viernes, 13 de mayo de 2016

SANTA MARÍA MAZZARELLO, COFUNDADORA DE LAS HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, 13 DE MAYO


Hoy es fiesta de Santa María Mazzarello, cofundadora de las Hijas de María Auxiliadora
Por Abel Camasca



 (ACI).- “Coraje, que después de unos pocos días de combate tendremos el paraíso para siempre”, escribió una vez Santa María Domenica Mazzarello, cofundadora de las Hijas de María Auxiliadora con San Juan Bosco.

Mazzarello nació en Mornese (Italia) en 1837 en una familia campesina muy cristiana. Desde pequeña ayudaba en el campo. “Para que Dios no deje que nos falte el pan es necesario rezar y trabajar”, decía.

Cierto día caminaba por la calle y tuvo una visión misteriosa en la que había un gran edificio con varias muchachas que corrían en el patio y oyó una voz que le dijo: “te las confío”.


Con su amiga Petronila decidió abrir un taller para enseñar costura a las chicas pobres. El Señor le envió a las primeras huérfanas, que acogió maternalmente. Luego llegaron las primeras colaboradoras que fueron llamadas, por el confesor de Mazzarello, “Hijas de la Inmaculada”.

Don Bosco llegó al pueblo en 1864 para abrir un colegio, visitó el taller de las “Hijas de la Inmaculada” y quedó muy impresionado. Santa Mazzarello al ver al sacerdote, dijo: “Don Bosco es un santo y yo lo siento”.

Luego el Papa Pío IX le pidió a Don Bosco que fundara un instituto femenino. Él eligió a las “Hijas de la Inmaculada” y las envió como encargadas del colegio apenas construido, donde al principio tuvieron que pasar dificultades.

En 1872 las “Hijas de la Inmaculada” se convirtieron en Hijas de María Auxiliadora y Santa María Mazzarello fue nombrada superiora, pero ella pidió que la llamaran vicaria porque decía que “la verdadera superiora es la Virgen”.

Madre Mazzarello siempre se mantuvo alegre, sencilla y daba el ejemplo en los trabajos más humildes, pero su salud fue decayendo.

Antes de despedirse definitivamente de Don Bosco, el Santo le contó una historia en el que la “muerte” entra a un convento y al no encontrar a nadie para llevarse, entonces le pide a la Madre Superiora que la siga. De esta manera el Santo le estaba anunciando su muerte.

Santa Mazzarello partió a la Casa del Padre el 14 de mayo de 1881, en Nizza Monferrato con tan solo 44 años de edad. Fue beatificada por Pío XI en 1938 y canonizada por Pío XII en 1951.

LOS SANTOS DE HOY VIERNES 13 DE MAYO 2016

Gemma de Goriano Sicoli, BeataGemma de Goriano Sicoli, Beata
Reclusa, 13 de mayo
Servacio de Tongres, SantoServacio de Tongres, Santo
Obispo, 13 de mayo
Andrés Fournet, SantoAndrés Fournet, Santo
Presbítero y Fundador, 13 de mayo
Magdalena Albrici, BeataMagdalena Albrici, Beata
Abadesa, Mayo 13
Humildad,  SantaHumildad, Santa
Abadesa, 22 de mayo
Nuestra Señora de FátimaNuestra Señora de Fátima
Advocación Mariana, 13 de mayo

HOY CELEBRAMOS A LA VIRGEN DE FÁTIMA - 13 DE MAYO


Hoy celebramos a la Virgen de Fátima
Por Abel Camasca


 (ACI).- Cada 13 de mayo se celebra en todo el mundo la Fiesta de la Virgen de Fátima, en memoria de su primera aparición en las colinas de Cova de Iría (Portugal) en 1917.

“No tengáis miedo. No os hago daño”, dijo la Virgen María en aquella ocasión a los tres pastorcitos, Lucía, Jacinta y Francisco, quienes contemplaban a una señora vestida de blanco, más brillante que el sol.

Después de decirles, entre otras cosas, que era del cielo y de pedirles que volvieran a ese lugar seis meses seguidos el día 13 a la misma hora, la Madre de Dios les preguntó:

“¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?"

Los pequeños le respondieron que sí querían. A lo que la Virgen les advirtió que tendrían que sufrir mucho, pero que la gracia de Dios los fortalecería.


La Señora abrió sus manos y les comunicó una luz que los invadió. Cayeron de rodillas y repitieron humildemente: “Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento”.

La Virgen de Fátima finalmente les dijo: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. Luego se elevó.

Los siguientes meses los niños acudieron las veces que la Virgen los llamaba, pero tuvieron que pasar por burlas, calumnias, amenazas y la cárcel por la incomprensión de la gente. Poco después Francisco y Jacinta fallecieron con dolorosas enfermedades.

Con el tiempo la Iglesia reconoció las apariciones milagrosas y la devoción a la Virgen de Fátima se expandió por todo el mundo.

San Juan Pablo II consagró Rusia al Inmaculado Corazón de María, tal como había sido el pedido de la Madre de Dios y beatificó a los videntes Jacinto y Francisca en el 2000 con la presencia de Sor Lucía, quien falleció en el 2005.

Oraciones que la Virgen de Fátima enseñó a los niños

Sor Lucía cuenta en la “cuarta memoria” que la Virgen, en la aparición del 13 de julio de 1917, les recomendó:

“Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.

Luego María insistió:

“Cuando recéis el rosario decid, al final de cada misterio: Oh Jesús mío, perdonadnos, libradnos del fuego del infierno, llevad al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia”.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 13 DE MAYO 2016


Sí, Señor, tú sabes que te quiero
Pascua


Juan 21, 15-19. Pascua. Nos pregunta hoy Cristo a cada uno de nosotros como a Pedro: ¿me amas? 


Por: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez:«Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas». Le dice por tercera vez:«Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras». Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho ésto, añadió: «Sígueme».

Oración introductoria
Jesucristo, hoy me preguntas si te amo. Te respondo con todo mi corazón: ¡Sí, te amo! Quiero decírtelo no sólo con mis palabras, sino con mi vida toda: te amo, creo en Ti y en Ti confío.

Petición
Señor, acrecienta en mi alma la virtud de la fe para amarte por encima de todas las cosas y amar a mi prójimo, como a mí mismo.

Meditación del Papa Francisco
Pedro lloró amargamente. Ese entusiasmo de seguir a Jesús se ha convertido en llanto, porque él ha pecado: él ha negado a Jesús. Esa mirada cambia el corazón de Pedro, más que antes. El primer cambio es el cambio de nombre y también de vocación. Esta segunda mirada es una mirada que cambia el corazón y es un cambio de conversión al amor. La tercera mirada es la confirmación de la misión, pero en las tres ocasiones, la mirada de Jesús pide la manifestación y confirmación del amor de Pedro. (Homilía de S.S. Francisco, 22 de mayo de 2015, en Santa Marta).
"¿Me amas?... Apacienta mis ovejas". Las palabras de Jesús a Pedro en el Evangelio de hoy son las primeras que os dirijo, queridos hermanos. Estas palabras nos recuerdan algo esencial. Todo ministerio pastoral nace del amor... nace del amor. […]
Ser embajador de Cristo significa, en primer lugar, invitar a todos a un renovado encuentro personal con el Señor Jesús (Evangelii Gaudium, 3), nuestro encuentro personal con él. Esta invitación debe estar en el centro de vuestra conmemoración de la evangelización de Filipinas. Pero el Evangelio es también una llamada a la conversión, a examinar nuestra conciencia, como personas y como pueblo. Como los obispos de Filipinas han enseñado justamente, la Iglesia en Filipinas está llamada a reconocer y combatir las causas de la desigualdad y la injusticia, profundamente arraigadas, que deforman el rostro de la sociedad filipina, contradiciendo claramente las enseñanzas de Cristo.
El Evangelio llama a cada cristiano a vivir una vida de honestidad, integridad e interés por el bien común. Pero también llama a las comunidades cristianas a crear “ambientes de integridad”, redes de solidaridad que se extienden hasta abrazar y transformar la sociedad mediante su testimonio profético. (Homilía de S.S. Francisco, 16 de enero de 2015).


Reflexión
Cristo conoce nuestra debilidad en el amor y así como alguno le entregó nefastamente, otro en cambio se arrepintió y pidió perdón. Y no dudamos que Jesús quería el bien tanto de Pedro como el de Judas, pero uno supo corresponder al amor de su maestro levantándose de su caída y el otro en cambio prefirió ahorcarse en la maldad de su pecado.

Pedro, ¿me quieres?, ¿me amas?, ¿me amas de verdad, incluso más que éstos? Cristo se lo pregunta tres veces porque quiere escuchar de sus mismos labios que le ama de verdad, se lo pregunta tres veces porque busca confirmarle en el amor. Seguramente Jesús sabía que Pedro le amaba pero no es lo mismo saber que alguien nos ama a que nos diga con sus mismo labios tú sabes que te quiero.

El evangelio nos dice que Pedro se entristeció de que por tercera vez Cristo le hubiera preguntado ¿me amas? y no era para más, porque ¿quién de nosotros no se apenaría si escuchamos estas preguntas de aquel que sabemos que nos ama? Nos haría pensar que quien nos lo pregunta duda de nuestro amor o que realmente busca que le digamos que le amamos. De igual forma nos pregunta hoy Cristo a cada uno de nosotros, ¿me amas? ¿me amas incluso más que tu padre y tu madre, tu esposa y tu esposo, un amigo o una amiga, incluso por encima de cualquier objeto material? Y no temamos reponer con un sí sostenido, con un sí que hará de nuestro amor un amor no de sentimientos sino un amor fundado en la entrega y donación, como el amor de Pedro.

Propósito
Hacer una visita a Cristo Eucaristía para pedirle perdón por todas mis faltas de amor hacia Él..

Diálogo con Cristo
Jesús, decirte cuánto te quiero con palabras es fácil, lo complicado es demostrártelo permanente en mi quehacer diario. Te ofrezco ser fiel a la oración, a la formación, al apostolado. Con tu gracia, lo puedo lograr.
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