jueves, 1 de febrero de 2018

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 1 DE FEBRERO DEL 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, jueves, 1 de febrero de 2018




Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (2,1-4.10-12):

Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: «Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: "Si tus hijos saben comportarse, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel."»
David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó. 

Palabra de Dios


Salmo
1Cro 29,10.11ab.11d-12a.12bcd

R/. Tú eres Señor del universo

Bendito eres, Señor, 
Dios de nuestro padre Israel, 
por los siglos de los siglos. R/.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, 
la gloria, el esplendor, la majestad, 
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.

Tú eres rey y soberano de todo. 
De ti viene la riqueza y la gloria. R/.

Tú eres Señor del universo, 
en tu mano está el poder y la fuerza, 
tú engrandeces y confortas a todos. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. 
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.» 
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. 

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy jueves, 1 de febrero de 2018
Ciudad Redonda


Queridos amigos y amigas:

Del evangelio de hoy me quedo con una paradoja. Jesús envía a los Doce de dos en dos como misioneros. Les pide que no lleven encima casi nada, lo cual nos deja desconcertados a quienes nos sentimos aludidos por ese mismo envío. Pero, previamente, les había regalado algo importantísimo: “poder sobre los espíritus inmundos”. Con sólo eso les era suficiente para evangelizar.  

Hoy le tendríamos que pedir al Señor que nos conceda a raudales ese extraño poder. Lo exige la endeblez y flaqueza de nuestros jadeantes esfuerzos misioneros, tan tercamente ineficaces. ¿De qué poder se trata? ¿Con qué poder capacita Jesús a los Doce? ¿Qué clase de poder tenemos que pedir a Dios para evangelizar hoy? Lo evoca el mismo texto evangélico.

Es el poder de la comunión, o sea, el ir siempre de dos en dos. Su secreto consiste en la facultad de ser amigos. La amistad se asienta sobre todo en la capacidad de hablar uno con el otro. El lenguaje constituye la irrupción de la forma más elevada de comunión, cuya cumbre es el silencio (no la mudez). Nos la jugamos en eso de aprender a escuchar y a hablar. Por ese orden. El diálogo es un poder que destroza los espíritus inmundos del individualismo, de la competitividad, del particularismo, de la xenofobia.

Es el poder de la pobreza, contrario a toda deificación de los bienes y del dinero. De seminarista había oído que “a los misioneros nos envía la obediencia y nos hace creíbles la pobreza”. Pero la pobreza no es nada si no se la “ve”. Ella modera nuestros deseos sin límites, cuya violencia puede llegar a ser voraz y destructiva. Aniquila ese maldito afán de “quererlo todo, quererlo ya y quererlo al precio que sea” cuyo exponente primero  es el consumismo y la adicción que más desencadena es el comprar.

Es el poder de la paz. Lo podemos traducir en tantas expresiones: mansedumbre, ternura, cordialidad, empatía, serenidad,… Lo de menos es el nombre. Lo más importante es luchar por esa paz. Hemos sido enviados con capacidad para irradiar la paz. El lenguaje de la hostilidad, de la acusación, del victimismo y de la acepción deben haber desaparecido de nuestras relaciones y hábitos.

El escritor francés Charles Péguy narra la historia de un hombre que muere y va al cielo. Al encontrarse con el ángel que registra las acciones buenas y malas de las personas, éste le pide: “Enséñame tus heridas”. Y el hombre le contesta: “¿Qué heridas? No tengo ninguna herida”. Y el ángel le replica: “¿Jamás se te pasó por la cabeza que pudiera haber algo por lo que mereciera la pena luchar?”. Por el evangelio merece la pena luchar así.

SANTORAL DE HOY JUEVES 1 DE FEBRERO DEL 2018

Mártires de Angers, BeatosMártires de Angers, Beatos
Mártires, 1 de febrero
Severo de Ravena, SantoSevero de Ravena, Santo
Obispo, 1 de febrero
Trifón de Frigia, SantoTrifón de Frigia, Santo
Mártir, 1 de febrero
Enrique Morse, SantoEnrique Morse, Santo
Presbítero y Mártir, 1 de febrero
Juana Francisca (Ana) Michelotti, BeataJuana Francisca (Ana) Michelotti, Beata
Fundadora, 1 de febrero
Luis Variara, BeatoLuis Variara, Beato
Presbítero Salesiano, 1 de febrero
Cecilio, SantoCecilio, Santo
Primer Obispo de Granada, 1 de febrero
Reginaldo de Orleans, BeatoReginaldo de Orleans, Beato
Presbítero Dominico, 1 de febrero
Andrés Segni, BeatoAndrés Segni, Beato
Presbítero, 1 de febrero
Viridiana SantaViridiana Santa
Virgen, 1 de febrero
Raimundo de Fitero, SantoRaimundo de Fitero, Santo
Abad y Fundador, 1 de febrero
Brígida de Kildare, SantaBrígida de Kildare, Santa
Abadesa, 1 de febrero

BUENOS DÍAS




miércoles, 31 de enero de 2018

ORACIÓN A SAN JUAN BOSCO

SAN JUAN BOSCO, 31 DE ENERO



31 de enero
San Juan Bosco
Presbítero (1815-1888)



 San Juan BoscoEra natural de la aldea de los Becchi, a 25 kilómetros de Turín. En esta historia no puede faltar la figura de la madre, Margarita, mujer incomparable, que educó a sus hijos en la pobreza y fortaleza del más alto nivel.

Cuando era jovencito, Juan iba con su madre al mercado a vender los productos del campo. Era un mozarrón despierto y vigoroso que aún no sabía leer.

En esto, se le ocurre ser sacerdote. Y para iniciar sus experiencias, atrae los domingos a la gente junto a su casa, en un predio donde crecían dos perales. Allí hace de saltimbanqui y prestidigitador. Así entretiene santamente a todos los convecinos.

Empieza a estudiar en una escuela pública, a 5 kilómetros de su pueblo. Luego entra a estudiar en el liceo de Chieri. Para pagar sus estudios trabaja en toda clase de oficios. Por fin, a sus 26 años celebra la primera misa en Turín. Lo primero que hace es recoger chiquillos de la calle. Le siguen como si fuera un titiritero. Para eso funda los Oratorios de San Francisco de Sales. Más tarde, para atender a esa gente pequeña, funda la Congregación de los Padres Salecianos, que se extiende pronto por toda Italia, Francia y España. Es el educador de los tiempos modernos; se hace periodista, predica, confiesa, escribe y propaga la devoción a María Auxiliadora, publica libros de ciencia y religión. Es el auténtico tipo de audaz soldado de Cristo.

En la Italia del siglo pasado, uno de los divertimentos más esperados de los pobres era los que traían los titiriteros.

 San Juan BoscoHubo cierta "troupe" que, a sabiendas, representaba sus obras a la hora de la misa y, claro, las gentes, en especial los niños, se "salteaban" la misa.

Pero había un niño, Juan Bosco, que se decidió a hacer algo para que los niños volvieran a la misa.

Se las arregló para aprender trucos de prestidigitación, malabarismos y otras habilidades por el estilo. Para eso, observó mucho, entrenó más y se ejercitó con los amigos.

Más tarde llegó a desafiar a los titiriteros y malabaristas, les ganó las apuestas y se tuvieron que ir de allí humillados.

Juan se hizo dueño del domingo, de los compañeros y amigos. Comenzó de niño los domingos y acabó moviendo masas de jóvenes, organizando su tiempo libre, montando talleres y escuelas profesionales...

Se inventó el sistema de "educar jugando y aprender gozando".

Su espíritu de saltimbanqui le daba agilidad al cuerpo y ponía alas a su vocación de educador.

Les decía a los niños: "Haremos muchos juegos y entretenimientos sin que tengan que pagar nada, pero con una condición: que vengan después todos conmigo a la iglesia".

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 31 DE ENERO 2018

Lecturas de hoy Miércoles de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 31 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (24,2.9-17):

En aquellos días, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él: «Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo.» 
Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá quinientos mil. 
Pero, después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: «He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque ha hecho una locura.»
Antes que David se levantase por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor: «Vete a decir a David: "Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno, y yo lo ejecutaré."» 
Gad se presentó a David y le notificó: «¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres dias de peste en tu territorio. ¿Qué le respondo al Señor, que me ha enviado?» 
David contestó: «¡Estoy en un gran apuro! Mejor es caer en manos de Dios, que es compasivo, que caer en manos de hombres.» 
Y David escogió la peste. Eran los días de la recolección del trigo. El Señor mandó entonces la peste a Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado. Y desde Dan hasta Berseba, murieron setenta mil hombres del pueblo. El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla. 
Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor: «¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mí y sobre mi familia.»
El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando a la población: «¡Basta! ¡Detén tu mano!»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 31,1-2.5.6.7

R/. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado

Dichoso el que está absuelto de su culpa, 
a quien le han sepultado su pecado; 
dichoso el hombre a quien el Señor 
no le apunta el delito. R/.

Había pecado, lo reconocí, 
no te encubrí mi delito; 
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», 
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.

Por eso, que todo fiel te suplique 
en el momento de la desgracia: 
la crecida de las aguas caudalosas 
no lo alcanzará. R/.

Tú eres mi refugio, 
me libras del peligro, 
me rodeas de cantos de liberación. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,1-6):

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»
Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 31 de enero de 2018
Ciudad Redonda



Queridos hermanos:

El evangelio de hoy aplica a Jesús una de las leyes elementales del crecimiento humano y espiritual de cualquier persona que persigue su madurez: Por su dinámica propia la libertad exige una dosis de autoafirmación que en ocasiones se hace valer con formas tajantes y ásperas. Jesús jamás se mostró como un pelele al que pudieran manipular los demás, ni siquiera sus más allegados familiares, incluida su buena Madre.

El episodio que recoge el evangelio de hoy viene referido a una de las visitas que Jesús hizo a su pueblo natal tras haberse emancipado de su familia y haber ya iniciado su vida itinerante y misionera. Su ya notable fama de sabio y de milagrero suscita gran expectación en Nazaret. Todos le esperan con curiosidad.

Tal vez, en el fondo sus paisanos deseaban ser testigos en primicias de una enseñanza inédita de aquel joven sabio o de algún milagro portentoso. Nadie quería privarse de tal espectáculo. O posiblemente, alguno de sus paisanos, pensaría hacer negocio redondo  con este afamado hijo del pueblo, convirtiendo la aldea en un centro de turismo religioso y sanitario. 

El caso es que Jesús defrauda a sus paisanos. Lo hace sin contemplaciones. Como nos defrauda también en tantas ocasiones a todos nosotros cuando buscamos tenerle bajo nuestro control y  hacer de la fe o del seguimiento un negocio rentable a nuestro favor o un venero de gratificaciones o de ventajas.

¿Podremos reconocer alguna lección para nosotros? El texto insinúa al menos éstas:

Es dinámica sana y saludable el experimentar el desgarro y la separación del propio ambiente y de las figuras afectivas que nos han acompañado en una etapa de la vida. Para crecer hay que cortar en un cierto momento. Jesús fue Hijo “ex-patriándose” del Abbá; y fue hermano nuestro distanciándose de su familia. Eso no es una grosera rebeldía, es una ley de crecimiento.

Estamos amenazados por la tentación permanente de querer convertir la religión en espectáculo, apoyándola en milagros, en exaltaciones deslumbrantes, en impresionantes movidas, en emociones de vértigo… La fe se autentifica como verdadera cuando viene envuelta de pobreza, discreción, normalidad y sencillez. Es de una altísima madurez cristiana el ver a Dios en las cosas ordinarias, aquellas precisamente que con frecuencia nos resultan cansinas y rutinarias.

Hay veces en las que, para seguir la voluntad de Dios, debemos defraudar y hacer sufrir a los más cercanos y queridos. La docilidad infantil huele a chamusquina. Todos hemos dicho o hemos oído que hay muchas veces en la vida en las que tenemos que decir “no”. Eso, aunque nuestra autoimagen lo acuse y resienta, es robustez de espíritu. Es una forma no popular de imitar a Jesús.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 31 DE ENERO 2018

Marcela de Roma, SantaMarcela de Roma, Santa
Viuda, 31 de enero
Ludovica Albertoni, BeataLudovica Albertoni, Beata
Viuda, 31 de enero
Francisco Javier María Bianchi, SantoFrancisco Javier María Bianchi, Santo
Presbitero Barnabita, 31 de enero
Candelaria de San José, BeataCandelaria de San José, Beata
Fundadora, 31 de enero
Juan Bosco, SantoJuan Bosco, Santo
Memoria Litúrgica, 31 de enero
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