jueves, 6 de abril de 2017

ORACIÓN A SAN PEDRO VERONA


Oración a San Pedro de Verona

Dios todopoderoso, que has derramado por toda la creación reflejos de ti infinita belleza y bondad, haciendo el hombre a tu imagen y semejanza, tanto amas a quienes se entregan totalmente, que nos lo pones como modelo, quieres que les veneremos y haces innumerables beneficios y milagros por su intercesión.

Por ello y mediante tu siervo San Pedro de Verona, te rogamos nos concedas (mencionar la petición) y con ello una mayor correspondencia a tu amor.

Amén.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 6 DE ABRIL DEL 2017


Sabes que estoy hecho para el amor
San Juan 8, 51-59, V Jueves de Cuaresma



Por: H. Adrián Olvera, LC | Fuente: miss 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
La paz de saber que aunque no te sienta… que aunque no te vea… aquí estás; esa paz es mi único consuelo. Gracias, Señor, por estar conmigo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre".
Los judíos le dijeron: "Ahora ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron, y tú dices: 'El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre'. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?".
Contestó Jesús: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien ustedes dicen: 'Es nuestro Dios', aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello".
Los judíos le replicaron: No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?". Les respondió Jesús: "Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, yo soy".
Entonces recogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
El temor que tenemos a la muerte revela nuestro anhelo profundo de eternidad. Sabemos que ésta algún día llegará… da miedo tan sólo pensar cuándo será.Es algo inevitable; algo que algunos conocen de oídas, otros en teoría… y otros han sido testigos de su pasar por la vida.
¿Por qué este miedo?... ¿Miedo a padecerla o a que aquellos que más amo la padezcan?…
Me doy cuenta que los actos de mi vida son movidos por este deseo de eternidad. Aquello que busco, aquello a lo que tiendo…, todo. Las noches que quisiera no acabaran… la canción que quisiera siempre sonara. La persona con la que quisiera pasar toda la vida…
¿Por qué el saber que la muerte es una verdad me hace ver lo pasajero de las cosas?, ¿la rapidez del tiempo?¿Por qué será que el saber que no hay manera de evadirla me hace valorar lo que tengo, expresar un te amo sincero, buscar lo esencial, alzar la mirada y preguntarme a mí mismo, qué más hay?
Señor, Tú sabes todo de mí… Tú conoces lo más profundo de mi alma. Sabes que estoy hecho para Ti; para lo infinito, para lo eterno… Estoy hecho para el amor. Me invitas a guardar tu palabra, no como amo que ordena a su siervo sino como Amante que quiere cumplir, que quiere saciar el más grande deseo del amado.
Señor, dame la gracia de guardar tu palabra. Dame la gracia de ser consciente de este gran don pues, sólo a la luz de la eternidad puedo confiar; puedo entender; puedo creer en que aquello que más deseo se cumplirá; que este deseo de Ti se saciará.
La salvación traída por Jesús es para cada uno de nosotros. Y la vida de los resucitados será parecida a la de los ángeles, es decir, toda inmersa en la luz de Dios, toda dedicada a su alabanza, en una eternidad llena de alegría y de paz. ¡Pero cuidado! La resurrección no es sólo el hecho de resurgir después de la muerte, sino que es una nueva clase de vida que ya experimentamos hoy; es la victoria sobre la nada que ya podemos pregustar. ¡La resurrección es el fundamento de la fe y de la esperanza cristiana! Si no hubiera referencia al Paraíso y a la vida eterna, el cristianismo se reduciría a una ética, a una filosofía de vida. En cambio, el mensaje de la fe cristiana viene del cielo, es revelado por Dios y va más allá de este mundo. Creer en la resurrección es esencial, para que cada acto de nuestro de amor cristiano no sea efímero y sin más utilidad, sino que se convierta en una semilla destinada a florecer en el jardín de Dios, y producir frutos de vida eterna.

(Ángelus de S.S. Francisco, 6 de noviembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Esforzarme por hacer que las personas que viven a mi alrededor tengan un muy buen día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

SAN PEDRO DE VERONA, MÁRTIR DOMINICO, 6 DE ABRIL


Hoy 6 de abril celebramos a San Pedro de Verona, mártir dominico que combatió las herejías


 (ACI).- San Pedro de Verona fue un mártir, predicador y el segundo santo en la historia de la Orden de Predicadores (dominicos). Se dedicó combatir las herejías de los Cátaros, propagadores del maniqueísmo en el centro y norte de Italia.

Nació en Verona de Lombardía (Italia) en el 1205. Según el Martirologio Romano sus padres pertenecieron a la herejía de los cátaros, sin embargo, de niño abrazó la fe católica y en su adolescencia recibió el hábito del mismo Santo Domingo de Guzmán.


El hagiógrafo y Beato Santiago de la Vorágine decía que San Pedro era un gran predicador y conocedor de las Sagradas Escrituras que vivió la pureza, austeridad y una firme defensa de la fe, lo que finalmente lo llevaría a la muerte.


Además señala que Pedro de Verona nació en una familia “entenebrecida por el error”, sin embargo, el joven supo siempre “conservarse inmune de sus perniciosos errores”.

San Pedro de Verona dejó a su familia en la adolescencia e ingresó a la orden dominica cuando todavía vivía Santo Domingo de Guzmán, su fundador. Continuó sus estudios en la Universidad de Bologna donde se preparó intelectualmente y además vivió en oración, austeridad y penitencia.

Terminada su formación eclesiástica, es ordenado sacerdote y nombrado Predicador del Evangelio de Jesús. Se dedicó a la predicación y la refutación de doctrinas heréticas en Vercelli, Roma, Florencia y diversas ciudades del norte de Italia. También instituyó las "Asociaciones de la fe" y la "Cofradía para la alabanza de la Virgen María” en Milán, Florencia y Perugia.

En 1248 fue designado prior en el convento de Asti y trascurrido un año en el de Piacenza. En 1251 Inocencio IV nombró a Pedro como inquisidor de Lombardía y lo declara prior de Como, sin embargo, los herejes empiezan a entretejer un complot para asesinarlo.

San Pedro de Verona es asesinado el 6 de abril de 1252 cuando regresaba de Milán al Convento de Como, cerca de la localidad de Barlassina. Su verdugo, Carino de Bálsamo, le asestó dos golpes de hacha en la cabeza. A pesar de ello, Pedro de Verona logró incorporarse y con las pocas fuerzas que le quedaban escribió en el suelo con su dedo bañado sangre: "Creo en Dios".

El 9 de marzo 1953 Inocencio IV lo canoniza. Su cuerpo fue trasladado a Milán y hoy descansa en la iglesia de San Eustorgio. Su fiesta se celebra el 6 de abril.

**********
Biografía de San Pedro de Verona

Pedro ha crecido. La Universidad de Bolonia tiene fama merecida; pero todavía goza de mayor influencia Santo Domingo de Guzmán, el Fundador de los dominicos y sus seguidores que cautivan tanto a estudiantes como a profesores. Son muchos los que se incorporan a la recientemente fundada Orden de Predicadores.

Pedro con 16 años, queda fascinado por la palabra ardiente de fray Domingo de Guzmán y recibe el hábito dominicano de sus manos.

Con ímpetu juvenil se dedica al estudio, la oración y vive la austeridad y la penitencia con radicalidad; en todo es fiel imitador de Domingo de Guzmán. Terminada la formación eclesiástica, es ordenado sacerdote y nombrado Predicador del Evangelio de Jesús.

Pronto la Región Toscana, el Milanesado y la Romaña conocen a este fogoso predicador y formidable polemista; se dedicó a la predicación especialmente entre los cátaros. Una Característica importante es que siempre fue hombre de diálogo.

Pedro es piadoso, austero y corre la voz de su santidad por todas partes. Se preocupó de la defensa de la fe, para ello instituyo las "Asociaciones de la fe" y la "Cofradía para la alabanza de la Virgen María". Fue solícito de bien espiritual de las hermanas a quienes brindó su consejo y ayuda espiritual. Como buen religioso es un convencido de la vida de comunidad.

Ama a Jesucristo y como Él, experimenta la prueba, el menosprecio de algunos sectores y el ataque de quienes pensaban distinto. Su presencia evangelizadora a través de la Predicación continúa con intensidad, su capacidad organizadora le lleva a coordinar y fundar muchos mas pequeños grupos organizados. Pero todo esto no hubiera sido posible sin la intensa oración. Se comenta que un día en su contemplación, en su celda dominicana, recibe la visita de las Santas Mártires: Inés, Cecilia y Catalina que dialogan en su habitación. Otros frailes llevan la noticia al Padre Prior. En el Capítulo Conventual es reprendido y corregido porque ha violado la clausura y ha recibido a mujeres en su celda religiosa. Su respuesta es un prudente silencio y es enviado al Convento de la Marca Ancona donde intensifica su estudio y oración... Un día se desahoga ante un crucifijo: "¿Qué mal he hecho, Señor, para verme como estoy?". Cristo Crucificado le dice: "Y, yo, Pedro, ¿qué mal hice?". Estas atribuciones que la tradición le dan, son fiel reflejo de la intensa comunicación que con Dios tenía a través de la Oración. Algo que había trascendido a los demás. La gente de Oración profunda transpira esa experiencia y no hace falta que publique sus experiencias místicas. Por lo general, éstas se convierten en reflexiones profundas y acciones apostólicas.

El Papa Gregorio IX le conoce y le nombra en 1232 Inquisidor General: Roma, Florencia y Milán conocerán a este apóstol de Cristo. Los milagros refrendan su vida abnegada por Cristo y por los hombres.

Sucesivamente es superior de los Conventos de Piaccenza, Como y Génova. En 1243 Inocencio IV confirma a Pedro como Inquisidor General; pero una conjura pesa sobre él para asesinarle.

Su martirio es como un eco de la muerte de Cristo, pues es fruto de 40 libras (moneda de Milán). Era el 6 de abril de 1252. Regresaba de Milán a su Convento de Como, donde era Prior. Cerca de la aldea de Barsalina recibe dos golpes de hacha en la cabeza, comienza a recitar en voz alta el credo, las fuerzas le faltan y mojando un dedo en su sangre escribe en el suelo "CREO".

El Credo es la síntesis de su vida, de su abnegada entrega, de una fidelidad emocionante a Cristo Crucificado a quien ama. Tenía 46 años. Su cuerpo es trasladado al convento de Milán.

El 25 de marzo del año siguiente Inocencio IV le canoniza. Es el protomártir de la Orden Dominicana Su fiesta se celebra el 4 de Junio.

SANTORAL DE HOY JUEVES 6 DE ABRIL DEL 2017

Ireneo de Sirmio, Santo
Obispo y Mártir, 6 de abril
Guillermo de Eskilso, SantoGuillermo de Eskilso, Santo
Abad, 6 de abril
Catalina de Pallanza, BeataCatalina de Pallanza, Beata
Virgen, 6 de abril
Metodio, SantoMetodio, Santo
Obispo, 6 de abril
Pablo Le Bao Tinh, SantoPablo Le Bao Tinh, Santo
Sacerdote y mártir, 6 de abril
Pedro de Verona, SantoPedro de Verona, Santo
Sacerdote y Mártir, 6 de abril
Notkero Bálbulo, BeatoNotkero Bálbulo, Beato
Monje, 6 de abril
Pierina Morosini, BeataPierina Morosini, Beata
Virgen y Mártir, 6 de abril
Gala de Roma, SantaGala de Roma, Santa
Viuda, 6 de abril
Miguel Rúa, BeatoMiguel Rúa, Beato
Sacerdote Salesiano, 6 de abril
Ceferino Agostini, BeatoCeferino Agostini, Beato
Presbítero y Fundador, 6 de abril
Prudencio de Troyes, SantoPrudencio de Troyes, Santo
Obispo, 6 de abril

BUENAS TARDES



miércoles, 5 de abril de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 5 DE ABRIL DEL 2017


Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderos discípulos míos
San Juan 8, 31-42, V Miércoles de Cuaresma


Por: H. Hiram Galán, L.C. | Fuente: diocesisalmeria.es 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, quiero comprender el amor que tienes por mí, quiero dejarme amar por Ti; llena mi alma con tu amor para que yo sea capaz de renunciar a lo que me aleja de Ti
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a los que habían creído en Él: "Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderos discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos replicaron: "Somos hijos de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: Serán libres?".
Jesús les contestó: "Yo les aseguro que todo el que peca es un esclavo y el esclavo no se queda en la casa para siempre; el hijo sí se queda para siempre. Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres. Ya sé que son hijos de Abraham; sin embargo, tratan de matarme, porque no aceptan mis palabras. Yo hablo de lo que he visto en casa de mi Padre: ustedes hacen lo que han oído en casa de su padre".
Ellos le respondieron: "Nuestro padre es Abraham". Jesús les dijo: "Si fueran hijos de Abraham, harían las obras de Abraham. Pero tratan de matarme a mí, porque les he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Ustedes hacen las obras de su padre". Le respondieron: "Nosotros no somos hijos de prostitución. No tenemos más padre que a Dios".
Jesús les dijo entonces: "Si Dios fuera su Padre me amarían a mí, porque Yo salí de Dios y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino enviado por Él".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
La palabra discípulo tiene una connotación bastante académica en el mundo de hoy. Es decir, al referirnos a una persona como discípulo, lo hacemos en relación a un alumno o aprendiz respecto a su maestro. Pero el "verdadero discípulo" al que se refiere el término bíblico tiene una connotación más profunda. No sólo significaba que era una relación alumno maestro sino alguien que se comprometía con un estilo de vida con una filosofía, con un líder religioso o político.
¿Qué quería decirnos Jesús con ello?
Que de la escucha atenta a la palabra de Dios no se puede permanecer indiferente. No se puede escuchar la palabra de Dios como un simple artículo o un buen libro. Es palabra viva, es palabra de Dios, que crea un vínculo tal en el alma que compromete nuestra existencia. No se puede permanecer indiferente. Cuando la vida se vive al ritmo de la Sagrada Escritura, se vive como un verdadero discípulo de Jesús, un discípulo que busca compartir el tesoro que ha encontrado, un discípulo que, en el centro de su vida, tiene a su líder, su rey su Señor.
Ayúdanos, Jesús, a dejarnos transformar por tu palabra. Madre Santísima, tú que fuiste la maestra del verdadero discipulado cristiano, enséñanos el camino para llegar al corazón de tu hijo Jesús.
La Sagrada Escritura nos presenta la dinámica del corazón endurecido: cuanto más el corazón está inclinado al egoísmo y al mal, es más difícil cambiar. Dice Jesús: "Todo el que comete pecado es un esclavo". Cuando el corazón se corrompe, son graves las consecuencias para la vida social, como lo recuerda el profeta Jeremías. Cito: "Tus ojos y tu corazón no están más que a tu granjería. Y a la sangre inocente para verterla. Y al atropello y al entuerto". Tal condición no puede cambiar ni en virtud de teorías ni por efecto de reformas sociales o políticas. Sólo la obra del Espíritu Santo, si nosotros colaboramos, puede reformar nuestro corazón: Dios mismo, en efecto, aseguró su gracia eficaz a quien lo busca y a quien se convierte "de todo corazón".
(Discurso de S.S. Francisco, 3 de marzo de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
No se ama lo que no se conoce. Leeré y meditaré un momento algún Evangelio que me llame la atención, tratando de conocer más a Jesús y saber que me quiere decir a través de su Palabra.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS A SAN VICENTE FERRER


Oración a San Vicente Ferrer


¡Amantísimo Padre y Protector mío, San Vicente Ferrer! Alcánzame una fe viva y sincera para valorar debidamente las cosas divinas, rectitud y pureza de costumbres como la que tú predicabas, y caridad ardiente para amar a Dios y al prójimo. Tú, que nunca dejaste sin consuelo a los que confían en ti, no me olvides en mis tribulaciones. Dame la salud del alma y la salud del cuerpo. Remedia todos mis males. Y dame la perseverancia en el bien para que pueda acompañarte en la gloria por toda la eternidad. Amén.

Tres Padrenuestros a San Vicente Ferrer pidiendo por las necesidades de todos sus devotos.





Oración en Acción de Gracias a San Vicente Ferrer


Gracias fervientes y rendidas te doy, misericordiosísimo Santo mío, por todos los beneficios que con tu poderoso valimiento ante el Dios de la Majestad te has dignado concederme. Tu sola presencia transporta de gozo el alma y la inunda de esperanza y de consuelo, y todas las veces que lleno de fe, humildad y confianza he venido aquí, ante tu sagrada imagen, a pedirte favores del cielo convenientes para mi cristiano bienestar, confieso que por tu eficaz mediación los he obtenido, y así lo reconozco agradecido.

Tu misma figura de Ángel, de Apóstol y de Médico de los pueblos es para mi alma un beneficio, porque al mirarte en tu altar como un celestial Protector de tus devotos, y al contemplar tu maravillosa vida, tan rica de heroicas virtudes, también mi corazón se siente atraído al amor de Jesucristo Señor Nuestro, que tan bueno es para cuantos le invocan, le aman y le sirven, y que tan grande te hizo en la tierra y en el cielo. Y si de tu presencia paso a la consideración particular de tu inmensa caridad para con los enfermos, los afligidos y los menesterosos de tu auxilio, veo-al recuerdo de tus anteriores beneficios-que cada día debo serte más devoto y esperar de tu intercesión valiosísima y de tu gran poder todos cuantos más favores necesite para el alma y para el cuerpo, para mi persona y para mi familia, para la Iglesia de Dios y para nuestra patria.

Alabo, pues, y bendigo a Dios, glorioso y compasivo Santo mío, por tantas mercedes y extra ordinarios favores como a tus verdaderos devotos acostumbras a conceder, por los íntimos consuelos con que en esta mi humilde, pero filial visita, has tenido a bien favorecerme. Que tampoco en lo sucesivo me niegues tu amabilísima asistencia y tu poderosa protección es lo que al separarme por breve tiempo de tu santa imagen te pido, Santo mío. Aunque de tu consoladora vista me retiro, llamado por las obligaciones de mi estado, tú, sin embargo, jamás dejes de seguirme con tus amantes ojos, ni de ampararme con tu benéfica sombra, ni de concederme, en fin, los favores que de nuevo llegare yo a solicitar de tu ilimitada caridad, para que así, amando a Dios y sirviéndole con una vida de veras cristiana, y honrándote al mismo tiempo a ti, amabilísimo Protector mío, sobre todo con la imitación de tus virtudes, merezca por tu intercesión verme libre de todo mal en el tiempo y alabar contigo la infinita misericordia de Dios en una eternidad feliz. Amén.

Un Padrenuestro, Avemaría y Gloria por todos los devotos ausentes.

SAN VICENTE FERRER, 5 DE ABRIL


Hoy 5 de abril se conmemora a San Vicente Ferrer: Ayudaba a matrimonios en crisis con agua bendita
Por Abel Camasca





 (ACI).- “Si quieres ser útil a las almas de tus prójimos, recurre primero a Dios de todo corazón y pídele con sencillez que te conceda esa caridad”, decía San Vicente Ferrer, cuya fiesta se celebra cada 5 de abril, y que solía dar un regalo especial a las esposas que peleaban mucho con sus maridos.

San Vicente Ferrer nació en Valencia (España) en el 1350, fue miembro de la Orden de Predicadores. Se dedicó a la enseñanza de teología y filosofía.

Combatió con empeño la división de la Iglesia en el cisma de occidente. Recorrió muchas comarcas predicando, obteniendo muchas conversiones y reforma en las costumbres de los pueblos.

Partió a la Casa del Padre el 5 de abril de 1419 en Vannes (Francia), donde se venera su cuerpo. Fue canonizado por Calixto III en 1455. Hay gran devoción hacia él en Europa y América.

San Vicente Ferrer solía regalar a las señoras, que peleaban mucho con su marido, un frasquito con agua bendita y les aconsejaba: "Cuando su esposo empiece a insultarle, échese un poco de esta agua a la boca y no se la pase mientras el otro no deje de ofenderla".

Esta famosa "agua de Fray Vicente" ayudaba mucho a las familias porque la mujer, al no poder contestarle al marido, entonces no había peleas.

Ojalá que en muchos hogares se viva esta bella costumbre de callar mientras el otro ofende porque lo que produce la pelea no es la palabra ofensiva que se oye, sino la palabra ofensiva que se responde.



Biografía de San Vicente Ferrer
5 de abril


Se hizo religioso en la Comunidad de los Padres Dominicos y, por su gran inteligencia, a los 21 años ya era profesor de filosofía en la universidad.

Durante su juventud el demonio lo asaltó con violentas tentaciones y, además, como era extraordinariamente bien parecido, varias mujeres de dudosa conducta se enamoraron de él y como no les hizo caso a sus zalamerías, le inventaron terribles calumnias contra su buena fama. Todo esto lo fue haciendo fuerte para soportar las pruebas que le iban a llegar después.

Siendo un simple diácono lo enviaron a predicar a Barcelona. La ciudad estaba pasando por un período de hambre y los barcos portadores de alimentos no llegaban. Entonces Vicente en un sermón anunció una tarde que esa misma noche llegarían los barcos con los alimentos tan deseados. Al volver a su convento, el superior lo regañó por dedicarse a hacer profecías de cosas que él no podía estar seguro de que iban a suceder. Pero esa noche llegaron los barcos, y al día siguiente el pueblo se dirigió hacia el convento a aclamar a Vicente, el predicador. Los superiores tuvieron que trasladarlo a otra ciudad para evitar desórdenes.

Vicente estaba muy angustiado porque la Iglesia Católica estaba dividida entre dos Papas y había muchísima desunión. De tanto afán se enfermó y estuvo a punto de morir. Pero una noche se le apareció Nuestro Señor Jesucristo, acompañado de San Francisco y Santo Domingo de Guzmán y le dio la orden de dedicarse a predicar por ciudades, pueblos, campos y países. Y Vicente recuperó inmediatamente su salud

En adelante por 30 años, Vicente recorre el norte de España, y el sur de Francia, el norte de Italia, y el país de Suiza, predicando incansablemente, con enormes frutos espirituales.

Los primeros convertidos fueron judíos y moros. Dicen que convirtió más de 10,000 judíos y otros tantos musulmanes o moros en España. Y esto es admirable porque no hay gente más difícil de convertirse al catolicismo que un judío o un musulmán.

Las multitudes se apiñaban para escucharle, donde quiera que él llegaba. Tenía que predicar en campos abiertos porque las gentes no cabían en los templos. Su voz sonora, poderosa y llena de agradables matices y modulaciones y su pronunciación sumamente cuidadosa, permitían oírle y entenderle a más de una cuadra de distancia.

Sus sermones duraban casi siempre más de dos horas (un sermón suyo de las Siete Palabras en un Viernes Santo duró seis horas), pero los oyentes no se cansaban ni se aburrían porque sabía hablar con tal emoción y de temas tan propios para esas gentes, y con frases tan propias de la S. Biblia, que a cada uno le parecía que el sermón había sido compuesto para él mismo en persona.

Antes de predicar rezaba por cinco o más horas para pedir a Dios la eficacia de la palabra, y conseguir que sus oyentes se transformaran al oírle. Dormía en el puro suelo, ayunaba frecuentemente y se trasladaba a pie de una ciudad a otra (los últimos años se enfermó de una pierna y se trasladaba cabalgando en un burrito).

En aquel tiempo había predicadores que lo que buscaban era agradar a los oídos y componían sermones rimbombantes que no convertían a nadie. En cambio a San Vicente lo que le interesaba no era lucirse sino convertir a los pecadores. Y su predicación conmovía hasta a los más fríos e indiferentes. Su poderosa voz llegaba hasta lo más profundo del alma. En pleno sermón se oían gritos de pecadores pidiendo perdón a Dios, y a cada rato caían personas desmayadas de tanta emoción. Personas que siempre habían odiado, hacían las paces y se abrazaban. Pecadores endurecidos en sus vicios pedían confesores. El santo tenía que llevar consigo una gran cantidad de sacerdotes para que confesaran a los penitentes arrepentidos. Hasta 15,000 personas se reunían en los campos abiertos, para oírle.

Después de sus predicaciones lo seguían dos grandes procesiones: una de hombres convertidos, rezando y llorando, alrededor de una imagen de Cristo Crucificado; y otra de mujeres alabando a Dios, alrededor de una imagen de la Santísima Virgen. Estos dos grupos lo acompañaban hasta el próximo pueblo a donde el santo iba a predicar, y allí le ayudaban a organizar aquella misión y con su buen ejemplo conmovían a los demás.

Como la gente se lanzaba hacia él para tocarlo y quitarle pedacitos de su hábito para llevarlos como reliquias, tenía que pasar por entre las multitudes, rodeado de un grupo de hombres encerrándolo y protegiéndolo entre maderos y tablas. El santo pasaba saludando a todos con su sonrisa franca y su mirada penetrante que llegaba hasta el alma.

Las gentes se quedaban admiradas al ver que después de sus predicaciones se disminuían enormemente las borracheras y la costumbre de hablar cosas malas, y las mujeres dejaban ciertas modas escandalosas o adornos que demostraban demasiada vanidad y gusto de aparecer. Y hay un dato curioso: siendo tan fuerte su modo de predicar y atacando tan duramente al pecado y al vicio, sin embargo las muchedumbres le escuchaban con gusto porque notaban el gran provecho que obtenían al oírle sus sermones.

Vicente fustigaba sin miedo las malas costumbres, que son la causa de tantos males. Invitaba incesantemente a recibir los santos sacramentos de la confesión y de la comunión. Hablaba de la sublimidad de la Santa Misa. Insistía en la grave obligación de cumplir el mandamiento de Santificar las fiestas. Insistía en la gravedad del pecado, en la proximidad de la muerte, en la severidad del Juicio de Dios, y del cielo y del infierno que nos esperan. Y lo hacía con tanta emoción que frecuentemente tenía que suspender por varios minutos su sermón porque el griterío del pueblo pidiendo perdón a Dios, era inmenso.

Pero el tema en que más insistía este santo predicador era el Juicio de Dios que espera a todo pecador. La gente lo llamaba "El ángel del Apocalipsis", porque continuamente recordaba a las gentes lo que el libro del Apocalipsis enseña acerca del Juicio Final que nos espera a todos. El repetía sin cansarse aquel aviso de Jesús: "He aquí que vengo, y traigo conmigo mi salario. Y le daré a cada uno según hayan sido sus obras" (Apocalipsis 22,12). Hasta los más empecatados y alejados de la religión se conmovían al oírle anunciar el Juicio Final, donde "Los que han hecho el bien, irán a la gloria eterna y los que se decidieron a hacer el mal, irán a la eterna condenación" (San Juan 5, 29).

Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su predicación. Y uno de ellos era el hacerse entender en otros idiomas, siendo que él solamente hablaba su lengua materna y el latín. Y sucedía frecuentemente que las gentes de otros países le entendían perfectamente como si les estuviera hablando en su propio idioma. Era como la repetición del milagro que sucedió en Jerusalén el día de Pentecostés, cuando al llegar el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, las gentes de 18 países escuchaban a los apóstoles cada uno en su propio idioma, siendo que ellos solamente les hablaban en el idioma de Israel.

San Vicente se mantuvo humilde a pesar de la enorme fama y de la gran popularidad que le acompañaban, y de las muchas alabanzas que le daban en todas partes. Decía que su vida no había sido sino una cadena interminable de pecados. Repetía: "Mi cuerpo y mi alma no son sino una pura llaga de pecados. Todo en mí tiene la fetidez de mis culpas". Así son los santos. Grandes ante la gente de la tierra pero se sienten muy pequeñitos ante la presencia de Dios que todo lo sabe.

Los últimos años, ya lleno de enfermedades, lo tenían que ayudar a subir al sitio donde iba a predicar. Pero apenas empezaba la predicación se transformaba, se le olvidaban sus enfermedades y predicaba con el fervor y la emoción de sus primeros años. Era como un milagro. Durante el sermón no parecía viejo ni enfermo sino lleno de juventud y de entusiasmo. Y su entusiasmo era contagioso. Murió en plena actividad misionera, el Miércoles de Ceniza, 5 de abril del año 1419. Fueron tantos sus milagros y tan grande su fama, que el Papa lo declaró santo a los 36 años de haber muerto, en 1455.

El santo regalaba a las señoras que peleaban mucho con su marido, un frasquito con agua bendita y les recomendaba: "Cuando su esposo empiece a insultarle, échese un poco de esta agua a la boca y no se la pase mientras el otro no deje de ofenderla". Y esta famosa "agua de Fray Vicente" producía efectos maravillosos porque como la mujer no le podía contestar al marido, no había peleas. Ojalá que en muchos de nuestros hogares se volviera a esta bella costumbre de callar mientras el otro ofende. Porque lo que produce la pelea no es la palabra ofensiva que se oye, si no la palabra ofensiva que se responde.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 5 DE ABRIL DEL 2017

Geraldo de Corbie, SantoGeraldo de Corbie, Santo
Abad, 5 de abril
Irene de Tesalónica, SantaIrene de Tesalónica, Santa
Virgen y Mártir, 5 de abril
Juliana de Monte Cornillon, SantaJuliana de Monte Cornillon, Santa
Monja y Reclusa Agustina, 5 de abril
Mariano de la Mata Aparicio, BeatoMariano de la Mata Aparicio, Beato
Sagerdote Agustino, 5 de abril
María Crescencia Höss, SantaMaría Crescencia Höss, Santa
Virgen, 5 de abril
Catalina Tomás, SantaCatalina Tomás, Santa
Religiosa, 5 de abril
Vicente Ferrer, SantoVicente Ferrer, Santo
Memoria Litúrgica, 5 de abril




Alberto de Montecorvino, Santo
Obispo, 5 de abril

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...