viernes, 26 de enero de 2018

SAN TIMOTEO Y SAN TITO, APÓSTOLES, 26 ENERO


26 de Enero
San Timoteo y San Tito



San Timoteo, obispo y mártir. Año 97.

 San TimoteoTimoteo significa: tengo un gran respeto a Dios.
San Timoteo fue un discípulo muy amado de san Pablo. Era de Listra. Los Hechos de los Apóstoles dicen: Había en Listra un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. Los creyentes de la ciudad y de los alrededores daban de él muy buenos testimonios. Pablo quiso que se fuera con él.

San Pablo le impuso las manos y le confió el misterio de la predicación, y en adelante lo consideró siempre como un hijo suyo y un discípulo muy amado. En la carta a los Corintios, el apóstol lo llama "Timoteo: mi hijo amado" (1 Cor. 4,7) y de la misma manera lo llama en las dos cartas que le escribió a él.

Timoteo acompañó a San Pablo en su segundo y tercer viajes misioneros. El apóstol al escribirle más tarde le recordará lo buena que fue su familia: "Quiero refrescar el recuerdo de la gran fe que había en tu familia: en tu abuela Loida y en tu madre Eunice. Que esa fe se conserve en ti, ya que desde tu más tierna infancia te hicieron leer y meditar las Sagradas Escrituras" (1 Tim. 1,5;4,14)

La familia de Timoteo progresó mucho en santidad cuando San Pablo y San Bernabé estuvieron hospedados en su casa en Listra. Y allí aquella ciudad les sucedió a los dos apóstoles un hecho muy singular.

Las gentes al ver cómo Pablo curó instantáneamente a un tullido, bendiciéndolo en nombre de Jesucristo, se imaginaron que estos predicadores eran dos dioses disfrazados de homjbres.

Que Bernabé, por alto y elegante, era Júpiter, y que Pablo, por lo bien que hablaba, era Mercurio, el mensajero de los dioses y patrono de los oradores. Y corrieron a llamar a los sacerdotes del Templo de Júpiter, los cuales llegaron trayendo un toro para ofrecérselo en sacrificio a los dos dioses. San Pablo se dio cuenta del engaño en que estaban, y rasgándose la camisa les gritó: "Hombres, nosotros no somos dioses, somos pobres criaturas como todos ustedes."

Y entonces la situación cambió por completo. Los judíos incitaron al populacho contra los predicadores y los apedrearon dejándolos medio muertos. Fueron llevados a casa de Timoteo y allí les hicieron las curaciones más necesarias y en la madrugada salieron de la ciudad. Seguramente que a Timoteo le debió impresionar muy profundamente el modo tan extraordinariamente heroico y alegre que tenía San Pablo para ofrecer sus padecimientos por amor a Dios y por la salvación de las almas, y esto lo movió más y más a dedicarse a seguirlo en sus trabajos de apostolado.

Después de viajar con él en sus correrías de predicación por varios países, Timoteo acompañó a San Pablo en la prisión que tuvo que sufrir en Roma, pues en las cartas que desde Roma escribió el gran apóstol anuncia que lo está acompañando Timoteo, su fiel discípulo.

Muy famosas son las dos cartas de San Pablo a Timoteo. En ellas le recomienda: "Que nadie te desprecie por tu juventud. Muéstrate en todo un modelo para los creyentes, por la palabra, la conducta, la caridad, la pureza y la fe"(1 Tim. 4,12) y hasta desciende a detalles prácticos: "Timoteo: no tomes sólo agua. Mézclale de vez en cuando un poco de vino, por tus continuos males de estómago" (1 Tim. 5,23).

El historiador Eusebio dice que San Pablo nombró a Timoteo como obispo de Efeso, y San Juan Crisóstomo afirma que fue nombrado presidente de los obispos de esa región. Se cuenta también que en tiempos del emperador Domiciano, hacia el año 97, Timotio fue martirizado, apaleado y apedreado por haber tratado de impedir una fiesta muy corrompida en aquella ciudad.

San Juan Crisóstomo y San Jerónimo narran que junto a los restos o reliquias de San Timoteo, los cristianos obtenían muy grandes favores de Dios (y ojalá los obtengamos también hoy nosotros al recordarlo con cariño).

Lo que más simpatía le atrae a San Timoteo es haber sido discípulo siempre fiel y muy preferido del gran San Pablo. (Que bueno que él nos prendiera un poquito de su aprecio por las palabras de tan gran apóstol).


San Tito, obispo (Siglo I).
 San PabloTito fue discípulo y secretario de San Pablo. Acompañó al apóstol en muchos de sus viajes. En las dos cartas a los Corintios San Pablo declara que él confía plenamente en su discípulo Tito, y a él lo envía a tratar de que los cristianos cumplan lo que les ha dicho en sus cartas. Y después dice que ha quedado muy satisfecho por las noticias que Tito le ha traído.

San Pablo lo nombró obispo de la isla de Creta y le escribió una bella carta, señalándole las cualidades que deben tener los sacerdotes.
Parece que murió muy anciano y venerado. Tito significa: defensor. Que él sea nuestro defensor contra los errores que atacan a nuestra religión.

SANTORAL DE HOY VIERNES 26 ENERO 2018

Gabriel María Allegra, BeatoGabriel María Allegra, Beato
Presbítero, 26 de enero
Agustín Erlandsön, SantoAgustín Erlandsön, Santo
Obispo, 26 de enero
Alberico, SantoAlberico, Santo
Abad, 26 de enero
Paula, SantaPaula, Santa
Patrona de las Viudas, 26 de enero
Miguel Kozal, BeatoMiguel Kozal, Beato
Obispo y Mártir, 26 de enero
Timoteo y Tito, SantosTimoteo y Tito, Santos
Memoria Litúrgica, 26 de enero

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 26 ENERO 2018


Lecturas de hoy Santos Timoteo y Tito
Hoy, viernes, 26 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 
(1,1-8):

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, llamado a anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido; te deseo la gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con pura conciencia, como mis antepasados, porque tengo siempre tu nombre en mis labios cuando rezo, de noche y de día. Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando la memoria de tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y que estoy seguro que tienes también tú. Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 95,1-2a.2b-3.7-8a.10

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey, 
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.




Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-9):
Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir.
Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.
No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.
En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa."
Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros.
Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa.
En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios está cerca de vosotros."




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 26 de enero de 2018
 Severiano Blanco, cmf


Queridos Hermanos

No es mala ocurrencia la de contemplar hoy, cerca del gran misionero de Tarso, a dos de sus numerosos discípulos y colaboradores, Timoteo y Tito. Pero es indudable que el título de “obispos”, que les conceden los libros litúrgicos, les viene muy pequeño.  Distintos en su relación con el gran difusor del cristianismo, Timoteo y Tito tuvieron en común el privilegio irrepetible, con la consiguiente responsabilidad, de ser receptores inmediatos de la herencia apostólica. Timoteo, una vez que Pablo le conquista para su  misión en Europa, será su colaborador de por vida; hasta podríamos decir su alter ego. Tito debió de acompañar a Pablo solamente una breve temporada, mientras desde Éfeso organizaba en Corinto la gran colecta para aliviar las carencias de la Iglesia de Jerusalén.

El apóstol nos dejó sus expresiones de elogio y agradecimiento para uno y otro. De Timoteo dice a los filipenses: “espero enviárosle pronto, para saber yo de vosotros y quedar tranquilo. No tengo a nadie de un espíritu como el suyo, que tan cordialmente se interese por vosotros… Ha servido conmigo al evangelio como un hijo junto a su padre” (Flp 2,19-22). Y a los de Corinto escribe: “Bendito sea Dios que pone tanto afán por vosotros en el corazón de Tito, pues aceptó mi ruego y, más solícito que nunca, por propia iniciativa, fue a donde vosotros… Es compañero y colaborador mío en lo referente a vosotros” (2Co 8,16s.23). Sin tanto frescor y lozanía, las cartas pseudónimas a Timoteo y Tito, más tardías y de índole predominante disciplinar, se hacen también eco de lo que estos “hijos verdaderos en la fe” (1Tim 1,2; Tito 1,4) significaron para Pablo. Sin duda es muchísimo lo que la Iglesia debe a estos dos santos, a su fidelidad en “guardar el depósito” (1Tim 6,20; 2Tim 1,14). Gracias a ellos permanecemos nosotros en la Iglesia “apostólica”. No es improbable que ellos mismos hayan conservado materialmente algunos de los escritos paulinos, tesoros de valor indecible para la posteridad.    

Al recordar a estos colaboradores de Pablo, la Iglesia nos invita a considerar que la misión no se agota en los apóstoles de primera hora, que ya Jesús envió a muchos más a evangelizar (“a otros 72”, el número de las naciones paganas), pues la mies es mucha… Y, junto la advertencia sobre la urgencia, se nos orienta acerca de cómo realizar la misión: 
a.- Dispuestos al martirio (“ovejas y lobos”), pues habrá que criticar a ciertos intereses opuestos al proyecto de Dios. 
b.- En gran desprovisión (“sin alforjas”), pues se trata de anunciar al Dios providente.
c.- Transmitiendo siempre paz, que es el don de los tiempos mesiánicos.
d.- En gran cercanía a los evangelizandos, participando de su mesa y de su vida.
e.- Acompañando la palabra con acciones salvíficas: mitigar el dolor y suscitar salud.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

FELIZ VIERNES




jueves, 25 de enero de 2018

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 25 DE ENERO 2018


Lecturas de hoy Conversión de San Pablo
Hoy, jueves, 25 de enero de 2018


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (22,3-16):

En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crié en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran. Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Yo pregunté: "¿Quién eres, Señor?" Me respondió: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues." Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz. Yo pregunté: "¿Qué debo hacer, Señor?" El Señor me respondió: "Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer." Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: "Saulo, hermano, recobra la vista." Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: "El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados."»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 116,1.2

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R/.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (16,15-18):

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy jueves, 25 de enero de 2018
 Severiano Blanco, cmf


Queridos Hermanos

El título de la fiesta de hoy no es muy acertado. San Pablo no fue un convertido. Él lo negaría taxativamente. En sus cartas jamás se pone a sí mismo como sujeto del verbo “convertirse”, ni se aplica el sustantivo “conversión”. Más aún, cuando habla de su pasado, lo que destaca es su intachabilidad, su permanente entrega a la causa de Dios, con fidelidad rayana en el fanatismo. “He servido a Dios con tanto fervor…”, le hace decir el autor de Hechos. Y él afirma que, desde joven, aventajaba a sus coetáneos en entusiasmo por sus tradiciones religiosas (Gal 1,14), y que “en lo referente a la observancia de la Ley fue irreprochable” (Flp 3,6). Buscó siempre la fidelidad a la alianza. Y nunca cambió de religión; el Pablo cristiano continuó siendo israelita; en su último escrito afirma con sano y agradecido orgullo: “también yo soy judío, de la tribu de Benjamín” (Rom 11,1).

Entonces, ¿qué celebramos hoy? El encuentro de Saulo con el Mesías de sus esperanzas, y su comprensión inicial de que, con la glorificación de Jesús de Nazaret, se ha abierto un nuevo camino salvífico, el de la fe, accesible por igual a judíos y gentiles. Saulo entendió este encuentro como un salto cualitativo en su crecimiento religioso: “el que me separó desde el seno materno… tuvo a bien revelarme a su Hijo para que le anuncie a los paganos” (Gal 1,16). Probablemente Pablo ya era misionero judío, al servicio del Yahvé de la alianza y las promesas; ahora madura el objeto de su anuncio: Yahvé ha cumplido esas promesas, y a ellas se accede por la fe en su Hijo Jesucristo.

Fue una iluminación y capacitación para una nueva singladura, una experiencia religiosa de densidad apenas imaginable. Saulo-Pablo salió de su conformismo y sus “buenas costumbres”, relativizó algunas de sus formulaciones religiosas, percibió  horizontes más amplios y a ellos se lanzó. El poder de Yahvé le concedió obtener, de forma casi instantánea, lo que Jesús de Nazaret había logrado inculcar trabajosamente en sus discípulos galileos, judíos observantes, durante años de convivencia. Y Pablo respondió generosamente a esta intervención de Dios: “por la gracia de Dios soy lo que soy… y su gracia no se ha frustrado en mí” (1Cor 15,10).

Su entrega tendrá dos vertientes: la mística de identificación con el Crucificado-Resucitado y la dedicación infatigable a darle a conocer. Y ambas siempre en tensión hacia más: “no lo tengo ya logrado, sigo corriendo por ver si…” (Flp 3,12). La mística de Pablo se cifrará en vivir en Cristo y desde Cristo: “ser hallado en él, en el poder de su resurrección y la comunión con sus padecimientos” (Flp 3,9s). Será experiencia de amor que le “apremiará” (2Cor 5,14) compulsivamente a la misión. El fruto de ese arrojo apostólico lo presenta así en su última carta: “desde Jerusalén hasta la Iliria, y en todas las direcciones, lo he llenado todo del evangelio de Cristo” (Rom 15,19).

El Pablo de la “conversión” (¿?) nos habla de desinstalación religiosa, de apertura y docilidad a nuevas luces, y de la pasión creciente con que debe vivirse la causa de Dios.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, 25 ENERO


25 de Enero
La Conversión de San Pablo




La Sagrada Biblia, en el capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles, narra así La Conversión de San Pablo:La Conversión de San Pablo
"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.
Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".

Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.

Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.

Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".

El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".

Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.

Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".

Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

Apóstol San Pablo: que tu conversión sea como un ideal para todos y cada uno de nosotros. Que también en el camino de nuestra vida nos llame Cristo y nosotros le hagamos caso y dejemos nuestra antigua vida de pecado y empecemos una vida dedicada a la santidad, a las buenas obras y al apostolado.

Si lo que busco es agradar a la gente, no seré siervo de Cristo.

SANTORAL DE HOY JUEVES 25 ENERO 2018

Antonio Swiadek, BeatoAntonio Swiadek, Beato
Prebítero y Mártir, 25 de enero
La conversión de San PabloLa conversión de San Pablo
Fiesta litúrgica, 25 de enero
Gregorio Nacianceno, SantoGregorio Nacianceno, Santo
Doctor de la Iglesia, 25 de enero
Francesco Zirano, BeatoFrancesco Zirano, Beato
Sacerdote y Mártir, 25 de enero
Ananías, SantoAnanías, Santo
Bautizó a San Pablo, 25 de enero
Artemio, SantoArtemio, Santo
Mártir, 25 de enero
Bretanión de Tomis, SantoBretanión de Tomis, Santo
Obispo, 25 de enero
Popón, SantoPopón, Santo
Abad, 25 de enero
Arcángela Girlani, BeataArcángela Girlani, Beata
Virgen Carmelita, 25 de enero
Manuel Domingo y Sol, BeatoManuel Domingo y Sol, Beato
Sacerdote y Fundador, 25 de enero
María Antonia (Teresa) Grillo. BeataMaría Antonia (Teresa) Grillo. Beata
Viuda y Fundadora, 25 de enero
Antonio Migliorati de Amándola, BeatoAntonio Migliorati de Amándola, Beato
Presbítero, 25 de enero
Enrique Suso, BeatoEnrique Suso, Beato
Presbítero Dominico, 25 de enero

BUENOS DÍAS




miércoles, 24 de enero de 2018

SAN FRANCISCO DE SALES, OBISPO, PATRONO DE LOS PERIODISTAS, 24 ENERO

24 de enero
San Francisco de Sales
Obispo, patrono de los periodistas
(1567-1622)




Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se ganó el premio "patrono de los periodistas".

Escribía como un ángel. De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura.

Montañés de cuerpo entero, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales. Familia exquisita. Le llevan a estudiar a la universidad de París. Luego a Padua. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Hay un libro: "Introducción a la vida devota", cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquello tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

"¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?"

Hay una amistad que no se puede olvidar: la que mantuvo con Juana Chantal; con ella fundó la Orden de la Visitación.

Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.

Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referida a nuestro santo.

Se cuenta que al hacerle al autopsia, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato.

Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

San Francisco de Sales escribió: "No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo"

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 24 ENERO 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 24 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (7,4-17):

En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta hoy, no he habitado en una casa, sino que he viajado de acá para allá en una tienda que me servía de santuario. Y, en todo el tiempo que viajé de acá para allá con los israelitas, ¿encargué acaso a algún juez de Israel, a los que mandé pastorear a mi pueblo Israel, que me construyese una casa de cedro?" Pues bien, di esto a mi siervo David: "Así dice el Señor de los ejércitos: Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo; si se tuerce, lo corregiré con varas y golpes como suelen los hombres, pero no le retiraré mi lealtad como se la retiré a Saúl, al que aparté de mi presencia. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."» 
Natán comunicó a David toda la visión y todas estas palabras.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 88,4-5.27-28.29-30

R/. Le mantendré eternamente mi favor

Sellé una alianza con mi elegido, 
jurando a David, mi siervo: 
«Te fundaré un linaje perpetuo, 
edificaré tu trono para todas las edades.» R/. 

«Él me invocará: "Tú eres mi padre, 
mi Dios, mi Roca salvadora"; 
y yo lo nombraré mi primogénito, 
excelso entre los reyes de la tierra.» R/.

«Le mantendré eternamente mi favor, 
y mi alianza con él será estable; 
le daré una prosperidad perpetua 
y un trono duradero como el cielo.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,1-20):

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. 
Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.» 
Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
Él les dijo: «A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que, por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen."» 
Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 24 de enero de 2018
Severiano Blanco, cmf
Queridos hermanos:

Algún experto ha dicho que la parábola de hoy debería llamarse “del sembrador impertérrito”. Efectivamente hace falta tener moral para, después de tanto fracaso, continuar esparciendo semillas, en una geografía en la que, por un agente u otro,  termina secándose o siendo devorada. Pero, gracias a ese tesón, la semilla finalmente “siente la caricia del terruño y abre sus entrañas a la vida”, según celebra la conocida zarzuela.

Jesús debió de decir esta parábola a gente desencantada, que le tildaba de ingenuo y le invitaba a abrir los ojos: ¿no te das cuenta, Maestro, de que cada uno está a lo que está? ¿de que ese asunto del Reino te interesa a ti y cuatro infelices más? ¿de que te persiguen las autoridades religiosas y las civiles? ¿de que entre tus mismos seguidores hay más envidiejas y ambición que concordia? A pesar de tan “razonables” advertencias, Jesús siguió sembrando esperanzado.

La parábola del sembrador está emparentada con las de la levadura y del grano de mostaza; son las designadas como “parábolas del contraste”: en algo aparentemente insignificante se encierra un potencial increíble. “Demos tiempo al tiempo”, suele decirse.

A la parábola sigue una explicación, probablemente no original de Jesús, cuyo lenguaje era suficientemente claro, sino de la Iglesia primitiva. La existencia de esta Iglesia es la demostración de que los afanes de Jesús no fueron vanos; ella es su fruto. Pero un fruto no exento de riesgos de malograrse. Hay creyentes “despistados”, olvidadizos, o tan ocupados en otros asuntos que su fe puede terminar desvitalizándose, asfixiada en el barullo de lo intranscendente, frívolo, o, sencillamente, secundario, que ha logrado ocupar el puesto principal. Llamadas muy oportuna. ¿Dónde fijo yo la atención?

Entre parábola y explicación (o aplicación) hay un texto difícil. Una traducción defectuosa de la lengua de Jesús al griego acaba dejándonos la impresión de que Jesús tuviese mala intención para con algunos: “no sea que se conviertan y se les perdone” (!!!). Muy probablemente quiso decir: “todo les resulta un enigma (en vez de parábola), salvo que cambien de actitud…”. Es decir, lo de Jesús resulta ininteligible para quien se sitúa deliberadamente “fuera”, para quien se hace el escéptico y se queda a la expectativa. Además de inteligencia requiere empatía, candor de corazón, cercanía… A Jesús le entienden los seguidores; dar explicaciones a endurecidos es perder el tiempo. El marinero del romance medieval decía: “yo no digo esa canción sino a quien conmigo va”.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 24 ENERO 2018

Marie (María) Poussepin, BeataMarie (María) Poussepin, Beata
Fundadora, 24 de enero
Timoteo Giaccardo, BeatoTimoteo Giaccardo, Beato
Sacerdote, 24 de enero
Paula Gambara Costa, BeataPaula Gambara Costa, Beata
Terciaria Franciscana, 24 de enero
Francisco de Sales, SantoFrancisco de Sales, Santo
Memoria Litúrgica. 24 de enero
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...