para indicarnos que es un hombre que conoce el valor de las cosas, y se desprende de todo por una perla fina.
Es así, como nos invita, pero también nos condiciona, que para la adquisición del Reino de los Cielos, tenemos que renunciar con alegría a todo, porque la renuncia a lo material tiene el mejor de los premios, como es la posesión de Dios. La verdadera riqueza es Dios.
«El tesoro y la perla valen más que los otros bienes, y por tanto, el campesino y el comerciante, cuando lo encuentran, renuncian a todo lo demás para poder conseguirlo. No necesitan hacer razonamientos, pensar, reflexionar: se dan cuenta en seguida del valor incomparable de lo que han encontrado, y están dispuestos a perder todo para tenerlo.
Así es el Reino de Dios: quien lo encuentra no tiene dudas, siente que es lo que buscaba, que esperaba y que responde a sus aspiraciones más auténticas. Y es realmente así: quien conoce a Jesús, quien lo encuentra personalmente, se queda fascinado, atraído por tanta bondad, tanta verdad, tanta belleza, y todo en una gran humildad y sencillez. Buscar a Jesús, encontrar a Jesús. Este es el gran tesoro.»
(Homilía de S.S. Francisco, 27 de julio de 2014).

Reflexión 
Es más fácil adiestrarnos en los negocios del mundo que en los "negocios" espirituales. Los primeros los medimos con ganancias materiales y tangibles, mientras que los segundos sólo los medimos con la fe y el amor. Esto no significa que sea difícil encontrar las riquezas de la vida espiritual, más bien quiere decir que si nosotros no podemos, hay que asesorarnos con quienes conocen este mundo de negocios de la eternidad. Dios nos ha dado muchos medios para poder encontrarlo a Él: la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, la Santísima Virgen, los sacerdotes, los santos, los ángeles y tantas personas de buena voluntad que viven una vida ejemplar.

Las comparaciones que nos pone el Señor con su Reino, las entendemos con facilidad, porque conocemos lo que vale un cofre lleno de monedas de oro o una perla de valor incalculable, aunque nunca las hayamos tenido en las manos físicamente. Para nosotros debe haber sólo una perla, como le expresa el pasaje, pues no son varias porque disminuiría su valor. Nuestra única perla preciosa es Cristo, y quien lo posee conoce su valor. Quienes no lo conocen a Él, tampoco saben cuál es nuestro tesoro por el cual podemos llegar a dar la vida, como lo han hecho los mártires, los santos.

También hay quienes encuentran el campo donde está el tesoro, venden todo y luego lo compran. Ellos son los que eligen la vida religiosa, consagrada o sacerdotal; ellos dejan todo con tal de poseer las praderas donde está el Tesoro. Estas praderas son donde llegan a reposar y a descansar porque Cristo, el Buen Pastor y Único Tesoro, nos hace valorar las cosas en su justo precio. Cuando Jesús se convierte en nuestro único tesoro, también Él nos esmalta con las bellas joyas de la fe, de la esperanza, de la gracia, de las virtudes y del amor.

En un bello himno se lee que un apóstol no es apóstol si no es también un mensajero. Este tesoro que descubrimos lo será más en la medida en la que lo hagamos descubrir a los demás. Es curioso pensar que cuando encontramos a Dios, se transforma en la joya invaluable que nadie nos puede quitar si la cuidamos bien, y al mismo tiempo podemos hacer que otros lo encuentren, pero nunca podremos hacer que otros lo aprecien como lo único que vale si ellos mismos no lo valoran así. Esta es la experiencia de Dios en la vida espiritual, de la que más necesitamos conforme más la vamos conociendo y gustando.

Santa Teresita del Niño Jesús tiene una frase que encierra bien esta experiencia: «Jesús, dulzura inefable, convertidme en amargura todos los goces de este mundo». Quien encuentra este tesoro, sólo le pide a Dios no perderlo. Una sola es la Verdad, uno sólo el Camino, y una sola es la Vida, todo lo demás que hemos recibido de Dios en este mundo, no es malo, al contrario, pues si hubiera sido algo malo Él nunca nos lo habría dado. Pero las personas, las cosas, lo material está subordinado al único valor que está expresado en el primer mandamiento de la ley de Dios: amar a Dios sobre todas las cosas. En esta relación, lo demás será un don y una oportunidad para alabar y agradecer a Dios.

Propósito
Haré cinco minutos de oración para agradecer a Dios todas las personas, experiencias y cosas que me ha dado y permitido en mi vida y le pediré que lo descubra a Él como mi único Tesoro.

Diálogo con Cristo
Señor, Bondad infinita, yo te alabo y te doy gracias por haberme creado, por haberme permitido acercarme una vez más a ti y conocerte un poco más. Mira mi indigencia, mira mi pobreza y socórreme Tú. No permitas que mi corazón se llene de las cosas que tienen un valor efímero, de las caducas y pasajeras, y sobre todo de las que me vacían el alma y me apartan de ti. Vacíame de mí mismo y de mis egoísmos, para que sólo Tú me puedas llenar el alma y las ansias de felicidad y eternidad. Que tu Eucaristía sea mi prenda de eternidad para ganarme el cielo y los tesoros que nos has prometido. Amén.

Jesús es el verdadero y único tesoro que nosotros tenemos para dar a la humanidad. De él sienten profunda nostalgia los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, incluso cuando parecen ignorarlo o rechazarlo. De él tienen gran necesidad la sociedad en que vivimos, Europa y todo el mundo. Benedicto XVI, Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos
31 de mayo de 2010
Preguntas o comentarios al autor  P. Francisco Javier Arriola, LC

DOS MILAGROS OBRADOS POR INTERCESIÓN DE SAN NIMATTULLAH AL-HARDINI

Dos milagros obrados por intercesión de San Nimattullah Al-Hardini
Los milagros ocurrieron en 1987 y 1998


Por: Varios | Fuente: Religion en Libertad // ACI Prensa 



A alguno le podría caber la duda de si los milagros todavía existen y ocurren en la vida real. Estamos acostumbrados a oír acerca de milagros operados por Jesús, los apóstoles o grandes santos de otros tiempos. Pero la realidad es que los milagros son cosa de hoy en día y de todos los días. No son necesarios para nuestra fe, pero existen y el Señor los realiza, quizás para recordarnos que él es el dueño de la naturaleza y que la fe todo lo puede. Milagros ocurren y no nos enteramos de ellos, pero de otros sí que nos enteramos, como es el caso de aquellos que llevan a los candidatos a los altares a la beatificación o la canonización. La iglesia los requiere para llegar a dichas metas, como confirmación de lo que dijo Jesús en el Evangelio: “El que cree en mí hará los mismos signos que hago yo y los hará incluso más grandes”. Y los milagros ocurren.
Relataremos aquí dos milagros impetrados por intercesión de san Nimattullah Al Hardini, monje libanés del siglo XIX, que por su gran valía llegó a ser asistente general de su orden, pero que nunca aspiró a cargos sino a pasar la vida entre las obras de caridad y las devociones monásticas en su monasterio de Santa María de Tamich. Murió anciano y lleno de méritos y fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 10 de mayo de 1998.

El Milagro de Andre Najm

Andre Najm, nacido el 29 de octubre de 1966, disfrutó de excelente salud durante los veinte primeros años de su vida. Sin embargo, en junio de 1986, comenzó a experimentar una fatiga crónica y depresiones. Muchos médicos en el Líbano y en el extranjero lo trataron en vano. Se le diagnosticó cáncer en la sangre por lo que era sometido a frecuentes transfusiones.
El 26 de septiembre del año 1987, Andre acompañado de su familia y amigos visitó el monasterio de Kfifane donde rezó fervientemente en la tumba de Al-Hardini. La gente que estaba alrededor de él lo oyó decir "pido a usted, Padre Al-Hardini, me de una gota de sangre, ya que estoy tan cansado que ni siquiera tengo fuerzas de salir a la calle a pedirla". Luego pidió llevar el hábito monástico, y minutos después de un rato ya estaba curado.
Andre no ha requerido ninguna transfusión de sangre desde entonces, y en 1991 se casó con Rola Salim Raad. Ellos tienen ya dos niños, un niño llamado Charbel y una niña llamada Rafka.


Actualmente, Andre goza de perfecta salud física.
La Iglesia se pronuncia sobre el Milagro
El 2 de mayo de 1996, su Excelencia Khalil Abi-Nader, Obispo retirado de la Diócesis Maronita de Beirut, obtuvo el permiso del Cardenal Nasrallah Boutros Sfeir para comenzar la investigación que probaría la curación milagrosa de Andre Najm.
El 26 de septiembre de 1996 la Congregación para las Causas de Santos comenzó a estudiar el milagro y el 27 de febrero de 1997 los cinco miembros del equipo médico votaron unánimemente para aceptar la cura milagrosa de Andre Najm. Más tarde, el 9 de mayo de 1997, los siete miembros del equipo de teólogos encargados de estudiar la Causa también votaron unánimemente reconociendo el milagro.
Así, el 1 de julio de 1997 la Asamblea General de la Congregación para las Causas de Santos, que incluye a veinticuatro cardenales, aceptó el milagro.
El 7 de julio de 1997, en la presencia del Papa de Santo Padre Juan Pablo II, la Congregación para las Causas de Santos publicó un decreto por el cual aprueba el milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios, P. Nimattullah Kassab Al-Hardini.
Meses más tarde, el 16 de diciembre de 1998, el P. John Tabet, Secretario General de la Orden Libanesa Maronita, ofreció una conferencia de prensa en la que anunció la aprobación pontificia para la beatificación del Venerable Siervo de Dios Nimatullah Al-Hardini, la misma que tuvo lugar en el Vaticano el 10 de mayo de 1998, fecha en la que también se conmemoró la primera visita pastoral del Papa Juan Pablo II al Líbano.
Texto originalmente publicado en ACI Prensa


El Milagro de Rose Salim Saad Bayady

Pues bien, el mismo día de la solemne beatificación en Roma, el 10 de mayo de 1998, en el santuario donde el nuevo Beato -hoy en día ya Santo- se halla enterrado en el Líbano, se celebraba una Misa de acción de gracias presidida por el vicario patriarcal de Antiochia de los maronitas, Mons. Roland Abou Jaoudé, y durante la ceremonia una mujer, Rose Salim Saad Bayady, a grandes voces afirmó haber recuperado la vista.
Nacida en el 1934, le había sido diagnosticada a la edad de 38 años una "retinopatia diabética al primer y segundo estadio". Después, a la edad de 55 años, en 1989, fue operada de un glaucoma en el ojo derecho. Durante esta hospitalización el diagnóstico fue de "ojo derecho con ceguera total, ojo izquierdo con vista muy disminuida".
En enero de 1990 fue hospitalizada para realizarle una intervención de glaucoma en el ojo izquierdo y en aquella ocasión se habló de "persistencia de visión tenue en el ojo derecho". En 1990, en una nueva hospitalización el oculista llamado para la consulta, mirando el fondo de ambos ojos, no halló signos de retinopatia diabética y no dice si había o lleva los signos indelebles de los tratos con el láser. En el 1993 la enferma fue internada para operarse de una catarata en el ojo izquierdo y en el 1994 de una catarata en el ojo derecho. En aquel entonces se diagnosticó: "ceguera en ojo derecho, no ve a un metro". Por lo tanto probablemente persistía un tenue resto visivo, aunque pequeño. Después de las dos operaciones de catarata la sra. Rose explicaba que veía "una columna negra ante de sus ojos", esto es que también el ojo derecho veía algo, aunque a los lados de la columna.
Así llegamos al 10 de mayo de 1998, fecha de la beatificación de padre Nimatullah Al Hardini, cuando a muchos kilómetros de la Plaza de San Pedro, delante del sarcófago que contenía sus restos, y ante la presencia de una multitud de testigos, llegó la curación improvisa: la sra Rose afirmó haber recuperado sustancialmente la vista del ojo derecho. De hecho, las visitas médicas efectuadas tiempo después, en septiembre del 2001, confirmaron la curación, aunque parcial, y se hizo una valoración cuantitativa de la visión recuperada: El ojo derecho veía 1/10 y el izquierdo conseguía percibir solamente el movimiento de la mano. Después, en julio del 2002, se comprobó que no había habido modificaciones con respecto a la visita del septiembre de 2001, y se afirmó: "conserva una agudeza visiva aceptable para sus condiciones", y con ello se certificaba que la curación del ojo derecho era duradera.
La curación fue confirmada en sede procesal por el perito “Ab Inspectione” del Tribunal del Proceso de Canonización, Dr. Roland Youssef Kassab, cardiologo, y por el Dr. Sami El-Hahchem, oftalmologo, y fue después considerada inexplicable unánimemente por los peritos de la Consulta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos, los cuales en la sesión del 6 de marzo del 2003 juzgaron extraordinaria tal recuperación de la vista en el ojo derecho. Durante su intervención, el Presidente de la Consulta juzgó el caso
“...muy grave, con pronóstico extremamente severo para la capacidad visiva de la paciente. Su déficit visivo, a pesar de las curas practicadas y de las intervenciones sufridas, se fue agravando progresivamente a causa de la retinitis proliferante y del glaucoma bilateral. Ambas patologías habían llegado a un estadio tan avanzado que no consentía  la visión. El presidente subraya además como las terapias practicadas hasta entonces no habían sido capaces de frenar la evolución de la enfermedad retinica, ni de hacerla disminuir. La superposición del glaucoma sin duda empeoró el déficit visivo y la intervención quirúrgica resultó ineficaz porque fue tardía. En definitiva, la inesperada recuperación improvisa de la visión en el ojo derecho, aunque parcial, no aparece explicable por vías naturales”
Durante la discusión colegial todos los expertos estuvieron de acuerdo en las consideraciones estimativas de las patologías oculares y la ineficacia de los cuidados: el estadio avanzado de las dos patologías era tal que ya no resultaba posible un recuperación de la visión, aunque fuera mínima. Después, expresaron su certeza en las siguientes Definiciones Conclusivas:
“Diagnóstico: Retinopatía  diabética proliferante bilateral, asociada a glaucoma crónico y a catarata bilateral, con "visus" apagado en OD y residuo visivo mínimo en OS (5 sobre 5). Pronóstico: muy severo "quoad valetudinem" para la irreversibilidad del grave déficit visivo (5 sobre 5). Terapia: ineficaz en su conjunto para el estadio avanzado de la dos patologías principales, la retinopatía diabética y el glaucoma (5 sobre 5). Modalidad de la recuperación  visiva: recuperación rápida e inesperada del 1/10 del “visus” en el ojo derecho, antes completamente ausente; duradera e imprevisible la vuelta a la visión, aunque parcial, y por tanto científicamente inexplicable (5 sobre 5)”.
A la certeza unánime de los peritos de la Consulta en cuanto a la gravedad del caso sobre la ineficacia de la terapia y la no explicabilidad de la curación, en este caso se añadía la claridad de las noticias relativas a la invocación del Beato Al Hardini. En efecto, en las declaraciones de los testigos aparecía claro que la sra. Rose, si bien al principio había invocado a otro santo libanés, Saint Charbel, además del padre Nimatullah, el 10 de mayo de 1998 fue a la tumba de Al Hardini y allí rogó con fe únicamente el nuevo beato, del cual obtuvo el prodigio. Ella misma lo explicaba en el Proceso, como testigo IX:
Mi hija [Renée Salem] vino a mí y me dijo: mañana vamos a ir al santuario de Kfifane porque hay un nuevo Beato llamado Al-Hardini. Yo no sabía de él, pero esa noche recé un Rosario diciéndole al beato: "Tienes que curarme", también oré San Charbel. Por la mañana mi hija llegó y salimos, fue mi hija la que cerró la puerta ya que yo no podía ver para hacerlo. En el autobús los jóvenes querían cantar, yo les dije que mejor oraran, así que empecé a hacerlo. Cuando llegamos, quería caminar descalza, aunque el camino había sido recientemente pavimentado. Mi hija y mi nieta me guiaron, el camino era largo y el asfalto me quemaba. Cuando llegué, me ayudaron a arrodillarme y empecé a suplicar: "Oh Jesús, curame, O Hardini, curame"
Y de modo parecido se expresaba Renée Salem Bayady Karamé, su hija, como testigo VII:
El 10 por de mayo de 1998 en la mañana fuimos a Kfifane al santuario de Hardini, ella accedió -casi a regañadientes- a ir con nosotros. Eramos cincuenta las personas que estuvimos en el autobús; al llegar al convento dijo que quería caminar descalza. Antes de llegar a la iglesia se cayó en las escaleras, mi hija y yo la ayudamos; unos instantes despúes ella gritó "Luz, luz, veo"
Entre los testigos llamados a declarar se encontraba también el celebrante de la Misa, el obispo Mons. Abou Jaoudé, testigo XII, que en el proceso explicó como a consecuencia del prodigio tiene que parar la Misa y preguntar cuál era la causa del alboroto, a lo que le fue respondido que se trataba de un milagro de curación, como luego fue atestiguado por los médicos.
Hasta aquí texto pulicado en Religión en Libertad
Canonizado por el Papa Juan Pablo II el 16 de mayo de 2004 (VI Domingo de Pascua) en la que fue la última ceremonia de canonización realizada en su pontificado.

LOS SANTOS DE HOY 30 DE AGOSTO 2016

Alfredo Ildefonso Schuster, BeatoAlfredo Ildefonso Schuster, Beato
Obispo, 30 de agosto
Juan Juvenal Ancina, BeatoJuan Juvenal Ancina, Beato
Obispo, 30 de agosto
Tomás Kempis, BeatoTomás Kempis, Beato
Sacerdote y Escritor, 30 de agosto
María Rafols Bruna, BeataMaría Rafols Bruna, Beata
Fundadora, 30 de agosto
Esteban (José) Nehmé, BeatoEsteban (José) Nehmé, Beato
Monje Maronita, 30 de agosto
Diego Ventaja Milán, BeatoDiego Ventaja Milán, Beato
Obispo y Mártir, 30 de agosto
Manuel Medina Olmos, BeatoManuel Medina Olmos, Beato
Obispo y Mártir, 30 de agosto
Vicente Cabanes Badenas, BeatoVicente Cabanes Badenas, Beato
Presbítero y Mártir, 30 de agosto
Eustaquio van Lieshout, BeatoEustaquio van Lieshout, Beato
Sacerdote, 30 de agosto
Fiacrio, SantoFiacrio, Santo
Eremita, 30 de agosto
Juan de Mayorga, BeatoJuan de Mayorga, Beato
Mártir, 30 de agosto
Pamaquio, SantoPamaquio, Santo
Laico, 30 de agosto
Rosa de Lima, SantaRosa de Lima, Santa
Virgen Terciaria Dominica, 30 de agosto

SANTA ROSA DE LIMA, 30 DE AGOSTO


Rosa de Lima, Santa
Virgen Terciaria Dominica, 30 de agosto


Por: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant | Fuente: caminando-con-jesus.org 




Terciaria Dominica

Es la primera persona, de todo el continente americano, cuya santidad fue reconocida por la Iglesia  luego del respectivo proceso canónico.

Se la festeja el 30 de Agosto en la mayor parte de América y 23 de Agosto en el resto de países

Martirologio Romano: Santa Rosa, virgen, que, insigne desde muy niña por su austera sobriedad de vida, en Lima, en el Perú, vistió el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden de Santo Domingo. Entregada a la penitencia y a la oración, y ardiente de celo por la salvación de los pecadores y de la población indígena, aspiraba a dar la vida por ellos, sometiéndose de buena gana a toda clase de sufrimientos para ganarlos para Cristo. Su muerte tuvo lugar el día veinticuatro de agosto. († 1617).

Fecha de Beatificación: 15 de abril de 1668 por el Papa Clemente IX 15 abr 1668
Fecha de Canonización: 12 de abril de 1671 por el Papa Clemente X

Patronato: Perú, América y las Filipinas, de los jardineros y floristas,.

Etimológicamente:: Rosa = Bella como la flor del rosal.. Viene de la lengua latina.


Breve Biografía

El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.

Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo.

En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe.

Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas".

Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al oír a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.

Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así:

Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.

A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo.

Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta.

Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión.

Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".-

Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.

Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.

Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.-

Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".

Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años.

Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona.

Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica.

Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración.

Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.

Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".

Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido nuestro continente.

HIMNO Y ORACIONES A SANTA ROSA DE LIMA


Santa Rosa de Lima

Himno

Cuando, Señor, en quieta lotananza
Se encienden los fulgores de este día,
No dejes avivar nuestra esperanza,
Atiende al corazón que en ti confía.

Van a pasar por manos laboriosas
Los granos de un rosario de ilusiones,
Acógelas, Señor, que son hermosas,
Amor y don de nuestros corazones.

Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa,
Vivir para el Señor, para el Amado,
Fue el ansia de tu amor, gracia divina,
Llevada de su fuerza y de su mano.

No olvides los que vamos de camino
Siguiendo en el desierto tus pisadas,
Aboga ante el Señor favor divino,
Seguir como seguiste sus llamadas.

Proclamen nuestros labios la grandeza
Del Padre qu en el Hijo nos dio gozo,
Y, siendo nuestra herencia la pobreza,
Nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén
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ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA

Santa Rosa, "Rosa y Reina del Perú", encendida en el amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio de admirables penitencias.

Quisiste ser apóstol y llevar a todos los hombres hacia Jesús. Para ello renunciaste a tu hermosura y a tus atractivos humanos, mortificando tu cuerpo... Alcánzanos el camino de la verdadera vida para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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ORACIÓN

Oh esclarecida Virgen, Rosa celestial, que con el buen olor de vuestras virtudes habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y merecido en la gloria una corona inmarcesible; a vuestra protección acudimos para que nos alcances de vuestro celestial Esposo un corazón desprendido de las vanidades del mundo y lleno de amor divino.

¡Oh flor la más hermosa y delicada que ha producido la tierra americana!, portento de la gracia y modelo de las almas que desean seguir de cerca las huellas del Divino Maestro, obtened para nosotros las bendiciones del Señor. Proteged a la Iglesia, sostened a las almas buenas y apartad del pueblo cristiano las tinieblas de los errores para que brille siempre majestuosa la luz de la Fe y para que Jesús, vida nuestra, reine en las inteligencias de todos los hombres y nos admita algún día en su eterna y dichosa mansión. Amén.
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