Novena a Santa Rosa de Lima
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a su fiesta
(21 al 29 de agosto)
Por: ArzobispadoDeLima.org | Fuente: ArzobispadoDeLima.org
Ya en su vida mortal, Rosa de Santa María atrajo bendiciones espirituales y materiales a quienes se encomendaban a sus oraciones. Ahora en el cielo, no dejará de pedir por nosotros, derramando las bendiciones que Dios le dispensa, en recompensa del continuo amor que Ella tuvo al Altísimo y a nuestra Santísima Madre.
Pidamos con generosidad confianza. Rosa está atenta a nuestras peticiones.
Cada día de la novena se reza la oración inicial, luego se lee y medita un versículo del padre Nuestro junto a un pasaje de la vida de Rosa. A continuación se reza la oración final que incluye nuestra petición y se finaliza con un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Esta novena la puedes hacer tantas veces desees y de manera especial los días previos a la solemnidad de la santa (30 de Agosto en la mayor parte de América y 23 de Agosto en el resto de países). Se puede concluir yendo a misa y comulgando con las debidas disposiciones (Confesión).
No olvides que Dios concede sus bendiciones con mayor abundancia al alma limpia por la recepción continua de su gracia en los sacramentos de la eucaristía y la Confesión. El ejemplo de vida de Rosa en este aspecto es contundente. No nos limitemos con pedir sino también con imitar su ejemplo.Si deseas comunicarnos una gracia especial concedida no dudes en contactarnos.
Oración inicial
Santa Rosa de Lima, amada santa de mi alma, tú me has inspirado una confianza segurísima en que por tu poderosa intercesión me veré librado de los males que me afligen y salvado del abismo insondable de mis miserias. Conozco cuán indigno soy de presentarme ante ti, purísima criatura, yo que soy el más miserable y pecador de los hombres, pero es justamente la constante bondad y misericordia que tuviste para con los más necesitados la que me mueve a refugiarme en ti y en tu poderosa intercesión. Sé que no seré defraudado, sea yo siempre tu devoto predilecto. Amén.
Amor a la Virgen, nuestra Madre
Visitaba de ordinario la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la Basílica de Santo Domingo, donde hoy en día veneramos sus reliquias.Ante ella tuvo lo que en teología mística se denomina el desposorio místico.
Le componía “vestidos espirituales” “tejidos” con sus oraciones y sacrificios.
DÍA PRIMERO
Padre Nuestro que estás en el cielo
En todo momento, Rosa confiaba en que Dios la sostenía a ella y su familia y que atendería sus ruegos.Repetidas ocasiones Dios le hizo ver su cuidado amoroso, en lo espiritual y lo material.- Un día el Señor le presentó un gran número de rosas esparcidas por el suelo y le dijo:”Rosa, hazme una guirnalda de flores con estas rosas…”- Ella obedeció y luego de ello Cristo cogió una de ellas y le dijo:“Esta rosa eres tú, y de esta me encargo Yo para cuidar de ella con singular cuidado”
Pidamos a Rosa crecer en la confianza en la Providencia del Padre.
DIA SEGUNDO
Santificado sea tu Nombre
Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado.Cuando llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos) Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe.“Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí! , han de hacer después a mi dulce Jesús”.Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes también la presentan con un ancla en la mano.
Pidamos a Rosa, que aumente en nuestra vida el deseo de la gloria de Dios.
DÍA TERCERO
Venga a nosotros tu Reino
Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los predicadores en el mundo entero.“Oh, quien fuese varón – decía- para poder ir a las regiones más peligrosas a anunciar el Evangelio”
Pidamos a Rosa que nos haga incesantes en la súplica por extensión del Reino de Dios en el mundo, por todos los evangelizadores y por nosotros, para que no tengamos miedo de anunciar a Cristo entre los que nos rodean-
DÍA CUARTO
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
No fue fácil para nuestra Santa hacer la voluntad de Dios. Ella sentía que Dios la llamaba toda para sí pero su familia buscaba casarla. De hecho, muchos mozos de la aristocracia limeña deseaban tenerla por esposa, pero ella se mantuvo firme en su deseo de ser toda para Dios. Esto le supuso vencer una y mil dificultades, persecuciones y malos tratos dentro de su familia, incomprensiones incluso de los sacerdotes con los que se dirigía, incluso gente extraña que la tildaba de ilusa. Sólo con el paso de los años y la gente se dio cuenta de la singular elección que el altísimo había hecho para con esta doncella y con ello la fama de su santidad se extendió rápidamente en Lima y luego en todo el mundo.
Pidamos a Rosa la humildad para reconocer que nuestra felicidad consiste en poner nuestras miras en hacer la voluntad divina.
DÍA QUINTO
Danos hoy nuestro pan de cada día
Ya hemos observado el gran amor de nuestra Santa por el Santísimo Sacramento y cómo Jesús correspondía a esta delicadeza socorriéndola en lo material y espiritual en todo momento.Le fue permitida la Comunión frecuente, la cual para ella era consuelo y sustento.En una ocasión en que se encontraba con una gran debilidad física debida a su prolongado ayuno Dios le procuró alivio a su necesidad.Su madre, al encontrarla muy cansada le dijo:- Hija ¿qué tienes?- Nada madre, contestó Rosa- Voy a prepararte una taza de chocolate pues estás muy débil.- No se preocupe madre, Dios ya dispuso el alivio y no deseo que haga ese gasto, contestó la santa- Por Dios hija mía, no has tenido tiempo de pedir ayuda a nadie ¿cómo quieres que te ayude Dios?Al instante suena la puerta de su casa, era un criado de la don Gonzalo de La Maza, cuya familia era amiga de la de Rosa …Maravillada, la madre le pregunta:- ¿Cómo supiste de esto?’Respondió Rosa: yo le pedí a mi ángel guardián que mueva a la familia de la Maza para que envíen el remedio y le alivien el gasto que deseaba hacer… Demás está decir que quedó enteramente restablecida…
Pidamos a Rosa que aumente nuestra hambre de Dios por la lectura asidua del Evangelio y la recepción continua del Santísimo Sacramento.
DÍA SEXTO
Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
Rosa no guardó rencor por ninguno de los que, en su momento, no comprendieron el camino que Dios le señalaba. Llevada siempre por la humildad incluso en el momento de su muerte pidió perdón a todos por las molestias que hubiese causado…La gracia abundante que recibía en el sacramento de la penitencia y la Eucaristía era lo que le fortalecía y llevó al heroísmo en la práctica de las virtudes.
Pidamos a Rosa crecer en la vida de piedad y en ser asiduos al sacramento de la Confesión y la Santa Misa.
DÍA SÉPTIMO
No nos dejes caer en la tentación
Rosa no estuvo exceptuada de tentaciones y pruebas, de las cuales salía victoriosa por su abandono en Dios. Experimentó sequedades en la oración, fatigas en su combate espiritual, entre otras cosas. Una vez se le presentó un mozo que se mostraba muy galante con Rosa. Inmediatamente ella huyó del lugar y puesta en oración expuso al Señor sus quejas , a lo que el Señor respondió: “¿Crees que hubieses vencido de no haber estado yo contigo?…” Con esta respuesta quedó la santa consolada y fortalecida.
Pidamos a Rosa permanecer firmes en Dios particularmente en los momentos difíciles.
DÍA OCTAVO
Y líbranos del mal
Rosa mereció la corona de la santidad porque luchó legítimamente en cada instante de su vida contra el mal. Pidió siempre la gracia de Dios que se dispensa en nuestra Iglesia, fue fiel en la oración y muy mortificada, pensando siempre en los demás antes que en si misma. Si hoy acudimos a su intercesión es porque sabemos que nos ayudará a nosotros en nuestro personal combate por llegar al Cielo.
Pidamos a Rosa su especial protección en las tentaciones y que nos ilumine para que sepamos rechazar todo aquello que nos aparte de Dios.
DÍA NOVENO
Amén
Rosa llevó una vida feliz, abrasada a su esposo crucificado. En el último instante de su vida pudo decir “Todo está consumado”. Siempre dijo “Amén, así sea” a los planes de Dios.… Y diciendo “Jesús, Jesús sea conmigo”, entregó su alma a Dios y entró en la gloria de la bienaventuranza eterna desde donde intercede por nosotros.
Pidamos a Rosa que Dios nos conceda la gracia de abrazar la cruz de las dificultades de cada día con alegría.
Oración final
Gloriosísima patrona y abogada nuestra, Rosa de Santa María, Purísima flor de santidad e inocencia, esposa amantísima de Jesús. Por aquel incendio de divino amor que abrasó tu corazón para con tu soberano Esposo, y por el celo ardentísimo por la salvación de las almas, por el amor a tu pueblo y a tu patria. Te pido humildemente nos concedas abundantes bendiciones, y de manera especial la gracia que te pido… (pídase), si es a mayor gloria tuya y bien de nuestras almas. Amén
Primer día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Primero: Pidamos a Santa Rosa crecer en la confianza en la Providencia del Padre
Amantísimo Señor Dios, Trino y Uno, que como en la antigua ley, os complacíais en que os llamasen Dios de aquellos grandes Santos Patriarcas, hoy no menos os agradáis, en que os llamemos, Dios de la Rosa de Santa María: nos alegramos y gozamos con el mismo gozo, con que ella se complacía en vuestras divinas perfecciones, en especial, de que seáis un Ser tan infinitamente perfecto, que de nadie depende, y todo depende de vuestro Ser, y os pedimos por vuestra soberana independencia, y por el asimiento, que tuvo siempre a Vos vuestra finísima Santa Rosa, nos concedáis un apartamiento total de cuanto es contra vuestra voluntad, a que vivamos y muramos asidos a Vos; y lo que en esta novena os pedimos a mayor honra y gloria vuestra.
Padre Nuestro que estás en el cielo
En todo momento, Rosa confiaba en que Dios la sostenía a ella y su familia y que atendería sus ruegos.Repetidas ocasiones Dios le hizo ver su cuidado amoroso, en lo espiritual y lo material.- Un día el Señor le presentó un gran número de rosas esparcidas por el suelo y le dijo:"Rosa, hazme una guirnalda de flores con estas rosas…"- Ella obedeció y luego de ello Cristo cogió una de ellas y le dijo:“Esta rosa eres tú, y de esta me encargo Yo para cuidar de ella con singular cuidado”.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Segundo día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Segundo: Pidamos a Rosa, que aumente en nuestra vida el deseo de la gloria de Dios
¡Oh incomprensible Sabiduría! ¡Oh Dios Trino y Uno! tan infinitamente sabio, que os comprendéis a Vos, y con inefable claridad todo lo creado lo sabéis, y lo sobrecomprendéis: alegrámonos, y gozámonos con el mismo gozo, con que la ilustradísima Rosa de Santa María, se gozaba de vuestra Sabiduría, y por ella, y por lo que supo de vos nuestra Santa, os pedimos nos comuniquéis la ciencia de los Santos, vuestra Divina Luz, y lo que en esta novena os suplicamos, si es para honra y gloria vuestra.
Santificado sea tu Nombre
Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado.Cuando llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos) Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe.“Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí! , han de hacer después a mi dulce Jesús”.Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes también la presentan con un ancla en la mano.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Tercer día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Tercero: Pidamos a Rosa que nos haga incesantes en la súplica por extensión del Reino de Dios en el mundo, por todos los evangelizadores y por nosotros, para que no tengamos miedo de anunciar a Cristo entre los que nos rodean
¡Oh bondad inefable! ¡Oh hermosura indecible! ¡Oh Dios Trino y Uno, que sois el centro de toda belleza y perfección! Alegrámonos y gozámonos en Vos con aquel mismo afecto con que la amorosísima Rosa de Santa María, en Vos únicamente descansaba su corazón, como en su centro, y os pedimos por vuestra infinita bondad, y por lo que os comunicasteis a la hermosísima Santa Rosa, que toda vuestra voluntad nos la robe perfección tan divina, y lo que os suplicamos en esta novena, si es honra y gloria vuestra.
Venga a nosotros tu Reino
Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los predicadores en el mundo entero.“Oh, quien fuese varón - decía- para poder ir a las regiones más peligrosas a anunciar el Evangelio”.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Cuarto día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Cuarto: Pidamos a Rosa la humildad para reconocer que nuestra felicidad consiste en poner nuestras miras en hacer la voluntad divina
¡Oh Santidad Purísima! ¡Oh fuente y ode toda Santidad! ¡Oh Dios Trino y Uno, que por esencia tenéis el oponeros a la culpa! Alegrámonos y gozámonos con el mismo gozo que la perfectísima Rosa, de vuestra infinita perfección, y os pedimos por tan inmensa Santidad, y por las que le comunicasteis a esta purísima Santa, nos concedáis que os sirvamos de suerte que consigamos la perfección que ella deseaba y pedía para sus prójimos; y lo que en esta novena os suplicamos, si ha de ser para honra y gloria vuestra.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo
No fue fácil para nuestra Santa hacer la voluntad de Dios. Ella sentía que Dios la llamaba toda para sí pero su familia buscaba casarla. De hecho, muchos mozos de la aristocracia limeña deseaban tenerla por esposa, pero ella se mantuvo firme en su deseo de ser toda para Dios. Esto le supuso vencer una y mil dificultades, persecuciones y malos tratos dentro de su familia, incomprensiones incluso de los sacerdotes con los que se dirigía, incluso gente extraña que la tildaba de ilusa. Sólo con el paso de los años y la gente se dio cuenta de la singular elección que el altísimo había hecho para con esta doncella y con ello la fama de su santidad se extendió rápidamente en Lima y luego en todo el mundo.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Quinto día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Quinto: Pidamos a Rosa que aumente nuestra hambre de Dios por la lectura asidua del Evangelio y la recepción continua del Santísimo Sacramento
¡Oh caridad incomprensible! ¡Oh Dios Trino y Uno, todo amor, que con infinita propensión os inclináis a favorecer a vuestras criaturas y hacerlas bien! Deseamos alegrarnos y gozarnos con aquel mismo gozo e incendio de amor, con que vuestra muy amada Rosa de Santa María se complacía en vuestra inefable caridad; y os pedimos por esta divina perfección, y por el agradecimiento y amor con que maravillosamente os correspondió esta amorosísima Santa, nos comuniquéis los efectos de vuestra especial asistencia y caridad; y lo que en esta novena os suplicamos, si fuere para mayor honra y gloria vuestra.
Danos hoy nuestro pan de cada día
Ya hemos observado el gran amor de nuestra Santa por el Santísimo Sacramento y cómo Jesús correspondía a esta delicadeza socorriéndola en lo material y espiritual en todo momento.Le fue permitida la Comunión frecuente, la cual para ella era consuelo y sustento.En una ocasión en que se encontraba con una gran debilidad física debida a su prolongado ayuno Dios le procuró alivio a su necesidad.Su madre, al encontrarla muy cansada le dijo:- Hija ¿qué tienes?- Nada madre, contestó Rosa- Voy a prepararte una taza de chocolate pues estás muy débil.- No se preocupe madre, Dios ya dispuso el alivio y no deseo que haga ese gasto, contestó la santa- Por Dios hija mía, no has tenido tiempo de pedir ayuda a nadie ¿cómo quieres que te ayude Dios?Al instante suena la puerta de su casa, era un criado de la don Gonzalo de La Maza, cuya familia era amiga de la de Rosa …Maravillada, la madre le pregunta:- ¿Cómo supiste de esto?'Respondió Rosa: yo le pedí a mi ángel guardián que mueva a la familia de la Maza para que envíen el remedio y le alivien el gasto que deseaba hacer... Demás está decir que quedó enteramente restablecida…
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Sexto día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Sexto: Pidamos a Rosa crecer en la vida de piedad y en ser asiduos al sacramento de la Confesión y la Santa Misa
¡Oh Omnipotente Majestad! ¡Oh Dios Trino y Uno, que cuanto queráis podéis, y es infinito vuestro poder! Deseamos alegrarnos y gozarnos en tan soberana omnipotencia, con aquel mismo gozo con que se complacía la Santa Rosa de Santa María y os pedimos por esta perfección y por el poder que concedisteis a esta fortísima doncella, elevéis y confortéis nuestra grandísima flaqueza y debilidad, para que podamos corresponder a lo que vuestra omnipotencia obra en nuestras almas; y lo que os suplicamos en esta novena, si fuere para Honra y Gloria vuestra.
Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
Rosa no guardó rencor por ninguno de los que, en su momento, no comprendieron el camino que Dios le señalaba. Llevada siempre por la humildad incluso en el momento de su muerte pidió perdón a todos por las molestias que hubiese causado…La gracia abundante que recibía en el sacramento de la penitencia y la Eucaristía era lo que le fortalecía y llevó al heroísmo en la práctica de las virtudes.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Séptimo día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Séptimo: Pidamos a Rosa permanecer firmes en Dios particularmente en los momentos difíciles
¡Oh Liberalidad Divina! ¡Oh inclinación indecible a dar y favorecer! ¡Oh Dios Trino y Uno, que dando infinito más que lo deseáis dar! Deseamos alegrarnos y gozarnos en tan divina franqueza con aquel mismo gozo con que os complacía vuestra reconocidísima Santa Rosa, y os pedimos por esta infinita perfección, y por lo mucho que disteis a esta dichosísima santa, nos libréis del vicio de la ingratitud, y nos concedáis que no cesemos de daros gracias por los infinitos beneficios de vuestra liberalidad, y lo que os suplicamos en esta novena, si es para honra y gloria vuestra.
No nos dejes caer en la tentación
Rosa no estuvo exceptuada de tentaciones y pruebas, de las cuales salía victoriosa por su abandono en Dios. Experimentó sequedades en la oración, fatigas en su combate espiritual, entre otras cosas. Una vez se le presentó un mozo que se mostraba muy galante con Rosa. Inmediatamente ella huyó del lugar y puesta en oración expuso al Señor sus quejas , a lo que el Señor respondió: “¿Crees que hubieses vencido de no haber estado yo contigo?...” Con esta respuesta quedó la santa consolada y fortalecida.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Octavo día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Octavo: Pidamos a Rosa su especial protección en las tentaciones y que nos ilumine para que sepamos rechazar todo aquello que nos aparte de Dios
¡Oh Divina Inmensidad! ¡Oh Dios Trino y Uno, que por vuestro ser estáis en todo, sin necesidad de lugar porque estáis en Vos, que sois sobre todo lugar! Deseamos alegrarnos y gozarnos en tan incomprensible inmensidad, con aquel mismo gozo con que la humildísima Santa Rosa se complacía; y os pedimos por esta inmensa perfección, y por la presencia vuestra, que en todas las criaturas concedisteis a tan íntima Esposa vuestra, nos concedáis tenernos siempre presentes y vivir dentro de vos, y lo que en esta novena os suplicamos, si fuere para mayor honra y gloria vuestra.
Y líbranos del mal
Rosa mereció la corona de la santidad porque luchó legítimamente en cada instante de su vida contra el mal. Pidió siempre la gracia de Dios que se dispensa en nuestra Iglesia, fue fiel en la oración y muy mortificada, pensando siempre en los demás antes que en si misma. Si hoy acudimos a su intercesión es porque sabemos que nos ayudará a nosotros en nuestro personal combate por llegar al Cielo.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Noveno día de la novena a Santa Rosa de Lima
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén
Oración preparatoria
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.
Pídase las gracias que se deseen
Día Noveno: Pidamos a Rosa que Dios nos conceda la gracia de abrazar la cruz de las dificultades de cada día con alegría
¡Oh y quién podrá, gran Dios y Señor, Trino y Uno, hacerse capaz de vuestra bienaventuranza y gloria, de la que tenéis en Vos por esencia, gozándoos y amándoos, y de la gloria accidental que os dan todas vuestras criaturas! Deseamos alegrarnos y gozarnos en vuestra grande gloria, con el mismo gozo con que se complacía la felicísima Santa Rosa, y os pedimos por esta su perfección y por la gloria a que la elevasteis, y la que recibís de tan amada criatura vuestra, nos concedáis, que confesando y conociendo vuestra gloria infinita, no caigamos en la eterna pena, sino que seamos bienaventurados y participemos de la infinita bienaventuranza vuestra; y lo que os suplicamos es esta Novena a mayor honra y gloria vuestra.
Amén
Rosa llevó una vida feliz, abrasada a su esposo crucificado. En el último instante de su vida pudo decir "Todo está consumado". Siempre dijo "Amén, así sea" a los planes de Dios.… Y diciendo “Jesús, Jesús sea conmigo", entregó su alma a Dios y entró en la gloria de la bienaventuranza eterna desde donde intercede por nosotros.
(Padrenuestro, avemaría y Gloria)
Oración final para cada día
Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Fuente: ACIPRENSA