viernes, 15 de junio de 2018

ORACIONES A SANTA MARÍA MICAELA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO


Oración a Santa María Micaela del Santísimo Sacramento



Santa Micaela: tú que aprovechaste tu temperamento tan fuerte, 
para dedicar todas tus energías a salvar las almas,  haz que también nosotros aprovechemos las cualidades que Dios nos dio, para lograr llevar muchas almas al cielo, y la nuestra también.

Amen.





Plegaria a Santa María Micaela de Santísimo Sacramento



Oh Dios, que amas a los hombres y concedes a todos tu perdón,
suscita en nosotros un espíritu de generosidad y de amor que,
alimentado y fortalecido por la eucaristía, a imitación de santa María Micaela, nos impulse a encontrarte en los más pobres y en los más necesitados de tu protección.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 15 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Viernes de la 10ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, viernes, 15 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (19,9a.11-16):

En aquellos días, cuando Elías llegó a Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. 
El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!» 
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva. 
Entonces oyó una voz que le decía: «¿Qué haces, aquí, Elías?» 
Respondió: «Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.» 
El Señor dijo: «Desanda tu camino hacia el desierto de Damasco y, cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,7-8a.8b-9abc.13-14

R/. Tu rostro buscaré, Señor

Escúchame, Señor, que te llamo; 
ten piedad, respóndeme. 
Oigo en mi corazón: 
«Buscad mi rostro.» R/. 

Tu rostro buscaré, Señor, 
no me escondas tu rostro. 
No rechaces con ira a tu siervo, 
que tú eres mi auxilio; 
no me deseches. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor 
en el país de la vida. 
Espera en el Señor, 
sé valiente, ten ánimo, 
espera en el Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,27-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio". Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio." Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy viernes, 15 de junio de 2018
 CR


Queridos hermanos,

Jesús continúa hoy desgranando el sentido en que hemos de entender la plenitud de la ley. De nuevo son los pequeños detalles, apenas perceptibles, los que nos indican que esa plenitud se encuentra en el corazón, en el interior del hombre, en sus actitudes menos visibles. Las palabras de Jesús pueden sonar a rigorismo moral, pero no lo son. Son, más bien, la expresión de que es del interior de donde salen las malas (y las buenas) acciones (cf. Mt 15, 18-20) y de que es ahí a dónde hay que mirar: si no quieres llegar al adulterio (y a cualquier otra forma de comportamiento pecaminoso), no des rienda suelta a tus malos deseos, sólo porque puedes esconderlos en tu interior. Las alusiones al ojo o a la mano que se deben cortar si son motivo de escándalo, hay que entenderlas como una licencia literaria, en la que Jesús nos llama a ser radicales en nuestra lucha con el mal y sus raíces ya en nosotros mismos. No ser complacientes, condescendientes, haciendo pequeños pactos con el mal y el pecado, que, después, como un cáncer, acabará apoderándose por completo de nosotros. Escuchamos aquí el eco de aquellas otras palabras de Jesús, que nos advierte que quien es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y quien es deshonesto en lo poco, también lo será en lo más importante (cf. Lc 16, 10). Es esta la clave que nos permite entender la exigencia, para muchos un ideal imposible, de la indisolubilidad matrimonial: si viviéramos la fidelidad en lo pequeño, en los mínimos detalles de la vida cotidiana, si tratáramos de encarnar también ahí el mandamiento del amor (que incluye el perdón, otorgado y pedido, la reconciliación, la misericordia…), seríamos capaces de las grandes gestas, de las fidelidades mayores.

De nuevo Elías nos sirve de ejemplo. No ha encontrado a Dios en lo estruendoso, majestuoso y temible, sino en la suave brisa, casi imperceptible. Es la brisa del Espíritu. Y gracias a esa capacidad de descubrir a Dios en lo mínimo, es también capaz de sobreponerse a las enormes dificultades a las que se enfrenta, a una situación prácticamente desesperada, para poder intervenir en la historia, cumpliendo en ella el designio de Dios. De ese poder salvífico participamos todos los cristianos, cuándo, dejándonos llevar por el Espíritu, conformamos nuestro mundo (siquiera el pequeño mundo que nos rodea) según el querer de Dios.

SAN AMÓS, 15 JUNIO

Amós, Santo
Profeta del A.T., 15 de Junio


Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net 



Profeta

Martirologio Romano: Conmemoración de san Amós, profeta, que siendo pastor de Tecoa y cuidador de sicómoros, fue enviado por Dios a los hijos de Israel para defender su justicia y santidad contra sus prevaricaciones (s. X a.C.).
Etimológicamente: Amós = Aquel que es fuerte, es de origen hebreo.
Breve Biografía

Amós es el primer profeta escritor y sus vaticinios, que constituyen para nosotros el primer documento del profetismo, son también una preciosa fuente de noticias sobre su vida y sobre las costumbres de su pueblo, siete siglos y medio antes de Cristo. Predicó entre el 762 y el 750 a.C., después de una precisa vocación divina que lo sacó de su pueblo, Téqoa, cerca de Belén, y de su oficio de criador de rebaños y cortador de sicómoros.

Jeroboam II, aprovechando el desinterés de Egipto y de Asia, había ampliado los límites de Israel; pero las fáciles victorias habían suscitado una situación social desordenada: había pocos ricos, ávidos de riqueza, y muchos pobres, marginados y explotados inhumanamente por los comerciantes, magistrados y funcionarios deshonestos; además, el ocio, la pereza y el deseo de placeres habían frenado el antiguo impulso religioso del pueblo de Dios. El sentimiento religioso de la antigua Alianza había sido reemplazado por la exaltación presuntuosa del hombre y por su poder.

Contra esta mentalidad laica y el cumplimiento puramente formal de la Ley, Amós levanta su voz para anunciar el inminente castigo de Dios, que destruirá a Israel, castigará a los ricos y hará desaparecer ese vacío culto idólatra de la riqueza: “Porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano; casas de piedras labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino. Porque sé que son numerosos vuestros crímenes y que son grandes vuestros pecados... Buscad el bien y no el mal, a fin de que viváis y así el Señor Dios estará con vosotros como decís... Odiad el mal y amad el bien, restableced el juicio en la puerta, y quizá Yahvé se apiade del resto de Jesé”.

El peor mal está en la presunción de haber cumplido los propios deberes religiosos con el ofrecimiento de sacrificios pingües y generosos, es decir, con un culto exterior que oculta una vida desordenada moral y socialmente. La justicia divina lanza por boca del profeta el último llamamiento antes del desastre.

Amós propone elegir entre una vida con Dios y una vida sin Dios. Pero esta prueba extrema será también un llamamiento providencial a vivir la alianza hecha con su pueblo, “elegido entre todas las familias de la tierra”, esa alianza que llegará a su perfección en el eterno reino del Mesías. Terminada su misión profética, Amós regresó a su pueblo, en donde, según una tradición que cuenta Epifanio y que se encuentra en el Martirologio Romano fue muerto con un golpe en la cabeza por el hijo del sacerdote Amasías, para hacer callar esa voz incómoda, particularmente severa contra la hipocresía de los sacerdotes.

SANTORAL DE HOY VIERNES 15 JUNIO 2018

Clemente Vismara, BeatoClemente Vismara, Beato
Sacerdote Misionero, 15 de junio
Albertina Berkenbrock, BeataAlbertina Berkenbrock, Beata
Virgen y Mártir, 15 de junio
Germana Cousin, SantaGermana Cousin, Santa
Pastoricita, Junio 15
Vito de Lucania, SantoVito de Lucania, Santo
Adolescente Mártir, 15 de junio
Bernardo de Menthon, SantoBernardo de Menthon, Santo
Ayudante de los viajeros, 15 de junio
Amós, SantoAmós, Santo
Profeta del A.T., 15 de Junio
Benilde de Córdoba, SantaBenilde de Córdoba, Santa
Mártir, Junio 15
María Micaela del Santísimo Sacramento, SantaMaría Micaela del Santísimo Sacramento, Santa
Virgen y Fundadora, 15 de junio
Fernando de Portugal, BeatoFernando de Portugal, Beato
Principe, 15 de junio

FELIZ VIERNES




miércoles, 13 de junio de 2018

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 13 JUNIO 2018


Décima Semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Miércoles 13 junio 2018


Lecturas del día y comentario Hoy es: San Antonio de Padua
 (13 de Junio)

“ No he venido a abolir, sino a dar plenitud ”


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 18,20-39
n aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo: «¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.» La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo: «He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos: vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña, sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, sin prenderle fuego. Vosotros invocaréis a vuestro dios, y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.» Toda la gente asintió: «¡Buena idea!» Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más. Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.» Cogieron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía: «¡Baal, respóndenos!» Pero no se oía una voz ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho. Al mediodía, Elías empezó a reírse de ellos: «¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; ¡a lo mejor está durmiendo y se despierta!» Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo. Pasado el mediodía, entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda. Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente: «¡Acercaos!» Se acercaron todos, y él reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido: cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob, a quien el Señor había dicho: «Te llamarás Israel»; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo: «Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.» Luego dijo: «¡Otra vez!» Y lo hicieron otra vez. Añadió: «¡Otra vez!» Y lo repitieron por tercera vez. El agua corrió alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó de agua.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró: «¡Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel, y yo tu siervo, que he hecho esto por orden tuya.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.» Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: «¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!»



Salmo
Salmo responsorial:
 15 R/ Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti;
yo digo al Señor:
«Tú eres mi bien.» R/.

Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios. R/.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.



Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.»



Reflexión del Evangelio de hoy
Dios nos cambia el corazón


Este relato del primer libro de Reyes narra cómo el rey Ajab llama a Elías, profeta de Israel, y a los profetas de Baal al monte Carmelo para enfrentarlos. Hay una gran sequía en el reino y Ajab quiere determinar qué dioses pueden ayudar a paliar el sufrimiento del pueblo. Frente a los sortilegios y hechizos de los profetas de Baal, Elías reconoce la misericordia de su Dios, que ha sustentado y atendido sus necesidades. Ya le había alimentado con la tinaja vacía de la cual hizo brotar harina para él, la viuda y su hijo. Ahora, en el monte Carmelo, Elías, después de recomponer el altar del sacrificio, suplica la actuación del Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que su Dios sea honrado y reconocido en todas las naciones. Elías ha aprendido a depender de Dios. Si algo podía lograrse era dependiendo de la voluntad divina. Si el Señor no lo hace, nadie lo hará. Pero es la voluntad de Dios la que el profeta busca y ruega que se haga. No pretende ensalzarse y buscar su gloria, sino pedir la ayuda divina para que la voluntad de Dios sea manifestada y la gloria de Dios brille y se haga realidad en esa necesidad concreta. Pedir que Dios acuda en nuestro auxilio, que se cumpla su voluntad en honor y alabanza suya. Aquello que pedimos en el Padre nuestro, aquello que nos enseñó Jesús estando en la cruz: “Padre hágase tu voluntad”. Esto es lo que ensalzó a Elías como uno de los padres de nuestra fe, y esta confianza es la que Jesús nos pide como afianzamiento de nuestra confianza en Dios.

La nueva Ley y la nueva santidad es Cristo Jesús
En este pasaje del evangelio de Mateo, Jesús se presenta como plenitud de la Ley y los profetas. Dios ha ido guiando a su pueblo y exigiendo de ellos el cumplimiento de la Ley como camino de unificación y ordenamiento del pueblo elegido. Su fidelidad a Yahvé se manifestaba en el seguimiento de esa ley. Pero ahora Dios ha completado su alianza enviando al Salvador del Pueblo y por Él y a través de Él, manifiesta su nueva alianza. “Este es mi Hijo amado, escuchadlo”. La ley es necesaria en toda sociedad civil como salvaguarda y afianzamiento de la convivencia y expresión de la legitimidad y cumplimiento de los derechos humanos. Esa ley antigua que había gobernado al pueblo de Israel, tiene ahora un nuevo contenido. Jesús pone la plenitud de la Ley en realizar el Reino de Dios en nuestra historia. Llevar a cumplimiento el amor definitivo de Dios al hombre, manifestado en la resurrección de Jesús. Ese amor debe cumplirse y animar toda la vida de los discípulos del resucitado. Amaos unos a otros como Yo os amé. La ley ha perdido fuerza en su literalidad. Ahora debe primar la fuerza del espíritu que da sentido a esa ley. El seguimiento cristiano no se limita a la observancia ritualista de un código de normas. La nueva legalidad es la del amor, la de la respuesta generosa al don amoroso de Dios, que nos amó primero y entregó a su propio Hijo hasta la muerte. El amor del discípulo de Jesús no puede tener otro límite que el de la entrega radical, total y definitiva. No podemos ser rácanos en nuestra respuesta al amor de Dios, sino como Elías, esperar todo de Él, y que Dios realice en nosotros y haga brotar toda la fuerza del espíritu, para que nuestras obras den gloria y manifiesten el amor infinito de Dios. Y en la confianza de que Dios siempre responde a nuestras oraciones, podemos decir con S. Pablo “Cristo nos ha liberado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios”

Con humildad y sintiendo la presencia y la fuerza del espíritu, ¿nos aplicamos a realizar el Reino de Dios en nuestras vidas?

Pidamos confiados lo que Jesús nos enseñó: “Padre, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, porque lo que pidáis al Señor con confianza, se nos concederá.


D. Oscar Salazar, O.P. 
Fraternidad San Martín de Porres (Madrid)

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 13 JUNIO 2018

Aquilina de Siria, SantaAquilina de Siria, Santa
Mártir, 13 de junio
Gerardo, SantoGerardo, Santo
Monje, Junio 13
Mariana Biernacka, BeataMariana Biernacka, Beata
Laica Mártir, Junio 13
Eulogio, SantoEulogio, Santo
Patriarca de Alejandría, 13 junio
Fandila, SantoFandila, Santo
Presbítero y Mártir, Junio 13
Antonio de Padua, SantoAntonio de Padua, Santo
Memoria Litúrgica, 13 de Junio

BIENVENIDOS




martes, 12 de junio de 2018

SAN ANTONIO DE PADUA, 13 JUNIO


San Antonio de Padua
13 de junio
(Lisboa, hacia 1195 - Arcella, junto a Padua, 1231) 




Santo franciscano de origen portugués, sacerdote y doctor de la Iglesia. Su nombre de nacimiento era Fernando Martins; era hijo primogénito de Martín de Alfonso, caballero portugués descendiente de nobles franceses (los Bouillon), y de María Taveira.


San Antonio de Padua (óleo de Giovan Battista Urbinelli)

Estudió en la escuela catedralicia, donde un tío suyo era maestrescuela; más tarde, en torno a 1210, ingresó en el monasterio de canónigos regulares de San Agustín de San Vicente de Fora, cerca de Lisboa. Allí tuvo como maestros al propio prior, Pedro, y a un hombre de amplios conocimientos como Petrus Petri. Pero su familia y amigos no aceptaron su vocación y trataron de hacerle abandonar.

Para evitar estas presiones renunció a la herencia familiar y se trasladó en 1212 al monasterio de Santa Cruz de Coimbra, importante centro de enseñanza religiosa que contaba con una gran biblioteca. En este otro lugar recibió la influencia de la escuela teológica de San Víctor (París) a través de profesores que habían estudiado allí. Tampoco en Coimbra encontró tranquilidad, pues el monasterio se vio afectado por el enfrentamiento entre el rey Alfonso II de Portugal y el papa Inocencio III: su propio prior, Juan, fue excomulgado por apoyar al monarca portugués.

Hacia 1219, fecha en que probablemente era ya sacerdote, conoció a la pequeña comunidad franciscana de Coimbra, establecida poco antes en el eremitorio de Olivais, y se sintió atraído por su modo de vida fraterno, evangélico y en pobreza. Cuando poco después llegaron a su monasterio restos de los primeros mártires franciscanos, muertos en Marrakech, decidió ingresar en la nueva orden, que a causa de su reciente creación aún estaba poco extendida y carecía del prestigio que alcanzaría más adelante. Fray Juan Parenti, provincial de España, presidió la sencilla ceremonia de toma de hábito franciscano (verano de 1220), en la que cambió el nombre de Fernando por el de Antonio (el eremitorio de Olivais estaba dedicado a San Antonio Abad), símbolo de su cambio de vida.

Tras un breve noviciado, e impulsado por el ejemplo de los mártires franciscanos, parece que en otoño de ese mismo año embarcó hacia Marruecos junto con otro hermano de orden, fray Felipe de Castilla, para alcanzar él mismo el martirio. Sin embargo, al poco de desembarcar contrajo la malaria, enfermedad que le dejaría secuelas para toda la vida; convaleciente todo el invierno, se vio obligado a abandonar el país.



Su intención era ahora llegar a las costas españolas y desde ellas volver por tierra a Portugal, pero una tempestad llevó el barco en que viajaba hasta Sicilia. Permaneció algún tiempo en Milazzo (costa noreste de la isla), donde había una comunidad franciscana, para completar su recuperación. En junio de 1221 asistió al capítulo de su orden en Asís ("capítulo de las Esteras", que convocó a tres mil franciscanos); allí conoció a San Francisco de Asís y decidió no regresar a Coimbra para ponerse al servicio de fray Gracián, provincial de la Romaña (circunscripción franciscana que abarcaba todo el norte de Italia).

Fray Gracián lo envió durante un año al eremitorio de Montepaolo (cerca de Forli) para que se fortaleciese antes de encomendarle alguna misión de apostolado. A mediados de 1222, ya con buena salud, San Antonio de Padua predicó en la catedral de Forli (sin haber preparado previamente sus palabras, pero con gran profundidad) con ocasión de unas ordenaciones de franciscanos y dominicos.

Su provincial le nombró predicador y le encargó ejercer su ministerio por todo el norte de Italia, donde se extendía por muchos lugares el catarismo. Recorrió así, enseñando, numerosos lugares. Su labor catequética en Rímini en 1223, por ejemplo, fue difícil, pero sus exhortaciones y discusiones públicas acabaron teniendo éxito, logrando convertir entre otros a Bononillo, obispo cátaro. A finales de este año o principios de 1224 estuvo también en Bolonia, enseñando teología a otros frailes franciscanos en el convento de Santa María de la Pugliola; fue el primer maestro de la orden, recibiendo para ello el permiso de San Francisco, que le escribió una carta llamándole "mi obispo".

Hacia 1224 o 1225, sus superiores lo trasladaron al sur de Francia, donde los albigenses tenían más fuerza que en Italia. Su método para combatir la herejía consistió en llevar una vida ejemplar, en charlas con los no creyentes y en catequesis para fortalecer la fe de los cristianos. Prosiguió su enseñanza teológica en Montpellier (donde se formaban los franciscanos y dominicos que iban a predicar en la región) y Tolosa (ciudad con fuerte presencia albigense), además de ser guardián del convento de Le Puy-en-Velay (al oeste de Valence y Lyon) y, desde el capítulo de Arlés de 1225, custodio de Limoges. Como tal estableció la residencia de los franciscanos de la ciudad en una antigua ermita benedictina y fundó un convento cerca de Brieve.



A finales de 1225 participó en el sínodo de Bourges, que examinó la situación de la región. San Antonio de Padua señaló a los prelados la necesidad de vivir sencillamente para dar ejemplo; el obispo de Bourges, Simón de Sully, respondió a sus palabras y aplicó en lo sucesivo la reforma de costumbres, ayudándose de franciscanos y dominicos para la evangelización de su diócesis.

La muerte de San Francisco el 3 de octubre de 1226 le obligó a viajar a Asís, como custodio de Limoges, para asistir al capítulo general que debía elegir nuevo ministro general; éste tuvo lugar el 30 de mayo de 1227, siendo elegido fray Juan Parenti. Buen conocedor de la valía de Antonio, le nombró provincial de Romaña. Muy querido por sus frailes, San Antonio de Padua recorrió los lugares de su provincia donde había conventos franciscanos; uno de ellos fue Vercelli, donde predicó en la catedral con gran impacto y conoció al teólogo y canónigo regular Tomás Galo.

También por entonces debió estar durante estancias largas en Padua, donde fundó una escuela de franciscanos y comenzó a escribir una serie de sermones. Fruto de su labor fue el aumento de las misiones de predicación y la fundación de numerosos conventos. En el capítulo general de 1230, reunido con ocasión del traslado de los restos de San Francisco a su basílica de Asís, pidió a Parenti que le retirase el cargo, a causa de su mala salud.

El general aceptó su renuncia a cambio de formar parte de una comisión que debía presentar al papa Gregorio IX varias cuestiones sobre la regla franciscana que el pontífice debía estudiar y aprobar. Ante él y la curia romana predicó por entonces Antonio, siendo escuchado con entusiasmo: el papa lo llamó "Arca del Testamento". Es posible que colaborase en la redacción de la bula Quo elongati, respuesta a los problemas planteados por la orden al pontífice.



Después marchó al que sería su último destino, Padua, en la que se entregó con tal ardor que en lo sucesivo a su nombre quedaría asociado el de la ciudad: Antonio de Padua. Se instaló primero en la capilla de la Arcella, junto al convento de clarisas, pero solía predicar en el convento franciscano de Santa María, extramuros de la ciudad.

San Antonio de Padua escribió, por petición del cardenal Rinaldo Conti (el futuro Alejandro IV), una serie de sermones según las fiestas del año litúrgico y predicó hasta el agotamiento la Cuaresma de 1231; a sus sermones diarios asistió gran parte de la ciudad y consiguió del Consejo Mayor de la ciudad la liberación de los deudores presos por no tener medios con qué pagar sus deudas (origen del "Estatuto de San Antonio"). Poco después, el podestá Esteban Badoer le rogó que solicitase al poderoso Ezzelino IV da Romano la liberación de varios nobles paduanos que tenia prisioneros; de este modo, viajó a Verona y se entrevistó con Ezzelino, aparentemente sin éxito, si bien unos meses después de la muerte de Antonio acabaría por ceder.

En mayo, habiendo empeorado su salud por el viaje, se retiró al cercano lugar de Camposampiero para descansar y terminar de escribir los Sermones. Pero la gente tuvo conocimiento del lugar en que estaba y acudió en masa a oírle y pedirle consejo. El viernes 13 de junio sufrió un colapso y, ante el próximo fin, pidió que le trasladasen a Padua. Así se hizo, aunque para evitar las multitudes se detuvieron en la Arcella, donde murió Antonio esa misma tarde tras recibir la extremaunción y recitar los salmos penitenciales. No tenía aún cuarenta años, y había ejercido su intensa predicación poco más de diez.

Orador sagrado, fundador de hermandades y de cofradías, teólogo y hombre de gobierno, San Antonio de Padua dejó varios tratados de mística y de ascética; todos sus sermones fueron publicados. Un año después de su muerte fue canonizado, y su culto, muy popular, se generalizó a partir del siglo XV. Su representación más valiosa se debe a Goya, quien lo plasmó en los frescos de la Ermita de San Antonio de la Florida. Fue proclamado doctor de la Iglesia en el año 1946 por el papa Pio XII; su fiesta se celebra el 13 de junio.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 12 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 10ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 13 de junio de 2018


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (18,20-39):

En aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo: «¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.» 
La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo: «He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos: vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña, sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, sin prenderle fuego. Vosotros invocaréis a vuestro dios, y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.» 
Toda la gente asintió: «¡Buena idea!» 
Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más. Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.»
Cogieron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía: «¡Baal, respóndenos!» 
Pero no se oía una voz ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho. 
Al mediodía, Elías empezó a reírse de ellos: «¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; ¡a lo mejor está durmiendo y se despierta!» 
Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo. Pasado el mediodía, entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda. Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente: «¡Acercaos!» 
Se acercaron todos, y él reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido: cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob, a quien el Señor había dicho: «Te llamarás Israel»; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo: «Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.» Luego dijo: «¡Otra vez!» Y lo hicieron otra vez. Añadió: «¡Otra vez!» Y lo repitieron por tercera vez. El agua corrió alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó de agua.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró: «¡Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel, y yo tu siervo, que he hecho esto por orden tuya.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.» 
Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: «¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 15

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

Protégeme, Dios mío, 
que me refugio en ti;
yo digo al Señor: 
«Tú eres mi bien.» R/.

Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios. R/.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.» 

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 13 de junio de 2018
CR


Queridos hermanos:

El texto del libro de los Reyes es, tal vez, al más grandioso alegato de la lucha del profetismo, encarnado en Elías, contra la idolatría, la tentación permanente de Israel. Sorprende la desproporción de fuerzas (un profeta de Yahvé contra 400 de Baal), pero también la enorme seguridad con la que actúa Elías. Él mismo propone el desafío, se comporta con un aplomo que roza la temeridad, no se ahorra, siquiera, el sarcasmo contra el dios pagano, a pesar de que de parte de este último está todo el poder de tejas abajo. ¿Qué creyente se atrevería hoy día a lanzar un desafío de estas características? ¿No ha callado, acaso Dios, en tiempos pasados y recientes, cuando los creyentes le invocaban mientras eran perseguidos y masacrados? Además, la fuerte “desmitificación” de la fe lleva con frecuencia a “interpretar” estos textos, de manera que nos cuidamos muy mucho de poner a prueba a Dios con semejantes retos… El caso es que en tiempos de la Unión Soviética no fue infrecuente que en las escuelas se plantearan desafíos similares, aunque en sentido inverso. Se invitaba a los niños que se confesaban creyentes a pedir a Dios que les mandara caramelos. Naturalmente, el silencio era la estruendosa respuesta. Después los niños soviéticos (los pioneros) invocaban a Stalin en el mismo sentido, y ni que decir tiene que desde el techo llovían las golosinas. 

El hecho es que, sin que podamos saber hasta el final el fondo histórico del episodio de Elías, su lección es clara e inequívoca: es preciso adorar sólo a Dios, y no ceder ni un milímetro ante toda forma de idolatría (y hoy día los baales son muchos y variados), aun a riesgo de la propia vida, un riesgo que el mismo Elías había asumido.

También Jesús ha sumido ese compromiso, y no sólo como riesgo, sino como la realidad de una vida entregada por amor hasta el extremo. Sus palabras en el Evangelio de hoy deben entenderse en este sentido. No resuelven una cuestión legal ni de mera interpretación de la ley. Jesús ha venido a dar plenitud a la ley, a llevarla a su perfección. Y esa perfección es la ley y el mandamiento del amor. Y el amor no es una actitud genérica, “global”, sin matices. Al contrario, el que ama de verdad está atento también a los pequeños detalles, a esos que no parecen importantes, pero en los que se decide habitualmente nuestra vida, y en la que el ser humano se hace grande. Porque sólo amando en lo pequeño (y a los pequeños) como Jesús, es posible prepararse para los grandes momentos, para las grandes gestas, como la de Elías frente a los falsos profetas de Baal, como la de Jesús ante su misterio Pascual.

En definitiva, los niños creyentes de las escuelas soviéticas no recibieron caramelos, pero no se inclinaron ante el ídolo, en este caso de acero, salvaron su dignidad, y dieron un testimonio más valioso que, incluso, el del gran profeta Elías.

SANTORAL DE HOY MARTES 12 JUNIO 2018

Esquilo de Strängnäs, SantoEsquilo de Strängnäs, Santo
Obispo y Mártir, 12 de junio
Plácido de Amiterno, BeatoPlácido de Amiterno, Beato
Abad, 12 de junio
Guido (Guy) de Cortona, BeatoGuido (Guy) de Cortona, Beato
Franciscano, 12 de junio
Florida Cevoli, BeataFlorida Cevoli, Beata
Clarisa, Junio 12
Gaspar Luis Bertoni, SantoGaspar Luis Bertoni, Santo
Fundador, 12 de Junio
Lorenzo María Salvi, BeatoLorenzo María Salvi, Beato
Presbítero, 12 de Junio
Mercedes de Jesús Molina y Ayala, BeataMercedes de Jesús Molina y Ayala, Beata
Virgen y Fundadora, 12 de Junio
León III, SantoLeón III, Santo
XCVI Papa, 12 de junio
Onofre, SantoOnofre, Santo
Ermitaño, Junio 12
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