viernes, 19 de mayo de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 19 DE MAYO DEL 2017


Mi amistad con Cristo
San Juan 15, 12-17. V Viernes de Pascua


Por: H. Hiram Galán LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey Nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Busco tu rostro, Señor. Muéstrame tu rostro viejo amigo, muéstrame las llagas de tu piel. Cuéntame un secreto al oído y dime el dolor y las penas de tu corazón ahora que quiero estar contigo. Recibe por favor mi amor en desagravio.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hace menos de un mes vivimos la semana más importante del año, la así llamada Semana Mayor. Ordinariamente todos tenemos en cuenta que es una semana muy importante pues se conmemora la muerte de Jesús. Sin mencionar que, independientemente del credo que profesan, todas las organizaciones y empresas reconocen esta semana como días festivos.
Pero todo esto no deja huella en nuestro corazón. Creo que es una de las muertes ante las que, paradójicamente, permanecemos más indiferentes. Es decir, por lo general, al conmemorar la muerte de alguien, esta conmemoración va acompañada de ciertos sentimientos de nostalgia y compasión. Pero al recordar la pasión de Jesús no sólo nos hemos acostumbrado a escucharlo y permanecer indiferentes, sino que incluso la utilizamos como un buen pretexto para salir y disfrutar de unas buenas vacaciones.
¿Cuál es la diferencia entre la muerte de Jesús y la de algún ser querido o conocido? ¿Por qué las pérdidas cercanas si me duelen y conmueven mi corazón? ¿Por qué hasta la pérdida de cosas materiales me duele más? Porque un simple hecho cambia todo. El vínculo de la pérdida conmigo. No es la muerte de Jesús, sino la muerte de mi Señor Jesucristo, mi Dios y Señor, quien por amor se entregó por mí y a una muerte de cruz.
Tenemos que meditar continuamente en este misterio de amor. Sinceramente, ¿quién en esta vida estaría dispuesto a dar la vida por mí? Creo que nadie, si acaso, considerando que tengo unos muy buenos padres, mis papás podrían hacerlo. Pero Él ya lo hizo, murió por mí, y fue una muerte denigrante y escandalosa. Desnudo, azotado, como un gusano, escupido y mofado, despojado de toda dignidad, crucificado como un "Don Nadie".
Y TODO POR AMOR…
Ayúdanos, Señor, a comprender que verdaderamente no existe amor más grande"que el de aquel que da la vida por sus amigos"
"La amistad es de los regalos más grande que una persona, que un joven puede tener y puede ofrecer. Es verdad. Qué difícil es vivir sin amigos. Fíjense si será de las cosas más hermosas que Jesús dice: "yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre" (Jn 15,5). Uno de los secretos más grande del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús. Cuando uno quiere a alguien, le está al lado, lo cuida, ayuda, le dice lo que piensa, sí, pero no lo deja tirado. Así es Jesús con nosotros, nunca nos deja tirados. Los amigos se hacen el aguante, se acompañan, se protegen. Así es el Señor con nosotros."
(Discurso de S.S. Francisco, 12 de julio de 2015)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración. Disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré un momento de mi día a recordar la pasión dolorosa de mi Señor, deteniéndome en una escena de la misma.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN A SANTA MARÍA BERNARDA BUTLER


Oración a Santa María Bernarda Bütler

Te bendecimos, Señor,
porque has elegido a
Santa María Bernarda,
para hacer presente tu amor
misericordioso y cooperar
en la extensión de tu reino.

Concédenos las gracias que por
su interseción te pedimos,
haz que su ejemplo de vida
nos ayude a crecer en la bondad
y el amor al servicio
de los hermanos.

Afirma, Señor, en nosotros
la fe, la esperanza 
y la caridad.

Amén

SANTA MARÍA BERNARDA BUTLER, 19 DE MAYO


María Bernarda Bütler, Santa
Virgen y Fundadora, 19 de mayo


Por: n/a | Fuente: Franciscanos.org 




Virgen y Fundadora
Martirologio Romano: En Cartagena de Nueva Granada, en Colombia, beata María Bernarda (Verena) Bütler, virgen, la cual, nacida en Suiza, fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras Franciscanas de María Auxiliadora († 1924).

Fecha de beatificación: 29 de octubre de 1995 por S.S. Juan Pablo II
Fecha de canonización: 12 de octubre de 2008 por S.S. Benedicto XVI

Etimologicamente: Bernarda = Aquella que es una guerrera, es de origen germánico.
Etimologicamente: María = la amada por Dios, es de origen hebreo


Breve Biografía

María Bernarda, fundadora de las Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora, nació en Suiza y murió en Cartagena de Indias (Colombia). Siendo ya religiosa franciscana en su patria, marchó a Ecuador para desarrollar su vocación misionera, y luego pasó a Colombia. Dimensiones principales de su vida fueron la intensa oración, el apostolado, el servicio a los enfermos y desamparados, y la dirección de la Congregación en que se convirtió lo que en principio iba a ser una casa filial del monasterio suizo. El 29 de octubre de 1995, Juan Pablo II la beatificó. junto a otras dos hijas espirituales de san Francisco: María Teresa Sherer (16 de junio) y Margarita Bays (27 de junio).

María Bernarda (de nombre de pila: Verena) nació y fue bautizada en Auw (cantón de Argovia, Suiza) el día 28 de mayo de 1848. Era la cuarta hija de Enrique y de Catalina Bütler, campesinos humildes y católicos practicantes.

Al concluir la enseñanza escolar básica, se dedicó a los quehaceres domésticos y al trabajo en el campo. En plena juventud ingresó en una casa de religiosas. Al sentir que Dios no la llamaba a vivir en aquel lugar, regresó a la casa paterna, donde, entregada al trabajo, a la oración y al apostolado, continuó alimentando su vocación hasta que, el día 12 de noviembre de 1867, a los 19 años de edad, ingresó en el monasterio franciscano de María Auxiliadora, en Altstätten (Suiza). El 4 de mayo de 1868 vistió el hábito franciscano, tomando el nombre religioso de María Bernarda del Sagrado Corazón de María. Hizo la profesión religiosa el 4 de octubre de 1869.

Destacaba por su profunda virtud y sus cualidades humanas; por ello, no tardó en ser nombrada maestra de novicias y, más tarde, superiora, servicio que prestó hasta su partida para las misiones.

Cuando Mons. Pedro Schumacher, obispo de Portoviejo (Ecuador), escribió relatando el total abandono en que vivía la gente de aquellas tierras y ofreciendo su diócesis como campo misionero, María Bernarda tuvo el convencimiento de que aquella invitación era una clara llamada de Dios a anunciar el Evangelio y a fundar una casa filial del monasterio de Altstätten en tierras ecuatorianas. Tras vencer la resistencia inicial de las autoridades eclesiásticas y obtener el permiso pontificio para dejar el monasterio, el 19 de junio de 1888, se dirigió, con seis compañeras, a Le Havre, Francia, donde embarcaron las siete rumbo a Ecuador.

Aquel paso, concebido sólo como el inicio de la fundación de una filial misionera del monasterio suizo, fue, de hecho, el inicio de un proceso que convirtió a María Bernarda en fundadora de un nuevo instituto, la congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora.

Cuando llegaron a Ecuador, el obispo asignó a las siete religiosas la población de Chone, lugar difícil y espiritualmente abandonado, que contaba con unos 13.000 habitantes. Puso como base de su actividad misionera la oración, la pobreza, la fidelidad a la Iglesia y el ejercicio de las obras de misericordia. Se encargaron de la educación de los niños y jóvenes, anunciándoles el Evangelio, animaban la liturgia, visitaban y asistían a los enfermos y a los pobres.

La semilla derramada por esta gran mujer germinó y fructificó. Surgieron varias casas filiales en Ecuador. Pero la obra estuvo marcada también por el misterio de la cruz: pobreza absoluta, clima tórrido, inseguridades y dificultades de toda especie, se agregaron a malentendidos por parte de algunas autoridades de la Iglesia y la separación del instituto de algunas hermanas de su primera fundación fuera de Ecuador.

En 1895 la madre María Bernarda y más de 15 hermanas tuvieron que huir de Ecuador, a causa de una violenta persecución contra la Iglesia. En el puerto de Bahía se embarcaron rumbo a Colombia. Durante la travesía recibieron la invitación de Mons. Eugenio Biffi, obispo de Cartagena de Indias, a trabajar en su diócesis. El día 2 de agosto de 1895 llegaron al puerto de Cartagena. Mons. Biffi las atendió paternalmente y les asignó como residencia un ala del hospital de mujeres, llamado Obra Pía, donde María Bernarda murió años más tarde.

El número de las hermanas creció y la congregación fundó casas en Colombia, Austria y Brasil. La madre Bernarda permanecía temporadas con las hermanas en los diversos lugares, compartía con ellas su trabajo y su vida, era ejemplo vivo de sencillez evangélica, edificaba y animaba a todas. Atendía con ternura y misericordia a todos los necesitados en el alma o en el cuerpo, pero sus predilectos eran los pobres y los enfermos. Oraba, exhortaba, escribía y evangelizaba con asombrosa entrega e intensidad.

Dirigió su congregación durante 32 años. Y cuando renunció con gratitud y humildad a este servicio, continuó animando a las hermanas con su ejemplo, su palabra y sus innumerables escritos, que son una mina de doctrina y de fecundidad espiritual.

Falleció el 19 de mayo de 1924, en la Obra Pía, a los 76 años de edad, 56 de vida religiosa franciscana y 36 de misionera en América Latina.

Su Intercesión comprobada

Dos milagros han sido reconocidos expresamente por la Iglesia Católica, atribuidos a la intercesión de la Madre María Bernarda Bütler, que sirvieron, primero, para la beatificación y, luego, la canonización. Cabe señalar que la Iglesia pide en estos casos el testimonio oficial de un tribunal médico, el cual corrobora que no hay explicación científica para las curaciones.

El milagro tomado para la beatificación ocurrió en 1969: la pequeña Liliana Sánchez, que por aquel entonces contaba con sólo 15 días de vida, presentaba ausencia de los huesos de la bóveda craneana e iba a morir en el corto plazo. Una religiosa de la congregación, la Hermana Filomena Martínez, le entregó a la mamá de la niña una reliquia de la Madre Bernarda y una novena. La señora puso la reliquia en la cabeza de su hija y rezó. De la noche a la mañana, se produjo una reconstrucción ósea completa, verificada por los médicos.

Por otra parte, en el año 2002, Mirna Jazime Correa, una médico de 29 años de edad de Cartagena, presentaba neumonía atípica complicada con derrame pleural bilateral y síndrome distrés respiratorio del adulto (SDRA). A pesar de los tratamientos médicos y farmacológicos no mejoraba y el 5 de julio se encontraba completamente desahuciada, conectada a las máquinas, mientras sus signos vitales iban decayendo.

Al igual que lo había hecho en su momento la madre de la niña Liliana Sánchez, la mamá de Mirna colocó sobre la cabeza de su hija una reliquia de la Beata María Bernarda y pidió durante todo el día la curación. Refieren testigos que a la oración se unió el personal de la unidad de cuidados intensivos.

La sorpresa llegó el día después, cuando se observó en la enferma una mejoría general, que se acentuó con el correr de las jornadas, sin que quedara ninguna secuela en los pulmones, luego de un cuadro de extrema gravedad.

Varios médicos del centro de salud testificaron: “No hay explicaciones naturales o clínicas en dicha curación. Lo que esperábamos en el cuadro tan complicado de la doctora Mirna era la muerte. La recuperación fue sorpresiva”.

El 6 de julio del 2007, el Papa Benedicto XVI autorizó la promulgación del decreto sobre este milagro, que ha sido el último paso en el proceso que ahora terminará con la canonización de la beata Madre María Bernarda Bütler.


ORACIÓN
Te bendecimos, Señor,
porque has elegido a Santa María Bernarda,
para hacer presente tu amor misericordioso
y cooperar en la extensión de tu Reino.
Concédenos las gracias que por su
intercesión te pedimos,
haz que su ejemplo de vida
nos ayude a crecer en la bondad
y el amor al servicio de los hermanos.
Afirma, Señor, en nosotros,
la fe, la esperanza y la caridad.
Amén

SANTORAL DE HOY VIERNES 19 DE MAYO DEL 2017

Pedro Wright, Beato
Presbítero y Mártir, 19 de mayo
Juan de Santo Domingo Martínez Cid, BeatoJuan de Santo Domingo Martínez Cid, Beato
Presbítero y Mártir, 19 de mayo
Juan Lorenzo de Cetina y Pedro de Dueñas, BeatosJuan Lorenzo de Cetina y Pedro de Dueñas, Beatos
Mártires franciscanos, 19 de mayo
Alcuino de York, BeatoAlcuino de York, Beato
Abad y Profesor, 19 de mayo
Rafael-Luis Rafiringa, BeatoRafael-Luis Rafiringa, Beato
Educador Lasallista, 19 de mayo
José (Jozef) Czempiel, BeatoJosé (Jozef) Czempiel, Beato
Sacerdote y Mártir, Mayo 19
Humiliana de Cerchi, BeataHumiliana de Cerchi, Beata
Terciaria Franciscana, 19 de mayo
Pina Suriano, BeataPina Suriano, Beata
Laica, 19 de mayo
María Bernarda Bütler, SantaMaría Bernarda Bütler, Santa
Virgen y Fundadora, 19 de mayo
Agustín Novello, BeatoAgustín Novello, Beato
Agustino, Mayo 19
Urbano I, SantoUrbano I, Santo
XVII Papa, 19 de mayo
Crispín de Viterbo, SantoCrispín de Viterbo, Santo
Capuchino, Mayo 19
Celestino V, SantoCelestino V, Santo
CXCII Papa, 19 de mayo





BUENAS TARDES!!!




jueves, 18 de mayo de 2017

SALMO 56: TE DARÉ GRACIAS ANTE LOS PUEBLOS, SEÑOR


Salmo
Sal 56,8-9.10-12

R/. Te daré gracias ante los pueblos, Señor




Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar y a tocar:
despierta, gloria mía;
despertad, cítara y arpa;
despertaré a la aurora. R/.

Te daré gracias ante los pueblos, Señor;
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria. R/.

SAN FÉLIX, EL CAPUCHINO DE LA ALEGRÍA, 18 DE MAYO


Hoy 18 de mayo celebramos a San Félix, el capuchino de la alegría



 (ACI).- “Buen ánimo, hermano: los ojos en la tierra, el espíritu en el cielo y en la mano el santísimo rosario”, solía decir San Félix de Cantalicio, capuchino y místico, cuya fiesta se celebra cada 18 de mayo.

San Félix de Cantalicio nació en Italia, en el 1513. Sus padres, campesinos y muy piadosos, lo educaron de tal forma que cuando sus amigos de juegos lo veían venir, decían: “¡Ahí viene San Félix!”


A los doce años se puso a trabajar en la casa de un rico propietario que lo puso de pastor y luego como cultivador. Poco a poco fue aprendiendo a meditar y a alcanzar un alto grado de contemplación.


"Todas las criaturas pueden llevarnos a Dios, con tal de que sepamos mirarlas con ojos  sencillos”, dijo una vez el Santo a un religioso que le preguntó cómo hacía para vivir en presencia de Dios en medio del trabajo y otras distracciones.

Siempre andaba muy alegre y ante la injuria respondía diciendo: “voy a pedir a Dios que te haga un santo”.

Cierto día que estaba arando, su jefe se acercó a él, los animales asustados derribaron a Félix y el arado le pasó por encima, pero el Santo se levantó ileso. Es así que se decidió y pidió ser admitido como hermano lego en el convento capuchino de Citta Ducale.

Siempre pedía que le redoblaran las penitencias, mortificaciones y que se le tratase con mayor severidad. Estaba persuadido que todos eran mejor que él, pero sus hermanos lo llamaban “el Santo”.

Hizo los votos solemnes hacia los treinta años. Cuatro años más tarde lo enviaron a Roma, donde por cuarenta años salió a pedir limosna todos los días para el sostenimiento de su comunidad. Asimismo, con permiso de sus superiores, ayudaba a los pobres, visitaba a los enfermos y consolaba a los moribundos.


Algunas veces San Félix, mientras ayudaba en Misa, quedaba en éxtasis a la vista de todos. Al final de su vida, el Cardenal protector de la orden aconsejó a los superiores que relevasen de su cargo a San Félix por su avanzada edad, pero el Santo les rogó que lo dejasen seguir pidiendo limosna diciendo que el alma se marchita cuando el cuerpo no trabaja.

Gozó de la estima de San Felipe Neri y San Carlos Borromeo. Partió a la Casa del Padre el 18 de mayo de 1587, después de haber tenido una visión de la Santísima Virgen que venía rodeada de ángeles.

**********

San Félix de Cantalicio
18 de Mayo

“Buen ánimo, hermano: los ojos en la tierra, el espíritu en el cielo y en la mano el santísimo rosario”, solía decir San Félix de Cantalicio, capuchino y místico, cuya fiesta se celebra cada 18 de mayo.

San Félix de Cantalicio nació en Italia por el 1515. Sus padres, campesinos y muy piadosos, lo educaron de tal forma que cuando sus amigos de juegos lo veían venir, decían: “¡Ahí viene San Félix!”

A los doce años se puso a trabajar en la casa de un rico propietario que lo puso de pastor y luego como cultivador. Poco a poco fue aprendiendo a meditar y a alcanzar un alto grado de contemplación.

"Todas las criaturas pueden llevarnos a Dios, con tal de que sepamos mirarlas con ojos sencillos”, dijo una vez el Santo a un religioso que le preguntó cómo hacía para vivir en presencia de Dios en medio del trabajo y otras distracciones.

Siempre andaba muy alegre y ante la injuria respondía diciendo: “voy a pedir a Dios que te haga un santo”. Cierto día que estaba arando, su jefe se acercó a él, los animales asustados derribaron a Félix y el arado le pasó por encima, pero el Santo se levantó ileso. Es así que se decidió y pidió ser admitido como hermano lego en el convento capuchino de Citta Ducale.

Siempre pedía que le redoblaran las penitencias, mortificaciones y que se le tratase con mayor severidad. Estaba persuadido que todos eran mejor que él, pero sus hermanos lo llamaban “el Santo”.

Hizo los votos solemnes hacia los treinta años. Cuatro años más tarde lo enviaron a Roma, donde por cuarenta años salió a pedir limosna todos los días para el sostenimiento de su comunidad. Asimismo, con permiso de sus superiores, ayudaba a los pobres, visitaba a los enfermos y consolaba a los moribundos.

Algunas veces San Félix, mientras ayudaba en Misa, quedaba en éxtasis a la vista de todos. Al final de su vida, el Cardenal protector de la orden aconsejó a los superiores que relevasen de su cargo a San Félix por su avanzada edad, pero el Santo les rogó que lo dejasen seguir pidiendo limosna diciendo que el alma se marchita cuando el cuerpo no trabaja.

Gozó de la estima de San Felipe Neri y San Carlos Borromeo. Partió a la Casa del Padre el 18 de mayo de 1587, después de haber tenido una visión de la Santísima Virgen que venía rodeada de ángeles.

SANTA RAFAELA MARÍA DEL SAGRADO CORAZÓN, RELIGIOSA ESPAÑOLA, 18 DE MAYO


Hoy 18 de mayo se celebra a Santa Rafaela María del Sagrado Corazón, religiosa española




 (ACI).- “Dentro de Dios hemos de estar y de Él recibirlo todo”, es una recordada frase Santa Rafaela María del Sagrado Corazón (o Santa Rafaela Porras y Ayllón), una religiosa española y fundadora de la congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón.

“La vida y la obra de la Santa, si las observamos por dentro, son una apología excelente de la vida religiosa, basada en la práctica de los consejos evangélicos, calcada en el esquema ascético-místico tradicional, del que España ha sido maestra con figuras tan señeras como Santa Teresa, San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola, Santo Domingo, San Juan de Ávila y otras”. (Homilía del Santo Padre Pablo VI en la misa de canonización de Rafaela Porras y Ayllón)

La santa nació el 1 de marzo de 1850 en el pueblo español de Pedro Abad, cerca de Córdoba, en el seno de una familia acomodada de aquella época.

A la edad de 15 años hizo su voto perpetuo de castidad, se dedicó a la oración, y a cuidar a enfermos y necesitados a pesar de la oposición de sus hermanos varones.

Nueve años después viajó al convento de las monjas clarisas en Córdoba para contar con un tiempo de reflexión. Al poco tiempo fundó junto a su hermana el Instituto de Adoradoras del Santísimo Sacramento e Hijas de María Inmaculada.

Después se trasladó con otras 16 religiosas a Madrid, donde se les concedió la aprobación diocesana en 1877. Diez años más tarde, el Papa León XIII aprobó la Congregación con el nombre de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.

Por unanimidad fue elegida como superiora general y el 4 de noviembre 1888 realizó su profesión perpetua.

“La Madre Rafaela María dirige el nuevo Instituto durante 16 años con gran dedicación y tacto. Demuestra también claramente su extraordinaria profundidad espiritual y su virtud heroica, cuando por motivos infundados ha de renunciar a la dirección de su obra. En esta humillación aceptada, morirá en Roma, prácticamente olvidada, el día 6 de enero de 1925”. (Homilía del Santo Padre Pablo VI en la misa de canonización de Rafaela Porras y Ayllón)

Durante 30 años fue un miembro anónimo en su institución, le daban trabajos más duros, la humillaban y aislaron hasta el día de su muerte. Sin embargo siguió viviendo con humildad y haciendo lo que le ordenaban pese a haber fundado su Congregación.

El Papa Pío la beatificó el día 18 de mayo del año 1952 y fue canonizada por el Papa Beato Pablo VI el día 23 de enero del año 1977.

Está sepultada en la Casa Generalicia de la Congregación en Roma y como murió el día de la Epifanía, su fiesta se celebra el 18 de mayo, fecha de la beatificación y del traslado de sus restos.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 18 DE MAYO DEL 2017

Burcardo de Beinwil, Beato
Sacerdote, 18 de mayo
Martín Oprzadek, BeatoMartín Oprzadek, Beato
Presbítero y Mártir, 18 de mayo
Estanislao Kubski, BeatoEstanislao Kubski, Beato
Presbítero y Mártir, 18 de mayo
Guillermo de Toulouse, BeatoGuillermo de Toulouse, Beato
Presbítero, 18 de mayo
Blandina Merten, BeataBlandina Merten, Beata
Ursulina, Mayo 18
Venancio de Camerino, SantoVenancio de Camerino, Santo
Mártir, Mayo 18
Félix de Cantalicio, SantoFélix de Cantalicio, Santo
Capuchino, Mayo 18
Juan I, SantoJuan I, Santo
Memoria Litúrgica, 18 de mayo

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 18 DE MAYO DEL 2017


Permanecer en el amor
San Juan 15, 9-11. V Jueves de Pascua


Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dios te salve, María… Tú eres la llena de gracia, llena de Dios. Tú eres la causa de nuestra alegría. Acompáñame en esta oración para que permita a Dios llenar más mi vida y así me abra a la alegría que Él me quiere dar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 15,9-11
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Cristo pide una cosa: permanecer en su amor. ¿Qué nos quiere decir con esto? Imaginémonos cómo es permanecer en un "lugar": como cuando uno "permanece" en la parada del autobús, esperando el transporte que lo llevará de vuelta a casa. Cristo nos pide esperar firmes en su amor, agarrados con fuerza de la cruz: ahí donde Cristo nos ha reconciliado con el Padre y donde nos muestra el camino hacia el cielo.
Permanezcamos en el amor de Cristo. Y el modo de hacerlo es cumpliendo sus mandamientos. Durante la misma cena, poco antes, Jesús había dicho ya a sus apóstoles: "Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros." (Jn 13, 34) Permanecer en su amor significa creer en el amor, realmente. Y para ello no sólo hay que recibir amor sino dar amor.
Permanecer en el amor da como fruto la alegría plena. A esto nos invita Cristo, éste es el plan de amor que tiene sobre nosotros. Él quiere que encontremos su propia alegría, la alegría que es más resistente que los clavos de la cruz y la roca del sepulcro. La alegría de amar como el Padre ama al Hijo y como el Hijo nos ama a nosotros. Amar y ser amado, ésta es nuestra parada, nuestro destino y nuestra plenitud.
"A Dios le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver. […] Estamos llamados a concretar en la realidad lo que invocamos en la oración y profesamos en la fe. No hay alternativa a la caridad: quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios. Sin embargo, la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad. Si fuera así, sería sin duda un hermoso sentimiento de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril porque no tiene raíz. Por el contrario, el compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor."
(Homilía de S.S. Francisco, 4 de septiembre 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré consolar a quien encuentre triste.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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