miércoles, 25 de octubre de 2017

NOVENA A SAN MARTÍN DE PORRES, DEL 25 OCTUBRE AL 2 NOVIEMBRE


Hoy 25 de octubre se inicia la Novena a San Martín de Porres, patrono de los barberos

 (ACI).- “San Martín, siguiendo las enseñanzas del Divino Maestro, amó con profunda caridad, nacida de una fe inquebrantable y de un corazón desprendido a sus hermanos… Amaba a sus prójimos con la benevolencia propia de los héroes de la fe cristiana”, así se expresó San Juan XXIII del gran San Martín de Porres, patrono de los barberos. 

“Asistía complaciente a los enfermos; proporcionaba comida, vestidos y medicinas a los débiles; favorecía con todas sus fuerzas a los campesinos, a los negros y a los mestizos que en aquel tiempo desempeñaban los más bajos oficios, de tal manera que fue llamado por la voz popular Martín de la Caridad”, describió el Pontífice.

Cercanos a su fiesta litúrgica, que se conmemora cada 3 de noviembre, aquí una novena para pedir la intercesión de San Martín de Porres, el Santo de la escoba.




Primer Día de la Novena a San Martín de Porres


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día primero

Al instruirse el niño Martín en las primeras nociones propias de su edad, comenzaba también a conocer a Dios que ya desde entonces vino a ser la razón y divisa de su conducta. Púsose luego bajo la enseñanza de un maestro que era barbero-cirujano, que en aquel tiempo no sólo sabían el arte propio de la barbería, sino también el de curar las enfermedades más Corrientes... Preveía Martín el bien que podía prestar a sus prójimos, y así gustaba de tal oficio gozoso de poder ser un día útil a sus semejantes. Donde se ve, cómo la Divina Providencia iba orientando a su Siervo, preparándolo para los fines a que lo destinaba.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Segundo Día de la Novena a San Martín de Porres

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día segundo

Era tan firme la fe de fray Martín, que suspiraba pidiendo a Dios la gracia de morir por defenderla. Por su parte empleaba el tiempo que le quedaba libre, en enseñar la doctrina cristiana a los indios y negros en Lima; luego se iba a Limatambo, distante media legua de la ciudad, y a otras haciendas vecinas, donde enseñaba a los humildes trabajadores y esclavos, consolándolos en sus trabajos y enfermedades, e inspirándolos amor a la Cruz. Hubiera querido multiplicarse, para llevar a todas partes el conocimiento de Dios. El Señor le concedió la gracia especialísima, de actuar al parecer a la vez en dos lugares en cuya virtud, le vemos instruyendo y consolando a los sufridos negros en el Africa y otros lugares apartados.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Tercer Día de la Novena a San Martín de Porres

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día tercero

Fray Martín, no obstante el conservarse en la gracia bautismal, se consideraba el peor de los nacidos, e indigno del hábito que llevaba; y a imitación de su Santo Patriarca, oraba casi toda la noche, disciplinándose hasta por tres veces de un modo cruel. No perdía ocasión de humillarse, gozando cuando se veía despreciado o insultado. Cuando le honraban personas distinguidas, corría a un lugar oculto, y se disciplinaba duramente; si no se le proporcionaba lugar a propósito, se abofeteaba diciendo: -Pobre infeliz ¿cuando mereciste?.., No seas soberbio; bien conoces que eres un ruin, que naciste para esclavo de estos señores, y que sólo por amor a Dios pueden sufrirte tantos religiosos santos.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Cuarto Día de la Novena a San Martín de Porres


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día cuarto

Eran continuos los prodigios del bienaventurado Martín socorriendo necesitados y curando enfermos. Algunos eran remediados al invocarle estando ausente, y otros con sólo tocar su ropa. Entre éstos, sucedió que visitando a don Mateo Pastor, que le ayudaba en el socorro de los pobres, se hallaba su señora, doña Francisca Vélez, con un agudísimo dolor de costado sin conseguir aliviarse con ninguna medicina. Al llegar el Siervo de Dios, tomó el borde de su capa y lo acercó a la parte dolorida, sintiéndose enteramente sana. Atónita exclamó: - ¡ Ah! Gran Siervo de Dios es fray Martín pues el solo contacto de su ropa me ha sanado. Confundido fray Martín, le dijo: -Dios sólo ha hecho esto, señora. Dé las gracias a Dios, pues yo soy un miserable y el mayor pecador del mundo, Dios sea bendito, que toma tan vil instrumento para consolarla a usted, y para que no pierda su valor el hábito de mi padre Santo Domingo, aunque lo lleve tan gran pecador como yo.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Quinto Día de la Novena a San Martín de Porres


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día quinto

Por la prontitud con que socorría fray Martín a los necesitados, le llamaban Padre de los Pobres. En multitud de casos acudió milagrosamente al que le llamaba, enfermo o necesitado. Entre otros, una pobre a la que él solía socorrer, se vio necesitada, con urgencia, de cierta cantidad. No pudiendo ir a encontrarse con el Siervo de Dios, clamó en estos términos, repetidas veces. -Hermano fray Martín, tu socorro me falta, y no puedo participarte la gran aflicción en que me hallo. Al cabo de una hora se presenta el caritativo bienhechor, precisamente con la cantidad que ella necesitaba, diciéndole que no se afligiese pues Dios conocía las necesidades de los pobres y sabía remediarlas.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Sexto Día de la Novena a San Martín de Porres


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día sexto

Todo cuanto fray Martín hacía en sus prácticas y obligaciones y en relación con sus semejantes, era efecto de su amor a Dios. Cuando oraba, pues, se hallaba como en su centro: con frecuencia perdía el uso de los sentidos, quedando largo rato en éxtasis. Muchos testigos dieron testimonio, de haberle visto repetidas veces elevado algunas varas sobre el suelo, en su celda, en la Iglesia, y en la sala capitular conversando con la imagen de Cristo Crucificado. Si a esto añadimos la sublimidad del momento en que recibía a Jesús Sacramentado en que se sentía como en una gloria anticipada, conversando íntimamente con su Dios, no nos extrañará el que, aceptando Dios tan grande amor, hiciera tan poderoso a su fiel y amante Siervo.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Séptimo Día de la Novena a San Martín de Porres

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día séptimo

Reveló Dios al bienaventurado Martín el día y hora de su muerte mostrándose él, desde entonces, más jovial y contento. Cayó enfermo, y ya no pensó más que en su Dios, sobre todo después de recibir el Santo Viático, sin engreírle las visitas que llegaban a su penitente lecho de tablas. Autoridades, prelados, dignidades eclesiásticas y hasta el mismo Virrey Don Luis Fernández de Bobadilla, iban a dar sus últimos encargos para el Cielo a aquel humildísimo siervo fiel, que con frecuencia estaba en éxtasis, arrobado en el amor de Dios, a quien siempre había servido. Se cantó el credo y al decir aquellas palabras "se encarnó por el Espíritu Santo de la Virgen María y se hizo hombre", acercó al pecho el Crucifijo que tenía en sus manos, y cerró suavemente los ojos. Todos lloraban.. El Arzobispo exclamó: Aprendamos a morir.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Octavo Día de la Novena a San Martín de Porres


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día octavo

Después de la muerte de fray Martín, los milagros se multiplican. El propio Notario del proceso, don Francisco Blanca, se hallaba con una llega en un pie, con gran hinchazón en la pierna y grandes dolores. Tenía que actuar al día siguiente. Invocó al Santo y al momento quedóse dormido; al amanecer se halló perfectamente bien, sin hinchazón, y la llaga seca y sana. Entre otros prodigios, fueron muchos los casos de señoras que, no pudiendo naturalmente dar a luz lo consiguieron con felicidad al encomendarse al Siervo de Dios fray Martín. Así aconteció a una esclava de doña Isabel Ortiz de Torres, a doña María Beltrán, otra señora de Arequipa, desahuciada de los médicos, a la que aplicaron una carta de fray Martín, y particularmente, a doña Graciana Farfán de los Godos, a quien libró de una infección y muerte segura.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Noveno Día de la Novena a San Martín de Porres



Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración para todos los días

¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.

Día noveno

Examinada en Roma la portentosa vida del Siervo de Dios fray Martín y a instancia del Rey Felipe IV y de todos los elementos vitales de la ciudad de Lima, envió el Pontífice las cartas remisoriales, nombrando jueces apostólicos para formar el proceso solemne. Se comunicó a la ciudad tan fausta noticia en la Catedral, en solemne función, con asistencia del Virrey, Arzobispo, demás autoridades civiles, militares y eclesiásticas e inmensidad de público que no cabía en el gran templo; todos derraman copiosas lágrimas de gozo, pues se acercaba el tiempo de ver beatificado y canonizado a su querido fray Martín. Unos y otros referían sus virtudes y los milagros obrados por Dios para confirmar el concepto de Santo en que todos le tenían. Hecho el proceso, y firmado por más de ciento sesenta testigos de hechos milagrosos, se cerró y selló ante el pueblo. Emocionado el Arzobispo derramando abundantes lágrimas, dijo: Así honra Dios a este hombre de color que supo servirle y amarle de corazón. El 29 de octubre de 1837 fue beatificado por el Papa Gregorio XVI. La gloriosa canonización ha sido el digno remate de un laborioso trabajo intensificado en los últimos treinta años. S. S. Juan XXIII inscribió en el catálogo de los santos a fray Martín, el 6 de mayo de 1962.

Oración propia de la Novena

Glorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de Él.

Ya vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos. Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.

Martín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal. Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal.

Por tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena 

(mencione el favor que desea)

Agradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor. Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.

Ya glorioso, junto a Dios, me estás invitando a luchar contra el mal, como lo hiciste personalmente contra el Malo. Obtenme la fortaleza necesaria para superar mi debilidad: orgullo, codicia, sexualidad. Con tu ayuda llegue también yo a la victoria.

Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SAN CRISPIN Y SAN CRISPINIANO, MÁRTIRES, 25 OCTUBRE

Crispin y Crispiniano, Santos
Mártires, 25 de octubre 


Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net 



Patronos de los zapateros

Martirologio Romano: En Soissons, de la Galia Bélgica, santos Crispín y Crispiniano, mártires.
Breve Semblanza

El alma que quiere darse por entero a Dios, no ha de buscar nada para sí mismo sino que pensar, hablar y actuar tienen como meta Dios. Y esto no es ninguna beatería, sino un impulso fuerte e intenso a desvivirse por los demás.

Los jóvenes de hoy, que murieron en el año 285, quedan lejos de nuestra historia del tercer milenio.

Sin embargo, sus obras y sus nombres han quedado grabados en las páginas de la historia de la Iglesia para siempre.

¿Quiénes eran?, ¿qué hicieron?

Se establecieron en Roma y aprendieron el oficio de zapateros. Y desde cualquier trabajo se puede hacer un anuncio u proclamación del Evangelio y de las riquezas que aporta al alma humana.

Este servicio lo concretó en hacer zapatos para los pobres. A estos, por supuesto, no les cobraban absolutamente nada.

A los ricos, que conocían el buen trabajo que hacían y la calidad del calzado, sí que les cobraban.

Lo bonito de estos dos creyentes es que aprovechaban los momentos de venta o de dar gratis para hablar con entusiasmo de Jesucristo.

Y con la mayor naturalidad del mundo.
Debían vivir lo que decían porque la gente los escuchaba con agrado.

Los franceses dicen que vivieron en la región de Soissons. Los ingleses, a su vez, afirman que vivieron en el condado de Kent, al sur de Inglaterra.

Shakespeare los elogia en su obra “Enrique V” y en “Julio César”.

En lo que todos están de acuerdo es en que murieron mártires.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!

SANTA ENGRACIA Y SAN VALENTÍN, MÁRTIRES, 25 OCTUBRE


Hoy 25 octubre es la fiesta de los mártires San Frutos, Santa Engracia y San Valentín
Por Diego López Marina




 (ACI).- San Frutos, Santa Engracia y San Valentín fueron tres hermanos mártires de Segovia (España) que vivieron entre los siglos VII y VIII.

Al quedarse huérfanos vendieron todas sus riquezas para dárselas a los pobres y vivieron una vida de soledad, oración y penitencia en reparación de los pecados del mundo entero.

San Fruto murió en su ermita (715) mientras que sus otros dos hermanos fueron posteriormente decapitados por los musulmanes en una de las campañas contra el cristianismo.

Tras el suceso, el pueblo trasladó los cuerpos de los hermanos junto al de San Frutos, a excepción de sus cabezas, que fueron veneradas en el municipio.

Los restos se conservaron en la ermita de San Frutos, cerca de la actual Sepúlveda, desde comienzos del siglo VIII hasta el siglo XI.

Hoy sus reliquias se encuentran en el retablo de los santos segovianos, ubicado en el trascoro de la Catedral de Santa María en Segovia.

Frutos nació en el año 642, en el seno de una familia rica que tuvo otros dos hijos con los nombres de Valentín y Engracia. Fue una familia de profundas convicciones cristianas que les fue inculcada a sus hijos.

Tras la muerte de sus padres y debido a su formación religiosa, los tres decidieron hacer un cambio radical de vida. Vendieron sus bienes, lo dieron a los pobres y fueron a vivir a la orilla del río Duratón. Allí construyeron tres ermitas separadas para lograr la deseada soledad y dedicar el tiempo de su vida de modo definitivo al trato con Dios.

Tiempo después estalló la invasión musulmana y fue dominado el reino visigodo. Frutos, predicó y convirtió al cristianismo a algunos mahometanos que se aproximaron a él; defendió a grupos de cristianos que huían de los guerreros invasores; dio ánimos, secó lágrimas y alentó los espíritus de quienes se desplazaban al norte; fue protagonista de algunos sucesos sobrenaturales y falleció el año 715.

La misma historia refiere que sus hermanos Valentín y Engracia quienes murieron decapitados por los sarracenos.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 25 OCTUBRE 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 29ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 25 de octubre de 2017




Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6,12-18):

Que el pecado no siga dominando vuestro cuerpo mortal, ni seáis súbditos de los deseos del cuerpo. No pongáis vuestros miembros al servicio del pecado, como instrumentos para la injusticia; ofreceos a Dios como hombres que de la muerte han vuelto a la vida, y poned a su servicio vuestros miembros, como instrumentos para la justicia. Porque el pecado no os dominará: ya no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia. Pues, ¿qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! ¿No sabéis que, al ofreceros a alguno como esclavos para obedecerle, os hacéis esclavos de aquel a quien obedecéis: bien del pecado, para la muerte, bien de la obediencia, para la justicia? Pero, gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados y, liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 123,1-3.4-6.7-8

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte 
–que lo diga Israel–, 
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres, 
nos habrían tragado vivos: 
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.

Nos habrían arrollado las aguas, 
llegándonos el torrente hasta el cuello; 
nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. 
Bendito el Señor, que no nos entregó en presa a sus dientes. R/.

Hemos salvado la vida, 
como un pájaro de la trampa del cazador; 
la trampa se rompió, y escapamos. 
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, 
que hizo el cielo y la tierra. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,39-48):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.»

Palabra del Señor






Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 25 de octubre de 2017
Rosa Ruiz, misionera claretiana



Queridos hermanos:

“Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte…” dice el salmista hoy. Acabemos la frase cada uno de nosotros. ¡Oh, qué distinta sería mi vida si el Señor no hubiera estado de mi parte, si no se preocupara por mí, si no me acompañara siempre y en cualquier circunstancia!

Dios es el dueño de la casa (de mí misma, que soy templo y casa suya, decíamos ayer) y nunca permitiría que los ladrones abrieran en mí boquetes. Fijémonos que el evangelio de hoy es la continuación de ayer y, por tanto, conviene no romper el sentido. Hoy continúa la bienaventuranza, la dicha: “dichoso el criado a quien su amo lo encuentre fiel y solícito, cuidando a la servidumbre, repartiendo su ración con justicia”.

Hoy el evangelio nos ofrece una nueva clave para la felicidad: no basta con cuidar tu vida y no llenarla como un granero, pues está llamada a ser casa de Dios. No basta. Nos exige que nos reconozcamos como administradores y no dueños, cuya principal tarea es cuidar de los demás (no “pegar a los mozos y muchachas”) y vivir con equilibrio y dignidad (no entregados a “comer y beber y emborracharse”).

No basta con ser fieles a nuestro Señor. También hemos de serlo a nosotros mismos y a los que nos rodean, especialmente a quienes Dios ha puesto a nuestro cuidado. ¿Cómo hacer esto? Mirando al Señor: Él es nuestro auxilio, nos salvó cuando el agua nos llegaba al cuello, nos libró de los dientes de quien nos quiere tragar. Porque Dios rompe las trampas de todos los cazadores. Estamos llamados a ponernos de su lado. A no ir por la vida como cazadores poniendo trampas y tragando a quien nos apetece. Ojalá sea así. Que Dios nos ayude y nos enseñe a ser servidores fieles y libres. Dichosos.

Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz, misionera claretiana

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 25 OCTUBRE 2017

Bernardo Calbó, SantoBernardo Calbó, Santo
Obispo, 25 de octubre
Gudencio de Brescia, SantoGudencio de Brescia, Santo
Obispo, 25 de Octubre
Crisanto y Daría, SantosCrisanto y Daría, Santos
Esposos y mártires, 25 Octubre
Canna, SantaCanna, Santa
Esposa y madre, Siglo VI, 25 Octubre
Tabita, SantaTabita, Santa
Viuda, 25 de octubre
Crispin y Crispiniano, SantosCrispin y Crispiniano, Santos
Mártires, 25 de octubre
Frutos, SantoFrutos, Santo
Eremita, 25 de octubre

ROBAN RELIQUIA DE SANGRE DE SAN JUAN PABLO II


Roban reliquia de sangre de San Juan Pablo II
Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 25 Oct. 17 / 08:26 am (ACI).- Las autoridades italianas se encuentran en plena investigación del robo de unas reliquias con sangre del Papa San Juan Pablo II en el santuario de Montecastello, al norte del país.

Según la agencia Efe, las reliquias fueron robadas junto a fragmentos de hueso del beato Jerzy Popieluszko, el sacerdote presbítero polaco asesinado en 1984, y que se encontraban situadas en el altar mayor.

El suceso ocurrió hace una semana, aunque la noticia fue comunicada hoy. Según las primeras investigaciones, los ladrones se habrían hecho pasar por turistas y tomaron las reliquias antes de que el santuario cerrase.  

El párroco del Santuario, Giuseppe Mattanza, afirmó a Efe que se trata de un “acto muy serio” y ha pedido a los ladrones que las devuelvan.

Como en otros muchos casos, las reliquias del Papa y del beato Popieluszko fueron donadas al santuario en 2014 por el Arzobispo emérito de Cracovia, el Cardenal Stanislao Dziwisz, quien fuera secretario personal del Pontífice.

El Padre Popieluszko nació el 14 de septiembre de 1947. El régimen comunista tramó un accidente automovilístico para asesinarlo el 13 de octubre de 1984, pero logró escapar con vida. El plan alternativo era el secuestro y éste se realizó una semana después, el 19, siendo golpeado por tres oficiales. Todavía con vida, fue lanzado al interior del Reservorio del río Vístula, atándole un saco con piedras en su interior para que su cuerpo no flotara. Sus restos fueron recuperados el 30 de octubre.

Las noticias del asesinato político causaron una conmoción en toda Polonia y los asesinos y uno de sus superiores fueron condenados por el crimen.

FELIZ MIÉRCOLES!!




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