viernes, 16 de mayo de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 17 DE MAYO DEL 2014

Autor: Felipe de Jesús Rodríguez | Fuente: Catholic.net
Señor, muéstranos al Padre
Juan 14, 7-14. Pascua. Encontrar a Jesús, como lo encontró Felipe, tratando de ver en él a Dios mismo, al Padre celestial
 
Señor, muéstranos al Padre
Del santo Evangelio según san Juan 14, 7-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto». Le dijo Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». Jesús le replicó: «Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: "muéstranos al Padre"” ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que yo hago y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre».

Oración introductoria

Señor, quiero ponerme en tu presencia, quiero darte este espacio de mi vida. Yo sé que es poco lo que te doy, pero quiero dedicártelo con toda la intensidad y amor de mi corazón. En tus manos pongo mi vida y la de todos aquellos que más quiero, especialmente los que estén pasando por algún momento particular. Así sea.

Petición

Señor, que pueda ver tu rostro, a través de la oración.

Meditación del Papa Francisco

Para la fe, Cristo no es sólo aquel en quien creemos, la manifestación máxima del amor de Dios, sino también aquel con quien nos unimos para poder creer. La fe no sólo mira a Jesús, sino que mira desde el punto de vista de Jesús, con sus ojos: es una participación en su modo de ver. [...]
Para que pudiésemos conocerlo, acogerlo y seguirlo, el Hijo de Dios ha asumido nuestra carne, y así su visión del Padre se ha realizado también al modo humano, mediante un camino y un recorrido temporal. La fe cristiana es fe en la encarnación del Verbo y en su resurrección en la carne; es fe en un Dios que se ha hecho tan cercano, que ha entrado en nuestra historia. La fe en el Hijo de Dios hecho hombre en Jesús de Nazaret no nos separa de la realidad, sino que nos permite captar su significado profundo, descubrir cuánto ama Dios a este mundo y cómo lo orienta incesantemente hacía sí; y esto lleva al cristiano a comprometerse, a vivir con mayor intensidad todavía el camino sobre la tierra. (S.S. Francisco, encíclica Lumen fidei, n. 18). 

Reflexión apostólica

El Papa Benedicto nos enunciaba tres elementos fundamentales de la vida del apóstol Felipe que nos deben llevar a la acción: 1) dejarnos conquistar por Jesús, 2) estar con él y 3) invitar a otros a compartir esta compañía indispensable. La reflexión podría versar sobre esto: ¿Qué tanto me he dejado conquistar por Cristo? ¿Le estoy dando a Cristo algún espacio en mi vida? ¿Busco momentos para encontrarme con Cristo o sólo acudo a él en los momentos de dificultad?
El invitar a otros a compartir la experiencia de Cristo es el verdadero apostolado, es el compromiso que brota espontáneamente del cristiano que conoce, ama e imita a Cristo.

Propósito

Dedicar algún momento de mi día para leer algún pasaje del Nuevo Testamento buscando conocer más a Cristo.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, gracias por permitirme encontrarme contigo. Gracias por enseñarme que mi vida sólo tiene sentido contigo. Tú nos dijiste que harías cualquier cosa que pidiéramos en tu nombre, y yo quiero pedirte tan sólo que aumentes mi fe para que, creyendo más en ti, pueda confiar más en ti y, así, pueda amarte más. Amén.


Él no es sólo un Maestro, sino un Amigo; más aún, un Hermano. ¿Cómo podríamos conocerlo a fondo si permanecemos alejados de él? La intimidad, la familiaridad, la cercanía nos hacen descubrir la verdadera identidad de Jesucristo.
(Bendedicto XVI, 6 de septiembre de 2006)




  • Preguntas o comentarios al autor
  • Felipe de Jesús Rodríguez 

    SAN PASCUAL BAILÓN, RELIGIOSO FRANCISCANO, 17 DE MAYO

    Autor: . | Fuente: Corazones.org
    Pascual Bailón, Santo
    Religioso Franciscano, Mayo 17
     
    Pascual Bailón, Santo

    Religioso Franciscano

    Hijo de humildes campesinos, Martin Bailón e Isabel Yubero, Pascual nació el 16 de mayo de 1540 en Torrehermosa, Aragón (España). El segundo de seis hermanos. Le llamaron Pascual porque nació en la vigilia de Pentecostés.

    Desde los 7 hasta los 24 años trabajó como pastor de ovejas.

    Tal era su amor a la Eucaristía que el dueño del rebaño decía que el mejor regalo que le podía ofrecerle al niño era permitirle asistir algún día entre semana a la Santa Misa.

    Desde el campo donde pastoreaba alcanzaba a ver el campanario de la iglesia del pueblo. De vez en cuando se arrodillaba para adorar al Santísimo Sacramento desde lejos.

    Un día, mientras el sacerdote consagraba, otros pastores le oyeron gritar: "¡Ahí viene!, ¡allí está!". Cayó de rodillas. Había visto a Jesús venir en aquel momento. Se le apareció el Señor en varias ocasiones en forma de viril o de estrella luminosa.

    Desde niño hacía duras penitencias, como andar descalzo por caminos pedregosos. Cuando alguna oveja pasaba al potrero del vecino, pagaba a este de su escaso salario por el pasto que la oveja se había comido.

    Entra con los Franciscanos.

    A los 24 años ingresó en el convento de los frailes menores (franciscanos) de Alvatera. Al principio no lo aceptaron por su poca instrucción. Apenas había aprendido a leer para rezar el pequeño oficio de la Santísima Virgen María que llevaba siempre mientras pastoreaba. Sus favoritas oraciones eran a Jesús Sacramentado y a la Santísima Virgen.

    Los franciscanos le asignaron oficios humildes. Fue portero, cocinero, mandadero y barrendero.

    Su tiempo libre lo dedicaba a la adoración Eucarística, de rodillas con los brazos en cruz. Por las noches pasaba horas ante el Santísimo Sacramento. Continuaba su adoración tarde en la noche y por la madrugada estaba en la capilla antes que los demás.

    Hablaba poco, pero cuando se trataba de la Sagrada Eucaristía, lo inspiraba el Espíritu Santo. Siempre estaba alegre, pero nunca se sentía tan contento como cuando ayudaba a Misa o cuando podía estarse un rato orando ante el Sagrario del altar. Al llegar a un pueblo iba primero a la iglesia y allí se quedaba por un buen tiempo de rodillas adorando a Jesús Sacramentado.

    En una ocasión, un hermano religioso se asomó por la ventana y vio a Pascual danzando ante una imagen de la Sma. Virgen y le decía diciéndole: "Señora: no puedo ofrecerte grandes cualidades, porque no las tengo, pero te ofrezco mi danza campesina en tu honor". El religioso pudo ver que el santo rebosaba de alegría.

    Pascual compuso bellas oraciones al Santísimo Sacramento. El Arzobispo San Luis de Rivera, al leerlas exclamó admirado: "Estas almas sencillas sí que se ganan los mejores puestos en el cielo. Nuestras sabidurías humanas valen poco si se comparan con la sabiduría divina que Dios concede a los humildes".

    Le enviaron a París a entregar una carta al general de la orden. En camino defendió la Eucaristía frente a las herejías de un predicador calvinista, por lo que casi lo mata una turba Hugonotes. El se alegró por haber tenido el honor de sufrir por su fidelidad al Señor y no se quejó.

    Aunque Pascual apenas sabía leer y escribir, era capaz de expresarse con gran elocuencia sobre la presencia de Jesús en la Eucaristía. Tenía el don de ciencia infusa. Sus maestros se quedaban asombrados de la precisión con que respondía a las mas difíciles preguntas de teología.

    Le dedicaron este verso: De ciencia infusa dotado,

    "siendo lego sois Doctor,
    Profeta y Predicador,
    Teólogo consumado... "

    Se destacó por su humildad y amor a los pobres y afligidos. Era famoso por sus milagros y su don para llevar las almas a Cristo. Martín Crespo relató como el santo le había librado de su determinación de vengarse de los asesinos de su padre. Habiendo escuchado el viernes santo el sermón sobre la pasión, sus amigos le exhortaban a perdonar. El se mantenía inmovible. Entonces Pascual lo tomó del brazo, lo llevó a un lado y le dijo: "Mi hijo, ¿No acabas de ver la representación de la pasión de Nuestro Señor?". "Entonces -escribe Martín- con una mirada que penetró mi alma me dijo: "Por el amor de Jesús Crucificado, mi hijo, perdónalos".
    "Si, Padre", contesté, bajando mi cabeza y llorando. "Por el amor de Dios yo los perdono con todo mi corazón" Ya no me sentí la misma persona"

    Cuando estaba moribundo oyó una campana y preguntó: "¿De qué se trata?". "Están en la elevación en la Santa Misa". "¡Ah que hermoso momento!", y quedó muerto en aquel preciso momento. Era el 15 de Mayo de 1592, el Domingo de Pentecostés. Villareal, España.

    Durante su misa tenían el ataúd descubierto y en el momento de la doble elevación, los presentes vieron que abrió y cerró por dos veces sus ojos. Su cuerpo aun después de muerto, manifestó su amor a la Eucaristía. Eran tantos los que querían despedirse de el que lo tuvieron expuesto por tres días.

    Hizo muchos milagros después de su muerte.

    Beatificado el 29 de Octubre de 1618 por el Papa Pablo V
    Canonizado el 16 de Octubre de 1690 por el Papa Alejandro VIII

    Declarado Patrono de los Congresos Eucarísticos y Asociaciones Eucarísticas por León XIII, es también patrono de los cocineros y del municipio de Obando (Filipinas).

    ORACIÓN
    Querido San Pascual:
    consíguenos del buen Dios
    un inmenso amor por la Sagrada Eucaristía,
    un fervor muy grande
    en nuestras frecuentes visitas al Santísimo
    y una grande estimación por la Santa Misa.
    Amén

    Los Santos de hoy sábado 17 de mayo de 2014

    Los Santos de hoy sábado 17 de mayo de 2014
     Pascual Bailón, Santo
    Religioso Franciscano, Mayo 17 
     Restituta, Santa
    Virgen y Mártir, Mayo 17
     Emiliano de Vercelli, Santo
    Obispo, 17 de mayo
     Antonia Mesina, Beata
    Virgen y Mártir, Mayo 17
     Julia Salzano, Santa
    Fundadora, 17 de mayo
     Iván Ziatyk, Beato
    Sacerdote y Mártir, 17 de mayo 

    SAN HONORATO DE AMIENS, OBISPO, 16 DE MAYO

    Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net
    Honorato de Amiens, Santo
    Obispo, 16 de mayo
     
    Honorato de Amiens, Santo

    Patrón de los Panaderos y Pasterleros

    Martirologio Romano: En Amiens, de Neustria, Francia, san Honorato, obispo. ( c.600)
    Es un nombre latino (Honoratus) que significa en primer lugar "persona a la que se honra por sus merecimientos". Como derivado de éste, llegamos al significado de "honrado" que nos es más familiar. Tuvo que ser en los primeros tiempos del cristianismo un sobrenombre bastante frecuente, convertido luego en nombre, puesto que aparecen en el santoral hasta ocho santos así llamados, sin contar el femenino Honorata, con cuyo nombre tenemos una santa (hermana de San Epifanio) que murió en Pavía el año 1500 y San Honorio, nombre de la misma raíz latina y que suele asimilarse con el de Honorato.

    San Honorato, patrón de los panaderos, fue obispo de la localidad francesa de Amiens allá por el siglo VI. Nació en Port-leGrand, en Pothieu, no conociéndose con exactitud en que fecha concreta, y murió en la misma localidad un 16 de mayo en la primera mitad del siglo VII (alrededor del 650).

    Era miembro de una de las familias más importantes del país y practicó desde la infancia la virtud. Fue San Beat su maestro y su guía espiritual, y fallecido su prelado, y en atención a sus altas virtudes fue escogido para sucederle, pese a su fuerte resistencia, ya que no creía merecer tal honor.

    Según cuenta la tradición, durante su consagración, Dios quiso confirmarle con un prodigio, y los asistentes vieron descender sobre su cabeza un rayo divino y un aceite misterioso.

    Cuando se supo en Port-leGrand que había sido proclamado al episcopado, su mamá, que estaba en esos momentos cociendo pan en la casa paterna, acogió la buena nueva con completa incredulidad, y dijo que sólo se lo creería si la requemada pala para hornear que tenía en la mano echase raíces y se convirtiese en árbol. Fiel a su palabra, a continuación plantó en el patio de la casa la pala, convirtiéndose en una morera que pronto dio flores y frutos. Todavía en el siglo XVI se seguía enseñando este árbol en la casa paterna de San Honorato. Desde entonces, floristas y panaderos se disputaron el santo patrón.

    Volviendo a la vida del santo, después de haberse producido el milagro, se cuenta que durante su episcopado fue honrado con otros sucesos extraordinarios, tales como la invención de los cuerpos de los santos Fuscio, Victorico y Genten, que habían permanecido ocultos de los fieles más de trescientos años. Dicen también de San Honorato, que su obispado fue significado por una serie de prodigios que demostraron su santidad, siendo, además especialmente distinguido por el Señor.

    Sigue la leyenda atribuyendo a este santo numerosos milagros durante su vida y después de su muerte. Muchos siglos después de su fallecimiento, para socorrer las necesidades del pueblo en épocas de terrible sequía, el obispo Guy, hijo del conde de Amiens, ordenó una procesión general en la que se llevó la urna con el cuerpo del santo alrededor de los muros de la ciudad, consiguiéndose, al fin, la lluvia tan deseada y necesitada. Se le atribuyen a lo largo de los siglos infinidad de milagros, los paralíticos anduvieron, los sordos oyeron, los ciegos vieron y los prisioneros recobraron la libertad.

    San Honorato señalaba claramente a los molineros y a los panaderos como sus protegidos. El culto a San Honorato desbordó los límites del obispado y se extendió, primero, por todo el país, y más tarde, más allá de las fronteras.

    En 1202, el panadero Renold Theriens, regaló en París unos terrenos para construir una capilla en honor al santo. Más tarde, esta llegó a ser una de las más ricas de París, dando lugar además a la Rue y al Faubourg Saint Honoré, una de las calles más simpáticas y bulliciosas de la capital gala. En 1400, los panaderos de París establecieron su cofradía en la iglesia de San Honorato, celebrando desde entonces su fiesta patronal el 16 de mayo y propagando esta devoción y patronazgo por todo el mundo.

    Era tan grande esta devoción, que en 1659, Luis XIV precisa que cada panadero "debe observar la fiesta de San Honorato, asistir el día 16 de mayo al servicio divino y pagar todos los domingos una retribución para subvenir a las expensas de la comunidad".

    De todas formas, no en todos los lugares de religión cristiana o católica, los panaderos rinden culto a San Honorato. En otros sitios lo fue San Ludardo, que en el siglo XIII, ejerció la profesión de panadero; en Saint-Denis lo es San Illes, porque su nombre en griego, significa trigo; en Flandes y en diversaas localidades belgas es San Ambert, obispo de Cambrai, porque un panadero fue curado por su mediación; en Valencia es la Virgen de la Merced; en Castellón, Nuestra Sra. De Lidón; en Zaragoza, Santa Rita de Casia. Sin embargo, no siempre lo ha sido, en Barcelona, fueron también patronos de la panadería San Gim y San Juan del Pan.

    Aunque haya lugares concretos en donde no sea San Honorato patrón de los panaderos, lo cierto es que para casi todo el mundo cristiano, no cabe lugar a dudas, a quien se debe venerar. El 16 de mayo ha sido y lo será siempre él día en que los panaderos festejan su patronazgo. 

    EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 16 DE MAYO DEL 2014

    Autor: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net
    Jesús nos prepara una morada
    Juan 14, 1-6. Pascua. Con Cristo nuestro corazón está en paz, nada podemos temer sabiendo que vivimos y estamos unidos a Él a través de los sacramentos.
     
    Jesús nos prepara una morada
    Del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.Y adonde yo voy sabéis el camino. Le dice Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino? Le dice Jesús: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.

    Oración introductoria

    Señor, sosteniéndome con tu gracia me das la vida y, porque me amas, quieres mostrarme el camino, la verdad y el estilo de vida que me puede llevar a la felicidad. Ilumina mi oración, aparta la distracción para que pueda experimentar tu presencia y tu cercanía.

    Petición

    Jesús, quiero ser dócil a tus inspiraciones, ¡ilumíname!

    Meditación del Papa Francisco

    Yo no hablaría, ni siquiera para quien cree, de una verdad "absoluta", en el sentido de que absoluto es aquello que está desatado, es decir, que sin ningún tipo de relación. Ahora, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Cristo Jesús. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación! A tal punto que cada uno de nosotros la toma, la verdad, y la expresa a partir de sí mismo: de su historia y cultura, de la situación en la que vive, etc.
    Esto no quiere decir que la verdad es subjetiva y variable, ni mucho menos. Pero sí significa que se nos da siempre y únicamente como un camino y una vida. ¿No lo dijo acaso el mismo Jesús: "Yo soy el camino, la verdad y la vida"? En otras palabras, la verdad es en definitiva todo un uno con el amor, requiere la humildad y la apertura para ser encontrada, acogida y expresada. (S.S. Francisco, 11 de septiembre de 2013).

    Reflexión

    Este discurso es un "adiós, pero estaré con vosotros". Para nosotros, dos mil años después, no es fácil captar el drama que la partida de Jesús significó para sus discípulos. Ellos habían dejado todo: casa, familia, amigos, posesiones, ... Y ahora, justamente en el momento de mayor peligro, cuando buscaban matar al maestro, Él dice que debe partir.

    ¿Qué harían sin Él? ¿Cómo continuarían la bella experiencia que habían hecho a su lado? Era un momento difícil. Jesús, que siempre sabe lo que hay en nuestros corazones, se anticipa a las preguntas. Les dice: "No se turbe vuestro corazón".

    Con este mensaje podemos permanecer tranquilos sabiendo que vivimos en Cristo si estamos unidos a Él a través de los sacramentos. Sin embargo, si tratamos de buscar la felicidad fuera de Él, nos arriesgamos a perdernos, porque "ninguno viene al Padre si no es por medio de Mí". La oración bien hecha, la misa bien vivida, la meditación en la Palabra de Dios, la confesión, la caridad fraterna vivida con magnanimidad, ... son los medios para vivir la amistad con Cristo, para vivir en el amor de Cristo: amor que es más fuerte que la muerte.

    Diálogo con Cristo 

    No soy católico por seguir unos mandamientos o creer en una doctrina, sino por seguir a una persona, que me ama. Jesús, quiero ocupar esa habitación que con tanto amor has preparado para mí. No permitas que sea indiferente a esta maravillosa verdad. Ayúdame a permanecer siempre cerca de Ti, por la frescura y la delicadeza de la vida de gracia, por los momentos de oración y por la fidelidad a las inspiraciones del Espíritu Santo.

    Propósito

    Ayunar de pesimismo para crecer en la esperanza de que, con Cristo, puedo ser santo. 

    Los Santos de hoy viernes 16 de mayo de 2014

    Los Santos de hoy viernes 16 de mayo de 2014
     Honorato de Amiens, Santo
    Obispo, 16 de mayo
     Ubaldo Baldassini de Gubbio, Santo
    Obispo, 16 de mayo
     Brendan el Navegante, Santo
    Abad, 16 de mayo
     Simón Stock, Santo
    Presbítero, 16 de mayo
     Andrés Bobola, Santo
    Presbítero y Mártir, 16 de mayo
     Vidal Vladibir Bajrak, Beato
    Sacerdote y Mártir, 16 de mayo
     Miguel (Michal) Wozniak, Beato
    Presbítero y Mártir, 16 de mayo
     Vladimir Ghika, Beato
    Sacerdote y Mártir, 16 de mayo 

    miércoles, 14 de mayo de 2014

    EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 15 DE MAYO DEL 2014

    Autor: Diego Calderón | Fuente: Catholic.net
    La fidelidad a Cristo
    Juan 13 16-20. Pascua. Ser fiel a Jesucristo significa creer en Él cuando la sombra de la cruz se acerca a las puertas de nuestra vida.
     
    La fidelidad a Cristo


    Del santo Evangelio según san Juan 13 16-20

    En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís. No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: «El que come mi pan ha alzado contra mí su talón». «Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy. En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado».

    Oración introductoria

    Gracias, Señor, por esta oportunidad que me das para hacer oración. Gracias, Dios mío, por el don de la vida, de mi familia y de tu amistad. Te pido que me des la gracia de permanecer fiel a tu amor y a tu palabra. Tú, Jesús mío, conoces mi fragilidad y por eso te suplico que me ayudes a ser un cristiano auténtico. Yo quiero acogerte, Señor, en mi corazón y en mi vida para ser tu amigo fiel, sobre todo, en los momentos de dificultad.

    Petición

    Jesucristo, dame la gracia de ser fiel a tu amistad. No permitas que la cruz, el sufrimiento, los problemas, el mundo o mi egoísmo me separen de ti.

    Meditación del Papa Francisco

    La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan. "Primerear": sepan disculpar este neologismo. La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor; y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe "involucrarse".
    Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: "Seréis felices si hacéis esto". La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo.(S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 24)..

    Reflexión 

    En este pasaje evangélico, el Maestro, nos invita entrañablemente a ser fieles a su amor, a no dejarle sólo, a no fallarle. Judas es aquél de quien el Señor dijo: «El que come mi pan ha alzado contra mí su talón». Ese apóstol no abrió su corazón a Jesús de par en par, no creyó en el Hijo de Dios y prefirió el camino del egoísmo y del amor propio. Ser fiel a Jesucristo significa creer en Él cuando la sombra de la cruz se acerca a las puertas de nuestra vida. Creer en el Señor es acoger a quienes Él envía.

    La traición y la infidelidad a Dios son realidades que tocan continuamente a las puertas de nuestra alma. Por encima de nuestros fallos y pecados están la gracia y la misericordia de Dios. A Jesucristo no le importan mis caídas sino la lucha constante. Cristo me amó y se entregó por mí en la cruz. Él me conoce y me acepta porque yo soy su hijo y Él es mi Padre. No podemos dejar al Señor solo, es necesario poner todos los medios que tenemos a nuestro alcance para ser fieles a su amistad y no herir ese Corazón con nuestra ingratitud. Jesucristo espera que le ame, que sea un cristiano enamorado y convencido de su amor. No puedo fallarle. ¿Cuáles son los motivos o circunstancias por las cuales he podido ofender a Jesús?

    Propósito

    Hacer un examen, profundo, de conciencia. He de preguntarme cómo vivo mi amistad y relación con Jesucristo. Finalmente, en un ambiente de oración, haré un sincero propósito de enmienda.

    Diálogo con Cristo

    Ayúdame, Señor mío, a vivir cada momento de mi existencia de cara a ti. Si alguna vez te he fallado u ofendido quiero pedirte perdón a través del sacramento de la reconciliación. Estoy dispuesto a levantarme y a seguir luchando porque te amo y quiero que estés al centro de mi vida. Te reconozco, Dios mío, como mi Señor y Creador. Lejos de ti, Padre Santo, a dónde puedo ir. Apartado de tu gracias qué sentido y qué valor puede tener mi vida. Ayúdame a perseverar en la fe hasta el final.

    Deseo exhortaros, con fuerza y con afecto, a permanecer firmes en la fe que habéis recibido, que da sentido a la vida, que da fuerza para amar; a no perder nunca la luz de la esperanza en Cristo resucitado.
    Benedicto XVI, Homilía, domingo 2 de mayo de 2010



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  • Diego Calderón, L.C. 
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