| |||||||||||||||||||||||
|
Páginas
- Página principal
- San Juan Bosco
- San Valentín
- San Ignacio de Loyola
- San Juan XXIII, el Papa Bueno
- San Antonio Abad
- San Martín de Porres
- Santa Mónica
- Santo Domingo de Savio
- Santa Margarita de Alacoque
- Quiénes son los Santos?
- EL Santo Rosario
- Virgen de Guadalupe
- Virgen y Santos para Colorear
- Florecillas a María: Mes de Mayo
- La Divina Misericordia
- Junio: Nardos al Sagrado Corazón de Jesús
- Imágenes de la Virgen María
- Oraciones a la Virgen María
- Oraciones a Santos y Beatos
- Oraciones por las Vocaciones Sacerdotales y Religi...
- Oblatos de San José
- San Carlos Borromeo
- Santa Faustina Kowalska
- San Felipe de Neri
- Santa Rita de Casia
- San Luis Gonzaga
- San Josemaría Escrivá de Balaguer
- San Pedro y San Pablo
- San Pío de Pietrelcina
- Santa Teresita del Niño Jesús
- San Francisco de Asís
- Santa Teresa de Jesús (Ávila)
- San Judas Tadeo
- San Maximiliano Kolbe
- Los Apóstoles de Jesús
- Santa Gema Galgani
- Santa Teresa de Calcuta
- San Antonio de Padua
- San José Marello
- Santa Rosa de Lima
- San Vicente de Paúl
- San Pío de Pietrelcina
- San Juan Pablo II
- San Juan Bautista
- Semana Santa - Imágenes
- San Patricio
- Adviento 2024
- La Corona de Adviento
- Navidad 2024 - Novena y Meditaciones
- Tarjetas de Feliz Navidad y Merry Christmas
- NAVIDAD - PESEBRES NAVIDEÑOS
martes, 24 de junio de 2014
Los Santos de hoy miércoles 25 de junio de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 24 DE JUNIO DEL 2014
Autor: Irving Sánchez | Fuente: Catholic.net Juan es su nombre | |||
Lucas 1, 57-66.80. Solemnidad Natividad de Juan Bautista. Es preciso que él crezca y que yo disminuya. Estas palabras del Bautista constituyen un programa para todo cristiano. | |||
|
SAN JUAN BAUTISTA, SU NACIMIENTO, 24 DE JUNIO
Autor: Teresa Fernández | Fuente: Catholic.net Juan Bautista, Santo | |||
Su nacimiento, 24 de junio | |||
|
Los Santos de hoy martes 24 de junio de 2014
| |||||||
|
domingo, 22 de junio de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 23 DE JUNIO DEL 2014
Autor: H. Rafael Torres | Fuente: Catholic.net Sácate primero la viga que tienes en el ojo | |
Mateo 7, 1-5. Tiempo Ordinario. Jesús no nos prohíbe corregir, siempre y cuando actuemos con un corazón amante y sencillo que busca ayudar a los demás. | |
No juzgues para que no seas juzgado. Porque, con el juicio que juzguen serán juzgados, y con la medida con que midas serás medido. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: Deja que te saco la brizna del ojo, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano. Oración introductoria Señor, dame las fuerzas necesarias para dar un mayor ejemplo y testimonio de vida, tal como Tú quieres que sea. Dame humildad para reconocer mis faltas y disculpar las de mis hermanos, pero también concédeme ayudarlos a corregirse con un corazón puro que busca sólo su bien. Petición Dios mío, concédeme ser humilde, porque sin humildad puedo creerme mayor que los demás, olvidándome por completo de que yo también tengo mis faltas. Meditación del Papa Francisco Es un mensaje al cual frecuentemente nos acostumbramos, lo repetimos casi mecánicamente, pero no nos aseguramos de que tenga una real incidencia en nuestras vidas y en nuestras comunidades. ¡Qué peligroso y qué dañino es este acostumbramiento que nos lleva a perder el asombro, la cautivación, el entusiasmo por vivir el Evangelio de la fraternidad y la justicia! [...] Lo que hagamos con los demás tiene una dimensión trascendente: "Con la medida con que midáis, se os medirá"; y responde a la misericordia divina con nosotros: "Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará [...] Con la medida con que midáis, se os medirá". Lo que expresan estos textos es la absoluta prioridad de la "salida de sí hacia el hermano” como uno de los dos mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual en respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios. Por eso mismo "el servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia"» (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 179). . Reflexión Para estar de acuerdo con lo que el Evangelio nos quiere transmitir, tenemos que revisar nuestro interior y ver qué es lo que no nos ayuda y sacarlo de nosotros. Dios nos permite que corrijamos a nuestros hermanos y que les dejemos algo bueno de lo que Dios nos dice por medio de su palabra. Jesús no nos prohíbe corregir, siempre y cuando actuemos con un corazón amante y sencillo que busca ayudar a los demás. Corregir se convierte en una obra de misericordia, cuando el otro entiende por nuestros gestos y palabras, que le hacemos la observación por su propio bien, y no por demostrarle nuestra superioridad. Propósito Antes de corregir a alguien, reflexionaré para ver con qué intención lo estoy haciendo. Diálogo con Cristo Señor, dame las fuerzas necesarias para poder dar lo mejor de mí. Que todos mis actos sean para tu gloria. Concédeme ser coherente con mi misión y que con mi buen ejemplo pueda irradiarte a los a demás. Así sea. La humildad engendra sabiduría y prudencia (Afraates, Demonstr 9, 2) |
SANTA ETELDREDA DE ELY, ABADESA, 23 DE JUNIO
Autor: Plinio Corrêa de Oliveira | Fuente: santiebeati.it Eteldreda de Ely, Santa | |
Abadesa, 23 de junio | |
AbadesaTambién es conocida como: Audrey, Ediltrude, Ethelthryth, Ethelreda o Edeltraud Tres años después de casarse murió el príncipe y Eteldreda se retiró a su finca en Ely para llevar una vida de penitencia y oración. Pero por razones políticas tuvo que casarse nuevamente, esta vez con el príncipe Egfrido (645-685), hijo de Oswiu rey de Northumbria (612-670). El novio tenía tan sólo quince años, y también aceptó la propuesta de Eteldreda a vivir en castidad. Doce años más tarde, sin embargo, pidió ser liberado de la promesa. Eteldreda se negó, alegando sentirse dedicada a Dios. Pidió la mediación del obispo San Wilfrido (633-709) quien declaró que la pareja debía mantener la promesa. Pero como Egrfrido, ahora convertido en rey, ya no deseaba mantenerla, el obispo aconsejó a Eteldreda se separara de su marido y entrara en un convento. Se convirtió en novicia en el monasterio de Codingham y luego regresó a Ely, donde fundó un gran monasterio doble (es decir, tenía una rama masculina y una rama femenina), ella fue elegida abadesa del nuevo convento. Murió en el convento de Ely 23 de junio 695. En la vida de Santa Eteldreda vemos un atisbo de la Inglaterra primitiva al principios de la Edad Media, que es una mezcla de lo salvaje y lo sobrenatural, creando un contraste de extraordinaria belleza. No debemos imaginar a Santa Eteldreda y a sus tres santas hermanas como las delicadas y frágiles princesas hijas de Luis XV de Francia (1710-1774), vestidas con sedas y que para los retratos parecen muñecas de porcelana. Estas princesas eran mujeres fuertes, acostumbradas a cortar leños en el bosque, a cuidar personalmente de los animales y lavar su propia ropa. Pero al mismo tiempo, sobresalen por su estatura moral en un país al que apenas estaba llegando la Luz. Sus vidas son la cuna de las dinastías futuras, y sus pueblos, el punto de partida de nuevas civilizaciones. ¡Felicidades a quien leve este nombre! |
Los Santos de hoy lunes 23 de junio de 2014
| |||||||||||||
|
EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 22 DE JUNIO DEL 2014
Autor: P. Sergio A. Cordova LC | Fuente: Catholic.net ¿De qué tiene miedo el mundo de hoy?... ¿Y tú? | |
Mateo 10, 26-33. Tiempo Ordinario. ¡Confía en Dios y se te acabarán todos tus miedos y tus temores para siempre! | |
«No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. «Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. Oración preparatoria Señor, concédeme vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Permite que esta oración me cure de aquello que desfigura mi alma y pone distancia entre Tú y yo. Petición Señor, no permitas que tenga miedo ni me desconcierten las tentaciones que me presenta el mundo. Meditación del Papa Francisco Y el Señor también nos ayuda a no tener miedo: frente a las guerras, a las revoluciones, pero también a las calamidades naturales, a las epidemias, Jesús nos libera del fatalismo y de las falsas visiones apocalípticas. El segundo aspecto nos interpela precisamente como cristianos y como Iglesia: Jesús preanuncia pruebas dolorosas y persecuciones que sus discípulos deberán padecer, por su causa. Sin embargo asegura: "Pero no perecerá ni un cabello de su cabeza". ¡Nos recuerda que estamos totalmente en las manos de Dios! Las adversidades que encontramos por nuestra fe y nuestra adhesión al Evangelio son ocasiones de testimonio; no deben alejarnos del Señor, sino impulsarnos a abandonarnos aún más en Él, en la fuerza de su Espíritu y de su gracia. (S.S. Francisco, 17 de noviembre de 2013). Reflexión Las palabras del Papa Wojtyla, en la Misa del inicio solemne de su pontificado, aquel 22 de octubre de 1978, fueron precisamente éstas: "No tengáis miedo de acoger a Cristo y aceptar su poder... No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo, abridlas de par en par... No tengáis miedo. Cristo sabe ‘lo que hay dentro del hombre’. Sólo Él lo sabe". ¡Qué palabras tan proféticas y confortantes! En el Evangelio de este domingo, nuestro Señor Jesucristo nos presenta este mismo mensaje y nos invita precisamente a no tener miedo. Si leemos con calma el pasaje de hoy, nos daremos cuenta de que, en un texto tan breve, Cristo repite tres veces la misma frase: "No tengáis miedo". "No tengáis miedo a los hombres. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No tengáis miedo porque vuestro Padre celestial cuida de vosotros". Un mensaje de grandísima actualidad y urgencia. Parece que nuestro Señor está pensando en cada uno de nosotros, en nuestra generación del siglo XX y XXI, a pesar de que pronunció estas palabras por primera vez hace ya dos mil años. Y es que el mensaje de Cristo es siempre tremendamente actual. "No tengas miedo –nos vuelve a decir hoy– porque Dios está contigo y Él te protege. No tengas miedo porque el poder de Dios, su amor y su providencia son infinitamente superiores al poder humano y a todas sus amenazas juntas. Y aunque padecieras el mal y la muerte misma, no te olvides de que tienes un alma inmortal y Dios te dará vida eterna si vives para Él y lo obedeces". ¿A qué tienes miedo tú? Tal vez miedo a la soledad, a lo desconocido, al futuro, a una grave responsabilidad, a tomar decisiones equivocadas o a fallar en la vida; tal vez miedo al fracaso, a las malas interpretaciones de los demás, a que te hieran o te traicionen; o miedo a tu propia debilidad, al sufrimiento, a la enfermedad, al dolor, a la muerte... Pero también para ti, personalmente, Cristo tiene una respuesta. Y te la está comunicando hoy en el Evangelio. No tengas miedo, pues sólo fracasa el que nunca lo intenta; el dolor es necesario para crecer; sólo teme el ridículo quien no sabe reírse de sí mismo; el pasado ya no puede herirte más, y el futuro todavía no está en tus manos. Si tienes miedo a la opinión de la gente, de todas formas opinarán de ti; la enfermedad y el sufrimiento sólo nos acercan a Dios si lo aceptamos y vivimos con fe y con amor. ¿Temes la oscuridad? Sólo en la noche podrás gozar de la belleza de las estrellas. Y la muerte no es el final, sino el más hermoso de los comienzos. ¡Confía en Dios y se te acabarán todos tus miedos y tus temores para siempre! |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)