lunes, 1 de marzo de 2021

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 1 DE MARZO DEL 2021

 



 Lecturas de hoy Lunes de la 2ª semana de Cuaresma

Hoy, lunes, 1 de marzo de 2021



Primera lectura

Lectura de la profecía de Daniel (9,4b-10):

¡AY, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los que lo aman y cumplen sus mandamientos!

Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.

Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti.

Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti.

Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas.


Palabra de Dios




Salmo

Sal 78,8.9.11.13


R/. Señor, no nos trates

como merecen nuestros pecados


V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;

que tu compasión nos alcance pronto,

pues estamos agotados. R/.


V/. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,

por el honor de tu nombre;

líbranos y perdona nuestros pecados

a causa de tu nombre. R/.


V/. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:

con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. R/.


V/. Nosotros, pueblo, ovejas de tu rebaño,

te daremos gracias siempre,

cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,36-38):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».


Palabra del Señor




«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo»

Fr. Zacharias MATTAM SDB

(Bangalore, India)


Hoy, ¿cómo debe actuar un cristiano ante sus hermanos y hermanas? Pues mostrando hacia ellos la misma misericordia y amabilidad del Padre celestial: «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo» (Lc 6,36). Jesús dijo, «Yo no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo» (Jn 12,47). Jesucristo ni siquiera juzgó a sus propios verdugos. Al contrario, Él pensó bien de ellos excusándolos y rezando por ellos: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Como discípulos suyos, estamos invitados a ser como el Maestro.

Jesús dice en el Evangelio de Mateo: «No juzguéis para no ser juzgados. ¿Por qué te fijas en la mota del ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en el tuyo?» (Mt 7,1.3). La viga es el “no-amor”, el “orgullo” y el “resentimiento” en nuestro corazón. Estos vicios son como una viga que nos impide considerar la falta de nuestro hermano desde su propia perspectiva, lo cual es más serio que la misma falta (a fin de cuentas, ¡una mota!), y por tanto aquellas actitudes son lo que debiera ser removido en primer lugar. Sólo con el amor podemos realmente corregir al otro, teniendo en cuenta que «el amor todo lo excusa» (1Cor 13,7).

Cuando Cristo dice «no juzguéis» no está prohibiendo el ejercicio de nuestra capacidad de discernimiento, ni tampoco se dice que tengamos que aprobar todo lo que hace nuestro hermano. Lo que Él prohíbe es atribuir una intención mala a la persona que actúa de esa manera. Solamente Dios conoce qué hay en el corazón de la persona. «El hombre mira las apariencias pero el Señor mira el corazón» (1Sam 16,7). Por tanto, juzgar es una prerrogativa de Dios, prerrogativa que nosotros le usurpamos cuando juzgamos a nuestro hermano.

Lo importante en el Cristianismo es el amor: «Como yo os he amado, amaos también unos a otros» (Jn 13,34). Este amor es derramado en nuestros corazones a través del Espíritu Santo (cf. Rom 5,5). En la Eucaristía, Cristo nos entrega Su Corazón como un don y así nosotros podemos amar a cada uno con Su Corazón y ser misericordiosos tal como el Padre del Cielo es misericordioso.

SANTORAL DE HOY LUNES 1 DE MARZO DEL 2021

 

Inés Tsao Kouying, SantaInés Tsao Kouying, Santa
Catequista mártir, 1 de marzo
León Lucas, SantoLeón Lucas, Santo
Abad, 1 de marzo
Juana María Bonomo, BeatoJuana María Bonomo, Beato
Abadesa, 1 de marzo
Domnina, SantaDomnina, Santa
Virgen, 1 de marzo
Cristóbal de Milán, BeatoCristóbal de Milán, Beato
Presbíero Dominico, 1 de marzo
Félix III (II), SantoFélix III (II), Santo
XLVIII Papa, 1 de marzo
Albino de Angers, SantoAlbino de Angers, Santo
Obispo, 1 de marzo
Eudoxia, SantaEudoxia, Santa
Mártir, 1 de marzo
Rosendo (Rudesindo), SantoRosendo (Rudesindo), Santo
Obispo, 1 de marzo

CONOCE LA INTENCIÓN DE ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA MARZO DEL 2021

 


Conoce la intención de oración del Papa Francisco para marzo del 2021

Redacción ACI Prensa

 Foto: Lucia Ballester / ACI Prensa



Durante este tiempo de Cuaresma, el Papa Francisco dirige para marzo de 2021 su intención de oración universal para pedir por la vivencia del “sacramento de la reconciliación”.

El Santo Padre pide a todos los fieles que recen “para que vivamos el sacramento de la reconciliación con renovada profundidad, para saborear la infinita misericordia de Dios”.

Anteriormente, en su mensaje para la Cuaresma de 2021, el Pontífice animó a tener esperanza en la reconciliación con Dios porque “al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón”.

“El perdón de Dios, también mediante nuestras palabras y gestos, permite vivir una Pascua de fraternidad”, indicó

Asimismo, durante la Misa del 9 de marzo de 2020 en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que “cuando yo reconozco que he pecado, que no he obrado bien, y eso lo siento en el corazón, surge ese sentimiento de vergüenza: ‘Me avergüenzo de haber hecho esto. Pido perdón con vergüenza’”.

El Pontífice pidió “la gracia de la vergüenza, de avergonzarnos de nuestros pecados. Que el Señor nos conceda esta gracia a todos nosotros”.


Sobre las intenciones de oración

En una entrevista al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR), de febrero de 2019, el director de la Red del Apostolado de la Oración del Papa, P. Frédéric Fornos, explicó que en las intenciones de oración del Pontífice “encontramos un eco en los desafíos para el mundo”.

El P. Fornos indicó que el Papa Francisco exhorta a rezar por quienes “se dejan llevar por caminos de muerte, a causa de diversas dependencias: abuso de drogas o de alcohol, uso nocivo de las nuevas tecnologías o pornografía online, con todas sus consecuencias”.

MEDITACIÓN DE CUARESMA - DÍA 13 DE MARZO

 



MEDITACIÓN DE CUARESMA

 Día 13º. Lunes 1 de Marzo.


Amar al enemigo. Perdonar todo y siempre. El 13 de mayo de 1981, fiesta de la Virgen de Fátima, miles de personas acuden a la plaza de San Pedro para ver a Juan Pablo II. Una niña rubia con un globo azul levanta sus manitas al Papa, que la toma en sus brazos y la levanta en alto sonriente. "Nada hacía presentir -comenta el secretario del Papa, don Estanislao- lo que iba a suceder. Cuando el Santo Padre daba la segunda vuelta a la plaza, el turco Alí Agca disparó contra él (...) Yo estaba sentado como de costumbre detrás de¡ Santo Padre, y la bala, a pesar de su fuerza, cayó entre nosotros en el automóvil, a mis pies. La otra rozó el codo derecho, quemó la piel y fue a herir a otras personas".

"¿Qué pensé? Nadie creía que una cosa así fuera posible (...) Vi que el Santo Padre había sido alcanzado. Entonces le pregunté:

¿Dónde está herido?" Me respondió: "En el vientre". Todavía le pregunté: "¿Es doloroso?". Y me respondió: "Sí"."

"El Santo Padre no nos miraba. Con los ojos cerrados, sufría mucho y repetía breves plegarias exclamatorias. Si no recuerdo mal, eran sobre todo: "¡María, Madre mía! ¡María, Madre mía!"

"Cuando llegamos al hospital todo era confusión. Una cosa era prepararse para recibir a un Papa, y otra verle llegar exangüe e inconsciente La operación duró cinco horas y veinte minutos, el pulso era casi imperceptible. Todos temíamos lo peor. Le administré el sacramento de la Unción, justo antes de la intervención. El Santo Padre estaba inconsciente."

"La esperanza renació durante la operación gradualmente. Al principio parecía que la muerte era inevitable: el Santo Padre había perdido las tres cuartas partes de su sangre".

"Es extraordinario que la bala no destruyese en su trayectoria ningún órgano esencial. Una bala de nueve milímetros es un proyectil de una brutalidad inaudita. Para no causar daños irreparables en una parte tan compleja del cuerpo, tuvo que seguir una trayectoria improbable. Pasó a unos milímetros de la aorta. Si la hubiera alcanzado, habría sido la muerte instantánea. No tocó la espina dorsal ni ningún punto vital. Digamos, entre nosotros, milagrosamente. "

El Papa estuvo en serio peligro de muerte hasta el 15 de julio. Pero en cuanto pudo, Juan Pablo II se desplazó hasta la cárcel donde estaba prisionero Alí Agca, quien le disparó. Habló con él, a solas, durante mucho tiempo. Le perdonó. Le ayudó.

Señor, qué ejemplo para mí. Como Tú, que perdonaste desde la Cruz a los que crucificaban: "Perdónales, Padre". iQue perdone siempre! ¡Ayúdame! Como cristiano no puedo guardar rencor nunca, me hagan lo que me hagan.

Continúa hablándole a Dios con tus palabras.


Texto del P. José Pedro Manglano Castellary

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