domingo, 2 de abril de 2017

HOY SE RECUERDA A SAN JUAN PABLO II, 12 AÑOS DE SU MUERTE


Un día como hoy San Juan Pablo II partió a la Casa del Padre




 (ACI).- Este 2 de abril se conmemoran 12 años del fallecimiento de San Juan Pablo II, el Papa polaco que estuvo al frente de la Iglesia Católica por 26 años y 5 meses. Es recordado como el “Papa peregrino”, fue un gran defensor de las familias y amado por los jóvenes.

San Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 horas, la noche previa al Domingo de la Divina Misericordia que él mismo instituyó y de la que fue muy devoto.

Pocos minutos después, Mons. Leonardo Sandri, que entonces era el Sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede (en la actualidad es Cardenal Prefecto para la Congregación de las Iglesias Orientales), anunció la noticia a las miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro y al resto del mundo, que seguía las últimas horas del Pontífice a través de los medios de comunicación.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje al papa polaco, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la Basílica de San Pedro.

El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el Cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y fue canonizado por el Papa Francisco el 27 de abril del 2014 junto a San Juan XIII.

San Juan Pablo II lideró el tercer pontificado más largo en los más de 2.000 años de historia de la Iglesia, realizando 104 viajes apostólicos fuera de Italia y 146 en ese país.

Impulsó las Jornadas Mundiales de la Juventud en las que se reunió con millones de jóvenes de todo el mundo e inauguró los Encuentros Mundiales de las Familias.

Más información en nuestra sección especial de San Juan Pablo II.

ORACIÓN A SAN FRANCISCO DE PAULA PARA PROBLEMAS URGENTES Y NECESIDADES


Oración a San Francisco de Paula para problemas urgentes y necesidades


Sol luminoso de caridad y verdadero Padre de los pobres,
glorioso san Francisco de Paula,
como pobre y necesitado de salvación recurro a ti
para que me alcances del Señor una fe viva,
una esperanza fuera de toda duda,
una caridad ardiente con mis hermanos
y una paciencia inalterable en las pruebas
y contrariedades de la vida.

Tú, que de un modo vivo y completo
reflejaste la imagen de nuestro divino Redentor,
ayúdeme a modelar mi vida
según el ejemplo y enseñanzas
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.

Dame tus bendiciones y ayuda poderosa
en toda necesidad material o espiritual,
e intercede por mí para que
pueda resolver de manera satisfactoria
las dificultades y problemas que tanto me afligen;
tú que fuiste distinguido por Dios
con el don de obrar incontables milagros
haz, glorioso san Francisco de Paula,
que alcance del Señor lo que con esperanza solicito:

(hacer la petición).

Oh santo bienaventurado,
confío en tu valiosa y prodigiosa mediación
y sé que con tu ayuda seré prontamente atendido.

Caritativo y venturoso san Francisco de Paula,
tú que fuiste elevado a la gloria de los santos,
y velas con amor y caridad por los que a ti acudimos,
consigue también de Dios Misericordioso
que caminando santamente
durante esta peregrinación terrena,
merezcamos gozar contigo
de los inefables gozos de la divinidad
en la plenitud de la eterna bienaventuranza.

Espero confiadamente alcanzar estas gracias
con tu eficaz y poderosa ayuda y protección
y la maternal intercesión de la Santísima Virgen María,
en virtud de los méritos infinitos
de nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

SAN FRANCISCO DE PAULA, EREMITA, 2 DE ABRIL


Hoy 2 de abril se conmemora a San Francisco de Paula, eremita y fundador de la Orden de los Mínimos




 (ACI).- San Francisco de Paula fue un hombre que amaba la soledad, por ello vivió prácticamente toda su vida en penitencia y oración. Tuvo muchos seguidores y fundó una congregación de vida eremítica de nombre Orden de los Mínimos, aprobada por la Santa Sede el año 1506.

Francisco nació en Paula (Italia) en 1416. Cuando era niño sufrió una grave enfermedad en los ojos, por ello sus padres pidieron la intercesión de San Francisco de Asís e hicieron un voto de que su hijo pasaría un año entero en uno de los conventos de su orden si se sanaba.


El niño curó inmediatamente y desde entonces empezó a mostrar señales de una extraordinaria santidad. A los trece ingresó a un convento franciscano para cumplir la promesa de sus padres. En ese lugar creció su amor por la oración y mortificación, su profunda humildad y su pronta obediencia.

A los 14 años peregrinó a Asís, donde recibió la inspiración de convertirse en ermitaño. Al regresar a Paula decidió iniciar su vida de retiro en una cueva a la orilla del mar, y pronto, serían muchas las personas que se le unirían. Desde entonces el Espíritu Santo le concedió el don de profecía, de hacer milagros y curaciones.

En 1474 el Papa Sixto IV le dio permiso de escribir una regla para su comunidad y de asumir el titulo de los Ermitaños de San Francisco: esta regla fue formalmente aprobada por el Papa Alejandro VI, quien posteriormente les cambió el nombre por el de Mínimos, “los más humildes de todos los religiosos”.

La regla definitiva fue aprobada en 1506 por el Papa Julio II, quien también aprobó una regla para las monjas de la orden.

Este estilo de vida adoptado por Francisco y sus religiosos era muy severo. Guardaban una abstinencia perpetua y vivían en extrema pobreza, pero la humildad era la señal distintiva de la orden.

Por muchos años este santo recorrió ciudades y pueblos llevando el Evangelio. En 1482 el Papa Sixto IV decidió enviar a Francisco como legado ante el rey de Francia Luis Xl, a quien logró convertirlo poco antes de su muerte. Este quedó tan agradecido que nombró a Francisco de Paula como director espiritual de su hijo, el futuro Carlos VIII, rey de Francia.

San Francisco de Paula falleció el 2 de abril de 1507. Doce años después de su muerte, fue proclamado santo por el Sumo Pontífice León X, en 1519. Su fiesta se celebra en la Iglesia universal el 2 de abril.

************
Biografía de San Francisco de Paula
2 de abril 


Se retiró a la montaña, y ahí permaneció durante cinco años, rezando, meditando y alimentándose solamente de agua y de hierbas silvestres y durmiendo sobre el duro suelo, teniendo por almohada una piedra. Pronto, varios hombres siguieron su ejemplo. Francisco tuvo que fundar varias casas para sus religiosos y, en todos sus conventos puso una consigna o ley que había que cumplir siempre. Decía así: "Cuaresma perpetua". Esto quiere decir que en la alimentación se debían hacer las mortificaciones que antiguamente se hacían en cuaresma con el fin de fortificar la voluntad.

Miles de hombres decidieron abandonar la vida pecaminosa del mundo e irse a la Comunidad religiosa fundada por San Francisco de Paula. Así como San Francisco de Asís les había puesto a sus religiosos el nombre de "hermanos menores", San Francisco de Paula les puso a los que pertenecían a su comunidad el nombre de "hermanos Mínimos". El Divino Espíritu le concedió a San Francisco de Paula el don de hacer milagros, de hacer curaciones, y el don de profecía.

El Papa Pablo VI dijo en 1977 que San Francisco de Paula es un verdadero modelo para los que tienen que llamarles la atención a los gobernantes que abusan de su poder y que malgastan en gastos innecesarios el dinero que deberían emplear en favor de los pobres. Por muchos años nuestro santo recorrió ciudades y pueblos llevando los mensajes de Dios a las gentes. Y en aquellos tiempos (como ahora) había alcaldes, gobernadores, ministros y hasta jefes de Estado que abusaban de su poder y gastaban los dineros públicos para enriquecerse o para hacer gastos inútiles y conseguir lujos, en vez de socorrer a los necesitados. A ellos les iba recordando San Francisco que a cada uno le dirá Cristo en el día del juicio aquellas palabras que dijo en el Evangelio: "Dame cuenta de tu administración".

También les recordaba esta frase del Apocalipsis: "He aquí que tengo y traigo conmigo mi salario. Y le daré a cada uno según hayan sido sus obras". Todo esto hacía pensar muy seriamente a muchos gobernantes y los llevaba a corregir los modos equivocados de proceder que habían tenido en el pasado.

El santo logró convertir a Luis XI antes de su muerte. Este quedó tan agradecido que nombró a Francisco de Paula como director espiritual de su hijo, el futuro Carlos VIII, rey de Francia.

Murió el Santo, 2 de abril de 1507. El pueblo empezó inmediatamente a proclamarlo como santo y los milagros empezaron a sucederse.

Doce años después de su muerte, fue proclamado santo por el Sumo Pontífice León X, en 1519.

SANTORAL DE HOY DOMINGO 2 DE ABRIL DEL 2017

Teodosia de Cesarea, Santa
Virgen y Mártir, 2 de abril
Juan Pablo II, SantoJuan Pablo II, Santo
CCLXIV Papa, 2 de abril
Abundio de Como, SantoAbundio de Como, Santo
Obispo, 2 de abril
Nicecio de Lyon, SantoNicecio de Lyon, Santo
Obispo, 2 de abril
Juan Payne, SantoJuan Payne, Santo
Presbítero y Mártir, 2 de abril
Pedro Calungsod, SantoPedro Calungsod, Santo
Catequista Mártir, 2 de abril
Leopoldo de Gaiche, BeatoLeopoldo de Gaiche, Beato
Presbítero Franciscano, 2 de abril
Juancito (Costa), BeatoJuancito (Costa), Beato
Mártir, 2 de abril
Francisco Coll y Guitart, SantoFrancisco Coll y Guitart, Santo
Presbítero Dominico, 2 de abril
Isabel Vendramini, BeataIsabel Vendramini, Beata
Funadadora, 2 de abril
Diego Luis de San Vitores, BeatoDiego Luis de San Vitores, Beato
Presbítero, Misionero y Mártir, 2 de abril
Guillermo (Vilmos) Apor, BeatoGuillermo (Vilmos) Apor, Beato
Obispo y Mártir, 2 de abril
Mykola (Nicolás) Carneckyj, BeatoMykola (Nicolás) Carneckyj, Beato
Obispo y Mártir, 2 de abril
Eustasio de Luxeuil,  SantoEustasio de Luxeuil, Santo
Abad, 2 de abril
Francisco de Paula, SantoFrancisco de Paula, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de abril

LECTURAS BÍBLICAS Y EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 2 DE ABRIL DEL 2017


V Domingo de Cuaresma – Ciclo A
Domingo 2 de Abril de 2017




Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (37,12-14):

Así dice el Señor: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago.» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios    

______________________

Salmo
Salmo Responsorial: 129,1-2.3-4ab.4c-6.7-8

R/. Del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz,
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.

Si llevas cuentas de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora. R/.

Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.

______________________

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,8-11):

Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

Palabra de Dios

________________

Lectura del Santo Evangelio según san Juan (11, 1-45):

En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor, tu amigo está enfermo.»
Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba.
Sólo entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.
Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?»
Le contestaron: «Señor, ven a verlo.»
Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!»
Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»
Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.
Dice Jesús: «Quitad la losa.»
Marta, la hermana del muerto, le dice: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»
Jesús le dice: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.»
Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, ven afuera.»
El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario.
Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar.»
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él..

Palabra del Señor

FELIZ DOMINGO!!




sábado, 1 de abril de 2017

MILAGRO APROBADO PARA LA CANONIZACIÓN DE ÁNGEL DE ACRI

Salvatore quedó en coma luego de un accidente
Milagro aprobado para la canonización de Ángel de Acri


Por: Redacción | Fuente: Catholic.net 



Todo comenzó en marzo de 2010. Acri estaba en plena campaña para las elecciones municipales. A las afueras de la ciudad, por el pueblo llamado Montagnola, un joven, llamado Salvatore, conducía una cuatrimoto y perdió el control del vehículo estrellándose contra un poste telefónico.
La familia de Salvatore es muy conocida y respetada en su ciudad, participan en el sector de la restauración y del transporte público con autobuses.
Los socorristas llegaron al lugar a los pocos minutos, e inmediatamente notan que las condiciones del joven son graves. Tiene muchas heridas y ha perdido el conocimiento.
Es trasladado al Hospital de la Anunciación de Cosenza. En la sala de emergencias el estado de salud de Salvatore no mejora, incluso los médicos están lejos de ser optimistas.
Después de unos días los mismos médicos indican a la familia que la situación es desesperada, casi irreversible. "Sólo un milagro puede salvar al joven Salvatore", admiten, ante la desesperación de los familiares, quienes siendo muy religiosos comienzan a reunirse en oración.


Deciden acudir donde Capuchinos, a pedir una reliquia del Beato Ángel, una solicitud a la que los monjes están acostumbrados y que la solicitan no sólo los acresis, y que es concedida sin problemas. Reciben el cordón del hábito (cíngulo), prenda que luego es colocada junto a las máquinas que mantienen con vida Salvador.
El tiempo pasa inexorablemente, Salvatore sigue en estado de coma, una mañana los médicos confiesan que no pueden hacer nada más. Pero hubo un cambio. Al día siguiente Salvatore empieza a mostrar signos de recuperación, con movimientos y susurros, además las imágenes que la maquinas proyectaban en las pantallas, ya no son simples líneas rectas. Salvatore mejora día a día, deja el estado de irreversibilidad. Los médicos no saben cómo dar explicaciones científicas a lo ocurrido. Nace el grito: ¡Milagro!
Pasan los días, la vida de Salvatore ya no está en peligro. El joven, sin embargo, necesita una larga rehabilitación que se lleva a cabo en un centro especializado en la región. Mientras tanto, el cíngulo del Beato Ángel es colocado en la sala de su casa. Actualmente Salvatore está muy bien.
Luego de realizados todos los estudios necesarios sobre el caso, el pasado 23 de marzo de 2017, el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del decreto que reconoce este evento como un milagro obrado por Dios por intercesión de Ángel de Acri.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 1 DE ABRIL DEL 2017


¿Quién eres en mi vida, Señor?
San Juan 7, 40-53. IV Sábado de Cuaresma


Por: H. Balam Loza, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"¡Bendito el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas! ¡Bendito su nombre glorioso por siempre, la tierra toda se llene de su gloria!" (Salmo 73) Al contemplar tus maravillas, Señor, me postro ante Ti y te doy gracias. ¡Cuántas veces me acostumbro a recibir tus innumerables dones!, y sin embargo, al pararme por un momento a contemplar la naturaleza, el sonido del río, el canto del pájaro, mi historia…, veo que Tú has estado presente y tu amor se ha manifestado a cada paso, en cada instante. Por eso vengo hoy a tus pies, para contemplar tus maravillas y tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 7, 40-53
En aquel tiempo, algunos de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir: "Éste es verdaderamente el profeta". Otros afirmaban: "Éste es el Mesías". Otros, en cambio, decían: "¿Acaso el Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?". Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús. Algunos querían apoderarse de Él, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo, que habían sido enviados para apresar a Jesús, volvieron a donde estaban los sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos les dijeron: "¿Por qué no lo han traído?". Ellos respondieron: "Nadie ha hablado nunca como ese hombre". Los fariseos les replicaron: "¿Acaso también ustedes se han dejado embaucar por él? ¿Acaso ha creído en él alguno de los jefes o de los fariseos? La chusma ésa, que no entiende la ley, está maldita".
Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver a Jesús, y que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley condena a un hombre sin oírlo primero y sin averiguar lo que ha hecho?". Ellos le replicaron: "¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta". Y después de esto, cada uno de ellos se fue a su propia casa.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
¿Quién eres en mi vida, Señor? Así como en tu tiempo, hoy Tú tienes un lugar central en la vida de las personas y eres un continuo interrogante para muchos. Para unos eres una voz que habla y que llama a la conversión pero que, poco a poco, es callada o evitada. Eres una persona incómoda pues pides un cambio de vida, de estilos, de comodidades. Eres una presencia embarazosa que está fuera, tocando a las puertas de los corazones, y al que se responde desde dentro "mañana le abriremos". Así, imitamos a los fariseos a los cuales llamabas y tocabas a su puerta, pero a quienes resultabas incómodo sin ni siquiera haberte escuchado.
Para otros en cambio puedes ser aquel hombre intrigante y ejemplar. Tal vez eres como una "figura de porcelana" que tenemos en algún lugar importante de nuestro corazón y que al verla nos deja una agradable sensación. Y, sin embargo, sólo eres una figura que está ahí, que nos dice algo, pero que en el fondo nos cambia poco. No dejamos que te muevas, te tenemos bien controlado y cuidamos que no te rompas. Podemos decir que nos mantenemos en un terreno neutro; estás en nuestro corazón, pero en la zona de las visitas y te tenemos ahí, impidiendo que entres realmente en el fondo de nuestro corazón. Eres eso, una visita y no un miembro de la familia. Y tal vez, somos como los soldados que sí, te admiramos, te reconocemos como alguien importante, pero nos quedamos como meros admiradores.
Finalmente, podemos hacer realmente la experiencia de ser amigos tuyos, de poder escucharte y que tus palabras nos toquen. No seremos perfectos, pienso que los apóstoles no eran perfectos, pero sí eran tus amigos. Eres el amigo a quien se dan las llaves de casa para que entre a la hora que quiera sin pedir permiso; quien nos conoce perfectamente y que sabe lo que necesitamos; con quien podemos llorar o pasar lo mejores momentos.
"Amigos, Jesús es el Señor del riesgo, es el Señor del siempre "más allá". Jesús no es el Señor del confort, de la seguridad y de la comodidad. Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que abran nuevos horizontes, capaces de contagiar alegría, esa alegría que nace del amor de Dios, la alegría que deja en tu corazón cada gesto, cada actitud de misericordia."
(Discurso de S.S. Francisco, 30 de julio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Señor, voy a dedicar un momento para estar delante del Sagrario preguntándome quién eres en mi vida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

SAN HUGO, OBISPO Y GRAN ORADOR, 1 DE ABRIL


Hoy 1 de abril es la fiesta de San Hugo de Grenoble, Obispo y gran orador




 (ACI).- San Hugo fue Obispo de Grenoble (Francia) entre 1080 y 1132, y su elección se dio cuando ni siquiera era sacerdote.

En Grenoble permaneció como Obispo durante 50 años, pese a haber presentado su renuncia en cinco oportunidades ante cinco Pontífices distintos. También contribuyó a la fundación de la Orden los Cartujos.

El Santo nació en Francia en el año 1052 y su nombre significa “el inteligente”. Fue nombrado canónigo en la ciudad de Valence y a la edad de 28 años ya estaba instruido en ciencias eclesiásticas. Era tan bueno en su trato que su obispo le pidió acompañarlo al Concilio de Aviñon de 1080.

Los obispos le propusieron que se hiciera ordenar de sacerdote para que se encargue de la diócesis de Grenoble, sin embargo Hugo se oponía porque era muy tímido y se creía indigno.

El Delegado del Sumo Pontífice logró convencerlo y le confirió la ordenación sacerdotal. Luego se lo llevó a Roma para que el Papa Gregorio VII lo ordenara obispo.

Al llegar a Grenoble encontró que la situación de su diócesis era desastrosa y por ello se encargó de introducir la reforma gregoriana. Combatió una serie de abusos como los cargos eclesiásticos conseguidos con dinero (simonía); incumplimiento del celibato en los sacerdotes; laicos apoderados de bienes de la Iglesia; deudas a empleados de la Iglesia; y un pueblo que no recibía instrucción en religión.

Por varios años se dedicó a combatir valientemente todos estos abusos dedicando largas horas a la oración y a la meditación. Asimismo recorría su diócesis de parroquia en parroquia corrigiendo errores y enseñando cómo obrar el bien.

Llegó a convertirse en un gran orador, y como rezaba mucho antes de predicar, sus sermones conmovían profundamente a sus oyentes y lograban numerosas conversiones.

Poco antes de su muerte perdió la memoria y lo único que recordaba eran los salmos y el Padrenuestro. Pasó sus últimos días repitiendo estas oraciones.

San Hugo falleció con casi 80 años el 1 de abril de 1132. El Papa Inocencio II lo declaró santo dos años después de su muerte.

**********
Biografía de San Hugo
1 de abril


San Hugo nació en Francia en el año 1052. Su padre Odilón, que se había casado dos veces, al quedar viudo por segunda vez se hizo monje cartujo y murió en el convento a la edad de cien años, teniendo el consuelo de que su hijo que ya era obispo, le aplicara los últimos sacramentos y le ayudara a bien morir.

A los 28 años nuestro santo ya era instruido en ciencias eclesiásticas y tan agradable en su trato y de tan excelente conducta que su obispo lo llevó como secretario a una reunión de obispos que se celebraba en Avignon en el año 1080 para tratar de poner remedio a los desórdenes que había en la diócesis de Grenoble. Allá en esa reunión o Sínodo, los obispos opinaron que el más adaptado para poner orden en Grenoble era el joven Hugo y le propusieron que se hiciera ordenar de sacerdote porque era un laico. Él se oponía porque era muy tímido y porque se creía indigno, pero el Delegado del Sumo Pontífice logró convencerlo y le confirió la ordenación sacerdotal. Luego se lo llevó a Roma para que el Papa Gregorio VII lo ordenara de obispo.

En Roma el Pontífice lo recibió muy amablemente. Hugo le consultó acerca de las dos cosas que más le preocupaban: su timidez y convicción de que no era digno de ser obispo, y las tentaciones terribles de malos pensamientos que lo asaltaban muchas veces. El Pontífice lo animó diciéndole que "cuando Dios da un cargo o una responsabilidad, se compromete a darle a la persona las gracias o ayudas que necesita para lograr cumplir bien con esa obligación", y que los pensamientos aunque lleguen por montones a la cabeza, con tal de que no se consientan ni se dejen estar con gusto en nuestro cerebro, no son pecado ni quitan la amistad con Dios.

Gregorio VII ordenó de obispo al joven Hugo que sólo tenía 28 años, y lo envió a dirigir la diócesis de Grenoble, en Francia. Allá estará de obispo por 50 años, aunque renunciará el cargo ante 5 Pontífices, pero ninguno le aceptará la renuncia.

Al llegar a Grenoble encontró que la situación de su diócesis era desastrosa y quedó aterrado ante los desórdenes que allí se cometían. Los cargos eclesiásticos se concedían a quien pagaba más dinero (Simonía se llama este pecado). Los sacerdotes no se preocupaban por cumplir buen su celibato. Los laicos se habían apoderado de los bienes de la Iglesia. En el obispado no había ni siquiera con qué pagar a los empleados. Al pueblo no se le instruía casi en religión y la ignorancia era total.

Por varios años se dedicó a combatir valientemente todos estos abusos. Y aunque se echó en contra la enemistad de muchos que deseaban seguir por el camino de la maldad, sin embargo la mayoría acepto sus recomendaciones y el cambio fue total y admirable. El dedicaba largas horas a la oración y a la meditación y recorría su diócesis de parroquia en parroquia corrigiendo abusos y enseñando cómo obrar el bien.

Todos veían con admiración los cambios tan importantes en la ciudad, en los pueblos y en los campos desde que Hugo era obispo. El único que parecía no darse cuenta de todos estos éxitos era él mismo. Por eso, creyéndose un inepto y un inútil para este cargo, se fue a un convento a rezar y a hacer penitencia. Pero el Sumo Pontífice Gregorio VII, que lo necesitaba muchísimo para que le ayudara a volver más fervorosa a la gente, lo llamó paternalmente y lo hizo retornar otra vez a su diócesis a seguir siendo obispo. Al volver del convento parecía como Moisés cuando volvió del Monte Sinaí que llegaba lleno de resplandores. Las gentes notaron que ahora llegaba más santo, más elocuente predicador y más fervoroso en todo.

Un día llegó San Bruno con 6 amigos a pedirle a San Hugo que les concediera un sitio donde fundar un convento de gran rigidez, para los que quisieran hacerse santos a base de oración, silencio, ayunos, estudio y meditación. El santo obispo les dio un sitio llamado Cartuja, y allí en esas tierras desiertas y apartadas fue fundada la Orden de los Cartujos, donde el silencio es perpetuo (hablan el domingo de Pascua) y donde el ayuno, la mortificación y la oración llevan a sus religiosos a una gran santidad.

Se dice que al construir la casa para los Cartujos no se encontraba agua por ninguna parte. Y que San Hugo con una gran fe, recordando que cuando Moisés golpeó la roca, de ella brotó agua en abundancia, se dedicó a cavar el suelo con mucha fe y oración y obtuvo que brotara una fuente de agua que abasteció a todo el gran convento.

En adelante San Bruno fue el director espiritual del obispo Hugo, hasta el final de su vida. Y se cumplió lo que dice el Libro de los Proverbios: "Triunfa quien pide consejo a los sabios y acepta sus correcciones". A veces se retiraba de su diócesis para dedicarse en el convento a orar, a meditar y a hacer penitencia en medio de aquel gran silencio, donde según sus propias palabras "Nadie habla si no es para cosas extremadamente graves, y lo demás se lo comunican por señas, con una seriedad y un respeto tan grandes, que mueven a admiración". Para San Hugo sus días en la Cartuja eran como un oasis en medio del desierto de este mundo corrompido y corruptor, pero cuando ya llevaba varios días allí, su director San Bruno le avisaba que Dios lo quería al frente de su diócesis, y tenía que volverse otra vez a su ciudad.

Los sacerdotes más fervorosos y el pueblo humilde aceptaban con muy buena voluntad las órdenes y consejos del Santo obispo. Pero los relajados, y sobre todo muchos altos empleados del gobierno que sentían que con este Monseñor no tenían toda la libertad para pecar, se le opusieron fuertemente y se esforzaron por hacerlo sufrir todo lo que pudieron. El callaba y soportaba todo con paciencia por amor a Dios. Y a los sufrimientos que le proporcionaban los enemigos de la santidad se le unían las enfermedades. Trastornos gástricos que le producían dolores y le impedían digerir los alimentos. Un dolor de cabeza continuo por más de 40 años (que no lo sabían sino su médico y su director espiritual y que nadie podía sospechar porque su semblante era siempre alegre y de buen humor). Y el martirio de los malos pensamientos que como moscas inoportunas lo rodearon toda su vida haciéndolo sufrir muchísimo, pero sin lograr que los consintiera o los admitiera con gusto en su cerebro.

Varias veces fue a Roma a visitar al Papa y a rogarle que le quitara aquel oficio de obispo porque no se creía digno. Pero ni Gregorio VII, ni Urbano II, ni Pascual II, ni Inocencio II, quisieron aceptarle su renuncia porque sabían que era un gran apóstol y que si se creía indigno, ello se debía más a su humildad, que a que en realidad no estuviera cumpliendo bien sus oficios de obispo. Cuando ya muy anciano le pidió al Papa Honorio II que lo librara de aquel cargo porque estaba muy viejo, débil y enfermo, el Sumo Pontífice le respondió: "Prefiero de obispo a Hugo, viejo, débil y enfermo, antes que a otro que esté lleno de juventud y de salud".

Era un gran orador, y como rezaba mucho antes de predicar, sus sermones conmovían profundamente a sus oyentes. Era muy frecuente que en medio de sus sermones, grandes pecadores empezaran a llorar a grito entero y a suplicar a grandes voces que el Señor Dios les perdonara sus pecados. Sus sermones obtenían numerosas conversiones.

Tenía gran horror a la calumnia y a la murmuración. Cuando escuchaba hablar contra otros exclamaba asustado: "Yo creo que eso no es así". Y no aceptaba quejas contra nadie si no estaban muy bien comprobadas.

Una vez, cuando por un larguísimo verano hubo una enorme carestía y gran escasez de alimentos, vendió el cáliz de oro que tenía y todos los objetos de especial valor que había en su casa y con ese dinero compró alimentos para los pobres. Y muchos ricos siguieron su ejemplo y vendieron sus joyas y así lograron conseguir comida para la gente que se moría de hambre.

Al final de su vida la artritis le producía dolores inmensos y continuos pero nadie se daba cuenta de que estaba sufriendo, porque sabía colocar una muralla de sonrisas para que nadie supiera los dolores que estaba padeciendo por amor a Dios y salvación de las almas.

Un día al verlo llorar por sus pecados le dijo un hombre: "- Padre, ¿por qué llora, si jamás ha cometido un pecado deliberado y plenamente aceptado?- "Y él le respondió: "El Señor Dios encuentra manchas hasta en sus propios ángeles. Y yo quiero decirle con el salmista: "Señor, perdóname aun de aquellos pecados de los cuales yo no me he dado cuenta y no recuerdo".

Poco antes de su muerte perdió la memoria y lo único que recordaba eran los Salmos y el Padrenuestro. Y pasaba sus días repitiendo salmos y rezando padresnuestros.

Murió cuando estaba para cumplir los 80 años, el 1 de abril de 1132. El Papa Inocencio II lo declaró santo, dos años después de su muerte.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...