lunes, 19 de mayo de 2014

LAS 12 PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


La difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se debe a santa Margarita de Alacoque a quien Jesús se le apareció con estas palabras: "Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio."

He aquí las promesas que hizo Jesús a Santa Margarita, y por medio de ella a todos los devotos de su Sagrado Corazón:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

2. Pondré paz en sus familias.

3. Les consolaré en sus penas.

4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte.

5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.

6. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.

7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia.

8. Las almas tibias se volverán fervorosas.

9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.

10. Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos.

11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.

12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será  su seguro refugio en aquel momento supremo.





Las condiciones para ganar esta gracia son tres:

1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción.

2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.

3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.



PROMESAS EN IMÁGENES:

1.- Les daré todas las gracias necesarias a su estado.




2.- Pondré paz en sus familias.



3.- Les consolaré en sus aflicciones.



4.- Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte



5.- Derramaré abundantes bendiciones sobre sus empresas.



 6.- Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
  

7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia




8. Las almas tibias se volverán fervorosas

9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.


10. Daré a los sacerdotes las gracia  de mover los corazones más empedernidos.


11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.




12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos.



EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 19 DE MAYO DEL 2014

Autor: Juan José Hernández | Fuente: Catholic.net
Quien cumple mis mandamientos, me ama
Juan 14, 21-26. Pascua. La caridad cristiana acude a esta fuente de amor, que es Jesús, el Hijo de Dios entregado por nosotros.
 
Quien cumple mis mandamientos, me ama
Del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26.

El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él». Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?» Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. 

Oración introductoria

Dios mío, gracias por este nuevo día que me das para poder identificarme contigo cada vez más. Ayúdame a vivir con dedicación y entusiasmo este período de la Pascua para que toda mi vida proclame tus mandamientos.

Petición

Señor ayúdame a ofrecer toda mi vida a ti como tú la ofreciste por mí. Enséñame a ver en cumplir tu voluntad, en guardar tu palabra en la caridad, un modo estupendo para agradarte.

Meditación del Papa Francisco

Es evidente que cuando los autores del Nuevo Testamento quieren reducir a una última síntesis, a lo más esencial, el mensaje moral cristiano, nos presentan la exigencia ineludible del amor al prójimo: "Quien ama al prójimo ya ha cumplido la ley [...]
De modo que amar es cumplir la ley entera". Así san Pablo, para quien el precepto del amor no sólo resume la ley sino que constituye su corazón y razón de ser: “Toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Y presenta a sus comunidades la vida cristiana como un camino de crecimiento en el amor: "Que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos". También Santiago exhorta a los cristianos a cumplir "la ley real según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo", para no fallar en ningún precepto. (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 161). .

Reflexión 

Este mensaje de Cristo sobre guardar sus mandamientos requiere que nosotros demos a conocer, por testimonio y por palabra, el Evangelio del Señor. Busquemos una oportunidad para compartir nuestra fe con alguien.

Propósito

Hacer un buen examen de conciencia ante Dios para descubrir con su ayuda un aspecto en particular donde me cuesta más identificarme con la caridad de Cristo.

Diálogo con Cristo

Jesús, tú lo has dado todo por mí para que yo sepa responder con similar amor. Tu amor exige que yo viva según lo que tú has querido enseñarme. Sólo de este modo encontraré la felicidad en esta vida y en la próxima. Ahora sólo quiero vivir para agradarte a ti.


Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y durezaMadre Teresa de Calcuta



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Juan José Hernández 

    Los Santos de hoy lunes 19 de mayo de 2014

    Los Santos de hoy lunes 19 de mayo de 2014
     Celestino V, Santo
    CXCII Papa, 19 de mayo 
     Crispín de Viterbo, Santo
    Capuchino, Mayo 19
     Alcuino de York, Santo
    Abad y Profesor, Mayo 19
     Urbano I, Santo
    XVII Papa, 19 de mayo
     Agustín Novello, Beato
    Agustino, Mayo 19
     Dunstan de Canterbury, Santo
    Obispo, Mayo 19
     María Bernarda Bütler, Santa
    Fundadora, 19 de mayo
     Pina Suriano, Beata
    Laica, 19 de mayo
     Humiliana de Cerchi, Beata
    Terciaria Franciscana, Mayo 19
     José (Jozef) Czempiel, Beato
    Sacerdote y Mártir, Mayo 19
     Yves (o Ivón) de Kenmartin, Santo
    Sacerdote, Mayo 19
     Rafael-Luis Rafiringa, Beato
    Educador Lasallista, 19 de mayo 

    SAN CELESTINO V, CXCII PAPA, 19 DE MAYO

    Autor: . | Fuente: EWTN.com
    Celestino V, Santo
    CXCII Papa, 19 de mayo
     
    Celestino V, Santo

    CXCII Papa

    Nacido en Isernia, Italia (1221)
    Nombre: Pietro Angelari de Murrone
    Pontificado: Elegido, 5 Julio 1294, ordenado obispo de Roma, 29 agosto, Renuncia el 13 Diciembre, 1294.
    Muere en Ferentino, 19 Mayo 1296.
    Unico Papa que ha abdicado. Ultimo Papa que lleva ese nombre.

    Etimológicamente significa “ hijo del cielo”. Viene de la lengua latina.

    Este joven, nacido en el seno de una familia numerosa, 12 hijos, nació en Abruzzos, Italia. El mismo cuenta en su autobiografía:" Mis padres tuvieron doce hijos, como Jacob, y su mayor deseo era ofrecer alguno al Señor. Fue escogido el undécimo, que se llamaba Pedro, como fue escogido José, en casa de Jacob".

    Pedro le decía a menudo a su madre:"Quiero ser un buen siervo de Dios". Este joven comenzó a distinguirse entre sus familiares por su alto grado de humildad. Le encantaba vivir solo como un ermitaño. Por eso se fue a una cueva. A ella acudía multitud de gente a hacerle consultas.

    Ordenado de sacerdote en Roma, volvió a la cueva de nuevo. No se atrevía a celebrar la misa. Entonces oyó una voz del cielo que le decía:"Celebra la Misa, hijo".

    Su fama de santidad se extendió por todos los contornos. Le siguieron muchos discípulos con los que fundó la Orden de los Celestinos, que más tarde se unió a los Benedictinos.

    Cuando menos lo esperaba, se presentaron ante él varios obispos para notificarle que había sido elegido Papa. Era ya un anciano de 73 años.

    Estamos en el año 1294. Todos lo aceptaron bien porque la Iglesia necesitaba un Papa santo para que acabara con las intrigas de los Orsinis y Colonnas en la administración burocrática del Vaticano.

    Por otra parte, la Iglesia llevaba nada menos que dos años sin Papa.

    Al ser nombrado Pontífice, se puso el nombre de Celestino V. Imitando a Jesús, entró montado en un burro. Tras bajarse, los cardenales lo recibieron con alegría. Pero en lugar de irse al Vaticano, se marchó al Palacio Real de Nápoles. Aquí mandó construir una cabaña para vivir mejor en soledad. Al no tener experiencia diplomática, lo pasó francamente mal.

    Por eso presentó su renuncia. Duró en el Papado tan sólo 5 meses. El 13 de diciembre de 1294 abdicó Celestino V y once días después el cardenal Gaetano fue elegido papa en el cónclave celebrado en el Castel Nuovo de Nápoles. Tomó el nombre de Bonifacio VIII y fue coronado y consagrado en Roma el 24 de diciembre de 1294. Al día siguiente emitió su primera encíclica en la que anunciaba la renuncia de su antecesor y su propia elevación a la máxima dignidad de la Cristiandad. Después, con la aprobación de los cardenales, revocó todos los derechos y privilegios otorgados por Celestino. Para evitar un posible cisma, Bonifacio VIII ordenó custodiar a Celestino V en Castello di Fumone (Frosinone), donde éste permaneció hasta su muerte (1296).1

    El Papa Clemente V lo hizo santo en Avignon en 1313.

    ¡Felicidades a quienes lleven este nombre! 

    domingo, 18 de mayo de 2014

    EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 18 DE MAYO DEL 2014

    Autor: Padre Alberto Ramírez Mozqueda. | Fuente: Catholic.net
    Entrevista al Cristo de los caminos
    Juan 14, 1-12. Pascua. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida...y conociéndome a mí, ya han conocido al Padre.
     
    Entrevista al Cristo de los caminos
    Del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12

    No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis el camino." Le dice Tomás: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Le dice Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto." Le dice Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta." Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.

    Oración preparatoria

    Dios mío, al iniciar esta meditación, te pido me concedas la gracia de confiar siempre en Ti. Que al igual que Tomás y Felipe te comente en mi oración mis preocupaciones, mis dudas, mis temores, pero que luego sepa callar para escucharte y así salir fortalecido en mi fe: una fe que me permita no sólo creer en Ti, sino también comunicarte a los demás.

    Petición

    Señor, dame la gracia de abrazar el Evangelio como mi guía en mi toma de decisiones.

    Meditación del Papa Francisco

    Cuando el hombre piensa que, alejándose de Dios, se encontrará a sí mismo, su existencia fracasa. La salvación comienza con la apertura a algo que nos precede, a un don originario que afirma la vida y protege la existencia. Sólo abriéndonos a este origen y reconociéndolo, es posible ser transformados, dejando que la salvación obre en nosotros y haga fecunda la vida, llena de buenos frutos. La salvación mediante la fe consiste en reconocer el primado del don de Dios, como bien resume san Pablo: “En efecto, por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios”.
    20. La nueva lógica de la fe está centrada en Cristo. La fe en Cristo nos salva porque en él la vida se abre radicalmente a un Amor que nos precede y nos transforma desde dentro, que obra en nosotros y con nosotros.(S.S. Francisco, encíclica Lumen fidei, n. 19-20). 

    Reflexión

    Imaginemos una plática con Jesús...:

    Jesús amablemente nos atendió, y nuestra entrevista giró sobre aquellos momentos que se vivieron en la intimidad en la última cena, al despedirse Jesús de sus apóstoles. Quisimos preguntarle en primer lugar su estado de ánimo en esos momentos y si sus apóstoles estaban plenamente conscientes de lo que se les decía y de lo que le ocurriría pocas horas después.

    Y nos dijo que "mis sentimientos en esos momentos eran encontrados", pues sentía que mi misión estaba a punto de concluir en su primera etapa y yo deseaba quedarme con los míos, con los que mi Padre me había encomendado, los quería tener como las gallinas resguardan a sus pollitos del frío de la noche y de los animales peligrosos. Pero al mismo tiempo yo sabía que tenía que regresar a mi Padre, a mi Buen Padre Dios, esto por muchas razones, en primer lugar porque ahí estaba mi lugar, cerca del Padre, era el lugar propio, pero también para preparar el lugarcito para todos los míos, para los que aceptaran a través del tiempo acogerse a mi cuidado. Se los dije claramente a mis amigos: "En casa de mi Padre hay muchas habitaciones... y voy a prepararles un lugar... pero volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes".

    Eran mis amigos, habían sido tan buenos conmigo, que me daba pena dejarles solos, por eso les prometí a mi Espíritu y les pedí que se mantuvieran unidos hasta que yo volviera.

    Desafortunadamente, aunque estaban plenamente concientes, aunque me escuchaban no con los oídos sino con el corazón, de todas maneras no podían entenderme gran cosa, según colegí por la pregunta de Tomás y Felipe. Y sobre si estaban sabidos de lo que me ocurriría un poco después, yo creo que ni lo soñaron. Yo se los dije muchas veces y de alguna forma se daban cuenta del peligro que yo corría, pero no pensaron que estuviera tan cercano y sobre todo que era cosa de muerte y no de vida.

    Precisamente íbamos a preguntarle a Jesús si los apóstoles entendían aquello de que se iba, pero que volvería y se quedaría con los suyos para siempre. Él me respondió cariñosamente: Cuando yo les hablé de que me iba, Tomasito, el intrépido Tomasito se atrevió a declarar que no sabían ni siquiera a dónde me dirigía y que por lo tanto no sabrían nunca el camino para seguirme. No podía enojarme con ellos, por eso les dije algo muy cierto: Yo soy el camino, la verdad y la vida y me vi en la necesidad de aclarar que nadie podía ir al Padre si no era precisamente a través de mí, ya que conociéndome a mí, ya habían conocido al Padre.

    Eso que nos dices es muy interesante, y requeriría de muchas explicaciones, porque hoy muchas gentes se presentan como el "camino" que hay que recorrer, pero caminos de perdición, como los que ofrecen droga, o comercian con ella, y la ofrecen como la curación de todos los males y el descubrimientos de mundos desconocidos pero color de rosa o de multicolores sensaciones. Otras muchas personas se presentan como la verdad, aunque a decir verdad, hablan de "su" verdad, de la interpretación de las cosas a su modo, como las pobres mujeres que dicen que dado que su cuerpo es suyo y les pertenece totalmente, podrán tener la libertad de disponer de una vida que se ha alojado en su propio cuerpo en el momento que ellas no lo quieran, porque será un intruso al que no se le pidió venir. Pero precisamente por eso no hay muchas gentes que se declaren la "vida", porque ahora la verdad es que muchos están a favor de la muerte, algo por cierto inexistente, "la santa muerte", a la que pretenden darle culto, ignorando rotundamente que la muerte ya fue vencida precisamente por Cristo con su propia muerte y resurrección.

    Pero nos distrajimos y no le habíamos preguntado a Jesús en qué paró aquella intervención de Tomás y Felipe. Jesús nos respondió cordialmente: Felipe, al considerar que yo me iba al Padre, a su casa y a preparar las habitaciones para los míos, me pidió: "Señor, muéstranos al Padre y con eso nos basta". Yo quería morirme de pena al comprender que tres años pasados cerca de aquellas gentes no habían bastado para hacerles comprender que "quien me ve a mí ve al Padre", y que las obras que yo realizaba diariamente las hacía en nombre del Padre y que las palabras que yo pronunciaba las pronunciaba precisamente en el nombre de mi Padre Dios. No acertaron al comprender que mi Padre está en mí yo en el Padre, que formamos una sola cosa y que el Espíritu Santo está constantemente con nosotros uniéndonos y fundiéndonos en un mutuo y claro amor.

    Tuve que declararles también que "el que creyera en mí, haría las obras que yo hice y las haría aún mayores, porque yo me iba al Padre". Y pude constatar que después de veinte siglos, eso sigue siendo verdad, pues mis discípulos hacen obras mayores que las mías, cuando confían plenamente en mí. Y el ejemplo más cercano está en mi siervo Juan Pablo II que a su muerte logró congregar a más de 3 millones de personas.

    Por último, me atreví a preguntarle a Jesús sobre el bautismo, sobre los cristianos, sobre los sacerdotes, y sobre todo el sacerdocio de los fieles. La verdad es que no acerté a formular la pregunta pero Jesús me entendió al instante y me contestó: “La Iglesia congregada por mi Espíritu, tiene por misión llevar mi Palabra, mi mensaje y mi Salvación a todas las gentes. La puerta seré yo y siempre yo. Tendré pastores que me auxilien en el pastoreo, pero la puerta de salvación sólo puedo serlo yo en persona. De entre los creyentes ya bautizados, yo me elijo cada tiempo a hombres comunes, normales, comunes y corrientes para guiar y conducir a mi pueblo.

    No todos los hombres pueden ser sacerdotes y pararse frente a un altar, invocar al Espíritu Santo y hacerme presente entre los hombres. Pero también es verdad que todos los bautizados que hacen mi voluntad y ayudan a sus hermanos, aunque no digan Misa, están ejerciendo su sacerdocio bautismal, piensa por ejemplo en el obrero que hace pieza sobre pieza por ocho horas continuas, piensa en los albañiles que construyen miles y miles de casas y por las noches tienen que venir a dormir a verdaderos cucuruchos, piensa en el anciano que lo dio todo por formar a sus hijos, que al final lo echaron a dormir al parque más cercano, piensa en la madre de familia que por horas y horas se pasa la vida frente a la estufa o la plancha o los pantalones de los chavos que hay que dejar relucientes, aunque contra su voluntad deshilachados porque así los prefieren ellos.

    Pero piensa también en los enfermos que en sus sufrimientos también están ejerciendo su sacerdocio y su misa. Por cierto cuentan de San Juan XXIII, el Papa sonriente, que estaba aquejado de una enfermedad intestinal e incurable, que siempre sonreía y sonreía, aunque sus entrañas ya estuvieran carcomidas. Cuando le anunciaron la gravedad de su enfermedad y de que se tenía que ir a camita, les dijo a sus ayudantes: "También la cama es un altar y yo ahora soy la víctima en ese altar. Mis enfermitos, cuando saben entregar su enfermedad, sus dolores, sus sufrimientos y su soledad, están sentados en un rico tesoro que les alcanzará hasta la vida eterna si saben asociar su dolor a mi dolor en la Cruz".

    Propósito

    Voy a escribir una nota, o enviar un correo electrónico, a esa persona que se ha alejado de la Iglesia, con la esperanza de que este saludo, en nombre de Cristo, pueda convertirse en una semilla de fe en su vida. 

    SAN JUAN I, LIII PAPA Y MÁRTIR, 18 DE MAYO

    Autor: . | Fuente: EWTN.com
    Juan I, Santo
    LIII Papa y Mártir, Mayo 18
     
    Juan I, Santo

    LIII Papa y Mártir

    Era italiano, de Toscana. En 523 fue elegido Sumo Pontífice. En Italia gobernaba el rey Teodorico que apoyaba la herejía de los arrianos. Y sucedió que el emperador Justino de Constantinopla decretó cerrar todos los templos de los arrianos de esa ciudad y prohibió que los que pertenecían a la herejía arriana ocuparan empleos públicos (los arrianos niegan que Jesucristo es Dios y esto es algo muy grave y contrario a la religión Católica). El rey Teodorico obligó entonces al Papa a que fuera a Constantinopla y tratar de obtener que el emperador Justino quitara las leyes que habían dado contra los arrianos. Pero Juan no tenía ningún interés en que apoyaran a los herejes. Y así lo comprendió la gente de esa gran ciudad.

    Más de 15,000 fieles salieron en Constantinopla a recibir al Papa Juan, con velas encendidas en las manos, y estandartes. Y lo hicieron presidir muy solemnemente las fiestas de Navidad. Y claro está que el emperador Justino, aunque les devolvió algunas iglesias a los arrianos, no permitió que ninguno de estos herejes ocupara puestos públicos.

    Y Teodorico se encendió en furiosa rabia, y al llegar el Santo Padre a Ravena (la ciudad donde el rey vivía) lo hizo encarcelar y fueron tan crueles los malos tratos que en la cárcel recibió, que al poco tiempo murió. Junto con el Papa fueron martirizados también sus dos grandes consejeros, Boecio y Símaco.

    Y dicen los historiadores que el rey Teodorico sintió tan grande remordimiento por haber hecho morir a San Juan Primero, que en adelante lo veía hasta en los pescados que le servían en el almuerzo. 
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