lunes, 10 de octubre de 2016

BEATOS GENARO FUEYO CASTAÑÓN Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES DE NEMBRA


Genaro Fueyo Castañón y compañeros, Beatos
Los mártires de Nembra


Mártires, 21 de octubre


Por: . | Fuente: laredcantabra.com/anesantander/index.html 



Mártires

En Nembra, Asturias, España, martirio del Venerable Siervo de Dios Genaro Fueyo Castañón, sacerdote español y otros tres compañeros laicos ( 1936).
El grupo está conformado por: Genaro Fueyo Castañón, sacerdote diocesano, de 72 años, párroco de Santiago Apóstol de Nembra (Aller – Asturias); Segundo Alonso González, 48 años, Isidro Fernández Cordero, 33 años, y un joven, Antonio González Alonso, 24 años.
Fecha de beatificación: 8 de octubre de 2016, durante el pontificado de S.S. Francisco
Breve Semblanza

GENARO FUEYO CASTAÑONSEGUNDO ALONSO GONZÁLEZISIDRO FERNÁNDEZ CORDEROANTONIO GONZÁLEZ ALONSO
En este retazo de Historia, con mayúscula, de la Adoración Nocturna Española volvemos la vista a un pueblo minero asturiano en la década de los treinta. El nombre del pueblo del concejo de Aller es Nembra en Asturias. La Fiesta principal del pueblo es Santiago, patrono también de su parroquia. Los protagonistas de esta Historia serán todos adoradores nocturnos, tres laicos y su párroco. El escenario será la sala de guardia de la Adoración Nocturna, en el segundo piso de un edificio contiguo a la iglesia parroquial que será convertida en cárcel, y la misma iglesia. La fecha de los hechos, del 17 de julio al 21 de octubre de 1936.


Nembra era un pueblo muy religioso y de derechas, situado en la zona minera asturiana foco de los primeros movimientos revolucionarios de octubre de 1934 inicio de aquella época triste y sangrienta de la historia de España. Una parroquia que dio numerosos religiosos y sacerdotes.
El pueblo contaba con Adoración Nocturna que había sido establecida en 1908. En otras catorce localidades asturianas ya 14 había entonces Adoración Nocturna por ejemplo en las cercanas Bustiello y Moreda. En la parroquia de Nembra la estableció don Genaro Fueyo Castañón. Don Genaro llevaba desde 1899 como párroco y era un sacerdote muy eucarístico y querido. Fueron un centenar los adoradores con los que contó. Había Tarsicios que se reunían una tarde cada mes. Los adoradores eran mineros y labradores, algunos de ellos tenían que andar cuatro horas, entre ida y vuelta, para acudir a la Adoración. Venían de Enfistiella, Cabo, La Carrera, La Corralada, Tornos, Arnizo, San Miguel, Omedal, Otero, La Casona, Rueda, El Campo, El Cabañón, La Llera, Pumardongo, Heros, Rueda. En invierno y en verano.
Pasearon su bandera por Covadonga en las bodas de plata el 29 de septiembre de 1933: "Estuvo muy bonito, asistió mucha gente y 20 banderas" le escribía en una carta uno de nuestros protagonistas y presidente de la sección, Segundo Alonso, a un hijo religioso misionero tal como recoge don Ángel Garralda en su libro sobre los mártires en el que basamos este retazo de Historia. También acudió la bandera a las Bodas de Oro de Oviedo en 1928, a las de Plata de la Basílica de Covadonga en 1926 y a las distintas fiestas de Espigas que se celebraban cada año.
Don Genaro lo atendía todo. Permanecía desde las 11 de la noche a las 4 de la mañana al servicio de los adoradores. Todos los meses. Todos los años. "En la Adoración Nocturna se pasaba la noche entera con nosotros una vez al mes. El mismo local parroquial de la Sala de Guardia se usaba como escuela de lunes a sábado para los hijos del Sindicato Católico, y como Centro Católico para el Sindicato los domingos después de Misa. Este uso múltiple se debe en exclusiva a la iniciativa de don Genaro. En la planta baja guardaba su vaca y su caballo" recordaba un testigo. La Adoración Nocturna de Nembra superó la Guerra Civil pero no la década de los sesenta.
Dos de nuestros protagonistas pertenecían al Sindicato católico Minero. Este Sindicato nació en la Sociedad Hullera Española fundada por el Marqués de Comillas. A él pertenecían todos los adoradores mineros de Nembra. Segundo Alonso González eIsidro Fernández Cordero eran, su presidente y tesorero respectivamente, como también lo eran de la sección adoradora.
La Sala de Guardia de la Adoración Nocturna se llenó de presos desde el 19 de julio. Así lo recuerda uno que lo vivió: "Estábamos consternados y tristes al vernos de aquella manera pero nos dimos cuenta, de que casi todos los que allí estábamos éramos adoradores del Santísimo Sacramento, y que en aquella misma sala habíamos pedido muchas veces a Dios: enfermedad, pobreza, oprobio, abyección, esclavitud, persecución por la justicia, todo cuanto convenga para nuestra santificación y salvación. Pues aquí mismo se lo pedimos, aquí lo estamos recibiendo; bendito sea Dios que nos da lo que hemos deseado. Moriremos por la fe, venga lo que viniere. Por la noche llegan los rojos y nos escupen a la cara, mandándonos al mismo tiempo escupir y blasfemar al Crucifijo, cosa que ninguno hicimos. Ellos rabiosos nos decían: ¡Cuánto más hubieseis ganado en el cine y en el bar que en esta sala! Lo que a vosotros os echó a perder fueron esas creencias tan tontas en Dios. Como premio, nos mandaron formar toda la noche y nos dieron con grandes garrotes, descalzos y desnudos, a cada uno como lo habían encontrado". Llegado el día los mandaban a trabajar.
El cuarto protagonista es Antonio González Alonso. Antonio quería ser dominico como su hermano pero una tuberculosis le obligó a regresar a la casa familiar. Es un buen muchacho, simpático, estudioso, bondadoso. También es adorador nocturno, como su padre Severino, y ayuda al párroco con los Tarsicios. Es detenido junto a su padre y un hermano al poco de producirse el Alzamiento. Tiene 24 años, ex fraile, de misa diaria, y queriendo ser maestro católico… está en el ojo de mira. El 11 de septiembre le sacan de la cárcel en coche donde ya llevaba muchas palizas en su cuerpo. No quiso romper un cuadro del Sagrado Corazón ni el ara del altar. Le dieron veinticuatro horas para pensarlo. Pero él lo tenía claro. Pasa por delante de su casa y, al ver a su madre, grita ¡Adiós madre, hasta el cielo! No se le volvió a ver. Según contó el chofer, previamente le cortaron la lengua, después le apalearon y le tiraron a un pozo. Su cuerpo no se encontró.
Conozcamos más a Isidro Fernández Cordero. Procedía de una familia religiosa como también lo fue la que él formó con Celsa y los siete hijos que tuvieron de las cuales dos serían religiosas y otro dominico. Poseen un comercio y cultivan unas tierras pero la necesidad le obliga a hacerse minero en la Hullera Española. Dos veces ingresó en la cárcel otrora sala de 16 guardia de la Adoración Nocturna como venimos diciendo. De la segunda no regresará. Palizas, trabajo duro, rezo del rosario, es la rutina hasta el final. Él junto con Segundo y don Genaro se reunirán en la iglesia donde pasaran el último día de su vida terrena.
Nos falta conocer un poco más a Segundo Alonso González que contaba con dos hermanos dominicos misioneros y una hermana dominica de clausura. Se casa en la parroquia de Nembra con María. Don Genaro les casa. Tendrán doce hijos. La última morirá en 1926, con su madre, en el parto. Cuatro de ellos ingresan en Escuelas Apostólicas de los que dos serán sacerdotes. Quedó viudo con siete hijos vivos, el más pequeño de año y medio. Vuelve a casarse con una viuda sin hijos. Hace labores de carpintero, arrienda unas tierras, trabaja en la mina. El 21 de octubre, veinticinco años después del día de su boda con María, se encontrará también en la iglesia con don Genaro, el sacerdote que le casó, pero en circunstancias distintas. Será el día de su martirio. Recordando la revolución de octubre del 34 escribía: "Yo que fui amenazado con pegarme un tiro por no saludar puño en alto, yo que he perdonado a mis enemigos con todo mi corazón, yo que les he avalado para que obtuvieran trabajo; yo que escribí lo que mis buenos padres me enseñaron ”que Nuestro Señor murió por nosotros sin su culpa, todo por culpa nuestra, que es lo que tenemos que recordar e imitar”, tendré que beber con él el cáliz amargo de la pasión y decir “Padre, si es posible que pase de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”" Cuando estuvo preso en julio decía a sus compañeros de cautiverio:"Muchas veces hemos pasado aquí la noche para acudir al turno de vela ante el Santísimo; como ahora no podemos hacerlo, recemos el Rosario y hagamos un sincero acto de contrición, poniéndonos en las manos de Dios, ya que es posible que alguno de nosotros tengamos los días contados". "Se le veía rezar paseándose por la sala, y para hacer la señal de la cruz, taparse el rostro con la chaqueta o con la manta. Estaba tan persuadido de que lo iban a matar que, al salir su cuñado Rodolfo, le entregó el reloj y la llave de casa porque no pensaba volver a ella, y una nota detallada de sus deudas y créditos" recordaba un testigo.
Isidro y Segundo pudieron huir. Pero no lo hicieron porque temían que serían sus esposas e hijos los que lo pagarían como ya 17 había sucedido en otros casos. Esto respondió Isidro a un vecino que le animaba a escapar monte a través: "Si no me presento se vengarán con mi familia. Siempre nos han acusado de ser unos rezadores y unos carcas; por lo que se ve el único delito de que nos acusan es de ser católicos, y esto es un honor para nosotros. Delitos no tenemos ninguno, por lo tanto, nada nos pueden hacer y de esta manera salvamos a nuestras familias de las molestias o escarnios que quisieran hacer. Dios sabe por qué nos tiene aquí y en sus manos estamos; si él lo permite por algo será”"
Don Genaro, de 72 años, encarcelado en Moreda, el 20 de octubre es llevado a su iglesia de Nembra. Allí ya estaban Segundo, 48 años, e Isidro, de 43, que habían sido traídos desde la cercana cárcel aquel 21 de octubre. Con don Genaro vinieron dos prisioneros más que serán separados y asesinados de un tiro en el cercano cementerio.
Con ellos están en la iglesia los asesinos, siete forasteros y siete de Nembra, de ellos cinco mujeres.
Les dan a escoger donde han de ser sepultados y el orden en que han de morir. Segundo e Isidro le cavan la tumba a don Genaro en el altar mayor donde a diario celebraba misa. Ellos escogen el sitio donde juntos participaban todos los días de la eucaristía. Don Genaro pide ser el último en morir para alentar a sus fieles feligreses y amigos. No les dejan acabar de terminar sus tumbas “podéis encogeros” les dijeron. Les desangran como a los cerdos en la matanza y los descuartizan. Don Genaro, tras ellos, es desangrado y enterrado. Fuera el vehículo con el motor arrancado para ahogar el ruido.
Un año después, tras la liberación, encuentran sus cadáveres incorruptos.
Las familias hablarán y vivirán el perdón como hicieron sus mártires. Un ejemplo. La madre de Antonio cuando la dijeron que ya habían detenido a los dos asesinos de su hijo, la preguntaron ¿qué quieres que hagamos con ellos? Respondió "Quiero verme con ellos y con mi Antonio en el cielo".
Personas valientes. Católicos íntegros. Adoradores ejemplares. Ayer, hoy y siempre ésta será una Historia real para meditar y de la que aprender.
El pasado 21 de enero el Papa Francisco firmó el decreto de martirio.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 9 DE OCTUBRE 2016


La señal más grande de Dios.
Lucas 11, 29-32. Lunes XXVIII del tiempo ordinario. No se le dará otra señal que la de Jonás.


Por: H. Javier Castel LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre Nuestro, aunque estás en el cielo, has querido habitar en nuestros corazones. En esta oración concédeme darte el honor y la reverencia que mereces, por ser mi Dios y mi Padre. Te pido también un corazón abierto, para que tu Reino entre en mi vida, y pueda agradarte en todo lo que hago. Gracias porque nunca me abandonas y quieres darme en cada momento lo que más necesito. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo. Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Cuando Dios envía un mensaje, pide una respuesta. Él habla siempre, en la creación, en la historia, en los hombres y mujeres que encontramos cada día. Sólo hay que estar atento a su voz…
Cristo nos habla hoy de dos momentos fuertes de la historia de la salvación. Nínive que se convierte gracias al profeta Jonás y una reina que viaja lejos para ver el don de la sabiduría en el rey Salomón. Hay un punto que une estos dos eventos: en los dos, un personaje de Israel atrae extranjeros hacia Dios. O, en otras palabras, Dios sale a buscar a aquellos que están más alejados de Él; Dios no abandona a la oveja perdida en la montaña.
Estamos ahora mismo en presencia de Cristo en oración. «Aquí hay uno que es más que Salomón; aquí hay uno que es más que Jonás.» Él bajó del cielo para encontrarnos y atraernos hacia su Padre. Como Jonás, cruzó el mar que dividía a Dios y al hombre, caminó por nuestras calles, nos invitó al arrepentimiento. Sin embargo, hizo aún más: como Rey que es, estableció su trono en la cruz, y desde ahí nos atrae con la sabiduría de su entrega incondicional a cada uno de nosotros. Siendo Hijo de Dios, se lanzó hasta la profundidad del pecado y de la muerte para rescatarnos. ¿Acaso hay señal más grande del Amor que Dios nos tiene?
No podemos permanecer indiferentes ante Dios que nos busca ansiosamente. Contemplemos el crucifijo y, ante esta señal tan grande, digamos como el centurión: «Verdaderamente Tú eres el Hijo de Dios». Confiémonos a Él, respondámosle con amor y entrega en nuestra propia vida.
"Escucha de Dios que nos habla, y también escucha de la realidad cotidiana, atención a las personas, a los hechos, porque el Señor está en la puerta de nuestra vida y golpea en muchos modos, pone señales en nuestro camino; está en nosotros la capacidad de verlos. María es la madre de la escucha, escucha atenta de Dios y escucha también atenta de los acontecimientos de la vida".
(Homilía de S.S. Francisco, 1 de junio de 2013).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Visitaré a Cristo Eucaristía para agradecerle su entrega y pedirle la gracia de corresponder a su amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SAN DANIEL COMBONI, 10 DE OCTUBRE


San Daniel Comboni (1831-1881)
10 de Octubre


Hijo de campesinos pobres, llegó a ser el primer Obispo de Africa Central y uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia.

La vida de Comboni nos muestra que, cuando Dios interviene y encuentra una persona generosa y disponible, se realizan grandes cosas.

Hijo único - padres santos

Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831, en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona. Su padre Luigi y su madre Domenica se sienten muy unidos a Daniel, que es el cuarto de ocho hijos, muertos casi todos ellos en edad temprana. Ellos tres forman una familia unida, de fe profunda y rica de valores humanos, pero pobre de medios materiales. La pobreza de la familia empuja a Daniel a dejar el pueblo para ir a la escuela a Verona, en el Instituto fundado por el sacerdote don Nicola Mazza para jóvenes prometedores pero sin recursos.

Durante estos años pasados en Verona Daniel descubre su vocación sacerdotal, cursa los estudios de filosofía y teología y, sobre todo, se abre a la misión de Africa Central, atraído por el testimonio de los primeros misioneros del Instituto Mazza que vuelven del continente africano. En 1854, Daniel Comboni es ordenado sacerdote y tres años después parte para la misión de Africa junto a otros cinco misioneros del Istituto Mazza, con la bendición de su madre Domenica que llega a decir: «Vete, Daniel, y que el Señor te bendiga».

En el corazón de Africa - con Africa en el corazón

Después de cuatro meses de viaje, el grupo de misioneros del que forma parte Comboni llega a Jartum, la capital de Sudán. El impacto con la realidad Africana es muy fuerte. Daniel se da cuenta en seguida de las dificultades que la nueva misión comporta. Fatigas, clima insoportable, enfermedades, muerte de numerosos y jóvenes compañeros misioneros, pobreza de la gente abandonada a si misma, todo ello empuja a Comboni a ir hacia adelante y a no aflojar en la tarea que ha iniciado con tanto entusiasmo. Desde la misión de Santa Cruz escribe a sus padres: «Tendremos que fatigarnos, sudar, morir; pero al pensar que se suda y se muere por amor de Jesucristo y la salvación de las almas más abandonadas de este mundo, encuentro el consuelo necesario para no desistir en esta gran empresa».

Asistiendo a la muerte de un joven compañero misionero, Comboni no se desanima y se siente confirmado en la decisión de continuar su misión: «Africa o muerte!».

Cuando regresa a Italia, el recuerdo de Africa y de sus gentes empujan a Comboni a preparar una nueva estrategia misionera. En 1864, recogido en oración sobre la tumba de San Pedro en Roma, Daniel tiene una fulgurante intuición que lo lleva a elaborar su famoso «Plan para la regeneración de Africa», un proyecto misionero que puede resumirse en la expresión «Salvar Africa por medio de Africa», fruto de su ilimitada confianza en las capacidades humanas y religiosas de los pueblos africanos.

Un Obispo misionero original

En medio de muchas dificultades e incomprensiones, Daniel Comboni intuye que la sociedad europea y la Iglesia deben tomarse más en serio la misión de Africa Central. Para lograrlo se dedica con todas sus fuerzas a la animación misionera por toda Europa, pidiendo ayudas espirituales y materiales para la misión africana tanto a reyes, obispos y señores como a la gente sencilla y pobre. Y funda una revista misionera, la primera en Italia, como instrumento de animación misionera.

Su inquebrantable confianza en el Señor y su amor a Africa llevan a Comboni a fundar en 1867 y en 1872 dos Institutos misioneros, masculino y femenino respectivamente; más tarde sus miembros se llamarán Misioneros Combonianos y Misioneras Combonianas.

Como teólogo del Obispo de Verona participa en el Concilio Vaticano I, consiguiendo que 70 obispos firmen una petición en favor de la evangelización de Africa Central (Postulatum pro Nigris Africæ Centralis).

El 2 de julio de 1877, Comboni es nombrado Vicario Apostólico de Africa Central y consagrado Obispo un mes más tarde. Este nombramiento confirma que sus ideas y sus acciones, que muchos consideran arriesgadas e incluso ilusorias, son eficaces para el anuncio del Evangelio y la liberación del continente africano.

Durante los años 1877-1878, Comboni sufre en el cuerpo y en el espíritu, junto con sus misioneros y misioneras, las consecuencias de una sequía sin precedentes en Sudán, que diezma la población local, agota al personal misionero y bloquea la actividad evangelizadora.

La cruz como «amiga y esposa»

En 1880 Comboni vuelve a Africa por octava y última vez, para estar al lado de sus misioneros y misioneras, con el entusiasmo de siempre y decidido a continuar la lucha contra la esclavitud y a consolidar la actividad misionera. Un año más tarde, puesto a prueba por el cansancio, la muerte reciente de varios de sus colaboradores y la amargura causada por acusaciones infundadas, Comboni cae enfermo. El 10 de octubre de 1881, a los 50 años de edad, marcado por la cruz que nunca lo ha abandonado «como fiel y amada esposa», muere en Jartum, en medio de su gente, consciente de que su obra misionera no morirá. «Yo muero –exclama– pero mi obra, no morirá».

Comboni acertó. Su obra no ha muerto. Como todas las grandes realidades que « nacen al pie de la cruz », sigue viva gracias al don que de la propia vida han hecho y hacen tantos hombres y mujeres que han querido seguir a Comboni por el camino difícil y fascinante de la misión entre los pueblos más pobres en la fe y más abandonados de la solidaridad de los hombres.

Fechas más importantes

— Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831. — Consagra su vida a Africa en 1849, realizando un proyecto que lo lleva a arriesgar la vida varias veces en las difíciles expediciones misioneras desde 1857, que es cuando va por primera vez a Africa. — El 31 de diciembre de 1854, año en que se proclama el dogma de la Inmaculada Concepción de María, es ordenado sacerdote por el Beato Juan Nepomuceno Tschiderer, Obispo de Trento. — En 1864 escribe un Plan fundado sobre la idea de « salvar Africa por medio de Africa », que demuestra la confianza que Comboni tiene en los africanos, pensando que serán ellos los protagonistas de su propia evangelización (Plan de 1864). — Fiel a su consigna « Africa o muerte », no obstante las dificultades sigue con su Plan fundando, en 1867, el Instituto de los Misioneros Combonianos. — Voz profética, anuncia a toda la Iglesia, sobre todo en Europa, que ha llegado la hora de evangelizar a los pueblos de Africa. No teme presentarse, como simple sacerdote que es, a los Obispos del Concilio Vaticano I, pidiéndoles que cada Iglesia local se comprometa en la conversión de Africa (Postulatum, 1870). — Demostrando un valor fuera de lo común, Comboni consigue que también las religiosas participen directamente en la misión de Africa Central, siendo el primero en tomar tal iniciativa. En 1872, funda un Instituto de religiosas dedicadas exclusivamente a la misión: las Hermanas Misioneras Combonianas. — Gasta todas sus energías por los africanos y lucha con tesón para que sea abolida la esclavitud. — En 1877, es consagrado Obispo nombrado Vicario Apostólico de Africa Central. — Muere en Jartum, Sudán, abatido por las fatigas y cruces, en la noche del 10 de octubre de 1881. — El 26 de marzo de 1994, se reconoce la heroicidad de sus virtudes. — El 6 de abril de 1995, se reconoce el milagro realizado por su intercesión en una muchacha afrobrasileña, la joven María José de Oliveira Paixão. — El 17 de marzo de 1996, es beatificado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma. — El 20 de diciembre 2002, se reconoce el segundo milagro realizado por su intercesión a una madre musulmana del Sudán, Lubna Abdel Aziz. — El 5 de octubre de 2003, es canonizado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.


Fuente: Página oficial del Vaticano

SANTORAL DE HOY LUNES 9 DE OCTUBRE 2016

Paulino de York, Santo
Obispo, 10 Octubre
Juan Thwing de Bridlington, SantoJuan Thwing de Bridlington, Santo
Monje, 10 de octubre
Daniel Comboni, SantoDaniel Comboni, Santo
Obispo y Fundador, 10 de octubre
Angela María Truszkowska, BeataAngela María Truszkowska, Beata
Fundadora, 10 Octubre

NOVENA A SAN LUCAS EVANGELISTA DEL 9 AL 17 DE OCTUBRE

Novena a San Lucas, Evangelista
Del 9 al 17 de octubre 



 (ACI).- El próximo 18 de octubre se celebra la fiesta de San Lucas, el autor del tercer Evangelio, de los Hechos de los Apóstoles y el que más trata sobre la Virgen María.

San Lucas no conoció a Jesús, pero sí a Pablo, de quien fue su discípulo. Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita y dirigió su mensaje a los cristianos gentiles.

En su Evangelio resalta la especial atención por los pobres, los pecadores arrepentidos y la oración.

Cercanos a su fiesta, aquí una novena para pedir su intercesión.


Primer Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Primer Día

¡Oh prodigioso y admirable San Lucas! Escuela de admirable sabiduría. Bienaventurado que en vida te dedicaste a sembrar en los corazones de los seres humanos un profundo amor hacia Dios. Tú eres mi luz en la oscuridad y mi guía en la peregrinación por este mundo, te pido que me aceptes como tu fiel discípulo. Enséñame cómo debo amar y servir a Dios. Te dedico mi mente para que la modeles, y pueda así cumplir siempre la voluntad de nuestro Padre Divino. ¡Oh ilustre abogado y protector! Sé que me ayudarás a resolver mis necesidades y que aceptarás interceder ante el Señor para que me alcance la gracia particular que solicito en este novenario, siempre que sea para más gloria suya, tuya y bien de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén





Segundo Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Segundo Día
Glorioso San Lucas. Tu vida fue continua acción de devoción a Jesús. Peregrinaste por aldeas y pueblos para predicar la palabra de Dios. ¡Oh preciosa joya de caridad! Modelo de fe y amor verdadero. Tú que has sembrado semillas de comprensión, caridad y generosidad en tantos confines de la tierra, te suplico que atiendas mi súplica. Haz que, mediante tu poderosa intercesión, renazca en mí la fe del Bautismo, para que ame y sirva acertadamente a nuestro bondadoso Señor. También te suplico humildemente que presentes ante Dios la gracia particular que solicito en esta Novena, y que se resuelva favorablemente, si espara mayor gloria suya, más honor en tu santo nombre y en beneficio de la salud de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Tercer Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Tercer Día
Generoso San Lucas. Tu que dedicaste tu vida a propagar la doctrina de Jesucristo, teniendo siempre el corazón en el Cielo y el cuerpo en la tierra, recíbeme como tu fiel devoto y atiende mi súplica. Soy consciente de que por mis muchas debilidades he cometido numerosas faltas y no soy merecedor de tu atención. Pero deseo corregir mi vida imitando tus numerosas virtudes y por ello solicito ante Dios nuestro Señor para que, por tus muchos méritos, sea merecedor de la Misericordia Divina e inunde mi corazón de un ardiente deseo de llevar una vida cristiana y cumplir todos los mandamientos. También te pido que medies para que se resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Cuarto Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Cuarto Día
Piadoso y generoso San Lucas. Tu que fuiste bendecido con el poderoso don de la oratoria, atiende hoy mi afligido corazón.Recibe benignamente las oraciones que te dedico. Acudo a ti en busca de protección y refugios. ¡Oh Santo mío! Te suplico humildemente que ruegues al Señor que, por tu poderosa intercesión, me conceda la sabiduría necesaria para reconocer en todo momento su voluntad y cumplir acertadamente todo aquello que sea de tu agrado.También solicito que me otorgue la gracia especia que pido en esta Novena, siempre que su cumplimiento sea para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Quinto Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Quinto Día
¡Oh bondadoso San Lucas!Maestro de fe y amor eterno. Tú que supiste reconocer la llamada de Dios y le consagraste humilde tu alma, guíame con tu sabiduría para que yo pueda permanecer también junto a Dios. Ayúdame a reconocer su voz y sus inspiraciones. Te suplico, protector y abogado mío, que acpetes ser mi interceor ante la Misericordia Divina. Pídele con tus elocuentes palabras que purifique i alma, la proteja de todo mal y destruya en ella todos los temores que la debilitan. Así será morada agradable para el Espíritu Santo y merecedora de llegar al puerto seguro de la gloria eterna, en el cual disfrutará, en tu compañía, de las delicias celestiales. Ruégale también que me conceda la gracia especial que presento en esta Novena.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Sexto Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Sexto Día
Sabio e ilustre San Lucas. Clavel de caridad. Bienaventurado que fuiste cautivado por las elocuentes palabras del Apóstol San Pablo. Maestro que consiguió penetrar en tu corazón con las verdades cristianas e hizo lucir en ti los nobles instintos con que Dios lo había adornado generosamente. Santo protector y abogado mío, haz que escuche con respeto y amor, la palabra de Dios y que guiado por ella me dirija siempre con gran amor hacia nuestro Señor. También te suplico que me alcances la Bondad Divina, mediante tu poderosa intercesión, la gracia especial que pido este novenario, siempre que sea para mayor gloria suya, más reconociemiento de tu nombre y para beneficio espiritual de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Séptimo Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Séptimo Día
Amable y piadoso San Lucas. Espejo de virtud. Tú que has llevado a tantos corazones la tranquilidad y la esperanza, alejándolos de la confusión y el desamparo, acoge mi afligido corazón. Tómalo e infunde la seguridad, la paciencia y la serenidad necesaria poara hacer frente las adversidades de este mundo. Múestrale cómo no desfallecer y aviva en él una fe sincera y enséñale como perdonar a los que agravien u ofendan. Solo así podrá ser digno de amar y servir eternamente a Dios. Escucha mis plegarias y ruega a nuestro Señor que me conceda lo que humildemente le pido en este novenario, siempre que sea para mayor gloria suya, tuya y bien de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Octavo Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Octavo Día
Esclarecido San Lucas. Dios que iluminó tu entendimiento para que nos iluminaras con tus palabras y escritos para llenarnos de fe y esperanza a los que deseamos albergar una fe activa que nos haga mostrar nuestro amor al Señor, mediante el respeto y amor a nuestros hermanos, damos gracias al Padre Celestial por haberte encomendado que nos benefiaciaras con tales dones. Por eso acudimos a tu protección para que intercedas ante la bondad Divina para que llene nuestros corazones de tranquilidad y esperanza alejándonos de las turbias aguas de al confusión y el desamparo. Ruégale también que se resuelva favorablemente la gacia que pido en esta Novena, siempre que sea para mayor gloria del Señor, tuya y bien de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén




Noveno Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días
¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Noveno Día
Piadoso San Lucas. Tú que supiste inpregnar con profunda humildad todos tus pensamientos y actos durante tu peregrinación por este mundo, llevando a multitud de seguidores, con tu entendimiento, afento, amor, a la doctrina del divino Maestro Jesucristo, admíteme, te lo ruego, entre los devotos que confiadamente buscan en tu protección y mediación ante Dios Nuestro Señor le sea concedida la preciosa virtud de la humildad, que como tú demostraste esconde tesoros maravillosos que llenan el corazón, iluminan la mente y dignidican el espíritu. Intercede también para que resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor gloria del Señor, tuya y bien de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días
Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


FUENTE: ACIPRENSA
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