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domingo, 7 de diciembre de 2025
EL ORIGEN DE PAPA NOEL
El origen de Papá Noel
San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus (entre muchas otras denominaciones) se ha convertido en el icono moderno de la Navidad. Y es que, quitando algunas excepciones, como en España, donde comparte protagonismo con los Reyes Magos de Oriente que nos visitan la madrugada del 5 al 6 de enero, la figura de Papá Noel, que es como se le conoce en España, monopoliza las navidades en multitud de países del mundo, donde porta sus regalos, en un trineo arrastrado por sus renos la víspera de Navidad.
¿Cuál es el origen de esta leyenda?
Tenemos que trasladarnos hasta el año 270. En Petara (actualmente perteneciente a Turquía) nació Nicolás de Bari (‘De Bari’ porque fue donde se trasladaron sus restos tras la caída de Anatolia en manos musulmanas). Nacido en el seno de una familia cristiana y acomodada, el joven Nicolás es considerado como una persona sencilla, con don de gentes y servicial. Prueba de ello es que toda la fortuna que heredó de sus padres, fallecidos por culpa de la peste, la donó a los más necesitados. Más tarde se trasladó a Mira, ciudad situada en la región donde nació, donde se convirtió en obispo. Tras su muerte fue santificado. En la actualidad cuenta con más de 2.000 templos en todo el mundo en su honor.
Cuenta la leyenda que guiado por su devoción hacia los niños y su afán en ayudar a los pobres, al enterarse de que un padre se vio obligado a prostituir a sus hijas para poder sobrevivir, Nicolás tiró unas monedas por la chimenea de la casa. Monedas que cayeron en las calzas de las niñas que habían dejado secando ante el fuego.
A partir de aquí y tras más actos como este, nace el mito de San Nicolás, un mito que se extendió, primero por Europa y, luego por Norteamérica, tras la llegada de inmigrantes holandeses.
En Norteamérica es donde su imagen ha adoptado miles de formas y colores tras multitud de publicaciones, algunas mitológicas, sobre su figura. Y ha sido usado por la empresa Coca Cola como emblema para publicitar sus productos.
Debería quedar claro que en Navidad celebramos al Niño Jesús y no a Papá Noel.
EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 7 DE DICIEMBRE DE 2025-II DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo 2 (A) de Adviento
Domingo 7 de diciembre 2025
1ª Lectura (Is 11,1-10): Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada.
Salmo responsorial: 71
R/. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
2ª Lectura (Rom 15,4-9): Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que entre nuestra paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros, según Jesucristo, para que unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. En una palabra, acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios. Quiero decir con esto que Cristo se hizo servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas; y, por otra parte, acoge a los gentiles para que alaben a Dios por su misericordia. Así dice la Escritura: «Te alabaré en medio de los gentiles y cantaré a tu nombre».
Versículo antes del Evangelio (Lc 3,4.6): Aleluya. Preparad el camino del Señor, haced rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador. Aleluya.
Texto del Evangelio (Mt 3,1-12): Por aquellos días se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos». Éste es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: ‘Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas’. Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: ‘Tenemos por padre a Abraham’; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga».
«Dad fruto digno de conversión»
Pbro. Walter Hugo PERELLÓ
(Rafaela, Argentina)
Hoy, el Evangelio de san Mateo nos presenta a Juan el Bautista invitándonos a la conversión: «Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos» (Mt 3,2).
A él acudían muchas personas buscando bautizarse y «confesando sus pecados» (Mt 3,6). Pero dentro de tanta gente, Juan pone la mirada en algunos en particular, los fariseos y saduceos, tan necesitados de conversión como obstinados en negar tal necesidad. A ellos se dirigen las palabras del Bautista: «Dad fruto digno de conversión» (Mt 3,8).
Habiendo ya comenzado el tiempo de Adviento, tiempo de gozosa espera, nos encontramos con la exhortación de Juan, que nos hace comprender que esta espera no se identifica con el “quietismo”, ni se arriesga a pensar que ya estamos salvados por ser cristianos. Esta espera es la búsqueda dinámica de la misericordia de Dios, es conversión de corazón, es búsqueda de la presencia del Señor que vino, viene y vendrá.
El tiempo de Adviento, en definitiva, es «conversión que pasa del corazón a las obras y, consiguientemente, a la vida entera del cristiano» (San Juan Pablo II).
Aprovechemos, hermanos, este tiempo oportuno que nos regala el Señor para renovar nuestra opción por Jesucristo, quitando de nuestro corazón y de nuestra vida todo lo que no nos permita recibirlo adecuadamente. La voz del Bautista sigue resonando en el desierto de nuestros días: «Preparad el camino al Señor, enderezad sus sendas» (Mt 3,3).
Así como Juan fue para su tiempo esa “voz que clama en el desierto”, así también los cristianos somos invitados por el Señor a ser voces que clamen a los hombres el anhelo de la vigilante espera: «Preparemos los caminos, ya se acerca el Salvador y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor. Ven, Señor, a libertarnos, ven tu pueblo a redimir; purifica nuestras vidas y no tardes en venir» (Himno de Adviento de la Liturgia de las Horas).
SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO - 7 DE DICIEMBRE DE 2025 - MEDITACIÓN Y ORACIÓN PARA ENCENDER LA SEGUNDA VELA
Hoy celebramos el Segundo Domingo de Adviento 2025: Dios nos llama a la conversión
ACI Prensa
7 de diciembre de 2025
En este Segundo Domingo de Adviento, el Evangelio nos interpela radicalmente a través de la voz de Juan el Bautista: «Arrepiéntanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos» (Lc 3, 4). El mensaje es claro: Dios nos está llamando a la conversión.
Juan era ese a quien el profeta Isaías describió como la “voz que clama en el desierto”; aquel que viene a despertar los corazones adormecidos: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos” (Mt 3. 1-2). Nuestra respuesta debe ser alejarnos del pecado y preparar el corazón para recibir al Señor Jesús. El Espíritu nos llama a reconciliarnos con Dios, acercándonos al sacramento de la Reconciliación (confesión).
En la segunda semana de Adviento, la Iglesia motiva a sus hijos a acoger el don de la reconciliación mediante la Confesión. Este es un sacramento que nos devuelve la amistad con el Señor, debilitada por el pecado. No olvidemos que la Confesión, además de concedernos el perdón, nos fortalece para no volver a pecar. Meditemos el Evangelio de hoy (Mateo 3, 1-12) y hagamos la ‘Oración familiar para el Segundo Domingo de Adviento’.
En la Oración familiar del Segundo Domingo de Adviento encenderemos la segunda vela de la corona. Esto será un signo del llamado urgente a la conversión, de la necesidad de rechazar el pecado para vivir como Jesús nos pide.
Reúne, entonces, a la familia y recen juntos la Oración familiar.
Oración familiar para el Segundo Domingo de Adviento 2025
Este domingo 7 de diciembre celebramos el Segundo Domingo de Adviento 2025. Vamos a encender la segunda vela de la Corona de Adviento como signo de que seguimos preparándonos para recibir a Jesús con el corazón reconciliado en esta Navidad.
Antes de la oración:
Te recomendamos poner la corona de Adviento en un lugar especial de la casa, en torno al cual se reúnan los miembros de la familia. Al lado de la corona se puede colocar una imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida, que favorezca el espíritu de recogimiento.
Se debe nombrar un MONITOR para que dirija la oración -puede ser el papá o la mamá-, así como un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir las distintas partes de la oración, de manera que puedan participar el mayor número de personas). Los demás participarán con sus respuestas, cantando o haciendo peticiones.
La vela correspondiente al Primer Domingo de Adviento debe estar encendida antes de iniciar la Oración familiar. Uno de los participantes encenderá la segunda vela de la Corona de Adviento durante la segunda estrofa de la canción “Hoy se enciende una llama”.
NOTA: Te sugerimos leer o revisar previamente el texto completo de la Oración familiar, especialmente las indicaciones en letra cursiva dentro del texto, que no deben ser leídas en voz alta.
Liturgia para el Segundo Domingo de Adviento 2025
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR:
El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. En un momento especial de esta Oración, vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.
(Momento de silencio)
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
"En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios" (Lc 3, 1-6).
MONITOR:
Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su venida (en silencio cada uno hace su compromiso).
MONITOR:
(Encendido de la vela de la corona correspondiente a la semana)
Cantemos ahora HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Al inicio de la segunda estrofa del canto, la persona designada previamente enciende la segunda vela)**
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene
preparad corazones,
allánense los senderos.
Crecen nuestros anhelos al ver**
la segunda llama nacer.
Como dulce rocío
vendrá el Mesías hecho Niño.
MONITOR:
Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.
LECTOR:
Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación.
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la "Luz del Mundo".
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador.
VEN SEÑOR JESÚS
(Se pueden añadir otras peticiones libres)
MONITOR:
Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este tiempo de preparación, y así recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo. Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.
1. Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel: la flor que nacería de tierra virginal, un Hijo que sería el Emmanuel.
2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió. Dios Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.
3. Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos que a tu lado lo vamos a encontrar lo mismo en la alegría que en la Cruz.
MONITOR: Madre de la Esperanza…
TODOS: Ruega por nosotros.
MONITOR: Recemos juntos la siguiente oración:
TODOS:
Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta Él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
domingo, 30 de noviembre de 2025
EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 DE NOVIEMBRE DE 2025 - PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo I (A) de Adviento
Domingo 30 de noviembre de 2025
1ª Lectura (Is 2,1-5): Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén. En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén».
Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.
Salmo responsorial: 121
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios».
Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.
2ª Lectura (Rom 13,11-14a): Hermanos: Comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo.
Versículo antes del Evangelio (Sal 84): Aleluya. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Aleluya.
Texto del Evangelio (Mt 24, 37-44): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada.
»Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre».
«Velad (...) porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor»
Mons. José Ignacio ALEMANY Grau, Obispo Emérito de Chachapoyas
(Chachapoyas, Perú)
Hoy, «como en los días de Noé», la gente come, bebe, toma marido o mujer con el agravante de que el hombre toma hombre, y la mujer, mujer (cf. Mt 24,37-38). Pero hay también, como entonces el patriarca Noé, santos en la misma oficina y en el mismo escritorio que los otros. Uno de ellos será tomado y el otro dejado porque vendrá el Justo Juez.
Se impone vigilar porque «sólo quien está despierto no será tomado por sorpresa» (Benedicto XVI). Debemos estar preparados con el amor encendido en el corazón, como la antorcha de las vírgenes prudentes. Se trata precisamente de eso: llegará el momento en que se oirá: «¡Ya está aquí el esposo!» (Mt 25,6), ¡Jesucristo!
Su llegada es siempre motivo de gozo para quien lleva la antorcha prendida en el corazón. Su venida es algo así como la del padre de familia que vive en un país lejano y escribe a los suyos: —Cuando menos lo esperen, les caigo. Desde aquel día todo es alegría en el hogar: ¡Papá viene! Nuestro modelo, los Santos, vivieron así, “en la espera del Señor”.
El Adviento es para aprender a esperar con paz y con amor, al Señor que viene. Nada de la desesperación o impaciencia que caracteriza al hombre de este tiempo. San Agustín da una buena receta para esperar: «Como sea tu vida, así será tu muerte». Si esperamos con amor, Dios colmará nuestro corazón y nuestra esperanza.
Vigilen porque no saben qué día vendrá el Señor (cf. Mt 24,42). Casa limpia, corazón puro, pensamientos y afectos al estilo de Jesús. Benedicto XVI explica: «Vigilar significa seguir al Señor, elegir lo que Cristo eligió, amar lo que Él amó, conformar la propia vida a la suya». Entonces vendrá el Hijo del hombre… y el Padre nos acogerá entre sus brazos por parecernos a su Hijo.
ADVIENTO 2025 - IMÁGENES, MEDITACIONES, EXPLICACIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO, ORACIONES
Prepara tu Corona de Adviento
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. ¿Qué significa? ¿Cómo encender las velas?
Autor: P. Alberto Ramírez Mozqueda
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. Es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la esperanza y la vida...
Dios se hace presente en la vida de cada ser humano y de cualquier manera le hace sentir su amor y deseo de salvarle.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad. Actualmente hay inquietud por reavivar una costumbre muy significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo: La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad.
La corona es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la esperanza y la vida. Va enrollada con un listón rojo, símbolo del amor de Dios que nos envuelve y también de nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. En el centro de círculo se colocan las cuatro velas (pueden ser tres moradas y una rosa o bien todas blancas) para encenderse una cada domingo de Adviento. La luz de la vela simboliza nuestra fe.
El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón de la Palabra, si es en la Iglesia, o en un lugar adecuado si se utiliza en un ambiente familiar o escolar.
En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de Navidad y si se quiere se puede situar la imagen del Niño en relación con la corona: se tiene que ver que la Navidad es más importante que la espera del Adviento.
La corona, que procede del Norte (países escandinavos, Alemania), tiene raíces simbólicas universales: la luz como salvación, el verde como vida, forma redonda como eternidad. Simbolismos que se vieron muy coherentes con el misterio de la Navidad cristiana y que pasaron fácilmente a los países del sur.
Se ha convertido rápidamente en un simpático elemento complementario de pedagogía cristiana para expresar la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida, junto a otros ciertamente más importantes, como son las lecturas bíblicas, los textos de oración y el repertorio de cantos.
ADVIENTO: tiempo de preparar el corazón
Católicos Somos Rcc
El Adviento no es solo el inicio de un nuevo tiempo litúrgico… es una oportunidad para iniciar de nuevo nosotros también.
Es un tiempo para detenernos, respirar hondo y mirar hacia adentro, donde muchas veces Jesús quiere nacer y no siempre encuentra espacio.
En medio del ruido, de las carreras, de las preocupaciones de cada día, el Adviento nos invita a algo distinto: esperar, confiar y preparar el corazón.
Porque no se trata solo de que llegue la Navidad, sino de permitir que Cristo llegue a nuestra vida de manera real, profunda y renovadora.
Este tiempo es una llamada a encender nuestras propias velas:
• La esperanza que vence el desánimo.
• La fe que sostiene en las pruebas.
• La alegría que transforma las sombras.
• El amor que nos hace renacer.
Que este Adviento no pase de largo.
Que sea un tiempo para volver al Señor con sinceridad, para reconciliarnos con nosotros mismos, para sanar heridas, para dejar entrar la luz que tanto necesitamos.
Jesús viene… y viene por ti. ❤️
Que encuentre un corazón abierto, dispuesto y lleno del deseo de recibirlo.
Virgen del Adviento,
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del cielo la puerta.
Madre de los hombres,
de la mar estrella,
llévanos a Cristo,
dános sus promesas.
Eres Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la esclava,
del mundo la reina.
Alza nuestros ojos
hacia tu belleza,
guía nuestros pasos
a la vida eterna.
Los Domingos de Adviento: Preparación para la Navidad
Domingos de Adviento 2025
Estamos cada vez más cerca del Adviento 2025, y por eso compartimos algunos datos importantes sobre las celebraciones, lecturas y ornamentos propios de este tiempo de preparación para la Navidad.
1. ¿Cuándo se celebrarán?
a) El Adviento, del latín advenio, advenire (“advenir”, “llegar”), comienza el domingo más cercano a la fiesta de San Andrés Apóstol. En 2025, el Primer Domingo de Adviento será el 30 de noviembre, coincidiendo precisamente con dicha festividad.
b) La celebración del Adviento puede iniciarse en las vísperas del Primer Domingo, es decir, en la tarde del sábado 29 de noviembre. Este tiempo litúrgico concluye indefectiblemente con las primeras vísperas del 25 de diciembre, solemnidad de la Natividad del Señor.
c) El Adviento es un tiempo de preparación espiritual para la Navidad, compuesto por cuatro domingos, aunque no siempre abarca cuatro semanas completas. En 2025, tendrá una duración de tres semanas y cuatro días, ya que al atardecer del miércoles 24 de diciembre comenzarán las primeras vísperas de la Navidad.
d) El Adviento 2025 coincide, de manera especial, con las últimas jornadas del Gran Jubileo que la Iglesia celebra durante ese año. Estas jornadas jubilares se extenderán hasta el 6 de enero de 2026, cuando el Papa León XIV cerrará la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, marcando así la conclusión del Jubileo.
2. Los colores y las velas
El morado es el color propio del Adviento y simboliza penitencia, conversión y austeridad. Entre los signos más significativos de este tiempo de espera destaca la Corona de Adviento, una circunferencia elaborada con ramas verdes —generalmente de pino— que sostiene cuatro velas: tres moradas y una rosada. Cada vela representa uno de los cuatro domingos de preparación para la Navidad.
La primera vela morada se encenderá el Primer Domingo de Adviento, el 30 de noviembre.
La segunda vela morada se encenderá el 7 de diciembre, Segundo Domingo de Adviento.
La tercera vela, de color rosa, se encenderá el 14 de diciembre, Tercer Domingo de Adviento, conocido como el Domingo de Gaudete (del latín, “alégrense”). Este color expresa la alegría por la cercanía de la Navidad.
Finalmente, la última vela morada se encenderá el Cuarto Domingo de Adviento, el 21 de diciembre.
3. Las dos etapas del Adviento
El Adviento se divide en dos partes:
La primera, desde el Primer Domingo hasta el 16 de diciembre (martes de la Tercera Semana). Esta etapa se enfoca en la espera de la segunda venida de Cristo al final de los tiempos.
La segunda, del 17 al 24 de diciembre, se centra en la preparación inmediata para celebrar el nacimiento de Jesús en la Navidad.
Este tiempo de espera cuenta con lecturas propias tanto para los domingos como para los días de semana.
a) Domingos (temas):
Primer Domingo: La segunda venida del Señor al final de los tiempos.
Segundo y Tercer Domingo: La predicación de San Juan Bautista.
Cuarto Domingo: Los acontecimientos previos al nacimiento de Jesús.
La primera lectura de estos domingos recuerda las profecías sobre el Mesías y el tiempo mesiánico, generalmente tomadas del libro de Isaías.
La segunda lectura, tomada de los escritos apostólicos del Nuevo Testamento, presenta siempre enseñanzas y exhortaciones propias del espíritu del Adviento.
b) Días de semana:
Del 1 al 16 de diciembre: Las lecturas se toman del libro de Isaías y guardan relación con los Evangelios. A partir del jueves de la segunda semana, la primera lectura continúa con Isaías o con otros textos bíblicos vinculados al Evangelio, especialmente los relacionados con San Juan Bautista.
Del 17 al 24 de diciembre: Los Evangelios se toman de San Mateo (capítulo 1) y San Lucas (capítulo 1), y relatan los acontecimientos previos al nacimiento de Jesús. En la primera lectura, se proclaman textos del Antiguo Testamento tomados de los profetas, que día a día recuerdan las principales profecías mesiánicas.
4. ¿Qué pasa con los difuntos, los santos, los matrimonios y los cantos?
La Conferencia Episcopal Española presenta en su sitio web algunas normas particulares para el tiempo de Adviento. A continuación, se destacan algunos aspectos importantes a tener en cuenta:
No se permiten las Misas de difuntos ni la celebración de santos o solemnidades en ninguno de los domingos de Adviento.
En las bodas celebradas durante el Adviento, los novios reciben una bendición nupcial en la que se les recuerda el carácter especial de este tiempo litúrgico.
La decoración del altar debe ser sobria, y los instrumentos musicales se utilizan con moderación o se omiten por completo. Los cantos y melodías deben reflejar el espíritu de austeridad y espera propio del Adviento.
No se entona el Gloria, excepto en las fiestas de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y de Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre).
Ideas para vivir el Adviento 2025
Fuente: Catholicnet
Durante el tiempo de Adviento se puede escoger alguna de las opciones presentadas a continuación para vivir cada día intensamente y llegar a la Navidad con el corazón lleno de amor por el Niño Dios.
1. Pesebre y pajas (Dar calor al Niño)
Esta actividad consiste en preparar con anticipación un pesebre (cuna) de paja para el Niño Jesús. Pueden usarse solo las pajitas o se las puede colocar sobre una cunita de madera o recipiente adecuado. La idea es que cuando nazca Jesús el 25 de diciembre no tenga frío y la paja le dé el calor que necesita. Todos los miembros de la familia u hogar pueden ir colocando una pajita por cada obra buena que se realice. Si hay niños en casa, este puede ser un excelente medio para motivarlos a obrar bien. Cada miembro del hogar pondrá su aporte en pajitas hasta el día del nacimiento de Cristo.
2. Vitral del Nacimiento
Es necesario una imagen impresa (o dibujada) del belén o pesebre en el que estén representados Jesús Niño, María y José. Es importante que la imagen solo incluya los contornos de los objetos, animales y personajes, de manera que el fondo esté en blanco. La actividad consiste en ir pintando las distintas secciones (estas pueden ser divididas a discreción de manera similar a los vitrales de las iglesias). Todos pueden participar: por ejemplo, los niños podrán colorear algunas partes cada vez que realicen una obra buena; y los adultos que deseen participar pueden hacer lo mismo añadiendo sacrificios, oraciones y ofrecimientos especiales-. La idea es tener el “vitral” coloreado antes de la Navidad.
3. Calendario de Adviento
En esta actividad se trata de que los niños hagan ellos mismos un calendario de Adviento en donde escriban sus propios propósitos para cumplir cada día, antes de Navidad. Si los niños cumplen sus metas, podrán colorear o marcar la cuadrícula del día correspondiente. Para ello es necesario que los niños revisen a diario sus propósitos. Esta actividad es un inmejorable “calentamiento” para el corazón.
Los padres deben acompañar a los niños y guiarlos en el cumplimiento de sus metas, de manera que aprendan a manejar tanto el éxito como el fracaso, controlar la frustración y saber ofrecerla también. Se trata de un ejercicio pedagógico: se pueden retomar los propósitos no cumplidos o pedir ayuda a alguien para fomentar la solidaridad. Este calendario lo podrán llevar a la Iglesia el día de Navidad o ponerlo al pie del Belén en casa, si así lo desean.
Posibles propósitos (sugerencias):
Ayudaré en casa en aquello que más me cueste trabajo.
Rezaré en familia por la paz del mundo.
Ofreceré mi día por los niños que no tienen papás ni una casa donde vivir.
Obedeceré a mis papás y maestros con alegría.
Compartiré mi almuerzo con una sonrisa a quien le haga falta.
Hoy cumpliré con toda mi tarea sin quejarme.
Ayudaré a mis hermanos en algo que necesiten.
Ofreceré un sacrificio por los sacerdotes.
Rezaré por el Papa.
Daré gracias a Dios por todo lo que me ha dado.
Llevaré a cabo un sacrificio.
Leeré algún pasaje del Evangelio.
Ofreceré una comunión espiritual a Jesús por los que no lo aman.
Daré un juguete o una ropa a un niño que no lo tenga.
No comeré entre comidas (ayuno).
En lugar de ver la televisión ayudaré a mi mamá en lo que necesite.
Imitaré a Jesús en su perdón cuando alguien me moleste.
Pediré por los que tienen hambre y no comeré dulces.
Rezaré un Avemaría para demostrarle a la Virgen cuánto la amo.
Hoy no pelearé con mis hermanos.
Saludaré con cariño a toda persona que me encuentre.
Hoy pediré a la Santísima Virgen por mi país.
Leeré el nacimiento de Jesús en el Evangelio de San Lucas (Lc 2, 1-20).
Abriré mi corazón a Jesús para que nazca en él.
4. Los que esperaban a Cristo
En esta actividad se trata de lograr completar una lista con 24 o 28 nombres (dependiendo del número de días del Adviento) de personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento que esperaron la venida del Mesías. Estos personajes se buscarán en la Biblia, se dibujarán (en papel o cartulina) y se recortarán. En el reverso de cada personaje se pondrá su nombre y qué dijo o hizo. Se puede utilizar como juego. Una alternativa es usar tarjetas para notas (flashcards).
Algunos personajes que se pueden incluir:
Abraham: Dios le dijo a Abraham que su descendencia iba a ser numerosa como las estrellas del cielo y las arenas del mar, y así fue.
David: Dios le dijo al rey David que el Mesías iba a ser de su linaje (descendencia familiar).
Isaías: Dios le dijo al profeta Isaías que el Mesías iba a nacer de la Virgen (doncella de Israel).
Jeremías: Dios le dijo al profeta Jeremías que cuando naciera el Mesías, Él iba a dar a los hombres un corazón nuevo para conocerlo y amarlo mucho.
Ezequiel: Dios le dijo al profeta Ezequiel que el Mesías iba a resucitar.
Miqueas: Dios le dijo al profeta Miqueas que en Belén iba a nacer su Hijo.
Oseas: Dios le dijo al profeta Oseas que de Egipto iba a llamar a su Hijo.
Zacarías: Dios le dijo al profeta Zacarías que su Hijo iba a entrar en Jerusalén montado en un pollino (burro).
Hombres Sabios o Reyes Magos: esperaban la venida del Salvador de los hombres.
Los pastores: un ángel les avisó del gran acontecimiento (Jesús había nacido).
Adviento 2025 : Bendición de la Corona de Adviento
Fuente: Catholicnet
Bendición de la Corona de Adviento a cargo de un miembro de la familia:
Con frecuencia, en parroquias o colegios se organiza una bendición general de las coronas de Adviento. En caso no fuera posible asistir a alguna de estas celebraciones, la bendición de la Corona puede llevarse a cabo en el hogar a cargo del padre o la madre, o, en su defecto, de algún otro miembro de la familia, rezando esta sencilla oración:
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
LECTOR:
Señor Dios,
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos en el Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
TODOS: Amén.
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Bendición de la Corona de Adviento a cargo de un sacerdote:
SACERDOTE: Al comenzar este nuevo Año Litúrgico, vamos a bendecir, como comunidad cristiana, esta CORONA con la que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la LUZ DEL MUNDO. Su color verde significa la vida, nuestra vida de gracia, y la esperanza de ser mejores y unirnos más como comunidad.
TODOS: POR ESO, AL IR ENCENDIENDO, DOMINGO TRAS DOMINGO, LOS CIRIOS DE LA CORONA, DEBEMOS SIGNIFICAR NUESTRA GRADUAL PREPARACIÓN PARA RECIBIR LA LUZ DE NAVIDAD: JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR, QUE VIENE PARA SALVARNOS.
SACERDOTE: Démosle gracias a Dios por esta CORONA, pero especialmente porque nos permite estar reunidos, como comunidad, para darle gracias y bendecirlo.
TODOS: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE SIEMPRE ESTÁS CON NOSOTROS EN EL CAMINO DE LA VIDA, Y PORQUE NOS AYUDAS A BENDECIRTE Y A TENERTE PRESENTE CADA DÍA. TE DAMOS GRACIAS POR NUESTRA CONVIVENCIA COMUNITARIA Y POR ESTA CORONA DE ADVIENTO QUE HOY QUEREMOS BENDECIR, Y PONERLA AQUÍ EN TU NOMBRE PARA QUE SEA EL CENTRO DE NUESTRA ORACIÓN Y REFLEXIÓN COMUNITARIA.
SACERDOTE: Escucha, pues, Padre bueno, nuestras súplicas: bendice (+) esta corona de adviento, y al bendecirla, bendícenos también a nosotros como comunidad, danos tu paz, tu amor y tu unidad. Ayúdanos a vencer las tentaciones. No nos dejes caer en el pecado que nos aparta de ti. Antes bien, ayúdanos a preparar la venida de tu hijo Jesucristo, luz del mundo, para que ilumine toda nuestra vida y nos guíe por el camino de la verdad y del bien, Él que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
(Se rocía la corona con agua bendita... y se enciende la primera vela...).
LECTOR: Si encendemos una vela es porque queremos alumbrar, porque queremos tener una señal que pueda ver Aquel que viene hacia nosotros. La vela encendida es un signo externo de nuestra disposición interior de esperanza.
TODOS: POR ESO, EN ESTE TIEMPO DE ADVIENTO, SEGUIREMOS CON ATENCIÓN Y CON BUENA DISPOSICIÓN LAS ENSEÑANZAS DE LA PALABRA DE DIOS EN LAS LECTURAS DOMINICALES, Y NOS PREPARAREMOS, DE TODO CORAZÓN, PARA LA VENIDA DEL SEÑOR A NUESTRA COMUNIDAD PARROQUIAL, A NUESTRA FAMILIA Y A NUESTRA VIDA PERSONAL.
LECTOR: Recordamos su venida histórica, cuando el Hijo de Dios nace como Hijo de María, como Hombre para habitar entre los hombres; acogemos su venida litúrgica en cada Eucaristía, en su Palabra y en la Comunión; y esperamos con viva fe su venida escatológica, al final de los tiempos.
TODOS: ENCENDER UNA VELA TIENE SENTIDO EN LA MEDIDA EN QUE, PERSONAL, FAMILIAR Y COMUNITARIAMENTE, NOS DISPONGAMOS A RECIBIR AL HIJO DE DIOS, A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE VIENE A NOSOTROS PARA SALVARNOS.
SACERDOTE: Cristo, en su Evangelio, nos invita a "Velar y a estar preparados, porque no sabemos cuando llegará el momento".
TODOS: POR ESO, NOS COMPROMETEMOS A PREPARARNOS EN FAMILIA A TRAVÉS DEL PERDÓN, DE LA COMPRENSIÓN Y DEL AMOR ENTRE ESPOSO Y ESPOSA, ENTRE PADRES E HIJOS, ENTRE HERMANOS Y HERMANAS, Y ENTRE AMIGOS Y COMPAÑEROS.
NOS COMPROMETEMOS, TAMBIÉN, A MANIFESTAR NUESTRO CARIÑO Y BUENA VOLUNTAD PARA CON LOS AMIGOS Y VECINOS, SOBRE TODO, ESTANDO DISPUESTOS A PRESTAR AYUDA SI ALGUIEN NECESITA DE NOSOTROS, DE NUESTRO TIEMPO, DE NUESTRO SERVICIO Y DE NUESTRAS COSAS.
Y LE PEDIMOS A DIOS, NUESTRO SEÑOR, SU GRACIA Y SU FUERZA PARA CUMPLIR FIELMENTE ESTOS PROPÓSITOS. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. AMÉN.
SACERDOTE: (Bendición solemne de Adviento) Que Dios, omnipotente y misericordioso…
TODOS: NOS SANTIFIQUE CON LA CELEBRACIÓN DE ESTE ADVIENTO Y NOS LLENE DE SUS BENDICIONES, YA QUE CREEMOS QUE CRISTO VINO AL MUNDO Y ESPERAMOS SU RETORNO GLORIOSO. AMÉN.
SACERDOTE: Que Dios, fuente de vida y alegría…
TODOS: NOS CONCEDA PERMANECER FIRMES EN LA FE, ALEGRES EN LA ESPERANZA Y EFICACES EN LA CARIDAD. AMÉN.
SACERDOTE: Que Dios, origen de toda bondad…
TODOS: NOS ENRIQUEZCA CON LOS PREMIOS ETERNOS CUANDO VENGA DE NUEVO EN LA MAJESTAD DE SU GLORIA. AMÉN.
SACERDOTE: Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo (+) y Espíritu Santo, descienda sobre todos ustedes.
TODOS: AMÉN.
Adviento 2025 : Rosario de Adviento
“Adviento, Tiempo de espera”
Indicaciones:
· Ambiente: Capilla
· Símbolo: Una “corona de adviento” con 4 cirios los cuales deberán ser prendidos al inicio de cada una de las primeras cuatro meditaciones; en la quinta meditación se encenderá el cirio de la Virgen. La corona se coloca a los pies de la imagen de la Virgen
Materiales:
· Imagen de la Virgen
· Corona de adviento con sus 4 cirios
· Cirio azul (para la Virgen)
· Cancioneros
T: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo...
MONICION INICIAL:
En comunión con toda la Iglesia celebramos el tiempo litúrgico de Adviento. En este tiempo nos prepararnos para celebrar la Navidad, como conmemoración de la primera venida del Hijo de Dios entre los hombres y, a la vez, mediante esta celebración, nuestra fe se dirige a la segunda venida, ya gloriosa y definitiva al final de los tiempos, del Señor Jesús.
Es un tiempo mariano por excelencia ya que nuestra Madre aparece cooperando activamente en el misterio de la Reconciliación preparando el nacimiento del Mesías. Es por ello que, en su presencia y compañía, vivimos este tiempo de espera y de conversión.
Iniciemos este Santo Rosario cantando “Esperando”.
PRIMERA MEDITACION:
TIEMPO DE ESPERA Y CONVERSION
El tiempo de Adviento es un tiempo de espera activa en búsqueda del encuentro definitivo con el Señor Jesús. Espera activa que implica tener deseos de cambiar, de prepararse; es por eso que en este tiempo estamos llamados a la exigencia radical, a la conversión, al cambio de vida, a volver nuestros pasos al camino de Dios; llamados a la conversión que debe abarcar todo nuestro ser y que debe llevarnos a cambiar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones; poniéndolas en concordancia con la manera de pensar, sentir y actuar de Jesús.
SEGUNDA MEDITACION:
LA ORACIÓN
El Adviento es tiempo de acercamiento sincero al Señor, quien está por venir y que a la vez ya está entre nosotros. Pero no podemos acercarnos a Él sino lo buscamos, sino estamos en constante tensión por ponernos en su presencia. La oración, personal y comunitaria, constituye un medio eficaz de búsqueda hacia un encuentro real con el Señor Jesús; mediante la escucha atenta, la meditación y la interiorización de su Palabra, lo que debe constituirse en una exigencia y necesidad en este tiempo de espera.
TERCERA MEDITACION:
LA PENITENCIA
Dios nos envía un Salvador, su propio Hijo. ¿Pero estamos realmente preparados para acogerlo y recibirlo en toda su dimensión? Pongamos todo de nuestra parte, por asumir, sin contemplaciones, durante este tiempo de espera todos los sufrimientos, problemas y dolores que encontramos en nuestro camino de santidad buscando ponernos en forma concreta, en la Cruz del Señor, viviendo estas dificultades en sentido oblativo, de sacrificio y entrega; mediante la penitencia, medio necesario de preparación y espera hacia un encuentro definitivo con el Señor Jesús.
CUARTA MEDITACION:
LA CARIDAD
La caridad, se nos presenta como un excelente medio de espera y conversión en el tiempo de Adviento; ya que sólo a través de nuestra comunión de amor con el Señor, estaremos en condiciones de amar realmente a nuestros hermanos y de practicar la verdadera caridad con ellos. La caridad debe llevarnos durante este tiempo expresarla concretamente a través de la atención de los más pobres y necesitados, buscando su promoción integral y radicalizando nuestra obligación de ser “guardianes del hermano” preocupándonos de colaborar con él para aliviar sus necesidades y problemas. ( Se sugiere cantar el primer Ave María).
QUINTA MEDITACION:
MARÍA NOS EDUCA EN LA ESPERA
María, con su “Fiat”, acepta ser la Madre de Dios y al hacerlo dirige todo su esfuerzo por cumplir a cabalidad tal misión y espera ansiosa aquel momento de máxima felicidad, como es el nacimiento del Señor Jesús; pero esta espera de la Madre no es una espera pasiva, sino por el contrario es una espera activa, demostrada en las acciones de Santa María durante la visita a su prima Isabel.
Reflexionemos sobre nuestra actitud de espera de la llegada de Jesús y dejémonos educar por María en la espera paciente y activa. Cantamos MADRE NUESTRA.(Se sugiere encender el cirio de la Virgen).
MONICION FINAL
En este tiempo de Adviento como cristianos comprometidos estamos llamados a vivir en actitud de tensión y búsqueda de la presencia del Señor Jesús y en espera de su retorno definitivo. Pidámosle a Santa María que nos enseñe a esperar con su misma fe. Terminemos rezando La Salve.
Meditaciones para cada día de Adviento
A continuación, se muestra una breve reflexión para cada día de Adviento. Te servirán para preparar tu pesebre espiritual para cuando nazca el Niño Jesús. Por cada pequeño sacrificio que realices durante Adviento, añade una pajita al pesebre del Niño Jesús. Cuantos más pequeños sacrificios realices, más mullidito encontrará tu pesebre el Niño Jesús cuando nazca.
Pesebre
30 de noviembre de 2025
Enciende la primera de las cuatro velas de la corona de Adviento.
Reza un Avemaría para que la Virgen te ayude a preparar tu corazón para recibir a Jesús en la Sagrada Comunión en este primer domingo de Adviento.
- Virgen María, ayúdame para que pueda recibir dignamente a Jesús.
1 de diciembre de 2025
Reza un padrenuestro para pedirle a Dios que prepares bien la venida del Niño Jesús durante este Adviento.
- Jesús, me comprometo a dedicar un rato cada día de Adviento para meditar tu venida.
2 de diciembre de 2025
Reza al menos una decena del Rosario en honor a la Virgen y dedícalo a una intención.
Virgen María, te rezo esta decena del Rosario por la intención ... (se indica la intención)
3 de diciembre de 2025
Saca las figuras del Belén y todas las piezas complementarias. Haz una lista ordenada de todo lo que vas a montar. Reza un padrenuestro por aquellas personas que no creen.
- Jesús, te pido por los que no creen, para que algún día cambien.
4 de Diciembre de 2025- Establo
A menudo durante el día, entrega tu corazón al Niño Jesús y pídele que haga en él su morada.
- Querido Jesús, toma mi corazón y hazlo manso y puro.
5 de Diciembre de 2025 - Tejado
Mira si el tejado del establo se encuentra en buen estado, para que el Niño Jesús esté protegido de la lluvia y la nieve. Harás esto evitando cuidadosamente cualquier pecado contra la caridad.
- Jesús, enséñame a amar a mi prójimo como a mí mismo.
6 de Diciembre de 2025 - Telarañas
Limpia las telarañas de tu pesebre espiritual. Tira de tu corazón todo deseo desordenado de ser alabado.
- Jesús mío, quiero complacerte en todo lo que haga en el día de hoy.
7 de de Diciembre de 2025- Valla
Construye una valla alrededor del pesebre de tu corazón, manteniendo una vigilancia, especialmente en la oración.
- Jesús mío, quiero verte, especialmente en los que necesitan de mí.
Enciende la segunda vela de Adviento.
8 de de Diciembre de 2025- Manta Suave
Proporciona una manta suave a su cuna, superando todos los sentimientos de orgullo, ira o envidia.
- Jesús, enséñame a conocer y corregir mis mayores pecados.
9 de Diciembre de 2025 - Paja
Proporciona paja a la cuna del pesebre de la siguiente forma: por cada pequeño sacrificio que vayas realizando, añade una paja al pesebre. Los niños pueden, por ejemplo, privarse de comer golosinas en algún momento , no quejarse, prestar o regalar un juguete, obedecer, etc. Los mayores pueden, por ejemplo, hablar sólo lo necesario, realizar sus tareas de forma diligente, no fumar un día, privarse de dulces o del café, etc.)
- Querido Jesús, que sufriste tanto por mí, quiero sufrir por tu amor.
10 de Diciembre de 2025 - Pesebre
Obtén el más cálido espacio en tu corazón, para pesebre de Jesús. Reza el rosario aunque sea una decena cada día solamente.
- María, usa mis actos de amor para preparar mi corazón al recibir a Jesús en la Sagrada Comunión.
11 de Diciembre de 2025- Pañales
Prepara los pañales para el Divino Niño, orando cada día de manera tranquila y con el corazón.
- Jesús, haz que te ame cada vez más.
12 de Diciembre de 2025- Abrigo
Proporciona a su cuna un abrigo suave y cálido. Evita los enojos y las discusiones. Sé amable y paciente con todos.
- Jesús, ayúdame a ser manso y humilde como tú.
13 de Diciembre - Combustible y Agua
Lleva el combustible al pesebre de Jesús. Acomoda tu voluntad a la voluntad de Dios y acepta en paz lo que no se puede cambiar.
- Jesús, que yo haga tu voluntad en todas las cosas.
Trae agua fresca y limpia para el pesebre. Evita la mentira y habla con sinceridad.
- Querida María, obtenme la verdadera contrición de mis pecados.
14 de Diciembre de 2025 - Alimentos
Trae alimentos para el pesebre.
Prívate de algunos de los alimentos que te gustan pero que dañan tu salud.
- Jesús, sed mi fuerza y mi comida.
Enciende la tercera vela de Adviento
15 de Diciembre de 2025 - Luz y Fuego
Procura que el lugar tenga suficiente luz.
Sé limpio y ordenado en tu persona y en tu hogar.
- Jesús, sed vida y luz de mi alma.
Trata de tener el pesebre de tu corazón cálido y acogedor. Agradece a Dios por el amor que Él nos mostró al hacerse hombre.
Sé agradecido con tus padres y familiares.
- Jesús, ¿cómo puedo ser agradecido para contigo?
16 de Diciembre de 2025 - El buey y la mula
Lleva el buey al pesebre.
Obedece y respeta a tus superiores. Lleva una disciplina adecuada y sé diligente.
- Obedeceré por tu amor, Jesús y seré disciplicinado y diligente.
Lleva la mula al pesebre.
Ofrece al Divino Niño todos tus trabajos y hazlo con amor.
- Jesús, acepta mi servicio de amor por aquellos que no te aman.
17 de Diciembre de 2025 - Regalos
Reúne algunos regalos para el Niño Dios y su Madre, obsequiando lo que está de más en tu vida a quienes lo necesitan.
- Ven, Jesús, acepta mis regalos y toma posesión de mi corazón.
18 de Diciembre de 2025 - Corderos
Procura traer algunos corderos, mansos y humildes de corazón. Ejercítate en la humildad y la paciencia cuando sea necesario.
- Jesús, haz mi corazón como el tuyo.
19 de diciembre de 2025 - Pastores
Invita a los pastores para rendir homenaje a nuestro Rey. Imita su vigilancia y medita la idea de que la Navidad es importante porque Jesús nacerá de nuevo en ti.
- Jesús, enséñame a amarte sobre todas las cosas.
20 de diciembre de 2025 - Llave
Proporciona una llave al establo, para mantener fuera a los ladrones.
Quita de tu corazón los malos pensamientos o temores por falta de fe.
- Querido Jesús, cierra mi corazón a todo lo que te pueda herir.
21 de diciembre de 2025- Ángeles
Convida a los ángeles a adorar a Dios contigo.
Obedece cuidadosamente a las inspiraciones de tu ángel de la guarda.
- Santo Ángel de la Guarda, no permitas que olvide que estás conmigo.
Enciende la cuarta vela de Adviento.
22 de diciembre de 2025- San José
Acompaña el dolor de San José, a quien le cierran las puertas. Aprende de su silencio y paciencia para soportar las decepciones y rechazos.
- San José, ayúdame a tener paciencia en la vida, soportar las adversidades y aprender de los fracasos.
23 de diciembre de 2025 - Las grietas
Cubre cuidadosamente todas las grietas en las paredes del granero, para que no entre el viento ni el frío. Guarda tus sentidos contra las tentaciones, especialmente contra las conversaciones pecaminosas.
- Jesús, enséñame a mantener las tentaciones fuera de mi corazón.
24 de diciembre de 2025- La Virgen María
Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, como dice el villancico. La Virgen María se prepara para dar a luz a nuestro Salvador.
- Virgen María, ayúdame a prepararme para una feliz y santa Navidad.


















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