miércoles, 30 de noviembre de 2016

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE DEL 2016

José López Piteira, BeatoJosé López Piteira, Beato
Mártir, 30 de noviembre
Ludovico Roch Gietyngier, BeatoLudovico Roch Gietyngier, Beato
Sacerdote y Mártir, 30 de noviembre
Cutberto (Cuthbert) Mayne, SantoCutberto (Cuthbert) Mayne, Santo
Mártir, 30 Noviembre
Federico de Ratisbona, BeatoFederico de Ratisbona, Beato
Leñador, 30 Noviembre
José Marchand, SantoJosé Marchand, Santo
Mártir, 30 Noviembre
José Otín Aquilué, BeatoJosé Otín Aquilué, Beato
Mártir salesiano, 30 Noviembre
Everardo de Stahleck, SantoEverardo de Stahleck, Santo
Monje, 30 de noviembre
Andrés, SantoAndrés, Santo
Fiesta Litúrgica, 30 de Noviembre

SAN ANDRÉS APÓSTOL, 30 DE NOVIEMBRE


Hoy 30 de noviembre  se celebra a San Andrés Apóstol, motivo del abrazo entre católicos y ortodoxos


 (ACI).- Cada 30 de noviembre se celebra la Fiesta de San Andrés Apóstol, hermano de San Pedro y patrono de la Iglesia Ortodoxa. 

San Andrés nació en Betsaida, fue primero discípulo de Juan Bautista y luego siguió a Jesús. Es por intermedio de él que Pedro conoce al Señor.

San Andrés y Felipe son los que llevan unos griegos ante Jesús y es el mismo Andrés quien le hace saber a Cristo que había un muchacho que tenía unos panes y unos peces.


La tradición señala que después de Pentecostés, el apóstol San Andrés predicó en muchas regiones y que fue crucificado en Acaya, Grecia. Se dice que la cruz en la que murió tenía forma de “X”. De aquí surge la llamada “cruz aspada” o conocida  popularmente  como “cruz de San Andrés”.

San Andrés es el fundador de la Iglesia en Constantinopla, nombre antiguo de la actual ciudad de Estambul, en Turquía, donde el Papa Francisco, sucesor de San Pedro, en noviembre de 2014 se reunió con Bartolomé, el actual heredero de San Andrés, Patriarca de Constantinopla y líder de la Iglesia Ortodoxa.

Entre los objetivos del viaje estaba el reforzar el camino de la unidad de los cristianos ortodoxos y católicos, que se concretó con la firma de una declaración conjunta del Pontífice y el Patriarca.

Uno de los momentos más emotivos de aquella histórica visita papal fue en las vísperas de la Fiesta de San Andrés, cuando el Papa Francisco le pidió la bendición a Bartolomé y se inclinó ante él para recibirla. El Patriarca, quien en varias oportunidades llamó al Santo Padre "hermano", lo bendijo y le besó la cabeza.

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San Andrés


Hijo de Jonás, pescador, y hermano carnal de San Pedro, compartía con ellos la profesión de pescador. Discípulo de San Juan Bautista, estaba ahí en el momento en el que su maestro ve pasar al Señor y exclama "Este es el cordero de Dios". Desde ese momento San Andrés sigue al Señor (Jn 1, 35-40). Fue el primer llamado al ministerio apostólico por el Señor, por ello también se le llama, en griego, "Protocleto".

San Andrés también es el que introduce a su hermano al seguimiento del Señor (Jn 1, 41-42). El haber muerto crucificado y el amor a la Cruz que la tradición le atribuye, lo hacen especialmente cercano al Señor. En la enumeración de los Apóstoles en los Evangelio de San Mateo y San Lucas (Mt 10,3; Lc 6, 12) es mencionado en segundo lugar, mientras que en el Evangelio de San Marcos y los Hechos (Mc 3, 13; Hch 1, 13) en cuarto lugar.

La tradición sobre este Apóstol dice que predicó en Grecia. Hay otras versiones que mencionan la costa del Mar Negro y el Caúcaso como su campo de apostolado. El lugar de su muerte, así como la forma de morir del Apóstol, son inciertas, aunque un escrito apócrifo, los "Hechos de Andrés" nos cuenta con mucho detalle su pasión y su muerte. Según este escrito, San Andrés fue crucificado en Patrás de Acaya, en Grecia, alrededor del año 60. Al estar atado y no clavado a la cruz, pudo predicar durante dos días al pueblo antes de morir. La iglesia de oriente considera a San Andrés como su fundador y cabeza.

El texto apócrifo recoge también muchas de las palabras que el Apóstol le habría dirigido a su juez, el procónsul Egeo o Egeas, al pueblo que lo contemplaba crucificado, y a la Cruz: ""¡Oh cruz, instrumento de salud del Altísimo! ¡Oh cruz, signo de victoria de Cristo sobre sus enemigos! ¡Oh cruz plantada en la tierra y que fructificas en el cielo! ¡Oh nombre de la cruz que abarcas en ti al universo! ¡Salve, cruz, que has unido al mundo en toda su extensión!".

Según la tradición, la cruz en la que fue muerto tenía forma de "X", por lo cual es llamada "cruz aspada". Es su símbolo iconográfico principal, y se le conoce popularmente como "cruz de San Andrés". Siempre es representado con la cruz aspada en sus manos, o crucificado en ella.

El tema de la cruz es recogido en el himno de Laudes "Captátor olim píscium", compuesto por San Pedro Damián: "Tú, hermano de Pedro, obtuviste su misma muerte, pues la cruz engendró para el Cielo a los que habíais nacido de una misma carne". También en la antífona del Benedictus, leemos este texto que procede de la passio latina: "Salve, oh cruz preciosa, recibe al discípulo de aquel que en ti estuvo clavado, Cristo, mi maestro".

El nombre de San Andrés figura (hasta la reforma del misal romano) en la intercalación que sigue al Padrenuestro de la Misa, junto con los nombres de la Virgen María, San Pedro y San Pablo. Esta mención suele atribuirse a la devoción que San Gregorio Magno le tenía al Apóstol, aunque tal vez data de una fecha anterior.

En el siglo IV, en tiempos del emperador Constancio II, las reliquias de San Andrés fueron trasladadas de Patras a la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla. Los cruzados tomaron Constantinopla en el siglo XIII, y, poco después las reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de Amalfi, en Italia. Su cabeza fue llevada a Roma en 1462 y fue colocada en la Basílica de San Pedro. El papa Pablo VI, como gesto ecuménico, la devolvió a la iglesia greco ortodoxa en 1964.

San Andrés es patrono de Rusia y Escocia, y su fiesta se celebra el 30 de noviembre.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Saberme mirado, amado y llamado.
Mateo 4, 18-22. Miércoles I Adviento, Ciclo A. Os haré pescadores de hombres


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero acercarme hoy a Ti, Señor, con un corazón sencillo pues sé que Tú eres sencillo. Quiero ponerme en tu presencia, así como estoy, así como soy, pues creo firmemente en tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Manejando o caminando,riendo, bailando o jugando,echando las redes o estudiando... Me encuentro pensando en aquello que estoy haciendo y nada más. Sin embargo, si algo llama mi atención  me detengo y observo y aquello que es objeto de mi mirada parece estar como hace un tiempo también yo estaba, haciendo lo que estaba haciendo y nada más.
Jesús camina y observa,mira y contempla, se sonríe y nos ama. Entra en la vida de los apóstoles pero ellos ya estaban en su corazón, ya habían sido objeto de su mirada, llamaron su atención… riendo, echando las redes o trabajando, no importaba lo que estuvieran haciendo. Después de mirarlos los llamó…ellos escucharon y después dejaron todo y lo siguieron.
Es hermoso pensar que esta misma historia se repite conmigo de una manera tan personal y tan cotidiana. Jesús me mira y después me llama. Parecería que tendría que ser algo más complicado, pero el amor es más sencillo de lo que nosotros pensamos.
Es cuestión de saberme mirado y amado;  sólo así podré escuchar y eso me llevará a hacer de lo ordinario algo verdaderamente extraordinario.
Jesús, quiero escucharte, quiero tenerte presente en mi vida y en todos mis días. Quiero seguirte a donde quiera que sea.
«La primera base es la memoria. Una gracia que tenemos que pedir es la de saber recuperar la memoria, la memoria de lo que el Señor ha hecho en nosotros y por nosotros: recordar que, como dice el Evangelio de hoy, él no nos ha olvidado, sino que se “acuerda” de nosotros: nos ha elegido, amado, llamado y perdonado; hay momentos importantes de nuestra historia personal de amor con él que debemos reavivar con la mente y el corazón.»
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedica al menos 5 minutos del día en acción de gracias, para recordar aquellos momentos de la vida en donde la mirada de Dios se ha hecho muy presente. 
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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