domingo, 13 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 13 DE AGOSTO DEL 2017


Domingo 19º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Domingo 13 de Agosto de 2017




Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (19,9a.11-13a):

En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va pasar!»
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14

R/.Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (9,1-5):

Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.

Palabra de Dios

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Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14,22-33:

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»

Palabra del Señor

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Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt 14,22-33

EN MEDIO DE LA CRISIS

No es difícil ver en la barca de los discípulos de Jesús, sacudida por las olas y desbordada por el fuerte viento en contra, la figura de la Iglesia actual, amenazada desde fuera por toda clase de fuerzas adversas, y tentada desde dentro por el miedo y la mediocridad. ¿Cómo leer nosotros este relato evangélico desde una crisis en la que la Iglesia parece hoy naufragar?

Según el evangelista, «Jesús se acerca a la barca caminando sobre las aguas». Los discípulos no son capaces de reconocerlo en medio de la tormenta y la oscuridad de la noche. Les parece un «fantasma». El miedo los tiene aterrorizados. Lo único real para ellos es aquella fuerte tempestad.

Este es nuestro primer problema. Estamos viviendo la crisis de la Iglesia contagiándonos unos a otros desaliento, miedo y falta de fe. No somos capaces de ver que Jesús se nos está acercando precisamente desde el interior de esta fuerte crisis. Nos sentimos más solos e indefensos que nunca.

Jesús les dice las tres palabras que necesitan escuchar: «¡Ánimo! Soy yo. No temáis». Solo Jesús les puede hablar así. Pero sus oídos solo oyen el estruendo de las olas y la fuerza del viento. Este es también nuestro error. Si no escuchamos la invitación de Jesús a poner en él nuestra confianza incondicional, ¿a quién acudiremos?

Pedro siente un impulso interior y sostenido por la llamada de Jesús, salta de la barca y «se dirige hacia Jesús andando sobre las aguas». Así hemos de aprender hoy a caminar hacia Jesús en medio de las crisis: apoyándonos no en el poder, el prestigio y las seguridades del pasado, sino en el deseo de encontrarnos con Jesús en medio de la oscuridad y las incertidumbres de estos tiempos.

No es fácil. También nosotros podemos vacilar y hundirnos, como Pedro. Pero, lo mismo que él, podemos experimentar que Jesús extiende su mano y nos salva mientras nos dice: «Hombres de poca fe, ¿por qué dudáis?».

¿Por qué dudamos tanto? ¿Por qué no estamos aprendiendo apenas nada nuevo de la crisis? ¿Por qué seguimos buscando falsas seguridades para «sobrevivir» dentro de nuestras comunidades, sin aprender a caminar con fe renovada hacia Jesús en el interior mismo de la sociedad secularizada de nuestros días?

Esta crisis no es el final de la fe cristiana. Es la purificación que necesitamos para liberarnos de intereses mundanos, triunfalismos engañosos y deformaciones que nos han ido alejando de Jesús a lo largo de los siglos. Él está actuando en esta crisis. Él nos está conduciendo hacia una Iglesia más evangélica. Reavivemos nuestra confianza en Jesús. No tengamos miedo.

FELIZ DOMINGO!!!




sábado, 12 de agosto de 2017

IMÁGENES DE SANTA CLARA DE ASÍS





















5 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE SANTA CLARA DE ASÍS


5 cosas que debes saber sobre Santa Clara de Asís
Crédito: Enciclopedia Católica




 (ACI).- Este 11 de agosto, en el marco de la fiesta de la confundadora de las Hermanas Clarisas pobres y primera abadesa de San Damián, Santa Clara de Asís, te presentamos 5 cosas que todo católico debe saber sobre la vida de esta gran santa.


1. Es patrona de la televisión y las telecomunicaciones


A finales de los años 50, estaba claro que la televisión se estaba convirtiendo en una de las formas de comunicación más importantes en la sociedad moderna.

Por ello, el Papa Pío XII quiso ofrecer la bendición y protección de la Iglesia para esta nueva tecnología. Así, en 1958 publicó la Carta Apostólica proclamando a Santa Clara Patrona de la Televisión.

En esta se proclama que la Iglesia apoya la innovación tecnológica, el avance y recomienda el uso de la tecnología moderna para la proclamación del Evangelio. Reconoce que la televisión es capaz tanto del bien como del mal, por lo que quiere que tenga un santo patrono para la protección espiritual.

El Santo Padre eligió a Santa Clara de Asís (del siglo XIII) por el siguiente motivo: Cuenta la historia de que en una Navidad, Santa Clara estaba enferma y no podía salir de su cama para asistir a la Misa.

Sin embargo, milagrosamente, Dios le dio una visión de la Eucaristía en su convento en tiempo real, algo parecido a una “televisión espiritual”.

2. Fue gran amiga de San Francisco de Asís

En la Audiencia General del 15 de septiembre de 2010, el Papa Benedicto XVI afirmó que “para Clara, sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Francisco de Asís no solo fue un maestro cuyas enseñanzas seguir, sino también un amigo fraterno”.

Cuando Clara tenía 18 años, San Francisco acudió a la iglesia de San Giorgio de Asís para predicar durante la Cuaresma. Clara, después de escucharlo, sintió en su interior una llama que encendió su corazón y pronto le hizo suplicar a San Francisco que la ayudara a vivir también “según el modo del Santo Evangelio”.

San Francisco, que enseguida reconoció en Clara una de esas almas escogidas destinadas por Dios para grandes cosas, prometió ayudarla y se convirtió en su guía espiritual.

En 1212, Clara huyó de su casa y se encaminó a la Porciúncula (Italia), donde entró a formar parte de la Orden de los Hermanos Menores. Clara prometió obedecer a San Francisco en todo. Tiempo más tarde ella y sus seguidoras se trasladaron al convento de San Damián, donde la santa permaneció 41 años hasta el día de su muerte.

Ese mismo año, Santa Clara y San Francisco de Asís fundaron la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas.

3. Es la primera y única mujer en escribir una regla de vida religiosa para mujeres

Benedicto XVI indicó que “Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Papa, para que el carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas que ya se iban fundando en gran número en su tiempo y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara”.

Su decisión de escribir una regla fue una desviación radical de las normas religiosas de su tiempo. Solo después de insistir, el Papa Inocencio IV lo aprobó dos días antes de la muerte de Clara, el 11 de agosto de 1253.

4. Hizo sorprendentes milagros con panes

Cierto día, tenían un solo pan para 50 hermanas clarisas. Santa Clara lo bendijo y rezando todas juntas el Padre Nuestro, multiplicó el pan y lo repartió a sus hermanas.

Luego envió la otra mitad a los hermanos menores. Ante esto, dijo: "Aquel que multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe, ¿acaso le faltará poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?"

En otra ocasión, en una de las visitas del Papa Inocencio III al convento, Santa Clara hizo preparar las mesas y poner el pan en ellas para que el Santo Padre bendijera.


El Pontífice pidió a la santa que fuera ella quien lo hiciera, a lo que Clara se opuso rotundamente.

El Papa la instó a que hiciera la señal de la cruz sobre los panes y los bendijera en el nombre de Dios. Santa Clara, como verdadera hija de obediencia, bendijo muy devotamente aquellos panes con la señal de la cruz, y al instante apareció en todos los panes marcada la señal de la cruz.

5. Padeció enfermedad por muchos años

Santa Clara estuvo enferma 27 años en el convento de San Damián, soportando todos los sufrimientos de su enfermedad. En su lecho bordaba, hacía costuras y oraba sin cesar.

El Papa la visitó dos veces y exclamó: “Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado como la que tiene esta santa monjita”.

Cardenales y obispos iban a visitarla y a pedirle sus consejos.

San Francisco ya había muerto pero tres de los discípulos preferidos del santo, Fray Junípero, Fray Angel y Fray León, le leyeron a Clara la Pasión de Jesús mientras agonizaba.

La santa repetía: “Desde que me dediqué a pensar y meditar en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino que me consuelan”.

BEATO INOCENCIO XI, PAPA, 12 DE AGOSTO



Inocencio XI, Beato
Inocencio XI, Beato


CCXL Papa, 12 de agosto






CCXL Papa

Martirologio Romano: En Roma, beato Inocencio XI, papa, que gobernó sabiamente la Iglesia, pese a estar aquejado de fuertes dolores y pesares (1689).
Nació el 16 de mayo de 1611 y lo llamaron Benedetto Giulio Odescalchi, era hijo de Livio Odescalchi, patricio de la ciudad de Como, y de su esposa Paola Castelli, de una familia de comerciantes de Bérgamo. Su padre murió pronto, pero tres tíos y un hermano suyo fundaron una floreciente banca en Génova que contaba con sucursales en Milán, Venecia, Roma, Nápoles, Núremberg y Cracovia. Este negocio dio una gran prosperidad a la familia. Otro hermano suyo, Giulio Maria, fue monje benedictino y más tarde obispo de Novara (1656-1667).

Hizo sus primeros estudios con los jesuitas de Como. A los quince años realizó el aprendizaje de la profesión de banquero en la sede de la banca familiar en la ciudad de Génova. Estudió en la universidad La Sapienza de Roma y en la de Nápoles, doctorándose en ésta última en derechos civil y canónico (1639).

No constan las circunstancias de su ordenación sacerdotal. En 1640 el papa Urbano VIII lo nombra protonotario apostólico participantium, y dos años después referendario de los tribunales de la Signatura Apostólica de Gracia y de Justicia. El papa Inocencio X le designó clérigo de la Cámara Apostólica y más tarde presidente de la misma, comisario de Ancona, gobernador de Macerata, comisario financiero de la región de la Marca de Roma y gobernador del Piceno.

En 1645 el papa Inocencio X lo nombró cardenal diácono de S. Cosma e Damiano. Dos años después fue designado prefecto del tribunal de la Signatura Apostólica de Gracia y en 1658 legado en la ciudad y territorio de Ferrara, cuando en estos lugares se padecía una severa hambruna. El papa lo presentó como el "padre de los pobres".

En 1650 Odescalchi es consagrado obispo de Novara, posición en la cual gastó todas las ganancias de su sede para ayudar a los pobres y enfermos en la diócesis. Con el permiso del papa renunció al cargo en 1656 Ya en Roma fue consultor de diversas congregaciones y en 1659 cambió su diaconía cardenalicia por el título de S. Onofrio. El año siguiente fue nombrado camarlengo del Sacro Colegio Cardenalicio.

Particicpó en los cónclaves de 1655, 1667 y 1669-1670, siendo vetada en este último su candidatura al papado por parte de Jean-François Paul de Gondi, cardenal de Retz con el título de S. Maria sopra Minerva, en nombre de Luis XIV, rey de Francia. También participó en el de 1676, en el cual fue elegido papa.

La fuerte oposición del rey de Francia Luis XIV tuvo que ceder esta vez a la voluntad de los cardenales y del pueblo romano. Dio precisas instrucciones a los cardenales franceses pretendía nuevamente utilizar su influencia real en contra de la elección de Odescalchi. Pero en vez de esto, viendo que los cardenales y el pueblo romano deseaba a Odescalchi como su papa, tuvo que instruir expresamente a los cardenales franceses (el citado Gondi de Retz; Emmanuel Théodose de la Tour d´Auvergne de Bouillon, del título de S. Lorenzo in Panisperna y Gran Limosnero de Francia; César d´Estrées, del títlo de SS. Trinità al Monte Pincio y Obispo de Laon, y Pierre de Bonzi, del título de S. Onofrio y arzobispo de Toulouse) a no interponerse en su elección. El 21 de septiembre de 1676 y después de cincuenta días de cónclave Odescalchi fue elegido papa. El 4 de octubre siguiente fue coronado en la Patriarcal Basílica Vaticana por el cardenal Francesco Maidalchini, protodiácono de S. Maria in Via Lata.

Reforma de la Administración Vaticana
Tras su ascenso, Inocencio XI movió todos sus esfuerzos hacia reducir los gastos de la Curia. Pasó órdenes estrictas en contra del nepotismo entre los cardenales. Vivió muy austeramente y exhortó a los cardenales a que hicieran lo mismo. De esta manera no solo cuadró el déficit anual, que al momento de su ascensión sumaba los 170.000 escudos, sino que también al cabo de pocos años el ingreso papal superaba los gastos. No perdió en tiempo en declarar y prácticamente manifestarse como un reformador y como un corrector de los abusos administrativos. Comenzando con el clero, buscaba levantar a los laicos a un nivel moral de mayor altura. En 1679 condenó 65 proposiciones, tomadas de los escritos de Escobar, Francisco Suárez, y el mismo estilo, como "propositiones laxorum moralistarum" y prohibió a cualquiera a enseñarlas bajo la penalidad de excomunión.

Personalmente no era un enemigo de Miguel de Molinos, pero aún así cedió a la enorme presión que cayó sobre el para confirmar en 1687 el juicio de los inquisidores, por el cual 68 proposiciones molinistas fueron condenadas como blasfemias y herejías.

Relaciones con Francia
Todo el pontificado de Inocencio XI estuvo marcado por un forcejeo continuo con Luis XIV. Todos los esfuerzos de Inocencio XI para inducir al Rey Sol a respetar los derechos de la Iglesia fueron inútiles. En 1682 Luis XIV convocó una asamblea del Clero Francés la cual adoptó los cuatro artículos que fueron conocidos como las Libertades Galicanas. Inocencio anuló los cuatro artículos el 11 de abril de 1682, y rehusó su aprobación a todos los futuros candidatos episcopales que formaron parte de la asamblea.

Para apaciguar al papa, Luis XIV comenzó a actuar en favor del catolicismo. En 1685 Luis revocó el Edicto de Nantes e inauguró una cruel persecución de los protestantes. Inocencio XI expresó su disgusto por estas medidas drásticas y continuó demorando su aprobación de los candidatos episcopales. Irritó más al rey ese mismo año al abolir el derecho de asilo, bajo la cual los embajadores en Roma podían proteger en sus embajadas a cualquier criminal buscado por las cortes papales de justicia. Inocencio XI notificó al embajador francés, el Marqués de Lavardin, que no sería reconocido como Embajador en Roma a menos que renunciara a este derecho, pero Luis XIV no quería renunciar al mismo. A la cabeza de una fuerza armada de 800 hombres, Lavardin entró en Roma en noviembre de 1687, y tomó la posesión a fuerza de su palacio. Inocencio XI lo trató como un excomulgado y puso un interdicto a la iglesia de San Luis en donde atendía servicio (24 de diciembre de 1687).

La tensión entre el papa y el rey de Francia aumentó más cuando el papa procedió a llenar la vacante en la sede del arzobispado de Colonia. Los dos candidatos para la sede eran el Cardenal William Egon Fürstenberg, en esos momentos Obispo de Estrasburgo, y Joseph Clemens de Baviera. Fürstenberg era una herramienta en manos de Luis XIV, y si era asignado como Arzobispo y Elector de Colonia, la preponderancia francesa se consolidaría en Alemania. Joseph Clemens no solo era el candidato del Emperador Leopoldo I de Austria sino que también de todos los líderes europeos, con la excepción del Rey de Francia, con el apoyo del Rey Jaime II de Inglaterra. En la elección, que fue realizada el 19 de julio de 1688, ninguno de los candidatos recibieron la cantidad requerida de votos. La decisión, entonces, recaía en Inocencio XI, que designó a Joseph Clemens en el cargo. Luis XIV procedió, en represalia a tomar posesión del territorio papal de Aviñón, tomando preso al nuncio papal y apelando a un consejo general. Tampoco escondió sus intenciones de separar a la Iglesia Francesa de Roma. El papa se mantuvo firme. La subsiguiente caída de Jaime II de Inglaterra destruyó la preponderancia francesa en Europa y poco después de la muerte de Inocencio el roce entre Luis XIV y el papado fue arreglado en favor de la Iglesia.

Otras relaciones exteriores
Inocencio XI despachó a Ferdinando d´Adda como nuncio en Inglaterra, convirtiéndose este en el primer representante de la Iglesia en ir a ese país en más de cien años. Aún así, el papa no aprobaba la manera imprudente bajo la cual Jaime II intentaba restaurar el catolicismo. Repetidamente expresó su incomodidad hacia el apoyo que Jaime II le daba a Luis XIV en sus medidas hostiles en contra de la Iglesia. No es sorpresivo entonces, que Inocencio XI tuviera poca simpatía hacia el Rey Católico de Inglaterra. No parece haber, por otro lado, ningún tipo de base para la acusación de que Inocencio XI estuviera informado y apoyara los designios de Guillermo de Orange en Inglaterra.

Entre otros motivos, fue debido a las incesantes exhortaciones de Inocencio que los Estados Alemanes y el Rey de Polonia Juan III Sobieski se apresuraron a ayudar a Viena, la cual estaba siendo atacada por los turcos, en 1683. Luego de que terminó el ataque, Inocencio XI no tuvo ninguna reserva para inducir a los príncipes cristianos a que ayudaran a la expulsión de los turcos de Hungría. Contribuyó financieramente para la guerra turca en Austria y Hungría y tuvo la satisfacción de sobrevivir la captura de Belgrado, el 6 de septiembre de 1688.

Después de una larga enfermedad Inocencio XI murió en Roma el 12 de agosto de 1689. Fue enterrado en la Patriarcal Basílica Vaticana, en una tumba transparente bajo el altar de San Sebastián de dicha basílica.

El proceso para su beatificación fue introducido en 1714 pero la influencia de Francia forzó su suspensión en 1744. En el siglo XX fue reabierto después de nuevos hallazgos históricos acerca de su persona, y el papa Pío XII anunció su beatificación el 7 de octubre de 1956.

La conmemoración del beato Inocencio XI tiene lugar el 12 de agosto, aniversario de su muerte.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 12 DE AGOSTO DEL 2017


Lecturas de hoy Sábado de la 18ª semana del Tiempo Ordinario


Lectura del libro del Deuteronomio (6,4-13):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado; las atarás a tu muñeca como un signo, serán en tu frente una señal; las escribirás en las jambas de tu casa y en tus portales. Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra que juró a tus padres –a Abrahán, Isaac y Jacob– que te había de dar, con ciudades grandes y ricas que tú no has construido, casas rebosantes de riquezas que tú no has llenado, pozos ya excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado, comerás hasta hartarte. Pero, cuidado: no olvides al Señor que te sacó de Egipto, de la esclavitud. Al Señor, tu Dios, temerás, a él sólo servirás, sólo en su nombre jurarás.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab

R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza

Yo te amo, Señor; 
tú eres mi fortaleza; 
Señor, mi roca, 
mi alcázar, mi libertador. R/. 

Dios mío, peña mía, 
refugio mío, escudo mío, 
mi fuerza salvadora, mi baluarte. 
Invoco al Señor de mi alabanza 
y quedo libre de mis enemigos. R/. 

Viva el Señor, bendita sea mi Roca, 
sea ensalzado mi Dios y Salvador: 
tú diste gran victoria a tu rey, 
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (17,14-20):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: «Señor, ten compasión de mi hijo, que tiene epilepsia y le dan ataques; muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo.» 
Jesús contestó: «¡Generación perversa e infiel! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.» 
Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: «¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?» 
Les contestó: «Por vuestra poca fe. Os aseguro que si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada os sería imposible.»

Palabra del Señor

LOS SANTOS DE HOY SÁBADO 12 DE AGOSTO DEL 2017

Félix Pérez Portela, BeatoFélix Pérez Portela, Beato
Sacerdote y Mártir, 12 de agosto
Josep Nadal Guiu, BeatoJosep Nadal Guiu, Beato
Sacerdote y Mártir, 12 de agosto
Manuel Basulto Jiménez, BeatoManuel Basulto Jiménez, Beato
Obispo y Mártir, 12 de agosto
José Jordán y Blecua, BeatoJosé Jordán y Blecua, Beato
Sacerdote y Mártir, 12 de agosto
Manuel Borrás Ferré, BeatoManuel Borrás Ferré, Beato
Obispo y Mártir, 12 de agosto
Melchora Cortés Bueno y compañeras mártires, BeatasMelchora Cortés Bueno y compañeras mártires, Beatas
Religiosas y Mártires, 12 de agosto
Euplo (Euplio), SantoEuplo (Euplio), Santo
Diacono y mártir, 12 de agosto
Carlos Meehan (o OCarlos Meehan (o O'Meighan, o Mahoney), Beato
Sacerdote y Mártir, 12 de agosto
Inocencio XI, BeatoInocencio XI, Beato
CCXL Papa, 12 de agosto
Victoria Díez y Bustos de Molina, BeataVictoria Díez y Bustos de Molina, Beata
Virgen y Mártir, 12 de agosto
Florián Stepniak, BeatoFlorián Stepniak, Beato
Presbítero y Mártir, 12 de agosto
Carlos (Karl) Leisner, BeatoCarlos (Karl) Leisner, Beato
Sacerdote y Mártir, 12 de agosto
Buenaventura García Paredes, BeatoBuenaventura García Paredes, Beato
Sacerdote Dominico y Mártir, 12 de agosto
Pedro del Barco, SantoPedro del Barco, Santo
Presbítero Eremita, 12 de agosto
Juana Francisca de Chantal, SantaJuana Francisca de Chantal, Santa
Memoria Litúrgica, 12 de agosto
Eleazar, SantoEleazar, Santo
Mártir, 12 de agosto







Enrique María Gómez Jiménez, Beato
Sacerdote y Mártir, 12 de agosto

PENSAMIENTO SOBRE LA FE


viernes, 11 de agosto de 2017

COLOMBIA: PRESENTAN IMAGEN OFICIAL DE OBISPO MÁRTIR QUE SERÁ BEATIFICADO POR EL PAPA FRANCISCO


Colombia: Presentan imagen oficial de Obispo mártir que será beatificado por el Papa




BOGOTÁ, 10 Ago. 17 / 07:50 pm (ACI).- La Arquidiócesis de Nueva Pamplona en Colombia presentó el retrato oficial para la beatificación de Mons. Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, quien será elevado a los altares junto al P. Pedro María Ramírez Ramos, el próximo 8 de septiembre, en una Misa que presidirá el Papa Francisco.



El retrato oficial de Mons. Jesús Emilio Jaramillo. Foto: PapaFranciscoenColombia.co

La presentación del retrato de Mons. Jesús Emilio Jaramillo se realizó en el Museo de Arte Religiosos en la Arquidiócesis de Nueva Pamplona con la presencia de las autoridades civiles, eclesiásticas, seminaristas de la Diócesis de Arauca, entre otros.


El Arzobispo de Nueva Pamplona, Mons. Luis Madrid Merlano, tuvo a cargo la presentación del retrato, y recordó que Mons. Jaramillo muchas veces visitó Pamplona debido a que en su época los seminaristas de Arauca estudiaban en el Seminario Regional Santo Tomás de Aquino de Nueva Pamplona, como ocurre en la actualidad.

Mons. Jaramillo fue Vicario Apostólico de Arauca durante 14 años.

El retrato oficial tiene 2 metros de alto y 1,20 metros de ancho, como lo especifican las normativas para esta celebración.

Fue realizado por el artista Víctor Maldonado, quien es un reconocido retratista de la región de Pamplona. Tuvo como modelo dos fotografías de Mons. Jaramillo, una de su juventud y otra de su ancianidad.

Este retrato, junto con el del Padre Pedro María Ramírez Ramos, el llamado Cura de Armero, que también lo está elaborando el mismo artista, serán trasladados a Villavicencio para la ceremonia de beatificación el próximo 8 de septiembre.

Mons. Jesús Emilio Jaramillo nació el 14 de febrero de 1916 en Santo Domingo, departamento de Antioquia. Fue ordenado sacerdote de los Misioneros Javerianos de Yarumal el 1 de septiembre de 1940, cuando tenía 24 años de edad.

El Beato Papa Pablo VI lo designó Vicario Apostólico de Arauca el 11 de noviembre de 1970 y recibió la ordenación episcopal el 10 de enero de 1971.

El 19 de julio de 1984 fue designado Obispo de Arauca, cargo en el que sirvió hasta que fue secuestrado y asesinado por la guerrilla del ELN, a los 73 años de edad, el 2 de octubre de 1989.

ORACIONES A SANTA CLARA DE ASÍS


Oración a Santa Clara de Asís

Gloriosa Santa Clara de Asís,
por aquella fe inquebrantable
que te hizo servirte de las cosas terrenas
buscando las del cielo,
por aquella esperanza firme
con que venciste todas las dificultades
que se oponían a tu santificación,
por aquella caridad pura y ardiente
que te movió en todo los momentos
de la vida,
yo te suplico con humilde confianza
que intercedas ante Dios
y me obtengas su favor en lo que te pido
(hágase la petición)
y esperanza firme y caridad ardiente
para con Dios y el prójimo.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Amén.


Oración a Santa Clara de Asís para una Petición Urgente y Difícil


Gloriosísima virgen
y dignísima madre santa Clara de Asís,
espejo clarísimo de santidad y pureza,
base firme de la más viva fe,
llamarada de perfecta claridad
y erario riquísimo de todas las virtudes.

Por todos estos favores con que
el Divino Esposo os colmó,
y por la especial prerrogativa
de haber hecho a vuestra alma
trono de su infinita grandeza,
alcánzanos de tu inmensa piedad,
que limpie nuestras almas
de las manchas y de las culpas,
y, destituidas de todo efecto terreno,
sean templo digno de su morada.

También te suplicamos por la paz
y tranquilidad de la Iglesia,
para que se conserve siempre en la unidad de fe,
de la santidad y de las costumbres,
que la hacen incontrastable
a los esfuerzos de sus enemigos.

Y si fuese para mayor gloria de Dios
y bien espiritual mío
concededme, os ruego 
cuanto pido en esta oración,
y el favor especial que tanto necesito:

(hacer la petición).

Apiadaros de mi y conseguidme
rápida y favorable solución
a esta urgente y apremiante solicitud,
que agobia y entristece mi corazón. 

Vos, como Madre y protectora,
no me abandonéis en este difícil trance,
presentad mis deseos ante el Trono de Dios,
pues yo confío en la bondad infinita,
que por vuestros méritos alcanzaré,
para mayor honra y gloria
de Nuestro Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos,

Amén.

Rezar, con gran confianza y fe en la intercesión
de santa Clara de Asís,
tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
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