lunes, 6 de enero de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: 06.01.2013

Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
Jesús predica en Galilea
Mateo 4, 12-17. 23-25. Navidad. Jesús nos invita a convertirnos porque... ¡El Reino de los cielos ya ha llegado!
 
Jesús predica en Galilea
Del santo Evangelio según san Mateo 4, 12-17. 23-25


Al enterarse Jesus de que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles!. El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.» Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.

Oración introductoria

Creo en Ti Señor porque eres la Verdad misma. Espero en Ti porque eres la Misericordia infinita. Te amo, pero ayúdame a amarte más porque Tú eres el único digno de ser amado sobre todas las cosas.

Petición

Señor, cúrame, hazme ser fiel a tu amor. Concédeme ser un apóstol esforzado y fiel de tu Reino.

Meditación del Papa Francisco

Jesús no quiere obrar solo, vino a traer al mundo el amor de Dios y quiere difundirlo con el estilo de la comunión, con el estilo de la fraternidad. Por ello forma inmediatamente una comunidad de discípulos, que es una comunidad misionera. Inmediatamente los entrena para la misión, para ir.
Pero atención: el fin no es socializar, pasar el tiempo juntos, no, la finalidad es anunciar el Reino de Dios, ¡y esto es urgente! También hoy es urgente. No hay tiempo que perder en habladurías, no es necesario esperar el consenso de todos, hay que ir y anunciar.
La paz de Cristo se lleva a todos, y si no la acogen, se sigue igualmente adelante. A los enfermos se lleva la curación, porque Dios quiere curar al hombre de todo mal. ¡Cuántos misioneros hacen esto! Siembran vida, salud, consuelo en las periferias del mundo. ¡Qué bello es esto! No vivir para sí mismo, no vivir para sí misma, sino vivir para ir a hacer el bien.
Hay tantos jóvenes hoy en la Plaza: pensad en esto, preguntaos: ¿Jesús me llama a ir, a salir de mí para hacer el bien? A vosotros, jóvenes, a vosotros muchachos y muchachas os pregunto: vosotros, ¿sois valientes para esto, tenéis la valentía de escuchar la voz de Jesús? ¡Es hermoso ser misioneros! (S.S. Francisco, 7 de julio de 2013).

Reflexión

Todos somos testigos de la gran luz que nos ha iluminado. Cristo niño se ha hecho hombre por amor a nosotros para convertirse en la luz que guiará nuestros pasos.

Se dice que cuando la noche es más oscura es cuando más brillan las estrellas. Podríamos decir también que cuando más oscuro es nuestro peregrinar por este mundo es cuando más brilla la luz de Cristo en nuestros corazones. Cuando más solos nos sentimos es cuando Cristo está más cerca de nosotros. Porque como dice el profeta Isaías: "este mundo camina en tinieblas pero ya ha visto una gran luz que viene a salvarle". No permitamos que la ceguera de nuestro egoísmo entenebrezca la luz de Cristo en nuestros corazones. Tengamos bien abiertos los ojos de la fe en Dios para caminar por la senda del verdadero amor y de la verdadera esperanza.

Sabemos por el evangelio de hoy que el Reino de los cielos ha llegado, pero ¿cómo le hemos recibido? ¿Nos hemos dado cuenta de su llegada? O por el contrario, ¿hemos permitido que otras luces que no es la de Cristo guíen nuestra vida? No gastemos nuestro fuego en otros infiernillos. Confiemos en que Jesús es la verdadera luz que nos traerá aquella felicidad que buscamos en las cosas de este mundo. Porque sólo Cristo llenará las ansias de felicidad que buscamos.

Propósito

Conocer, para vivir, las exhortaciones de mi obispo para la celebración del Año de la Fe.

Diálogo con Cristo

Jesús, quiero tener esa disponibilidad que tuviste siempre para con los demás. Abre mis ojos y mi corazón a las necesidades de quienes están más cerca. Quiero saber salir de mí mismo, de mi comodidad, para ser un auténtico misionero de tu amor en tu Iglesia. Que mi única ilusión sea la de poder gastar, minuto a minuto, la vida que me has ha dado, siguiendo fielmente las indicaciones de tus Pastores. 

LOS REYES MAGOS - 6 DE ENERO


Autor: P. Felipe Santos 
Reyes Magos
Melchor, Gaspar y Baltasar, 6 de enero


Estás ante la fiesta más antigua, incluso antes que la misma Navidad.

El inicio de su celebración data del siglo III en el Oriente y en el Occidente se adoptó en el siglo IV.

En este día tiene lugar la celebración de tres hechos memorables en la historia de la salvación: adoración de los Reyes Magos, el Bautismo de Jesús y el primer milagro de Jesucristo en la bodas de Caná, gracias al cual los discípulos creyeron en el Maestro.

Los Occidentales aceptaron la fiesta el año 400. Aunque habla de los Magos, el rey principal es el Niño Jesús. Lo dice el inicio de la Misa:" Ya viene el Señor del universo, en sus manos está la realeza, el poder y el imperio. El verdadero rey al que debemos contemplar es al pequeño Jesús".

El misterio de la Epifanía lo subraya Mateo diciendo que los Magos vinieron para destacar las profecías que hablaban de su nacimiento, y el ofrecimiento de oro, incienso y mirra es el reconocimiento implícito de su realeza mesiánica.
Los Magos para los orientales son gente docta; en lengua persa, mago significa “sacerdote”. Pero la Biblia, en general, llama a estos Magos Reyes extranjeros.

Es la fiesta de la santa Epifanía de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo lo que, de una forma sencilla y admirable, se le da a conocer a los Magos llegados de Oriente. Su adoración es la clave de este día.

Desea la Iglesia que la luz de hoy, sea el tema central del creyente. Están bien los regalos que se hacen a niños y mayores.

Pero lo fundamental no debe dejarse aparcado para dar paso a lo más festivo, alegre y superficial.

¡Felicidades a los Reyes Magos y a los que lleven los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar!

“El placer de los banquetes no hay que medirlo por la cantidad de las viandas sino la reunión de amigos y la conversación” (Cicerón).

Los Santos de hoy lunes 6 de enero de 2014

Los Santos de hoy lunes 6 de enero de 2014
 Epifanía del Señor
Fiesta, 6 de enero
 Macario el Escocés, Beato
Abad, 6 de enero
 Julián, Basilisa y compañeros, Santos
Mártires, 6 de enero
 Andrés Corsini, Santo
Obispo, 6 de enero
 Reyes Magos
Melchor, Gaspar y Baltasar, 6 de enero
 Pedro Tomás, Santo
Obispo, 6 de enero
 Carlos de Sezze, Santo
Religioso franciscano, 6 de enero
 Juan de Ribera, Santo
Obispo, 6 de enero
 Andrés (Alfredo) Bessette, Santo
Religioso, 6 de enero
 Rita Amada de Jesús (Rita López de Almeida), Beata
Fundadora, 6 de enero
 Rafaela María del Sagrado Corazón, Santa
Co-fundadora, 6 de enero 

LA ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS


LA EPIFANÍA DEL SEÑOR, 6 DE ENERO

Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Epifanía del Señor
Fiesta, 6 de enero
 
Epifanía del Señor
Con los pastores pasó hace unos días un acontecimiento extraño que resultó bien. Cuidaban sus rebaños cumpliendo su rudo oficio cuando vieron una tan extraña como clara visión de ángeles que les decían cosas al principio incomprensibles y al poco rato comprobadas. Sí, allí, en un casuco, estaba el Niño del que se les habló, con su madre y un varón. Hicieron lo que pudieron en su tosquedad y carencia según mandaban las circunstancias. Como les habían asegurado que era la "Luz que iluminaba al pueblo que habitaba en sombras de muerte", de lo que tenían dieron para ayudar y para quedar bien con aquella familia que al parecer era más pobre que ellos. No les costó trabajo aceptar el milagro que era tan claro. Lo dijeron los ángeles, pues... tenían razón.

Vinieron unos Reyes. Fueron los últimos en llegar a ver a aquel Niño y si se entretienen un poco más..., pues ¡que no lo encuentran! Viajaron mucho por los caminos del mundo. Venían desde muy lejos. Pasaron miedo, frío y calor. Hasta estuvieron perdidos pero, preguntando e inquiriendo, sacaron fruto de su investigación. Aquello fue un consuelo porque tuvieron susto de haber perdido el tiempo y tener que regresar a los comienzos con el fracaso en sus reales frentes. Pero no, sabían que aquella estrella era capaz de llevarles adonde estaba Dios. También las circunstancias mandaban y adoraron y ¡cómo no! ofrecieron dones al Niño-Creador.

Los dos son caminos, la fe y la razón. Uno es sencillo, basta con que hable Dios. El otro es costoso, búsqueda constante y sincera con peligros de equivocación. La Verdad está en su sitio. Sencillez es condición. Los pastores la aprehenden y los sabios la descubren. Entrambos la sirven y entrambos son de Dios.
Consulta también, Fiesta de la Epifanía 
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