Autor: Elí Marín | Fuente: Catholic.net El amor a los enemigos | |
Mateo 5, 43-48. Tiempo Ordinario. Todos los días me encuentro con una multitud de personas y con la oportunidad de amar a ejemplo de Cristo. | |
En aquellos días dijo Jesús: «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. Oración introductoria Nadie es perfecto en este mundo, y sin embargo, Señor y Padre mío, hoy me llamas a la santidad. Dame tu gracia y presencia en esta oración para comprender y vivir el mandato de tu amor. Incrementa mi fe, mi esperanza y mi caridad. Te pido tu ayuda para cumplir en todo tu voluntad. Petición Jesús, aviva mi deseo, mi anhelo de alcanzar, con tu gracia, la santidad. Meditación del Papa Francisco Seguir a Jesús no es fácil, no es fácil. Pero tampoco es difícil, porque en el camino del amor el Señor hace las cosas de una manera que podamos avanzar; el mismo Señor nos ensancha el corazón. Ante estas propuestas de la bofetada, del manto, de los cien kilómetros debemos orar al Señor para que amplíe nuestro corazón, para que seamos magnánimos, humildes y no luchemos por las cosas pequeñas, por la ‘nada’ de todos los días. Cuando uno hace una opción por la "nada", de aquella opción nacen los enfrentamientos en una familia, en la amistad, con los amigos, en la sociedad, también; ¡los enfrentamientos que acaban con la guerra por la "nada"! La "nada" es la semilla de la guerra, siempre. Porque es la semilla del egoísmo. El "todo" es lo grande, es Jesús. Pidamos al Señor que ensanche nuestro corazón, que nos haga humildes, mansos y magnánimos, para que tengamos el "todo" en Él; y que nos libre de hacer problemas cotidianos en torno a la ‘nada’… (Cf. S.S. Francisco, 17 de junio de 2013, homilía en Santa Marta). . Reflexión Amar a todos. Amar a ejemplo del Señor. Este es el resumen del mensaje que Cristo ha traído al mundo. Cristo nos pone primero el ejemplo de su Padre que hace el bien sobre buenos y malos. Cristo mismo desde la cruz me enseña el valor redentor del amor. Más aún, todos los días en cualquier sagrario el amor de Cristo, hecho pan, está presente para ser consuelo de justos y pecadores. Ciertamente no podemos quedar indiferentes ante la magnitud del amor de Cristo. Tomemos su invitación, hagámosla nuestra: "sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto". ¡Qué gran invitación! Encierra, en pocas palabras, el camino de la santidad, de nuestra salvación, la forma para acercarse a Dios. Pero, ¿cómo ser santo hoy, en mi sociedad? ¿cómo llegar a Dios en el ambiente en que vivo? La forma más fácil es imitando al mismo Dios que es amor (1Jn 4, 8). Amando como auténtico cristiano a mi prójimo que es el vecino, el compañero de estudios o trabajo, el empleado de limpieza con el que me encuentro, etc. Todos los días me encuentro con una multitud de prójimos y con la oportunidad de amar a ejemplo del Señor y empezar o continuar el camino de la santidad. Propósito Que mi programa de vida sea hacer la voluntad de Dios. Diálogo con Cristo Jesucristo, quiero ser un reflejo de Ti. Dame la sabiduría y la fuerza de voluntad para perseverar en mi esfuerzo. El medio es claro, «amar», pero concretarlo en el día a día, es lo difícil. Concédeme saber aprovechar tus gracias y ser dócil a tu Espíritu Santo, así podré hacer el bien a todos los que me rodean, especialmente a mi familia. |
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lunes, 16 de junio de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 17 DE JUNIO DEL 2014
SAN ISMAEL, MÁRTIR, JUNIO 17
Autor: P. Felipe Santos Ismael, Santo | |
Mártir, Junio 17 | |
MártirEsta primavera es visible donde el espíritu de misericordia aparece para humanizar nuestro corazón por la claridad de un amor fraterno. Y allí se enciende una hoguera. Incluso bajo las cenizas, una brasa continuará ardiendo. Ismael y dos hermanos, Manuel y Savelio, eran primaveras en su tierra porque quisieron humanizar a los pueblos. Eran muy conocidos en Calcedonia y Bitinia. ¿Por qué razón?, te preguntarás. Y es muy sencilla. Querían que Juliano el Apóstata y el rey de Persia llegaran a un acuerdo para que reinase la paz entre los súbditos. Ellos, en el hogar, habían recibido una densa y práctica formación cristiana, al mismo tiempo que una amplia cultura. Todo se debió, en gran parte, a su preceptor Eunoico. El testimonio de sus vidas les llevó, sin querer, a verse envueltos en un acontecimiento que dio lugar a otra dura persecución. El templo del dios Sol se incendió. Y, naturalmente, les echaron la culpa a ellos. Vinieron una serie de interrogatorios postizos, una pura farsa. Al final de los mismos, se les entregó al martirio tal día como hoy del año 326. De las brasas de su martirio por la fe en Cristo, su testimonio continuó ardiendo por siglos y siglos. Juliano el Apóstata no respetó los tratados de paz, y le hizo la vida imposible a los persas. Al clavársele una flecha en una batalla, exclamó:"Venciste, Galileo". Juliano el Apóstata murió en el año 363. ¡Felicidades a quien lleve este nombre! Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com |
Los Santos de hoy martes 17 de junio de 2014
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EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 16 DE JUNIO DEL 2014
Autor: Buenaventura Acero | Fuente: Catholic.net Ojo por ojo, diente por diente | |
Mateo 5, 38-42. Tiempo Ordinario. Dios nos pide un poquito más de lo que damos cada día, hasta que nos duela. | |
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda. Oración introductoria Señor, gracias por mostrarme tan claramente las actitudes que deben regular mis relaciones con los demás y, sobre todo, gracias por este nuevo día y por este momento de oración, oportunidad para crecer en mi amor y amistad contigo. Petición Señor, limpia mi corazón y pon un nuevo espíritu de bondad, semejante al tuyo. Meditación del Papa Francisco Al que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra... se ha convertido en un clásico de los cristianos para reírse. En la vida la lógica normal nos enseña que hay que luchar, tenemos que defender nuestro espacio, y si nos dan una bofetada nosotros daremos dos, así nos defendemos. Jesús, sin embargo, después de la bofetada en la mejilla va más allá y habla también de dar el manto, despojarnos de todo. La justicia que Él trae, es otra justicia totalmente diferente del ojo por ojo, diente por diente. Es otra justicia. Y esto, lo podemos entender cuando san Pablo habla de los cristianos como gente que no tiene nada y sin embargo lo tiene todo. Aquí, pues, está la seguridad cristiana, y es en este todo que está Jesús. El "todo" es Jesucristo. Las otras cosas son "nada" para el cristiano. En cambio, para el espíritu del mundo, el "todo" son las cosas: las riquezas, la vanidad, tener puestos arriba y la "nada" es Jesús. Por lo tanto, si un cristiano puede caminar cien kilómetros cuando le piden avanzar sólo diez, es porque para él esto es ´nada´, y, con paz, puede dar la capa cuando se le pide la túnica. Esto es, entonces, el secreto de la magnanimidad cristiana, que siempre va con la mansedumbre, es el todo, es Jesucristo. (Cf. S.S. Francisco, 17 de junio de 2013, homilía en Santa Marta) . Reflexión Jesús nos pide algo más que soportar "estoicamente" el mal, y evitar rencores y venganzas. Esta ya es una actitud de paciente dominio de uno mismo, digna de la alabanza de Cristo: "bienaventurados los mansos, ...los que lloran..." Pero hoy Jesús va más allá en su explicación porque nos pide una generosidad que desborda el ya amplio caudal del precepto del amor al prójimo. Y es que quien "soporta" no ofrece necesariamente la otra mejilla... y quien evita el mal, no tiene obligatoriamente que devolver bien. A quien se le solicita, no tiene razón humana por la que dar "más"... y sin embargo, una y otra vez Jesús nos pide que demos ese "más"... Se diría que la única manera de acabar con el mal es añadir más bien. Como quien tuviera que sepultar algo desagradable y la solución es enterrarlo con una buena capa de "cal"... Así es el bien, el amor cuando con su "exceso" obliga al mal a no reproducirse, y a la larga lo extingue. No es una petición sólo para héroes. A todos nos lo pide, porque todos queremos imitarle y somos seguidores suyos. Sabemos que sólo su gracia y la fuerza que viene del Espíritu puede lograr en nosotros esta transformación. No dudemos en pedírselo hoy en nuestra oración. Propósito Por amor a Dios, ser misericordioso y perdonar, a la primera, cualquier ofensa que reciba. Diálogo con Cristo Jesucristo, dame la gracia para que el Reino de los cielos sea una realidad en mi vida al saber responder la agresión con la comprensión, que la preocupación por asegurar el bien económico no me lleve a la mezquindad y, sobre todo, que me convierta en un infatigable discípulo y misionero de tu amor, porque el mundo te necesita y yo debo llevarte al mundo. |
SANTOS CIRO Y JULITA, MÁRTIRES, 16 DE JUNIO
Autor: Alban Butler | Fuente: "Vidas de Santos" Ciro (Ciriaco) y Julita, Santos | |
Mártires, 16 de junio | |
Niño Mártir y su Madre
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Los Santos de hoy lunes 16 de junio de 2014
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domingo, 15 de junio de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 15 DE JUNIO DEL 2014
Autor: P. Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net Tanto amó Dios | |
Juan 3, 16-18. Solemnidad de la Santísima Trinidad Ciclo A. Es el misterio del amor de Dios; del amor más puro y más hermoso del universo. | |
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Oración preparatoria Santísima Trinidad, soy todo tuyo y me postro ante tu presencia en esta oración. Yo sé que Tú me ayudas en todo momento y que siempre cuento contigo. Nunca me dejes solo, pues sin Ti no soy nada. Petición Santísima Trinidad, ayúdame a vivir de acuerdo con mi identidad cristiana y a llevar a los demás hacia Ti, con mi testimonio de vida. Meditación del Papa Francisco Cristo se dirige al hombre en su integridad y no desea que nadie se pierda. "Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él". Lo hace sin forzar, sin obligar a nadie a abrirle las puertas de su corazón y de su mente. "El primero entre ustedes pórtese como el menor, y el que gobierna, como el que sirve" –dice Jesucristo–,"yo estoy en medio de ustedes como el que sirve". Así pues, toda actividad debe distinguirse por una actitud de servicio a las personas, especialmente a las más lejanas y desconocidas. El servicio es el alma de esa fraternidad que edifica la paz. Que María, la Madre de Jesús, nos ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de su Hijo, para llevar paz a todos los hombres en esta querida tierra nuestra. (S.S. Francisco, conclusión del mensaje para la XLVII Jornada mundial de la paz 2014). Reflexión Muchas veces, cuando no entendemos alguna cosa, un poco en plan de broma decimos que "es más oscuro que el misterio de la Santísima Trinidad". Y, sin embargo, nada es más cercano a nuestra vida cristiana que este maravilloso dogma. Cuantas veces nos persignamos a lo largo del día, invocamos el nombre bendito de la Trinidad. ¿Y qué otra cosa decimos, sino: "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" Además, cada vez que rezamos el Gloria, hacemos un acto de adoración y de glorificación a la Trinidad Santísima: "Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo". Pero, tal vez no somos muy conscientes de este misterio. Sabemos que Dios es Uno y Trino a la vez, pero no mucho más... El verdadero amor, el amor más bello, más hermoso y noble es el amor puro y casto, el amor que sabe olvidarse de sí mismo y renunciar al propio egoísmo, al propio capricho y al placer desordenado para pensar en el bien y en la felicidad auténtica de la persona amada. Desafortunadamente la sociedad está muy secularizada estamos bombardeados de hedonismo, de sexo y de erotismo... ¡Da una pena enorme ver a tantos jóvenes, en la flor de la vida, ya con ideas erróneas sobre el amor y con comportamientos a veces tan desviados! Por eso hay que proponerle a los jovenes estas ideas para tratar de sembrar así en su corazón valores nobles y sentimientos generosos. Y como los jóvenes aman lo bello y lo grande, responden a estos ideales de un modo positivo. Pues la Santísima Trinidad es el misterio del amor de Dios; del amor más puro y más hermoso del universo. Más aún, es la revelación de un Dios que es el Amor en Persona, según la maravillosa definición que nos hizo san Juan: "Dios es Amor" (I Jn 4, 8). Siempre que nos habla de Sí mismo, se expresa con el lenguaje bello del amor humano. Todo el Antiguo y el Nuevo Testamento son testigos de ello. Dios se compara al amor de un padre bueno y a la ternura de la más dulce de las madres; al amor de un esposo tierno y fiel, de un amigo o de un hermano. Y en el Evangelio, Jesús nos revela a un Padre infinitamente cariñoso y misericordioso: ¡Con qué tonos tan estupendos nos habló siempre de Él! El Buen Pastor que carga en sus hombros a la oveja perdida; el Padre bueno que hace salir su sol sobre justos e injustos, que viste de esplendor a las flores del campo y alimenta a los pajarillos del cielo; el Rey que da a su hijo único y lo entrega a la muerte por salvar a su pueblo; o esa maravillosa parábola del hijo pródigo, que nos revela más bien al Padre de las misericordias, "al padre con corazón de madre" –como ha escrito un autor contemporáneo–, con entrañas de ternura y delicadeza infinita. Éste es el misterio del amor más bello, el misterio de la Santísima Trinidad: las tres Personas divinas que viven en esa unión íntima e infinita de amor; un amor que es comunión y que se difunde hacia nosotros como donación de todo su Ser. Y porque nos ama, busca hacernos partícipes de su misma vida divina: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y en él haremos nuestra morada" (Jn 14, 23). Y también porque nos ama, busca el bien supremo de nuestra alma: la salvación eterna. ¡Éste es el núcleo del misterio trinitario! Ojalá que todas las veces que nos persignemos y digamos: “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, lo hagamos con más atención, nos acordemos de que Dios es Amor y de que nos ama infinitamente; agradezcamos ese amor y vivamos llenos de confianza, de alegría y de felicidad al sabernos sus hijos muy amados. Y, en consecuencia, tratemos de dar a conocer también a los demás este amor de Dios a través de la caridad hacia nuestros prójimos: “Todo el que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios, porque Dios es Amor”. |
Los Santos de hoy domingo 15 de junio de 2014
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