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sábado, 26 de abril de 2014
Los Santos de hoy sábado 26 de abril de 2014
SAN ANACLETO, III PAPA, 26 DE ABRIL
Autor: Domenico Agasso | Fuente: santiebeati.it Anacleto (Cleto), Santo | |
III Papa, 26 de abril | |
III PapaRelatos muy antiguos le atribuyen la construcción de un santuario sepulcral llamado «Memoria», en el sitio del entierro de Pedro, en los jardines del Vaticano, territorio que entonces pertenecía al dominio imperial y formado por jardines, campos y tierras sin cultivar. A Anacleto se le atribuye también la disposición que prohibía a los hombres de Iglesia usar los cabellos largos, lo que sería un primer ejemplo de tonsura eclesiástica. Su pontificado se desarrolla en algunos años de paz, bajo el emperador Vespasiano (que reina del 69 al 79), y bajo su hijo mayor Tito (79 al 81). En tiempos de este último Italia conoce una de las más importantes catástrofes de su historia: la erupción del Vesubio en agosto del 79, con la destrucción de Herculano y Pompeya. Y poco después Roma verá surgir el edificio destinado a convertirse en su emblema: el anfiteatro Flavio (Coliseo) para los juegos públicos, sede de luchas mortales entre gladiadores y de suplicios para los cristianos. El mismo lugar que diecinueve siglos después sería elegido por los sucesores de Pedro, Lino y Anacleto para presidir el Vía Crucis con el que se rememora el calvario de Cristo en Viernes Santo. Finaliza pronto el reinado de Tito, y con el arribo de su hermano Domiciano comienza la persecusión. Pero no sólo contra los cristianos. De hecho, las primeras víctimas son los judíos, forzados a derivar al Estado el tributo debido al templo de Jerusalén destruido por Tito. Una persecución por razones financieras: porque las grandes obras públicas han desangrado las finanzas imperiales; también los judeocristianos deberán pagar. Después la persecusión va a ensañarse a los cristianos en general, no sólo contra sus bienes. Contra ellos se lanza la acusación de “ateísmo”, es decir, de no adorar a los dioses del Estado, y esta acusación comporta la pena capital. No sabemos cómo murió Cleto; la persecusión a los cristianos continuó luego de su muerte. No se conoce el lugar de su sepultura, aunque es presumible que haya sido en los jardines vaticanos. | |
jueves, 24 de abril de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 25 DE ABRIL DEL 2014
Autor: H. Alfonso Novoa | Fuente: Catholic.net Jesús en el mar de Tiberíades | |
Juan 21, 1 -14. Viernes de Pascua. Jesús, se manifiesta a sus apóstoles, habla con ellos y les transmite una paz que solo él puede dar. | |
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No». Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Jesús les dice: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. Oración inicial Señor, vengo en este día a renovarte mi amor. Quiero unirme más íntimamente a ti en esta oración. Tú conoces mi debilidad y miseria y por eso quiero que me tomes en tus manos para que me ayudes a ser tu hijo fiel. Amén. Petición Jesucristo que cada día que pasa experimente la alegría de tu resurrección. Ayúdame a percibir tu cercanía en cada momento de mi existencia. Meditación del Papa Francisco Después del "escándalo" de la cruz habían regresado a su tierra y a su trabajo de pescadores, es decir, a las actividades que realizaban antes de encontrarse con Jesús. Habían vuelto a la vida anterior y esto da a entender el clima de dispersión y de extravío que reinaba en su comunidad. Para los discípulos era difícil comprender lo que había acontecido. Pero, cuando todo parecía acabado, nuevamente, como en el camino de Emaús, Jesús sale al encuentro de sus amigos. Esta vez los encuentra en el mar, lugar que hace pensar en las dificultades y las tribulaciones de la vida; los encuentra al amanecer, después de un esfuerzo estéril que había durado toda la noche. Su red estaba vacía. En cierto modo, eso parece el balance de su experiencia con Jesús: lo habían conocido, habían estado con él y él les había prometido muchas cosas. Y, sin embargo, ahora se volvían a encontrar con la red vacía de peces. [...] Normalmente los peces caen en la red durante la noche, cuando está oscuro, y no por la mañana, cuando el agua ya es transparente. Con todo, los discípulos se fiaron de Jesús y el resultado fue una pesca milagrosamente abundante, hasta el punto de que ya no lograban sacar la red por la gran cantidad de peces recogidos. (Benedicto XVI, 21 de abril de 2007). Reflexión apostólica El evento de la resurrección nos invita a cultivar la paz y la alegría en nuestros corazones. También nos interpela a vivir de cara a la verdad y a la eternidad. Jesús, se manifiesta a sus apóstoles, habla con ellos y les transmite una paz que solo él puede dar. Nosotros estamos a crecer en la confianza hacia Dios, nuestro Padre, sabiendo que siempre estará dispuesto a guiarnos y confortarnos en nuestras luchas diarias. Propósito Me examinaré con profundidad, preguntándome cómo estoy viviendo mi vida de cara a la eternidad. Diálogo con Cristo Jesús, al terminar esta oración quiero dejar toda mi vida en tus manos. Señor enséñame a ser un instrumento de tu paz y de tu amor en este mundo tan necesitado de Ti. Que en cada momento de mis días busque tu gloria y tu amor. Amén La verdadera felicidad se encuentra en Dios Benedicto XVI |
SAN MARCOS, EVANGELISTA, 25 DE ABRIL
25 de Abril
San Marcos
Evangelista
Según tradición eclesiástica, Marcos, llamado también Juan Marcos o simplemente Juan, es el autor de un evangelio y el intérprete que traducía a Pedro en sus predicaciones frente a auditorios de habla griega. Era hijo de una cierta María, cuya casa de Jerusalén estaba abierta a la primitiva comunidad Cristiana. Primo de Bernabé, probablemente fuera como él de estirpe sacerdotal. Afirma por una parte la tradición que Marcos nunca habría oído personalmente la predicación del Señor, pero por otra muchos han querido descubrirlo en aquel muchacho que huyó desnudo en el huerto de Getsemaní, episodio que sólo el evangelio a él atribuido refiere. Tal vez haya conocido al grupo de seguidores sin llegar a ser propiamente discípulo.
Al comenzar la expansión del evangelio, Pablo y Bernabé salieron de Jerusalén hacia Antioquía llevando con ellos a Marcos; éste los acompañó en sus primeras empresas misionales, a Chipre y Perges, de donde regresó por causas desconocidas.
Bernabé, deseoso de llevar nuevamente a Marcos con ellos cuando el apóstol planeaba su segundo viaje, encontró la oposición de Pablo, que partió solo. Marcos siguió, pues, a Bernabé una vez más hasta Chipre. Sin embargo, Marcos reaparece junto a Pablo en Roma, pero es creencia que fue más bien discípulo de Pedro, quien confirma esta suposición al llamarlo "hijo" suyo en su primera carta. El evangelio que se le atribuye, además, sigue muy de cerca el esquema de los discursos de Pedro que nos ha conservado el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Nada sabemos de su existencia posterior. La segunda carta a Timoteo lo señala entre los compañeros de este discípulo de Pablo; conforme a un dato que recoge el historiador Eusebio de Cesarea (a comienzos del siglo IV), la Iglesia de Alejandría lo habría tenido por fundador. Sus últimos años y el lugar de su muerte nos son desconocidos.
San Marcos EvangelistaEl breve relato que lleva su nombre descubre un espíritu observador y ágil. Sólo Marcos, por ejemplo, destaca el verdor de la hierba sobre la que Jesús hizo sentar a la muchedumbre hambrienta antes de multiplicar los panes y los pescados por primera vez.
Las grandes líneas de su evangelio, en tanto, trasuntan una profunda credibilidad histórica y demuestran singular valor teológico. Marcos comienza por presentar a Jesús bien recibido por la gente, pero pronto su humilde mesianismo, tan alejado de las reivindicatorias expectativas populares de los judíos, ocasiona la decepción de la masa; apagado el entusiasmo primerizo, el Señor se retira de Galilea para dedicarse de lleno a la instrucción de los discípulos, quienes por boca de Pedro confiesan la divinidad de su Maestro. A partir de este reconocimiento de Cesarea, todo el relato se orienta a Jerusalén; en la ciudad santa, finalmente, la oposición crece y culmina en el juicio inicuo y la pasión, que alcanza su victoriosa respuesta cuando Cristo abandona su tumba, de acuerdo con lo que había profetizado de si mismo.
El secreto mesiánico, del que Marcos hace un tema central, da así todo su fruto: Jesús, siervo humillado por la maldad y la ignorancia de los hombres que él había venido a rescatar, es exaltado por Dios, como ha de serlo todo el que a él se una de corazón y lo siga en el camino, el único que permite comprender esa "Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios" que Marcos nos ha trasmitido en un lenguaje popular, muchas veces incorrecto en la forma, pero vivaz y lleno de encanto.
Los Santos de hoy viernes 25 de abril de 2014
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miércoles, 23 de abril de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 24 DE ABRIL DEL 2014
Autor: H. Jesús Aguilera | Fuente: Catholic.net Lo reconocieron al partir el pan | |
Lucas 24, 35-48. Jueves de Pascua. Los discípulos lo reconocieron en la fracción del Pan. En cada Eucarístía me encuentro realmente con Dios. | |
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: «¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo». Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer?». Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: Así está escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto. Oración introductoria Señor, en esto días hemos meditado profundamente en tu vida, tu muerte, tu resurrección. Dame la gracia de vivir con mayor conciencia mis compromisos cristianos, pues no quiero pasar indiferente ante tu amor. Ilumina mi mente y mi corazón con un rayo de tu luz para que te busque en todo momento y te dé el primer lugar en mi vida. Petición Señor, dame una fe sencilla que me lleve a encontrarte personalmente en la Eucaristía. Aumenta mi confianza para acercarme, como un niño, a tu Sagrario. Concédeme un amor vigoroso a la Sagrada Eucarística. Meditación de SS Francisco ¿Cuál es la paz que Francisco acogió y vivió y nos transmite? La de Cristo, que pasa a través del amor más grande, el de la Cruz. Es la paz que Jesús resucitado dio a los discípulos cuando se apareció en medio de ellos. La paz franciscana no es un sentimiento almibarado. Por favor: ¡ese san Francisco no existe! Y ni siquiera es una especie de armonía panteísta con las energías del cosmos… Tampoco esto es franciscano, tampoco esto es franciscano, sino una idea que algunos han construido. La paz de san Francisco es la de Cristo, y la encuentra el que "carga" con su "yugo", es decir su mandamiento: Amaos los unos a los otros como yo os he amado. Y este yugo no se puede llevar con arrogancia, con presunción, con soberbia, sino sólo se puede llevar con mansedumbre y humildad de corazón. Nos dirigimos a ti, Francisco, y te pedimos: enséñanos a ser "instrumentos de la paz", de la paz que tiene su fuente en Dios, la paz que nos ha traído el Señor Jesús. (S.S. Francisco, 4 de octubre de 2013). Reflexión ¿Qué sería de nuestra vida de cristianos sin la Eucaristía? La Eucaristía es la herencia perpetua y viva que nos dejó el Señor en el sacramento de su Cuerpo y su Sangre, en el que debemos reflexionar y profundizar constantemente. Los discípulos reconocieron al Señor en la fracción del Pan. En cada celebración Eucarística me acerco con el deseo de encontrarme, realmente, con Dios. Propósito Me esforzaré por vivir cada Eucaristía con fe y con el deseo sincero de acercarme más a Dios. Diálogo Jesucristo, gracias por el don de tu Eucaristía. Te has quedado conmigo en el Sagrario para ser mi refugio, mi consuelo, mi fortaleza y mi alegría. Regálame una fe viva en la Eucaristía que me lleve a valorar con profundidad tu amor y tu amistad. Que también nuestra existencia se convierta en un canto de alabanza a Dios, a ejemplo de Jesús, adorado con fe en el misterio eucarístico y servido con generosidad en nuestro prójimo. (Benedicto XVI, Homilía, 26 de abril de 2009). |
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