sábado, 8 de junio de 2024

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 8 DE JUNIO DE 2024 - INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 



 El Corazón Inmaculado de María

Sábado 8 de junio de 2024



1ª Lectura (Is 61,9-11): La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los pueblos. Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido con un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

Salmo responsorial: 1Sam 2

R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.

Mi corazón se regocija por el señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación.


Se rompen los arcos de tus valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía.


El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece.


Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria.

Versículo antes del Evangelio (Cf. Lc 2,19): Aleluya. Bienaventurada la Virgen María, que conservaba la palabra de Dios considerándola en su corazón. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 2,41-51): Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando». Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.





«Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón»

Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)



Hoy celebramos la memoria del Corazón Inmaculado de María. Un corazón sin mancha, lleno de Dios, abierto totalmente a obedecerle y escucharle. El corazón, en el lenguaje de la Biblia, se refiere a lo más profundo de la persona, de donde emanan todos sus pensamientos, palabras y obras. ¿Qué emana del corazón de María? Fe, obediencia, ternura, disponibilidad, espíritu de servicio, fortaleza, humildad, sencillez, agradecimiento, y toda una estela inacabable de virtudes.


¿Por qué? La respuesta la encontramos en las palabras de Jesús: «Donde está tu tesoro allí estará tu corazón» (Mt 6,21). El tesoro de María es su Hijo, y en Él tiene puesto todo su corazón; los pensamientos, palabras y obras de María tienen como origen y como fin contemplar y agradar al Señor.


El Evangelio de hoy nos da una buena muestra de ello. Después de narrarnos la escena del niño Jesús perdido y hallado en el templo, nos dice que «su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón» (Lc 2,51). San Gregorio de Nisa comenta: «Dios se deja contemplar por los que tienen el corazón purificado». ¿Qué guarda María en su corazón? Desde la Encarnación hasta la Ascensión de Jesús al cielo, pasando por las horas amargas del Calvario, son tantos y tantos recuerdos meditados y profundizados: la alegría de la visita del ángel Gabriel manifestándole el designio de Dios para Ella, el primer beso y el primer abrazo a Jesús recién nacido, los primeros pasos de su Hijo en la tierra, ver cómo iba creciendo en sabiduría y en gracia, su “complicidad” en las bodas de Caná, las enseñanzas de Jesús en su predicación, el dolor salvador de la Cruz, la esperanza en el triunfo de la Resurrección...


Pidámosle a Dios tener el gozo de amarle cada día de un modo más perfecto, con todo el corazón, como buenos hijos de la Virgen.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA

 


 

Oración de consagración a los Corazones de Jesús y María


Santísimos Corazones de Jesús y María,

unidos en el amor perfecto,

como nos miráis con misericordia y cariño,

consagramos nuestros corazones,

nuestras vidas y nuestras familias a Vosotros.


Conocemos que el ejemplo bello

de vuestro hogar en Nazaret fue un modelo

para cada una de nuestras familias. 

Esperamos obtener, con vuestra ayuda,

la unión y el amor fuerte y perdurable

que os disteis.


Que nuestro hogar sea lleno de gozo.

Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia

y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.


Que nuestras oraciones

incluyan las necesidades de los otros,

no solamente las nuestras.

Y que siempre estemos cerca de los sacramentos.


Bendecid a todos los presentes

y también a los ausentes,

tantos los difuntos como los vivientes;

que la paz esté con nosotros,

y cuando seamos probados,

conceded la resignación cristiana

a la voluntad de Dios.


Mantened nuestras familias cerca

de vuestros Corazones;

que vuestra protección

especial esté siempre con nosotros.


Sagrados Corazones de Jesús y María,

escuchad nuestra oración.

Amén.

HOY LA IGLESIA UNIVERSAL CELEBRA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 


 

Hoy la Iglesia universal celebra al Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María

 ACI Prensa

8 de junio de 2024



Un día después de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra la Memoria del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María (sábado, 8 de junio de 2024).


La contigüidad entre ambas celebraciones expresa simbólicamente la unidad existente entre el corazón de la Madre y del Hijo; al tiempo que subraya que en María todo está siempre en referencia a Jesús. Es por eso, precisamente, que la Iglesia entiende a María como camino seguro que conduce al Señor, y nos invita a conocer mejor y amar su Sagrado Corazón.

La festividad del Inmaculado Corazón de María fue establecida por el Papa Pío XII el 4 de mayo de 1944, a través del decreto Cultus liturgicus [El culto litúrgico], sobre el culto al Corazón de la Santísima Virgen María. La Sagrada Congregación de Ritos de aquél entonces (disuelta en 1969) la extendió a toda la Iglesia y le asignó el 22 de agosto como día propio.

El Misal Romano publicado tras el Concilio Vaticano II (1969), trasladó la fiesta del Inmaculado Corazón al día posterior al Sagrado Corazón de Jesús (la celebración oscila  entre el 30 de mayo y el 3 de julio).

La intención del Papa Pío XII era que la Iglesia aquilate aún mejor la profundidad del amor mariano, volcado primero sobre Jesús y, por Él, al resto de los hombres, convertidos en hijos de María. Pio XII quiso hacer explícita la convicción de que por medio de la intercesión de la Virgen es posible que obtengan todos los pueblos la paz y la Iglesia de Cristo la libertad, los pecadores, libres de sus deudas, y todos los fieles se hagan fuertes en el amor a la pureza y en el ejercicio de las virtudes" (Decreto Cultus liturgicus).

Décadas más tarde, el Papa San Juan Pablo II declaró la observancia obligatoria de esta festividad en honor a la Madre de Dios; es decir, esta memoria tiene carácter de obligatoria y no debe tomarse como opcional -ha de realizarse en todo el mundo católico-.


Devoción al Inmaculado Corazón

En una de las apariciones de la Virgen en Fátima (1917), Nuestra Señora dijo a Lucía, una de los tres pastorcitos videntes: “Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”. Luego, añadió:

“A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí para adornar su Trono".

En una ocasión posterior, la Virgen dijo a los tres niños: "¡Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: ‘Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!’”.


La gran promesa

Años después, siendo Lucía postulante del convento carmelita de las Doroteas en Pontevedra (España), la Virgen se le apareció nuevamente. En aquella ocasión, María se presentó con el Niño Jesús en brazos y le mostró su corazón rodeado de espinas; luego le dijo: “Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes”.

“Tú, al menos, [continuó la Virgen] procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación", concluyó la Madre de Dios.

IMÁGENES DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA








 

viernes, 7 de junio de 2024

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 7 DE JUNIO DE 2024 - SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 



Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (B)

Viernes 7 de junio de 2024



1ª Lectura (Os 11,1b.3-4.8c-9): Así dice el Señor: «Cuando Israel era joven, lo amé, desde Egipto llamé a mi hijo. Yo enseñé a andar a Efraín lo alzaba en brazos; y él comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer. Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta».



Salmo responsorial: Is 12

R/. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

El Señor es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.


Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso.


Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión: «Qué grande es en medio de ti el santo de Israel».

2ª Lectura (Ef 3,8-12.14-19): A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, y aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él.

Por esta razón, doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.

Versículo antes del Evangelio (Mt 11,29): Aleluya. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 19,31-37): En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado —porque aquel sábado era muy solemne— rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con Él.

Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: ‘No se le quebrará hueso alguno’. Y también otra Escritura dice: ‘Mirarán al que traspasaron’.




«Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza»

P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP

(San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)


Hoy se nos ofrece ante los ojos corporales —mejor todavía, ante los “ojos interiores”, iluminados por la fe— la figura de Cristo que, acabado de morir en la Cruz, tuvo el costado abierto por una lanzada infligida por el centurión. «Al instante salió sangre y agua» (Jn 19,34). ¡Espectáculo angustioso y, a la vez elocuentísimo! No hay ni el más mínimo espacio para sostener la tesis de alguno que afirma una muerte aparente: Jesús está ciertamente muerto al 100%. Es más, aquella misteriosa “agua”, que no saldría de un cuerpo sano, normal, nos indica según la medicina moderna que Cristo debió morir a causa de un infarto o, como decían nuestros antepasados, con el corazón reventado. Sólo en este caso se verifica la separación del suero de los glóbulos rojos. Esto explicaría aquel anómalo “sangre y agua”.

Cristo, por tanto, ha muerto verdaderamente, y ha muerto sea a causa de nuestros pecados, sea por su más vivo y principal deseo: poder cancelar nuestros pecados. «Con mi muerte he vencido la muerte y he exaltado al hombre a la sublimidad del cielo» (Melitón de Sardes). Dios, que ha mantenido la promesa de resucitar a su Hijo, mantendrá también la segunda promesa: nos resucitará también a nosotros y nos elevará a su propia diestra. Pero pone una condición mínima: creer en Él y dejarnos salvar por Él. Dios no impone a nadie su amor en detrimento de la humana libertad.

En fin, sobre aquel Hombre que ha sufrido la lanzada en su corazón, «mirarán al que traspasaron» (Jn 19,37), nos da confirmación también el Apocalipsis: «Mirad que viene entre nubes, y todo ojo lo verá, especialmente los que le traspasaron» (Ap 1, 7). Ésta es una sagrada exigencia de la divina justicia: al fin, también aquellos que lo han rechazado obstinadamente, lo tendrán que reconocer. Incluso, el tirano autoidólatra, el asesino despiadado, el ateo soberbio..., todos sin excepción se verán constreñidos a arrodillarse ante Él, reconociéndolo como el verdadero, único Dios. ¿No es mejor, entonces, serle amigos desde ahora? 

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 


 

Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús

ACI Prensa

7 de junio de 2024


La Iglesia universal celebra hoy, 7 de junio, la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús  por pedido explícito del mismo Cristo, revelado de manera particular a Santa Margarita María de Alacoque. El Papa San Juan Pablo II señaló que “esta fiesta recuerda el misterio del Amor que Dios alberga por los hombres de todos los tiempos”.


Por ser fiesta de primera clase, de acuerdo a la reforma litúrgica del Papa San Juan XXIII, la celebración del Sacratísimo Corazón de Jesús posee rango de ‘Solemnidad’.

Santa María Margarita Alacoque (1647-1690)

“Te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus [Christi] se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”, dijo el Señor a Santa Margarita de Alacoque en junio de 1675 para, después, establecer una solemnísima promesa:


“También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute”.


En virtud de revelaciones como esta, de carácter privado, Santa Margarita se convertiría en la gran divulgadora de los mensajes del Sagrado Corazón de Jesús a la humanidad y en la principal promotora de la devoción que nació a partir de estos. Margarita de Alacoque estuvo acompañada en este santo propósito por su director espiritual, el sacerdote jesuita San Claudio de la Colombiere.

La Iglesia Católica se pronunció sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe que supuestamente llora sangre en México

Posteriormente la Compañía de Jesús tomaría la posta en la difusión de la devoción al Corazón de Jesús, tarea que hizo posible que se hiciera muy popular entre los pueblos de América Latina.


Intervención del papado en los últimos siglos

El Beato Papa Pío IX, en 1856, fue quien estableció de manera oficial la fiesta del ‘Sacratísimo Corazón de Jesús’ para toda la Iglesia. En 1899, el Papa León XIII publicó la encíclica “Annum Sacrum” [el año santo] sobre la consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús, acto que se llevaría a cabo ese mismo año.

Asimismo, Pío XI, en 1928, escribió la “Miserentissimus Redemptor” [Redentor misericordioso], encíclica que versa sobre la reparación que todos los fieles deben al Sagrado Corazón de Jesús a causa de los pecados cometidos por el género humano. Por su parte, su sucesor, el Papa Pío XII, publicó en 1956 la encíclica “Haurietis Aquas” [“Beberéis las aguas…], cuyo texto sugiere los lineamientos propios del culto al Sagrado Corazón.

San Juan Pablo II, finalmente, estableció que en el día de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se realice siempre la “Jornada Mundial de Oración por la santificación de los sacerdotes”.


En el corazón de la Iglesia

Muchos grupos, movimientos, órdenes y congregaciones religiosas, desde hace siglos, se han puesto bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús. En Roma se encuentra la Basílica del “Sacro Cuore” [Sagrado Corazón] cuya construcción fue encargada a San Juan Bosco por el Papa León XIII. La realización de dicho proyecto fue posible gracias a las donaciones de los devotos alrededor del mundo.


¡Feliz día del Sagrado Corazón de Jesús!

HOY ES LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES

 

Foto: Oblatos de San José - Perú

 Hoy es la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes

7 de junio de 2024



Cada año, la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (primer viernes después de la celebración del Corpus Christi).

Esta jornada de oración es convocada por el Santo Padre a través del Dicasterio para el Clero. Fue el Papa San Juan Pablo II quien la instauró haciéndola coincidir con la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, celebración dedicada al amor de Cristo por la humanidad y del que todo sacerdote es reflejo.

El mismo San Juan Pablo II decía: "Pidamos también sacerdotes santos, formados 'según el Sagrado Corazón de Cristo'".

A continuación, presentamos una bella oración escrita por Santa Teresita del Niño Jesús en la que está plasmada la súplica de toda la Iglesia por buenos y santos sacerdotes (puedes hacerla de manera personal o comunitaria y ofrecerla por algún sacerdote en particular):


Oración por la Santificación de los Sacerdotes

Oh Jesús,

que has instituido el sacerdocio

para continuar en la tierra

la obra divina de salvar las almas,

protege a tus sacerdotes (especialmente a: …..)

en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN.

Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS,

que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO,

y conserva puros sus labios

teñidos con tu PRECIOSA SANGRE.


Haz que se preserven puros sus Corazones,

marcados con el sello sublime del SACERDOCIO,

y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.


Aumenta el número de tus apóstoles,

y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro.

Bendice sus trabajos y fatigas,

y que como fruto de su apostolado

obtenga la salvación de muchas almas

que sean su consuelo aquí en la tierra

y su corona eterna en el Cielo.

Amén.

LAS 12 PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


 

IMÁGENES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS... EN VOS CONFÍO

 










 

domingo, 2 de junio de 2024

¿POR QUÉ LA IGLESIA CATÓLICA CELEBRA EN JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS?


¿Por qué la Iglesia Católica celebra en junio al Sagrado Corazón de Jesús?


La Iglesia Católica dedica tradicionalmente el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús. | Crédito: Shutterstock.


En la Iglesia Católica el mes de junio está dedicado especialmente al Sagrado Corazón de Jesús, para recordar el amor fiel e incondicional de Cristo por la humanidad. Además, se trata de una devoción querida por nuestro Señor y que hunde sus raíces en los orígenes del cristianismo.

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde que los primeros cristianos meditaban sobre el costado y el corazón abierto del Señor. Por otro lado, el 16 de junio de 1675 Jesús le pidió a una santa que alentara la devoción a su Sagrado Corazón.

Ese día, el Hijo de Dios se le apareció en Francia a Santa Margarita María de Alacoque, religiosa francesa de la Orden de la Visitación de Santa María, y le mostró su Corazón.

Según señaló Santa Margarita, el Corazón de Jesús estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas y tenía una herida abierta de la que brotaba sangre; de su interior, además, salía una cruz.

“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio”, le dijo Jesús a la santa.

El Papa Benedicto XVI afirmó que “al ver el Corazón del Señor, debemos mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por parte de Dios”.

Asimismo, subrayó que “no puede considerarse culto pasajero o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del ‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios".

Es por eso que en este mes los católicos estamos llamados a demostrar con nuestras obras la devoción a su amoroso Corazón, como una forma de corresponder al gran amor de Jesús, que murió por nuestra salvación y se quedó en la Eucaristía para enseñarnos el camino a la vida eterna.   

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 2 DE JUNIO DE 2024 - SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y DE LA SANGRE DE JESÚS

 



Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo (B)

Domingo 2 de junio de 2024



1ª Lectura (Éx 24,3-8): En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: «Haremos todo lo que dice el Señor». Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: «Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos». Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo: «Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos».



Salmo responsorial: 115

R/. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.


Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas.


Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo.

2ª Lectura (Heb 9,11-15): Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

Versículo antes del Evangelio (Jn 6,51-52): Aleluya. Yo soy el Pan vivo que descendí del cielo, dice el Señor; si alguno comiere de este Pan, vivirá eternamente. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mc 14,12-16.22-26): El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?». Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle y allí donde entre, decid al dueño de la casa: ‘El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?’. Él os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros». Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.

Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, éste es mi cuerpo». Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba de nuevo en el Reino de Dios».



Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.

«Éste es mi cuerpo. Ésta es mi sangre»

Mons. José Ángel SAIZ Meneses, Arzobispo de Sevilla

(Sevilla, España)



Hoy, celebramos solemnemente la presencia eucarística de Cristo entre nosotros, el “don por excelencia”: «Éste es mi cuerpo (...). Ésta es mi sangre» (Mc 14,22.24). Dispongámonos a suscitar en nuestra alma el “asombro eucarístico” (San Juan Pablo II).

El pueblo judío en su cena pascual conmemoraba la historia de la salvación, las maravillas de Dios para con su pueblo, especialmente la liberación de la esclavitud de Egipto. En esta conmemoración, cada familia comía el cordero pascual. Jesucristo se convierte en el nuevo y definitivo cordero pascual sacrificado en la cruz y comido en Pan Eucarístico.

La Eucaristía es sacrificio: es el sacrificio del cuerpo inmolado de Cristo y de su sangre derramada por todos nosotros. En la Última Cena esto se anticipó. A lo largo de la historia se irá actualizando en cada Eucaristía. En Ella tenemos el alimento: es el nuevo alimento que da vida y fuerza al cristiano mientras camina hacia el Padre.

La Eucaristía es presencia de Cristo entre nosotros. Cristo resucitado y glorioso permanece entre nosotros de una manera misteriosa, pero real en la Eucaristía. Esta presencia implica una actitud de adoración por nuestra parte y una actitud de comunión personal con Él. La presencia eucarística nos garantiza que Él permanece entre nosotros y opera la obra de la salvación.

La Eucaristía es misterio de fe. Es el centro y la clave de la vida de la Iglesia. Es la fuente y raíz de la existencia cristiana. Sin vivencia eucarística la fe cristiana se reduciría a una filosofía.

Jesús nos da el mandamiento del amor de caridad en la institución de la Eucaristía. No se trata de la última recomendación del amigo que marcha lejos o del padre que ve cercana la muerte. Es la afirmación del dinamismo que Él pone en nosotros. Por el Bautismo comenzamos una vida nueva, que es alimentada por la Eucaristía. El dinamismo de esta vida lleva a amar a los otros, y es un dinamismo en crecimiento hasta dar la vida: en esto notarán que somos cristianos.

Cristo nos ama porque recibe la vida del Padre. Nosotros amaremos recibiendo del Padre la vida, especialmente a través del alimento eucarístico. 

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - DÍA 2 -




Nardo del 2 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Llama ardiente!



Meditación: El Corazón de mi Jesús tanto amó, que en llama de fuego se presentó para purificar, para salvar, para amar…¡Pero quién lo ha de mirar!. Si muchos lo llegamos hasta a despreciar, a no buscar, a ignorar, pues no queremos que nos venga a señalar las miserias y tibiezas que nuestro pobre corazón encierra. Seamos ardientes amantes de Cristo, consumidos por el Fuego de Su Amor, para poder así limpiar nuestro corazón y llegar a servir a nuestro Dulce Señor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos una buena confesión, ofreciéndosela al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Día 2.- FUENTE DE SALVACIÓN

En cada página del evangelio, el Corazón de Jesús habla de la fe. Por la fe Jesús cura las almas, sana los cuerpos y resucita a los muertos. Cada uno de los milagros es el fruto de la fe; cada palabra suya es una incitación a la fe

La fe es necesaria como el pan que comes, como el aire que respiras. Con la fe eres todo; sin la fe no eres nada. Con frecuencia nuestra fe es lánguida como una llama a punto de extinguirse. Cuando en los campos, en las casas, en las oficinas, en las tiendas, se mofan de tu fe ¿sientes el coraje de defenderla sin sonrojarte, sin respeto humano? Cuando las pasiones te asaltan ferozmente,  ¿Te acuerdas que con un acto de fe resultas invencible porque Dios combate por ti y contigo?

P. León Dehón  

ORACIÓN PARA PERDONAR Y SANAR EL ALMA

Oración para perdonar y sanar el alma


Padre, en el nombre de Jesús, reconozco que he pecado contra ti y me arrepiento. Confieso mis faltas y mis errores y te pido que me perdones y borres mis transgresiones con la sangre de Jesús.


En este momento es mi decisión el perdonar a cada persona que me ha ofendido, herido, criticado, me ha hecho mal, me ha robado y me ha violentado de diferentes maneras. Entiendo Padre que perdonarlos no significa que yo justifico el mal que me hicieron. Lo que sí significa es que por tu gracia Padre, puedo voluntariamente tomar la decisión de traer esas deudas de ellos conmigo y dejarlas a los pies de la cruz, en el nombre de Jesús. (En este momento, tome el tiempo necesario para mencionar cada persona por su nombre y decir que le perdona.) Desde este momento toma Padre esta carga de mí y libérame del peso emocional del rencor.


Te pido Padre que tengas misericordia de ellos y que si no te han conocido, que puedan tener un encuentro personal contigo. A aquéllos que te han conocido, permite que puedan venir al arrepentimiento para que ellos también reciban perdón de ti y puedan ellos también ser sanados. Padre, te pido en el nombre de Jesús que sanes las heridas que han sido causadas en mi alma y en mis emociones a consecuencia de esos pecados cometidos contra mí.


Oh, amado Jesús, cubre todas las heridas de mi alma con tu sangre preciosa, derramada en la cruz del Calvario. Permite que la luz de tu rostro brille sobre mi alma y tu luz preciosa y santa traiga a la superficie todo lo oculto en mis emociones y en mi mente causado por heridas del alma, de manera que pueda ser sanado. Borra toda consecuencia de esas heridas en mi carácter, en mis actitudes y en mi comportamiento con los demás y ayúdame. Sana mi alma y devuélveme la alegría, la tranquilidad y la visión clara para el futuro. En el nombre de Jesús, le ordeno al espíritu de trauma emocional que salga de mi alma ahora.


Te doy gracias Padre, porque ahora que he perdonado a los que me hirieron, sé que estás lavando y sanando toda herida emocional y a medida que sano, se va abriendo una nueva dimensión en mi relación contigo.


Gracias Padre, por contestar mis oraciones.

En el nombre de Jesús.

Amén. 

FELIZ DOMINGO!!! SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI

 







 
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