martes, 2 de agosto de 2016

LOS SANTOS DE HOY 2 DE AGOSTO 2016

Alfreda, SantaAlfreda, Santa
Princesa, 2 de agosto
Leoncio Pérez Nebreda, BeatoLeoncio Pérez Nebreda, Beato
Sacerdote y Mártir, 2 de Agosto
Justino Russolillo, BeatoJustino Russolillo, Beato
Sacerdote y Fundador, 2 de agosto
Francisco Calvo Burillo, BeatoFrancisco Calvo Burillo, Beato
Presbítero y Mártir, 2 de agosto
Francisco Tomás Serer, BeatoFrancisco Tomás Serer, Beato
Presbítero y Mártir, 2 de agosto
Esteban I, SantoEsteban I, Santo
XXIII Papa, 2 de agosto
Pedro de Osma, SantoPedro de Osma, Santo
Monje y Obispo, 2 de agosto
Juana de Aza, BeataJuana de Aza, Beata
Madre de Santo Domingo, 2 de agosto
Pedro Julián Eymard, SantoPedro Julián Eymard, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de agosoto
Ceferino Giménez Malla, BeatoCeferino Giménez Malla, Beato
Un gitano en los altares, 2 de agosto
Eusebio de Vercelli, SantoEusebio de Vercelli, Santo
Obispo, 2 de agosto
Nuestra Señora de los ÁngelesNuestra Señora de los Ángeles
Patrona de Costa Rica, 2 de agosto

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 2 DE AGOSTO 2016


¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
Mateo 14, 22-36. Tiempo Ordinario. Pedro no camina hasta que Jesús le dice: Ven. También Jesús nos dice esa palabra en muchas veces al día. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-36
En aquel tiempo, después de que se hubo saciado la muchedumbre, Jesús obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí. La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Jesús les dijo enseguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuento subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra de Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados.

Oración introductoria
Jesús, creo que verdaderamente eres el Hijo de Dios y hoy, al igual que llamaste a Pedro, me llamas porque quieres tener un encuentro conmigo en la oración. Mi camino no siempre es tu camino, por eso pido la intercesión de María Inmaculada, para seguir su ejemplo, no dudar nunca y seguir siempre el camino que me propones.

Petición
Señor, que tenga el valor de salir de mi zona de confort y responder a tu llamado.

Meditación del Papa Francisco
Pedro con el arrojo que le caracteriza le pide casi una prueba: “Señor si eres tú, hazme caminar hacia ti sobre las aguas”; y Jesús le dice “¡Ven!”. Pedro baja de la barca y pone a caminar sobre el agua, pero el viento fuerte azota y comienza a hundirse. Entonces grita: “¡Señor, sálvame!”, y Jesús le tiende la mano y lo levanta.
Esta narración es una hermosa imagen de la fe del apóstol Pedro. En la voz de Jesús que le dice “Ven”, él reconoce el eco del primer encuentro orillas de aquel mismo lago y en seguida, nuevamente, deja la barca y va hacia el Maestro. ¡Y camina sobre las aguas! La respuesta confiada y pronta al llamado del Señor hace cumplir siempre cosas extraordinarias.
Jesús ahora mismo nos decía que nosotros somos capaces de hacer milagros con nuestra fe: la fe en Él, en su palabra, la fe en su amor.
En cambio, Pedro comienza a hundirse cuando que quita la mirada de Jesús y se deja influenciar por las circunstancias que lo circundan.
Pero el Señor está siempre allí, y cuando Pedro lo invoca, Jesús lo salva del peligro. En la persona de Pedro, con sus entusiasmos y debilidades, se describe nuestra fe: siempre frágil y pobre, inquieta y a pesar de todo victoriosa, la fe del cristiano camina hacia el Señor resucitado, en medio a las tormentas y peligros del mundo.


Es muy importante también la escena final: “Apenas subieron a la barca en viento cesó. Aquellos que estaban en la barca se postraron delante de Él diciéndole: '¡Realmente eres el Hijo de Dios!'”. (S.S. Francisco, Ángelus, 10 de agosto de 2014).
Reflexión
Caminar sobre las aguas, ¡qué proeza!, está fuera de nuestro alcance. Por eso sucede que cuando leemos estas líneas no lleguemos a penetrar su mensaje hasta el fondo.

Entonces, ¿cuál es la clave de lectura?
Pedro no camina hasta que Jesús le dice: Ven.También Jesús nos dice esa palabra en diversas ocasiones al día: cada vez que nos viene a la mente una buena obra: hacer un favor, dar una limosna, etc. Es posible que no nos demos cuenta de esta realidad, pero es Dios quien nos inspira esos pensamientos.

Las dificultades llegan cuando nos pide algo más, un sacrificio mayor. Es entonces cuando sentimos que nuestras pasiones se rebelan y nos echamos atrás. Aquella posibilidad de avanzar se ha convertido en un fracaso, en un naufragio. ¿Por qué?

Veamos qué le sucedió a Pedro. Al principio se asustó al ver a Jesús, que llegaba de forma tan inesperada. Pero al ver que era Él, se sintió seguro, y a la voz de su Maestro comenzó a dar los primeros pasos. ¿Y luego? Dudó, tuvo miedo, no confió en el poder de Cristo para continuar adelante, y empezó a hundirse. Lo que le faltaba era fe.

Con fe, Pedro hubiera cruzado a pie todo el lago. Con fe, nosotros también seríamos capaces de los mayores milagros. Si tuviéramos un poquito de fe, nos sorprenderíamos de hasta dónde podemos llegar.

Propósito
Rezar, diariamente, antes de dormir, el credo, para constantemente recordar las verdades de mi fe que me ayudan a recorrer el camino de la salvación.

Diálogo con Cristo
Señor, dame tu gracia porque quiero gozar de la oración como lo hacía Jesús, que te buscaba en el lugar donde sabía que podría encontrarte. Deseo experimentar la libertad, la paz y el gozo de la auténtica oración al saber apartarme de todo y de todos, para en la soledad de mi propio yo, abrirte mi corazón, con esa firme decisión que rompa mi inercia, mis dudas y mi mediocridad.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 2 DE AGOSTO 2016


¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
Mateo 14, 22-36. Tiempo Ordinario. Pedro no camina hasta que Jesús le dice: Ven. También Jesús nos dice esa palabra en muchas veces al día. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-36
En aquel tiempo, después de que se hubo saciado la muchedumbre, Jesús obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí. La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Jesús les dijo enseguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuento subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra de Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados.

Oración introductoria
Jesús, creo que verdaderamente eres el Hijo de Dios y hoy, al igual que llamaste a Pedro, me llamas porque quieres tener un encuentro conmigo en la oración. Mi camino no siempre es tu camino, por eso pido la intercesión de María Inmaculada, para seguir su ejemplo, no dudar nunca y seguir siempre el camino que me propones.

Petición
Señor, que tenga el valor de salir de mi zona de confort y responder a tu llamado.

Meditación del Papa Francisco
Pedro con el arrojo que le caracteriza le pide casi una prueba: “Señor si eres tú, hazme caminar hacia ti sobre las aguas”; y Jesús le dice “¡Ven!”. Pedro baja de la barca y pone a caminar sobre el agua, pero el viento fuerte azota y comienza a hundirse. Entonces grita: “¡Señor, sálvame!”, y Jesús le tiende la mano y lo levanta.
Esta narración es una hermosa imagen de la fe del apóstol Pedro. En la voz de Jesús que le dice “Ven”, él reconoce el eco del primer encuentro orillas de aquel mismo lago y en seguida, nuevamente, deja la barca y va hacia el Maestro. ¡Y camina sobre las aguas! La respuesta confiada y pronta al llamado del Señor hace cumplir siempre cosas extraordinarias.
Jesús ahora mismo nos decía que nosotros somos capaces de hacer milagros con nuestra fe: la fe en Él, en su palabra, la fe en su amor.
En cambio, Pedro comienza a hundirse cuando que quita la mirada de Jesús y se deja influenciar por las circunstancias que lo circundan.
Pero el Señor está siempre allí, y cuando Pedro lo invoca, Jesús lo salva del peligro. En la persona de Pedro, con sus entusiasmos y debilidades, se describe nuestra fe: siempre frágil y pobre, inquieta y a pesar de todo victoriosa, la fe del cristiano camina hacia el Señor resucitado, en medio a las tormentas y peligros del mundo.


Es muy importante también la escena final: “Apenas subieron a la barca en viento cesó. Aquellos que estaban en la barca se postraron delante de Él diciéndole: '¡Realmente eres el Hijo de Dios!'”. (S.S. Francisco, Ángelus, 10 de agosto de 2014).
Reflexión
Caminar sobre las aguas, ¡qué proeza!, está fuera de nuestro alcance. Por eso sucede que cuando leemos estas líneas no lleguemos a penetrar su mensaje hasta el fondo.

Entonces, ¿cuál es la clave de lectura?
Pedro no camina hasta que Jesús le dice: Ven.También Jesús nos dice esa palabra en diversas ocasiones al día: cada vez que nos viene a la mente una buena obra: hacer un favor, dar una limosna, etc. Es posible que no nos demos cuenta de esta realidad, pero es Dios quien nos inspira esos pensamientos.

Las dificultades llegan cuando nos pide algo más, un sacrificio mayor. Es entonces cuando sentimos que nuestras pasiones se rebelan y nos echamos atrás. Aquella posibilidad de avanzar se ha convertido en un fracaso, en un naufragio. ¿Por qué?

Veamos qué le sucedió a Pedro. Al principio se asustó al ver a Jesús, que llegaba de forma tan inesperada. Pero al ver que era Él, se sintió seguro, y a la voz de su Maestro comenzó a dar los primeros pasos. ¿Y luego? Dudó, tuvo miedo, no confió en el poder de Cristo para continuar adelante, y empezó a hundirse. Lo que le faltaba era fe.

Con fe, Pedro hubiera cruzado a pie todo el lago. Con fe, nosotros también seríamos capaces de los mayores milagros. Si tuviéramos un poquito de fe, nos sorprenderíamos de hasta dónde podemos llegar.

Propósito
Rezar, diariamente, antes de dormir, el credo, para constantemente recordar las verdades de mi fe que me ayudan a recorrer el camino de la salvación.

Diálogo con Cristo
Señor, dame tu gracia porque quiero gozar de la oración como lo hacía Jesús, que te buscaba en el lugar donde sabía que podría encontrarte. Deseo experimentar la libertad, la paz y el gozo de la auténtica oración al saber apartarme de todo y de todos, para en la soledad de mi propio yo, abrirte mi corazón, con esa firme decisión que rompa mi inercia, mis dudas y mi mediocridad.

lunes, 1 de agosto de 2016

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, PATRÓN DE CONFESORES Y MORALISTAS, 1 DE AGOSTO


Hoy se celebra a San Alfonso María de Ligorio, patrón de confesores y moralistas


 (ACI).- La Iglesia Católica celebra cada 1 de agosto la fiesta de San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia por sus escritos sobre moral, así como fundador de la Congregación del Santísimo Redentor, conocidos como los Redentoristas. Además es patrono de confesores y moralistas.

Este santo italiano, natural de Nápoles (Italia), escribió “La práctica de amar a Jesucristo”, “La preparación para la muerte”, “Las glorias de María”, siendo “La teología moralis” la obra que influyó en la formación del clero por muchos años.

San Alfonso, predicaba con sencillez y le enseñaba a sus misioneros que “un sermón sin lógica resulta disperso y falto de gusto. Un sermón pomposo no llega a la masa. Por mi parte, puedo deciros que jamás he predicado un sermón que no pudiese entender la mujer más sencilla".


Entre sus frases conocidas está: “No hay gente débil y gente fuerte en lo espiritual, sino gente que no reza y gente que sí sabe rezar”.

Benedicto XVI explicó a los fieles un día como hoy, en 2012, que este santo "nos recuerda que la relación con Dios es esencial en nuestra vida: sin la relación de Dios falta la relación fundamental" y que "Dios nos ha creado por amor, para podernos donar la vida en plenitud”.

El santo falleció a la edad de 90 años, la noche del 31 de julio al 1 de agosto de 1787. Fue canonizado en 1839 y declarado Doctor de la Iglesia en 1871.

San Alfonso, cuyo nombre significa “listo para el combate”, es representado con el crucifijo, los libros, el rosario o la figura de la Santísima Virgen María, a quien le tenía una profunda devoción.

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San Alfonso nació cerca de Nápoles el 27 de septiembre de 1696. Siendo aún niño fue visitado por San Francisco Jerónimo el cual lo bendijo y predijo para él grandes bendiciones y sabiduría. A los 16 años, caso excepcional obtiene el grado de doctor en ambos derechos, civil y canónico, con notas sobresalientes en todos sus estudios.

Para conservar la pureza de su alma escogió un director espiritual, visitaba frecuentemente a Jesús Sacramentado, rezaba con gran devoción a la Virgen y huía de todos los que tuvieran malas conversaciones.

Su padre, que deseaba hacer de él un brillante político, lo hizo estudiar varios idiomas modernos, aprender música, artes y detalles de la vida caballeresca. Como abogado, el santo obtenía importantes triunfos; sin embargo, no lo dejaba satisfecho ante el gran peligro que en el mundo existe de ofender a Dios.

Por revelación divina, San Alfonso abandona todo y decide convertirse en apóstol incansable del Señor Jesús. La tarea no fue fácil; tuvo que enfrentar, con gran lucha espiritual, a su padre y familia, a sus amigos y así mismo. Al fin, a los 30 años de edad logra ser ordenado sacerdote, y desde entonces se dedicó a trabajar con las gentes de los barrios más pobres de Nápoles y de otras ciudades, a quienes les enseñaba el catecismo.

El 9 de noviembre de 1752 fundó, junto con otros sacerdotes, la Congregación del Santísimo Redentor (o Padres Redentoristas), y siguiendo el ejemplo de Jesús se dedicaron a recorrer ciudades, pueblos y campos predicando el evangelio. Por 30 años, con su equipo de misioneros, el santo recorrió campos, pueblos, ciudades, provincias, permaneciendo en cada sitio 10 o 15 días predicando, para que no quedara ningún grupo sin ser instruido y atendido espiritualmente.

San Alfonso fue un escritor muy prolífico; al morir dejó 111 libros y opúsculos impresos y 2 mil manuscritos. Durante su vida vio 402 ediciones de sus obras.

En 1762 el Papa lo nombró obispo de Santa Agueda. San Alfonso, quien no deseaba asumir el cargo, aceptó con humildad y obediencia, permaneciendo al frente de la diócesis por 13 años donde predicó el Evangelio, formó grupos de misioneros y dio catequecis a los más pequeños y necesitados.

Sus ultimos años fueron llenos de sufrimientos y enfermedades dolorosas; el santo soportó pacientemente todos estos males, rezando siempre por la conversión de los pecadores y por su propia santidad. San Alfonso muere el 1 de agosto de 1787, a la edad de 90 años. El Papa Gregorio XVI lo declara Santo en 1839. El Papa Pío IX lo declara Doctor de la Iglesia en 1875.

domingo, 31 de julio de 2016

LOS SANTOS DE HOY DOMINGO 31 DE JULIO 2016

Elena (Elin) de Skövde, Santa
Viuda, 31 de julio
Fabio el Portaestandarte, SantoFabio el Portaestandarte, Santo
Mártir, 31 de julio
Elena (Elin) de Skövde, SantaElena (Elin) de Skövde, Santa
Viuda, 31 de julio
Andrés de Palazuelo y 31 compañeros, BeatosAndrés de Palazuelo y 31 compañeros, Beatos
Capuchinos Mártires, 31 de julio
Miguel Goñi Áriz, BeatoMiguel Goñi Áriz, Beato
Sacerdote y Mártir, 31 de julio
Ciriaco Olarte Pérez de Mendiguren, BeatoCiriaco Olarte Pérez de Mendiguren, Beato
Sacerdote y Mártir, 31 de julio
Jaime Buch Canals, BeatoJaime Buch Canals, Beato
Mártir, 31 de julio
Miguel Ozieblowski, BeatoMiguel Ozieblowski, Beato
Sacerdote y Mártir, 31 de julio
Francisco Stryjas, BeatoFrancisco Stryjas, Beato
Padre de Familia, 31 de julio
Sidonia (Zdenka) Cecilia Schelingová, BeataSidonia (Zdenka) Cecilia Schelingová, Beata
Virgen y Mártir, 31 de julio
Justino de Jacobis, SantoJustino de Jacobis, Santo
Obispo, 31 de julio
Juan Colombini, BeatoJuan Colombini, Beato
Fundador, 31 de julio
Germán de Auxerre, SantoGermán de Auxerre, Santo
Obispo, 31 de julio
Ignacio de Loyola, SantoIgnacio de Loyola, Santo
Memoria Litúrgica, 31 de julio

HOY ES LA FIESTA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, 31 DE JULIO


Hoy 31 de julio es fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús


 (ACI).- El 31 de julio es la fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, conocida como los jesuitas, orden que desempeñó un importante papel en la contrarreforma. El santo maestro de los discernimientos de espíritus es además patrono de los ejercicios espirituales, de los retiros y de los soldados.

El proceso de conversión de San Ignacio se inició al leer el libro “Vida de Cristo”, así como “Flos sanctórum”. Al reflexionar sobre estas lecturas y la vida de los santos se cuestionaba a sí mismo: "¿Y si yo hiciera lo mismo que San Francisco o que Santo Domingo?".

San Juan Pablo II señalaba que “Ignacio supo obedecer cuando, en pleno restablecimiento de sus heridas, la voz de Dios resonó con fuerza en su corazón. Fue sensible a la inspiración del Espíritu Santo".

"Ad Maiorem Dei Gloriam", que quiere decir en latín "Para mayor gloria de Dios" era el lema con que más se le identifica al santo, así como “Ruégale a Dios por todos los que como tú deseamos extender el Reino de Cristo, y hacer amar más a nuestro Divino Salvador”.

Una de las grandes obras dejadas por San Ignacio es el libro “Ejercicios espirituales”. El Papa Pío XI indicó en una oportunidad que el método ignaciano de oración "guía al hombre por el camino de la propia abnegación y del dominio de los malos hábitos a las más altas cumbres de la contemplación y el amor divino".

El Papa Francisco, el primer Pontífice jesuita en la historia de la Iglesia, al celebrar la fiesta de su fundador en el 2013 reflexionó y recordó a sus hermanos de la Compañía el lema que los identifica "Iesus Hominum Salvator", que los llama a tener siempre como centro a Cristo y a la Iglesia, a quienes deben servir.

San Ignacio falleció el 31 de julio de 1556. Paulo V lo beatificó en 1609 y fue canonizado por Gregorio XV en 1622. En la ciudad de Roma (Italia) se veneran los restos del santo en la Iglesia del Gesù.

ALMA DE CRISTO...


Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.

Amén.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 31 DE JULIO 2016



Cuidado con la avaricia
Tiempo Ordinario



Lucas 12, 13-21. Tiempo Ordinario. Confiemos en Dios, que mirándonos con amor nos dará muy por encima de lo que pidamos e imaginemos. 


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21
Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo». El le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?» Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes». Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?" Y dijo: "Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea." Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?" Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios».

Oración introductoria
Padre, te pedimos que valoremos que la vida es el periodo de tiempo, corto, que tenemos para decidir nuestra eternidad, y para amar.

Petición
Espíritu Santo, fortaléceme para saber distinguir lo que vale para la eternidad y sepa confiar en tu Providencia divina.

Meditación por el Papa Francisco

En la Liturgia resuena la palabra provocadora de Eclesiastés: "vanidad de vanidades... todo es vanidad". Los jóvenes son particularmente sensibles al vacío de significado y de los valores que a menudo les rodean. Y lamentablemente pagan las consecuencias. Sin embargo el encuentro con Jesús vivo, en su gran familia que es la Iglesia, llena el corazón de alegría, porque lo llevan de verdadera vida, de un bien profundo, que no pasa y no se marchita: lo hemos visto sobre los rostros de los jóvenes en Río.
Pero esta experiencia debe afrontar la vanidad cotidiana, el veneno del vacío que se insinúa en nuestras sociedades basadas en el beneficio y en el haber, que engañan a los jóvenes con el consumismo. El Evangelio de este domingo nos llama la atención precisamente sobre lo absurdo de basar la propia felicidad en el haber. El rico se dice a sí mismo: "Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, como, bebe y date buena vida". Pero Dios le dijo: "Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?". Queridos hermanos y hermanas la verdadera riqueza es el amor de Dios, compartido con los hermanos. Ese amor que viene de Dios y hace que lo compartamos y nos ayudamos entre nosotros. Quién experimenta esto no teme a la muerte, y recibe la paz del corazón. Confiamos esta intención, esta intención de recibir el amor de Dios y compartirlo con los hermanos, a la intercesión de la Virgen María. (Ángelus de S.S. Francisco, 4 de agosto de 2013).
Reflexión
Este Evangelio es engañador para quien lo lee superficialmente: ¿es malo tener grandes cosechas? ¿es malo construir graneros donde guardarlas? Nada de eso. Cristo elogiará siempre a los hombres sagaces y prudentes.

El problema está en el alma. El desdichado protagonista de la parábola invita al alma a descansar, a dejar todo esfuerzo porque tiene todo lo suficiente para vivir. Cristo está refiriéndose en estas líneas a la eterna tentación de todo pueblo y toda persona que alcanza cierto nivel de bienestar: creer que ya no necesita de Dios por tener cubiertas las necesidades corporales.

Cuando el hombre tiene pan, placeres, seguridad social y pasatiempos apetecibles, no siente la necesidad de Dios y tampoco cree que el demonio actúe, pues a él no le toca. Pero también los hay que gozan de su avanzada sociedad occidental, que tienen su casa, su coche, su salario que les permite vivir holgadamente, pero eso sí, no olvidan que el alma necesita trabajar y hacer obras buenas, y además, comparten lo que tienen poniéndolo al servicio del Evangelio y de sus hermanos. Por buenos que ya seamos, por muchas conquistas que hayamos logrado con nuestras oraciones, sufrimiento y esfuerzos no es suficiente si seguimos en la tierra y no estamos exentos de sucumbir a la tentación.

La vida es el periodo de tiempo, corto, que tenemos para decidir nuestra eternidad, y para amar. Cada día mueren millones de personas, un día será el tuyo y el mío. Un día todo esto habrá acabado y tenemos en nuestras manos que ese día sea el mejor de nuestra vida. Hemos de trabajar sin descanso, pensando en el día que todo será descanso. Puede que la idea del cielo no nos incentive demasiado, que prefiramos un premio terrenal, que creamos que el cielo es una levitación aburrida..., no desconfiemos, cuentan de aquel pobre vagabundo que pidió a un rey una moneda y éste le miró con cariño y le lavó, le vistió con las mejores galas y lo llevó a palacio. No nos quedemos con la moneda de la felicidad terrenal, confiemos en nuestro Rey que mirándonos con amor nos dará muy por encima de lo que pidamos e imaginemos. Todo lo que deseamos y mucho más está en el cielo, pues ¡vamos a llenarlo!, vamos a dedicar nuestra vida a hacer felices a los hombres, a llevarles al cielo.

Propòsito
Si de Dios recibimos dones tan grandes, también nosotros debemos dar: en ámbito espiritual debemos dar bondad, amistad y amor. Pero también debemos dar en el ámbito material, compartir el pan.

Diálogo con Cristo 
Acumular, comprar, buscar el placer… es el afán prioritario de nuestra cultura. Señor Jesús, frecuentemente me encuentro contemplando las cosas buenas de este mundo, pero no como medios sino como un fin. Necesito tener claras mis prioridades: Tú, primero, y luego todo lo demás, según me lleven hacia Ti. Dame la sabiduría para saber que la vida es corta y debo vivirla sólo para Ti.

sábado, 30 de julio de 2016

SANTA MARÍA DE JESÚS SACRAMENTADO, SANTA MEXICANA, 30 DE JULIO


Hoy 30 de julio se conmemora a la Santa mexicana María de Jesús Sacramentado
Por Abel Camasca


30 Jul. 16 / 12:01 am (ACI).- María de Jesús Sacramentado nació en Zapotlanejo, Jalisco (México), el 8 de septiembre de 1868. En su juventud quedó huérfana de padre y madre y sintiendo una gran inquietud vocacional, ingresó a la Asociación de Hijas de María.

En 1905 asistió a una jornada de ejercicios espirituales y decidió formar parte de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, fundada por el Sr. Canónigo Atenógenes Silva, para atender a los enfermos en el Hospital del Sagrado Corazón.

En 1921 fue elegida Superiora General. Años después, durante la cruel persecución religiosa en México, mantuvo con firmeza la vida espiritual y la disciplina del instituto a ella confiado. Redactó las constituciones de su congregación, las cuales fueron aprobadas en 1930.

Durante su servicio como superiora fundó varias casas para atender a los necesitados, prodigó cuidados verdaderamente maternales a los enfermos y a las religiosas puestas bajo su tutela. Su fortaleza la atribuía a la comunión de la Sagrada Eucaristía.

En los últimos años de vida su salud fue decayendo, pero siguió dando ejemplo de abnegación y entereza. Partió a la Casa del Padre el 30 de julio de 1959.

El milagro reconocido para su Canonización fue la sanación de Anastasio Ledezma Mora, que fue llevado al Hospital del Sagrado Corazón para someterlo a una operación quirúrgica.

Después de la anestesia, se manifestó una lentitud cardíaca, que siguió avanzando hasta finalizar en un paro total del corazón y de las arterias. Enseguida se intentaron terapias de reanimación aunque en vano, por lo que el enfermo cayó en coma profundo.

Los médicos que estaban en el quirófano, así como la esposa del enfermo y las hermanas (Hijas del Sagrado Corazón), invocaron la intercesión de la Beata María de Jesús Sacramentado.

Luego de 10 o 12 minutos, las palpitaciones se restablecieron y más allá de lo que los médicos esperaban, el enfermo no sufrió ningún daño en el cerebro. A los pocos días fue sometido a una hemicolectomía con colostomía definitiva sin complicación alguna. Se tuvo como admirable la reanudación de los latidos del corazón gravemente interrumpidos.

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Santa María de Jesús Sacramentado Venegas
30 de Julio


Nació en Zapotlanejo, Jalisco el 8 de setiembre de 1868. Hija de un matrimonio muy numeroso -ella fue la doceava hija- desarrolló durante su juventud un estilo de vida que la acercó a la plena consagración al Señor. 

En noviembre de 1905 asistió, en Guadalajara, a una jornada de ejercicios espirituales donde aceptó docilmente ser sierva del Señor, ingresando luego a un instituto religioso que recién se había creado, las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, fundada por el canónigo Atenógenes Silva para atender a los enfermos abandonados y a los menesterosos. 

El 25 de enero de 1921 se realizaron las primeras elecciones canónicas de la congregación, siendo entonces electa superiora general; este nombramiento aumentó su fidelidad al deber. De 1926 a 1929, durante la crudelísima pesecución religiosa, mantuvo con firmeza la vida espiritaul y la disciplina del instituto a ella confiado y redactó las constituciones de su congregación, aprobadas por el arzobispo de Gudalajara, Mons. Francisco Orozco y Jiménez. 

El 8 de setiembre de 1930, fiesta de la Natividad de María, ella y las hermanas elegidas, formularon sus votos perpetuos; su nombre, Natividad, lo cambió por el de María de Jesús Sacramentado. Durante 33 años, hasta 1954, fecha en que dejó la dirección a ella confiada, fundó diecisésis casas para atender enfermos y ancianos desvalidos. Durante su vida prodigó cuidados verdaderamente maternales a los enfermos y a las religiosas puestas bajo su tutela; su fortaleza la atribuía a la recepción cotiana de la Sagrada Eucaristía. 

Los últimos años de su vida, marcados por la enfermedad y decripitud, dio ejemplo de abnegación y entereza. Murió en Guadalajara el 30 de julio de 1959, cuando contaba con 91 años de edad en el hospital del Sagrado Corazón de Guadalajara donde se guardan sus restos.

SAN PEDRO CRISÓLOGO, EL HOMBRE DE LAS PALABRAS DE ORO, 30 DE JULIO


Hoy 30 de julio es fiesta de San Pedro Crisólogo, el hombre de palabras de oro
Por Abel Camasca



 30 Jul. 16 / (ACI).- “Llevemos íntegra y con plena semejanza la imagen de nuestro Creador: no imitándolo en su soberanía, que sólo a él corresponde, sino siendo su imagen por nuestra inocencia, simplicidad, mansedumbre, paciencia, humildad, misericordia y concordia”, decía San Pedro Crisólogo, Doctor de la Iglesia, cuya fiesta es cada 30 de julio.

San Pedro nació en Italia por el año 400, estudió las ciencias sagradas y fue formado por Cornelio, Obispo de Imola, quien le ayudó a comprender que en el dominio de las pasiones de sí mismo estaba la verdadera grandeza y que éste era el único medio de alcanzar el espíritu de Cristo. El mismo prelado le confirió al santo la orden diaconal.

Cuenta la tradición que por aquel tiempo el Arzobispo de Ravena falleció, entonces el clero y el pueblo eligieron a su sucesor. Luego pidieron al Obispo Cornelio que encabezara la comitiva de esta solicitud al Papa San Sixto III en Roma. Pedro -quien no era el candidato elegido-, formaba parte de la comitiva que lideraba el prelado.

Se cuenta que el Pontífice tuvo una visión de San Pedro y San Apolinar, primer Obispo de Ravena, quienes le ordenaron que no confirmase la elección que le estaban llevando.

De esta manera y siguiendo las instrucciones del cielo, el Santo Padre propuso para el cargo a San Pedro Crisólogo, quien luego recibió la consagración y se trasladó a Ravena.

La actividad pastoral del santo logró extirpar el paganismo y corregir abusos, escuchando con igual condescendencia y caridad a humildes y poderosos. Motivó siempre a la comunión frecuente y sus profundos sermones le valieron el apelativo de crisólogo, hombre de palabras de oro.

Después de recibir una revelación sobre su muerte que estaba próxima, San Pedro Crisólogo retornó a Imola, donde partió a la Casa del Padre el 31 de julio del 451 (otros afirman que fue el 3 de diciembre del 450). Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1729 por Benedicto XIII.

LOS SANTOS DE HOY SÁBADO 30 DE JULIO 2016

Godeleva, SantaGodeleva, Santa
Mártir, 30 de julio
Godeleva, SantaGodeleva, Santa
Mártir, 30 de julio
Esteban Vicente (Luis Herrero Arnillas), BeatoEsteban Vicente (Luis Herrero Arnillas), Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Crisólogo (Juan Sanz y Palanca), BeatoCrisólogo (Juan Sanz y Palanca), Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Oseas (Guillermo Álvarez Quemada), BeatoOseas (Guillermo Álvarez Quemada), Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Braulio José (Alejandro González Blanco), BeatoBraulio José (Alejandro González Blanco), Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Anselmo Pablo (Miguel Solas del Val), BeatoAnselmo Pablo (Miguel Solas del Val), Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Luis Aguirre Bilbao, BeatoLuis Aguirre Bilbao, Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Agustín María (Eugenio García Tribaldos), BeatoAgustín María (Eugenio García Tribaldos), Beato
Religioso y Mártir, 30 de julio
Sebastián Llorens Telarroja, BeatoSebastián Llorens Telarroja, Beato
Laico Martir, 30 de julio
Jaime (Jaume) Puig Mirosa, BeatoJaime (Jaume) Puig Mirosa, Beato
Sacerdote y Mártir, 30 de julio
Abdón y Senén, SantosAbdón y Senén, Santos
Mártires, 30 de julio
Manés de Guzmán y Aza, BeatoManés de Guzmán y Aza, Beato
Sacerdote Dominico, 30 de julio
Zósimo Izquierdo Gil, BeatoZósimo Izquierdo Gil, Beato
Presbítero y Mártir, 30 de julio
Joaquín Prats Baltueña, BeatoJoaquín Prats Baltueña, Beato
Mártir Dominico, 30 de julio
José María Muro Sanmiguel, BeatoJosé María Muro Sanmiguel, Beato
Mártir Dominico, 30 de julio
Sergio Cid Pazo, BeatoSergio Cid Pazo, Beato
Sacerdote y Mártir, 30 de julio
Pedro Crisólogo, SantoPedro Crisólogo, Santo
Memoria Litúrgica, 30 de julio
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