jueves, 23 de febrero de 2017

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES A LA VIRGEN DE GUADALUPE


ORACIÓN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES
A LA VIRGEN DE GUADALUPE



Virgen de Guadalupe,
Evangelizadora de las Américas,
¡Madre de Dios, Madre de la Iglesia
y Madre Nuestra! Tú eres el orgullo
de nuestra gente. 

Jesús, tu Hijo, cambió
el agua en vino porque tú se lo pediste.
Te imploramos, Madre Misericordiosa,
que obtengas para nosotros todas las
gracias que necesitamos de tu Hijo.

Intercede ante Él para que bendiga a las
Américas con muchas vocaciones al
sacerdocio, a la vida religiosa, al
matrimonio cristiano y a la vida laical.
Madre de Dios, ruega por nosotros ahora
y siempre.
Amén

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 23 DE FEBRERO DEL 2017


El amor, la sal de la vida
San Marcos 9,41-50. VII Jueves de Tiempo Ordinario. Ciclo A.


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Tú sabes bien, Señor, que muchas veces vengo cargado de problemas; cuántas veces estoy cansado y angustiado.Tú conoces bien mi corazón y todo lo que me preocupa. Pero también conoces mis grandes deseos por estar aquí. Sabes bien que te necesito, que anhelo escuchar tu voz y contemplar el amor grande que me tienes. Dejo aquí, a los pies de tu cruz, todo lo que soy; sólo quiero estar aquí amando y dejándome amar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 9,41-50
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros."
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Si no tengo amor nada soy, afirmaba san Pablo en su carta a los cristianos del siglo primero. Hoy estas palabras las podemos escuchar y sorprendernos de la actualidad que tienen porque en definitiva de qué sirve hacer grandes cosas si no damos sentido a la cosa más pequeña que hacemos, de qué sirve hablar mucho y dar grandes discursos si en el fondo no sabemos ofrecer una sonrisa cuando estamos enfadados.
Pensemos por un momento en las madres y preguntémonos dónde está su grandeza. No está, sin duda, en no haberse equivocado o en haber sido las mejores sino en el amor y la delicadeza que tuvieron con nosotros en los más pequeños detalles. En esa caricia o en esa sonrisa que necesitábamos. En ese consejo o en esa palabra sencilla que nos llegó a lo más profundo del corazón. La grandeza del hombre está no en lo que hace sino cómo lo hace. En si pone o no ese grano de sal a la vida que es el amor. Tal vez lo que podamos ofrecer a otro sea lo más sencillo, pero si se llena de amor, puede convertirse en el acto más grande.
«La fe abre la «ventana» a la presencia actuante del Espíritu y nos muestra que, como la felicidad, la santidad está siempre ligada a los pequeños gestos. «El que les dé a beber un vaso de agua en mi nombre –dice Jesús– no se quedará sin recompensa» (Mc 9,41). Son gestos mínimos que uno aprende en el hogar; gestos de familia que se pierden en el anonimato de la cotidianidad pero que hacen diferente cada jornada. Son gestos de madre, de abuela, de padre, de abuelo, de hijo, de hermanos. Son gestos de ternura, de cariño, de compasión. Son gestos del plato caliente de quien espera a cenar, del desayuno temprano del que sabe acompañar a madrugar. Son gestos de hogar. Es la bendición antes de dormir y el abrazo al regresar de una larga jornada de trabajo. El amor se manifiesta en pequeñas cosas, en la atención mínima a lo cotidiano que hace que la vida tenga siempre sabor a hogar.»
(Homilía de S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Jesús, te ofrezco vivir atento a las necesidades de los demás. Buscaré ayudar como pueda, tal vez con algo pequeño, pero lo haré como Tú lo harías: con mucho amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN DE SAN POLICARPIO ANTES DE SU MARTIRIO


Oración de San Policarpo antes de su martirio


“Señor, Dios todopoderoso, Padre de nuestro amado y bendito Jesucristo, Hijo tuyo, por quien te hemos conocido; Dios de los ángeles, de los arcángeles, de toda criatura y de todos los justos que viven en tu presencia: te bendigo, porque en este día y en esta hora me has concedido ser contado entre el número de tus mártires, participar del cáliz de Cristo y, por el Espíritu Santo, ser destinado a la resurrección de la vida eterna en la incorruptibilidad del alma y del cuerpo.

 ¡Ojalá que sea yo también contado entre el número de tus santos como un sacrificio enjundioso y agradable, tal como lo dispusiste de antemano, me lo diste a conocer y ahora lo cumples, oh Dios veraz e ignorante de la mentira! Por esto te alabo, te bendigo y te glorifico en todas las cosas por medio de tu Hijo amado Jesucristo, eterno y celestial Pontífice. Por él a ti, en unión con él mismo y el Espíritu Santo, sea la gloria ahora y en el futuro, por los siglos de los siglos. Amén”. 

SAN POLICARPIO, OBISPO DE ESMIRNA, 23 DE FEBRERO


Hoy 23 de febrero la Iglesia conmemora 
a San Policarpo, Obispo y Mártir


 (ACI).- San Policarpo nació hacia el año 70, probablemente al interior de una familia cristiana. Su nombre significa: “el que produce muchos frutos”.

Este Santo fue discípulo del apóstol San Juan y más tarde se convirtió en Obispo de Esmirna (Turquía). Es considerado uno de los obispos más famosos de la Iglesia primitiva. Además, entre sus discípulos y seguidores se encuentran varios Santos como San Ireneo de Lyon y Papías.

Desde su sede en Esmirna alentó a los fieles a seguir el Evangelio y no dejarse llevar por las herejías de los paganos. Así lo confirma el mejor discípulo suyo, San Ireneo de Lyon:

“Él enseñó siempre la doctrina que había aprendido de los apóstoles. Llegado a Roma bajo Aniceto apartó de la herejía de Valentín y Marción a un gran número de personas y los devolvió a la Iglesia de Dios, proclamando que había recibido de los apóstoles una sola y única verdad, la misma que era transmitida por la Iglesia”.

Todo lo que se sabe de San Policarpo antes de su martirio es contado por Eusebio de Cesarea, “padre de la historia de la Iglesia”.

Este cuenta que en una ocasión San Policarpo se dirigió a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo en unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa. Como ninguno se puso de acuerdo, ambos decidieron conservar sus propias costumbres y permanecer unidos por la caridad.

También se conoce de San Policarpo que salió a recibir y besar las cadenas de San Ignacio de Antioquía cuando este se dirigía al martirio, y recibió una carta suya muy admirada por los primeros cristianos.

El día del martirio de San Policarpo fue el 23 de febrero del año 155. Aquel día fue llevado ante el procónsul Decio Cuadrato, quien le dio la oportunidad de dejar el cristianismo. No obstante, San Policarpo se negó y prefirió ser quemado vivo.

“Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga”, fueron las palabras del Santo contenidas en el documento de su martirio.

Posteriormente, los verdugos recibieron la orden de atravesar con una lanza su corazón. La Iglesia celebra su fiesta el 23 de febrero.

**********
Biografía de San Policarpio
23 de febrero


San Policarpo era obispo de la ciudad de Esmirna, en Turquía, y fue a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo para unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa. Y caminando por Roma se encontró con un hereje que negaba varias verdades de la religión católica. El otro le preguntó: ¿No me conoces? Y el santo le respondió: ¡Si te conozco. Tu eres un hijo de Satanás!

Cuando San Ignacio de Antioquía iba hacia Roma, encadenado para ser martirizado, San Policarpo salió a recibirlo y besó emocionado sus cadenas. Y por petición de San Ignacio escribió una carta a los cristianos del Asia, carta que según San Jerónimo, era sumamente apreciada por los antiguos cristianos.

El pueblo estaba reunido en el estadio y allá fue llevado Policarpo para ser juzgado. El gobernador le dijo: "Declare que el César es el Señor". Policarpo respondió: "Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios". Añadió el gobernador: ¿Y qué pierde con echar un poco de incienso ante el altar del César? Renuncie a su Cristo y salvará su vida. A lo cual San Policarpo dio una respuesta admirable. Dijo así: "Ochenta y seis años llevo sirviendo a Jesucristo y Él nunca me ha fallado en nada. ¿Cómo le voy yo a fallar a El ahora? Yo seré siempre amigo de Cristo".

El gobernador le grita: "Si no adora al César y sigue adorando a Cristo lo condenaré a las llamas". Y el santo responde: "Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga".

En ese momento el pueblo empezó a gritar: ¡Este es el jefe de los cristianos, el que prohíbe adorar a nuestros dioses. Que lo quemen! Y también los judíos pedían que lo quemaran vivo. El gobernador les hizo caso y decretó su pena de muerte, y todos aquellos enemigos de nuestra santa religión se fueron a traer leña de los hornos y talleres para encender una hoguera y quemarlo.

Hicieron un gran montón de leña y colocaron sobre él a Policarpo. Los verdugos querían amarrarlo a un palo con cadenas pero él les dijo: "Por favor: déjenme así, que el Señor me concederá valora para soportar este tormento sin tratar de alejarme de él". Entonces lo único que hicieron fue atarle las manos por detrás.

Policarpo, elevando los ojos hacia el cielo, oró así en alta voz: "Señor Dios, Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: yo te bendigo porque me has permitido llegar a esta situación y me concedes la gracia de formar parte del grupo de tus mártires, y me das el gran honor de poder participar del cáliz de amargura que tu propio Hijo Jesús tuvo que tomar antes de llegar a su resurrección gloriosa. Concédeme la gracia de ser admitido entre el grupo de los que sacrifican su vida por Ti y haz que este sacrificio te sea totalmente agradable. Yo te alabo y te bendigo Padre Celestial por tu santísimo Hijo Jesucristo a quien sea dada la gloria junto al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos".

"Tan pronto terminó Policarpo de rezar su oración, prendieron fuego a la leña, y entonces sucedió un milagro ante nuestros ojos y a la vista de todos los que estábamos allí presentes (sigue diciendo la carta escrita por los testigos que presenciaron su martirio): las llamas, haciendo una gran circunferencia, rodearon al cuerpo del mártir, y el cuerpo de Policarpo ya no parecía un cuerpo humano quemado sino un hermoso pan tostado, o un pedazo de oro sacado de un horno ardiente. Y todos los alrededores se llenaron de un agradabilísimo olor como de un fino incienso. Los verdugos recibieron la orden de atravesar el corazón del mártir con un lanzazo, y en ese momento vimos salir volando desde allí hacia lo alto una blanquísima paloma, y al brotar la sangre del corazón del santo, en seguida la hoguera se apagó".

"Los judíos y paganos le pidieron al jefe de la guardia que destruyeran e hicieran desaparecer el cuerpo del mártir, y el militar lo mandó quemar, pero nosotros alcanzamos a recoger algunos de sus huesos y los veneramos como un tesoro más valioso que las más ricas joyas, y los llevamos al sitio donde nos reunimos para orar".

El día de su martirio fue el 23 de febrero del año 155. Esta carta, escrita en el propio tiempo en que sucedió el martirio, es una narración verdaderamente hermosa y provechosa.

SANTORAL DE HOY JUEVES 23 DE FEBRERO DEL 2017

Giovannina Franchi, BeataGiovannina Franchi, Beata
Fundadora, 23 de febrero
Braulio Carlos (Juan Lucas Manzanares), BeatoBraulio Carlos (Juan Lucas Manzanares), Beato
Religioso y Mártir, 23 de febrero
Juan Theristes, SantoJuan Theristes, Santo
Monje, 23 de febrero
Milburga, SantaMilburga, Santa
Abadesa, 23 de febero
Luis Mzyk, BeatoLuis Mzyk, Beato
Sacerdote y Mártir, 23 de febrero
Esteban Vicente Frelichowski, BeatoEsteban Vicente Frelichowski, Beato
Sacerdote y Mártir, 23 de febrero
Josefina Vannini, BeataJosefina Vannini, Beata
Fundadora, 23 de febrero
Romina , SantaRomina , Santa
Virgen, 23 de febrero
Sireno, SantoSireno, Santo
Mártir, 23 de febrero
Rafaela Ybarra de Vilallonga, BeataRafaela Ybarra de Vilallonga, Beata
Fundadora, 23 de febrero
Policarpo de Esmirna, SantoPolicarpo de Esmirna, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de febrero

FELIZ JUEVES!!




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...