miércoles, 6 de mayo de 2015

LOS SANTOS DE HOY: MIÉRCOLES 6 DE MAYO DEL 2015

Venerio de Milán, SantoVenerio de Milán, Santo
Obispo, 6 de mayo


Hoy también se festeja a:

Eduardo Jones y Antonio Middleton, BeatosEduardo Jones y Antonio Middleton, Beatos
Presbíteros y Mártires, 6 de mayo
Casimiro Gostynski, BeatoCasimiro Gostynski, Beato
Presbítero y Mártir, 6 de mayo
Pedro Nolasco, SantoPedro Nolasco, Santo
Presbítero y Fundador, 6 de mayo
Domingo Savio, SantoDomingo Savio, Santo
Adolescente Santo, 9 de marzo
Ana Rosa Gattorno, BeataAna Rosa Gattorno, Beata
Religiosa, Mayo 6
Bartolomé Pucci-Franceschi, BeatoBartolomé Pucci-Franceschi, Beato
Presbítero Franciscano, Mayo 6
María Catalina Troiani, BeataMaría Catalina Troiani, Beata
Fundadora, Mayo 6
Francisco Montmorency-Laval, SantoFrancisco Montmorency-Laval, Santo
Obispo y Fundador, Mayo 6
Evodio de Antioquía, SantoEvodio de Antioquía, Santo
Obispo, 6 de mayo
Enrique Kaczorowski, BeatoEnrique Kaczorowski, Beato
Sacerdote y Mártir, 6 de mayo
Enrique Kaczorowski, BeatoEnrique Kaczorowski, Beato
Sacerdote y Mártir, 6 de mayo

SAN EVODIO DE ANTIOQUÍA, OBISPO, 6 DE MAYO


Evodio de Antioquía, Santo
Evodio de Antioquía, Santo

Obispo, 6 de mayo


Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa



Obispo

Martirologio Romano: En Antioquía, san Evodio, el cual, como escribe san Ignacio a los Antioquenos, fue el primer Obispo, ordenado allí por el Apóstol san Pedro, y terminó la vida con glorioso martirio. ( c.69)

Breve Biografía

Primer obispo de Antioquía después de San Pedro. Eusebio lo menciona así en su "Historia": "Y Evodio habiendo sido establecido como primer [obispo] de Antioquía, Ignacio floreció en este momento" (III, 22). El tiempo mencionado es el de Clemente de Roma y de Trajano, de los cuales Eusebio acaba de hablar. Harnack ha demostrado (después de descartar una teoría propia anterior) que Eusebio tenía una lista de los obispos de Antioquía, que no tenía sus fechas, y que se vio obligado a sincronizarlos aproximadamente con los Papas. Parece seguro que él tomó las tres listas episcopales de Roma, Alejandría y Antioquía de la "Cronografía", que Julio Africano publicó en 221. La "Crónica de Eusebio" se ha perdido, pero en la traducción de San Jerónimo de la misma encontramos en tres años sucesivos las tres entradas
 
  • que Pedro, habiendo fundado la Iglesia de Antioquía, es enviado a Roma, donde persevera como obispo durante 25 años;

  • que Marcos, el intérprete de Pedro, predica a Cristo en Egipto y Alejandría, y

  • que Evodio es ordenado primer obispo de Antioquía.

  • No tenemos ninguna mención de Evodio antes de la de Africano, pero ésta se ve confirmada por su contemporáneo, Orígenes, quien llama Ignacio al segundo obispo después de Pedro (Hom. IV, en Luc., III, 938A). Es curioso que la ordenación de Evodio no debiera haber sido dada en la "Cronografía" en el mismo año que la fundación de la Iglesia Antioqueña por Pedro, y Hort supone que las tres entradas deben haber pertenecido a un solo año en Eusebio; pero la evidencia no está a favor de esta simplificación. El año de la accesión de Ignacio, que es el de la muerte de Evodio, era desconocido para Eusebio, pues simplemente lo coloca en la "Crónica", junto con la muerte de Pedro y la accesión de Lino en Roma (Nerón 14-68), mientras que en la "Historia" lo menciona al comienzo del reinado de Trajano.

    La fama de Ignacio causó que escritores posteriores, como San Atanasio y San Juan Crisóstomo, hablasen de él como si hubiese sido el sucesor inmediato de los Apóstoles. Jerónimo (De Vir. Ill., 16) y Sócrates (HE, VI, 8) lo llaman el "tercer" obispo después de San Pedro, pero esto es sólo porque ilógicamente incluyen a Pedro entre sus propios sucesores. Teodoreto y Pseudo-Ignacio representan a Ignacio como consagrado por Pedro. La dificultad que surgió así sobre Evodio se resolvió en las Constituciones Apostólicas que afirman que Evodio fue ordenado por Pedro e Ignacio por Pablo. El cronógrafo bizantino, Juan Malalas (X, 252), relata que cuando Pedro iba de camino a Roma pasó por la gran ciudad de Antioquía, sucedió que Evodo (sic), el obispo y patriarca, murió y lo sucedió Ignacio; él le atribuye a Evodio la invención del nombre cristiano. Salmon no parece estar justificado en suponer que Malalas le atribuye cualquiera de esta información a Teófilo, el obispo de Antioquía del siglo II. Podemos estar seguros que Evodio es un personaje histórico, y realmente fue el predecesor de San Ignacio, pero las fechas de su ordenación y muerte son realmente inciertas. Ningún testigo anterior lo menciona como mártir.

    Los griegos conmemoran juntos a “Evodo” y a Onesíforo (2 Tim. 1,16) como de los setenta discípulos y como mártires el 29 de abril, y también el 7 de septiembre. Evodio era desconocido para los martirologios occidentales, el Jeronimiano y los de Beda y Floro; pero Ado lo introdujo en el día 6 de mayo en el llamado "Martyrologium Romanum parvum" (el cual no preparó mucho antes de 860) y en su propia obra. Su fuente fue Pseudo-Ignacio, a quien cita en el “Libellus de fest. Apost." prefijado al martirologio propio. De él llegó la anotación a Usuardo y al resto, y al presente Martirologio Romano.

martes, 5 de mayo de 2015

LOS SANTOS DE HOY: MARTES 5 DE MAYO DEL 2015

Avertino de Tours, SantoAvertino de Tours, Santo
Diácono, 5 de mayo


Hoy también se festeja a:

Mauronto de Douai, SantoMauronto de Douai, Santo
Abad, 5 de mayo
Gregorio Frackowiak, BeatoGregorio Frackowiak, Beato
Mártir Polaco, Mayo 5
Bienvenido de Recanati, BeatoBienvenido de Recanati, Beato
Religioso, 5 de mayo

Hilario de Arlés, SantoHilario de Arlés, Santo
Obispo, 5 de mayo
Angel de Jerusalén (de Sicilia), SantoAngel de Jerusalén (de Sicilia), Santo
Mártir Carmelita, 5 de mayo
Nunzio Sulprizio, BeatoNunzio Sulprizio, Beato
Obrero Adolescente, Mayo 5

SAN HILARIO DE ARLÉS, OBISPO, 5 DE MAYO


Hilario de Arlés, Santo
Obispo, 5 de mayo 
Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa




Obispo
Martirologio Romano: En Arlés, en la región de Provenza (Francia), san Hilarío, obispo, que, después de llevar vida eremítica en Lérins, fue promovido, muy a su pesar, al episcopado, en donde trabajando con sus propias manos, vistiendo una sola túnica tanto en verano como en invierno y viajando a pie, manifestó a todos su amor por la pobreza. Entregado a la oración, los ayunos y las vigilias, y perseverando en una predicación continua, mostró la misericordia de Dios a los pecadores, acogió a los huérfanos y no dudó en destinar para la redención de los cautivos todos los objetos de plata que se conservaban en la basílica de la ciudad. († 449)

Breve Biografía
Arzobispo, nacido por el año 401; fallecido el 5 de Mayo del 449.

El lugar preciso de su nacimiento es desconocido. Todo lo que se ha dicho es que perteneció a una notable familia de la parte Norte de Galia, de la cual probablemente descendió San Honorato, su predecesor de la Sede de Arles.

Culto y rico, Hilario había calculado todo para asegurar su éxito en el mundo, pero abandonó honores y riquezas ante las urgentes demandas de Honorato, acompañándolo a la ermita de Lerins, que este ultimo había fundado y dedicándose él mismo bajo la santa obediencia a practicar la austeridad y el estudio de la Sagrada Escritura.

Mientras tanto Honorato, quién había llegado a Arzobispo de Arles, estaba a punto de morir. Hilario corrió a su lado y lo asistió en sus últimos momentos. Estaba Hilario por partir de regreso a Lerins cuando fue retenido por la fuerza y proclamado arzobispo en lugar de Honorato.

Obligado a ceder a esta coacción, emprendió resueltamente las tareas de su pesado cargo, y asitió a varios concilios que tuvieron lugar en Riez, Orange, Vaison y Arles.

Seguidamente empezó entre él y el Papa San Leo la famosa riña que constituye una de las etapas más curiosas de la historia de la Iglesia de Gallicia. En una reunion de obispos que presidió en el año 444 y en la que estuvieron presentes San Euterio de Lyon y St German de Auxerre, destituyó por incapacidad a un tal Cheldonius.

Este ultimo se apresuró a ir a Roma, tuvo éxito en la intercesión de su causa ante el Papa y como resultado fue reinstalado en su sede. Hilario entonces solicitó al Papa San Leo que justificara su acción sobre el asunto, pero no fue bien recibido por el soberano pontífice y fue obligado a regresar precipitadamente a Galia.

Después de esto envió a algunos sacerdotes a Roma a explicar su conducta pero sin ningún buen resultado. Además algunas personas que estaban hostiles por dicho asunto llevaron varias acusaciones contra él a la Corte de Roma, por lo cual el Papa excomulgó a Hilario, transfiriendo las prerrogativas de su sede a Frejus y motivó la proclamación del Emperador Valentiniano III con el famoso decreto que liberaba a la Iglesia de Viena de toda dependencia de Arles.

Sin embargo hay razones para creer que una vez terminada la tormenta, fue restaurada la paz rápidamente entre Hilario y Leo. Estamos lejos de la época en que ocurrió esta memorable riña y los documentos que pueden arrojar una luz sobre ella son muy pocos para permitirnos emitir un juicio definitivo sobre esta causa y sus consecuencias.

Evidentemente existe el hecho que los respectivos derechos de la Corte de Roma y de la ciudad no estaban suficientemente clarificados en ese tiempo y que el derecho de apelación al papa, entre otros, no estaban explícitamente reconocidos. Existe un número de escritos que se atribuyen a San Hilario, pero están lejos de ser auténticos. Pere Quesnel los coleccionó todos en un apéndice al trabajo en el que ha publicado los escritos de San Leo.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 5 DE MAYO DEL 2015


No pierdan la paz ni se acobarden
Pascua


Juan 14, 27-31. Pascua. En Cristo está nuestra paz, y con Él a nuestro lado, ¿qué nos puede turbar? 


Por: H. Cristian González | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado.

Oración introductoria
Señor, mi corazón está hecho para vivir en paz y Tú eres la única, autentica, abundante y gratuita fuente de paz. Nada, ni el mundo, ni los problemas ni las dificultades pueden arrebatármela. Lléname de tu paz para poder difundirla en los demás.

Petición
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, dame tu paz.

Meditación del Papa Francisco
En este día mi deseo es que todos puedan conocer el verdadero rostro de Dios, el Padre que nos ha dado a Jesús. Me gustaría que todos pudieran sentir a Dios cerca, sentirse en su presencia, que lo amen, que lo adoren.
Y que todos nosotros demos gloria a Dios, sobre todo, con la vida, con una vida entregada por amor a Él y a los hermanos.

Y paz a los hombres.
 La verdadera paz no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura "fachada", que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso artesanal, que se logra contando con el don de Dios, con la gracia que nos ha dado en Jesucristo […]
Hemos podido comprobar la fuerza de la oración. Y me alegra que hoy se unan a nuestra oración por la paz también creyentes de diversas confesiones religiosas. No perdamos nunca la fuerza de la oración. La fuerza para decir a Dios: Señor, concede tu paz al mundo entero. Y también a los no creyentes les invito a desear la paz, con un deseo que amplía el corazón, con la oración o el deseo, pero todos por la paz. (S.S. Francisco, bendición Urbi et orbe, 25 de diciembre de 2013).

Reflexión
Cristo se está despidiendo. Se acerca su pasión, morirá en la cruz por nosotros, y nos quiere dar las recomendaciones finales, nos quiere dejar las lecciones que él considera más importantes.

Primero nos da su paz, y nos dice que no se turbe nuestro corazón porque "me voy pero volveré" y en otro pasaje: "yo estoy y estaré con ustedes, todos los días, hasta el final del mundo..." En él está nuestra paz, es más, él es nuestra paz, y con él a nuestro lado, ¿qué nos puede turbar?

Sólo nos podemos preocupar por aquello que afecte nuestra amistad con Él o nuestra salvación eterna, lo demás no es esencial. Sólo Dios, sólo Él.

Las últimas dos líneas de este pasaje son las más importantes: "...llega el príncipe de este mundo. No tiene ningún poder sobre mí, pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según me ha ordenado". Dicho en palabras más claras, Cristo está diciendo que el demonio no tiene poder sobre Él, pero que va a morir en la cruz libremente porque quiere que aprendamos, que sepamos que lo más importante es amar a Dios, y amar es cumplir sus mandamientos, es obedecerle. Adán y Eva pecaron desobedeciendo, Cristo nos redimió obedeciendo, y obedeciendo por amor.

Propósito
Pedir al Espíritu Santo que me haga testigo y misionero fiel del amor y de la paz.

Diálogo con Cristo
Tu cercanía, Señor, en esta oración es causa de una paz y alegría inmensa, porque me siento amado, acompañado, sostenido. ¿Cómo agradecer tanto amor? Sí, lo sé, la paz y la alegría, cuando eres Tú la fuente, son expansivas, necesariamente y sin mérito propio, hacen también la diferencia en la vida de los demás. Qué don tan grande, ¡gracias!

lunes, 4 de mayo de 2015

LOS SANTOS DE HOY: LUNES 4 DE MAYO DEL 2015

Florián de Lorch, SantoFlorián de Lorch, Santo
Mártir, 4 de mayo

Hoy también se festeja a:

Antonina de Nicea, SantaAntonina de Nicea, Santa
Mártir, 4 de mayo
Juan Martín Moyë, BeatoJuan Martín Moyë, Beato
Presbítero y Fundador, 4 de mayo
Ladislao de Gielniow, BeatoLadislao de Gielniow, Beato
Presbítero, 4 de mayo
Pier Giorgio Frassati, BeatoPier Giorgio Frassati, Beato
Laico, 4 de julio
Ricardo Reynolds, SantoRicardo Reynolds, Santo
Mártir, 4 de máyo
Afra de Brescia, SantaAfra de Brescia, Santa
Mártir, 4 de mayo

SAN RICARDO REYNOLDS, MÁRTIR, 4 DE MAYO


Ricardo Reynolds, Santo
Ricardo Reynolds, Santo

Mártir, 4 de máyo


Fuente: AmigosDeSantaBrigida.com



Mártir

Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, santos Juan Houghton, Roberto Lawrence y Agustín Webster, presbíteros y mártires, priores respectivamente de las cartujas de Londres, Beauvalle y Axholme, y san Ricardo Reynolds, de la Orden de Santa Brígida, todos los cuales, durante el reinado de Enrique VIII, y después de haber profesado valerosamente la fe de los padres, fueron arrastrados vivos hasta el lugar de su suplicio en Tyburn, donde perecieron ahorcados juntamente con Juan Haile, presbítero, párroco de la cercana localidad de Isleworth (1535).

Etimológicamente: Ricardo = Aquel que es un caudillo o líder, es de origen germánico.

Breve Biografía

Nació hacia 1490 de la familia Reynolds de Pinhoe, en el condado de Devon (Inglaterra). Fue alumno destacado del Colegio de Cristo(Cambridge) y socio del Colegio Corpus Christi , se graduó como bachiller en Teología. En 1513 profesó en el Monasterio de Syon, de la Orden del Santísimo Salvador.

Conocedor eximio del hebreo y el griego, su fama de erudito en Sagradas Escrituras, su ortodoxia y santidad de vida le valieron la consideración de ser uno de los mejores teólogos de su tiempo en Inglaterra, siendo ponderado por el mismo Santo Tomás Moro, canciller del reino y mártir poco después de él.

Por defender el Primado de Pedro, y oponerse a la ley de Supremacía de Enrique VIII fue brutalmente martirizado en Tyburn (Londres) junto a tres monjes cartujos y al sacerdote secular Alejandro Hales el 4 de mayo de 1535. Canonizado el 25 de octubre de 1970 por Pablo VI, junto a otros 39 mártires de Inglaterra y Gales su fiesta se fijó el 4 de mayo.

ORACIÓN
Que San Ricardo interceda por nosotros, nos impulse a vivir el Evangelio en plenitud unidos a la Sede de Pedro, y mantenga valerosos en la defensa de esa misma fe. AMÉN

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 4 DE MAYO DEL 2015



Volverán a encontrarse con el Padre
Solemnidades y fiestas


Juan 14, 6-14. Fiesta de Felipe y Santiago Apóstoles. Jesús es la vida que da la paz, la alegría y la fuerza que tanto deseamos. 


Por: Francisco Sunderland | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 14, 6-14
En aquel tiempo dijo Jesús a Tomás: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto. Le dice Felipe: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Le dice Jesús: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. 

Oración introductoria

Ven, Espíritu Santo, inspira este momento de oración, para descubrir o confirmar el camino, la verdad y el estilo de vida que me propone Cristo Resucitado y pueda vivir así, en plenitud, la voluntad de Dios.

Petición

Concédeme, Padre Bueno, vivir ese amor unitivo con Cristo, que Tú concedes a quienes te lo piden.

Meditación del Papa Francisco
También les invito a encontrarse con el Señor leyendo frecuentemente la Sagrada Escritura. Si no están acostumbrados todavía, comiencen por los Evangelios. Lean cada día un pasaje. Dejen que la Palabra de Dios hable a sus corazones, que sea luz para sus pasos.
Descubran que se puede "ver" a Dios también en el rostro de los hermanos, especialmente de los más olvidados: los pobres, los hambrientos, los sedientos, los extranjeros, los encarcelados. ¿Han tenido alguna experiencia? Queridos jóvenes, para entrar en la lógica del Reino de Dios es necesario reconocerse pobre con los pobres. Un corazón puro es necesariamente también un corazón despojado, que sabe abajarse y compartir la vida con los más necesitados.
El encuentro con Dios en la oración, mediante la lectura de la Biblia y en la vida fraterna les ayudará a conocer mejor al Señor y a ustedes mismos. Como les sucedió a los discípulos de Emaús, la voz de Jesús hará arder su corazón y les abrirá los ojos para reconocer su presencia en la historia personal de cada uno de ustedes, descubriendo así el proyecto de amor que tiene para sus vidas.» (S.S. Francisco, Mensaje para la jornada de la juventud 2015).
Reflexión
Toda la vida de Jesús gira en torno a su Padre. Se puede decir que está realmente enamorado de Él. Busca complacerlo en todo y hacer de su voluntad la primera prioridad de su vida. "Señor, enséñanos al Padre y eso nos bastará". ¿Por qué pide esto Felipe que es el mismo discípulo que dijo a Jesús "enséñanos a orar?" Tal vez sea porque ve a Jesús tan alegre en su quehacer cotidiano de frente al Padre, porque ve que el estar con el Padre le da tanta energía y entusiasmo. Tal vez sea porque él mismo quisiera experimentar esa felicidad que ve Jesús cuando está con el Padre.

Jesús responde que el secreto de su gozo, es decir, estar con el Padre, no es tan oculto como parece. La clave está en estar con Jesús que siempre está cercano a nosotros, dispuesto a venir cuando lo llamemos.

Propósito
Al final del Evangelio dice Jesús que aquello que pidamos en su nombre lo concederá. Que la primera petición sea justamente esa: Jesús, quiero estar contigo, permíteme conocerte más.

Diálogo con Cristo
Jesús, eres camino, camino al Padre. Jesús eres verdad, verdad de que podemos conocer a Dios y amarlo. Jesús eres vida, vida que da la paz, la alegría y la fuerza que tanto deseamos como Felipe.

domingo, 3 de mayo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 3 DE MARZO DEL 2015


La vid y los sarmientos
La vid y los sarmientos


Juan 15, 1-8 5o. Domingo Pascua B. Si queremos tener vida en nosotros y llevar frutos de vida eterna, tenemos que permanecer siempre unidos a Cristo. 


Por: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8
«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.

Oración introductoria
Señor, Tú eres la vid que me sostiene, el dueño y guía de toda mi existencia. Sin Ti no puedo dar fruto. Poda todo aquello que estorbe mi crecimiento. Que esta oración me descubra lo que necesito purificar, mejorar y/o enmendar, para dar el fruto abundante que, con tu gracia, puedo dar.

Petición
Jesús, no permitas que me separe de Ti y me seque, porque entonces mi vida, no tendrá ningún sentido.

Meditación del Papa Francisco
Hoy la Palabra de Dios presenta la imagen de la viña como símbolo del pueblo que el Señor ha elegido. Como una viña, el pueblo requiere mucho cuidado, requiere un amor paciente y fiel. Así hace Dios con nosotros, y así somos llamados a hacer nosotros, Pastores. También cuidar de la familia es una forma de trabajar en la viña del Señor, para que produzca los frutos del Reino de Dios.
Pero para que la familia pueda caminar bien, con confianza y esperanza, es necesaria que esté nutrida por la Palabra de Dios. […] ¡Una Biblia en cada familia! ¡Una Biblia en cada familia! 'Pero padre, nosotros tenemos dos, tenemos tres'. 'Pero, ¿dónde las tenéis escondidas?' La Biblia no es para ponerla en una estantería, sino para tenerla a mano, para leerla a menudo, cada día, ya sea de forma individual o juntos, marido y mujer, padres e hijos, quizá en la noche, especialmente el domingo. Así la familia crece, camina, con la luz y la fuerza de la Palabra de Dios.  » (S.S. Francisco, Ángelus, 5 de octubre de 2014).
Reflexión
Parece increíble que el Señor, en el Evangelio, con tan pocas palabras y con tanta sencillez, nos revele misterios tan profundos y tan sublimes. En este domingo nos habla, con una bella imagen de la vida campestre, de una de las realidades más hondas de nuestra vida cristiana: el misterio de nuestra inserción a Él por la gracia.

"Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos". Nuestro Señor expuso esta alegoría a sus apóstoles la noche de la Ultima Cena, y con ella nos introduce a todos los cristianos en el seno de su intimidad divina. Nos está diciendo que estamos unidos a Él con un vínculo tan profundo y tan vital como los sarmientos están unidos a la vid. El sarmiento es una parte de la vid, una especie de -emanación- de la misma. Y por ambos corre la misma savia. Los sarmientos y la vid no son la misma e idéntica realidad -como no lo son la raíz y el tallo, aunque forman un único árbol-; son, más bien, la prolongación de la vid. De esta manera, nuestra unión con Cristo es un bello reflejo -pero muy lejano- de la misma vida trinitaria. Dios nos ha amado tanto que quiso hacernos partícipes de su naturaleza divina, como nos dice san Pedro en su segunda carta (II Pe 1,4) y nos creó para gozar de la comunión de vida con Él (Gaudium et Spes, 19).

¡No podía ser más íntima nuestra inserción a la persona de Cristo! Diría yo que es todavía más profunda y vital que la unión que existe entre la madre y el bebé que lleva en su seno. La criatura recibe todo de la madre: sangre, alimento, calor, respiración, pero el niño tiene que separarse de la madre en un momento dado para seguir viviendo y poder crecer y desarrollarse. Más aún, moriría si permaneciera en el vientre más tiempo del estrictamente necesario. En cambio con los sarmientos no sucede así, sino al revés: tienen que estar siempre unidos a la vid para seguir viviendo y para poder dar fruto. ¡Así de total y definitiva es nuestra unión y dependencia de Cristo!

Pero, por supuesto que no se trata de una unión física, sino espiritual y mística –que no significa por ello menos real, como si sólo fuera real lo que se ve o se toca–. La unión del amor que nos une a nuestro Señor Jesucristo es infinitamente más fuerte y poderosa que la cadena más gruesa e irrompible del universo. ¡Tan fuertes son las cadenas del amor! Pero todo ha sido por mérito y benevolencia de Cristo hacia nosotros. Ha sido su amor gratuito y misericordioso el que nos ha comprado y redimido, a través de su sangre preciosa -como nos recuerda también el apóstol Pedro (I Pe 1, 18-20)- y nos ha unido indisolublemente a su persona y a su misma vida. ¡Qué regalo tan incomparable!

Pero esta unión se puede llegar a romper por culpa nuestra, por negligencia, por ingratitud, por soberbia o por los caprichos de nuestro egoísmo y sensualidad. Sí. Y en esto consiste el pecado: en rechazar la amistad de Dios y la unión con Cristo a la que hemos sido llamados por amor, por vocación, desde toda la eternidad, desde el día de nuestra creación y del propio bautismo. Y es que nuestro Señor no obliga a nadie a permanecer unido a Él. Respeta nuestra libertad y capacidad de elección, también porque nos ama. Un amor por coacción no es amor. Nadie, ni siquiera el mismo Dios, puede obligarnos a amar a alguien contra nuestra voluntad. Ni siquiera a Él. Nos deja en libertad para optar por Él o para darle la espalda e ir contra Él, si queremos. ¡Qué misterio!

¡Ah! Pero eso sí: si queremos tener vida en nosotros y llevar frutos de vida eterna, necesariamente tenemos que permanecer siempre unidos a Cristo: "Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí". Las palabras de Cristo son clarísimas. Y con la imagen agrícola que emplea el Señor adquieren aún más fuerza plástica. Es imposible que un sarmiento apartado de la vid dé uvas, como tampoco puede dar manzanas una rama seca, separada del árbol. Un sarmiento así no sirve ya para nada, más que para tirarlo fuera y para hacer una hoguera. Le pasa lo mismo que a la sal que pierde su sabor (Mt 5,13); y la higuera estéril, sin frutos, es cortada y echada al fuego para que arda (Lc 13,7).

"Yo soy la Vid -nos dice nuestro Señor-. Vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada". Nada. ¡Cuánta necesidad tenemos de Él para poder vivir! Mucha más de la que el bebé tiene de su propia madre. Sólo si permanecemos unidos a Cristo, podemos hacer algo de provecho para los demás y para nosotros.

Y, ¿cómo podemos permanecer unidos a Cristo? Por el amor a Él y por la vida de gracia santificante: evitando el pecado, frecuentando los sacramentos, intensificando nuestra vida de oración, procurando cumplir la santísima voluntad de Dios en cada jornada y practicando el precepto de la caridad.

Propósito
Ofrecer un sacrificio para que alguien que persiga a la Iglesia, tenga la experiencia de su amor.
Preguntas o comentarios al autor   P. Sergio Cordova LC
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