jueves, 5 de marzo de 2015

SAN LUCIO I, XXII PAPA, 5 DE MARZO


Lucio I, Santo

Lucio I, Santo

XXII Papa, 5 de marzo



Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa




XXII Papa

Martirologio Romano: En Roma, en la vía Apia, en el cementerio de Calisto, sepultura de san Lucio, papa, sucesor de Cornelio, que sufrió el exilio por la fe de Cristo y fue, en tiempos angustiosos, eximio confesor de la fe, actuando con moderación y prudencia (254).

Etimológicamente: Lucio = nacido con la primera luz, es de origen latino.

Breve Biografía

Fue Pontífice de 253-254; murió en Roma el 5 de marzo de 254. Después de la muerte del Papa San Cornelio, quien murió en el exilio en el verano del 253, Lucio fue elegido para tomar su lugar, y fue consagrado Obispo de Roma. Nada se sabe de la vida temprana de este Papa antes de su elevación. De acuerdo con el libro "Liber Pontificalis", era romano de nacimiento y su [[padre] se llamaba Porfirio. No se sabe de dónde el autor obtuvo esta información. Todavía continuaba la persecución de la Iglesia bajo el Emperador Gallo durante la cual Cornelio había sido desterrado. Lucio también fue enviado al exilio pronto después de su consagración, pero en un corto tiempo, presuntamente cuando Valeriano fue designado emperador, a él le fue permitido regresar a su rebaño. El Catálogo Feliciano, cuya información se encuentra en el "Liber Pontificalis", nos informa del exilio y del milagroso retorno de Lucio: "Hic exul fuit et postea nutu Dei incolumis ad ecclesiam reversus est." San Cipriano, quien escribió una carta (perdida) de felicitaciones a Lucio en su elevación a la Santa Sede y sobre su exilio, envió una segunda carta de felicitaciones para él y sus acompañantes en el exilio, como también a toda la Iglesia Romana (ep. LXI, ed. Hartel, II, 695 sqq.).

La carta comienza: “Querido Hermano, hace muy poco tiempo te ofrecimos nuestras felicitaciones, cuando Dios te exaltó a gobernar Su Iglesia y te concedió la doble gloria de confesor y obispo. De nuevo te felicitamos a ti, a tus acompañantes y a toda la congregación; con esto, debido a la bondadosa y poderosa protección de nuestro Dios, Él te ha guiado de regreso con alabanzas y gloria a Sí mismo, de manera que el rebaño pueda recibir de nuevo a su pastor, el barco a su piloto y la gente a un director que los gobierne y les muestre abiertamente que fue el designio de Dios que permitió tu destierro, no para que el obispo exiliado fuera privado de su Iglesia, sino más bien para que regresara a su Iglesia con mayor autoridad”.

Cipriano continúa, refiriéndose a los tres niños hebreos en el horno ardiente, que el regreso del exilio no aminoraba la gloria de la confesión, y que la persecución, la cual iba dirigida sólo contra los confesores de la Iglesia verdadera, comprobaba cuál era la Iglesia de Cristo. En conclusión, él describe la felicidad de la Roma cristiana ante la llegada de su pastor. Cuando Cipriano afirma que Dios por medio de la persecución buscó “hacer avergonzar y silenciar a los herejes” y así probar dónde estaba la Iglesia, quién era su único obispo elegido por el designio de Dios, quiénes eran sus presbíteros sujetos al obispo en la gloria del sacerdocio, quiénes eran la verdadera gente de Cristo, unidos a Su rebaño por un amor excepcional, quiénes eran los oprimidos por sus enemigos, y al mismo tiempo dónde estaban aquellos que el Diablo protege como suyos, refiriéndose obviamente a los novacianos. El Cisma de Novaciano, a través del cual se presentó como antipapa, en oposición a Cornelio, todavía continuaba en Roma bajo Lucio.

En referencia a la confesión y a la restauración de los “Lapsi" (caídos), Lucio se adhirió a los principios de San Cornelio y de San Cipriano. De acuerdo con el testimonio del último, contenido en una carta al Papa San Esteban I (ep. LXVIII, 5, ed. Hartel, II, 748), Lucio, así como Cornelio, había expuesto su opinión por escrito: "Illi enim pleni spiritu Domini et in glorioso martyrio constituti dandam esse lapsis pacem censuerunt et poenitentia acta fructum communicationis et pacis negandum non esse litteris suis signaverunt." (Para ellos, llenos del Espíritu Santo de Dios y confirmado en glorioso martirio, juzgaron que el perdón debe ser otorgado a los Lapsi, y dieron a entender en sus cartas que, que cuando éstos hayan realizado la penitencia, no se les debe negar el gozo de la comunión y de la reconciliación.) Lucio murió a principios de marzo del año 254. En el "Depositio episcoporum" el "Cronógrafo de 354" da la fecha de su muerte como el 5 de marzo, el "Martyrologium Hieronymianum" como el 4 de marzo. La primera fecha es probablemente la correcta. Quizás Lucio murió el 4 de marzo y fue enterrado el 5 de marzo. De acuerdo al "Liber Pontificalis" este Papa fue decapitado en tiempos de Valeriano, pero este testimonio no puede ser comprobado. Es verdad que Cipriano en la antedicha carta a Esteban (ep. LXVIII, 5) le da a él, como también Cornelio, el titulo honorario de mártir: "servandus est enim antecessorum nostrorum beatorum martyrum Cornelii et Lucii honor gloriosus" (pues debe ser preservada la memoria gloriosa de nuestros predecesores los santos mártires Cornelio y Lucio); pero probablemente esto fue un relato del corto destierro de Lucio. Cornelio, quien murió en el exilio, fue honrado como mártir por los romanos después de su muerte; pero no así Lucio. En el calendario romano de fiestas del "Cronógrafo de 354" él es mencionado en el "Depositio episcoporum", y no bajo el encabezado de "Depositio martyrum". Sin embargo, su memoria fue particularmente honrada, como aclara la aparición de su nombre en el "Martyrologium Hieronymianum". Es cierto que Eusebio sostiene (Hist. Eccl., VII, 10) que Valeriano favorecía a los cristianos al principio de su reinado. El primer edicto de persecución del emperador apareció sólo en el año 257.

Lucio fue enterrado en un compartimiento de la bóveda papal en las catacumbas de San Calixto. En la excavación de la bóveda, De Rossi encontró un fragmento grande del epitafio original, el cual sólo da el nombre del Papa en griego: LOUKIS. La losa está quebrada justo atrás de la palabra, así que con toda probabilidad no había nada más escrito excepto el titulo EPISKOPOS (obispo). Las reliquias del santo fueron trasladadas por el Papa San Paulo I (757-767) a la Iglesia de San Silvestre en Capita, o por el Papa San Pascual I (817-824) a la Basílica de San Práxedes [Marucchi, "Basiliques et eglises de Rome", Roma, 1902, 399 (inscripción en San Silvestre), 325 (inscripción en San Práxedes)]. El autor del "Liber Pontificalis" ha atribuido desautorizadamente a San Lucio un decreto, de acuerdo con el cual dos sacerdotes y tres diáconos deben acompañar siempre al obispo para ser testigos de su vida virtuosa: "Hic praecepit, ut duo presbyteri et tres diaconi in omni loco episcopum non desererent propter testimonium ecclesiasticum." Tal medida debió ser necesaria bajo ciertas condiciones en un periodo posterior; pero en época de Lucio esto era increíble. Este supuesto decreto indujo una falsificación posterior para inventar otro decreto apócrifo y se lo atribuyeron a Lucio. Es también fabricada la historia en el "Liber Pontificalis" que Lucio, cuando era llevado a la muerte, dio al archidiácono Esteban poder sobre la Iglesia.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

miércoles, 4 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 4 DE MARZO DEL 2015




No he venido a ser servido, sino a servir
Cuaresma y Semana Santa

Mateo 20, 17-28. Cuaresma. Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. 


Por: Miguel García | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según Mateo 20, 17-28
En aquel tiempo, cuando iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomó aparte a los Doce, y les dijo por el camino: Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitará. Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. El le dijo: ¿Qué deseas? Ella contestó: Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino. Replicó Jesús: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber? Le contestaron: Sí, podemos. Él les dijo: Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.

Oración introductoria
Dios mío, Tú has amado a los hombres hasta el punto de mandarnos a tu único Hijo, Jesús. Tus caminos y tus designios a veces son incomprensibles, pero sabemos que todo lo haces por amor. Padre bueno, bendice a nuestras familias y nuestros amigos. Danos la oportunidad de saber perdonar, de hacernos pequeños en este mundo siendo servidores de los demás. Que valore tu entrega, tu sufrimiento, tus dolores y tu cruz que llevaste por amor a mí.

Petición
Señor, que valore tu entrega por mí y me prepare de la mejor manera para esta semana santa.

Meditación del Papa Francisco
La otra cosa que Jesús reprocha a aquellos que lo siguen es el poder. Algunos siguen a Jesús, pero un poco, no del todo conscientemente, un poco inconscientemente. Porque buscan el poder. El caso más claro es Juan y Santiago, los hijos de Zebedeo, que pedían a Jesús la gracia de ser primer ministro y viceprimer ministro, cuando viniera el Reino. ¡Y en la Iglesia hay trepadores! Hay muchos que usan a la Iglesia para… ¡Pero si te gusta, vas al Norte y haces alpinismo: es más sano! ¡Pero no vengas a la Iglesia a trepar! Y Jesús reprocha a estos trepadores que buscan el poder.
Sólo cuando viene el Espíritu Santo los discípulos cambiaron. Pero el pecado en nuestra vida cristiana permanece y nos hará bien hacernos la pregunta: ¿Cómo sigo yo a Jesús? ¿Sólo por Él, incluso hasta la Cruz, o busco el poder y uso a la Iglesia un poco, a la comunidad cristiana, a la parroquia, a la diócesis para tener un poco de poder? (Cf Homilía de S.S. Francisco, 5 de mayo de 2014, en Santa Marta).
 
Reflexión 
La entrega de Jesucristo no puede dejarnos indiferentes. Esforcémonos particularmente por no condenar ni traicionar a nuestros amigos y conocidos con palabras y obras, sino que sepamos buscar lo bueno en ellos. Que nos hagamos pequeños servidores para los demás y lleguemos a tu reino por el servicio a los más necesitados.

Propósito
En este día hablaré bien de algún amigo y defenderé a alguien que critiquen.

Diálogo con Cristo
Jesús, me alegra tanto saber que Tú me amas, "que das tu vida por mi". No te importó el sacrificio y el dolor, ni siquiera la humillación de la cruz, con tal de salvarme y yo no tengo como pagártelo. Pero recibe mi corazón que quiere amar y perdonar como Tú. Que mi vida sea un testimonio de caridad, perdón y de sacrificio para los que me rodean. ¡Tú me amas, Señor! Gracias por este amor tan grande y bello que me tienes.

"Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido". Madre Teresa de Calcuta

Preguntas o comentarios al autor  Miguel García

LOS SANTOS DE HOY: MIÉRCOLES 4 DE MARZO DEL 2015



Hoy también se festeja a:

Pedro I de Cava, SantoPedro I de Cava, Santo
Obispo y Abad, 4 de marzo
Humberto de Saboya, BeatoHumberto de Saboya, Beato
Conde y Monje, 4 de marzo
Zoltán Lajos Meszlényi, BeatoZoltán Lajos Meszlényi, Beato
Obispo y Mártir, 4 de marzo
Ana Line, SantaAna Line, Santa
Mártir, 27 de febrero
Ana Line, SantaAna Line, Santa
Mártir, 27 de febrero
Plácida Viel, BeataPlácida Viel, Beata
Virgen, 4 de marzo
Juan Antonio Farina, SantoJuan Antonio Farina, Santo
Obispo y Fundador, 4 de marzo
Casimiro, SantoCasimiro, Santo
Memoria Litúrgica, 4 de marzo

SAN CASIMIRO, MEMORIA LITÚRGICA, 4 DE MARZO


Casimiro, Santo
Casimiro, Santo

Memoria Litúrgica, 4 de marzo 


Fuente: EWTN.com



Príncipe

Martirologio Romano: San Casimiro, hijo del rey de Polonia, que, siendo príncipe, destacó por el celo en la fe, por la castidad y la penitencia, la benignidad hacia los pobres y la devota veneración a la Eucaristía y a la bienaventurada Virgen María, y aún joven, consumido por la tuberculosis, descansó piadosamente en la ciudad de Grodno, cerca de Vilna, en Lituania ( 1484).

Etimológicamente: Casimiro = Aquel que invoca, enseña, promueve la paz, es de origen polaco.

Fecha de canonización: El rey Segismundo presentó ante el Papa León X la solicitud para la canonización de Casimiro luego de haberse registrado muchos milagros por su intercesión. En 1521 dicho Papa declaró a Casimiro patrón de Polonia y Lituania, pero fue oficialmente beatificado en 1602 por el Papa Clemente VIII y por fin en 1621 su fiesta fue extendida a la Iglesia Universal.
Breve Biografía
Casimiro nació en 1458 en Cracovia. Era el tercero de los trece hijos de Casimiro, rey de Polonia. Muchos santos han salido de familias muy numerosas, y de esta clase de familias llegan a la Iglesia Católica excelentes vocaciones.

Su madre Isabel, hija del emperador de Austria, era una fervorosa católica y se esmeró con toda el alma porque sus hijos fueran también entusiastas practicantes de la religión. Ella en una carta a una amiga hace una formidable lista de las cualidades que debe tener una buena madre, y seguramente que esas cualidades fueron las que practicó con sus propios hijos.

Y además de la educación que le dieron sus padres, Casimiro tuvo la gran suerte de que el rey le consiguió dos maestros que eran buenísimos educadores. El Padre Juan y el profesor Calímaco. El Padre Juan era Polaco y dejó fama de ser muy sabio y muy santo, pero su mayor honor le viene de haber sido el que encaminó a San Casimiro hacia una altísima santidad. El Profesor Calímaco era un gran sabio que había sido secretario del Papa Pío II, y después estuvo 30 años en la corte del rey de Polonia ayudándole en la instrucción de los jóvenes. Calímaco dijo: "Casimiro es un adolescente santo", y el Padre Juan escribió también: "Casimiro es un joven excepcional en cuanto a virtud".

Claro está que no basta con recibir una buena educación de parte de los papás y tener buenos profesores, sino que es necesario que el joven ponga de su parte todo el empeño posible por ser bueno. Pues de los otros doce hermanos de Casimiro, que tuvieron los mismos profesores, ninguno llegó a la santidad, y algunos hasta dieron malos ejemplos. En cambio nuestro santo llegó a unas alturas de virtud que admiraron a los que lo conocieron y lo trataron.

Dicen los biógrafos de San Casimiro que su más grande anhelo y su más fuerte deseo era siempre agradar a Dios. Para eso trataba de dominar su cuerpo, antes de que las pasiones sensuales mancharan su alma. Siendo hijo del rey, sin embargo vestía muy sencillamente, sin ningún lujo. Se mortificaba en el comer, en el beber, en el mirar y en el dormir. Muchas veces dormía sobre el puro suelo y se esforzaba por no tomar licor. Y esto en un palacio real donde las gentes eran bastante inclinadas a una vida fácil y de muchas comodidades y comilonas.

Para Casimiro el centro de su devoción era la Pasión y Muerte de Jesucristo. En aquellos tiempos los maestros espirituales insistían frecuentemente en que para ser fervoroso y crecer en el amor a Dios aprovecha muchísimo el meditar en la Pasión de Jesucristo. Nuestro santo pasaba mucho tiempo meditando en la Agonía de Jesús en el Huerto y en los azotes que padeció, como también en la coronación de espinas y las bofetadas que le dieron a Nuestro Señor. Ratos y ratos se estaba pensando en la subida de Jesús al Calvario y en las cinco heridas del crucificado, y meditando en el amor que llevó a Jesús a sacrificarse por nosotros. Le gustaban los cristos muy sangrantes, y ante un crucifijo se quedaba tiempos y tiempos meditando, suplicando y dando gracias.

Otra gran devoción de Casimiro era la de Jesús Sacramentado. Como durante el día estaba sumamente ocupado ayudando a su padre a gobernar el Reino de Polonia y de Lituania, aprovechaba el descanso y el silencio de las noches para ir a los templos y pasar horas y horas adorando a Jesús en la Santa Hostia.

Sus preferidos eran los pobres. La gente se admiraba de que siendo hijo de un rey, nunca ni en sus palabras ni en su trato se mostraba orgulloso o despreciador con ninguno, ni siquiera con los más miserables y antipáticos. Un biógrafo (enviado por el Papa León X a recoger datos acerca de él) afirma que la caridad de Casimiro era casi increíble, un verdadero don del Espíritu Santo. Que el amor tan grande que le tenía a Dios, lo llevaba a amar inmensamente al prójimo, y que nada le era tan agradable y apetecible como la entrega de todos sus bienes en favor de los más necesitados, y no sólo de sus bienes materiales, sino de su tiempo, sus energías, de su influencia respecto a su padre y de su inteligencia. Que prefería siempre a los más afligidos, a los más pobres, a los extranjeros que no tenían a nadie que los socorriera, y a los enfermos. Que defendía a los miserables y por eso el pueblo lo llamaba "el defensor de los pobres".

Su padre quiso casarlo con la hija del Emperador Federico, pero Casimiro dijo que le había prometido a la Virgen Santísima conservarse en perpetua castidad. Y renunció a tan honroso matrimonio.

Los secretarios y otras personas que vivieron con Casimiro durante varios años estuvieron todos de acuerdo en afirmar que lo más probable es que este santo joven no cometió ni un solo pecado grave en toda su vida. Y esto es tanto más admirable en cuanto que vivía en un ambiente de palacio de gobierno donde generalmente hay mucha relajación de costumbres. La gente se admiraba al ver que un joven de veinte años observaba una conducta tan equilibrada y seria como si ya tuviera sesenta.

A su padre el rey le advertía con todo respeto pero con mucha valentía, las fallas que encontraba en el gobierno, especialmente cuando se cometían injusticias contra los pobres. Y el papa atendía con rapidez a sus peticiones y trataba de poner remedio.

Casimiro llegó lo mismo que San Luis Gonzaga, San Gabriel de la Dolorosa, San Estanislao de Koska, San Juan Berchmans, y Santa Teresita de Jesús, a una gran santidad, en muy pocos años.

Se enfermó de tuberculosis, y el 4 de marzo de 1484, a la corta edad de 26 años, murió santamente dejando en todos los más edificantes recuerdos de bondad y de pureza. Lo sepultaron en Vilma, capital de Lituania.

A los 120 años de enterrado abrieron su sepulcro y encontraron su cuerpo incorrupto, como si estuviera recién enterrado. Ni siquiera sus vestidos se habían dañado, y eso que el sitio donde lo habían sepultado era muy húmedo.

Sobre su pecho encontraron una poesía a la Sma. Virgen, que él había recitado frecuentemente y que mandó que la colocaran sobre su cadáver cuando lo fueran a enterrar. Esa poesía que él había propagado mucho empieza así:

Cada día alma mía, di a María su alabanza. En sus fiestas la honrarás y su culto extenderás, etc., etc.

Hasta después de muerto quería que en su sepulcro se honrara a la Virgen María a quien le tuvo inmensa devoción durante toda su vida.

San Casimiro trabajó incansablemente por extender la religión católica en Polonia y Lituania, y estas dos naciones han conservado admirablemente su fe católica, y aún en este tiempo cuando las gentes ven que está en peligro su religión, invocan al santo joven que fue tan entusiasta por nuestra religión. Y él demuestra con verdaderos prodigios lo mucho que intercede ante Dios en favor de los que lo invocan con fe.

martes, 3 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 3 DE MARZO DEL 2015

Los fariseos dicen una cosa y hacen otra
Cuaresma y Semana Santa

Mateo 23, 1-12. Cuaresma. La Ley no aparecía ya como guía gozosa hacia Dios, sino como una exigencia que, en definitiva, no se podía cumplir. 


Por: David Varela Flores | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí". Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Guías", porque uno solo es vuestro Guía: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

Oración Introductoria
Jesús mío, te doy gracias por este nuevo día que me permites vivir. Por favor, dame tu gracia para que este día esté lleno de una fe que no se tambalee con nada, de una esperanza gozosa y de un amor alegre a tu santísima voluntad. Y que estas virtudes, dulce Jesús, me llenen de humildad verdadera. Te ofrezco este rato de oración por mis familiares y por la persona que más lo necesite.

Petición
Señor Jesús, Tú que eres manso y humilde de corazón, te pido que me enseñes a ser como Tú para que ante tus ojos me encuentre grato y te sea un verdadero hijo.

Meditación del Papa Francisco
A veces, alguno de estos cristianos, comente un pecado grave, pero se arrepiente, pide perdón y esto es grande: la capacidad de pedir perdón, de no confundir pecado con virtud, saber bien donde está la virtud y donde el pecado. Y estos están fundados en la roca y la roca es Cristo. Siguen el camino de Jesús, le siguen a Él.
Los soberbios, los vanidosos, los cristianos de apariencia, serán abatidos, humillados mientras que los pobres serán los que triunfarán, los pobres de espíritu, los que delante de Dios no se sienten nada, los humildes, y llevan adelante la salvación poniendo en práctica la Palabra del Señor.
Hoy estamos, mañana no estaremos. Piensa, hombre, qué será de ti: pasto de gusanos. Nos comerán los gusanos, a todos, si no tenemos esta roca, acabaremos pisoteados. Los invito a pedir al Señor, en este tiempo de preparación, estar firme en la roca que es Él, nuestra esperanza es Él. Nosotros somos todos pecadores, somos débiles, pero si ponemos la esperanza en Él, podremos ir adelante. Y esta es la alegría de un cristiano: saber que en Él hay esperanza, está el perdón, está la paz, está la alegría. Y no poner nuestra esperanza en cosas que hoy están y mañana no estarán. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 4 de diciembre de 2014, en Santa Marta).
Reflexión 
El mandato de Cristo no puede perderse en el aire, diluirse o desaparecer como otros tantos consejos y peticiones que las personas nos hacen. No podemos esquivar esta invitación. Hay que fecundarla con nuestra voluntad. Luchemos verdaderamente por adquirir esta humildad que nos habla Cristo. Cuando cumplamos nuestros deberes con perfección y elegancia. No nos ensalcemos de más, porque todas nuestras cualidades nacen de Dios y es a Dios a quien hay que agradecer.

Propósito
Hoy diré "muchas gracias" a todas las alabanzas que me hagan, procurando no dar paso a mi vanidad, por amor a ti y a los demás.

Diálogo con Cristo
¡Cristo, gracias por tu invitación a la humildad, pero, sobre todo, gracias por ilustrarme con tus obras! Pero aún teniendo tu ejemplo, me faltan fuerzas para sacar adelante esta virtud. Por favor, no te olvides de mí, que sin tu ayuda nada podré hacer.

"Hay que cuidarse del orgullo, porque el orgullo envilece cualquier cosa". Madre Teresa de Calcuta.


Preguntas o comentarios al autor   David Varela Flores


SANTA CUNEGUNDA, EMPERATRIZ DE ALEMANIA, 3 DE MARZO


Cunegunda, Santa
Cunegunda, Santa

Emperatriz de Alemania, 3 de marzo 


Por: . | Fuente: Mercaba.org



Emperatriz de Alemania
y Monja

Martirologio Romano: En el monasterio de Kaufungen, en Hesse, santa Cunegunda, que aportó muchos beneficios a la Iglesia junto con su cónyuge, el emperador san Enrique, y tras la muerte de éste abrazó la vida cenobítica en el monasterio donde se había retirado. Al morir hizo a Cristo heredero de todos sus bienes y su cuerpo fue colocado junto a los restos de san Enrique, en Bamberg (1033/ 1039).

Etimológicamente: Cunegunda = Aquella guerrera de origen noble, es de origen germánico.

Fecha de canonización: 29 de marzo de 1200 por el Papa Inocencio III.
Emperatriz alemana. N. hacia el 980, hija del conde Sigfredo de Luxemburgo. Hacia 998-1000 se casó con el último sucesor de la casa reinante de Sajonia, duque Enrique de Baviera (Enrique II el Santo), elegido en 1002 rey de Alemania y que en 1014, junto con su esposa, fue coronado Emperador en Roma por el papa Benedicto VIII. El matrimonio, aunque muy feliz, no tuvo descendencia. 

Cunegunda poseía una formación muy buena para su época, participó en muchas gestiones de gobierno, acompañó a su esposo en viajes y campañas, ejerciendo como sus predecesoras una gran influencia política. En 1012 y 1016 representó a Enrique como gobernadora del reino de Sajonia. Constantemente trató de moderar al Emperador, impulsivo e iracundo por naturaleza, intercediendo siempre por la paz interior y exterior, así como por la justicia social. 

Cunegudna estaba en relación con el monasterio reformado de Cluny en Francia, que también visitó personalmente. Desde ese lugar la pareja imperial era animada a llevar a cabo la reforma del sistema eclesiástico en Alemania (que tantos fallos mostraba, sobre todo en los monasterios benedictinos y en el alto clero), tal como ordenaba específicamente el sínodo de Pavía de 1022, convocado por el Papa y el Emperador. Por medio de ricas fundaciones sufragadas con su dote, Cunegunda apoyó el episcopado de Bamberg, de nueva creación, así como el de Merseburg, desde donde se inició la evangelización de los vendos. 

Al morir Enrique II en 1024, Cunegunda hizo de regente tomando parte activa en el nombramiento de Conrado 11 como rey de Alemania, retirándose luego a la abadía de monjas benedictinas de Kaufungen (Hessen-Kassel), fundada por ella, donde, ya de monja, realizó grandes obras de caridad. M. en esta abadía en 3 mar. 1033, siendo enterrada en la catedral de Bamberg, junto a su difunto esposo. 

Enrique fue canonizado el 1145 y Cunegunda en 1200. El pueblo y la liturgia la veneran como la emperatriz virgen que mantuvo una relación muy especial con la Virgen María. Alrededor de su recuerdo se tejen varias leyendas (p. ej., la prueba del fuego narrada por la Leyenda aurea de Jacobo de Varagine a la que se sometió por pretendida infidelidad). Según la versión de las nuevas investigaciones, también es fruto de leyenda popular la versión del voto de castidad en el matrimonio imperial.

La fiesta de Cunegunda se celebra el 3 de marzo. Las principales fuentes para conocer su vida son especialmente la crónica de su contemporáneo, el Obispo Thietmar de Merseburg (ed. R. Holtzmann, MGH, Scriptores reruin Germanicarum, IX), y la bula de canonización (Acta Sanct., marzo 1,281 ss.).

LOS SANTOS DE HOY: 3 DE MARZO DEL 2015

Federico de Hallum, BeatoFederico de Hallum, Beato
Abad, 3 de marzo


Hoy también se festeja a:

Marino y Asterio, SantosMarino y Asterio, Santos
Mártires, 3 de marzo
Cleónico y Eutropio, SantosCleónico y Eutropio, Santos
Mártires, 3 de marzo
Ticiano de Brescia, SantoTiciano de Brescia, Santo
Obispo, 3 de marzo
Pedro Geremía, BeatoPedro Geremía, Beato
Sacerdote Dominíco, 3 de marzo
Liberato Weiss y compañeros, BeatosLiberato Weiss y compañeros, Beatos
Mártires, 3 de marzo
Anselmo de Nonántola, SantoAnselmo de Nonántola, Santo
Abad, 3 de marzo
Teresa Eustochio Verzeri, SantaTeresa Eustochio Verzeri, Santa
Fundadora, 3 de marzo
Inocencio de Berzo, BeatoInocencio de Berzo, Beato
Presbítero Capuchino, 3 de marzo
Cunegunda, SantaCunegunda, Santa
Emperatriz de Alemania, 3 de marzo
Jacobino de Canepacis, BeatoJacobino de Canepacis, Beato
Religioso Carmelita, 3 de marzo
Pedro Renato Rogue,  BeatoPedro Renato Rogue, Beato
Presbítero y Mártir, 3 de marzo
Pedro Renato Rogue,  BeatoPedro Renato Rogue, Beato
Presbítero y Mártir, 3 de marzo
Catalina Drexel, SantaCatalina Drexel, Santa
Fundadora, 3 de marzo
Emeterio y Celedonio, SantosEmeterio y Celedonio, Santos
Mártires, 3 de marzo

lunes, 2 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 2 DE MARZO DEL 2015


No juzguéis y no seréis juzgados
Cuaresma y Semana Santa

Lucas 6, 36-38. Cuaresma. Aprender a perdonar, a disculpar los defectos y errores de los demás es una tarea ardua y difícil. 


Por: Christian Garrido | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, rebosante. Porque con la medida con que midáis se os medirá 

Oración Introductoria
Jesús mío, Tú que conoces mi corazón tan lleno de orgullo, de soberbia y carente de amor; te ruego que lo ablandes y lo conviertas en un corazón que sepa amar y perdonar, y de esa manera agradecer tu perdón.

Petición
Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo, para que aprenda a amar y perdonar a mi prójimo, como tú lo hiciste al morir por mí en la cruz, y como lo haces en cada confesión.

Meditación del Papa Francisco

 
Si en nuestro corazón no hay misericordia, no estamos en comunión con Dios.«¡Aquí está todo el Evangelio, está el cristianismo! ¡Pero miren que no es sentimiento, no es “ostentación de buenos sentimientos”! Al contrario, la misericordia es la verdadera fuerza que puede salvar al hombre y al mundo del “cáncer” que es el pecado, el mal moral, el mal espiritual. Sólo el amor llena los vacíos, los abismos negativos que el mal abre en el corazón y en la historia. Sólo el amor puede hacer esto. Y ésta es la alegría de Dios.
Jesús es todo misericordia, Jesús es todo amor: es Dios hecho hombre. Cada uno de nosotros, cada uno de nosotros es esa oveja perdida, esa moneda perdida, cada uno de nosotros es ese hijo que ha desperdiciado su propia libertad siguiendo ídolos falsos, espejismos de felicidad, y ha perdido todo.
Pero Dios no nos olvida, el Padre no nos abandona jamás. Pero es un Padre paciente, nos espera siempre. Respeta nuestra libertad, pero permanece siempre fiel. Y cuando volvemos a Él, nos acoge como hijos, en su casa, porque no deja jamás, ni siquiera por un momento, de esperarnos, con amor. Y su corazón está de fiesta por cada hijo que vuelve. Está de fiesta porque es alegría. Dios tiene esta alegría, cuando uno de nosotros, pecadores, va a Él y pide su perdón.» (S.S. Francisco, Ángelus del 15 de septiembre de 2013).
Reflexión 
Aprender a perdonar, a disculpar los defectos y errores de los demás es una tarea ardua y difícil. Nunca es fácil olvidar la injuria o la ofensa recibida, y mucho menos cuando hemos sido gravemente afectados. Por el contrario, que fácil es juzgar, pensar mal, comparar o condenar a mi prójimo, a aquél que me cae mal, a aquél que me ha ofendido.
Cristo, pone frente a nuestros ojos el amor de su corazón: un corazón que no conoce el odio ni el rencor; un corazón que a todos perdona, sin importar las veces que le hayamos ofendido, y nos pide que a semejanza suya obremos nosotros.

Propósito
Haré hoy el esfuerzo de perdonar a quien me ofenda, y de pensar bien y con caridad de mi prójimo.

Diálogo con Cristo
Te doy gracias Jesús, por el inmenso amor que has tenido por mí y que te llevó a sacrificarte para redimirme de mis culpas. Te pido perdón por las veces que no he sabido perdonar a mi prójimo a ejemplo tuyo; pero te prometo que a partir de hoy amaré a mi hermano, por el que también te sacrificaste.


La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos. Transfigura al discípulo configurándolo con el Maestro. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2844


 
Preguntas o comentarios al autor    Christian Garrido

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