sábado, 26 de noviembre de 2016

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 26 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Contemplar el amor inmenso que Dios me tiene
Lucas 21, 34-36, Sábado XXXIV. Tiempo ordinario. Ciclo C. Estar en pie delante de Dios


Por: H. Balam Loza,LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, enséñame a orar. No sé orar. Así como cuando Tú invitaste a tus discípulos a orar contigo así me encuentro yo. Dame más fe, para darme cuenta quién está delante de mí: Dios mismo. A veces al ver la Eucaristía me acostumbro y sin embargo eres Tú quien está aquí. Aumenta mi amor para que no tenga que decir muchas palabras sino que puede estar aquí como un amigo hablando de corazón a corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerán de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra".
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre". 
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
«Llevamos un tesoro en vasos de barro». No hace falta reflexionar mucho para darnos cuenta de lo débiles que somos. Apenas uno sale de misa y ya está pensando mal o peleándose con alguno o simplemente criticando con buenas formas la homilía «aburrida» del padre. Y sí, es normal pues somos débiles. El mismo san Pedro, apenas había dicho a Jesús que no lo negaría nunca y pocas horas más tarde ya estaba negándolo. Sí, era un hombre tan normal como cualquiera.
Sin embargo vio a Jesús. Y esa mirada le cambio la vida. Encontró la misericordia de Dios y eso le dio la fortaleza para vigilar continuamente. Su oración ya no era de palabras hermosas sino una verdadera amistad con Cristo, una profunda relación con Él. Tal vez no le prometía grandes cosas, pero puso en las manos de Jesús, ese pobre amor. Sabía que no le podía dar mucho, pero le dio todo lo que tenía.
Y la oración no es decir mucho, no es pensar mucho, no es ofrecer mucho. Es simple y sencillamente ver esa mirada de Jesús, contemplar el amor inmenso que Dios me tiene y poner en sus manos ese pobre amor mío. Pero si bien es pobre, es el amor que Jesús nos pide. El amor que yo le puedo dar. Y eso es la oración, ponernos en manos de Dios tal cual somos.
Tal vez, apenas salgamos tropezaremos, pero si reconocemos nuestros límites le permitimos a Dios que entre. Cuando reconocemos que no podemos es cuando el Señor nos fortalece.
«El núcleo central en torno al cual gira el discurso de Jesús es Él mismo, el misterio de su persona y de su muerte y resurrección, y su regreso al final de los tiempos. Nuestra meta final es el encuentro con el Señor resucitado. Yo os quisiera preguntar: ¿cuántos de vosotros pensáis en esto? Habrá un día en que yo me encontraré cara a cara con el Señor. Y ésta es nuestra meta: este encuentro. Nosotros no esperamos un tiempo o un lugar, vamos al encuentro de una persona: Jesús. Por lo tanto, el problema no es «cuándo» sucederán las señales premonitorias de los últimos tiempos, sino el estar preparados para el encuentro. Y no se trata ni si quiera de saber «cómo» sucederán estas cosas, sino «cómo» debemos comportarnos, hoy, mientras las esperamos. Estamos llamados a vivir el presente, construyendo nuestro futuro con serenidad y confianza en Dios.»
 (Homilía de S.S. Francisco, 15 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Jesús, voy a dedicar un momento, delante de algún sagrario, para hacer un rato de oración. Aprovecharé para leer con calma el salmo 103.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén

viernes, 25 de noviembre de 2016

SANTORAL DE HOY VIERNES 25 DE NOVIEMBRE DEL 2016

Isabel Achler, Beata
Reclusa Franciscana, 25 de noviembre
Santiago Meseguer Burillo, BeatoSantiago Meseguer Burillo, Beato
Mártir Dominico, Noviembre 25
Jacinto Serrano López, BeatoJacinto Serrano López, Beato
Mártir Dominico, Noviembre 25
Beatriz de Ornacieux, BeataBeatriz de Ornacieux, Beata
Monja Cartuja, Noviembre 25
Garcia, SantoGarcia, Santo
Abad, Noviembre 25
Luis Beltrame Quattrocchi y María Corsini, BeatosLuis Beltrame Quattrocchi y María Corsini, Beatos
Memoria conjunta, 25 de noviembre
Catalina de Alejandría, SantaCatalina de Alejandría, Santa
Memoria Litúrgica, 25 de noviembre

SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, PATRONA DE LAS SOLTERAS Y ESTUDIANTES, 25 DE NOVIEMBRE


Hoy 25 de noviembre se celebra a Santa Catalina de Alejandría, patrona de las solteras y estudiantes


 (ACI).- "¡Señor Jesús, te suplico me escuches, a mí y a cuantos a la hora de su muerte, recordando mi martirio, invoquen tu nombre!", dijo Santa Catalina de Alejandría antes de morir y después de convertir a muchos eruditos romanos, según señala la tradición. Esta valiente mujer es patrona de las solteras, estudiantes y su fiesta se recuerda este 25 de noviembre.

Según la Parroquia Santa Catalina de Alejandría de Madrid, España, la Santa fue hija del Rey Costo y desde muy pequeña estudió las artes liberales. Más adelante quedó huérfana y el César Maximino por el 310 ordenó que se ofrecieran sacrificios a los dioses, castigando duramente a los que se rehúsaban.

Santa Catalina se presentó ante Maximino y debatió con él sobre el creador del mundo y las leyes que lo rigen. El César, impresionado por su belleza y sabiduría, mandó a llamar secretamente a los más sabios del imperio.


Catalina se aferró a la oración y los eruditos no sólo quedaron atónitos con los argumentos irrebatibles de la joven, sino que incluso se convirtieron al cristianismo.

El tirano entró en cólera y los condenó a la hoguera. Luego Maximino le propuso a Catalina ser su primera dama, pero ella lo rechazó. Por lo que fue azotada y encerrada en un calabozo sin comer.

La emperatriz y el general Porfirio quedaron sorprendidos al ver la prisión iluminada por los ángeles que le curaban las heridas a Santa Catalina, quien les habló de la doctrina cristiana y los convirtió, junto a muchos soldados.

El César esta vez le propuso ser reina, pero la Santa eligió seguir consagrada a Cristo y rechazó ofrecer sacrificios a dioses paganos. Entonces los prefectos del emperador idearon unas ruedas con clavos y cuchillas para matarla, pero la Catalina oró y la máquina saltó en mil pedazos. Algunas historias señalan que se destruyó por un rayo.

La emperatriz recriminó al emperador por su crueldad, quien molesto ordenó que le arrancaran de cuajo los pechos y le cortaran la cabeza. El general Porfirio enterró el cuerpo y fue ante Maximino para decírselo. Allí reconoció que él también era cristiano, así como la mayoría de los presentes. El tirano, ciego de ira, mandó a degollar a todos.


El César intentó otra vez seducir a Catalina y le ofreció compartir el trono, pero fue nuevamente rechazado. De esta manera, Catalina fue condenada a muerte. Una espada cercenó su cabeza y los ángeles trasladaron su cuerpo al Monte Sinaí.

En ese lugar, donde Moisés habló con Dios en la zarza ardiente, en el siglo IV, la emperatriz Helena mandó construir una capilla. Dos siglos más tarde, el Emperador Justiniano erigió el Monasterio de Santa Catalina, considerado el monasterio cristiano más antiguo del mundo.

En la biblioteca se custodia un escrito de Mahoma que ofrece protección al recinto ya que él fue acogido en el Monasterio para que escapara de sus enemigos. En el 2000, San Juan Pablo II inició allí su peregrinaje jubilar por Tierra Santa.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 25 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Vivir el hoy en la clave de espera
Lucas 21, 29-33. Viernes XXXIV. Tiempo ordinario. Ciclo C. Mis palabras no pasarán.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, te agradezco por un nuevo día en el que me das la gracia de ser testigo de tu amor. Hoy, como ayer, me doy cuenta que sigo siendo débil y mis deseos de ser mejor para Ti no corresponden muchas veces a la realidad, sin embargo no me dejes olvidar que mi debilidad y mi flaqueza son siempre objeto de tu misericordia y de tu infinito amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
En nuestra vida siempre hay días, llamadas, momentos… que son muy importantes, y casi siempre van acompañados de una previa preparación. Qué me pondré… qué llevaré… cómo lo diré; qué haré… son palabras que salen casi espontáneamente de nuestra boca o que vienen repentinamente a nuestra mente.
Señor, hoy me dices que tu Reino está cerca pero… no lo veo, no lo escucho, no sé dónde buscar. No sé cómo preparar mi corazón  para ese momento que sé es infinitamente más importante que cualquier otro día, llamada o compromiso.
Busco los frutos en los árboles, en mi día a día y muchas veces no encuentro nada, Señor. Muchas veces me encuentro con árboles pero… están sin fruto; me encuentro con otoños que parecen no acabar… no sé cómo… qué puedo esperar.
Sin embargo, escucho muy dentro de mí que me dices: vuelva a mirar otra vez… que tu Reino aquí está, que los otoños pasan y si se ven más de cerca los arboles sin hojas… también tienen su belleza. Me dices que la preparación está en mí día a día. Que todos los días vienes a visitarme en cada Eucaristía y la mejor forma de prepararme es… el amor. En recibirlo y en darlo.
Me haces ver la vida con sus encantos y trabajos; con sus otoños y veranos, como una espera en la que la mejor forma de preparación es el amor.
Dame la gracia, Señor, de vivir el hoy en esa clave de espera; amando cada momento, cada acontecimiento, sea malo o bueno, pues eso pasará, pero tu amor siempre permanecerá.
«También en nuestros días no faltan las calamidades naturales y morales, y tampoco la adversidad y las desgracias de todo tipo. Todo pasa —nos recuerda el Señor—; sólo Él, su Palabra permanece como luz que guía, anima nuestros pasos y nos perdona siempre, porque está al lado nuestro. Sólo es necesario mirarlo y nos cambia el corazón. Que la Virgen María nos ayude a confiar en Jesús, el sólido fundamento de nuestra vida, y a perseverar con alegría en su amor.»
(Homilía de S.S. Francisco, 15 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Vivir mi día en clave de amor, es decir, tratando de hacer un acto de caridad hacia los demás para que mi corazón esté más dispuesto a recibirlo en la Eucaristía.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

SAN COLUMBANO, ABAD, 23 DE NOVIEMBRE

Columbano, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de noviembre


Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net 



Abad

Martirologio Romano: San Columbano, abad, irlandés de nacimiento, que por Cristo se hizo peregrino para evangelizar a las gentes de las Galias. Fundó, entre otros muchos, el monasterio de Luxeuil, que él mismo rigió con estricta observancia, y obligado después a exiliarse, atravesó los Alpes y construyó el cenobio de Bobbio, en la Liguria, famoso por su disciplina y estudios, en el cual se durmió en paz, lleno de méritos para con la Iglesia. Su cuerpo recibió sepultura en este día († 615).
Etimológicamente Columbano = “paloma”. Viene de la lengua latina.
Breve Biografía

Nació en Irlanda en el 543. Desde pequeño mostró una clara inclinación para la vida consagrada.

Al salir de Irlanda en compañía del monje y San Galo, recorrió Europa Occidental. Unas veces era rechazado, otras acogido, pero de lo que no cabe duda es que fue el fundador de monasterios y abadías desde las cuales salía un resplandor cultural y religioso dignos de toda loa.

Fueron el foco para culturización y cristianización de la época merovingia. Su estilo de vida fue austero y así se lo exigía a los monjes, pues gracias a ella, encontraron un camino para la santidad al menos trece santos que no es el caso de enumerar.

El monasterio más célebre fue el de Luxeuil, al que confluyeron monjes francos, galos y burgondes. Fue durante dos siglos el centro de vida monástica más importante en todo el Occidente.

En el año 610 tuvo que salir pitando de Francia porque la cruel reina Brunehaut lo perseguía, porque le había echado en cara todos sus vicios y sus crímenes.

Pensaba volver a Irlanda pero se quedó en Nantes. También que tuvo que huir por los Alpes hasta que encontró acogida y refugio en Bobio, al norte de Italia, en la región de la Emilia Romagna, provincia de Piacenza.

Aquí fundó su último monasterio y en él murió en el año 615. La regla monástica original que dio a sus monasterios tuvo una influencia por toda Europa durante más de dos siglos.

Muchos pueblos, regiones y lugares están bajo su patrocinio.

También tuvo dificultades con los obispos franceses. Estos mandan en su diócesis pero no en los monasterios que desde siempre han estado exentos, es decir, no dependen del obispo.

Hubo alguien que lo trató bien. Fue el rey Aguilulfo. Menos mal que los cuatro últimos años de su vida pudo vivir tranquilo.

¡Felicidades a los que lleven este nombre!

BEATO P. MIGUEL PRO, MÁRTIR DE LA GUERRA CRISTERA EN MÉXICO


Hoy 23 de noviembre se recuerda al Beato P. Miguel Pro, mártir de la Guerra Cristera en México


 (ACI).- Miguel Agustín Pro nació en 1891, en Zacatecas, México, en una familia acomodada. Creció recorriendo las minas y compartiendo con los trabajadores. Tenía un gran sentido del humor y talento para hacer caricaturas.

Cuando sus dos hermanas entraron a la vida religiosa, su madre, al ver que Miguel se sintió muy triste, lo invitó a un retiro y de allí salió decidido a ser sacerdote jesuita.

A sus 20 años ingresó al seminario y con el paso del tiempo, ante la situación cada vez más difícil que vivían los católicos, él y sus compañeros fueron enviados a estudiar a California. Posteriormente partieron a España y fue ordenado sacerdote en 1925.

Cuando retornó a México, encontró un país devastado en el que los cristianos resistían los abusos del gobierno. Entonces inició un trabajo pastoral parecido al de la Iglesia primitiva.


Organizó estaciones ocultas de comunión, que los primeros viernes sobrepasaban los 1200. Se celebraban Misas y adoraciones Eucarísticas secretas, en la que participaban ricos y pobres.

El presidente Calles y la policía buscaban acabar con estas organizaciones. Arrestaban a los líderes y practicantes católicos, los torturaban y mataban. Pero el P. Pro se las ingeniaba para escabullirse.

Un día, mientras la policía lo buscaba por las casas para matarlo, él dictaba conferencias espirituales en un teatro a más de un centenar de muchachas del servicio y ninguna de ellas dijo dónde estaba el presbítero.

Otra ocasión, el P. Pro iba en un taxi y se dio cuenta que lo seguían, entonces pidió al taxista que siga avanzando, mientras él disimuladamente se lanzaba a la calle. Luego se puso a caminar como borracho para despistar a las autoridades, quienes lo reconocieron cuando el Beato ya se les había escapado.

El P. Pro se convirtió en el líder principal del movimiento, que tenía como lema “Viva Cristo Rey”. Por ello, el Presidente Calles lo mandó a arrestar con acusaciones falsas. Finalmente, para evitar que se matara a católicos presos, el sacerdote se entregó.


El 23 de noviembre de 1927 le dijeron que expusiera su último deseo. El P. Pro negó los cargos de complot que se le imputaban, pidió unos momentos para rezar, se arrodilló y, entre otras cosas, dijo: Señor, Tú sabes que soy inocente. Perdono de corazón a mis enemigos". 

Antes de ser fusilado, extendió los brazos en cruz con el Santo Rosario en una mano y el crucifijo en la otra. Luego gritó: “¡Viva Cristo Rey!” Le dispararon y cayó por tierra el cuerpo del valiente mártir de la guerra cristera. Fue beatificado por San Juan Pablo II en 1988.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DEL 2016

María Cecilia Cendoya y Araquistain, Beata
Virgen y Mártir, 23 de noviembre
Margarita de Saboya, BeataMargarita de Saboya, Beata
Viuda, 23 Noviembre
Miguel Agustín Pro, BeatoMiguel Agustín Pro, Beato
Mártir México, 23 Noviembre
Felicidad y sus siete Hijos, SantaFelicidad y sus siete Hijos, Santa
Mártires, 23 Noviembre
Teresa de Jesús, BeataTeresa de Jesús, Beata
Niña Mercedaria, 23 Noviembre
Cecilia Yu So-Sa, SantaCecilia Yu So-Sa, Santa
Viuda y mártir, 23 Noviembre
Gregorio II de Agrigento, SantoGregorio II de Agrigento, Santo
Obispo, 23 Noviembre
Columbano, SantoColumbano, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de noviembre
Clemente I, SantoClemente I, Santo
IV Papa, 23 de Noviembre
Lucrecia de Merida, SantaLucrecia de Merida, Santa
Mártir, 23 de noviembre

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DEL 2016


No me dejes olvidar…
Lucas 21, 12-19. Miércoles XXXIV. Tiempo ordinario. Ciclo C. Persecución de los discípulos


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, simplemente quiero estar un tiempo contigo, pues me ha llegado la pregunta de cómo sería mi vida si sólo viviera en tu presencia.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21, 12-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida". 
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
El simple hecho de ir caminando por la senda de la vida nos va mostrando la fugacidad de las cosas. Los momentos que más hemos esperado y, también los que más hemos temido, se vuelven fieles compañeros del tiempo que pasa y no vuelve. Los brindis y abrazos quedan sólo en fotos plasmados; los llantos y la misma muerte se convierten en moralejas o en recuerdos muy presentes. La fidelidad encuentra su sentido en la traición y la vida en la persecución.
Señor, a pesar de llevarme por caminos donde no hay más que flores, montañas y horizontes, también he recorrido caminos en donde sólo hay oscuridad y el cansancio me ha propuesto ya no caminar más. Ayúdame a no detenerme y nunca olvidar que, aunque es verdad que todo cambia, todo pasa… tanto el bien como el mal… Sólo Tú permaneces, sólo Tú estás.
Me has hecho valorar las más grandes alegrías y también me has ayudado a vivir aquello que pensé nunca soportar. Ahí has estado y te repito, Señor, no me hagas olvidar que has cumplido tus promesas. No permitas que olvide que estoy bajo tu cuidado, bajo tu defensa.
Las copas se podrán romper, los abrazos se podrán olvidar, las lágrimas tienden siempre a secar, pero sé que en mi vida tu amor por mí nunca terminará. No me dejes olvidar…
«El poder del amor que no retrocede ante nada, ni frente al cielo en convulsión, ni frente a la tierra en llamas, ni frente al mar embravecido. Dios es más fuerte que cualquier otra cosa. Esta convicción da al creyente serenidad, valor y fuerza para perseverar en el bien frente a las peores adversidades. Incluso cuando se desatan las fuerzas del mal, los cristianos han de responder al llamado de frente, listos para aguantar en esta batalla en la que Dios tendrá la última palabra. Y será una palabra de amor.»
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Invitaré a un pequeño grupo de amistades a una hora eucarística, mañana jueves, para preparar nuestro corazón para el inicio del nuevo año litúrgico.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

IMÁGENES DE NAVIDAD








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