miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

No toméis nada para el camino
Tiempo Ordinario

Lucas 9, 1-6. Tiempo Ordinario. Poner toda mi confianza en Dios y no en mis propios recursos.


Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 25a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 20 al sábado 26 de septiembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes.

Oración introductoria
Señor, quiero ponerme en camino para predicar tu Reino con mi testimonio de vida. Inicio poniendo en tus manos mi intención y te pido, en esta oración, que me concedas un corazón generoso y seguro de su misión, para la cual sólo necesito de tu gracia.

Petición
Jesús, dame tu gracia para ser un auténtico discípulo y misionero de tu amor.

Meditación del Papa Francisco
Jesús llama a sus discípulos y los envía dándoles reglas claras, precisas. Los desafía con una serie de actitudes, comportamientos que deben tener. Y no son pocas las veces que nos pueden parecer exageradas o absurdas; actitudes que serían más fáciles de leerlas simbólicamente o “espiritualmente”. Pero Jesús es bien claro. No les dice: “Hagan como que…” o “hagan lo que puedan”.
Recordemos juntos esas recomendaciones: “No lleven para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero... permanezcan en la casa donde les den alojamiento”. Parecería algo imposible.
Podríamos concentrarnos en las palabras: “pan”, “dinero”, “alforja”, “bastón”, “sandalias”, “túnica”. Y es lícito. Pero me parece que hay una palabra clave, que podría pasar desapercibida frente a la contundencia de las que acabo de enumerar. Una palabra central en la espiritualidad cristiana, en la experiencia del discipulado: hospitalidad. Jesús como buen maestro, pedagogo, los envía a vivir la hospitalidad. Les dice: “Permanezcan donde les den alojamiento”. Los envía a aprender una de las características fundamentales de la comunidad creyente. Podríamos decir que cristiano es aquel que aprendió a hospedar, que aprendió a alojar.
Jesús no los envía como poderosos, como dueños, jefes o cargados de leyes, normas; por el contrario, les muestra que el camino del cristiano es simplemente transformar el corazón. El suyo, y ayudar a transformar el de los demás. Aprender a vivir de otra manera, con otra ley, bajo otra norma. Es pasar de la lógica del egoísmo, de la clausura, de la lucha, de la división, de la superioridad, a la lógica de la vida, de la gratuidad, del amor. De la lógica del dominio, del aplastar, manipular, a la lógica del acoger, recibir y cuidar. (Homilía de S.S. Francisco, 12 de julio de 2015).
Reflexión
¿Qué se necesita para predicar el Evangelio? Conocerlo. Nada más.

Vamos, pues, a descubrir dos lecciones que se esconden en este pasaje de san Lucas.

La primera es la profunda fe que debe tener el enviado a proclamar el Reino de Dios. Debe poner toda su confianza en Dios y no en sus propios recursos, sabiduría, medios técnicos, etc. Y esa fe exige también el desapego de las comodidades y la esperanza de que Dios proveerá todo aquello que necesite el apóstol para cumplir con su labor.

La segunda enseñanza va dirigida a los fieles que acogen al misionero, sacerdote o religiosa que viene de parte de Dios. Porque si ellos han entregado su vida, su tiempo y su esfuerzo para darnos a conocer lo más importante, ¿cómo vamos a despedirles sin darles ni siquiera de comer?

Jesús nos invita a atender las necesidades materiales de la Iglesia. Por ejemplo, ¿sabes cuántos seminaristas se están formando actualmente? ¿Y cómo lo harán para pagarse los estudios, la alimentación, el vestido, etc? Sería muy triste que un joven dejase casa, familia y amigos para abrazar la vocación sacerdotal y luego no tuviese medios para completar su formación.

Es buen momento para reflexionar en todo lo que nos da la Iglesia y ver qué aportamos nosotros a cambio.

Propósito
Acercar a Cristo, con mi oración y atención, a quien esté pasando por la enfermedad.

Diálogo con Cristo 
Señor, el mundo necesita apóstoles santos. La persona «moderna» se caracteriza por su insensibilidad e indiferencia ante las necesidades de los demás. Por eso confío en que esta oración me ayude a pasar mi vida haciendo el bien, pensando bien, hablando bien y dando no sólo lo que tengo, sino sobre todo, lo que soy, con sencillez y generosidad.

LOS SANTOS DE HOY: MIÉRCOLES 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

Cristóbal, Antonio y Juan, BeatosCristóbal, Antonio y Juan, Beatos
Mártires, 23 de septiembre
Padre Pío de Pietrelcina (Francisco Forgione), SantoPadre Pío de Pietrelcina (Francisco Forgione), Santo
Presbítero Capuchino, 23 de septiembre
Zacarías e Isabel, SantosZacarías e Isabel, Santos
Padres de Juan el Bautista, 5 de noviembre y 23 de septiembre
Elena Duglioli Dall’Olio, BeataElena Duglioli Dall’Olio, Beata
Viuda, Septiembre 23
Bernardina María Jablonska, BeataBernardina María Jablonska, Beata
Cofundadora, Septiembre 23
Emilia Tavernier Gamelin, BeataEmilia Tavernier Gamelin, Beata
Viuda y Fundadora, Septiembre 23
Sosso (Sosio) de Misena, SantoSosso (Sosio) de Misena, Santo
Diacono y Mártir, Septiembre 23
Lino, SantoLino, Santo
II Papa y Mártir, 23 de septiembre
Tecla de Iconio, SantaTecla de Iconio, Santa
Mártir, Septiembre 23

SAN PÍO DE PIETRELCINA, SACERDOTE, 23 DE SEPTIEMBRE 2015


SAN PÍO DE PIETRELCINA
23 de Septiembre
Hoy celebramos al Padre Pío de Pietrelcina, el sacerdote de los estigmas



LIMA, 23 Sep. 15 / 12:02 am (ACI).- “Oh Jesús, mi suspiro y mi vida, te pido que hagas de mí un sacerdote santo y una víctima perfecta”, escribió una vez San Pío de Pietrelcina, cuya fiesta se celebra hoy. Su oración fue escuchada y se le concedió el don de los estigmas.

Durante su vida, Dios lo dotó de muchos dones. Como el discernimiento extraordinario que le permitió leer los corazones y las conciencias. Por ello muchos fieles acudían a confesarse con él.

Otros dones fueron el de la profecía para poder anunciar eventos del futuro, las curaciones milagrosas con la oración, la bilocación que le permitió estar en dos lugares al mismo tiempo y el perfume que despedían las llagas de los estigmas.

El P. Pío Nació en Pietrelcina, Italia, el 25 de mayo de 1887. Su nombre era Francisco Forgione y tomó el nombre de Fray Pío de Pietrelcina en honor a San Pío V, cuando recibió el hábito de Franciscano capuchino.

A los cinco años se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús, quien posó su mano sobre la cabeza del niño. El pequeño, a su vez, prometió a San Francisco que sería un fiel seguidor suyo. Desde entonces su vida quedó marcada y empezó a tener apariciones de la Santísima Virgen.

Prefería pasar el tiempo en oración y el estudio porque entendía el sacrificio que sus padres hacían para que recibiera una buena formación.

A los 15 años decide ingresar a la Orden Franciscana de Morcone y tuvo visiones del Señor en la que se le mostró las luchas que tendría que pasar contra el demonio. “Yo estaré protegiéndote, ayudándote, siempre a tu lado hasta el fin del mundo”, le dijo Jesucristo.

El 10 de agosto de 1910 es ordenado sacerdote. Poco tiempo después le volvieron las fiebres y los dolores que lo aquejaban. Entonces fue enviado a Pietrelcina para que restablezca su salud.

En 1916 visita el Monasterio de San Giovanni Rotondo. El Padre Provincial, al ver que su salud había mejorado, le manda que retorne a ese convento en donde recibió la gracia de los estigmas.

“Era la mañana del 20 de septiembre de 1918. Yo estaba en el coro haciendo la oración de acción de gracias de la Misa… se me apareció Cristo que sangraba por todas partes. De su cuerpo llagado salían rayos de luz que más bien parecían flechas que me herían los pies, las manos y el costado”, describió el P. Pío a su director.

“Cuando volví en mí, me encontré en el suelo y llagado. Las manos, los pies y el costado me sangraban y me dolían hasta hacerme perder todas las fuerzas para levantarme. Me sentía morir, y hubiera muerto si el Señor no hubiera venido a sostenerme el corazón que sentía palpitar fuertemente en mi pecho. A gatas me arrastré hasta la celda. Me recosté y recé, miré otra vez mis llagas y lloré, elevando himnos de agradecimiento a Dios”, añadió.

Cierto día, una abuelita le llevó a su nieta llamada Gema, que había nacido sin pupilas. El P. Pío la bendijo e hizo la señal de la cruz sobre sus ojos. La niña recuperó la vista, sin necesidad de tener pupilas. Más adelante, Gema entró a la vida religiosa.

El 9 de enero de 1940 animó a sus grandes amigos espirituales a fundar un hospital que se llamaría “Casa Alivio del Sufrimiento”. La cual se inauguró el 5 de mayo de 1956 con la finalidad de curar al enfermo en lo físico y espiritual.

Según fuentes que no se han podido confirmar, San Juan Pablo II siendo un joven sacerdote visitaba al P. Pío para confesarse y en una de esas ocasiones, estando en trance le dijo al futuro Sumo Pontífice: “Vas a ser Papa”.

El P. Pío partió a la Casa del Padre un 23 de septiembre de 1968 después de murmurar por largas horas “¡Jesús, María!”.

San Juan Pablo II, durante su canonización el 16 de junio del 2002, dijo de él: “Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de la enseñanza del padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a todos”.

martes, 22 de septiembre de 2015

LOS SANTOS DE HOY: MARTES 22 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

Mauricio, Santo
Mártir, 22 de septiembre ...

SAN MAURICIO, MÁRTIR, 22 DE SEPTIEMBRE


Mauricio, Santo

Mártir, 22 de septiembre 


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net 



Mártir

Martirologio Romano: En Agauno (hoy Saint Maurice d´Agaune), en la región de Valais, en el país de los helvecios, santos mártires Mauricio, Exuperio, Cándido, que siendo soldados, al decir de san Euquerio de Lyon, fueron sacrificados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Maximiano, juntamente con sus compañeros de la misma legión Tebea y el veterano Víctor, ilustrando así a la Iglesia con su gloriosa pasión (c. 302).

Etimología: Mauricio = oscuro, sombrío, de Mauritania. Viene de la lengua latina.

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

Breve Biografía

San Mauricio (llamado también Maurice, Moritz o Mauritius). Era el comandante de la Legión Tebana y murió martirizado a principios del siglo III.

La Legión Tebana, integrada sólo por cristianos procedentes de Egipto, recibió órdenes de partir hacia Galia para auxiliar al emperador Maximiano. Aunque combatieron valientemente, rehusaron obedecer la orden imperial de perseguir a los cristianos, por lo que fueron diezmados. Al negarse por segunda vez, todos los integrantes de la Legión Tebana fueron ejecutados. El lugar en que supuestamente tuvieron lugar estos hechos, conocido como Agaunum, es ahora la sede de la abadía de Saint Maurice, en el cantón suizo de Valais.

Esta es la versión más antigua de la historia del martirio de la Legión Tebana, de acuerdo con la carta que Eucherius, arzobispo de Lyon (c. 434 – 450) dirigió al también obispo Salvius. En otras versiones varía la causa del martirio, y los legionarios son ejecutados por negarse a hacer sacrificios a los dioses romanos.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 22 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Tiempo Ordinario


Lucas 8, 19-21. Tiempo Ordinario. Todos los actos en favor de los demás, son la respuesta de alguien que es como yo, hijo de Dios. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 25a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 20 al sábado 26 de septiembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Lucas 8, 19-21
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente. Le anunciaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte. Pero él les respondió: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.

Oración introductoria 
Señor, yo escucho tu palabra y confío que, con tu gracia, la puedo poner en práctica. En esta oración quiero dejar a un lado mis pequeñas preocupaciones porque quiero estar todo para Ti.

Petición
Padre Santo, señálame el camino que debo seguir en este día para hacerte presente en el mundo.

Meditación del Papa Francisco
Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica». Por eso, para escuchar la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús, basta abrir la Biblia, el Evangelio. Pero estas páginas no son leídas, son escuchadas. Escuchar la Palabra de Dios es leer y decir: '¿pero a mí esto qué me dice, a mi corazón? ¿Qué me está diciendo a mí, con esta palabra? Y así nuestra vida cambia. Cada vez que hacemos esto es escuchar la Palabra de Dios, escucharla con los oídos y escucharla con el corazón.
Los enemigos de Jesús escuchaban la Palabra de Jesús, pero estaban cerca de él para encontrar un error, para hacerle resbalar, y que perdiera autoridad. Pero nunca se preguntaban: '¿qué me dice Dios en esta Palabra?' Y Dios no habla solo a todos: sí, habla para todos, pero habla a cada uno de nosotros. El Evangelio se ha escrito para cada uno de nosotros.
Por otro lado, poner en práctica lo que se escucha no es fácil, porque es más fácil vivir tranquilamente sin preocuparse de las exigencias de la Palabra de Dios. Algunas pistas concretas para hacerlo son los mandamientos y las bienaventuranzas. Contando siempre con la ayuda de Jesús, también cuando nuestro corazón escucha pero finge no entender. Asimismo, Cristo es misericordioso y perdona a todos, espera a todos, porque es paciente. Jesús recibe a todos, también a aquellos que van a escuchar la palabra de Dios y después lo traicionan. Pensemos en Judas. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 23 de septiembre de 2014, en Santa Marta).
Reflexión
El bautismo nos introduce en una nueva realidad: la de ser hijos de un mismo Padre y hermanos de todos los miembros de la Iglesia, porque así lo dijo Jesús.

La paternidad o maternidad física, siendo muy importantes, no lo constituyen todo para la persona. Porque cada hombre o mujer no depende únicamente de sus progenitores, sino sobre todo de Dios, que da el ser a todo cuanto existe.

Jesucristo insistió a sus discípulos en el tema de la fraternidad universal. Por este motivo, cualquier persona que sufre debe constituir un reclamo para mí. No puedo quedar indiferente, porque ¡se trata de mi hermano! ¿Cómo puedo abandonarle?

Este es el fundamento de la caridad cristiana. Todos los actos en favor de los demás, por ejemplo dar limosna a los pobres, no son un gesto filantrópico, sino que deben ser la respuesta a la necesidad de alguien que es como yo, hijo de Dios.

Quizás si profundizásemos un poco en esta verdad, cambiaría completamente nuestro trato con los desconocidos. Seguramente se nos ensancharía el corazón al pensar que el alumno que tengo en clase, la señora que atiendo en la oficina, el trabajador que está en la calle, es hijo de Dios y hermano mío. Ya no serían extraños para nosotros, sino que podrían decir de ellos: "Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte".

Propósito
Revisar qué estoy haciendo para dar a conocer a Cristo en mi propia familia.

Diálogo con Cristo
Jesucristo, hazme un apóstol que logre encender en muchos corazones el fuego de tu amor. Dedicar mi tiempo a Ti, Señor, es la forma en que puedo dar un sentido real y trascendente a mi vida. ¡Cuántas personas cercanas aún no han descubierto cuál es la forma en que pueden tener un encuentro contigo! Por eso te pido que me ayudes a vivir de tal manera, que mi testimonio pueda llevar tu mensaje de amor a todos los que me rodean.

lunes, 21 de septiembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 21 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


No necesitan médico los sanos sino los enfermos
Tiempo Ordinario


Mateo 9, 9-13. Fiesta San Mateo Apóstol. Sólo Jesús fue capaz de ver más allá de sus pecados y encontró al hombre. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 25a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 20 al sábado 26 de septiembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: Sígueme. Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: ¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? Mas Él, al oírlo, dijo: No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores. 

Oración Introductoria
Padre mío, escucho tu llamado y quiero seguirte. Deseo levantarme y salir de esta meditación convencido de quitar todo lo que me aparte de Ti, porque Tú bien sabes de mis debilidades y caídas, por eso te suplico que envíes a tu Espíritu Santo para que guíe esta oración y todo mi día.

Petición
Señor, que nunca sea sordo a tu llamado y sepa responder con alegría y generosidad.

Meditación del Papa Francisco
En el desafío del amor, Dios se manifiesta con sorpresas. Pensemos en san Mateo. Era un buen comerciante. Además traicionaba a su patria, porque les cobraba los impuestos a los judíos para pagárselo a los romanos. Estaba lleno de plata y cobraba los impuestos. Pasa Jesús, lo mira y le dice: 'Ven y sígueme'. No lo podía creer. Si después tienen tiempo, vayan a ver el cuadro que Caravaggio pintó sobre esta escena. Jesús lo llama, le hace así, los que estaban con él dicen: '¿A éste, que es un traidor, un sinvergüenza?' Y él se agarra a la plata, y no la quiere dejar. Pero la sorpresa de ser amado lo vence. Y sigue a Jesús.
Esa mañana cuando Mateo fue al trabajo y se despidió de su mujer, nunca pensó que iba a volver sin el dinero y apurado para decirle a su mujer que preparara un banquete. El banquete para aquel que lo había amado primero, que lo había sorprendido con algo muy importante, más importante que toda la plata que tenía.
Déjate sorprender por Dios, no le tengas miedo a las sorpresas. Que te mueven el piso, ¿eh? Nos ponen inseguros, pero nos meten en camino. El verdadero amor te lleva a quemar la vida, aun a riesgo de quedarte con las manos vacías. (Homilía de S.S. Francisco, 18 de enero de 2015).
Reflexión
Dios respeta en su integridad al hombre, y cuando llama a un alma a su servicio, en su solemne poder, ni la violenta, ni la atosiga, sino que con paciencia y amor la deja casi andar a la deriva o al vaivén de las circunstancias. No es fácil, por tanto, dar una respuesta como la de Mateo: pronta, sincera, total.

San Mateo era un cobrador de impuestos, un pecador ante los ojos de todo el pueblo. Sólo Jesús fue capaz de ver más allá de sus pecados y vio a un hombre. Un hombre que podía hacer mucho por el Reino de los Cielos. Y le llamó con todo el amor y misericordia de su corazón para ser uno de sus apóstoles, de sus íntimos.

Todos hemos recibido la vocación a la vida cristiana. Dios nos ha creado para prestarle un servicio concreto, cada uno de nosotros. Tenemos una misión, como eslabones de una cadena. Decía el Cardenal Newman: "No me ha creado para nada. Haré bien el trabajo, seré un ángel de la paz, un predicador de la verdad en mi propio lugar si obedezco sus mandamientos. Por tanto confiaré en él quienquiera que yo sea, dondequiera que esté. Nunca me pueden desechar. Si estoy enfermo, mi enfermedad puede servirle. En la duda, mi duda puede servirle. Si estoy apenado, mi pena puede servirle. Él no hace nada en vano. ¡Él sabe lo que hace!"

Propósito
Pedirle a Dios que me ayude a eliminar todo lo que le ofende de mi comportamiento y por tanto, dar una respuesta como la de Mateo: pronta, sincera, total.

Diálogo con Cristo
Jesucristo, de nada sirve decir que estoy dispuesto a seguirte si no estoy dispuesto a servir y a entregarme a los demás. Gracias porque solo Tu eres capaz de ver más allá de sus pecados.

LOS SANTOS DE HOY: LUNES 21 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

José Vila Barri, BeatoJosé Vila Barri, Beato
Sacerdote y Mártir, 21 de septiembre
Maura de Troyes, SantaMaura de Troyes, Santa
Virgen, 21 de septiembre
Lorenzo Imbert y compañeros, SantosLorenzo Imbert y compañeros, Santos
Presbíteros y Mártires, 21 de septiembre
Mateo, Apóstol.Mateo, Apóstol.
Apóstol y Evangelista, 21 de septiembre

SAN MATEO EVANGELISTA, APÓSTOL Y EVANGELISTA, 21 DE SEPTIEMBRE


San Mateo
Apóstol y Evangelista
21 de Septiembre


Nacido en Cafarnaún, era de profesión publicano o recaudador de impuestos cuando Jesús lo llamó. Escribió en arameo el primero de los evangelios, que relata así su vocación. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Y a partir de entonces el nombre de Mateo figura entre los Doce elegidos por el Señor. En su evangelio proclama principalmente que Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, llevó a plenitud el Antiguo Testamento. Por lo demás, poco sabemos de su actividad apostólica y de las circunstancias de su martirio. Se dice que predicó en el Oriente.


Oración: Oh Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san Mateo para convertirlo de publicano en apóstol, concédenos que, fortalecidos con su ejemplo y su intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a ti con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


© Directorio Franciscano    

domingo, 20 de septiembre de 2015

LOS SANTOS DE HOY: DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

María Teresa de San José, BeataMaría Teresa de San José, Beata
Fundadora, 20 de septiembre
Agapito I, SantoAgapito I, Santo
LVII Papa, 22 de abril
Francisco de Posadas, BeatoFrancisco de Posadas, Beato
Sacerdote, 20 de septiembre




Eusebia, Beata
Máritr, 20 de septiembre
Paloma, Santa
Mártir, 19 de septiembre

Eustaquio, SantoEustaquio, Santo
Biografía, 20 de septiembre
Andrés Kim, Pablo Chong y compañeros, SantosAndrés Kim, Pablo Chong y compañeros, Santos
Mártires Coreanos, 20 de septiembre

SANTOS MÁRTIRES COREANOS, MÁRTIRES, 20 DE SEPTIEMBRE


Andrés Kim, Pablo Chong y compañeros, Santos
Andrés Kim, Pablo Chong y compañeros, Santos


Mártires Coreanos, 20 de septiembre 


Por: P. Angel Amo | Fuente: Catholic.net 



Santos Martires Coreanos
Andrés Kim Tae-Gon y Pablo Chong Ha-Sang y 101 compañeros

Martirologio Romano: Memoria de los santos Andrés Kim Taegön, presbítero, Pablo Chöng Hasang y compañeros, mártires en Corea. Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo —tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños—, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea (1839-1867).
Fecha de canonización: Los 103 mártires fueron canonizados por S.S. Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984, en Seúl, Corea.
Integran el grupo: santos Simeón Berneux, Antonio Daveluy, Lorenzo Imbert, obispos; Justo Ranfer de Bretenières, Ludovico Beaulieu, Pedro Enrique Dorie, Padro Maubant, Jacobo Chastan, Pedro Aumaître, Martín Lucas Huin, presbíteros; Juan Yi Yunil, Andrés Chong Hwa-gyong, Esteban Min Kuk-ka, Pablo Ho Hyob, Agustín Pak Chong-won, Pedro Hong Pyong-ju, Pablo Hong Yong-ju, José Chang Chu-gi, Tomás Son Cha-son, Lucas Hwang Sok-tu, Damián Nam Myong-hyog, Francisco Ch’oe Kyong-hwan, Carlos Hyon Song-mun, Lorenzo Han I-hyong, Pedro Nam Kyong-mun, Agustín Yu Chin-gil, Pedro Yi Ho-yong, Pedro Son Son-ji, Benedicta Hyon Kyongnyon, Pedro Ch’oe Ch’ang-hub, catequistas; Agueda Yi, María Yi In-dog, Bárbara Yi, María Won Kwi-im, Teresa Kim Im-i, Columba Kim Hyo-im, Magdalena Cho, Isabel Chong Chong-hye, vírgenes; Teresa Kim, Bárbara Kim, Susana U Sur-im, Agueda Yi Kan-nan, Magdalena Pak Pong-son, Perpetua Hong Kum-ju, Catalina Yi, Cecilia Yu Sosa, Bárbara Cho Chung-i, Magdalena Han Yong-i, viudas; Magdalena Son So-byog, Agueda Yi Kyong-i, Agueda Kwon Chin-i, Juan Yi Mun-u, Bárbara Ch’oe Yong-i, Pedro Yu Chong-nyul, Juan Bautista Nam Chong-sam, Juan Bautista Chon Chang-un, Pedro Ch’oe Hyong, Marcos Chong Ui-bae, Alejo U Se-yong, Antonio Kim Song-u, Protasio Chong Kuk-bo, Agustín Yi Kwang-hon, Agueda Kim A-gi, Magdalena Kim O-bi, Bárbara Han Agi, Ana Pak Ag-i, Agueda Yi So-sa, Lucía Pak Hui-sun, Pedro Kwon Tu-gin, José Chang Song-jib, Magdalena Yi Yong-hui, Teresa Yi Mae-im, Marta Kim Song-im, Lucía Kim, Rosa Kim, Ana Kim Chang-gum, Juan Bautista Yi Kwang-nyol, Juan Pak Hu-jae, María Pak Kuna- gi Hui-sun, Bárbara Kwon-hui, Bárbara Yi Chong-hui, María Yi Yon-hui, Inés Kim Hyo-ju, Catalina Chong Ch’or-yom, José Im Ch’i-baeg, Sebastián Nam I-gwan, Ignacio Kim Che-jun, Carlos Cho Shin-ch’ol, Julita Kim, Águeda Chong Kyong-hyob, Magdalena Ho Kye-im, Lucía Kim, Pedro Yu Taech’ol, Pedro Cho Hwa-so, Pedro Yi Myong-so, Bartolomé Chong Mun-ho, José Pedro Han Chae-kwon, Pedro Chong Won-ji, José Cho Yun-ho, Bárbara Ko Sun-i y Magdalena Yi Yong-dog.
Breve Biografía
Andrés Kim Tae-Gon, nació el 21 de agosto de 1821 en Solmoe (Corea). Sus padres eran Ignacio Kim Chejun y Ursula Ko. Era niño cuando la familia se trasladó a Kolbaemasil para huir de las persecuciones. Su padre murió mártir el 26 de septiembre de 1839. También su bisabuelo Pío Kim Chunhu había muerto mártir en el año 1814, después de diez años de prisión. Tenía quince años de edad cuando el padre Maubant lo invitó a ingresar al seminario.
Fue enviado al seminario de Macao. Hacia el año 1843 intentó regresar a Corea con el obispo Ferréol, pero en la frontera fueron rechazados.
Se ordenó diácono en China en el año 1844. Volvió a Corea el 15 de enero de 1845. Por su seguridad sólo saludó unos cuantos catequistas; ni siquiera vio a su madre quien, pobre y sola, tenía que mendigar la comida. En una pequeña embarcación de madera guió, a los misioneros franceses hasta Shangai, a la que arribaron soportanto peligrosas tormentas.
En Shangai recibió la ordenación sacerdotal de manos de monseñor Ferréol el 17 de agosto de 1845, convirtiéndose en el primer sacerdote coreano. Hacia fines del mismo mes emprendió el regreso a Corea con el obispo y el padre Daveluy. Llegaron a la Isla Cheju y, en octubre del mismo año, arribaron a Kanggyong donde pudo ver a su madre.
El 5 de junio de 1846 fue arrestado en la isla Yonpyong mientras trataba con los pescadores la forma de llevar a Corea a los misioneros franceses que estaban en China. Inmediatamente fue enviado a la prisión central de Seúl. El rey y algunos de ministros no lo querían condenar por sus vastos conocimientos y dominar varios idiomas. Otros ministros insistieron en que se le aplicara la pena de muerte. Después de tres meses de cárcel fue decapitado en Saenamt´õ el 16 de septiembre de 1846, a la edad de veintiséis años.
Antes de morir dijo: ¡Ahora comienza la eternidad! y con serenidad y valentía se acercó al martirio.

Pablo Chong Ha-Sang nació en el año 1795 en Mahyon (Corea) siendo miembro de una noble familia tradicional. Después del martirio de su padre, Agustín Chong Yakjong, y de su hermano mayor Carlos, ocurridos en el año 1801, la familia sufrió mucho. Pablo tenía siete años. Su madre, Cecilia Yu So-sa, vio cómo confiscaban sus bienes y les dejaban en extrema pobreza. Se educó bajo los cuidados de su devota madre.
A los veinte años dejó su familia para reorganizar la iglesia católica en Seúl y pensó en traer misioneros. En el año 1816 viajó a Pekín para solicitar al obispo algunos misioneros; se le concedió uno que falleció antes de llegar a Corea. Él y sus compañeros escribieron al papa para que enviara misioneros. Finalmente gracias a los ruegos de los católicos, el 9 de septiembre de 1831 se estableció el vicariato apostólico de Corea y se nombró su primer obispo encargando a la Sociedad de las Misiones Extranjeras de París la evangelización de Corea.
Pablo introdujo al obispo Ímbert en Corea, lo recibió en su casa y lo ayudó durante su ministerio. Monseñor Ímbert pensó que Pablo podía ser sacerdote y comenzó a enseñarle teología... Mientras tanto brotó una nueva persecución. El obispo pudo escapar a Suwon. Pablo, su mamá y su hermana Isabel fueron arrestados en el año 1839.
Aguantó las torturas hasta que fue decapitado a las afueras de Seúl el 22 de septiembre. Poco después también su madre y su hermana sufrieron el martirio.
Los dos forman parte de 103 mártires canonizados por S.S. Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984, en Seúl, Corea.
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