domingo, 27 de noviembre de 2016

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO 2016 - EL EVANGELIO DE HOY 27 NOVIEMBRE


Vivir de cara al encuentro
Mateo 24, 37-44. Domingo I, Adviento. Ciclo A. Vigilad


Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, porque de nuevo puedo estar a solas contigo en oración. Gracias por todos los beneficios que me has concedido. Quiero estar junto a Ti. Te necesito y sin Ti nada en mi vida tiene sentido. Por ello acudo para suplicarte tu compañía permanente a mi lado. Aumenta mi fe, mi confianza y mi amor. Enciende en mí un celo cada vez más ardiente por la salvación de las almas y una pasión irresistible por Ti y por tu Reino.


Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
El mundo de hoy me invita siempre a vivir anclado en el presente sin mirar mucho hacia el futuro. Me presenta sólo la moda de hoy, la última canción o película, la nueva versión de celular o la aplicación más avanzada hasta el momento. Pero mañana ya todo cambió. Y así pasa la vida sin pensar en el futuro.
Sin embargo Tú hoy me das un consejo para sí vivir el presente, pero siempre de cara a un futuro. «Vendrá el Hijo del Hombre». Puede ser que como cristiano moderno esto de tu regreso glorioso a este mundo me suene a fábula o superstición, invención del medioevo o algo lejano y ajeno a mi vida. Pero Tú has prometido volver y sé que siempre eres fiel a tus promesas. Así que es verdad.
Generalmente cuando un ser querido me deja por un tiempo, lo más normal es echarle de menos. Así también debería ser contigo. ¡Cuánta alegría debe suscitar en mí el poderte ver tal cual eres! Y no sólo verte sino tocarte, abrazarte y decirte: «Señor no sabes cuánta falta me hiciste. Te extrañé mucho.» Pero es obvio que esto sólo se hace con alguien que se conoce y se ama.
Tal vez es la invitación que se esconde en este Evangelio. Una invitación a crecer en el conocimiento y amor a Ti. Puede ser, Señor, que no me creo bien esto de tu regreso porque no te conozco tanto y te amo todavía al estado mínimo. Dame la gracia de conocerte y amarte un poco más para así poder vivir mi vida preparado para tu regreso.
Si vivo mi vida buscando conocerte y amarte entonces no me sucederá como aquellos que narras en el Evangelio, que comían y bebían y no pensaban en el futuro. Vivían esclavos del presente sin mirar más allá de los actos concretos que realizaban. Ayúdame, Señor, a vivir mi vida de cara a tu venida, de cara al encuentro que tendré contigo, mi Dios y mi Señor.
«Jesús nos recuerda hoy que la espera de la beatitud eterna no nos dispensa del compromiso de hacer más justo y más habitable el mundo. Es más, justamente nuestra esperanza de poseer el Reino en la eternidad nos impulsa a trabajar para mejorar las condiciones de la vida terrena, especialmente de los hermanos más débiles.
Que la Virgen María nos ayude a no ser personas y comunidades resignadas con el presente, o peor aún, nostálgicas del pasado, sino orientadas hacia el futuro de Dios, hacia el encuentro con Él, nuestra vida y nuestra esperanza.»
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré rezar en familia una sencilla oración de acción de gracias por los dones recibidos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

SANTORAL DE HOY DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DEL 2016

Jacobo de Persia, Santo
Mártir, 27 Noviembre
Bronislao Kostkowski, BeatoBronislao Kostkowski, Beato
Seminarista, 27 Noviembre
Delfina, BeataDelfina, Beata
Viuda, 27 de noviembre
Francisco Antonio Fasani, SantoFrancisco Antonio Fasani, Santo
Presbítero Franciscano, 27 de noviembre
Bernardino Amici de Fossa, BeatoBernardino Amici de Fossa, Beato
Predicador y Escritor Franciscano, 27 Noviembre
Nuestra Señora de la Medalla MilagrosaNuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Advocación Mariana, 27 de noviembre

NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA, 27 DE NOVIEMBRE


Hoy 27 de noviembre es la Fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa


 (ACI).- "Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán más abundantes para los que la lleven con confianza", dijo la Virgen María a Santa Catalina Labouré un 27 de noviembre de 1830.

En la aparición, la Madre de Dios estaba con una túnica blanca y un velo del mismo color que cubría su cabeza hasta los pies. Su rostro era bellísimo. Los pies se posaban sobre un globo blanco y aplastaban una serpiente.

Sus manos, a la altura del corazón, portaban un globo pequeño de oro, coronado con una crucecita. En los dedos aparecieron anillos con piedras preciosas que brillaban y alumbraban en toda dirección.


La Virgen miró a Santa Catalina y le dijo: “este globo que ves (a los pies) representa al mundo entero, especialmente Francia y a cada alma en particular. Estos rayos simbolizan las gracias que yo derramo sobre los que las piden. Las perlas que no emiten rayos son las gracias de las almas que no piden”.


El globo de oro que tenía la Virgen entre manos se desvaneció y sus brazos se extendieron abiertos, mientras los rayos de luz continuaban cayendo sobre el globo blanco de los pies.

De pronto apareció una forma ovalada en torno a la Virgen con una inscripción en el borde interior que decía: "María sin pecado concebida, ruega por nosotros, que acudimos a ti".

Las palabras formaban un semicírculo que iniciaba a la altura de la mano derecha, pasaba por arriba de la cabeza de María y terminaba a la altura de la mano izquierda. Es aquí donde la Virgen le pide a Catalina que acuñe una medalla según lo que está viendo.

La aparición dio media vuelta y en el reverso estaba una “M” con la cruz sobre una barra, la cual atravesaba la letra. Debajo estaban el corazón de Jesús, circuncidado con una corona de espinas, y el corazón de la Virgen María, traspasado por una espada. Alrededor había doce estrellas.


La manifestación se repitió hacia fines de diciembre de 1830 y a principios de enero de 1831. En un principio la medalla era llamada “de la Inmaculada Concepción”, pero cuando se expandió la devoción y se produjeron muchos milagros, se le llamó “La Medalla Milagrosa”, como es conocida hasta nuestros días.



NOVENA A SAN NICOLÁS DE BARI, 27 NOVIEMBRE AL 5 DICIEMBRE


Hoy 27 de noviembre se inicia la Novena a San Nicolás, patrono de los niños, marineros y viajeros



 (ACI).- El próximo 6 de diciembre la Iglesia celebrará la fiesta del Obispo San Nicolás de Bari, patrono de los niños, marineros y viajeros. Por ello, cercanos a esta gran festividad, aquí una novena para pedir su intercesión.

Todos los días se repiten las mismas oraciones:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Himno


Desde este mar tormentoso, oh Padre San Nicolás, conduce al puerto seguro desde la patria celestial. De las luchas de la vida y mortales tempestades sálvanos por tu favor y virtudes singulares. Siempre acudes en socorro de cuantos tu auxilio imploran. Enfermos y navegantes, pobres o ricos te invocan. Por tu santidad eximia e intercesión poderosa, haz que elegidos seamos a la eternidad dichosa. A los fieles que devotos tu culto propagamos, haznos merecer la gloria amando a nuestros hermanos. Amén.
Oración de petición

¡Oh glorioso San Nicolás! Desde aquella morada de luz, en que gozas de la presencia divina, vuelve piadoso tus ojos hacia mí, y alcánzame del Señor aquellas gracias y auxilios convenientes a mis presentes necesidades, tanto espirituales como corporales, y en particular la gracia (mencionar aquí la intención de la novena), si es que conviene para mi eterna salvación.

Protege también, oh Santo Obispo, a nuestro Sumo Pontífice, a la Iglesia y a todo el pueblo cristiano. Conduce al camino recto de la salvación a los que viven sumidos en el pecado, o envueltos en las tinieblas de la ignorancia, del error y de la herejía.

Consuela a los afligidos, socorre a los necesitados, conforta a los pusilánimes, defiende a los oprimidos, asiste a los enfermos; y haz que todos experimenten los efectos de tu intercesión ante el Señor, quien es el dispensador de todos los bienes. Amén.

Súplica

¡Oh bienaventurado San Nicolás de Bari! Al que acuden las familias, los pobres, los enfermos, los comerciantes, los empleados, los presos, los niños, las doncellas en peligro;


Yo, humildemente te pido me alcances la gracia que de ti espero, confiado en tu valiosísima protección, la que nunca niegas a tus devotos, para que favorecidos por tus bondades, cantemos una vez más las misericordias del Señor, y las maravillas de sus santos. ¡Providentísimo San Nicolás! no me abandones.

Oración final

Imploramos, Señor, suplicantes, tu misericordia, y por intercesión de San Nicolás, Obispo, guárdanos de todos los peligros para que se nos muestre expedito el camino de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

sábado, 26 de noviembre de 2016

SANTORAL DE HOY SÁBADO 26 DE NOVIEMBRE DEL 2016

Santiago Alberione, Beato
Sacerdote, 26 de noviembre
Siricio, SantoSiricio, Santo
XXXVIII Papa de la Igresia, 26 Noviembre
Cayetana Sterni, BeataCayetana Sterni, Beata
Fundadora, 26 de noviembre
Belino de Padua, SantoBelino de Padua, Santo
Mártir y Obispo, 26 Noviembre
Margarita Occhiena, VenerableMargarita Occhiena, Venerable
Mamá de San Juan Bosco, 26 Noviembre
Humilde de Bisignano, SantoHumilde de Bisignano, Santo
Confesor, 26 Noviembre
Conrado, SantoConrado, Santo
Obispo, 26 de noviembre
Leonardo de Porto Maurizio, SantoLeonardo de Porto Maurizio, Santo
Predicador, 26 Noviembre

BEATO SANTIAGO ALBERIONE, PATRONO DE INTERNET, 26 DE NOVIEMBRE


Hoy 26 de noviembre se conmemora al Beato Santiago Alberione, considerado patrono de Internet


 (ACI).- El 26 de noviembre se recuerda al Beato Santiago Alberione, fundador de la “Familia Paulina” y considerado patrono de Internet. Él prometió que “desde la Casa del Padre, me preocuparé de los comunicadores y de todos aquellos que trabajan con los medios más modernos y eficaces”.

Santiago Alberione nació en Italia en 1884 en una familia campesina. Siendo niño, la maestra le preguntó qué es lo que quería ser cuando fuera grande y él respondió: “quiero ser cura”.

A los 16 años ingresó al seminario de Alba y conoció al canónigo Francisco Chiesa, quien fue su guía espiritual por 46 años. Interpelado por la encíclica “Tametsi Futura” (sobre Jesucristo Redentor) del Papa León XIII, la noche del 31 de diciembre de 1900, Alberione rezó por horas ante el Santísimo Sacramento.

En ese momento, una “luz especial” apareció sobre la hostia consagrada y se sintió profundamente llamado a servir al Señor en los hombres del nuevo siglo.


Fue ordenado sacerdote en 1907 y, en medio del trabajo pastoral y del estudio de la sociedad civil y eclesial, comprendió que Dios lo animaba a predicar el Evangelio a todos los pueblos, en el espíritu del Apóstol Pablo y con los modernos medios de comunicación.

Es así que en agosto de 1914, el P. Alberione inició la “Familia Paulina” con la fundación de la Pía Sociedad de San Pablo. Posteriormente inició la Congregación de las Hijas de San Pablo, las Pías Discípulas del Divino Maestro, las Hermanas de Jesús Buen Pastor y el Instituto Regina Apostolorum.

A ellos se sumaron los institutos de vida secular consagrada como San Gabriel Arcángel, Virgen de la Anunciación, Jesús Sacerdote y Santa Familia. En total, 10 instituciones en las que también se incluye a los Cooperadores Paulinos.

Fue un gran impulsor de la impresión de ediciones populares de libros sagrados y diversas publicaciones de formación católica, litúrgica y pastoral.

En 1962 fue invitado a participar del Concilio Vaticano II y San Juan XXIII decía de él: “este sí que es un gran hombre de Dios”. Al final de su vida, el Beato Alberione fue visitado por su amigo el Beato Papa Pablo VI.


Partió a la Casa del Padre un 26 de noviembre de 1971 y fue beatificado por San Juan Pablo II en 2003, en el día de la Solemnidad de la Divina Misericordia.

Según los Paulinos en España en el 2002 el Vaticano llamó a los fieles para que propongan un patrono de internet y la votación se realizó en la página italiana Santi e Beati en el 2003. Santiago Alberione quedó en primer lugar y tras su beatificación fue nombrado Patrono de las Comunicaciones y de Internet por el Colegio de Cardenales.

SAN JUAN BERCHMANS, EL HERMANO ALEGRE DE LOS JESUITAS, 26 DE NOVIEMBRE


Hoy 26 de noviembre celebramos a San Juan Berchmans, “el hermano alegre” de los jesuitas




 (ACI).- San Juan Berchmans nació en 1599 en Bélgica. Su padre era zapatero y su madre se caracterizó por su frágil salud, por lo que el pequeño Juan cuidaba a sus hermanos y ayudaba en los quehaceres de la casa. A los 10 años un sacerdote le dio un oficio y con su paga colaboraba con los gastos familiares.

Años después se trasladó a Malinas, donde trabajó como empleado de un canónico y cuidando a dos chicos holandeses. Con el tiempo se fundó en aquel lugar un colegio jesuita, al que Berchmans decidió ingresar.

Su padre se opuso rotundamente pero se sorprendió con la firme decisión de su hijo. Estando en el noviciado de los jesuitas, le comunicaron a Juan que su madre estaba agonizando pero el joven no retornó a casa y envió una carta piadosa a sus padres.

Meses después de la muerte de su madre, el padre de Berchmans ingresó al seminario y tras un tiempo de formación fue ordenado sacerdote.


San Juan recibió el apodo de “el hermano alegre” porque siempre fue amable, jovial y atento con los demás. Se decía que si alguno estaba de mal humor, la compañía del Santo lo alegraba. Todo esto lo hizo por amor a Dios y al prójimo ya que le costaba personalmente la vida comunitaria.

Tenía una tierna devoción por la Santísima Virgen María, lleno de confianza y cariño filial. Estaba convencido de que “si logro amar a María, tengo segura mi salvación; perseveraré en la vida religiosa, alcanzaré cuanto quisiere; en una palabra, seré todopoderoso”.

Solía repetir diariamente “quiero amar a María” y un año antes de morir firmó con su sangre la siguiente promesa: “afirmar y defender donde quiera la Inmaculada Concepción de la Virgen María”.

En 1618 fue enviado al Colegio Romano de los jesuitas en Roma, donde una vez más sobresalió en los estudios y deberes. Poseía una inteligencia prodigiosa y durante su vida llegó a dominar varios idiomas como el inglés, francés, alemán, flamenco, italiano, latín y griego.

Poco a poco se fue ganando el cariño de sus nuevos formadores y compañeros. Luego de un certamen en el colegio, tuvo que ser ingresado a la enfermería por unos dolores de cabeza.


Su superior ya se había percatado meses antes de estos malestares y de su cansancio crónico, pero casi nadie lo había notado debido a que Berchmans siempre estaba atento a servir y a realizar los deberes, que él unía a la Pasión de Cristo.

Su salud fue decayendo hasta que partió a la Casa del Padre el 13 de agosto de 1621 producto de un “total agotamiento”. Notoria fue su alegría al morir y sus últimas palabras fueron: “Jesús, María”.

Fue beatificado en 1865 por el Beato Pío IX y canonizado en 1888 por el Papa León XIII. Su fiesta se celebra cada 26 de noviembre.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 26 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Contemplar el amor inmenso que Dios me tiene
Lucas 21, 34-36, Sábado XXXIV. Tiempo ordinario. Ciclo C. Estar en pie delante de Dios


Por: H. Balam Loza,LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, enséñame a orar. No sé orar. Así como cuando Tú invitaste a tus discípulos a orar contigo así me encuentro yo. Dame más fe, para darme cuenta quién está delante de mí: Dios mismo. A veces al ver la Eucaristía me acostumbro y sin embargo eres Tú quien está aquí. Aumenta mi amor para que no tenga que decir muchas palabras sino que puede estar aquí como un amigo hablando de corazón a corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerán de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra".
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre". 
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
«Llevamos un tesoro en vasos de barro». No hace falta reflexionar mucho para darnos cuenta de lo débiles que somos. Apenas uno sale de misa y ya está pensando mal o peleándose con alguno o simplemente criticando con buenas formas la homilía «aburrida» del padre. Y sí, es normal pues somos débiles. El mismo san Pedro, apenas había dicho a Jesús que no lo negaría nunca y pocas horas más tarde ya estaba negándolo. Sí, era un hombre tan normal como cualquiera.
Sin embargo vio a Jesús. Y esa mirada le cambio la vida. Encontró la misericordia de Dios y eso le dio la fortaleza para vigilar continuamente. Su oración ya no era de palabras hermosas sino una verdadera amistad con Cristo, una profunda relación con Él. Tal vez no le prometía grandes cosas, pero puso en las manos de Jesús, ese pobre amor. Sabía que no le podía dar mucho, pero le dio todo lo que tenía.
Y la oración no es decir mucho, no es pensar mucho, no es ofrecer mucho. Es simple y sencillamente ver esa mirada de Jesús, contemplar el amor inmenso que Dios me tiene y poner en sus manos ese pobre amor mío. Pero si bien es pobre, es el amor que Jesús nos pide. El amor que yo le puedo dar. Y eso es la oración, ponernos en manos de Dios tal cual somos.
Tal vez, apenas salgamos tropezaremos, pero si reconocemos nuestros límites le permitimos a Dios que entre. Cuando reconocemos que no podemos es cuando el Señor nos fortalece.
«El núcleo central en torno al cual gira el discurso de Jesús es Él mismo, el misterio de su persona y de su muerte y resurrección, y su regreso al final de los tiempos. Nuestra meta final es el encuentro con el Señor resucitado. Yo os quisiera preguntar: ¿cuántos de vosotros pensáis en esto? Habrá un día en que yo me encontraré cara a cara con el Señor. Y ésta es nuestra meta: este encuentro. Nosotros no esperamos un tiempo o un lugar, vamos al encuentro de una persona: Jesús. Por lo tanto, el problema no es «cuándo» sucederán las señales premonitorias de los últimos tiempos, sino el estar preparados para el encuentro. Y no se trata ni si quiera de saber «cómo» sucederán estas cosas, sino «cómo» debemos comportarnos, hoy, mientras las esperamos. Estamos llamados a vivir el presente, construyendo nuestro futuro con serenidad y confianza en Dios.»
 (Homilía de S.S. Francisco, 15 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Jesús, voy a dedicar un momento, delante de algún sagrario, para hacer un rato de oración. Aprovecharé para leer con calma el salmo 103.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén

viernes, 25 de noviembre de 2016

SANTORAL DE HOY VIERNES 25 DE NOVIEMBRE DEL 2016

Isabel Achler, Beata
Reclusa Franciscana, 25 de noviembre
Santiago Meseguer Burillo, BeatoSantiago Meseguer Burillo, Beato
Mártir Dominico, Noviembre 25
Jacinto Serrano López, BeatoJacinto Serrano López, Beato
Mártir Dominico, Noviembre 25
Beatriz de Ornacieux, BeataBeatriz de Ornacieux, Beata
Monja Cartuja, Noviembre 25
Garcia, SantoGarcia, Santo
Abad, Noviembre 25
Luis Beltrame Quattrocchi y María Corsini, BeatosLuis Beltrame Quattrocchi y María Corsini, Beatos
Memoria conjunta, 25 de noviembre
Catalina de Alejandría, SantaCatalina de Alejandría, Santa
Memoria Litúrgica, 25 de noviembre

SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, PATRONA DE LAS SOLTERAS Y ESTUDIANTES, 25 DE NOVIEMBRE


Hoy 25 de noviembre se celebra a Santa Catalina de Alejandría, patrona de las solteras y estudiantes


 (ACI).- "¡Señor Jesús, te suplico me escuches, a mí y a cuantos a la hora de su muerte, recordando mi martirio, invoquen tu nombre!", dijo Santa Catalina de Alejandría antes de morir y después de convertir a muchos eruditos romanos, según señala la tradición. Esta valiente mujer es patrona de las solteras, estudiantes y su fiesta se recuerda este 25 de noviembre.

Según la Parroquia Santa Catalina de Alejandría de Madrid, España, la Santa fue hija del Rey Costo y desde muy pequeña estudió las artes liberales. Más adelante quedó huérfana y el César Maximino por el 310 ordenó que se ofrecieran sacrificios a los dioses, castigando duramente a los que se rehúsaban.

Santa Catalina se presentó ante Maximino y debatió con él sobre el creador del mundo y las leyes que lo rigen. El César, impresionado por su belleza y sabiduría, mandó a llamar secretamente a los más sabios del imperio.


Catalina se aferró a la oración y los eruditos no sólo quedaron atónitos con los argumentos irrebatibles de la joven, sino que incluso se convirtieron al cristianismo.

El tirano entró en cólera y los condenó a la hoguera. Luego Maximino le propuso a Catalina ser su primera dama, pero ella lo rechazó. Por lo que fue azotada y encerrada en un calabozo sin comer.

La emperatriz y el general Porfirio quedaron sorprendidos al ver la prisión iluminada por los ángeles que le curaban las heridas a Santa Catalina, quien les habló de la doctrina cristiana y los convirtió, junto a muchos soldados.

El César esta vez le propuso ser reina, pero la Santa eligió seguir consagrada a Cristo y rechazó ofrecer sacrificios a dioses paganos. Entonces los prefectos del emperador idearon unas ruedas con clavos y cuchillas para matarla, pero la Catalina oró y la máquina saltó en mil pedazos. Algunas historias señalan que se destruyó por un rayo.

La emperatriz recriminó al emperador por su crueldad, quien molesto ordenó que le arrancaran de cuajo los pechos y le cortaran la cabeza. El general Porfirio enterró el cuerpo y fue ante Maximino para decírselo. Allí reconoció que él también era cristiano, así como la mayoría de los presentes. El tirano, ciego de ira, mandó a degollar a todos.


El César intentó otra vez seducir a Catalina y le ofreció compartir el trono, pero fue nuevamente rechazado. De esta manera, Catalina fue condenada a muerte. Una espada cercenó su cabeza y los ángeles trasladaron su cuerpo al Monte Sinaí.

En ese lugar, donde Moisés habló con Dios en la zarza ardiente, en el siglo IV, la emperatriz Helena mandó construir una capilla. Dos siglos más tarde, el Emperador Justiniano erigió el Monasterio de Santa Catalina, considerado el monasterio cristiano más antiguo del mundo.

En la biblioteca se custodia un escrito de Mahoma que ofrece protección al recinto ya que él fue acogido en el Monasterio para que escapara de sus enemigos. En el 2000, San Juan Pablo II inició allí su peregrinaje jubilar por Tierra Santa.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 25 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Vivir el hoy en la clave de espera
Lucas 21, 29-33. Viernes XXXIV. Tiempo ordinario. Ciclo C. Mis palabras no pasarán.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, te agradezco por un nuevo día en el que me das la gracia de ser testigo de tu amor. Hoy, como ayer, me doy cuenta que sigo siendo débil y mis deseos de ser mejor para Ti no corresponden muchas veces a la realidad, sin embargo no me dejes olvidar que mi debilidad y mi flaqueza son siempre objeto de tu misericordia y de tu infinito amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
En nuestra vida siempre hay días, llamadas, momentos… que son muy importantes, y casi siempre van acompañados de una previa preparación. Qué me pondré… qué llevaré… cómo lo diré; qué haré… son palabras que salen casi espontáneamente de nuestra boca o que vienen repentinamente a nuestra mente.
Señor, hoy me dices que tu Reino está cerca pero… no lo veo, no lo escucho, no sé dónde buscar. No sé cómo preparar mi corazón  para ese momento que sé es infinitamente más importante que cualquier otro día, llamada o compromiso.
Busco los frutos en los árboles, en mi día a día y muchas veces no encuentro nada, Señor. Muchas veces me encuentro con árboles pero… están sin fruto; me encuentro con otoños que parecen no acabar… no sé cómo… qué puedo esperar.
Sin embargo, escucho muy dentro de mí que me dices: vuelva a mirar otra vez… que tu Reino aquí está, que los otoños pasan y si se ven más de cerca los arboles sin hojas… también tienen su belleza. Me dices que la preparación está en mí día a día. Que todos los días vienes a visitarme en cada Eucaristía y la mejor forma de prepararme es… el amor. En recibirlo y en darlo.
Me haces ver la vida con sus encantos y trabajos; con sus otoños y veranos, como una espera en la que la mejor forma de preparación es el amor.
Dame la gracia, Señor, de vivir el hoy en esa clave de espera; amando cada momento, cada acontecimiento, sea malo o bueno, pues eso pasará, pero tu amor siempre permanecerá.
«También en nuestros días no faltan las calamidades naturales y morales, y tampoco la adversidad y las desgracias de todo tipo. Todo pasa —nos recuerda el Señor—; sólo Él, su Palabra permanece como luz que guía, anima nuestros pasos y nos perdona siempre, porque está al lado nuestro. Sólo es necesario mirarlo y nos cambia el corazón. Que la Virgen María nos ayude a confiar en Jesús, el sólido fundamento de nuestra vida, y a perseverar con alegría en su amor.»
(Homilía de S.S. Francisco, 15 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Vivir mi día en clave de amor, es decir, tratando de hacer un acto de caridad hacia los demás para que mi corazón esté más dispuesto a recibirlo en la Eucaristía.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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