lunes, 19 de noviembre de 2018

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 19 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 19 de noviembre de 2018


Primera lectura
Comienzo del libro del Apocalipsis (1,1-4;2,1-5a):

Revelación de Jesucristo, que Dios le encargó mostrar a sus siervos acerca de lo que tiene que suceder pronto. La dio a conocer enviando su ángel a su siervo Juan, el cual fue testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo de todo cuanto vio. Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
Juan a las siete iglesias de Asia:
«Gracia y paz a vosotros
de parte del que es, el que era y ha de venir;
de parte de los siete Espíritus que están ante su Trono».
Escuché al Señor que me decía:
Escribe al ángel de la Iglesia en Éfeso:
«Esto dice el que tiene las siete estrellas en su derecha, el que camina en medio de los siete candelabros de oro. Conozco tus obras, tu fatiga, tu perseverancia, que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles, pero no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Tienes perseverancia y has sufrido por mi nombre y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has abandonado tu amor primero. Acuérdate, pues, de dónde has caído, conviértete y haz las obras primeras».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 1,1-2.3.4.6

R/. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida.

V/. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.

V/. Será como un árbol,
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

V/. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,35-43):

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron:
«Pasa Jesús el Nazareno».
Entonces empezó a gritar:
«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».
Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
«Hijo de David, ten compasión de mí!».
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó:
«¿Qué quieres que haga por ti?».
Él dijo:
«Señor, que recobre la vista».
Jesús le dijo:
«Recobra la vista, tu fe te ha salvado».
Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 19 de noviembre de 2018
 CR


Dame, Señor, tu mirada

Qué molestos nos resultan los mendigos. Les solemos negar la mirada y en muchas ocasiones hasta cambiamos de cera, si nos es posible. Suscitan en nosotros desconfianza y cierto rechazo.

Nuestra mirada se ha especializado en detenerse en determinadas cosas y desechar otras. Hemos domesticado hasta nuestra forma de percibir. Hemos rutinizado nuestra forma de ver las personas y el mundo que nos rodea.

Cuando algo rompe el cliché que nos hemos fabricado, nos desorienta y tendemos a negarle nuestra atención.

Se necesita cierta dosis de osadía e ingenuidad, de búsqueda de lo nuevo para tener una actitud de permanente apertura a lo que la vida y las personas nos ofrecen diariamente.

Pareciera que hemos puesto a nuestro corazón anestesia, no sea que nos duela o inquiete la realidad o las personas que hemos situado al margen de nuestra vida.

Creo que Jesús y su Evangelio quieren, entre otras cosas, provocar esta actitud de estar atentos a los pequeños signos, huellas, mensajes que la realidad y las personas nos transmiten diariamente.

Sin embargo, ¿no es cierto que hasta la lectura del Evangelio, en ocasiones adquiere tonos de algo sabido, acostumbrado?

Leer el Evangelio desde una perspectiva abierta a la realidad, dejando que se cuele en los entresijos de nuestra vida nos cuesta.

A Jesús sin embargo, lo solemos ver constantemente dejándose interpelar por las personas y los acontecimientos de cada día. Acogiendo con los cinco sentidos cuánto se cruza en su vida y releyéndolo desde su experiencia de Dios.

Se interesa por las historias, los nombres, las vidas de la gente, aunque como en este caso sea un mendigo. Rompe los clichés de su época y se acerca sin ningún rubor a los demás para hacerse su prójimo. Para tratarlo como sabe que a Dios le gustaría que lo tratara: como un ser humano, ni más ni menos. Una persona débil y necesitada pero un hijo de Dios al fin y al cabo.

Jesús, en verdad era un hombre-Dios apasionado por la vida, nadie le era indiferente, nada humano le era indiferente.

Es posible que en nuestro corazón alguna vez también brilló esa pasión honda por Jesús, por el Evangelio, por los demás y tal vez aún ahora siga existiendo ¿o no?

.Dejemos que Jesús se interese por nuestras necesidades y pidámosle que siga vivificando nuestro amor primero. Que transforme nuestra forma de mirar. Que hoy nuestro corazón rece como un susurro: “Dame, Señor; tu mirada”.

BUENOS DÍAS




domingo, 18 de noviembre de 2018

PAPA FRANCISCO: ESTEMOS VIGILANTE Y LISTOS PARA DAR CUENTA DE NUESTRA VIDA


Papa Francisco: Estemos vigilantes y listos para dar cuenta de nuestra vida
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa





Antes del rezo del Ángelus de este domingo, después de haber celebrado la Misa por la Jornada Mundial de los Pobres, el Papa Francisco alentó a estar siempre vigilantes y listos para cuando el Señor nos llame a dar cuenta de nuestra vida.

En su reflexión sobre el Evangelio de Marcos de este domingo, el Santo Padre dijo que las palabras de Jesús no son un discurso “sobre el fin del mundo, sino una invitación a vivir bien el presente, a estar vigilantes y siempre listos para cuando seamos llamados a dar cuenta de nuestra vida”.

“La luz que resplandecerá ese último día será única y nueva: será la del Señor Jesús que se verá en la gloria con todos los santos. En ese encuentro veremos finalmente su Rostro en la plena luz de la Trinidad: un Rostro radiante de amor, ante el cual aparecerá la total verdad de todo ser humano”, explicó el Santo Padre.

Francisco destacó también que la historia de la humanidad “no puede ser interpretada a la luz de una visión fatalista, como si todo estuviese ya preestablecido según un destino que sustrae todo espacio de libertad, impidiendo que se cumplan las opciones que son fruto de una verdadera decisión”.

Si bien no se sabe cuándo sucederá eso, dijo el Papa, “si conocemos un principio fundamental con el que debemos confrontarnos. ‘El cielo y la tierra pasarán –dice Jesús– pero su palabra no pasará’. El verdadero punto crucial es este. Ese día cada uno de nosotros deberá ver si la Palabra del Hijo de Dios ha iluminado la propia existencia personal o si ha dado la espalda prefiriendo confiar en las propias palabras”.

“Será el momento en el que nos toque abandonarnos definitivamente al amor del Padre y confiarnos a su misericordia. ¡Ninguno puede huir de este momento, ninguno de nosotros! La astucia que con frecuencia ponemos en nuestros comportamientos para acreditar la imagen que queremos ofrecer, ya no servirá. Al mismo tiempo, el poder del dinero y de los medios económicos con los cuales pretendemos con presunción comprar todo y a todos, ya no podrá ser usado”.

El Papa recordó que “solo tendremos con nosotros lo que hayamos realizado en esta vida creyendo en Su Palabra: el todo o la nada de cuanto hayamos vivido o dejado de cumplir. Con nosotros solo llevaremos lo que hayamos dado”.

“Invoquemos la intercesión de la Virgen María para que la constatación de nuestro ser provisionales en la tierra y de nuestro límite, no nos haga colapsar en la angustia sino que nos llame a la responsabilidad hacia nosotros mismos, hacia el prójimo y el mundo entero”, concluyó.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Domingo 33º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
 Hoy, domingo, 18 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (12,1-3):

Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 15,5.8.9-10.11

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-14.18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a lo que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (13,24-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy domingo, 
18 de noviembre de 2018
 Fernando Torres cmf


Entre el temor y la esperanza

      Estamos casi al final del año litúrgico y el Evangelio de hoy nos trae unas palabras un tanto extrañas de Jesús a sus discípulos. Jesús anuncia, parece ser, unos acontecimientos terribles. Si lo que dice Jesús se cumpliera, tendríamos que decir que es el fin de este mundo que conocemos y en el que vivimos. Y con el fin del mundo vendría el final también de esta vida nuestra. No se puede interpretar de otra forma la afirmación de que el sol no dará más luz y de que las estrellas caerán del cielo sobre la tierra. Es el anuncio del desastre final. Más de una película se ha hecho en los últimos años describiendo ese final horrible del mundo y de la vida que contiene. 

      Pero no conviene leer sólo el Evangelio. El Evangelio hay que leerlo siempre en conexión con las otras lecturas que la Iglesia ofrece a nuestra reflexión cada domingo. Así en la primera lectura, tomada del libro del profeta Daniel, se anuncian también “tiempos difíciles”. Pero a renglón seguido se dice que van a ser tiempos de salvación para el pueblo. Ese desastre final no va a ser desastre para todos. Unos, los inscritos en el libro, se salvarán para la vida eterna. Otros para el castigo eterno. Aquí ya parece que ese final terrible no es igual de terrible para todos. Es más, para el pueblo en cuanto tal va a suponer la salvación definitiva.

      La segunda lectura ofrece la clave para interpretar lo leído. La carta a los hebreos hace una comparación entre los sacrificios de los sacerdotes de otras religiones y el ofrecido por Cristo, es decir, su propia vida. Dice que los sacerdotes de esas religiones tienen que ofrecer muchos sacrificios porque, como no pueden alcanzar el perdón de los pecados, continuamente se ven obligados a tratar de aplacar a Dios por las ofensas causadas por los pecados de los hombres. Pero Cristo, el sumo sacerdote de la nueva alianza, ofreció un único sacrificio, su vida, por nuestra salvación. Con él nos consiguió el perdón de los pecados. Termina la lectura afirmando que “donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados”. Atención a esa frase. Deja claro que en la nueva alianza que Jesús ha sellado con su sangre, se nos ha otorgado el perdón. Hemos vuelto a ser acogidos como hijos por Dios Padre. Lo que nunca habíamos dejado de ser. Aquel Dios vengador y justiciero de que hablaba el Antiguo Testamento no es real. Cuando nos ha mostrado su rostro en Jesús, hemos visto que es el de un padre que perdona y acoge. 

      Este mundo pasa. Nuestra vida tiene un final. Eso es así y no lo vamos a cambiar. El fin del mundo y el fin de mi vida llegarán algún día. Probablemente antes lo segundo que lo primero. Lo importante es saber que acogidos al perdón de Dios que se nos ofrece en Cristo, podemos acceder a la nueva vida, estamos salvados. Esa es nuestra fe. No hay, pues razón para temer. 



Para la reflexión

      ¿Me atemoriza pensar en mi propia muerte? ¿Estoy comportándome de una manera digna de quien ha sido perdonado, salvado y acogido por Dios como hijo suyo? ¿Qué tendría que cambiar en mi vida diaria para vivir como hijo de Dios? ¿Comunico a los demás esperanza con mi vida? 

SANTORAL DE HOY DOMINGO 18 NOVIEMBRE 2018

Carolina Kózka, BeataCarolina Kózka, Beata
Virgen y Mártir, Noviembre 18
Grimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), BeatoGrimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), Beato
Religioso Pasionista, 18 de noviembre
María Gabriela Hinojosa y 5 compañeras, BeatasMaría Gabriela Hinojosa y 5 compañeras, Beatas
Religiosas Mártires, Noviembre 18
Barulas, SantoBarulas, Santo
Niño mártir, Noviembre 18
Rosa Filipina Duchesne, SantaRosa Filipina Duchesne, Santa
Monja, Noviembre 18
Odón, SantoOdón, Santo
Abad, Noviembre 18

FELIZ DOMINGO





viernes, 16 de noviembre de 2018

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 16 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Viernes de la 32ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, viernes, 16 de noviembre de 2018


Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Juan (4-9):

Señora elegida: Me alegré mucho al enterarme de que tus hijos caminan en la verdad, según el mandamiento que el Padre nos dio. Ahora tengo algo que pedirte, señora. No pienses que escribo para mandar algo nuevo, sino sólo para recordaros el mandamiento que tenemos desde el principio, amarnos unos a otros. Y amar significa seguir los mandamientos de Dios. Como oísteis desde el principio, éste es el mandamiento que debe regir vuestra conducta. Es que han salido en el mundo muchos embusteros, que no reconocen que Jesucristo vino en la carne. El que diga eso es el embustero y el anticristo. Estad en guardia, para que recibáis el pleno salario y no perdáis vuestro trabajo. Todo el que se propasa y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; quien permanece en la doctrina posee al Padre y al Hijo.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 118,1.2.10.11.17.18

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor. R/.

Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.

Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R/.

En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R/.

Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras. R/.

Ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,26-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy viernes, 16 de noviembre de 2018
Imprimir Severiano Blanco, cmf
Queridos hermanos:

Hoy vamos a dirigir nuestra atención a las dos lecturas, ambas bastante extrañas a nuestro lenguaje y al medio cultural en que nos movemos. Pero no por ello carecen de un útil mensaje para nosotros si sabemos darles la traducción adecuada.

Jesús estuvo realmente encarnado. Y esto no significa simplemente que tenía carne humana, sino que adoptó el lenguaje y la cosmovisión de aquella época. Es el lenguaje y mentalidad de la apocalíptica, la convicción de una inminente intervención de Dios en la historia, con una serie de cataclismos cósmicos y un severo juicio sobre la humanidad. Los cristianos de primera hora identificaban tales acontecimientos con una pronta vuelta de Cristo glorioso; pero el tiempo fue pasando sin que esto sucediese y se hizo necesario repensar y reinterpretar el mensaje. Así lo percibimos por ejemplo en el cuarto evangelio, donde la predicación de Jesús recibe formas como esta: “el que cree no es juzgado, pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el nombre del Unigénito de Dios” (Jn 3,18); no se espera al fin del mundo; el juicio está presente.

Hace un par de días hablábamos de la comunidad lucana como ya madura en el tiempo, quizá con peligro de “envejecimiento”, de pérdida de tensión e inquietud. Él evangelista no la deja que se adormezca con el pretexto de haberse diferido la vuelta de le Señor. Lucas enseña que esa venida se da de muchas formas, y constantemente; que Él pasa a nuestro lado y llama, que a veces quisiera producir en nosotros una conmoción, un cataclismo interior, un cierto “fin del mundo”…; quiere hacer surgir algo nuevo. Y tenemos el peligro de vivir despistados, o muy apegados a lo que ha sido nuestra vida hasta el presente; es el significado de “recoger las pertenencias”, “salvar la vida”, es decir, aferrarnos a lo que siempre hemos dicho y hecho, resistiéndonos a la novedad y lo sorprendente que Dios quiere que surja en nosotros.

El escrito anónimo que llamamos segunda carta de Juan es también tardío, y pretende igualmente salir al paso de deformaciones de lo cristiano. La comunidad destinataria han hecho un loable esfuerzo de lo que hoy se llama “inculturación”, pero no debiera llegar demasiado lejos. Influenciada por el ambiente neoplatónico, y su derivado gnosticismo, pudiera adoptado el mismo menosprecio por lo material, eso que la sana fe considera creación de Dios; y ese menosprecio la llevaría a negar la encarnación del Hijo (a “no confesar a Cristo venido en carne”). La humanidad de Jesús sería mera apariencia y engaño. Y cuando se olvida la encarnación, se menosprecia también la historia y desaparece el compromiso concreto con los hermanos, la caridad, “el mandamiento que tenemos desde el principio”; surge un espiritualismo ilusorio.

Nosotros, como los destinatarios de estos escritos, nos encontramos ya muy lejos de los orígenes, y expuestos a deformaciones en la fe. También en nuestro mundo hay “muchos embusteros”, que a veces pretenden ocupar el lugar de nuestro Único Maestro. Estamos obligados a cultivar la fe en su primer frescor, sin adormecimientos ni rutinas (“mi amo tarda en llegar” decía aquel siervo que Jesús condena); necesitamos repensar esa misma fe, molestarnos en buscar su justa traducción a nuestro tiempo, y tener el necesario sentido crítico para no aceptar como camino de salvación lo que no lo es ni conformarnos con una religión que se difumina en el escapismo o en el sentimentalismo estéril.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

SANTORAL DE HOY VIERNES 16 NOVIEMBRE 2018

Alfonso Rodriguez Obnel, SantoAlfonso Rodriguez Obnel, Santo
Sacerdote y Mártir, 16 de noviembre
Inés de Asis, SantaInés de Asis, Santa
Religiosa, 16 Noviembre
Roque González de Santa Cruz, SantoRoque González de Santa Cruz, Santo
Sacerdote y Mártir, 16 de noviembre
Gertrudis, SantaGertrudis, Santa
Mística, 16 de noviembre
Margarita de Escocia, SantaMargarita de Escocia, Santa
Memoria Litúrgica, 16 de noviembre

BUENOS DÍAS






jueves, 15 de noviembre de 2018

ESTRENAN DOCUMENTAL SOBRE SACERDOTE MÁRTIR QUE SE ENFFRENTÓ A HITLER


Estrenan documental sobre sacerdote mártir que se “enfrentó a Hitler”
Redacción ACI Prensa
 Foto: Archivalencia.org




El jueves 15 de noviembre se estrenará en Valencia (España) el documental “Santiago Gapp, el sacerdote que se enfrentó a Hitler”, sobre la vida del presbítero marianista austríaco que fue torturado y ejecutado por los nazis luego de ser localizado por la Gestapo.

El documental de 30 minutos de duración se proyectará en el Colegio Nuestra Señora del Pilar, de los religiosos marianistas en Valencia a las 7:30 p.m. El ingreso es libre y la escuela está ubicada en la Avenida Blasco Ibáñez, 35.

La agencia AVAN de la Arquidiócesis de Valencia señala que el documental es una coproducción de MC audiovisuales y la Compañía de María (marianistas). Ha sido grabado en Alemania, Austria, Francia y España e incluye entrevistas a expertos historiadores y religiosos de la congregación marianista.

Manuel Cabo, realizador del documental, explica que la historia del P. Gapp “muestra la lucha por la fe y frente al fascismo y toca muy de cerca a Valencia, ya que fue en esta ciudad donde pasó su mayor estancia en España, trabajando en el Colegio El Pilar, y donde fue espiado y perseguido, durante seis meses, por dos agentes infiltrados de la Gestapo”.


En la cinta se puede ver los lugares relacionados con la historia del sacerdote como la prisión donde fue ejecutado, la sede de la Gestapo, San Sebastián, Viena y Valencia, la antigua frontera de Hendaya, así como documentos originales y algunos inéditos, como su sentencia de muerte del tribunal Nazi, cartas que escribió y mandó desde prisión, o el telegrama enviado por el director de la prisión donde fue guillotinado.

Santiago (Jakob) Gapp nació en Wattens (Austria) en 1897 y, tras combatir en la Primera Guerra Mundial en el ejército austríaco, ingresó a la Compañía de María (marianistas) y fue ordenado sacerdote.

En 1939 huyó de su país perseguido por la Gestapo, la policía secreta alemana, “por sus contundentes críticas contra el racismo de Hitler, que plasmaba en sus homilías”, según señala su biografía “Santiago Gapp, pasión por la verdad frente al nazismo”, escrita por el también marianista José María Salaverri.

Gapp llegó en 1941 a Valencia, donde durante un año dio clases de latín y alemán en Colegio de El Pilar, y donde fue localizado por dos colaboradores de la Gestapo que se ganaron durante meses su confianza y le convencieron para viajar a San Sebastián para recibir a unos supuestos familiares.

El 9 de noviembre de 1942, cuando paseaban con el religioso por la costa, entraron en Hendaya (Francia), ocupada por el régimen nazi, y fue arrestado.


Tras ser torturado y encarcelado durante meses, murió decapitado en Berlín el 13 de agosto de 1943, fecha en la que se celebra su fiesta litúrgica.

El Papa San Juan Pablo II lo beatificó en 1996 y sus reliquias se veneran en Innsbruck (Austria).

El caso del P. Gapp “impresionó al propio Heinrich Himmler, máximo responsable de la Gestapo, que aseguró que ‘con un millón de Jakobs Gapp, pero de nuestra ideología, dominaríamos el mundo’”.

En una carta escrita a sus familiares antes de ser ejecutado en la prisión de Plötzensee, en Berlín, el P. Gapp escribió: “Me han condenado a muerte el 2 de Julio, fiesta del Sagrado Corazón. Hoy será ejecutada la sentencia. A las 7 de la tarde, iré a casa de mi querido Salvador, a quien siempre amé fervientemente. ¡No os aflijáis por mí! Soy totalmente feliz. Naturalmente he tenido que pasar muchas horas penosas, pero he podido prepararme muy bien a la muerte. Tened ánimo, y soportadlo todo por amor a Dios, para que nos podamos volver a encontrar en el Cielo”.

IMÁGENES DE SAN ALBERTO MAGNO



SANTORAL DE HOY JUEVES 15 NOVIEMBRE 2018

José Mkasa Balikuddembé, SantoJosé Mkasa Balikuddembé, Santo
Mártir, 15 Noviembre
María de la Pasión de Chappotin de Neuville, BeataMaría de la Pasión de Chappotin de Neuville, Beata
Religiosa fundadora, 15 de noviembre
Lucia de Narni, BeataLucia de Narni, Beata
Terciaria Dominica, 15 de noviembre
Leopoldo de Austria, SantoLeopoldo de Austria, Santo
Príncipe, 15 Noviembre
Eugenio de Toledo, SantoEugenio de Toledo, Santo
Obispo y mártir, 15 Noviembre
Alberto Magno, SantoAlberto Magno, Santo
Memoria Litúrgica, 15 de noviembre

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 15 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 32ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 15 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón (7-20):

Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los sufrimientos de los santos. Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús. Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano, a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,20-25):

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros.»
Dijo a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy jueves, 15 de noviembre de 2018
Severiano Blanco, cmf

Queridos hermanos:

Hay relatos que valen más que grandes razonamientos. Hoy vamos a centrar nuestra atención en la primera lectura, la carta de Pablo a Filemón, que no es menos Palabra de Dios que el evangelio, y se merece la misma atención. Comencemos por analizar la historia- trasfondo de este escrito, uno de los más breves de la Biblia. 

Filemón es un cristiano, probablemente vecino de Colosas (Asia Menor), que fue evangelizado por Pablo; debe de ser de nivel acomodado: posee una espaciosa mansión en la que puede reunirse la comunidad cristiana local; su mujer se llama Apia, y su hijo Arquipo. Uno de sus esclavo, de nombre Onésimo, se ha fugado; y probablemente antes de marchar robó a su amo y le estropeó la herramienta, como solía ser la venganza que se tomaba todo esclavo al huir. Naturalmente, no tiene medios de subsistencia y se ve obligado a vivir de la delincuencia, seguramente en Éfeso, pues la gran ciudad ofrece más posibilidades. Por delincuente va a parar a la cárcel, donde cabalmente se encuentra con el evangelizador de su amo, el misionero Pablo, también recluso. Pablo no desperdicia oportunidad: entra en conversación con Onésimo, le evangeliza y le convierte, “le engendra” (v. 10) a nueva vida.

El pobre esclavo prófugo no debe de tener grandes delitos, y pronto queda en libertad. Al despedirse de Pablo, éste le ruega que vuelva a casa de Filemón. No debió de ser fácil convencerle, pues es normal que temiese represalias por parte de su amo perjudicado; pero la capacidad persuasoria de Pablo pudo más: “no temas, no te hará nada, yo te doy una carta de recomendación…”. Y así surgió esta encantadora joya literaria, psicológica y espiritual que hoy nos da materia de reflexión. 

Desde nuestra mentalidad del siglo XXI, lo primero que nos rechina es que un cristiano, Filemón, tenga esclavos, y que Pablo no arremeta en su carta contra tal institución social. Es preciso situarse en el imperio romano a mediados del siglo I y en la Iglesia de aquella época. Dada la insignificancia social del grupo cristiano dentro del imperio, y dada la convicción de que la historia está tocando a su fin, es imposible que Pablo idee promover una “reforma constitucional” de gran alcance. Él mismo dice en otro lugar: “Quien fue llamado por el Señor siendo esclavo, es un liberto del Señor; y quien fue llamado siendo libre, es un siervo de Cristo” (1Cor 7,22). La fe cristiana es portadora de una energía que hace estallar todo convencionalismo sociopolítico.

Y esta cartita de recomendación nos ofrece la aplicación concreta. Entre Pablo, Filemón y Onésimo existe una relación que no contempla legislación estatal alguna. Pablo, como apóstol, tendría autoridad para “mandar” a Filemón que acoja con cariño al esclavo huido; pero entre hermanos sobra el mandato, basta con manifestar el deseo; incluso Pablo añade: “sé que harás mucho más que lo que yo te pido” (v. 21). Tendría también autoridad sobre el neófito Onésimo, pero no le llama “súbdito”, sino “mis entrañas” (v.12). Y Filemón acoge a Onésimo “no ya como esclavo –a lo que le da derecho la legislación romana- sino como hermano muy querido” (v. 16). Los antiguos amo y esclavo celebran ahora juntos la cena del Señor y se dan el abrazo de paz. Esa relación fraterna “alivia las entrañas” de Pablo, y de los demás creyentes (vv. 7 y 20).

El cristianismo ciertamente no ofrece un plan de reforma sociopolítica, pero sí un proyecto de convivencia mucho más profundo y radical que el que pueda prever la legislación más humanitaria que conozcamos.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

BUENOS DÍAS





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