martes, 24 de octubre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 24 OCTUBRE 2017


Lecturas de hoy Martes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, martes, 24 de octubre de 2017



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,12.15b.17-19.20b-21):

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud. Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación. En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos. Si creció el pecado, más desbordante fue la gracia. Y así como reinó el pecado, causando la muerte, as! también, por Jesucristo, nuestro Señor, reinará la gracia, causando una justificación que conduce a la vida eterna.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 39,7-8a.8b-9.10.17

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tú voluntad

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, 
y, en cambio, me abriste el oído; 
no pides sacrificio expiatorio, 
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.

«–Como está escrito en mi libro– 
para hacer tu voluntad.» 
Dios mío, lo quiero, 
y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación 
ante la gran asamblea; 
no he cerrado los labios: 
Señor, tú lo sabes. R/.

Alégrense y gocen contigo 
todos los que te buscan; 
digan siempre: «Grande es el Señor» 
los que desean tu salvación. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,35-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy martes, 24 de octubre de 2017
Rosa Ruiz, misionera claretiana



Queridos hermanos:

“Tened ceñida la cintura” comienza diciendo Jesús en el Evangelio de hoy. Y solo un par de líneas después nos asegura que si vivimos con esa actitud, será Él en persona quien se ceñirá para servirnos. Nada nos pide Dios que no esté dispuesto a hacer Él por nosotros y con nosotros.

No hay sugerencia alguna en Jesús en que podamos sentir que juega con ventaja. El evangelio de hoy es una bienaventuranza: “dichosos… felices… bienaventurados”. Los especialistas bíblicos no acaban de encontrar la palabra más adecuada para traducir al castellano el “Makárioí” griego.
Implica la felicidad del “alégrense y gocen” que canta hoy el salmo 39. Y es también la promesa de Lucas: “si os encuentra así, ceñidos, en vela, dispuestos, seréis dichosos -makárioí-“.

O si prefieres decirlo con otras palabras, la invitación es a vivir diciendo: “aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”. Eso es vivir ceñidos y en vela. Y la respuesta de Jesús a nuestra disponibilidad no es más que mirarnos a los ojos y misteriosamente decirnos: “aquí estoy para servirte; siéntate a mi mesa. Yo me encargo y te cuido”.

Hoy celebramos a San Antonio Mª Claret. Entenderéis que le recordemos en esta página y yo, como misionera claretiana. Un hombre que eligió vivir ceñido para servir, igual cuando caminaba con una muda por los pueblos de Cataluña que cuando organizaba la diócesis como Arzobispo de Santiago de Cuba o cuando acompañaba a la Reina como confesor en España. Vivir sirviendo dispuesto a hacer la voluntad de Dios y no la propia, no depende del trabajo, el lugar o el momento que nos toque vivir. Nos lo jugamos más en los “cómos” que en los “qués”.

Y esto, lo traduzcamos como lo traduzcamos, sabe a felicidad, a dicha, a bienaventuranza.

Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz, misionera claretiana

SANTORAL DE HOY MARTES 24 OCTUBRE 2017

Amado García Sánchez, BeatoAmado García Sánchez, Beato
Sacerdote y Mártir, 24 de octubre
José Baldo, BeatoJosé Baldo, Beato
Fundador, 24 Octubre
Rafael, ArcángelRafael, Arcángel
Arcángel, 24 de octubre
Luis Guanella, SantoLuis Guanella, Santo
Sacerdote y Fundador, 24 de octubre
Antonio María Claret, SantoAntonio María Claret, Santo
Obispo y Fundador, 24 de octubre

FELIZ MARTES





lunes, 23 de octubre de 2017

IMÁGENES DE NO AL HALLOWEEN












EL EVANGELIO DE HOY LUNES 23 OCTUBRE 2017


Lecturas de hoy Lunes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 23 de octubre de 2017



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (4,20-25):

Ante la promesa de Dios Abrahán no fue incrédulo, sino que se hizo fuerte en la fe, dando con ello gloria a Dios, al persuadirse de que Dios es capaz de hacer lo que promete, por lo cual le valió la justificación. Y no sólo por él está escrito: «Le valió», sino también por nosotros, a quienes nos valdrá si creemos en el que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, que fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.

Palabra de Dios

_____________

Salmo
Lc 1,69-70.71-72.73-75

R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado a su pueblo

Nos ha suscitado una fuerza de salvación 
en la casa de David, su siervo, 
según lo había predicho desde antiguo 
por boca de sus santos profetas. R/.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos 
y de la mano de todos los que nos odian; 
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, 
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. R/.

Para concedernos que, libres de temor, 
arrancados de la mano de los enemigos, 
le sirvamos con santidad y justicia, 
en su presencia, todos nuestros días. R/.

__________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?»
Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy lunes, 23 de octubre de 2017
Rosa Ruiz, misionera claretiana



Queridos hermanos

Tendemos a querer que Dios sea árbitro de nuestros asuntos. Siempre y cuando sea a nuestro favor, claro… Y no solo le pedimos que intervenga si no que le decimos que tiene que hacer exactamente. Así aparece en el evangelio de hoy.

Me quedo con la respuesta de Jesús. No entra en el juego. Se limita a devolverle una mirada sobre sí mismo, yendo a la raíz de su demanda -la propia codicia- y no a la demanda en sí –“¡que mi hermano reparta la herencia conmigo!”-.

Y entonces añade una parábola. La de un hombre que echa cálculo. En esos cálculos me temo que entra también nuestro deseo de que Dios arbitre y nos dé la razón una vez más. Que todo gire a nuestro alrededor, que Dios sea una pieza más de nuestro argumentario; nos proclamamos guionistas de la vida, marcamos normas y escenarios, creemos que todo está en nuestra mano bajo el manto de una supuesta sana autonomía… Pero más bien parecemos dioses de nuestra propia liturgia. Terrible.

Dios siempre es Dios. Aun cuando no le dejamos. Suele callar pero cuando habla es implacable. Tiernamente implacable, como el abrazo de un buen amigo en medio de una tormenta:

“Necio, loco, no confundas el fin y los medios... ¿Quién eres tú? ¿Acaso crees que eres un granero donde almacenar riquezas sin fin? ¡No! Eres mucho más: eres un templo vivo, estás llamado a ser mi propia casa. Yo soy tu huésped. Mucho más que trigo y cebada”.

Y lo mejor de todo es que Dios dentro de uno no se acaba nunca. Siempre crece. ¿Cuándo nos convenceremos?

Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz, misionera claretiana

SANTORAL DE HOY LUNES 23 OCTUBRE 2017

Ildefonso García Nozal y 5 compañeros, BeatosIldefonso García Nozal y 5 compañeros, Beatos
Pasionistas mártires, 23 de octubre
Severino Boecio, SantoSeverino Boecio, Santo
Mártir, 23 Octubre
Leonardo Olivera Buera, BeatoLeonardo Olivera Buera, Beato
Mártir, 23 Octubre
Juan Buono, BeatoJuan Buono, Beato
Religioso, 23 Octubre
Juan Ángel Porro, BeatoJuan Ángel Porro, Beato
Religioso Servita, 23 Octubre
Arnoldo Rèche, BeatoArnoldo Rèche, Beato
Hermano Cristiano de La Salle, 23 Octubre
Alucio, SantoAlucio, Santo
Patrono de Pescia, 23 Octubre
Servando y Germán SantosServando y Germán Santos
Biografía, 23 de octubre
Juan de Capistrano, SantoJuan de Capistrano, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de octubre

FELIZ SEMANA





domingo, 22 de octubre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 OCTUBRE 2017


Lecturas de hoy Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 22 de octubre de 2017


Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (45,1.4-6):

Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: «Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro.»

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 95,1.3.4-5.7-8.9-10a.10e

R/. Aclamad la gloria y el poder del Señor

Cantad al Señor un cántico nuevo, 
cantad al Señor, toda la tierra. 
Contad a los pueblos su gloria, 
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Porque es grande el Señor, 
y muy digno de alabanza, 
más temible que todos los dioses. 
Pues los dioses de los gentiles son apariencia, 
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/. 

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, 
aclamad la gloria y el poder del Señor, 
aclamad la gloria del nombre del Señor, 
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R/. 

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, 
tiemble en su presencia la tierra toda; 
decid a los pueblos: «El Señor es rey, 
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.

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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5b):

Pablo, Silvano y Tirnoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordarnos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.

Palabra de Dios

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,15-21):

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. 
Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?» 
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.» 
Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta cara y esta inscripción?» 
Le respondieron: «Del César.» 
Entonces les replicó: «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy domingo, 22 de octubre de 2017
Fernando Torres cmf


Pagamos muchos impuestos

      En la sociedad pagamos impuestos y tasas. Muchos. Muchas veces. Pero, abramos los ojos a la realidad, los más altos impuestos no son los que pagamos al Estado para que construya mejores carreteras, atienda las escuelas y la salud pública, financie nuestra seguridad, ayude a los más necesitados y tantas otras cosas necesarias que sólo el Estado puede y debe hacer. Hay muchos otros impuestos que no pagamos en dinero pero que son también muy importantes. ¿Cuántas veces por respetos humanos no nos atrevemos a decir lo que de verdad pensamos? Y preferimos callarnos, guardar silencio. Ahí pagamos un impuesto muy alto, vendemos nuestra propia autenticidad, nuestra libertad, nuestra dignidad. Todo con tal de que los demás nos sigan aceptando, toda para adaptarnos a ellos. 

      Pagar el impuesto al César no era sólo darle la moneda. Era hacerse siervo del César, obediente a sus normas. Era ser su esclavo. Por eso Jesús pregunta con ironía de quién es el rostro que figura en la moneda. Si es del César es que hay que devolvérselo al César. Pero al César hay que darle sólo el dinero no la vida ni el honor ni la libertad. Todo eso pertenece a Dios y nada más que a Dios. La vida, el honor y la libertad son los dones que Dios ha puesto en nuestras manos. Es nuestra responsabilidad devolvérselos a Dios acrecentados, cuidados y llevados a su plenitud. Ése es el impuesto que nos ha preparado Dios: que llevemos nuestra vida y nuestra libertad a su plenitud. 

      Hoy el Evangelio nos plantea una cuestión básica: ¿a quién servimos? ¿A quién pagamos los impuestos más valiosos? Y sigo sin referirme a los que pagamos al Estado. Esos son necesarios. Esos los pagamos con dinero. Lo malo son los impuestos que pagamos a lo qué dirán los demás de nosotros o al egoísmo. Esos los pagamos con nuestra libertad, renunciando a ella. Al final terminamos siendo esclavos de esos señores. Y renunciamos a los mejores bienes que Dios nos ha dado: la libertad y la vida. 

      Jesús nos pide que no nos olvidemos de dar a Dios lo que es de Dios. La vida que vivimos, la vida de nuestros hermanos, la libertad a que estamos llamados, todos esos son los dones de Dios. Le pertenecen. Y al final, cuando llegue el último momento, se los tendremos que devolver, acrecentados, llevados a plenitud. Mi vida y la de mis hermanos y hermanas. Mi libertad y la de mis hermanos y hermanas. 



Para la reflexión

¿Me siento libre para actuar como creo que debo actuar? ¿O me dejo llevar por lo que hacen los demás? ¿Cómo cuido de la vida y libertad de mis hermanos y hermanas? ¿De mi familia? ¿Reconozco a Dios como mi señor? ¿Soy esclavo de otros señores? ¿De cuáles?

SANTORAL DE HOY DOMINGO 22 OCTUBRE 2017

Juan Pablo II, Santo
Memoria Litúrgica, 22 de octubre
Esclaramunda de Foix, BeataEsclaramunda de Foix, Beata
Reina de Mallorca, 22 Octubre
Donato de Fiésole, SantoDonato de Fiésole, Santo
Obispo, 22 de octubre
Bertario de Montecasino, SantoBertario de Montecasino, Santo
Abad y Mártir, 22 Octubre
Abercio de Hierápolis, SantoAbercio de Hierápolis, Santo
Obispo, 22 Octubre
Nancto, SantoNancto, Santo
Abad, 22 de octubre

FELIZ DOMINGO




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