martes, 3 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 3 DE MARZO DEL 2015

Los fariseos dicen una cosa y hacen otra
Cuaresma y Semana Santa

Mateo 23, 1-12. Cuaresma. La Ley no aparecía ya como guía gozosa hacia Dios, sino como una exigencia que, en definitiva, no se podía cumplir. 


Por: David Varela Flores | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí". Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Guías", porque uno solo es vuestro Guía: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

Oración Introductoria
Jesús mío, te doy gracias por este nuevo día que me permites vivir. Por favor, dame tu gracia para que este día esté lleno de una fe que no se tambalee con nada, de una esperanza gozosa y de un amor alegre a tu santísima voluntad. Y que estas virtudes, dulce Jesús, me llenen de humildad verdadera. Te ofrezco este rato de oración por mis familiares y por la persona que más lo necesite.

Petición
Señor Jesús, Tú que eres manso y humilde de corazón, te pido que me enseñes a ser como Tú para que ante tus ojos me encuentre grato y te sea un verdadero hijo.

Meditación del Papa Francisco
A veces, alguno de estos cristianos, comente un pecado grave, pero se arrepiente, pide perdón y esto es grande: la capacidad de pedir perdón, de no confundir pecado con virtud, saber bien donde está la virtud y donde el pecado. Y estos están fundados en la roca y la roca es Cristo. Siguen el camino de Jesús, le siguen a Él.
Los soberbios, los vanidosos, los cristianos de apariencia, serán abatidos, humillados mientras que los pobres serán los que triunfarán, los pobres de espíritu, los que delante de Dios no se sienten nada, los humildes, y llevan adelante la salvación poniendo en práctica la Palabra del Señor.
Hoy estamos, mañana no estaremos. Piensa, hombre, qué será de ti: pasto de gusanos. Nos comerán los gusanos, a todos, si no tenemos esta roca, acabaremos pisoteados. Los invito a pedir al Señor, en este tiempo de preparación, estar firme en la roca que es Él, nuestra esperanza es Él. Nosotros somos todos pecadores, somos débiles, pero si ponemos la esperanza en Él, podremos ir adelante. Y esta es la alegría de un cristiano: saber que en Él hay esperanza, está el perdón, está la paz, está la alegría. Y no poner nuestra esperanza en cosas que hoy están y mañana no estarán. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 4 de diciembre de 2014, en Santa Marta).
Reflexión 
El mandato de Cristo no puede perderse en el aire, diluirse o desaparecer como otros tantos consejos y peticiones que las personas nos hacen. No podemos esquivar esta invitación. Hay que fecundarla con nuestra voluntad. Luchemos verdaderamente por adquirir esta humildad que nos habla Cristo. Cuando cumplamos nuestros deberes con perfección y elegancia. No nos ensalcemos de más, porque todas nuestras cualidades nacen de Dios y es a Dios a quien hay que agradecer.

Propósito
Hoy diré "muchas gracias" a todas las alabanzas que me hagan, procurando no dar paso a mi vanidad, por amor a ti y a los demás.

Diálogo con Cristo
¡Cristo, gracias por tu invitación a la humildad, pero, sobre todo, gracias por ilustrarme con tus obras! Pero aún teniendo tu ejemplo, me faltan fuerzas para sacar adelante esta virtud. Por favor, no te olvides de mí, que sin tu ayuda nada podré hacer.

"Hay que cuidarse del orgullo, porque el orgullo envilece cualquier cosa". Madre Teresa de Calcuta.


Preguntas o comentarios al autor   David Varela Flores


SANTA CUNEGUNDA, EMPERATRIZ DE ALEMANIA, 3 DE MARZO


Cunegunda, Santa
Cunegunda, Santa

Emperatriz de Alemania, 3 de marzo 


Por: . | Fuente: Mercaba.org



Emperatriz de Alemania
y Monja

Martirologio Romano: En el monasterio de Kaufungen, en Hesse, santa Cunegunda, que aportó muchos beneficios a la Iglesia junto con su cónyuge, el emperador san Enrique, y tras la muerte de éste abrazó la vida cenobítica en el monasterio donde se había retirado. Al morir hizo a Cristo heredero de todos sus bienes y su cuerpo fue colocado junto a los restos de san Enrique, en Bamberg (1033/ 1039).

Etimológicamente: Cunegunda = Aquella guerrera de origen noble, es de origen germánico.

Fecha de canonización: 29 de marzo de 1200 por el Papa Inocencio III.
Emperatriz alemana. N. hacia el 980, hija del conde Sigfredo de Luxemburgo. Hacia 998-1000 se casó con el último sucesor de la casa reinante de Sajonia, duque Enrique de Baviera (Enrique II el Santo), elegido en 1002 rey de Alemania y que en 1014, junto con su esposa, fue coronado Emperador en Roma por el papa Benedicto VIII. El matrimonio, aunque muy feliz, no tuvo descendencia. 

Cunegunda poseía una formación muy buena para su época, participó en muchas gestiones de gobierno, acompañó a su esposo en viajes y campañas, ejerciendo como sus predecesoras una gran influencia política. En 1012 y 1016 representó a Enrique como gobernadora del reino de Sajonia. Constantemente trató de moderar al Emperador, impulsivo e iracundo por naturaleza, intercediendo siempre por la paz interior y exterior, así como por la justicia social. 

Cunegudna estaba en relación con el monasterio reformado de Cluny en Francia, que también visitó personalmente. Desde ese lugar la pareja imperial era animada a llevar a cabo la reforma del sistema eclesiástico en Alemania (que tantos fallos mostraba, sobre todo en los monasterios benedictinos y en el alto clero), tal como ordenaba específicamente el sínodo de Pavía de 1022, convocado por el Papa y el Emperador. Por medio de ricas fundaciones sufragadas con su dote, Cunegunda apoyó el episcopado de Bamberg, de nueva creación, así como el de Merseburg, desde donde se inició la evangelización de los vendos. 

Al morir Enrique II en 1024, Cunegunda hizo de regente tomando parte activa en el nombramiento de Conrado 11 como rey de Alemania, retirándose luego a la abadía de monjas benedictinas de Kaufungen (Hessen-Kassel), fundada por ella, donde, ya de monja, realizó grandes obras de caridad. M. en esta abadía en 3 mar. 1033, siendo enterrada en la catedral de Bamberg, junto a su difunto esposo. 

Enrique fue canonizado el 1145 y Cunegunda en 1200. El pueblo y la liturgia la veneran como la emperatriz virgen que mantuvo una relación muy especial con la Virgen María. Alrededor de su recuerdo se tejen varias leyendas (p. ej., la prueba del fuego narrada por la Leyenda aurea de Jacobo de Varagine a la que se sometió por pretendida infidelidad). Según la versión de las nuevas investigaciones, también es fruto de leyenda popular la versión del voto de castidad en el matrimonio imperial.

La fiesta de Cunegunda se celebra el 3 de marzo. Las principales fuentes para conocer su vida son especialmente la crónica de su contemporáneo, el Obispo Thietmar de Merseburg (ed. R. Holtzmann, MGH, Scriptores reruin Germanicarum, IX), y la bula de canonización (Acta Sanct., marzo 1,281 ss.).

LOS SANTOS DE HOY: 3 DE MARZO DEL 2015

Federico de Hallum, BeatoFederico de Hallum, Beato
Abad, 3 de marzo


Hoy también se festeja a:

Marino y Asterio, SantosMarino y Asterio, Santos
Mártires, 3 de marzo
Cleónico y Eutropio, SantosCleónico y Eutropio, Santos
Mártires, 3 de marzo
Ticiano de Brescia, SantoTiciano de Brescia, Santo
Obispo, 3 de marzo
Pedro Geremía, BeatoPedro Geremía, Beato
Sacerdote Dominíco, 3 de marzo
Liberato Weiss y compañeros, BeatosLiberato Weiss y compañeros, Beatos
Mártires, 3 de marzo
Anselmo de Nonántola, SantoAnselmo de Nonántola, Santo
Abad, 3 de marzo
Teresa Eustochio Verzeri, SantaTeresa Eustochio Verzeri, Santa
Fundadora, 3 de marzo
Inocencio de Berzo, BeatoInocencio de Berzo, Beato
Presbítero Capuchino, 3 de marzo
Cunegunda, SantaCunegunda, Santa
Emperatriz de Alemania, 3 de marzo
Jacobino de Canepacis, BeatoJacobino de Canepacis, Beato
Religioso Carmelita, 3 de marzo
Pedro Renato Rogue,  BeatoPedro Renato Rogue, Beato
Presbítero y Mártir, 3 de marzo
Pedro Renato Rogue,  BeatoPedro Renato Rogue, Beato
Presbítero y Mártir, 3 de marzo
Catalina Drexel, SantaCatalina Drexel, Santa
Fundadora, 3 de marzo
Emeterio y Celedonio, SantosEmeterio y Celedonio, Santos
Mártires, 3 de marzo

lunes, 2 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 2 DE MARZO DEL 2015


No juzguéis y no seréis juzgados
Cuaresma y Semana Santa

Lucas 6, 36-38. Cuaresma. Aprender a perdonar, a disculpar los defectos y errores de los demás es una tarea ardua y difícil. 


Por: Christian Garrido | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, rebosante. Porque con la medida con que midáis se os medirá 

Oración Introductoria
Jesús mío, Tú que conoces mi corazón tan lleno de orgullo, de soberbia y carente de amor; te ruego que lo ablandes y lo conviertas en un corazón que sepa amar y perdonar, y de esa manera agradecer tu perdón.

Petición
Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo, para que aprenda a amar y perdonar a mi prójimo, como tú lo hiciste al morir por mí en la cruz, y como lo haces en cada confesión.

Meditación del Papa Francisco

 
Si en nuestro corazón no hay misericordia, no estamos en comunión con Dios.«¡Aquí está todo el Evangelio, está el cristianismo! ¡Pero miren que no es sentimiento, no es “ostentación de buenos sentimientos”! Al contrario, la misericordia es la verdadera fuerza que puede salvar al hombre y al mundo del “cáncer” que es el pecado, el mal moral, el mal espiritual. Sólo el amor llena los vacíos, los abismos negativos que el mal abre en el corazón y en la historia. Sólo el amor puede hacer esto. Y ésta es la alegría de Dios.
Jesús es todo misericordia, Jesús es todo amor: es Dios hecho hombre. Cada uno de nosotros, cada uno de nosotros es esa oveja perdida, esa moneda perdida, cada uno de nosotros es ese hijo que ha desperdiciado su propia libertad siguiendo ídolos falsos, espejismos de felicidad, y ha perdido todo.
Pero Dios no nos olvida, el Padre no nos abandona jamás. Pero es un Padre paciente, nos espera siempre. Respeta nuestra libertad, pero permanece siempre fiel. Y cuando volvemos a Él, nos acoge como hijos, en su casa, porque no deja jamás, ni siquiera por un momento, de esperarnos, con amor. Y su corazón está de fiesta por cada hijo que vuelve. Está de fiesta porque es alegría. Dios tiene esta alegría, cuando uno de nosotros, pecadores, va a Él y pide su perdón.» (S.S. Francisco, Ángelus del 15 de septiembre de 2013).
Reflexión 
Aprender a perdonar, a disculpar los defectos y errores de los demás es una tarea ardua y difícil. Nunca es fácil olvidar la injuria o la ofensa recibida, y mucho menos cuando hemos sido gravemente afectados. Por el contrario, que fácil es juzgar, pensar mal, comparar o condenar a mi prójimo, a aquél que me cae mal, a aquél que me ha ofendido.
Cristo, pone frente a nuestros ojos el amor de su corazón: un corazón que no conoce el odio ni el rencor; un corazón que a todos perdona, sin importar las veces que le hayamos ofendido, y nos pide que a semejanza suya obremos nosotros.

Propósito
Haré hoy el esfuerzo de perdonar a quien me ofenda, y de pensar bien y con caridad de mi prójimo.

Diálogo con Cristo
Te doy gracias Jesús, por el inmenso amor que has tenido por mí y que te llevó a sacrificarte para redimirme de mis culpas. Te pido perdón por las veces que no he sabido perdonar a mi prójimo a ejemplo tuyo; pero te prometo que a partir de hoy amaré a mi hermano, por el que también te sacrificaste.


La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos. Transfigura al discípulo configurándolo con el Maestro. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2844


 
Preguntas o comentarios al autor    Christian Garrido

LOS SANTOS DE HOY: LUNES 2 DE MARZO DEL 2015

Carlos Bono (el Bueno), BeatoCarlos Bono (el Bueno), Beato
Mártir, 2 de marzo


Hoy también se festeja a:

Ángela de la Cruz, SantaÁngela de la Cruz, Santa
Fundadora, 2 de marzo
Chad (Ceada o Ceades), SantoChad (Ceada o Ceades), Santo
Obispo, 2 de marzo
Inés de Bohemia (de Praga), SantaInés de Bohemia (de Praga), Santa
Princesa y Abadesa, 2 de marzo

SANTA INÉS DE BOHEMIA, PRINCESA Y ABADESA, 2 DE MARZO


Inés de Bohemia (de Praga), Santa
Inés de Bohemia (de Praga), Santa

Princesa y Abadesa, 2 de marzo 


Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net



Abadesa

Martirologio Romano: En Praga, de Bohemia, santa Inés, abadesa, hija del rey Otokar, que, tras haber renunciado a nupcias reales y deseosa de desposarse con Jesucristo, abrazó la Regla de santa Clara en el monasterio edificado por ella misma, donde quiso observar la pobreza conforme a la regla (c. 1282).

Etimológicamente: Inés = Aquella que se mantiene pura, es de origen latino

Fecha de canonización: 12 de noviembre de 1989 por el Papa Juan Pablo II.

Breve Biografía

Inés, hija de Premisl Otakar I, rey de Bohemia y de la reina Constancia, hermana de Andrés I, rey de Hungría, nació en Praga en el año 1211. En 1220, prometida en matrimonio a Enrique VII, hijo del emperador Federico II, fue llevada a la corte del duque de Austria, donde vivió hasta el año 1225, manteniéndose siempre fiel a los deberes de la vida cristiana. Rescindido el pacto de matrimonio, volvió a Praga, donde se dedicó a una vida de oración más intensa y a obras de caridad; después de madura reflexión decidió consagrar a Dios su virginidad.

A través de los franciscanos, que iban a Praga como predicadores itinerantes, conoció la vida espiritual que llevaba en Asís la virgen Clara, según el espíritu de San Francisco. Quedó fascinada y decidió seguir su ejemplo. Con sus propios bienes fundó en Praga entre 1232 y 1233 el hospital de San Francisco y el instituto de los Crucíferos para que los dirigieran. Al mismo tiempo fundó el monasterio de San Francisco para las “Hermanas Pobres o Damianitas”, donde ella misma ingreso el día de Pentecostés del año 1234. Profesó los votos de castidad, pobreza y obediencia, plenamente consciente del valor eterno de estos consejos evangélicos, y se dedicó a practicarlos con fervorosa fidelidad, durante toda su vida.

La virginidad por el Reino de los cielos siguió siendo siempre el elemento fundamental de su espiritualidad, implicando toda la profunda afectividad de su persona en la consagración del amor indiviso y esponsal a Cristo. El espíritu de pobreza, que ya la había inducido a distribuir sus bienes a los pobres, la llevó a renunciar totalmente a la propiedad de los bienes de la tierra para seguir a Cristo pobre en la Orden de las “Hermanas Pobres”. El espíritu de obediencia la condujo a conformar siempre su voluntad con la de Dios, que descubría en el Evangelio del Señor y en la regla de vida que la Iglesia le había dado. Trabajó junto con santa Clara para obtener la aprobación de una Regla nueva y propia que, después de confiada espera, recibió y profesó con absoluta fidelidad. Constituida, poco después de la profesión, abadesa del monasterio, conservó esta función durante toda la vida y la ejerció con humildad, sabiduría y celo, considerándose siempre como “la hermana mayor”.

Amó a la Iglesia, implorando para sus hijos los dones de la perseverancia en la fe y la solidaridad cristiana. Se hizo colaboradora de los Romanos Pontífices, que para el bien de la Iglesia solicitaban sus oraciones y su mediación ante los reyes de Bohemia, sus familiares. Amó a su patria, a la que benefició con las obras de caridad individuales y sociales y con la sabiduría de sus consejos, encaminados siempre a evitar conflictos y a promover la fidelidad a la religión cristiana de los padres. En los últimos años soportó inalterable los dolores que la afligieron a ella, a la familia real, al monasterio y a la patria.

Murió santamente en su monasterio el 2 de marzo de 1282. El culto tributado desde su muerte y a lo largo de los siglos a la venerable Inés de Bohemia, tuvo el reconocimiento apostólico (confirmación de culto) con el decreto aprobado por el Papa Pío IX el 28 de noviembre de 1874.

domingo, 1 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 1 DE MARZO DEL 2015


La subida a la montaña: itinerario cuaresmal
Cuaresma y Semana Santa

Marcos 9, 2-10. 2o. Domingo de Cuaresma. El monte, lugar de oración, es donde Dios te quiere dar muchas gracias. 


Por: P. Sergio A. Córdova | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 9, 2-10
Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús. Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados. Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escuchadle.» Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos. Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos.

Oración introductoria
Jesús, ¡qué a gusto me siento contigo en la oración! Tontería de mi parte es no acrecentar estos momentos en que puedo experimentar tu presencia. Te suplico que me lleves contigo al monte de la oración, ayúdame a guardar silencio para escuchar tu voz y salir de este encuentro dispuesto a transformar mi vida.

Petición
Dios Padre, ayúdame a no dejarme encandilar por lo exterior y pasajero de esta vida.

Meditación del Papa Benedicto XVI
La Transfiguración no es un cambio de Jesús, sino que es la revelación de su divinidad, la íntima compenetración de su ser con Dios, que se convierte en pura luz. En su ser uno con el Padre, Jesús mismo es Luz de Luz. Pedro, Santiago y Juan, contemplando la divinidad del Señor, son preparados para afrontar el escándalo de la cruz, como se canta en un antiguo himno: "En el monte te transfiguraste y tus discípulos, en cuanto eran capaces, contemplaron tu gloria, para que, viéndote crucificado, comprendieran que tu pasión era voluntaria y anunciaran al mundo que tu eres verdaderamente el esplendor del Padre".
Queridos amigos, participemos también nosotros de esta visión y de este don sobrenatural, dando espacio a la oración y a la escucha de la Palabra de Dios. Además, especialmente en este tiempo de Cuaresma, os exhorto, como escribe el Siervo de Dios Pablo VI, "a responder al precepto divino de la penitencia con algún acto voluntario, además de las renuncias impuestas por el peso de la vida cotidiana". Invoquemos a la Virgen María, para que nos ayude a escuchar y seguir siempre al Señor Jesús, hasta la pasión y la cruz, para participar también en su gloria. (Benedicto XVI, 20 de marzo de 2011). 

Reflexión
¿Has tenido alguna vez en tus manos un diamante o una perla preciosa? Brilla por todas las partes por donde la mires. Pues así es el Evangelio de hoy.
Podríamos mirarlo desde muchísimos ángulos y descubriríamos una belleza y un brillo muy singular en cualquier dirección. Pero hoy tenemos que contentarnos con una sola mirada.

La semana pasada meditábamos en la realidad del desierto como imagen y camino de la vida cristiana. Hoy, el Evangelio nos ofrece un escenario distinto, pero que es como otro símbolo paradigmático de nuestro itinerario cuaresmal: la montaña.

En el lenguaje bíblico y espiritual, la montaña, al igual que el desierto, es un lugar privilegiado para la oración y para el encuentro personal con Dios. El Sinaí, el Horeb, el Tabor son nombres de las montañas más sagradas que nos recuerda la Biblia. En ellas tuvieron lugar acontecimientos decisivos del diálogo de Dios con los hombres. Eventos de alianza, de salvación, de revelación divina y de redención.

En el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel ofrecía sacrificios a Yahvéh en la cima de las montañas: Abraham, en la tierra de Moriáh, sube a un monte para ofrecer a Dios en sacrificio a su hijo Isaac; el Horeb es el lugar elegido por Dios para manifestarse a Moisés y luego también a Elías; en el monte Garizín los israelitas solían adorar y elevar oraciones al Señor. Los mismos paganos preferían los picachos y las cumbres de los montes para ofrecer allí el incienso a sus dioses. Y en nuestras culturas americanas nos basta sólo recordar ciudades sagradas como Machu-Pichu o Tajín, o las elevadas cumbres de las pirámides para comprobar su predilección por los lugares altos para sus sacrificios. Lo mismo sucede en la espiritualidad cristiana oriental y occidental de todos los tiempos: sobre las montañas se yerguen grandes monasterios, abadías, templos, ermitas y santuarios: Subiaco, Montecassino, el monte Athos, el monte Carmelo, el cerro del Cubilete, el Cristo del Corcovado y una infinidad más de lugares santos.

Jesucristo nuestro Señor también solía ir al monte a orar, en donde pasaba noches enteras a solas con su Padre. Quiso escoger un monte para anunciar la carta magna de su Evangelio: las bienaventuranzas; en el monte de los Olivos sufrió aquellas horas terribles de su agonía, y en la cima de un pequeño montículo derramó la última gota de su sangre para redimirnos: el Calvario. Y, una vez resucitado, escogió también un monte, en Galilea, para despedirse de sus discípulos antes de ascender al cielo.

La montaña, al igual que el desierto, es un lugar de silencio, de soledad, de apartamiento del mundo y de las cosas de la tierra. Exige un esfuerzo fatigoso de "subida" hacia Dios. Allí arriba se está más cerca del cielo. Quizá por eso nuestro Señor quiso escoger también una montaña para realizar los eventos maravillosos de su transfiguración: el Tabor.

Jesús sube con Pedro, Santiago y Juan a la cima de la montaña. Y allí -nos dice el Evangelio- "se transfiguró delante de ellos". ¡Quién pudiera haber estado en ese momento con Cristo! ¿Qué fue lo que vieron, lo que experimentaron, lo que oyeron esos tres discípulos predilectos en esos momentos dichosos? ¡Fueron testigos presenciales de la gloria de Dios! Sí. Vieron a Cristo en todo el resplandor y en la belleza de su divinidad. Por unos instantes Jesús dejó brillar toda la pureza y hermosura de su condición de Hijo de Dios. Como hombre, siempre mantuvo oculta su divinidad. Ahora es como si dejara “explotar” toda su gloria de Dios por unos segundos. No hay palabras para expresarlo. Era mucho más que un éxtasis o cualquier otra revelación. Era un arrebato momentáneo al cielo. Era... ¡el paraíso en la tierra! Por eso Pedro no se contiene y, extasiado: "Maestro –exclama– ¡qué bien se está aquí!". Y quiere de pronto hacer tres tiendas, para quedarse para siempre en ese lugar bienaventurado.

"Y enseguida se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús". Los representantes máximos de la Ley y los Profetas se presentan al lado de Cristo, en quien toda la revelación divina llega a su culmen y a su perfección. Ellos, los más grandes del pueblo elegido, vienen a rendir veneración a Cristo y a dar testimonio de Él como Mesías e Hijo de Dios.

Pero, ¿sabemos de qué hablaban? Sí. De la muerte de Cristo, que tendría lugar en Jerusalén. En medio de su gloria, habla Cristo de su muerte en la cruz. Ésa sería su "glorificación". ¡Paradojas divinas! Y en medio de la visión se deja oír la voz del Padre: "Éste es mi Hijo amado; escúchenlo".

Imposible comentar en espacio tan escaso algo tan sublime. Pero al menos quedémonos con este mensaje: en esta Cuaresma Jesús nos invita a subir con Él a la montaña para encontrarnos a solas con Él y para descubrirnos los secretos inefables del misterio y de la gloria de su divinidad. Pero se necesita hacer silencio en el alma para entrar en oración y escuchar la voz de Dios. Y necesitamos también "subir" y dejar abajo las cosas de la tierra: el egoísmo, la vanidad, la sensualidad, nuestros propios vicios y pasiones; en una palabra, todo aquello que nos estorba para ir hacia Dios. Todo esto es parte imprescindible del camino cuaresmal. Sólo dejando el peso insoportable del pecado podemos subir. Y, una vez arriba, en la montaña, contemplaremos el rostro bendito de Cristo y escucharemos la voz del Padre, que nos invita a seguir a su Hijo. ¿Por cuál camino? Por el de la cruz. No hay gloria si no viene precedida antes por la pasión y la muerte. Sólo así, muriendo al hombre viejo y pecador que hay en nosotros, tendremos vida eterna. Por la cruz llegaremos a la resurrección.

Propósito
Hacer silencio en el alma para entrar en oración y escuchar la voz de Dios.

Diálogo con Cristo
Gracias, Jesús, por darme la oportunidad de poder subir contigo al monte de la oración. Totalmente inmerecido pero grandemente deseado es este momento en que puedo llegar a contemplar tu divinidad y tu paternidad. No más palabras, reflexiones, peticiones u ofrecimientos… sólo contemplarte, sentir, experimentar tu cercanía, tu amor... ¡Qué maravilla y qué felicidad!

LOS SANTOS DE HOY: DOMINGO 1 DE MARZO DEL 2015

Juana María Bonomo, BeatoJuana María Bonomo, Beato
Abadesa, 1 de marzo


Hoy también se festeja a:

Félix III, SantoFélix III, Santo
XLVIII Papa, 1 de marzo
Albino de Vercelli, SantoAlbino de Vercelli, Santo
Obispo, 1 Marzo
Cristóbal de Milán, BeatoCristóbal de Milán, Beato
Presbíero Dominico, 1 de marzo
David (Dewi) de Gales, SantoDavid (Dewi) de Gales, Santo
Obispo, 1 de marzo
Domnina, SantaDomnina, Santa
Virgen, 1 de marzo
Suitberto de Kaiserswert, SantoSuitberto de Kaiserswert, Santo
Obispo, 1 de marzo
Eudoxia, SantaEudoxia, Santa
Mártir, 1 de marzo
Albino de Angers, SantoAlbino de Angers, Santo
Obispo, 1 de marzo
Rosendo (Rudesindo), SantoRosendo (Rudesindo), Santo
Obispo, 1 de marzo
León Lucas, SantoLeón Lucas, Santo
Abad, 1 de marzo
Inés Tsao Kouying, SantaInés Tsao Kouying, Santa
Catequista mártir, 1 de marzo

SAN ROSENDO, OBISPO, 1 DE MARZO




Rosendo (Rudesindo), Santo
Rosendo (Rudesindo), Santo

Obispo, 1 de marzo 


Por: Alban Butler | Fuente: Vida de los Santos



Obispo

Martirologio Romano: En Celanova, de Galicia, en España, san Rosendo (Rudesindus), antes obispo de Dumio, que cuidó de promover o instaurar la vida monástica en la misma región y, habiendo renunciado a la función episcopal, tomó el hábito monástico en el monasterio de Celanova, que después presidió como abad ( 977).
Etimológicamente: Rosendo = “ gobernante glorioso”. Viene de la lengua alemana.
Fecha de canonización: En el año 1195 por el Papa Clemente III.
Breve Biografía
San Rosendo pertenecía a una noble familia de Galicia. Según Esteban de Celanova, su biógrafo, la madre (Ilduara) se hallaba orando en la iglesia de San Salvador, en el Monte Córdoba, cuando recibió un aviso del cielo de que tendría un hijo.
Rosendo era un joven serio y devoto. Cuando la sede de Dumium (actualmente Mondoñedo) quedó vacante, el pueblo le eligió obispo. En vano alegó el santo que sólo tenía dieciocho años y que era inepto para el cargo; el pueblo insistió, y Rosendo se vio obligado a aceptar.
Su gobierno fue totalmente diferente del de su primo Sisnando, obispo de Compostela, quien descuidaba sus deberes y pasaba el tiempo en paseos y diversiones. la vida de Sisnando era tan escandalosa, que el rey Sancho le encarceló y pidió a Rosendo que tomase el gobierno de su diócesis; el santo tuvo que aceptar contra su voluntad.
En una ocasión, hallándose ausente el rey Sancho, los normandos cayeron sobre Galicia y los moros invadieron Portugal. San Rosendo se puso al frente del ejército y al grito de "algunos ponen su confianza en los carros de guerra y otros en los caballos, pero nosotros invocamos el nombre del Señor" (Sal 19,8), rechazó a los normandos hasta sus naves y obligó a los moros a retirarse a sus territorios.
Después de la muerte del rey Sancho, ocurrida el año 967. Sisnando se evadió de la prisión y, en la noche de Navidad, atacó a Rosendo y le amenazó de muerte si no abandonaba la diócesis. El santo no opuso resistencia, y se retiró al monasterio de San Juan de Caveiro, que él mismo había fundado. Allí permaneció hasta que, en una visión, recibió la orden de ir a fundar otra abadía en el sitio que le sería mostrado. Para gran gozo suyo, fue conducido al valle de Villar, que pertenecía a sus antepasados. Se trataba de una tierra "en la que abundaban las fuentes y que se prestaba para el cultivo de flores, cereales y verduras, como también para los árboles frutales". Allí erigió, en el curso de ocho años, el monasterio de Celanova.
Nombró superior a un santo monje llamado Franquila, y él mismo se puso bajo sus órdenes. Con la ayuda de su abad, construyó otros monasterios, a los que impuso la estricta observancia de la regla de San Benito. A la muerte de Franquila fue elegido abad. Su fama era tan grande, que los obispos y abades acudían en busca de su dirección y varios conventos se pusieron bajo su jurisdicción.
Su biógrafo habla de numerosos milagros: el santo curó a muchos epilépticos y endemoniados, devolvió la vista a varios ciegos y su intercesión obtuvo la restitución de bienes robados y la liberación de cautivos. El mismo Esteban de Celanova comienza su catálogo de milagros narrando una experiencia personal: "Siendo muy joven, mis padres me destinaron a los estudios literarios. Para escapar de las dificultades de la escuela, acostumbraba yo ir a esconderme en el bosque. Como me mostraba irreductible, a pesar de que me vigilaban muy de cerca, mi maestro fue, por divina inspiración, a la tumba de san Rosendo, encendió un cirio y rogó a Dios que, si realmente me había escogido para la vida religiosa, me atase con los lazos de la virtud y abriera mi inteligencia al estudio. Según me decía con frecuencia mi maestro, a partir de ese momento empecé a ser más dócil y, no mucho después, tomé el hábito religioso en el mismo monasterio". San Rosendo fue canonizado en 1195 o 96.
De todos modos, no es del todo seguro que el monje Esteban haya escrito realmente la biografía que se le atribuye; en todo caso, vivió dos siglos después de San Rosendo. Casi todos los documentos y milagros publicados por los bolandistas en Acta Sanctorum, son posteriores a la muerte del santo. Es muy oscura la relación de san Rosendo con las diócesis de Dumium y Compostela, y es muy difícil determinar si no se había retirado ya a Celanova antes de que el rey le llamara a gobernar la sede de su primo.
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