sábado, 25 de noviembre de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE LA SOLEMNIDAD DE CRISTO REY, DOMINGO 26 NOVIEMBRE 2017

Lecturas del Domingo 34º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Domingo, 26 de noviembre de 2017
Solemnidad de Cristo Rey



Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (34,11-12.15-17):

Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios–. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrio.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 22,1-2a.2b-3.5.6

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta: 
en verdes praderas me hace recostar. R/. 

Me conduce hacia fuentes tranquilas 
y repara mis fuerzas; 
me guía por el sendero justo, 
por el honor de su nombre. R/. 

Preparas una mesa ante mí, 
enfrente de mis enemigos; 
me unges la cabeza con perfume, 
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan 
todos los días de mi vida, 
y habitaré en la casa del Señor 
por años sin término. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,20-26.28):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.

Palabra de Dios


Evangelio
Evangelio según san Mateo (25,31-46, del domingo, 26 de noviembre de 2017



Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»




Comentario al Evangelio del domingo, 26 de noviembre de 2017
Fernando Torres cmf


¿Quién es el juez?

      La parábola de hoy es fácil de entender. Estamos en un momento solemne: el juicio final. El momento en que se valorarán nuestras acciones, se pesará cada uno de nuestros actos. La parábola nos dice que en aquel momento Dios separará a unos de otros, a los buenos de los malos. Exactamente como un pastor separa en su rebaño a las ovejas de las cabras. ¿Quién es quién? Casi todos al escuchar la parábola no tenemos duda en identificar a las ovejas y a las cabras. A la derecha se sitúan las ovejas, los justos, los que han pasado la vida haciendo el bien. Los que se sitúan a la izquierda son las cabras, los malos, los que se han portado mal.

      Tampoco nos resulta difícil identificar a los receptores de las buenas acciones de los buenos y de las malas acciones de los malos. Jesús lo deja claro. Son los más necesitados, los últimos de la sociedad, los despreciados y dejados de lado. Son los que tienen hambre, los forasteros, los que están desnudos, los que están enfermos y en la cárcel. Es interesante observar que los buenos son buenos por lo bien que han tratado a esos, a los últimos, a los que nadie quiere ni valora. Y el rey, Dios mismo, se identifica con ellos. No dice que los buenos sean buenos porque han tratado bien a los pobres, a los enfermos y a los encarcelados. Dice que son buenos porque le han tratado bien a él mismo. Dios se identifica con los pobres. Así lo ha afirmado siempre la tradición cristiana. Lo que se hace a los pobres se hace a Dios mismo. Hay que tener buena vista para descubrir en los pobres, en los últimos, a Dios mismo. Esta ya es una importante lección para este domingo con el que termina el año litúrgico. Es la última lección, la más importante, el resumen de lo aprendido en todo el año. Nos salvaremos por el modo como tratamos a Dios mismo en la figura de los pobres, los enfermos, los encarcelados... Y pobre del que no se haya enterado de que en ellos está presente Dios mismo. Los pobres son sacramento de Dios para nosotros. 

      Un último detalle. A la hora de identificar a los personajes de la parábola, nos suele resultar fácil identificarnos con los pobres que necesitan ayuda, con los buenos que les tratan bien o con los malos que los dejan de lado. Pero reconozcamos que en la práctica con quien nos identificamos muchas veces es con el juez. Nos gusta ser jueces de nuestros hermanos y determinar quiénes deberían estar a la derecha y quienes a la izquierda, quienes son los buenos y quienes los malos. Última parte de la lección: nunca ser jueces de nadie, porque ese puesto se lo ha reservado Dios a sí mismo. Que no se nos olvide, que es muy importante.


Para la reflexión

      ¿Con qué ojos miramos a los pobres, a los necesitados, a los enfermos, a los encarcelados? ¿Vemos en ellos a Cristo o simplemente les despreciamos? ¿Cuántas veces juzgamos a nuestros hermanos? ¿Cuántas veces ocupamos el lugar de jueces, ese lugar que Dios se ha reservado a sí mismo? 

SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, 25 NOVIEMBRE


 


EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 25 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Sábado de la 33ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, sábado, 25 de noviembre de 2017




Primera lectura
Lectura del primer libro de los Macabeos (6,1-13):

En aquellos días, el rey Antíoco recorría las provincias del norte, cuando se enteró de que en Persia había una ciudad llamada Elimaida, famosa por su riqueza en plata y oro, con un templo lleno de tesoros: escudos dorados, lorigas y armas dejadas allí por Alejandro, el de Filipo, rey de Macedonia, que había sido el primer rey de Grecia. Antíoco fue allá e intentó apoderarse de la ciudad y saquearla; pero no pudo, porque los de la ciudad, dándose cuenta de lo que pretendía, salieron a atacarle. Antíoco tuvo que huir, y emprendió el viaje de vuelta a Babilonia, apesadumbrado. Entonces llegó a Persia un mensajero, con la noticia de que la expedición militar contra Judá había fracasado: Lisias, que había ido como caudillo de un ejército poderoso, había huido ante el enemigo; los judíos, sintiéndose fuertes con las armas y pertrechos, y el enorme botín de los campamentos saqueados, habían derribado el arca sacrílega construida sobre el altar de Jerusalén, habían levantado en torno al santuario una muralla alta como la de antes, y lo mismo en Betsur, ciudad que pertenecía al rey. Al oír este informe, el rey se asustó y se impresionó de tal forma que cayó en cama con una gran depresión, porque no le habían salido las cosas como quería. Allí pasó muchos días, cada vez más deprimido. 
Pensó que se moría, llamó a todos sus grandes y les dijo: «El sueño ha huído de mis ojos; me siento abrumado de pena y me digo: "¡A qué tribulación he llegado, en qué violento oleaje estoy metido, yo, feliz y querido cuando era poderoso!" Pero ahora me viene a la memoria el daño que hice en Jerusalén, robando el ajuar de plata y oro que había allí, y enviando gente que exterminase a los habitantes de Judá, sin motivo. Reconozco que por eso me han venido estas desgracias. Ya veis, muero de tristeza en tierra extranjera.»

Palabra de Dios

___________

Salmo
Sal 9,2-3.4.6.16.19

R/. Gozaré, Señor, de tu salvación

Te doy gracias, Señor, de todo corazón, 
proclamando todas tus maravillas; 
me alegro y exulto contigo 
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R/.

Porque mis enemigos retrocedieron, 
cayeron y perecieron ante tu rostro. 
Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío 
y borraste para siempre su apellido. R/.

Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron. 
Él no olvida jamás al pobre, 
ni la esperanza del humilde perecerá. R/.

___________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (20,27-40):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.»
Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»
Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro.»
Y no se atrevían a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy sábado, 25 de noviembre de 2017
Bonifacio Fernandez, cmf



Queridos amigos y amigas:

La fe cristiana es una actitud humana compleja; implica varias dimensiones y desempeña diversas funciones. La fe es el fundamente de la esperanza: creemos y por eso esperamos. Y la esperanza es el horizonte de la fe. Esperamos y por eso creemos. La actitud creyente se basa en el testimonio de Dios; Dios mismo se comunica, nos habla. Antes de fijarnos en lo que Dios dice, es importantísimo caer en la cuenta de que Dios habla, de que da testimonio de si mismo, se dirige a nosotros, nos interpela. Es el Dios vivo y personal. Es el Dios de la historia. Su nombre lleva las huellas históricas: Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, Dios de vivos. En él todos están vivos.

Jesús lee de una manera nueva la teofanía de la zarza. Descubre en ella una nueva revelación y sentido: la resurrección de los muertos. Así responde Jesús a la cuestión casuística de los saduceos. Ellos no admiten la resurrección de los muertos. Sus argumentos son pintorescos. La respuesta de Jesús insiste en la novedad de la resurrección. En la vida resucitada las relaciones son diferentes.

Además de este fundamento la fe cristiana tiene importantes funciones. Libera del miedo; libra de la autosuficiencia, del poder destructor de la ignorancia de Dios, del temor a la muerte. La fe en el Dios de vivos tiene fuerza en si misma para vencer el temor a la muerte; tiene luz para iluminar la oscuridad de la vida y de la muerte; tiene coraje para superar el miedo que nos paraliza; cura las heridas de las fracasos en la lucha por cambiar este mundo y convertirlo en reino de Dios. ¿Nos dan miedo los poderes de este mundo, especialmente, el poder de la muerte? Nuestra fe es fe en el Dios vivo y resucitador. No nos deja encerrarnos en lo finito e inmediato. Nos mantiene despiertos, enhiestos, con capacidad de lucha y de superación hacia el futuro. Tiene siempre una pregunta de más para nuestras respuestas.

La fe cristiana es confianza en el Dios que hace posible lo que parece imposible; que cumple sus promesas, a veces por caminos desconocidos para nosotros; que resucita a los muertos.

Vuestro hermano en la fe.
Bonifacio Fernández cmf

SANTORAL DE HOY SÁBADO 25 NOVIEMBRE 2017

Isabel Achler, BeataIsabel Achler, Beata
Reclusa Franciscana, 25 de noviembre
Santiago Meseguer Burillo, BeatoSantiago Meseguer Burillo, Beato
Mártir Dominico, Noviembre 25
Jacinto Serrano López, BeatoJacinto Serrano López, Beato
Mártir Dominico, Noviembre 25
Beatriz de Ornacieux, BeataBeatriz de Ornacieux, Beata
Monja Cartuja, Noviembre 25
Garcia, SantoGarcia, Santo
Abad, Noviembre 25
Luis Beltrame Quattrocchi y María Corsini, BeatosLuis Beltrame Quattrocchi y María Corsini, Beatos
Memoria conjunta, 25 de noviembre
Catalina de Alejandría, SantaCatalina de Alejandría, Santa
Memoria Litúrgica, 25 de noviembre

FELIZ FIN DE SEMANA




viernes, 24 de noviembre de 2017

UNA HISTORIA CON DOS MUJERES Y UN MILAGRO EN TUCUMÁN

Una historia con dos mujeres y un milagro en Tucumán
Milagro aprobado para la beatificación de Madre Catalina de María


Por: n/a | Fuente: madrecatalinademaria 



Muchas son las gracias concedidas por Madre Catalina de María. Se la invoca principalmente en casos de dificultades para tener hijos pero también con enfermedades concretas en donde se ha apreciado su poder de mediación ante Dios. Porque las gracias y milagros las hace Él y los santos o personas a quienes invocamos son los mediadores de ese favor. Sucintamente describimos la gracia aprobada por la Congregación de la Causa de los Santos.
Una noche de abril en la ciudad de Tucumán, en donde las Hermanas Esclavas tienen un Colegio, la madre de una profesora del mismo de menos de 60 años, sufrió una muerte súbita. Auxiliada por su hija, su esposo y un vecino y temiendo por los síntomas, de que estaba muerta la llevaron a una clínica distante a varias cuadras a donde llegaron más de quince minutos después. Los médicos intentaron la reanimación mientras la familia afuera rezaba, sin saberla bien, la oración a Madre Catalina. Pasados aproximadamente veinte minutos de vanos intentos para lograr que el corazón volviese a funcionar, el médico les dijo a los familiares que la señora había fallecido.
La hija y el esposo le pidieron al facultativo que siguiera intentando pues estaban seguros que Madre Catalina también estaba actuando con ellos. El médico sin saber bien porqué ya que había cumplido con todos los protocolos, hizo un nuevo esfuerzo y comprobó que aunque había decretado la muerte biológica, la señora comenzaba a tener actividad cardíaca. La trasladaron a la unidad coronaria para una mejor atención a la vez que diagnosticaron edema pulmonar y grave afección cerebral con lo cual el pronóstico de supervivencia era acotado y en caso que se diera quedaría con enormes secuelas.
Mientras tanto comenzaron las cadenas de oración y las alumnas del Colegio rezaban fuertemente por la curación de la mamá de su profesora. Inesperadamente a las 24 horas hablaba correctamente, se movía y fue evolucionando de un modo asombroso. Estuvo en la clínica más por precaución que por necesidad diez días más y regresó a su casa sin necesidad de rehabilitación y sin ninguna secuela haciendo vida normal a 20 años de aquella situación.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 24 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Viernes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, viernes, 24 de noviembre de 2017





Primera lectura
Lectura del primer libro de los Macabeos (4,36-37.52-59):

En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: «Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo.»
Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión. El año ciento cuarenta y ocho, el día veinticinco del mes noveno, que es el de Casleu, madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el nuevo altar de los holocaustos recién construido. En el aniversario del día en que lo habían profanado los paganos, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y platillos. Todo el pueblo se postró en tierra, adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito. Durante ocho días, celebraron la consagración, ofreciendo con júbilo holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y rodelas. Consagraron también el portal y las dependencias, poniéndoles puertas. El pueblo entero celebró una gran fiesta, que canceló la afrenta de los paganos. Judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar, con solemnes festejos, durante ocho días, a partir del veinticinco del mes de Casleu.

Palabra de Dios

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Salmo
1Cro 29,10.11abc.11d-12a.12bed

R/. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso

Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, 
por los siglos de los siglos. R/.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, 
la gloria, el esplendor, la majestad, 
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.

Tú eres rey y soberano de todo. 
De ti viene la riqueza y la gloria. R/.

Tú eres Señor del universo, 
en tu mano está el poder y la fuerza, 
tú engrandeces y confortas a todos. R/.

__________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,45-48):

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."»
Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy viernes, 24 de noviembre de 2017
Bonifacio Fernandez, cmf



Queridos amigos:

Si algo resulta claro de esta lectura del Evangelio de hoy es que dios no es a nuestra imagen y semejanza. Tenemos que tomar en serio la revelación de Dios en Jesús.

Dios no es ningún ser impasible, apático, inmutable, imagen legada del mundo griego. El Dios revelado por Jesús es una presencia "alterada", indignada, en definitiva, apasionada.

Jesús es una presencia apasionada por el Absoluto. Él no adora sino a Dios. En la expulsión de los mercaderes del templo, Jesús hace estallar el viejo y suntuoso templo de Jerusalén. "Destruid este templo y en tres días lo reedificaré. Se refería al templo de su cuerpo". Es decir, que el lugar privilegiado para el encuentro con Dios ya no es un lugar por muy majestuoso que sea. A Dios se le encuentra en el nuevo templo que es el Señor Resucitado y en las piedras vivas, hombres y mujeres que se reúnen en torno al Señor muerto y resucitado. Los edificios de piedra son sólo realidades funcionales: espacios para Dios y para relacionarse con Él. El gesto profético de Jesús, expulsando a los vendedores, es una llamada a la autenticidad, a la seriedad en nuestras relaciones con Dios: a no convertir a Dios en un ídolo en torno al cual se montan negocios, a no utilizar el nombre de Dios para intereses egoistas y mundanos.

¿Cómo nos relacionamos nosotros con nuestro Dios? ¿Tenemos templos que son como ídolos? ¿O los empleamos para glorificar a nuestro yo?

Recordemos. Sólo Dios es el Absoluto. Adorarle sólo a Él libera a los hombres y a la humanidad.

Vuestro hermano en la fe.
Bonifacio Fernández cmf

SANTORAL DE HOY VIERNES 24 NOVIEMBRE 2017

María Ana Sala, BeataMaría Ana Sala, Beata
Monja Marcelina, 24 de noviembre
Andrés Dung-Lac y 116 compañeros, SantosAndrés Dung-Lac y 116 compañeros, Santos
Mártires, 24 de noviembre
Fermina (Firmina) de Amelia, SantaFermina (Firmina) de Amelia, Santa
Mártir, Noviembre 24
Bálsamo de Cava, BeatoBálsamo de Cava, Beato
Abad, Noviembre 24
Pedro Dumoulin-Borie y compañeros, SantosPedro Dumoulin-Borie y compañeros, Santos
Sacerdotes y Mártires, Noviembre 24
Flora y María, SantasFlora y María, Santas
Mártires, 24 de noviembre

BUENOS DÍAS!!!





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