miércoles, 2 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 2 DE AGOSTO DEL 2017


Renuncia necesaria para alcanzar el Reino de los cielos
Santo Evangelio según San Mateo 13,44-46. XVII Miércoles de Tiempo Ordinario.



Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por darme de nuevo la oportunidad de estar contigo. Éste es el mejor momento que tengo y por ello te lo quiero dedicar por entero. Tú me conoces y sabes todo lo que necesito. Dame aquello que sea lo mejor para mí y que sea tu voluntad. Bien sabes cuánto te amo. Quisiera amarte más y por ello te pido que aumentes mi amor. Dame una fe que me permita descubrir tu presencia y tu acción en mi vida y jamás permitas que me separe de Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 13,44-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Hace poco que he meditado en este pasaje y de nuevo me lo presentas en la liturgia porque tu palabra siempre nos habla y puede decirnos cosas nuevas.
Me puedo detener esta vez a considerar el hecho de que la persona que encuentra el tesoro en el campo lo vuelve a esconder. Es extraño hacer esto, pues te arriesgas al peligro de que otro lo encuentre y se lo lleve. ¿No era más sencillo sacar el tesoro, llevárselo y luego comprar el campo?
Es que quieres hablarme de la importancia de la renuncia. Tú no quieres ser en mi vida un tesoro más de los que tengo. Tú quieres ser mi único tesoro. Hablas de volver a esconder porque poseerte implica todo un camino de trabajo, de esfuerzos y de luchas. No es fácil vender todo si no se ha encontrado el tesoro que abarque más que todo lo que tengo. Es necesario descubrirte, contemplar tu valor y ello me dará las fuerzas para renunciar a lo que sea, por Ti.
Podría también pensar que ese campo es el cielo. Ese lugar que está esperándome y que me has ido a preparar. A lo mejor ya te he encontrado en mi vida y he contemplado tu belleza, tu riqueza, tu inmenso valor; pero sólo hasta que obtenga ese campo podré disfrutarte. Una cosa es ver la persona amada sólo en las fotos, en una video llamada o recibir sus cartas y regalos; otra muy distinta es estar junto a ella, tocarle, darle un abrazo, un beso, recibir una caricia. Eso es lo que me espera en el cielo. Pero, mientras tanto, ya que he vislumbrado el precio de este tesoro, de este campo, debo poner todo de mí para obtenerlo.
En este mismo ámbito de la renuncia veo al comerciante de perlas. Es obvio que habría de tener en su posesión muchas perlas. Ellas eran la materia prima de su trabajo. Pero al encontrar la perla más valiosa que había visto, vende todas las perlas, vende el negocio, vende las demás sucursales y compra la perla. Renuncia. No hace un préstamo o hipotecas para comprar la perla fina y conservar las demás. Vende todo cuanto tiene.
Ayúdame, Señor, a descubrir el gran valor que tienes en mi vida. O por lo menos a desear que seas Tú el único tesoro, la única perla por la que valga la pena toda renuncia, todo sacrificio. Sé que no es fácil una vez encontrado el tesoro vender todo para alcanzarlo, pero sé que con tu gracias todo lo puedo. Señor, que Tú seas mi tesoro, que Tú seas mi única perla.
Para encontrarlo [a Jesús] hay que ir allí, donde Él está: es necesario reclinarse, abajarse, hacerse pequeño. El Niño que nace nos interpela: nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará. Nos hará bien dejar estas cosas para encontrar de nuevo en la sencillez del Niño Dios la paz, la alegría, el sentido luminoso de la vida.

(Homilía de S.S. Francisco, 24 de diciembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré renunciar a algo que me impida acercarme cada vez más a Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

SAN PEDRO FABRO, DISCÍPULO DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, 2 DE AGOSTO


Hoy 2 de agosto se conmemora a San Pedro Fabro, discípulo de San Ignacio de Loyola




 (ACI).- Pedro Fabro nació el 13 de abril de 1506 en Saboya, Francia. Fue el mayor de una familia devota y moderadamente próspera, que vivía del campo y del pastoreo. A los dieciséis años fue enviado a estudiar a La Roche, bajo el cuidado de Pierre Veillard, un santo y erudito sacerdote que ejerció en él una gran influencia.

En 1525 ingresó en el Colegio de Montaigu en la Universidad de París, pero pronto se trasladó al de Santa Bárbara, donde compartió alojamiento con San Francisco Javier, con quien conocería a San Ignacio de Loyola.

Las dudas y tentaciones sobre su futuro asaltaron a Fabro, pero aconsejado por Ignacio, hizo la primera semana de los "Ejercicios Espirituales", y superó sus problemas convirtiéndose en su primer discípulo en París.

En 1530 recibió el grado de bachiller y de licenciado en Artes, y empezó seis años de estudio intermitente de teología. A inicios 1534 hizo los Ejercicios Espirituales completos, bajo la guía de Ignacio, penetrando en ellos tan profundamente que, más tarde, Ignacio lo consideró el mejor director de Ejercicios, entre todos sus compañeros.


Se ordenó en mayo y celebró su primera Misa (15 agosto 1534) en Montmartre, donde San Ignacio y sus otros compañeros hicieron votos de pobreza, castidad y obediencia y de trabajar apostólicamente en Tierra Santa.

Después Fabro tendría un papel muy activo en la consecución de la aprobación de la Compañía de Jesús por parte del Papa Paulo III. Murió el 1 de agosto de 1546 en Roma, como teólogo pontificio. Fue beatificado por Pío IX en 1872 y su fiesta se celebra cada 2 de agosto.

Se sabe de él que tenía un extraordinario don para la amistad. Por doquier su sencillez y simpatía, unidas a un sólido saber, despertaban el amor de Dios en los que trataba y preparaba el camino para la naciente Compañía de Jesús.

El primer jesuita alemán, Pedro Canisio decía de él, que "nunca había encontrado un teólogo más profundo o un hombre de tan impresionante santidad... todas sus palabras estaban llenas de Dios".

Esto se reflejaría en su Memorial, su diario espiritual, escrito principalmente entre junio de 1542 y mayo 1545. Después de los Ejercicios espirituales y las Constituciones, el Memorial de Fabro es el documento considerado más precioso de la espiritualidad de la Compañía de Jesús.

Su propósito era relatar las gracias divinas que recibió, para discernir mejor la dirección del Espíritu que lo guiaba. Desgraciadamente, el manuscrito permaneció inédito durante tres siglos.

Su vida demuestra cómo el carisma original de los jesuitas fue recibido, reflejado e irradiado por una personalidad considerada más sencilla y menos profunda, y más alegre y menos austera que la de su principal fundador, San Ignacio.

El 17 de diciembre de 2013 el Papa Francisco, con su autoridad de Pontífice, inscribió en el libro de los Santos al sacerdote jesuita Pedro Fabro. 

Más adelante el 3 de enero de 2014, al presidir la Misa de Fiesta del Santo Nombre de Jesús en la Iglesia del Gesú de Roma, el Santo Padre señaló que “Fabro fue devorado por el intenso deseo de comunicar el Señor”.

“Si nosotros no tenemos su mismo deseo, entonces necesitamos detenernos en oración y, con fervor silencioso, pedir al Señor, por intercesión de nuestro hermano Pedro, que vuelva a seducirnos: con ese hechizo del Señor que llevaba a Pedro a todas estas 'locuras' apostólicas”.

SAN PEDRO JULIÁN EYMARD, 2 DE AGOSTO

Pedro Julián Eymard, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de agosto 


Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid 



Fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento

Martirologio Romano: San Pedro Julián Eymard, presbítero, el cual fue primeramente sacerdote diocesano y después miembro de la Compañía de María. Adorador eximio del Misterio eucarístico, fundó nuevas congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres, para fomentar y difundir la piedad hacia el Santísimo Sacramento. Murió en la aldea La Mure, cerca de Grenoble, en Francia, donde había nacido ( 1868).
Fecha de beatificación::12 de julio de 1925 por el Papa Pío XI
Fecha de canonización: 9 de diciembrre de 1962 por S.S. Juan XXIII

Breve Biografía

Nació en La Mure, al este de Francia, por donde poco antes (1799) había pasado el papa Pío VI, prisionero del Directorio -órgano ejecutivo del gobierno republicano francés desde el 1795-, dando bendiciones, y poco después (1815) pasó también Napoleón, el fugado de la isla de Elba, con cantos bélicos triunfales. Pedro fue hijo de un labrador arruinado que cambió el oficio por el de afilador ambulante -de algo hay que vivir- y contrajo segundas nupcias con una buena mujer de pueblo que le dio a Pedro nacido entre hermanastros.

La familia no le facilita realizar su vocación religiosa; piensan que ellos son suficientemente pobres y no están para muchos dispendios, que es imposible prescindir de la ayuda que el hijo debe reportar al peculio familiar y afirman que también se puede agradar a Dios sin necesidad de buscar situaciones extremas. Pedro él es terco en su deseo. A escondidas va alternando el oficio de afilador con estudios ocultos.

El P. Guibert -futuro cardenal de París, ahora sólo un sacerdote joven-, ha pasado por el pueblo cuando Pedro tiene ya dieciocho años y, conociendo las delicadezas de Pedro con la Virgen María, avivó el incendio interior facilitando que el chico pudiera entrar en el noviciado de María Inmaculada de Marsella; pero una enfermedad lo puso al borde de la muerte y debió regresar a su casa.

Recuperada la salud, entró por fin en el seminario de Grenoble y recibió la ordenación sacerdotal en el año 1834. Es Cura de pueblo, estuvo en las parroquias de Chatte como coadjutor y como párroco rural en Montereynard; pero se muestra inquieto, como en búsqueda continua de algo que aún no sabe. Entró en contacto con el Cura de Ars y arraigó entre ellos una fuerte amistad. Llegó a entrar en el noviciado de los maristas de Marsella haciéndose miembro de la Sociedad de María; lo hacen director del colegio de Belley, Superior Provincial, Director de la Tercera Orden de María en Marsella, ciudad tan revuelta por las desatadas pasiones de la primera mitad del siglo XIX. Ejerce un intenso y amplio apostolado en la ciudad preferentemente entre los presos, enfermos y obreros. Con la señorita Jaricot funda un instituto que luego asumiría la Santa Sede como la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe.

En un ambiente impregnado de utilitarismo, que se propone endiosar la razón y que rezuma anticlericalismo por todos los poros, llegando al desprecio de lo sobrenatural, Pedro se ha pronunciado por lo que el mundo juzga despreciable, nada práctico y cosa propia de otra época perteneciente al decrépito pasado.

Consultando a sus superiores previamente y al papa Pío IX después, funda la Congregación del Santísimo Sacramento que tiene como fin la adoración continua y permanente el Señor presente en la Eucaristía; para ello hace falta contar con sacerdotes piadosos, llenos de fe y deseosos de adorar con hambre de reparación. Y a ello se dedica. No le es difícil sólo por el ambiente laico propiciado desde lo más alto del Imperio como una de las consecuencias de la Restauración; también le llegaron primero los cansancios y aburrimientos de los que pensaron que aquello era una cosa más, probablemente pasajera y sin mucha entidad; luego vinieron las incomprensiones de los buenos; después la terrible y frecuente plaga entre los clérigos de los celos que, como sucede casi siempre, terminaron en traiciones y calumnias.

Pero hace falta -piensa Pedro- instruir a la gente con verdadera doctrina porque la ignorancia es el principal de los males que está comprometiendo la fe, la piedad, la vida cristiana, la política y la vida social, permitiendo la manipulación de los ignorantes. Piensa que es preciso ocupar todos los púlpitos de las iglesias, sacar a Jesús Sacramentado del Sagrario, pero no como una momia, sino vivo, resucitado, presente y real. Hay que desempolvar la fe en Cristo Salvador presente en la Eucaristía; peregrino de ella, quemará sus energías por toda Francia, dejando tras sí asociaciones de sacerdotes, religiosas, hombres y mujeres seglares que tengan como finalidad exclusiva la adoración permanente a y agradecida al Señor Sacramentado.

Así quedaron sentadas las bases para los futuros Congresos Eucarísticos el primero de los cuales tuvo lugar en Lila, en 1881, organizado por la antigua religiosa de la Congregación del Santísimo Sacramento, Señorita Tamisier, cuando él ya estaba en el Cielo.

Su actividad fue nada llamativa ni sorprendente, no llevó el marchamo de lo cultural ni el ribete de lo social; incomprensible, sí, para un mundo bastante cegato; pero que va al núcleo de toda otra posible y saludable actividad porque señala la primacía del orden sobrenatural.

NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES, 2 DE AGOSTO


Hoy 2 de agosto es la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica
Por Diego López Marina





 (ACI).- Nuestra Señora de los Ángeles es una advocación mariana originaria de España que llegó a América en el período de la Conquista y fue declarada Patrona de Costa Rica por el Congreso de la República en 1824.

Fue ratificada como Patrona en los años 1924 y 2002 por el mismo Congreso; y en 1926 se le concedió la Coronación Pontificia.


En 2016 se celebra el 380 aniversario del hallazgo de esta imagen mariana en la ciudad costarricense de Cartago.

La imagen es pequeña y está hecha de roca volcánica, grafito y jade. Su color es negro y por ello a la Virgen se le llama cariñosamente "La Negrita".


Fue en un lugar llamado "Puebla de los Pardos", donde luego se construiría precisamente la Basílica de Cartago, donde según la tradición, el 2 de agosto de 1635 una mujer de nombre Juana Pereira vio sobre una roca una imagen de María con el Niño Jesús en brazos.

Se cuenta que la mujer trasladó la imagen a varios lugares, incluyendo una parroquia de la zona a pedido de un sacerdote, sin embargo la imagen solía desaparecer y volvía a aparecer sobre la roca de la primera aparición. Entonces, el pueblo se dio cuenta que el deseo de la Madre de Dios era que se construyera un templo en aquel lugar.

Primero se construyó allí una ermita y luego la Basílica. Y muy pronto se empezó a difundir entre la población la veneración a la santa imagen a quien se le llamaba Nuestra Señora de los Ángeles, por haberse aparecido el día en que la Iglesia celebra a la Virgen de este nombre.

Desde finales del siglo XIX miles de personas realizan una peregrinación anual llevando la imagen desde la Basílica de los Ángeles hasta la Catedral Nuestra Señora del Carmen, donde permanece hasta inicio de septiembre, cuando es devuelta a la basílica con una nueva romería.

En una carta enviada a los católicos en Costa Rica por la clausura del Año Jubilar del 2011 en honor a Nuestra Señora de los Ángeles, el Papa Benedicto XVI afirmó que esta devoción mariana es un signo sagrado de la religión cristiana y la fe en Latinoamérica.

Según informó Radio Vaticana, el Papa recordó que "existen innumerables signos sagrados capaces de difundir la religión cristiana sobre la tierra y de acrecentar la devoción de los fieles", y entre estos testimonios "está también la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles conservada en la Basílica de Cartago".


Además de esta ciudad de Costa Rica, existen otras basílicas en el mundo dedicadas a esta advocación mariana, especialmente en Italia donde se encuentran tres. La más importante está ubicada en la ciudad de Asís, donde San Francisco recibió su vocación en el año 1208.

En el 1216, en una visión, San Francisco le pidió al Señor, que se encontraba junto a la Virgen sus ángeles, que le concediese una indulgencia a cuantos visitasen la Iglesia dedicada a la Virgen bajo la advocación de María de los Ángeles.

El Señor aceptó y le ordenó que se dirigiese a Perusa, para obtener del Papa el favor deseado. Esta indulgencia conocida como "la indulgencia de la Porciúncula" o "el Perdón de Asís", fue aprobada por el Papa Honorio III.

LOS SANTOS DE HOY MIÉRCOLES 2 DE AGOSTO 2017

Alfreda, SantaAlfreda, Santa
Princesa, 2 de agosto
Leoncio Pérez Nebreda, BeatoLeoncio Pérez Nebreda, Beato
Sacerdote y Mártir, 2 de Agosto
Justino Russolillo, BeatoJustino Russolillo, Beato
Sacerdote y Fundador, 2 de agosto
Francisco Calvo Burillo, BeatoFrancisco Calvo Burillo, Beato
Presbítero y Mártir, 2 de agosto
Francisco Tomás Serer, BeatoFrancisco Tomás Serer, Beato
Presbítero y Mártir, 2 de agosto
Esteban I, SantoEsteban I, Santo
XXIII Papa, 2 de agosto
Pedro de Osma, SantoPedro de Osma, Santo
Monje y Obispo, 2 de agosto
Juana de Aza, BeataJuana de Aza, Beata
Madre de Santo Domingo, 2 de agosto
Pedro Julián Eymard, SantoPedro Julián Eymard, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de agosoto
Ceferino Giménez Malla, BeatoCeferino Giménez Malla, Beato
Un gitano en los altares, 2 de agosto
Eusebio de Vercelli, SantoEusebio de Vercelli, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de agosto
Nuestra Señora de los ÁngelesNuestra Señora de los Ángeles
Patrona de Costa Rica, 2 de agosto

FELIZ MIÉRCOLES!!!


martes, 1 de agosto de 2017

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, 1 DE AGOSTO


1ro. de Agosto
 San Alfonso M. de Ligorio
(1696 - 1787)



Alfonso significa: "listo para el combate".
Nació cerca de Nápoles el 27 de septiembre de 1696. Sus padres fueron Don José, Marqués de Ligorio y Capitán de la Armada naval, y Doña Ana Cabalieri.

Nuestro santo fue el primogénito de siete hermanos, cuatro varones y tres niñas. Siendo aún niño fue visitado por San Francisco Jerónimo el cual lo bendijo y anunció: "Este chiquitín vivirá 90 años, será obispo y hará mucho bien".

A los 16 años, caso excepcional obtiene el grado de doctor en ambos derechos, civil y canónico, con notas sobresalientes en todos sus estudios.

Para conservar la pureza de su alma escogió un director espiritual, visitaba frecuentemente a Jesús Sacramentado, rezaba con gran devoción a la Virgen y huía como de la peste de todos los que tuvieran malas conversaciones.

Su padre, que deseaba hacer de él un brillante político, lo hizo estudiar varios idiomas modernos, aprender música, artes y detalles de la vida caballeresca. Y en su profesión de abogado iba obteniendo resaltantes triunfos. Pero todo esto no lo dejaba satisfecho, por el gran peligro que en el mundo existe de ofender a Dios.

A sus compañeros les repetía: "Amigos, en el mundo corremos peligro de condenarnos".

Más tarde escribiría: "Las vanidades del mundo están llenas de amargura y desengaños. Lo sé por propia y amarga experiencia"

Su padre quería casarlo con alguna joven de familia muy distinguida para que formara un hogar de alta clase social. Pero cada vez que le preparaban algún noviazgo, la novia tenía que exclamar: "Muy noble, muy culto, muy atento, pero... ¡Vive más en lo espiritual que en lo material!.

Hubo un pleito famoso entre el Doctor Orsini y el gran duque de Toscana. El Dr. Alfonso defendía al de Orsini. Su exposición fue maravillosa, brillante. Sumamente aplaudida. Creía haber obtenido el triunfo para su defendido. Pero apenas terminada su intervención, se le acerca el jefe de la parte contraria, le alarga un papel y le dice: "Todo lo que nos ha dicho con tanta elocuencia cae de su base ante este documento".

Alfonso lo lee, y exclama: "Señores, me he equivocado", y sale de la sala diciendo en su interior: "Mundo traidor, ya te he conocido. En adelante no te serviré ni un minuto más".

Se encierra en su cuarto y está tres días sin comer. No hace sino rezar y llorar.

Después se dedica a visitar enfermos, y un día en un hospital de incurables le parece que Jesús le dice: "Alfonso, apártate del mundo y dedícate sólo a servirme a mí". Emocionado le responde: "Señor, ¿qué queréis que yo haga?".

Y se dirige luego a la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y ante el sagrario hace voto de dejar el mundo. Y como señal de compromiso deja su espada ante el altar de la Sma. Virgen.

Pero tuvo que sostener una gran lucha espiritual para convencer a su padre, el cual cifraba en este hijo suyo, brillantísimo abogado, toda la esperanza del futuro de su familia. "Fonso mío - le decía llorando - ¿Cómo vas a dejar tu familia? - y él respondía: Padre, el único negocio que ahora me interesa es el de salvar almas".

Al fin, a los 30 años de edad logra ser ordenado sacerdote. Desde entonces se dedica trabajar con las gentes de los barrios más pobres de Nápoles y de otras ciudades. Reúne a los niños y a la gente humilde, al aire libre y les enseña catecismo.

Su padre que gozaba oyendo sus discursos de abogado, ahora no quiere ir a escuchar sus sencillos sermones sacerdotales. Pero un día entra por curiosidad a escucharle una de sus pláticas, y sin poderse contener exclama emocionado: "Este hijo mío me ha hecho conocer a Dios". Y esto lo repetirá después muchas veces.

Se le reunieron otros sacerdotes y con ellos, el 9 de noviembre de 1752, fundó la Congregación del Santísimo Redentor (o Padres Redentoristas). Y a imitación de Jesús se dedicaron a recorrer ciudades, pueblos y campos predicando el evangelio. Su lema era el de Jesús: "Soy enviado para evangelizar a los pobres".

Durante 30 años, con su equipo de misioneros, recorre campos, pueblos, ciudades, provincias, permaneciendo en cada sitio 10 o 15 días predicando, para que no quedara ningún grupo sin ser instruido y atendido espiritualmente.

La gente al ver su gran espíritu de sacrificio, corría a su confesionario a pedirle perdón de sus pecados. Solía decir que el predicador siembra y el confesor recoge la cosecha.

Es admirable como a San Alfonso le alcanzaba el tiempo para hacer tantas cosas. Predicaba, confesaba, preparaba misiones y escribía. Hay una explicación: Había hecho votos de no perder ni un minuto de su tiempo. Y aprovechaba este tesoro hasta lo máximo. Al morir deja 111 libros y opúsculos impresos y 2 mil manuscritos. Durante su vida vio 402 ediciones de sus obras.

Su obra ha sido traducida a 70 lenguas, y ya en vida llegó a ver más de 40 traducciones de sus escritos.

Para su libro más famoso, Las Glorias de María, empezó San Alfonso a recoger materiales cuando tenía 38 años de edad, y terminó de escribirlo a los 54 años, en 1750. Su redacción le gastó 16 años.

San Alfonso M. de LigorioSus obras las escribió en sus últimos 35 años, que fueron años de terribles sufrimientos.

En 1762 el Papa lo nombró obispo de Santa Agueda. Quedó aterrado y dijo que renunciaba a ese honor.Pero el Papa no le aceptó la renuncia. "Cúmplase la Voluntad de Dios. Este sufrimiento por mis pecados" - exclamó - y aceptó. Tenía 66 años.

Estuvo 13 años de obispo. Visitó cada dos años los pueblos. En cada pueblo de su diócesis hizo predicar misiones, y él predicaba el sermón de la Virgen o el de la despedida.

Vino el hambre y vendió todos sus utensilios, hasta su sombrero y anillo y la mula y el carro del obispo para dar de comer a los hambrientos.

Cuando le aceptaron su renuncia de obispo exclamó: Bendito sea Dios que me ha quitado una montaña de mis hombros.

Dios lo probó con enfermedades. Fue perdiendo la vista y el oído. "Soy medio sordo y medio ciego - decía - pero si Dios quiere que lo sea más y más, lo acepto con gusto".

Su delicia era pasar las horas junto al Santísimo Sacramento. A veces se acercaba al sagrario, tocaba a la puertecilla y decía: "¿Jesús, me oyes?"

Le encantaba que le leyeran Vidas de Santos. Un hermano tras otro pasaban a leerle por horas y horas.

Preguntaba: ¿Ya rezamos el rosario? Perdonadme, pero es que del Rosario depende mi salvación . "Traedme, a Jesucristo", decía, pidiendo la comunión.

San Alfonso muere el 1 de agosto de 1787, (Tenía 90 años).

El Papa Gregorio XVI lo declara Santo en 1839. El Papa Pío IX lo declara Doctor de la Iglesia en 1875.

Para un devoto de la Virgen ninguna lectura más provechosa que Las Glorias de María de San Alfonso.

No hay gente débil y gente fuerte en lo espiritual, sino gente que no reza y gente que sí sabe rezar.
(San Alfonso)

IMÁGENES DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO









EL EVANGELIO DE HOY MARTES 1 DE AGOSTO DEL 2017


Ese sembrador que eres Tú, Jesús y esa semilla que soy yo
Santo Evangelio según San Mateo 13, 36-43. XVII Martes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Balam Loza, LC. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor mío y Dios mío, aquí estoy a tus pies para alabarte. Quiero ser todo tuyo y ofrecerte todo lo que soy. Aquí me tienes, dime qué es lo que quieres de mí, indícame cuál es el camino que me has marcado para llegar a ser feliz. A veces voy buscando por todas partes la fuente de la felicidad, pero he aquí que por más que vaya de arriba abajo buscándola no la encontraré sino aquí. Por eso vengo a tus pies para que me des del agua que me quitará la sed profunda de mi corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó: "El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que las siembra es el diablo; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederán al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga".
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
"Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "Explícanos la parábola (…)"" Jesús, vengo aquí para que seas Tú quien me expliques mi vida; a veces no la comprendo e intentando entenderla me doy cuenta que no lo logro. A veces lloró por cosas que no me hubiesen gustado que sucediesen, y tiempo después, me doy cuenta que ese hecho ha marcado el rumbo de mi vida. En cambio, hay decisiones que tal vez no han sido las más adecuadas.
Jesús, Tú has puesto la semilla de mi vida en este mundo, en una familia y con un historia muy concretas. Tú me has amado desde toda la eternidad y me has creado con el mismo amor. Hoy quiero sentarme aquí y contemplar mi vida con tus ojos. Hoy no quiero quejarme de nada, no quiero llorar nada ni arrepentirme de nada. Quiero agradecer tanto amor y tanta misericordia. Hoy quiero contemplar a ese sembrador que pone la semilla en el campo. Ese sembrador que eres Tú, que me has dado la vida. Has puesto todo tu cariño y trabajo incansable preparando el campo en el que debía de caer la semilla de mi vida. Y con ese mismo amor me has dado la vida y me has cuidado.
Poco a poco me he ido olvidando de Ti, me he ido alejando de tu amor y lo he buscado por otros lados. He dejado entrar la cizaña y el pecado. He descuidado el campo que me has confiado e incluso lo he criticado. Pero tu mirada de amor jamás ha cambiado. ¿Qué ves en mí? ¿Qué quieres de mí? Me doy cuenta que únicamente Tú eres quien me puedes indicar cuál es el camino de la verdadera felicidad pues eres quien me ha amado eternamente y quien, por más de que te ofenda, jamás me olvidarás.
Jesús, gracias por darme la vida, por amarme y por querer mi felicidad.
Una vez oí decir algo en un barrio: ‘Yo no voy a la iglesia porque mira esta, va todas las mañanas a misa, recibe la comunión y después va murmurando de casa en casa: para ser cristiano así, prefiero no ir, como va esta chismosa’. En mi tierra, a estas personas se las llama ‘cizañeras’: siembran cizaña, dividen, y las divisiones comienzan con la lengua por envidia, celos y también por cerrazón que lleva a sentenciar: no, la doctrina es esta, y bla, bla, bla. Recordemos al apóstol Santiago, en el tercer capítulo de su carta, dice: "Somos capaces de poner el freno en la boca al caballo. También una nave, con un pequeño timón, puede ser guiada, y nosotros, ¿no podemos dominar la lengua?", porque la lengua, escribe Santiago, "es un miembro pequeño, pero se gloría de hacer grandes cosas". Y es verdad, la lengua es capaz de destruir una familia, una comunidad, una sociedad; de sembrar odio y guerras, envidia.
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 12 de mayo de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Jesús, voy a rezar un rosario para agradecer el don de la vida y de la familia. Voy a poner todo lo que soy y todo lo que tengo en tus manos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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