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jueves, 2 de abril de 2015

ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES POR INTERCESIÓN DE SAN JUAN PABLO II


Oración para implorar favores por intercesión de
San Juan Pablo II


¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!

Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia!

Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.

martes, 21 de octubre de 2014

SAN JUAN PABLO II, PAPA , 22 DE OCTUBRE



San Juan Pablo II 
Papa, 22 de Octubre

Karol Józef Wojtyła, aclamado pontífice Juan Pablo II, conmovió al mundo durante casi tres décadas del siglo XX. Sus gestos de bondad, la capacidad para llegar al corazón de creyentes y no creyentes, sus dotes de comunicador, los incesantes viajes apostólicos en los que no cesó de transmitir el amor de Dios, como hizo con su ingente obra, sedujeron a millones de jóvenes y adultos. 

El dolor humano, con su carácter de esencial ofrenda a Cristo, ha tenido en él uno de sus insignes valedores. Al ver los estragos del sufrimiento en su persona, todo el planeta pudo constatar la grandeza del mismo cuando se asume como él lo hizo. Así coronó su vida de entrega entrado el siglo XXI, siendo faro para todos los que sufren.


Nació en Wadowice, Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Fue el menor de tres hermanos, aunque Olga apenas sobrevivió. Perdió a su madre a los 9 años y poco después a Edmund, el primogénito, un médico que se contagió en el ejercicio de su profesión. Sus padres dejaron en Karol fuertemente arraigada la semilla de la fe católica. Brillante en sus estudios, con una mente privilegiada, cursó filosofía en la universidad Jagellónica de Cracovia. Al mismo tiempo se vinculó a un círculo teatral. En esa época obtuvo varios galardones como jugador de ajedrez. En 1939, durante la invasión nazi, fue peón en una cantera y obrero en una fábrica química. Era un líder nato, joven atractivo, de carismática personalidad y singular magnetismo para atraer a la gente. Gozaba del respeto y admiración de sus compañeros, católicos idealistas y entusiastas, que conformaron el grupo Unia y que defendían a los más débiles. En 1941, en plena ocupación alemana, falleció su padre, oficial del ejército polaco.

La Gestapo iba tras él, y se recluyó en una buhardilla. Un sastre le dio a conocer a san Juan de la Cruz y se entusiasmó. En esa época se sintió llamado al sacerdocio. Tuvo que formarse en el seminario clandestino de Cracovia hasta que el arzobispo, cardenal Stefan Sapieha, acogió al grupo de aspirantes en su palacio. Ordenado sacerdote en noviembre de 1946, él lo envió a Roma. Estudió en el Angellicum doctorándose en teología con una tesis sobre su estimado santo y reformador carmelita español. En Polonia fue vicario parroquial, capellán universitario y profesor de teología moral y de ética en el seminario y en las universidades Jagellónica y de Lublin; era afín al pensamiento de Scheler, sobre el que hizo su tesis. En 1958 Pío XII lo designó obispo auxiliar de Cracovia. En 1962 participó en el Concilio Vaticano II, donde sus intervenciones sobre el ateísmo y la libertad religiosa no pasaron desapercibidas. Pablo VI lo nombró cardenal en 1967. Al fallecer Juan Pablo I, tras su fugaz asunción de la Cátedra de Pedro, fue elegido para sucederle; tomó el nombre de este antecesor.

A partir de entonces, este polaco, primero en ostentar la altísima misión como Vicario de Cristo en la tierra, inició un pontificado excepcional. Enamorado de la Eucaristía y devoto de María, supo llegar al corazón de todos con independencia de razas, credos, edades, profesiones... Fue un atleta de Cristo, sacerdote y obispo ejemplar, un gran Pastor. También filósofo y teólogo destacado, defensor de la moral y de los derechos humanos, de la cultura de la vida, amante de la paz y de la justicia, papa de los jóvenes y de las familias, adalid de los derechos del no nacido, de los ancianos y de los enfermos. Apóstol de la reconciliación que supo aglutinar a credos diversos en Asís abriendo una vía ecuménica del diálogo interreligioso de un valor incalculable. El papa viajero que recorrió el mundo una y otra vez abrazando y bendiciendo a todos.

El gravísimo atentado sufrido en mayo de 1981, poco a poco fue minando su salud. Perdonó al agresor y siguió viviendo alumbrado por Cristo y por María, que lo rescató de una muerte prematura, pudiendo llevar a cabo de manera heroica su responsabilidad. Afrontó magistralmente numerosos problemas y dificultades que se le presentaron. Fue un hombre de oración que mostró siempre una imponente fortaleza ante las adversidades. Los últimos años de su vida no ocultó al mundo su deterioro físico; se mantuvo al frente de la Sede de Pedro dando ejemplo de su inalterable fidelidad a Cristo y a la Iglesia.

Catorce encíclicas, once constituciones apostólicas y 1060 audiencias públicas celebradas dan prueba del alcance de su entrega y ardor apostólico. En uno de sus mensajes recordó: «La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte». Él lo cumplió con creces. Si se pudiera hablar en términos numéricos sería uno de los pocos pontífices que ostentó uno de los records más altos. Y no solo por los casi veintisiete años de duración de su pontificado, el tercero más largo de la historia. También por la muchedumbre que le siguió en directo y en diferido multiplicando sus palabras y gestos gracias a los diversos medios de comunicación. Ellos mostraron el dolor que produjo su muerte acaecida el 2 de abril de 2005, y el impresionante gentío que se dio cita en su duelo.

Hay que dejar atrás los detractores que tuvo y sigue teniendo, que también han perseguido a otros integrantes de la vida santa, como se ha recordado aquí para otras biografías; ahí está la reciente de Teresa de Calcuta. Es inútil que traten de silenciar con absurdo griterío el eco de las obras de los grandes hijos de Dios. Él es su valedor; no se le puede acallar. Habla a través de los santos aunque pasen los siglos; lo vemos en esta sección de ZENIT todos los días. La realidad es que por sus muchas virtudes Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Francisco lo canonizó junto a Juan XXIII el 27 de abril de 2014, fiesta de la Divina Misericordia que este gran polaco instituyó.

IMÁGENES DE SAN JUAN PABLO II






































jueves, 16 de octubre de 2014

XXVI ANIVERSARIO DEL PONTIFICADO DE JUAN PABLO II



XXVI Aniversario del Pontificado de Juan Pablo ll
Juan Pablo II guió a la Iglesia con mano amorosa marcando una huella decisiva en la historia del mundo contemporáneo. 16 de octubre


Por: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net

16 de octubre 2004

Celebramos el XXVI aniversario del pontificado de Juan Pablo II, Pontífice máximo de la Iglesia Universal.

El Papa es el máximo representante de Dios en la tierra, el Vicario de Cristo, y Juan Pablo II ha sido un magnífico guía y un ejemplo a seguir para todos los hombres, incluso los no católicos.

Un poco de historia...


¿Quién es el Papa?

El Papa es el representante de Cristo en la tierra y es la cabeza visible de la Iglesia. Es el pastor supremo de los católicos. Dirige y mantiene unida la Iglesia.

Está asistido por el Espíritu Santo quien actúa directamente sobre Èl, lo santifica y lo ayuda con sus dones para guiar y fortalecer a la Iglesia con su ejemplo y palabra. El Papa tiene la misión de enseñar, santificar y gobernar la Iglesia Universal.

Nosotros, como cristianos, le debemos nuestro amor y adhesión por lo que es, y por lo que representa, como un hombre santo que nos da un gran ejemplo y como el representante de Jesucristo en la tierra.

Reconocerlo como nuestro pastor, obedecer sus mandatos, conocer su palabra, ser fieles a sus enseñanzas, defender su persona y su obra y rezar por Èl son obras de un buen católico.


¿Cómo se elige al Papa?

Cuando un Papa muere, se reúnen en el Vaticano todos los cardenales del mundo para elegir al nuevo sucesor de San Pedro y se encierran en una reunión que se llama Cónclave (cerrados con llave) y permanecen en oración intensa y sacrificio pidiéndole al Espíritu Santo que los ilumine.

Mientras no se haya elegido Papa, en la chimenea del Vaticano sale humo negro; y cuando ya se eligió, sale humo blanco como señal de que ya se escogió al nuevo representante de Cristo en la tierra.


Juan Pablo II

Su nombre es Karol Wojtyla. Nació en Wadowice, Polonia, el 18 de mayo de 1920. Quedó huérfano muy joven y vivió momentos muy difíciles durante la guerra, y al terminar ésta, tuvo que trabajar como obrero al mismo tiempo que estudiar para sacerdote.

Fue consagrado obispo a los 38 años, convirtiéndose, junto con el cardenal Wiszynski, en un soporte muy fuerte para la Iglesia de Polonia, que vivía momentos muy dificiles bajo el régimen comunista, defendiendo siempre la libertad religiosa.

En 1967, Pablo VI lo hizo cardenal y fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978.

El 22 de octubre comenzó solemnemente su pontificado. Ofreció su pontificado a la Virgen María con el lema ¡Todo Tuyo!.

Desde el principio ha viajado fuera del Vaticano, visitando parroquias, hospitales y colegios y haciendo viajes apostólicos por todo el mundo.

Ha visitado más de 80 países en los 5 continentes, defendiendo los valores cristianos y llevando adelante la Nueva Evangelización.

El 13 de mayo de 1981, día de la Virgen de Fátima, sufrió un atentado en la Plaza de San Pedro.

Ha escrito muchas cartas y encíclicas acerca de distintos temas: la familia, el trabajo, la redención, la Virgen María.
Vive en la Ciudad del Vaticano en Italia.

Sus deportes favoritos son: escalar montañas, esquiar en nieve y el fútbol.
Juan Pablo II sigue guiando la Iglesia con mano amorosa marcando una huella decisiva en la historia del mundo contemporáneo.

Cada año, el 16 de octubre, recordamos cuando fue elegido Sumo Pontífice y celebramos su aniversario.

jueves, 11 de septiembre de 2014

ORACIÓN A SAN JUAN PABLO II


Oración a San Juan Pablo II

¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!

Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia!

Tú advertiste el asalto de satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén. -
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