sábado, 28 de abril de 2018

MILAGRO APROBADO PARA LA BEATIFICACIÓN DE ANA CHRZANOWSKA

Milagro aprobado para la beatificación de Ana Chrzanowska
Zofia sufrió un derrame cerebral acompañado de un leve infarto


Por: Xavier Villalta A. | Fuente: Catholic.net 



El milagro del que hablaremos tuvo lugar en Cracovia, en el 2001 cuando, una mujer de 66 años, llamada Zofia -enfermera de profesión- sufrió un derrame cerebral acompañado de un leve infarto de miocardio. La consecuencia de este accidente cerebro vascular fue: parálisis de ambas piernas y en una de las manos. Su estado era tan catastrófico que no era apto para la cirugía. Es por eso que, en estado de coma, fue transportada a una unidad de cuidados continuos.
Allí, el personal médico, no tuvo contacto alguno con la paciente, ellos solo controlaban sus actividades vegetativas: respiración, latidos del corazón, etc.
No había ninguna posibilidad de que la mujer sobreviviera. Y si llegaba a hacerlo, tendría daño cerebral permanente por la apoplejía y el infarto, a lo que había que sumar el ya mencionado daño en sus piernas y mano, la perdida de fuerza y además posibles trastornos del habla... dolencias que la harían vivir una hospitalización incesante.
Sin embargo, todo terminó con un "final feliz". Durante el coma Zofia soñó con Ana Chrzanowska quien le sonrió y dijo: "Todo estará bien".
Pronto, la mujer desperto del coma, y los médicos sorprendidos descubrieron que su paciente no sólo hablaba normalmente, sino que también movía las extremidades que deberían estar permanentemente paralizadas. La paciente permaneció internada un tiempo más, pero su recuperación fue completa.


¿Por qué se obtuvo esta intercesión? Bueno, Zofia tenía una amiga, también enfermera que, el día en que se produjeron los desafortunados eventos descritos (ataque e infarto), participó en una misa que mensualmente se celebraba para pedir la pronta beatificación de Ana Chrzanowska. Al finalizar la misma solicitó a los asistentes y amigos que rezaran una novena pidiendo, a la Sierva de Dios, por la salud de aquella enferma cracoviana de 66 años.
La novena comenzó inmediatamente y fue eficaz, como lo demuestra la mejoría inesperada en la condición de Zofia. Dado que Ana Chrzanowska también era enfermera, se puede decir que con su intercesión hizo un favor a su colega

SANTA GIANNA BERETTA MOLLA, 28 ABRIL


Santa Gianna Beretta Molla, 28 abril 



Durante los años de Liceo y de Universidad, en los que se dedica con diligencia a los estudios, traduce su fe en fruto generoso de apostolado en la Acción católica y en la Sociedad de San Vicente de Paúl, dedicándose a los jóvenes y al servicio caritativo con los ancianos y necesitados. Habiendo obtenido el título de Doctor en Medicina y Cirugía en 1949 en la Universidad de Pavía, abre en 1950 un ambulatorio de consulta en Mésero, municipio vecino a Magenta. En 1952 se especializa en Pediatría en la Universidad de Milán. En la práctica de la medicina, presta una atención particular a las madres, a los niños, a los ancianos y a los pobres.

Su trabajo profesional, que considera como una «misión», no le impide el dedicarse más y más a la Acción católica, intensificando su apostolado entre las jovencitas.

Se dedica también a sus deportes favoritos, el esquí y el alpinismo, encontrando en ellos una ocasión para expresar su alegría de vivir, recreándose ante el encanto de la creación.

Se interroga sobre su porvenir, reza y pide oraciones, para conocer la voluntad de Dios. Llega a la conclusión de que Dios la llama al matrimonio. Llena de entusiasmo, se entrega a esta vocación, con voluntad firme y decidida de formar una familia verdaderamente cristiana.

Conoce al ingeniero Pietro Molla. Comienza el período de noviazgo, tiempo de gozo y alegría, de profundización en la vida espiritual, de oración y de acción de gracias al Señor. El día 24 de septiembre de 1955, Gianna y Pietro contraen matrimonio en Magenta, en la Basílica de S. Martín. Los nuevos esposos se sienten felices. En noviembre de 1956, Gianna da a luz a su primer hijo, Pierluigi. En diciembre de 1957 viene al mundo Mariolina y en julio de 1959, Laura. Gianna armoniza, con simplicidad y equilibrio, los deberes de madre, de esposa, de médico y la alegría de vivir.

En septiembre de 1961, al cumplirse el segundo mes de embarazo, es presa del sufrimiento. El diagnóstico: un tumor en el útero. Se hace necesaria una intervención quirúrgica. Antes de ser intervenida, suplica al cirujano que salve, a toda costa, la vida que lleva en su seno, y se confía a la oración y a la Providencia. Se salva la vida de la criatura. Ella da gracias al Señor y pasa los siete meses antes del parto con incomparable fuerza de ánimo y con plena dedicación a sus deberes de madre y de médico. Se estremece al pensar que la criatura pueda nacer enferma, y pide al Señor que no suceda tal cosa.

Algunos días antes del parto, confiando siempre en la Providencia, está dispuesta a dar su vida para salvar la de la criatura: «Si hay que decidir entre mi vida y la del niño, no dudéis; elegid -lo exijo- la suya. Salvadlo».

La mañana del 21 de abril de 1962 da a luz a Gianna Emanuela. El día 28 de abril, también por la mañana, entre indecibles dolores y repitiendo la jaculatoria «Jesús, te amo; Jesús, te amo», muere santamente. Tenía 39 años.

Sus funerales fueron una gran manifestación llena de emoción profunda, de fe y de oración. La Sierva de Dios reposa en el cementerio de Mésero, a 4 kilómetros de Magenta.

«Meditada inmolación», Pablo VI definió con esta frase el gesto de la beata Gianna recordando, en el Ángelus del domingo 23 de septiembre de 1973: «una joven madre de la diócesis de Milán que, por dar la vida a su hija, sacrificaba, con meditada inmolación, la propia». Es evidente, en las palabras del Santo Padre, la referencia cristológica al Calvario y a la Eucaristía.

Fue beatificada el 24 de abril de 1994, durante el Año Internacional de la Familia; y canonizada el 16 de mayo de 2004 por Juan Pablo II.

SANTORAL DE HOY SÁBADO 28 ABRIL 2018

Pedro Chanel, SantoPedro Chanel, Santo
Sacerdote y Mártir, 28 de abril
Prudencio de Armentia, SantoPrudencio de Armentia, Santo
Obispo, 28 de abril
Pánfilo de Corfinio, SanttoPánfilo de Corfinio, Santto
Obispo, 28 de abril
José (Jozef) Cebula, BeatoJosé (Jozef) Cebula, Beato
Presbítero y Mártir, 28 de abril
Gianna Beretta Molla, SantaGianna Beretta Molla, Santa
Laica, 28 de abril
Teodora y Dídimo, SantosTeodora y Dídimo, Santos
Mártires en Alejandría, 28 de abril
María Luisa de Jesús Trichet, BeataMaría Luisa de Jesús Trichet, Beata
Cofundadora, 28 de abril
Luis María Grignion de Montfort, SantoLuis María Grignion de Montfort, Santo
Memoria Litúrgica. 28 de abril

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 28 ABRIL 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 4ª semana de Pascua
Hoy, sábado, 28 de abril de 2018




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,44-52):

EL sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y respondían con blasfemias a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía:
«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra”».
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas, adoradoras de Dios, y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio.
Estos sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Palabra de Dios

*************

Salmo
Sal 97,1-2ab.2cd.3ab.3cd-4

R/. Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

**********

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,7-14):

«Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

Palabra del Señor

**********

Comentario al Evangelio de hoy sábado, 28 de abril de 2018
 Adrián de Prado, cmf


Queridos hermanos:

Seamos honestos: ¿qué vemos cuando vemos a Jesús? ¿De verdad descubrimos inmediatamente a Dios cuando miramos a Cristo? ¿No esperamos, en realidad, secretamente, que haya algo más de lo que vemos y tenemos, algo más que Cristo para llegar a Dios? ¿No nos parece poco el Evangelio? ¿No deberíamos abandonarnos al Espíritu, que es mayor que Cristo y más libre y más capaz de transformarnos?

Puede que Felipe no fuera versado en latines, pero tampoco era ingenuo. La suya es una de las peticiones más complejas y más profundas del Evangelio: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». ¿Es que acaso Felipe no comprendía a aquel por quien había dejado casa, tierra y heredad? ¿Acaso era completamente sordo a sus palabras, absolutamente ciego a sus obras? Quizá no fuera esto... Quizá pensara, inconscientemente, que un hombre es poca cosa para mostrarnos a Dios, por más que sea su Mesías. ¿Es tan descabellada esta inquietud? ¿Acaso no quedaría algo por decir acerca de Dios cuando Jesús murió? ¿No habría algo más allá, algo por descubrir? ¿Estamos condenados a vivir de palabras y obras tan limitadas y lejanas en el tiempo como las del Nazareno?

Después de veinte siglos de cristianismo, ya no nos es tan difícil comprender lo que les costaba entender a los judíos con quienes se encontraron Pablo y Bernabé: que el Evangelio de Jesús es para todos. Pero –al menos a mi juicio- la petición de Felipe sigue en pie: seguimos sospechando que Jesús no es todo el Evangelio. La vieja utopía de Joaquín de Fiore, que anunciaba la irrupción de una edad en que Cristo sería superado por el Espíritu, ¿no está en el fondo de muchas de nuestras quejas, de nuestros escepticismos, de nuestro anticlericalismo, de nuestra tibieza?

Si en Cristo lo tenemos todo, porque Él está en el Padre y el Padre en Él, ¿qué más necesitamos para vivir a fondo y dar a conocer su salvación? Nos llevará toda una vida entrar por la puerta que es Cristo, porque la fe requiere la paciencia y la mansedumbre de lo que se arraiga poco a poco. Ahora bien, si ya hemos conocido la puerta de Dios, ¿por qué andar tanteando la pared en busca de ventanas?

Vuestro hermano en la fe:
Adrián, cmf.

jueves, 26 de abril de 2018

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 26 ABRIL 2018


Lecturas del Jueves de la 4ª semana de Pascua
 Hoy, jueves, 26 de abril de 2018




Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,1-10):

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.» Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118,99-100.101-102.103-104

R/. Lámpara es tu palabra para mis pasos,
luz en mi sendero

Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos.
Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes. R/.

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra;
no me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R/.

¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca!
Considero tus decretos,
y odio el camino de la mentira. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio del jueves, 26 de abril de 2018
Adrián de Prado, cmf



Queridos hermanos:

Si ayer festejábamos a san Marcos, evangelista, hoy lo hacemos con san Isidoro de Sevilla, obispo y doctor de la Iglesia. Otro santo de palabras, de la Palabra. Además de con Leandro, su hermano, que también fue santo y obispo de Sevilla, Isidoro compartió magisterio con san Ildefonso, que dijo de Él: «la facilidad de palabra era tan admirable en san Isidoro que las multitudes acudían de todas partes a escucharle y todos quedaban maravillados de su sabiduría y del gran bien que se obtenía al oír sus enseñanzas». También se dice de él que fue el primer lexicógrafo -valga el anacronismo- y un puente imprescindible entre la Edad Antigua y la Edad Media. Sin duda, Isidoro fue un sabio de este mundo... pero lo fue por escuchar la sabiduría que está más allá de este mundo.

Isidoro, como tantos otros santos, refleja la paradoja de la fe, que se vale de la elocuencia humana pero la trasciende por completo. Fijémonos si no en san Pablo, que no debía ser especialmente torpe en su predicación y, sin embargo, confiesa que ha renunciado a anunciar el misterio de Dios «con sublime elocuencia o sabiduría» porque la fe no se asienta sobre las fuerzas del hombre sino sobre el poder del Espíritu. Ahora bien, Pablo no deja de hablar de Dios y lo hace por doquier, casi siempre con discursos muy elaborados. En último término, ambas cosas son ciertas: por un lado, la Luz no procede de nosotros, sino del Señor que nos llama y nos capacita; por otro, «no se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos en la casa».

Somos más doctos que nuestros maestros –dice el salmo 118- cuando meditamos la Palabra del Señor, cuando reparamos en la voz callada del Calvario. Allí, delante de los labios apretados de Jesús, que reza por nosotros, tenemos únicamente la potestad y el principado de la sal: nuestra palabra –nuestra sabiduría- puede conservar el alimento del Señor y potenciar el sabor que el Evangelio tiene de suyo. Nada más... y nada menos. Cristo crucificó consigo todos los discursos vanos y falaces, y se convirtió con su Pascua en discurso de Vida eterna. Él ha querido –este es el milagro- que nosotros formemos parte de Su discurso imperecedero, que guardemos su Palabra y sazonemos con ella cada una de nuestras horas. Ninguno somos Pablo; tampoco Isidoro. Pero seremos más sagaces que todos los sabios si nos abrimos a su Luz, siquiera por un momento.

Feliz fiesta.

Vuestro hermano en la fe:
Adrián, cmf.

SANTORAL DE HOY JUEVES 26 ABRIL 2018

Domingo y Gregorio de Aragón, BeatosDomingo y Gregorio de Aragón, Beatos
Sacerdotes, 26 de abril
Ladislao (Wladyslaw) Goral, BeatoLadislao (Wladyslaw) Goral, Beato
Obispo y Mártir, 26 de abril
Ramón Oromí Sullà, BeatoRamón Oromí Sullà, Beato
Sacerdote y Mártir, 26 de abril
Estanislao Kubista, BeatoEstanislao Kubista, Beato
Sacerdote y mártir, 26 de Abril
Marcelino, SantoMarcelino, Santo
XXIX Papa, 26 de Abril
Julio Junyer Padern, BeatoJulio Junyer Padern, Beato
Sacerdote y Mártir, Abril 26
Anacleto (Cleto), SantoAnacleto (Cleto), Santo
III Papa, 26 de abril
Basilio de Amasea, SantoBasilio de Amasea, Santo
Obispo, Abril 26
Alda de Siena, SantaAlda de Siena, Santa
Viuda, 26 de abirl
Esteban de Perm, SantoEsteban de Perm, Santo
Obispo, Abril 26
Pascasio, SantoPascasio, Santo
Abad y Escritor, Abril 26
Ricario de Celles, SantoRicario de Celles, Santo
Sacerdote, 26 de abril

IMÁGENES DE MAYO, MES DE MARÍA
















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