sábado, 3 de junio de 2017

SAN CARLOS LWANGA Y COMPAÑEROS, 3 DE JUNIO


Hoy 3 de junio se conmemora a Carlos Lwanga y compañeros mártires de Uganda



 (ACI).- Carlos Lwanga, José Mkasa, junto a 20 compañeros, fueron martirizados entre los años 1885 y 1887 en Uganda por haber conformado la sociedad de los Misioneros de África, conocida como los Padres Blancos, que se encargó de la evangelización de ese continente durante el siglo XIX.

El 3 de junio de 1886 doce de ellos fueron quemados vivos junto a otros 20 anglicanos porque se negaron a renunciar a su fe. Los otros 10 mártires fueron descuartizados.


Ya en los principios del apostolado, los Padres Blancos se encargaron de la región de Uganda como parte del Vicariato del Nilo superior (1878). Consiguieron entrar en la región y obtener muchos neófitos.


El mismo rey, llamado Mtesa, al principio favoreció a los misioneros, pero después, por temor a que la nueva religión fuera obstáculo para el comercio de esclavos que él mantenía, los obligó a alejarse.

Tiempo después fue sucedido en el trono por su hijo Muanga, quien fue amigo de los cristianos. Sin embargo, aquel panorama se complicaría de nuevo.

El líder de la comunidad católica, que para entonces tenía unos 200 miembros, era un joven de 25 años llamado José Mkasa (Mukasa) que trabajaba como mayordomo de la corte de Muanga. El rey lo mandó a mandó a matar por confrontar una decisión suya.

José les dijo a sus verdugos: "un Cristiano que entrega su vida por Dios no tiene miedo de morir". Lo quemaron el 15 de noviembre de 1885.

Los cristianos lejos de atemorizarse, continuaron con sus actividades. Por su parte Carlos Lwanga, favorito del rey, reemplazó a José como jefe de la comunidad cristiana y sus oraciones lograron que Muanga desistiera de las persecuciones por 6 meses.

En mayo del año siguiente la violencia se desencadenó. Los cristianos fueron capturados y llamados ante el rey. Este les preguntó si tenían la intención de seguir siendo cristianos, "¡Hasta la muerte!", respondieron ellos. El rey ordenó ejecutarlos en un lugar llamado Namugongo, a 60 kms de distancia.

Carlos Lwanga, Andrés Kagwa, y otros 20 jóvenes fueron beatificados el 6 de junio de 1920 por el Papa Benito XV. Posteriormente fueron canonizados por Pablo VI el 18 de octubre de 1964.

LOS SANTOS DE HOY SÁBADO 3 DE JUNIO DEL 2017

Kizito, SantoKizito, Santo
Niño Mártir, 3 de junio
Juan XXIII, SantoJuan XXIII, Santo
CCLXI Papa, 3 de junio
Morando, SantoMorando, Santo
Monje y Presbítero, 3 de junio
Diego Oddi, BeatoDiego Oddi, Beato
Laico Franciscano, Junio 3
Andrés Caccioli, BeatoAndrés Caccioli, Beato
Franciscano, Junio 3
Juan Grande Román, SantoJuan Grande Román, Santo
Religioso, 3 de junio
Clotilde, SantaClotilde, Santa
Reina de Francia, Junio 3
Carlos Lwanga y 12 compañeros, SantosCarlos Lwanga y 12 compañeros, Santos
Memoria Litúrgica, 3 de junio
Isaac de Córdova, SantoIsaac de Córdova, Santo
Monje y Mártir, 3 de junio

CONOCE AL ESPÍRITU SANTO


5 cosas que todo católico debe saber sobre el Espíritu Santo




(ACI).- Pentecostés es el día en que los cristianos recuerdan cuando Jesús, después de su Ascensión al cielo, envió al Espíritu Santo a sus discípulos. Posteriormente los apóstoles salieron a las calles de Jerusalén y comenzaron a predicar el Evangelio, y "los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas." (Hechos 2:41)

En la siguiente nota se presentan algunos puntos para entender quién es el Espíritu Santo.


1) El Espíritu Santo es una persona

El Espíritu Santo no es una "cosa" o un "qué", el Espíritu Santo es un "Él" y un "quién". Él es la tercera persona de la Santísima Trinidad, aunque pueda parecer más misterioso que el Padre y el Hijo, es tan persona como ellos.


2) Es completamente Dios

Que el Espíritu Santo sea la "tercera persona de la Trinidad" no significa que sea inferior que el Padre o el Hijo. Las tres personas, incluyendo el Espíritu Santo, son totalmente Dios y “tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad”, como dice el Credo de Atanasio.

3) Siempre ha existido, incluso en los tiempos del Antiguo Testamento

Aunque aprendemos la mayoría de cosas sobre Dios-Espíritu Santo (así como de Dios-Hijo) en el Nuevo Testamento, Éste siempre ha existido. Dios existe eternamente en tres personas. Así que, cuando lea acerca de Dios en el Antiguo Testamento, recuerde que se trata de las tres personas de la Trinidad, entre ellos el Espíritu Santo.

4) En el Bautismo y la Confirmación se recibe el Espíritu Santo

El Espíritu Santo puede estar activo en el mundo de formas misteriosas y que no siempre se comprenden. Sin embargo, una persona recibe el Espíritu Santo de una manera especial por primera vez en el Bautismo (Hechos 2:38), y luego es fortalecido en sus dones en la Confirmación.


5) Los cristianos son templos del Espíritu Santo

Los cristianos tienen al Espíritu Santo que habita en ellos de una manera especial, y por lo tanto, existen graves consecuencias morales, como explica San Pablo:

“Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Cualquier otro pecado que alguien cometa queda fuera de su cuerpo, pero el que tiene esas relaciones sexuales peca contra su propio cuerpo ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos. Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios”. (1 Cor 6:18-20)



Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en ChurchPop.

FELIZ FIN DE SEMANA




viernes, 2 de junio de 2017

ORACIÓN A SAN FÉLIX DE NICOSIA


Oración a San Félix de Nicosia


O San Félix, hijo de Sicilia, testimonio del amor de Cristo, amante de la Bienaventurada Virgen María, un hermano entre hermanos como San Francisco de Asís, custodio y protector de todos los buscadores de Dios Él todavía lleva hoy en día, en el bolso, la paz y la prosperidad, amor y esperanza de Dios.

San Félix, un hombre de silencio y de la escucha, intercede ante el Padre, para regenerarnos, el Hijo para salvarnos, ante el Espíritu para santificarnos y conseguirnos... (Pide una gracia)

Para que contigo podamos alabar al Señor para siempre. Amen.

SAN FELIX DE NICOSIA, EL HUMILDE, 2 DE JUNIO


Hoy 2 de junio es la fiesta de San Felix de Nicosia, el humilde



 (ACI).- San Feliz fue un humilde fraile de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos que practicó enormes austeridades y manifestó su amor a Dios a través de la caridad y la obediencia.

Durante gran parte de su vida de sacerdote ejerció el oficio de limosnero. Cada día recorría las calles del pueblo llamando a las puertas de los ricos, invitándolos a compartir sus bienes, y a las de los pobres, para ofrecerles ayuda en sus necesidades.

Siempre daba las gracias, cuando le hacían donativos y también cuando lo rechazaban de mala forma, diciendo: “Sea por amor de Dios".

Aunque era analfabeto, conocía bien las Sagradas Escrituras y la doctrina cristiana, pues se esforzaba por retener en la memoria los pasajes bíblicos y los textos de libros que se leían en el convento durante la comida; también retenía lo que escuchaba durante las predicaciones en las iglesias de Nicosia.

San Félix nació en la ciudad siciliana de Nicosia (Italia) en el año 1715 con el nombre de Filippo Giácomo, en el seno de una familia humilde y religiosa.

A los 20 años, pidió su admisión en el convento de los capuchinos para que fuera aceptado como lego, ya que, por ser analfabeto no podía ser clérigo. Fue rechazado durante 8 años hasta que finalmente admitido.

Hizo su profesión el 10 de octubre de 1774 y lo mandaron al convento de Nicosia.

Era muy devoto de la Eucaristía (se pasaba horas ante el sagrario), la Virgen de los Dolores (llevó en su pecho durante treinta años una estampa de la Virgen) y la Pasión de Cristo (pasaba mucho tiempo con los brazos en cruz meditando el crucifijo).

Murió el 31 de mayo de 1787 en el convento de Nicosia, a la edad de 78 años. Fue Beatificado el 12 de Febrero de 1888 por el Papa León XIII y Canonizado el 23 de Octubre del 2005 por el Papa Benedicto XVI.

LOS SANTOS DE HOY VIERNES 2 DE JUNIO 2017

Erasmo de Formia, SantoErasmo de Formia, Santo
Obispo y Mártir, Junio 2
Sadoc, BeatoSadoc, Beato
Mártir, Junio 2
Nicolás el Peregrino, SantoNicolás el Peregrino, Santo
Patrono de Trani, Junio 2
Eugenio I, SantoEugenio I, Santo
LXXV Papa, Junio 2
Marcelino y Pedro, SantosMarcelino y Pedro, Santos
Memoria Litúrgica, 2 de junio
Nicéforo, SantoNicéforo, Santo
Patriarca de Constantinopla, 2 de junio

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 2 DE JUNIO 2017


La mirada de Jesús
San Juan 21, 15-19. VII Viernes de Pascua


Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Orar es encontrarse contigo, es estar a tu lado y acompañarte. Orar es hablarte y escucharte; es estar disponible y dejarse tocar por Ti. Esto es lo que quiero hacer en este rato de oración. Gracias, Señor, por darme esta oportunidad de orar. Enséñame a orar como enseñaste a tus discípulos. Aumenta en mí las virtudes teologales y jamás permitas que nada ni nadie me separe de Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
"Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En el pasaje de hoy me puedo sentir identificado con Pedro. Es a mí a quien me preguntas si te amo; y tal vez mi respuesta es la misma que la de Pedro: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero". Pero la pregunta para Ti sería: ¿Por qué me preguntas esto, Jesús? ¿Por qué me pides que te ame?
Es de verdad algo maravilloso ver cómo te muestras necesitado de mi amor. Siendo Dios, siendo el Amor mismo, quieres mi amor. Y es que nosotros, los seres humanos, sabemos bien lo doloroso que es cuando se ama a alguien y éste no corresponde al amor dado. Me has amado tanto, Jesús, que lo único que quieres es que te ame.
Pero el amor no se impone. No se puede obligar a amar, y por ello, en el pasaje se leen preguntas. Las preguntas que son invitaciones, que son posibilidades, que son opciones. No hablas a Pedro dando órdenes para que te ame, tan sólo preguntas. Este pasaje es la invitación a escribir juntos una historia de amor que no termine jamás. La historia de un amor que no se acaba, que no falla, que es fiel, que es generoso y alegre.
Pedro se entristece de que le preguntes con insistencia. Quizá el apóstol cree que dudas de su amor. Pero no es así. La insistencia en tus preguntas se puede ver desde otra perspectiva; no desde la duda, sino desde aquélla de la locura del amor.
Cuando se ama a alguien, se busca por todos los medios posibles, que el otro lo sepa y corresponda. Es lo que haces con Pedro. Preguntas una, dos y tres veces, como queriendo decirle: "Pedro, no te fijas que te amo tanto, que he hecho tanto para merecer tu amor, y que sólo quiero que me ames. Te he venido persiguiendo tres años, mendigando tu amor, demostrándote con obras concretas lo mucho que te quiero. Y tal vez no te has dado cuenta de ello. No me he cansado de decirte, mostrarte, enseñarte el amor que te tengo. Mira que estoy loco de amor por ti. Lo único que te pido es que me ames. Quizás no del mismo modo a cómo Yo te amo, sino al modo a cómo tú me puedes amar. No te pido un amor como el mío, te pido me ames con el amor que me puedes dar, el que nace en tu interior, porque de ese amor es del que estoy sediento, del que estoy enamorado."
"El Señor nos pide el desapego de estas falsas riquezas para entrar en la vida verdadera, la vida plena, auténtica y luminosa. Y yo les pregunto a ustedes, jóvenes, chicos y chicas, que están en la plaza: ¿han percibido la mirada de Jesús sobre ustedes? ¿Qué le quieren responder? ¿Prefieren dejar esta plaza con la alegría que nos da Jesús o con la tristeza en el corazón que la mundanidad nos ofrece?"
(Homilía de S.S. Francisco, 11 de octubre de 2015).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré con alegría mis deberes cotidianos sabiendo que Jesús me ama y buscando, con ellos, corresponder a su amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Orar es encontrarse contigo, es estar a tu lado y acompañarte. Orar es hablarte y escucharte; es estar disponible y dejarse tocar por Ti. Esto es lo que quiero hacer en este rato de oración. Gracias, Señor, por darme esta oportunidad de orar. Enséñame a orar como enseñaste a tus discípulos. Aumenta en mí las virtudes teologales y jamás permitas que nada ni nadie me separe de Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
"Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". 
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En el pasaje de hoy me puedo sentir identificado con Pedro. Es a mí a quien me preguntas si te amo; y tal vez mi respuesta es la misma que la de Pedro: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero". Pero la pregunta para Ti sería: ¿Por qué me preguntas esto, Jesús? ¿Por qué me pides que te ame?
Es de verdad algo maravilloso ver cómo te muestras necesitado de mi amor. Siendo Dios, siendo el Amor mismo, quieres mi amor. Y es que nosotros, los seres humanos, sabemos bien lo doloroso que es cuando se ama a alguien y éste no corresponde al amor dado. Me has amado tanto, Jesús, que lo único que quieres es que te ame.
Pero el amor no se impone. No se puede obligar a amar, y por ello, en el pasaje se leen preguntas. Las preguntas que son invitaciones, que son posibilidades, que son opciones. No hablas a Pedro dando órdenes para que te ame, tan sólo preguntas. Este pasaje es la invitación a escribir juntos una historia de amor que no termine jamás. La historia de un amor que no se acaba, que no falla, que es fiel, que es generoso y alegre.
Pedro se entristece de que le preguntes con insistencia. Quizá el apóstol cree que dudas de su amor. Pero no es así. La insistencia en tus preguntas se puede ver desde otra perspectiva; no desde la duda, sino desde aquélla de la locura del amor.
Cuando se ama a alguien, se busca por todos los medios posibles, que el otro lo sepa y corresponda. Es lo que haces con Pedro. Preguntas una, dos y tres veces, como queriendo decirle: "Pedro, no te fijas que te amo tanto, que he hecho tanto para merecer tu amor, y que sólo quiero que me ames. Te he venido persiguiendo tres años, mendigando tu amor, demostrándote con obras concretas lo mucho que te quiero. Y tal vez no te has dado cuenta de ello. No me he cansado de decirte, mostrarte, enseñarte el amor que te tengo. Mira que estoy loco de amor por ti. Lo único que te pido es que me ames. Quizás no del mismo modo a cómo Yo te amo, sino al modo a cómo tú me puedes amar. No te pido un amor como el mío, te pido me ames con el amor que me puedes dar, el que nace en tu interior, porque de ese amor es del que estoy sediento, del que estoy enamorado."
"El Señor nos pide el desapego de estas falsas riquezas para entrar en la vida verdadera, la vida plena, auténtica y luminosa. Y yo les pregunto a ustedes, jóvenes, chicos y chicas, que están en la plaza: ¿han percibido la mirada de Jesús sobre ustedes? ¿Qué le quieren responder? ¿Prefieren dejar esta plaza con la alegría que nos da Jesús o con la tristeza en el corazón que la mundanidad nos ofrece?"
(Homilía de S.S. Francisco,  11 de octubre de 2015).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré con alegría mis deberes cotidianos sabiendo que Jesús me ama y buscando, con ellos, corresponder a su amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Orar es encontrarse contigo, es estar a tu lado y acompañarte. Orar es hablarte y escucharte; es estar disponible y dejarse tocar por Ti. Esto es lo que quiero hacer en este rato de oración. Gracias, Señor, por darme esta oportunidad de orar. Enséñame a orar como enseñaste a tus discípulos. Aumenta en mí las virtudes teologales y jamás permitas que nada ni nadie me separe de Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
"Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En el pasaje de hoy me puedo sentir identificado con Pedro. Es a mí a quien me preguntas si te amo; y tal vez mi respuesta es la misma que la de Pedro: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero". Pero la pregunta para Ti sería: ¿Por qué me preguntas esto, Jesús? ¿Por qué me pides que te ame?
Es de verdad algo maravilloso ver cómo te muestras necesitado de mi amor. Siendo Dios, siendo el Amor mismo, quieres mi amor. Y es que nosotros, los seres humanos, sabemos bien lo doloroso que es cuando se ama a alguien y éste no corresponde al amor dado. Me has amado tanto, Jesús, que lo único que quieres es que te ame.
Pero el amor no se impone. No se puede obligar a amar, y por ello, en el pasaje se leen preguntas. Las preguntas que son invitaciones, que son posibilidades, que son opciones. No hablas a Pedro dando órdenes para que te ame, tan sólo preguntas. Este pasaje es la invitación a escribir juntos una historia de amor que no termine jamás. La historia de un amor que no se acaba, que no falla, que es fiel, que es generoso y alegre.
Pedro se entristece de que le preguntes con insistencia. Quizá el apóstol cree que dudas de su amor. Pero no es así. La insistencia en tus preguntas se puede ver desde otra perspectiva; no desde la duda, sino desde aquélla de la locura del amor.
Cuando se ama a alguien, se busca por todos los medios posibles, que el otro lo sepa y corresponda. Es lo que haces con Pedro. Preguntas una, dos y tres veces, como queriendo decirle: "Pedro, no te fijas que te amo tanto, que he hecho tanto para merecer tu amor, y que sólo quiero que me ames. Te he venido persiguiendo tres años, mendigando tu amor, demostrándote con obras concretas lo mucho que te quiero. Y tal vez no te has dado cuenta de ello. No me he cansado de decirte, mostrarte, enseñarte el amor que te tengo. Mira que estoy loco de amor por ti. Lo único que te pido es que me ames. Quizás no del mismo modo a cómo Yo te amo, sino al modo a cómo tú me puedes amar. No te pido un amor como el mío, te pido me ames con el amor que me puedes dar, el que nace en tu interior, porque de ese amor es del que estoy sediento, del que estoy enamorado."
"El Señor nos pide el desapego de estas falsas riquezas para entrar en la vida verdadera, la vida plena, auténtica y luminosa. Y yo les pregunto a ustedes, jóvenes, chicos y chicas, que están en la plaza: ¿han percibido la mirada de Jesús sobre ustedes? ¿Qué le quieren responder? ¿Prefieren dejar esta plaza con la alegría que nos da Jesús o con la tristeza en el corazón que la mundanidad nos ofrece?"
(Homilía de S.S. Francisco, 11 de octubre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré con alegría mis deberes cotidianos sabiendo que Jesús me ama y buscando, con ellos, corresponder a su amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


BUENAS TARDES!!!




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