lunes, 27 de junio de 2016

EL IMPACTANTE TESTIMONIO DE UN MÁRTIR DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA QUE SERÁ SANTO


El impactante testimonio de un mártir de la Revolución Francesa que será santo




DENVER, 27 Jun. 16 / (ACI).- El próximo 16 de octubre, el Papa Francisco canonizará al Beato Salomón Leclercq, mártir de la Revolución Francesa, quien murió a manos de una turba que lo asesinó junto a otros religiosos por mantener su fidelidad a Cristo. Esta es su historia.

El Beato Salomón Leclercq, cuyo nombre de bautizo fue Guillaume-Nicolas-Louis, fue hijo de un rico comerciante de vino. Nació en Boulogne, Francia, en 1745.

En 1767, a los 21 años de edad, ingresó al noviciado de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, instituto de educadores fundada por San Juan Bautista de La Salle, donde tomó el nombre religioso de Salomón.

Durante su tiempo en la comunidad, se desempeñó como profesor, maestro de novicios, administrador de una escuela, y, finalmente, como secretario del superior general de la orden, el Hermano Agathon. Era conocido por su gran amor por las personas y su duro trabajo.

En 1790, con la Revolución Francesa ya en marcha, la Constitución Civil del Clero dio al Estado el control total sobre la Iglesia en Francia. El gobierno comenzó a vender bienes de la Iglesia y exigió a todos los sacerdotes y religiosos hacer un juramento al gobierno para que sus instituciones mantengan su estatus operativo legal.


Al igual que muchos clérigos de la época, la mayoría de los hermanos del instituto de Salomón se negaron al juramento, por lo que se les obligó a abandonar sus escuelas y comunidades.

Por esta razón, el Beato Salomón se vio obligado a vivir solo y en clandestinidad durante un tiempo en París, sin embargo pudo mantener contacto con su familia a través de cartas, pese a estar supervisado por el gobierno .

En agosto de 1792, la Asamblea Legislativa cerró todas las escuelas católicas en París y prohibió el uso público de hábitos o vestimentas religiosas. A los sacerdotes que se habían negado a prestar el juramento requerido por la Constitución Civil del Clero se les ordenó salir del país: alrededor de 25 mil lo hicieron.

Salomón, aún en esa ciudad, escribió su última carta a su familia el 15 de agosto de 1792, y ese mismo día fue detenido y encarcelado en el monasterio carmelita Hôtel des Carmes en París, por negarse al juramento.

El 2 de septiembre, los revolucionarios interceptaron un transporte con 30 sacerdotes que iban camino a la prisión y los mataron a todos. La turba continuó su avance y, armados con espadas, irrumpieron en el monasterio carmelita donde asesinaron al Beato Salomón y a unos 150 otros sacerdotes y religiosos.

Al día siguiente, el 3 de septiembre, los revolucionarios se dirigieron hacia un seminario Lazarista, donde mataron a la mayoría de los sacerdotes y estudiantes. Las cifras de muertos de lo que se conoce como las Masacres de Septiembre oscilan entre 1.247 y 1.368 fallecidos.

El 17 de octubre de 1926, el Papa Pío XI beatificó al hermano Salomón y a 188 mártires católicos que murieron durante la Masacre de Septiembre. Salomón fue el primer mártir de su instituto, aunque pronto se le unieron otros tres miembros conocidos como los hermanos mártires de los pontones de Rochefort, quienes también fueron asesinados por su fe durante la Revolución Francesa. El día de la fiesta de estos cuatro hermanos mártires es el 2 de septiembre.

El milagro atribuido a la intercesión del Beato Salomón Leclercq es la inexplicable curación de una niña venezolana que fue mordida por una serpiente venenosa.

El 16 de octubre, el Papa Francisco canonizará, junto al Beato Salomón Leclercq, a los siguientes beatos: Manuel González García, obispo español; Ludovico Pavoni, sacerdote italiano; Alfonso María Fusco, sacerdote fundador de las Hermanas de San Juan Bautista; Isabel de la Trinidad, monja carmelita francesa considerada "hermana espiritual" de Santa Teresa de Lisieux; el Cura Brochero de Argentina y el niño cristero mexicano José Sánchez del Río.

Traducido y adaptado por Bárbara Bustamante. Publicado originalmente en CNA.

LOS SANTOS DE HOY LUNES 27 DE JUNIO DEL 2016

Arialdo de Milán, SantoArialdo de Milán, Santo
Diáconoo y Mártir, 27 de junio
Crescente (Crescencio) de Galacia, SantoCrescente (Crescencio) de Galacia, Santo
Obispo y Mártir, 27 de junio
Sansón de Constantinopla, SantoSansón de Constantinopla, Santo
Sacerdote, 27 de junio
Margarita Bays, BeataMargarita Bays, Beata
Laica, 27 de junio
Luisa Teresa Montaignac, BeataLuisa Teresa Montaignac, Beata
Fundadora, 27 de junio
Tomás Toán, SantoTomás Toán, Santo
Mártir, 27 de junio
Nuestra Señora del Perpetuo SocorroNuestra Señora del Perpetuo Socorro
Advocación Mariana, 27 de junio
Cirilo de Alejandría, SantoCirilo de Alejandría, Santo
Memoria Litúrgica, 27 de junio

NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO, ADVOCACIÓN MARIANA, 27 DE JUNIO

Hoy se celebra a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Por Abel Camasca



 27 Jun. 16 (ACI).- El 27 de junio se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de los Padres Redentoristas y cuyo icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso.

Esta imagen recuerda el cuidado de la Virgen por Jesús, desde su concepción hasta su muerte, y que hoy sigue protegiendo a sus hijos que acuden a ella.

Se dice que en el siglo XV un comerciante adinerado del Mar Mediterráneo tenía la pintura del Perpetuo Socorro, aunque se desconoce el cómo llegó a sus manos. Para proteger el cuadro de ser destruido, decidió llevarlo a Italia y en la travesía se desató una terrible tormenta.

El comerciante tomó el cuadro en alto, pidió socorro y el mar se calmó. Estando ya en Roma, él tenía un amigo, a quien le mostró el cuadro y le dijo que un día el mundo entero rendiría homenaje a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.


Después de un tiempo, el mercader enfermó y, antes de morir, le hizo prometer a su amigo que colocaría la pintura en una iglesia ilustre. Sin embargo, la esposa del amigo se encariño con la pintura y este no realizó su promesa.

Nuestra Señora se le apareció al hombre en varias ocasiones pidiéndole cumpliera, pero al no querer disgustar a su mujer, enfermó y murió. Más adelante la Virgen habló con la hija de seis años y le dio el mismo mensaje de que deseaba que el cuadro fuera puesto en una iglesia. La pequeña fue y se lo contó a su madre.

La mamá se asustó y a una vecina que se burló de lo ocurrido le vinieron unos dolores tan fuertes que solo se alivió cuando invocó arrepentida la ayuda de la Virgen y tocó el cuadro. Nuestra Señora se volvió a aparecer a la niña y le dijo que la pintura debía ser puesta en la iglesia de San Mateo, que quedaba entre las Basílicas Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Finalmente, así se hizo y se obraron grandes milagros.

Siglos después, Napoleón destruyó muchas iglesias, entre ellas la de San Mateo, pero un padre agustino logró llevarse secretamente el cuadro y más adelante fue colocado en una capilla agustiniana en Posterula.

Los Redentoristas construyen la Iglesia de San Alfonso sobre las ruinas de la iglesia de San Mateo y en sus investigaciones descubrieron que antes ahí estaba el milagroso cuadro de del Perpetuo Socorro y que lo tenían los Agustinos. Gracias a un sacerdote jesuita conocieron el deseo de la Virgen de ser honrada en ese lugar.

Es así que el superior de los Redentoristas solicitó al Beato Pío IX, quien dispuso que el cuadro fuera devuelto a la Iglesia entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Asimismo, encargó a los Redentoristas que hicieran que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fuera conocida.

Los Agustinos, una vez que supieron la historia y el deseo del Pontífice, gustosos devolvieron la imagen mariana para complacer a la Virgen.

Hoy en día la devoción a Nuestra Señora del perpetuo Socorro se ha expandido por diversos lugares, construyéndose iglesias y santuarios en su honor. Su retrato es conocido y venerado en todas partes del mundo.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 27 DE JUNIO 2016



Condiciones de los seguidores de Jesús
Tiempo Ordinario


Tiempo Ordinario. Si la cruz no llega a resultarnos fuente de felicidad ¿cómo podemos decir que la creemos redentora? 


Por: Xavier Caballero | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 8, 18-22
Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos». 

Oración introductoria
Señor, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad. Teóricamente yo también quiero seguirte, ansío ser fiel a los innumerables dones de tu gracia; pero, bien conoces mi debilidad, mis apegos… Hoy me pongo de rodillas ante Ti y te suplico me des la luz y la fuerza de tu Espíritu Santo.

Petición
Ven, Espíritu Santo, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad

Meditación del Papa
Quien lee atentamente el texto descubre que las Bienaventuranzas son como una velada biografía interior de Jesús, como un retrato de su figura. Él, que no tiene donde reclinar la cabeza, es el auténtico pobre; El, que puede decir de sí mismo: Venid a mí, porque soy sencillo y humilde de corazón, es el realmente humilde; Él es verdaderamente puro de corazón y por eso contempla a Dios sin cesar. Es constructor de paz, es aquel que sufre por amor de Dios: en las Bienaventuranzas se manifiesta el misterio de Cristo mismo, y nos llaman a entrar en comunión con Él. Pero precisamente por su oculto carácter cristológico las Bienaventuranzas son señales que indican el camino también a la Iglesia, que debe reconocer en ellas su modelo; orientaciones para el seguimiento que afectan a cada fiel, si bien de modo diferente, según las diversas vocaciones. (Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 36).

Reflexión
El riesgo es parte sustancial de la condición humana. No se puede en este mundo hacer nada serio sin exponerse, con frecuencia, al fracaso. Y, desde luego, la única manera de no equivocarse nunca – es decir, de equivocarse siempre – es renunciar a toda aventura por pura cobardía. Sí, estamos por el riesgo y contra la seguridad. Estamos con la audacia frente a la comodidad. Creemos más humano el atrevimiento que la renuncia sistemática al combate.

El evangelio de hoy es uno de esos que solemos calificar como sólo para gente intrépida. El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza....Todo un riesgo. Cuando nos acercamos a este pasaje podemos caer en el error de pensar que se refiere sólo a los llamados al sacerdocio, a la vida consagrada, etc. Y sin embargo, nos interpela a todos como cristianos. Forma parte de nuestra vocación. La vocación no es un lujo de elegidos ni un sueño de quiméricos. Todos llevan dentro encendida una estrella. A veces, la estrella es tan clara que mucha gente no la ve. Y es que una de las cosas importantes de la vida es la de descubrir cuál es metaluego, buscarla como una mezcla, a partes iguales, de ilusión y realismo. Sígueme, deja a los muertos sepultar a los muertos». Sólo con realismo nos quedaremos a ras de tierra. Sólo con ilusión nos romperemos las narices. No siempre es fácil. Pero, ¿es que puede ser un sacrificio amar a Alguien?

Con frecuencia hay que tomar la cruz; pero si la cruz no llega a resultarnos fuente de felicidad ¿cómo podemos decir que la creemos redentora? Somos cristianos. Nuestra vocación está unida a la de Cristo.

Repitamos hoy y hagamos vida en nuestro interior, la oración de J. H. Newman:

«Amado Señor, enséñanos a sufrir contigo; haz que el sufrir por amor a ti, sea dulce para nosotros, y santifica con tus méritos todos nuestros sufrimientos. A ti, Jesús, fuerza y sostén del universo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén»
Propósito

Ante el Santísimo Sacramento, revisar mi vida: ¿qué me pide Dios que no he querido darle?

Diálogo con Cristo 
Señor, el ambiente y los medios de comunicación buscan imponer un estilo de vida donde lo práctico y el bienestar ocupan el primer lugar. Seguirte, comprometer la vida al ideal del Evangelio, es ir contra corriente. Así es, y así ha sido siempre. No permitas que me engañe, que busque evadir mis responsabilidades. Ayúdame a saber vivir mi misión, identificándome plenamente con el ideal que me propone tu Evangelio.
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