martes, 12 de mayo de 2020

FRENTE A LA ESTÉRIL PAZ DEL MUNDO, EL PAPA FRANCISCO CELEBRA LA PLENITUD DE LA PAZ DEL SEÑOR


Frente a la estéril paz del mundo, el Papa celebra la plenitud de la paz del Señor
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco contrapuso, durante la Misa celebrada en Casa Santa Marta este martes 12 de mayo, la paz del mundo a la paz del Señor. Mientras que la paz del mundo es una paz narcisista, que mira a uno mismo y que es provisional y estéril, la paz del Señor es gratuita que te permite comenzar a vivir el cielo.

En su homilía el Santo Padre explicó que “el Señor, antes de marcharse, saluda a los suyos y les entrega el don de la paz, la paz del Señor. ‘Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo’. No se trata de la paz universal, esa paz sin guerra que todos nosotros gozamos, que siempre hubo, sino la paz del corazón, la paz del alma, la paz que cada uno de nosotros tiene dentro de nosotros”.

En el Evangelio, el Señor subraya que no da la paz como la da el mundo. Entonces, se preguntó el Papa, “¿cómo da el mundo la paz y cómo la da el Señor? ¿Son paces diferentes? Sí. El mundo te da la paz interior, la paz de tu vida, el vivir con el corazón en paz. Te da la paz interior como una posesión tuya. Como una cosa tuya que te aísla de los demás, que te mantiene en ti. Es una adquisición tuya: ‘Tengo la paz’. Y tú, sin darte cuenta, te cierras en esa paz”.

“Es una paz un poco para ti, para cada uno. Es una paz sola. Es una paz que te hace tranquilo, también feliz. Y en esa tranquilidad, en esa felicidad, te adormeces un poco, te anestesia, y te hace quedarte contigo mismo en una cierta tranquilidad. Es un poco egoísta. La paz para mí, cerrada en mí. Así la da el mundo. Es una paz costosa porque tú debes cambiar continuamente los instrumentos de paz. Primero te entusiasma una cosa, te da paz una cosa. Luego se termina y debes encontrar otra… Es costosa, porque es provisional y estéril”.

En cambio, “la paz que da Jesús es otra cosa. Es una paz que te pone en movimiento, no te aísla, te hace ir donde los demás, crea comunidad, crea comunicación. La del mundo es costosa, la de Jesús es gratuita, es gratis, es un don del Señor. La paz del Señor. Es fecunda, te lleva siempre adelante”.

“La paz del Señor es abierta adonde Él ha ido, abierta al cielo, abierta al paraíso. Es una paz fecunda que se abre y que trae a otros contigo al paraíso”, insistió Francisco.

Por ello, el Papa invitó “a pensar un poco en cuál es mi paz: ¿Dónde encuentro yo paz? ¿En las cosas, en el bienestar, en los viajes (aunque hoy no se puede viajar), en las posesiones, en tantas cosas…? ¿O encuentro la paz como don del Señor? ¿Debo pagar por la paz o la recibo gratis del Señor? ¿Cómo es mi paz?”.

“Cuando me falta algo, ¿me enfado? Esa no es la paz del Señor. Esa es una de las pruebas. ¿Estoy tranquilo en mi paz, me adormezco? Esa no es la paz del Señor. ¿Soy feliz y quiero comunicarla a los demás y llevar adelante algo? Esa es la paz del Señor”.

“Incluso en los malos momentos en las dificultades, ¿permanece en mí esa paz? Esa es la paz del Señor. Y la paz del Señor es fecunda también para mí, porque está llena de esperanza, es decir, mira al cielo”.


“La paz que nos da Jesús es una paz para ahora, y para el futuro. Es el comenzar a vivir el cielo, con la fecundidad del cielo. No es anestesia. La otra sí: te anestesias con las cosas del mundo, y cuando la dosis de esta anestesia se termina, tomas otra y otro. Esta es una paz definitiva, fecunda y contagiosa, no es narcisista porque siempre mira al Señor. La otra mira a ti y es un poco narcisista”.

El Papa Francisco finalizó su homilía pidiendo “que el Señor nos de esta paz llena de esperanza, que nos hace fecundos, que nos hace comunicativos con los demás, que crea comunidad y que siempre mira la definitiva paz del paraíso”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 14:27-31
27 Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
28 Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
29 Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
30 Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder;
31 pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí.»

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES12 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Martes de la 5ª semana de Pascua
Hoy, martes, 12 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (14,19-28):

EN aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dejándolo ya por muerto. Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad.
Al día siguiente, salió con Bernabé para Derbe. Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquia, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Y después de predicar la Palabra en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquia, de donde los habían encomendado a la gracia de Dios para la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 144,10-11.12-13ab.21

R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,27-31a):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mi, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo yo».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy martes, 12 de mayo de 2020
Juan Carlos Martos, cmf

En el clima de despedida de Jesús, los discípulos muestran su preocupación lógica por el futuro, cuando les falte el Maestro. Y Jesús les tranquiliza con un doble mensaje:

En primer lugar, les comunica su paz: «La paz os dejo, mi paz os doy». No les llama a luchar por la paz, sino a recibir su paz. La suya no es una paz barata, sino una paz que viene de lo alto: «no os la doy yo como la da el mundo». Recordamos estas palabras cada día en la misa, antes de comulgar: «Señor Jesucristo, que dijiste a los apóstoles: la paz os dejo, mi paz os doy...». El mito de Caín y Abel, situado en los orígenes, presenta la historia humana como un relato de permanente agresión y conflicto entre hermanos. Por eso, necesitamos una paz especial y urgente. No es la de los estoicos -que promueven apatía e insensibilidad-; ni la de los maestros de yoga, que pueden reducirla a imperturbabilidad y tranquilidad; ni la de este mundo que es mera ausencia de conflictos. La paz que enseña Jesús nace de la cruz. Su cruz es el signo del amor que vence al odio. Porque al odio sólo puede vencerle el amor. Y el amor vence al odio soportándolo, siendo quizás destrozado y aparentemente vencido por él. Este es el camino de Jesús "pobre y humilde", rechazado y crucificado, pero al final triunfante y resucitado.

En segundo lugar, les exhorta a que no se angustien ni tengan miedo ante el anuncio de su ausencia. Les aterra perder a Jesús. Su miedo remite a esa angustiosa impotencia que experimentamos los humanos ante la amenaza real o inventada de una pérdida importante. El miedo básico es el miedo a la muerte, eco de los demás miedos. El miedo a la enfermedad es miedo a la muerte; el miedo a una tormenta es miedo a la muerte; el miedo a la soledad es miedo a la muerte... Tememos todo cuanto pone en riesgo la vida y anuncia la muerte. El miedo paraliza, bloquea, angustia, desespera … Perder a Jesús es, también, un pavoroso infierno. ¿Cómo quitarse de encima el yugo del miedo? Debemos hacernos esta pregunta. ¿Bastaría con pensamientos positivos? Parece que no. ¿Y con ejercicios de voluntad? Con apretar los puños y dientes tampoco se evapora el miedo. Perdemos nuestro miedo en el momento en que haya una mano -amiga y poderosa-que nos tome y nos conduzca. Cuando Jesús nos pide superar el miedo, nos está diciendo también: “No temáis. Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

SANTORAL DE HOYMARTES 12 DE MAYO DE 2020

Álvaro del Portillo, BeatoÁlvaro del Portillo, Beato
Prelado del Opus Dei, 12 de mayo
Imelda Lambertini, BeataImelda Lambertini, Beata
Virgen, 12 de mayo
Juana de Portugal, BeataJuana de Portugal, Beata
Monja, Mayo 12
Otros Santos y Betos del 12 de mayoOtros Santos y Betos del 12 de mayo
Completando el santoral de este día, 12 de mayo
Felipe de Agira, SantoFelipe de Agira, Santo
Presbítero, Mayo 12
Domingo de la Calzada, SantoDomingo de la Calzada, Santo
Presbítero, Mayo 12
Epifanio de Salamina, SantoEpifanio de Salamina, Santo
Obispo, Mayo 12
Pancracio, SantoPancracio, Santo
Mártir, 12 de Mayo
Nereo y Aquileo, SantosNereo y Aquileo, Santos
Mártires, 12 de mayo

SANTA MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS!!!





lunes, 11 de mayo de 2020

CONOCE 8 MAMÁS SANTAS QUE CRIARON A HIJOS SANTOS


Conoce 8 mamás santas que criaron a hijos santos
Redacción ACI Prensa




La Iglesia católica cuenta con muchas madres santas cuyos hijos también fueron santos. Aquí les presentamos algunas de estas madres ejemplares. 

1. Santa Mónica y San Agustín de Hipona
Mucha gente sabe que fue a través de las fervorosas oraciones de Santa Mónica que su rebelde hijo convertido en Doctor de la Iglesia llegó a ser el santo que conocemos hoy.

Santa Mónica oró por él sin parar, y poco a poco, Cristo respondió a sus plegarias. San Agustín tuvo una conversión del corazón y a partir de ese momento dedicó su vida a Dios. Esta es una prueba de lo que es una buena madre y lo que una gran cantidad de oraciones pueden hacer por un hijo rebelde.

Más información sobre Santa Mónica en el  siguiente enlace

2. Santa María Celia Guérin y Santa Teresa de Lisieux
San María Celia y su esposo San Louis tuvieron una fe profunda que inspiró a sus 5 hijas a entrar en la vida religiosas. Sin duda el amor que existía en su familia hacia Dios generó una gran devoción y allanó el terreno para la vida virtuosa de Santa Teresita, que fue nombrada Doctora de la Iglesia.

Más información sobre Santa María Celia Guérin en el siguiente enlace

3. Santa Silvia de Roma y San Gregorio Magno
Santa Silvia y su esposo, que más tarde entró en la vida monástica, construyeron en su casa una capilla dedicada a San Sabas, que más tarde fue ampliada para convertirse en un monasterio. El hijo de Santa Silvia de Roma, fue San Gregorio que llegó a ser Papa y uno de los más grandes líderes de la Iglesia.

Más información sobre Santa Silvia en el siguiente enlace

4. Santa Felicidad y sus 7 hijos mártires
Santa Felicidad tuvo 7 hijos, todos ellos mártires. Ver a todos sus hijos torturados y martirizados por seguir a Cristo debió haber sido agridulce para ella. Al poco tiempo ella los acompañó en la muerte y en la vida eterna.

Más información sobre Santa Felicidad en el siguiente enlace

5. Beata Juana de Aza y Santo Domingo de Guzmán
Santa Juana de Aza tenía dificultades para concebir un hijo. Por eso oró a Dios y pidió la intercesión de Santo Domingo de Silos. Sus oraciones fueron escuchadas y en agradecimiento puso a su hijo por nombre Domingo.

Una noche, Juana soñó que daba a luz a un perro con una antorcha en la boca que corría por todo el mundo. El sueño le asustó y se dirigió a un monasterio para consultar con un monje que le dijo: “no te preocupes, Señora. La antorcha encendida representa la palabra de Dios. Como el perro, tu hijo va a ir por todo el mundo anunciándola”.


Esa historia, junto con la piedad de Juana, debió haber inspirado a su hijo Domingo para dedicarse al Señor. Él fundó la Orden de Predicadores y ayudó a detener la propagación de la herejía albigense, la cual había incursionado peligrosamente en el cristianismo de su época.

7. Margarita Occhiena (venerable) y San Juan Bosco
Margarita fue la madre de un santo amado por millones de personas. Trabajando junto a su hijo, Santa Margarita procuraba que los niños de la calle recibidos por Don Bosco fueran bien atendidos y cuidados.

Más información sobre Margarita Occhiena en elsiguiente enlace

8. Beata Ortolana de Asís y sus hijas Santa Inés y Santa Clara de Asís
Ortolana era una mujer de mucha virtud y piedad cristiana, solía hacer largas peregrinaciones a Bari, Santiago de Compostela y Tierra Santa. A pesar de su gran piedad, desprenderse de sus dos hijas para que siguieran a San Francisco de Asís no debió ser fácil. Sus hijas Clara e Inés fundaron la orden de las Damas Pobres de San Damián, conocidas como las clarisas. 

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.

PAPA FRANCISCO: EL ESPÍRITU SANTO EVITA QUE LA DOCTRINA SE EQUIVOQUE


Papa Francisco: “El Espíritu Santo evita que la doctrina se equivoque”
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media



El Papa Francisco explicó, durante la Misa celebrada este lunes 11 de mayo en Casa Santa Marta, que “el Espíritu Santo evita que la doctrina se equivoque, y evita que permanezca parada allí sin crecer en nosotros”.

En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre la promesa de Jesús, realizada en la Última Cena, de mandar a los apóstoles el Espíritu Santo: “Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

“Es la promesa del Espíritu Santo”, subrayó Francisco. “El Espíritu Santo que habita con nosotros y que el Padre y el Hijo envían. ‘El Pare lo enviará en mi nombre’, dice Jesús, para acompañarnos en la vida. Y lo llaman ‘Paráclito’, ese es el oficio del Espíritu Santo”.

El Papa recordó que “en griego, el ‘Paráclito’ es el que sostiene, el que te acompaña para no caer, el que te mantiene firme, el que es cercano a ti para sostenerte, y el Señor nos ha prometido este apoyo”.

Por lo tanto, “el oficio del Espíritu Santo es enseñar y recordar. Nos enseña el misterio de la fe. Nos enseña a entrar en el misterio, a comprender un poco mejor el misterio. Nos enseña la doctrina de Jesús, y nos enseña cómo desarrollar nuestra fe sin equivocarnos. Porque la doctrina crece, pero siempre en la misma dirección. Crece en la comprensión, y el Espíritu nos ayuda a crecer en la comprensión de la fe, a comprenderla más”.

“La fe no es una cosa estática. La doctrina no es una cosa estática. Crece. Crece como crecen los árboles. Siempre es el mismo, pero cada vez más grande, con más fruto. Pero siempre es el mismo y crece en la misma dirección”.

El Espíritu Santo “nos enseñará las cosas que Jesús nos ha enseñado. Desarrollará en nosotros la comprensión de aquello que Jesús nos ha enseñado. Hará crecer en nosotros, hasta la madurez, la doctrina del Señor”.

“Y otra cosa que dice Jesús que hace el Espíritu Santo es recordar: ‘Os recordará todo lo que yo os he dicho’. El Espíritu Santo es como la memoria. Nos despierta: ‘Acuérdate de aquello, acuérdate de lo otro’. Nos mantiene despiertos, siempre despiertos en las cosas del Señor, y también nos hace recordar la propia vida: ‘Piensa en aquel momento, piensa cuando has encontrado al Señor, piensa cuando dejaste al Señor’”.

El Pontífice señaló que un buen modo de rezar al Espíritu Santo es mirar al Señor y decir: “Soy el mismo. He caminado mucho, me he equivocado mucho, pero soy el mismo. Y tú me amas”. “La memoria del camino de la vida”.

“En esta memoria, el Espíritu Santo te guía. Te guía para discernir qué debo hacer ahora. Cuál es el camino bueno y cuál el equivocado. También en las pequeñas decisiones. Si nosotros pedimos la luz al Espíritu Santo, Él nos ayudará a discernir para tomar las buenas decisiones. Las pequeñas de cada día y las más grandes. Es quien nos acompaña, nos sostiene en el discernimiento”.


“Los Evangelios le dan otro nombre al Espíritu Santo. Sí, ‘Paráclito’ porque nos sostiene, pero les da otro nombre más bello: El don de Dios. El Espíritu es el don: ‘No os dejaré solos. Os enviaré un Paráclito que os sostendrá, y os ayudará a ir adelante, a recordar, a discernir y a crecer”.

El Papa finalizó la homilía invitando a “que el Señor nos ayude a custodiar este don que Él nos dio en el bautismo y que todos tenemos dentro”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 14:21-26
21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.»
22 Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?»
23 Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
25 Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA,11 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 11



Todos los actos de la vida de la Virgen estuvieron orientados hacia Dios. Todo lo hacía por su Hijo y para su Hijo; pero como su Hijo era Dios, todo en su vida empezaba y terminaba en Dios.

¿Podemos decir nosotros que Dios es el móvil de nuestros actos? ¿Nuestros actos se dirigen a Dios?

Cuanto hagamos en esta vida debe tener su proyección en la vida eterna, ya que esta vida terrena no tiene sentido en sí misma sino en cuanto es preparación para la vida definitiva. Por tanto, sepamos que todo cuanto no hagamos por Dios, se pierde y no tiene mérito para la vida eterna.

Madre, cuyo ruego poderoso es gracia y bendición, ruega por nosotros.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS,11 DE MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
11 mayo



Cuando Jesús se pone en oración, se dirige al Padre y dice: No se haga mi voluntad, sino la tuya (Mt 26,42). Cuando nos enseña a orar, nos dice que le pidamos al Padre que se haga su voluntad  
(Mt 6,10).

Cuando María Santísima ora al Señor, no tiene otra expresión: Se cumpla en mí tu voluntad (Lc 1,38).

Son los modelos perfectos de oración, que se te presentan para que los imites; aspira por lo tanto a esta oración más perfecta.


P. Alfonso Milagro

SANTORAL DE HOY LUNES 11 DE MAYO DE 2020

Estela o Estrella, SantaEstela o Estrella, Santa
Virgen y Mártir, 11 de mayo
Antimo de Roma, SantoAntimo de Roma, Santo
Presbítero y Mártir, 11 de mayo
Mateo Le Van Gam, SantoMateo Le Van Gam, Santo
Mártir Laico, 11 de mayo
Mamerto de Vienne, SantoMamerto de Vienne, Santo
Obispo, 11 de mayo
Juan Rochester, BeatoJuan Rochester, Beato
Presbítero y Mártir, 11 de mayo
Francisco de Jerónimo, SantoFrancisco de Jerónimo, Santo
Presbítero Jesuita, Mayo 11
Alberto de Bérgamo, BeatoAlberto de Bérgamo, Beato
Terciario Dominico, 7 de mayo
Gregorio Celli, BeatoGregorio Celli, Beato
Presbítero Agustino, Mayo 11
Gualterio, SantoGualterio, Santo
Presbítero, 11 de mayo
Mocio, SantoMocio, Santo
Presbítero y Mártir, 11 de mayo
Gangulfo, SantoGangulfo, Santo
Laico, 11 de mayo
Ceferino Namuncurá, BeatoCeferino Namuncurá, Beato
Laico Saleciano, 11 de mayo
Ignacio de Laconi, SantoIgnacio de Laconi, Santo
Capuchino, Mayo 11
Mayolo, SantoMayolo, Santo
Abad, 11 de mayo

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 11 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 5ª semana de Pascua
Hoy, lunes, 11 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (14,5-18):

EN aquellos días, cuando en Iconio se produjeron conatos de violencia de parte de los gentiles y de los judíos, con sus autoridades, para maltratar a Pablo y a Bernabé y apedrearlos; al darse cuenta de la situación, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y Derbe y alrededores, donde se pusieron a predicar el Evangelio.
Había en Listra, sentado, un hombre impedido de pies; cojo desde el seno de su madre, nunca había podido andar. Estaba escuchando las palabras de Pablo, y este, fijando en él la vista y viendo que tenía una fe capaz de obtener la salud, le dijo en voz alta:
«Levántate, ponte derecho sobre tus pies».
El hombre dio un salto y echó a andar. Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la lengua de Licaonia:
«Los dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos».
A Bernabé lo llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de hablar. El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad trajo a las puertas toros y guirnaldas y, con la gente, quería ofrecerles un sacrificio.
Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron el manto e irrumpieron por medio del gentío, gritando y diciendo:
«Hombres, ¿qué hacéis? También nosotros somos humanos de vuestra misma condición; os anunciamos esta Buena Noticia: que dejéis los ídolos vanos y os convirtáis al Dios vivo “que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen”. En las generaciones pasadas, permitió que cada pueblo anduviera su camino; aunque no ha dejado de dar testimonio de sí mismo con sus beneficios, mandándoos desde el cielo la lluvia y las cosechas a sus tiempos, dándoos comida y alegría en abundancia».
Con estas palabras, a dura penas disuadieron al gentío de que les ofrecieran un sacrificio.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 113B,1-2.3-4.15-16

R/. No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria

No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria,
por tu bondad, por tu lealtad.
¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»? R/.

Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,
hechura de manos humanas. R/.

Benditos seáis del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El cielo pertenece al Señor,
la tierra se la ha dado a los hombres. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,21-26):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama será amado mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Le dijo Judas, no el Iscariote:
«Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»
Respondió Jesús y le dijo:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 11 de mayo de 2020
Juan Carlos Martos, cmf



En el evangelio de hoy, Jesús nos ofrece dos enseñanzas provechosas y prácticas para nuestra vida cristiana: Unas precisiones sobre el amor y una promesa.

Precisiones sobre el amor: Jesús declara que le ama verdaderamente solo quien conoce sus mandamientos y los cumple. El tipo de amor que promueve Jesús no se confunde con otros tipos de amores. Se centra en conocer y cumplir. Él no era pelagiano. Por eso, el amor no es mero activismo. No hay amor sin empatizar con Jesús y comprenderle, hasta descubrir que Él es la Verdad. Aunque a veces parezca misterioso, nunca es absurdo. Sin experiencia de encuentro, sin trato y contacto, sin escucha y acogida de su palabra… no hay amor. Pero Jesús no era tampoco gnóstico. No se rodeó de amigos movidos por mera admiración o por curiosidad; les exigió también el “hacer”. No basta estar informados. Hay que poner en práctica sus palabras y realizar lo que Él propone. A quien le conoce y le obedece, queda unido a él, en comunión, como el sarmiento “injertado” en la vid, pero no como el sarmiento simplemente “atado” a ella, yuxtapuesto.
Una promesa: Enviará al Espíritu Santo que “enseñará” y “recordará” todo lo que Él había dicho. Quien abre su corazón al Espíritu Santo no se convierte en Dios, sino en “templo de Dios”. Pero, atención, ser “templos” no es lo mismo que ser “sacristías” que no contienen la presencia viva del Señor, sino que solo almacenan objetos sacros. El Espíritu Santo mora en nuestro corazón en la medida en que su acción es visible en la vida. Su actividad es muy rica. Aparece descrita por los títulos que le dan las Escrituras. Hoy Jesús le llama “Defensor” porque nos defiende del mal -que además de mentiroso y dañino, siempre es más fuerte que nosotros- y también “Maestro interior” que nos hace inteligible lo que no podemos comprender y nos recuerda las palabras de Jesús que olvidamos tan frecuentemente o las cambiamos por otras.

FELIZ SEMANA!!!





domingo, 10 de mayo de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 5° DE PASCUA, 10 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 5º de Pascua - Ciclo A
Hoy, domingo, 10 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,1-7):

EN aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario no se atendía a sus viudas. Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron:
«No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra».
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 32,1-2.4-5.18-19

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,4-9):

QUERIDOS hermanos:
Acercándoos al Señor, piedra viva rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo.
Por eso se dice en la Escritura:
«Mira, pongo en Sion una piedra angular, elegida y preciosa;
quien cree en ella no queda defraudado».
Para vosotros, pues, los creyentes, ella es el honor, pero para los incrédulos «la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular», y también «piedra de choque y roca de estrellarse»; y ellos chocan al despreciar la palabra. A eso precisamente estaban expuestos.
Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-12):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 10 de mayo de 2020
Fernando Torres cmf


Somos linaje elegido, nación consagrada, pueblo de Dios

      Está avanzado ya el tiempo de Pascua y conviene que los cristianos tengamos una idea clara de nuestra identidad más profunda. A veces, de tanto caminar por los días de diario y los trabajos de cada cual, se nos olvida que hemos sido elegidos como portaestandartes de una bandera que no es sólo para nosotros sino para toda la humanidad. En Cristo Jesús resucitado somos todos sacerdotes que celebramos la acción de gracias por la salvación que Dios ha regalado al mundo. Así es como construimos el reino de Dios. Porque los sacrificios que ofrecemos no son como los de la Antigua Alianza –holocaustos de carneros y toros– sino la entrega de nuestras vidas al servicio del Reino de Dios, comprometidos en formar ya aquí la familia de Dios, donde reina la verdad, el amor y la justicia. 

      Eso es lo que los cristianos somos por nuestro Bautismo. El desafío está en llegar a ser en la vida real lo que ya somos en la presencia de Dios. Nuestra llamada consiste en llevar a la práctica de cada día ese amor con el que Dios nos amó en Jesús y que nos transformó en “pueblo elegido y nación consagrada”. Para llegar a nuestra meta, el evangelio de hoy nos muestra el camino: el mismo Jesús que dice de sí mismo que es “el Camino, la Verdad y la Vida”. A los apóstoles les costó comprender que mucho más importante que aprender unas verdades era seguir a Jesús. Les costó comprender que no se trataba de aprender teología sino de encontrarse con Jesús y dejarle que fuese el guía que les llevase hasta el Reino del Padre. No había más camino que seguir sus huellas. Hoy nos tenemos que decir lo mismo: ser cristiano es seguir las huellas de Jesús, comportarnos como él lo haría, amar a nuestros hermanos y hermanas hasta darlo todo, como él hizo. 

      Hacer eso en la vida cotidiana no siempre es fácil. Hoy enfrentamos problemas y situaciones que no tienen nada que ver con las que enfrentaron Jesús o los apóstoles. Pero ése es precisamente nuestro desafío: encontrar soluciones creativas, en línea con el Reino, a los problemas que nos encontremos. Como hicieron los apóstoles en la primitiva iglesia, al ver que un grupo de la comunidad, las viudas de los “griegos”, no recibían la atención que debían. Inmediatamente solucionaron el problema creando un grupo que las atendiese: los diáconos. Así tenemos que ejercer nuestro seguimiento de Jesús: tratando de ofrecer soluciones a los problemas que nos encontramos, preguntándonos siempre: ¿qué haría Jesús en una situación como ésta? Y dejándonos llevar por el Espíritu. Hasta encontrar las formas y los modos concretos que nos lleven a expresar de la forma más eficaz posible el amor por los hermanos y hermanas, especialmente por los más necesitados. 



Para la reflexión

      ¿Hay personas en nuestra parroquia, comunidad o familia que se quedan sin atender, que sufren sin que nadie les haga caso ni ayude? ¿Qué podemos hacer para estar cerca de ellos y aliviar sus sufrimientos? ¿No es ésa la mejor forma de seguir a Jesús, camino, verdad y vida?
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