domingo, 30 de marzo de 2025

SANTORAL DE HOY DOMINGO 30 DE MARZO DE 2025

 

Antonio Maria Develuy y 5 compañeros, SantosAntonio Maria Develuy y 5 compañeros, Santos
Martires de Corea, 30 de marzo
Segundo de Asti, SantoSegundo de Asti, Santo
Mártir, 30 de marzo
Régulo de Senlis, SantoRégulo de Senlis, Santo
Obispo, 30 de marzo
Osburga, SantaOsburga, Santa
Abadesa, 30 de marzo
Julio Álvarez Mendoza, SantoJulio Álvarez Mendoza, Santo
Presbítero y Mártir, 30 de marzo
Ludovico de Casoria (Arcángel Palmentieri), SantoLudovico de Casoria (Arcángel Palmentieri), Santo
Presbítero y Fundador, 30 de marzo
María Restituta Kafka, BeataMaría Restituta Kafka, Beata
Virgen y mártir, 30 de marzo
Leonardo Murialdo, SantoLeonardo Murialdo, Santo
Fundador, 30 de marzo
Zósimo de Siracusa, SantoZósimo de Siracusa, Santo
Obispo, 30 de marzo
Amadeo IX de Saboya, BeatoAmadeo IX de Saboya, Beato
Laico, 30 de marzo
Juan Clímaco, SantoJuan Clímaco, Santo
Abad, 30 de marzo
Pedro Regalado, SantoPedro Regalado, Santo
Presbítero. 30 de m

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 DE MARZO DE 2025



Domingo 4 (C) de Cuaresma

Domingo 30 de marzo de 2025





1ª Lectura (Jos 5,9a.10-12): En aquellos días, dijo el Señor a Josué: «Hoy os he quitado de encima el oprobio de Egipto». Los hijos de Israel acamparon en Guilgal y celebraron allí la Pascua al atardecer del día catorce del mes, en la estepa de Jericó. El día siguiente a la Pascua, comieron ya de los productos de la tierra: ese día, panes ácimos y espigas tostadas. Y desde ese día en que comenzaron a comer de los productos de la tierra, cesó el maná. Los hijos de Israel ya no tuvieron maná, sino que ya aquel año comieron de la cosecha de la tierra de Canaán.



Salmo responsorial: 33

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloria en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren.


Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias.


Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. El afligido invocó al Señor, él lo escucha y lo salvó de sus angustias.


2ª Lectura (2Cor 5,17-21): Hermanos: Si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo. Todo procede de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de sus pecados, y ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

Versículo antes del Evangelio (Lc 15,18): Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti».

Texto del Evangelio (Lc 15,1-3.11-32): En aquel tiempo, viendo que todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírle, los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos». Entonces les dijo esta parábola. «Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: ‘Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde’. Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros’. Y, levantándose, partió hacia su padre.

»Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo’. Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado’. Y comenzaron la fiesta.

»Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: ‘Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano’. Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: ‘Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!’ Pero él le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado’».





«Padre, pequé contra el cielo y ante ti»

Rev. D. Joan Ant. MATEO i García

(Tremp, Lleida, España)



Hoy, domingo Laetare (“Alegraos”), cuarto de Cuaresma, escuchamos nuevamente este fragmento entrañable del Evangelio según san Lucas, en el que Jesús justifica su práctica inaudita de perdonar los pecados y recuperar a los hombres para Dios.


Siempre me he preguntado si la mayoría de la gente entendía bien la expresión “el hijo pródigo” con la cual se designa esta parábola. Yo creo que deberíamos rebautizarla con el nombre de la parábola del “Padre prodigioso”.


Efectivamente, el Padre de la parábola —que se conmueve viendo que vuelve aquel hijo perdido por el pecado— es un icono del Padre del Cielo reflejado en el rostro de Cristo: «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente» (Lc 15,20). Jesús nos da a entender claramente que todo hombre, incluso el más pecador, es para Dios una realidad muy importante que no quiere perder de ninguna manera; y que Él siempre está dispuesto a concedernos con gozo inefable su perdón (hasta el punto de no ahorrar la vida de su Hijo).


Este domingo tiene un matiz de serena alegría y, por eso, es designado como el domingo “alegraos”, palabra presente en la antífona de entrada de la Misa de hoy: «Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis, alegraos de su alegría». Dios se ha compadecido del hombre perdido y extraviado, y le ha manifestado en Jesucristo —muerto y resucitado— su misericordia.


San Juan Pablo II decía en su encíclica Dives in misericordia que el amor de Dios, en una historia herida por el pecado, se ha convertido en misericordia, compasión. La Pasión de Jesús es la medida de esta misericordia. Así entenderemos que la alegría más grande que damos a Dios es dejarnos perdonar presentando a su misericordia nuestra miseria, nuestro pecado. A las puertas de la Pascua acudimos de buen grado al sacramento de la penitencia, a la fuente de la divina misericordia: daremos a Dios una gran alegría, quedaremos llenos de paz y seremos más misericordiosos con los otros. ¡Nunca es tarde para levantarnos y volver al Padre que nos ama! 

FELIZ DOMINGO!!!

 




 

domingo, 23 de marzo de 2025

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 23 DE MARZO DE 2025

 



Domingo 3 (C) de Cuaresma

Domingo 23 de marzo de 2025



1ª Lectura (Éx 3,1-8a.13-15): En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse. Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza».

Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: «Moisés, Moisés». Respondió él: «Aquí estoy». Dijo Dios: «No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado». Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob». Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios. El Señor le dijo: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel».

Moisés replicó a Dios: «Mira, yo iré a los israelitas y les diré: ‘El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros’. Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?». Dios dijo a Moisés: «‘Soy el que soy’; esto dirás a los israelitas: `Yo-soy’ me envía a vosotros». Dios añadió: «Esto dirás a los israelitas: ‘Yahvé (Él-es), Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Éste es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación’».



Salmo responsorial: 102

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.

El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos; enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles.

2ª Lectura (1Cor 10,1-6.10-12): No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron aquéllos. No protestéis, como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedía como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga.

Versículo antes del Evangelio (Mt 4,17): Convertíos, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos.

Texto del Evangelio (Lc 13,1-9): En aquel tiempo, llegaron algunos que contaron a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».

Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».





«Si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo»

Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I.

(Città del Vaticano, Vaticano)



Hoy, tercer domingo de Cuaresma, la lectura evangélica contiene una llamada de Jesús a la penitencia y a la conversión. O, más bien, una exigencia de cambiar de vida.

“Convertirse” significa, en el lenguaje del Evangelio, mudar de actitud interior, y también de estilo externo. Es una de las palabras más usadas en el Evangelio. Recordemos que, antes de la venida del Señor Jesús, san Juan Bautista resumía su predicación con la misma expresión: «Predicaba un bautismo de conversión» (Mc 1,4). Y, enseguida, la predicación de Jesús se resume con estas palabras: «Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1,15).

Esta lectura de hoy tiene, sin embargo, características propias, que piden atención fiel y respuesta consecuente. Se puede decir que la primera parte, con ambas referencias históricas (la sangre derramada por Pilato y la torre derrumbada), contiene una amenaza. ¡Imposible llamarla de otro modo!: lamentamos las dos desgracias —entonces sentidas y lloradas— pero Jesucristo, muy seriamente, nos dice a todos: —Si no cambiáis de vida, «todos pereceréis del mismo modo» (Lc 13,5).

Esto nos muestra dos cosas. Primero, la absoluta seriedad del compromiso cristiano. Y, segundo: de no respetarlo como Dios quiere, la posibilidad de una muerte, no en este mundo, sino mucho peor, en el otro: la eterna perdición. Las dos muertes de nuestro texto no son más que figuras de otra muerte, sin comparación con la primera.

Cada uno sabrá cómo esta exigencia de cambio se le presenta. Ninguno queda excluido. Si esto nos inquieta, la segunda parte nos consuela. El “viñador”, que es Jesús, pide al dueño de la viña, su Padre, que espere un año todavía. Y entretanto, él hará todo lo posible (y lo imposible, muriendo por nosotros) para que la viña dé fruto. Es decir, ¡cambiemos de vida! Éste es el mensaje de la Cuaresma. Tomémoslo entonces en serio. Los santos —san Ignacio, por ejemplo, aunque tarde en su vida— por gracia de Dios cambian y nos animan a cambiar. 

SANTORAL DE HOY DOMINGO 23 DE MARZO DE 2025

 

Otón Frangipane, SantoOtón Frangipane, Santo
Eremita, 23 de marzo
Pedro de Gubbio, BeatoPedro de Gubbio, Beato
Sacerdote, 23 de marzo
Benito de Campania, SantoBenito de Campania, Santo
Monje Ermitaño, 23 de marzo
Pedro Higgins, BeatoPedro Higgins, Beato
Presbítero y Martir, 23 de marzo
Anunciata Cocchetti, BeataAnunciata Cocchetti, Beata
Virgen, 23 de marzo
Metodio Domingo Trcka, BeatoMetodio Domingo Trcka, Beato
Mártir Redentorista, 23 de marzo
Álvaro del Portillo, BeatoÁlvaro del Portillo, Beato
Obispo, 23 de marzo
Toribio de Mogrovejo, SantoToribio de Mogrovejo, Santo
Obispo, 23 de marzo
José Oriol, SantoJosé Oriol, Santo
Presbítero, 23 de marso

HOY ES LA FIESTA DE SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, PATRONO Y MODELO DE LOS OBISPOS DE AMÉRICA - 23 MARZO

 



 Hoy es la fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, patrono y modelo de los obispos de América

 ACI Prensa

23 de marzo de 2025



Cada 23 de marzo la Iglesia celebra de manera universal la fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606), segundo arzobispo de Lima y patrono del Episcopado Latinoamericano.

Santo Toribio es figura prominente en la historia de la evangelización de los pueblos americanos. Se le reconoce haber sido uno de los más grandes defensores de los indefensos y explotados en los tiempos del virreinato del Perú. Como autoridad eclesiástica, trabajó incansablemente por ver a la Iglesia peruana organizada y unida, realizó extensos viajes pastorales y convocó a varios concilios locales, los que fueron decisivos para la propagación del Evangelio en el Nuevo Mundo.

Excepcionalmente, en el Perú, su festividad se celebra el 27 de abril (Vetus Ordo), día de la traslación de sus reliquias desde Zaña (Lambayeque) hasta la Ciudad de los Reyes (Lima), donde sus restos permanecen en su capilla dentro de la basílica catedral.

Patronazgos: Iglesia, educación, viajes, naturaleza y aventuras

Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo es además patrono de la Arquidiócesis de Lima (Perú) y del municipio de Mayorga (España); de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (Lambayeque, Perú), así como de la Hermandad que lleva su nombre (Rímac, Lima, Perú) y de la Pastoral Misionera de la Parroquia de la Santa Cruz (Provincia de Chaco, Argentina).

Por último, Santo Toribio es el patrono del escultismo, es decir, de los movimientos u organizaciones de niños y jóvenes exploradores (scouting), debido a su espíritu pastoral que lo llevó a recorrer largas distancias y duros territorios con el deseo de estar en contacto directo con los fieles de su vasta jurisdicción. Es muy probable, al mismo tiempo, que Santo Toribio profesara un particular amor por la naturaleza.


A los pies de la Cruz

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en Mayorga, Castilla (España), en 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico recibió el encargo del rey Felipe II para presidir la inquisición de Granada, en calidad de juez principal.

Años más tarde, el rey, impresionado por la virtud y humanidad de Toribio, le propuso al Papa Gregorio XIII que lo nombre arzobispo de Lima. En esos momentos, quien asumía dicha sede se hacía responsable de una vasta jurisdicción, la que comprendía la mayor parte de la Sudamérica hispana de entonces.

Aunque inicialmente el santo se resistió a aceptar tamaña tarea -no estaba ni siquiera ordenado-, terminó asintiendo. Acto seguido, el Papa le otorgó la dispensa pontificia para recibir las órdenes menores y mayores en el más corto plazo. Toribio sería consagrado obispo en 1580.


La Iglesia, madre que vela por sus hijos

El cambio que Dios iba obrando en la vida de Toribio fue muy fuerte: era consciente tanto de la grandeza de la misión que le esperaba, como de la pequeñez de sus fuerzas. Sabía que sin Dios no podría cumplir con tan magno encargo.

Aquel descubrimiento espiritual lo impulsó a confiarle todo al Señor y a ponerse en sus manos amorosas. Partió rumbo a América con el corazón ardiendo de entusiasmo, pensando en compartir el tesoro que de Dios había recibido.

Al llegar al Perú, empezó a trabajar de inmediato en la restauración de la disciplina y el ordenamiento eclesiástico. En ese propósito, debido a su investidura episcopal, tuvo que enfrentar en varias ocasiones a conquistadores y miembros del clero limeño comprometidos -por acción u omisión- en injusticias o abusos contra los indígenas y los esclavos negros.

Su firme posición en pro de la justicia lo hizo blanco de muchas hostilidades, provenientes tanto del poder civil como eclesial. Para bien, ninguna pasó de ser una calumnia o un rumor malintencionado que llegó a ser aclarado. Así, el santo pudo persistir en la defensa de los desprotegidos a la voz de “a quien siempre se debe tener contento es a Cristo y no al Virrey” (Santo Toribio de Mogrovejo).


Que Cristo llegue hasta el último rincón

En los 27 años en los que estuvo al frente de la Iglesia de Lima (del 16 de mayo de 1579 al 23 de marzo de 1606), Santo Toribio mandó edificar iglesias, conventos y hospitales; fundó el primer seminario diocesano de América Latina en Lima, institución que hoy lleva su nombre.

Viajó por casi todo el territorio del virreinato del Perú, visitando ciudades, pueblos y caseríos, a pie o montado a caballo; casi siempre lo hizo solo, exponiéndose a enfermedades y peligros.

Su corazón de pastor auténtico y comprometido lo llevó a estudiar las lenguas y dialectos locales (principalmente quechua y aymara). El arzobispo quería estar de esta manera más cerca de los fieles originarios de América, aprender su cultura y anunciarles a Cristo con eficacia. Esta disposición favoreció muchísimo el incremento de las conversiones. Apoyó la creación de la escuela de lenguas nativas como parte de la Universidad de San Marcos, la primera universidad fundada en América.

Convocó tres concilios o sínodos provinciales y ordenó la publicación del catecismo en lenguas quechua y aymara. Celebró trece sínodos diocesanos que contribuyeron a difundir e implementar el Concilio de Trento en América, así como a mantener la independencia de la Iglesia del poder civil.

A los 68 años, el santo arzobispo cayó enfermo y murió el día de Jueves Santo, 23 de marzo de 1606. Siglos después, en 1983, el Papa San Juan Pablo II lo declararía Patrono del Episcopado Latinoamericano.


“Perú, tierra ensantada” (Papa Francisco)

Santo Toribio coincidió en tiempo y lugar con grandes santos (entre la segunda mitad del s. XVI y principios del s. XVII): Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías y San Francisco Solano -los dos últimos, igual que él, nacidos en España-. A todos ellos los trató y conoció; e incluso, como fue en el caso de San Francisco Solano, lo unió cierta amistad. Nota aparte, de gran simbolismo, fue el hecho de que Santo Toribio de Mogrovejo confirmase a Santa Rosa de Lima, patrona de América y Filipinas.

Detalles como estos nos remiten a un contexto social en el que Cristo ocupaba el lugar central, un mundo que produjo el primer brote de santidad en América. Aquella fue una época en la que en Lima, la Ciudad de los Reyes, se respiraba un aire de fervor, mística y deseo de santidad. Por eso, es importante volver y conocer esta etapa de la historia de la Iglesia y apreciar cómo se constituyeron las raíces de la Evangelización de América. Esto debe ser inspiración para un continente que sufre distintas formas de pobreza y miseria, así como el embate de las ideologías. América debe volver a florecer.

¡Santo Toribio de Mogrovejo, ruega por nuestra América! ¡Intercede por los obispos del Continente americano!

EL PAPA FRANCISCO REAPARECE EN PÚBLICO TRAS CASI 40 DÍAS HOSPITALIZADO Y REGRESA AL VATICANO TRAS RECIBIR EL ALTA MÉDICA



El Papa reaparece en público tras casi 40 días hospitalizado y regresa al Vaticano tras recibir el alta médica 

Crédito: Daniel Ibañez/ EWTN News



Tras casi 40 días ingresado en el hospital Gemelli, el Papa Francisco ha recibido el alta médica este domingo. Antes de regresar a la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, el Pontífice se ha asomado a un balcón del centro sanitario desde el que ha saludado a los fieles y ha impartido la bendición apostólica.


No estaba previsto que pronunciase unas palabras, pues aún sufre las secuelas de la enfermedad, pero el Pontífice ha sacado fuerzas para hablar unos segundos. Con la voz frágil se ha dirigido a una de las mujeres que se habían reunido en el patio del hospital para mostrarle su cercanía.

“¡Esta señora con las flores amarillas, qué brava!”, comentó.

A pesar de haber recibido el alta médica, el Santo Padre no podrá retomar enseguida el alto ritmo de trabajo que seguía antes de ser hospitalizado. La convalecencia proseguirá en el Vaticano durante al menos dos meses, en los cuales los médicos han desaconsejado visitas con grandes grupos que puedan comprometer nuevamente su estado de salud. Además, deberá seguir con la terapia farmacológica, junto con los ejercicios de fisioterapia y rehabilitación motora que ya realizaba antes.





El Papa Francisco le deja un ramo de flores a la Virgen en la basílica de Santa María la Mayor

Por: Victoria Cardiel -  Crédito: Vatican Media



Poco antes de regresar al Vaticano, tras recibir el alta médica, el Papa Francisco ha querido dirigirse a la basílica de Santa María Mayor de Roma, como acostumbra hacer antes y después de cada viaje apostólico, para rezar unos ante el icono de la Virgen, la Salus Populi Romani.


El Santo Padre tiene especial devoción por esta imagen que, según la tradición, llegó a Roma en el año 590 durante el pontificado de Gregorio I y fue venerada por los primeros cristianos.


El Papa entregó al arcipreste coadjutor de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, el Cardenal Rolandas Makrickas, un ramo de flores para que lo colocase en el altar.


El Papa Francisco ya está en su residencia en el Vaticano tras recibir el alta médica

Por: Victoria Cardiel



El Papa Francisco ya está de regreso en Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano tras recibir este domingo el alta médica, donde proseguirá con la convalecencia durante al menos dos meses.


En ese tiempo de recuperación, los médicos le han prescrito reposo, por lo que no podrá retomar su agenda a plena rendimiento. Además tiene que continuar con la terapia farmacológica y con los ejercicios tanto de fisioterapia motora como respiratoria.


Esta mañana, antes de asomarse al balcón de la quinta planta del hospital Gemelli para saludar e impartir la bendición a los fieles, el Papa Francisco saludó brevemente al personal sanitario. Según informó la Oficina de prensa del Vaticano, el Santo Padre agradeció el trato médico y los cuidados que le han brindado durante estos 37 días hospitalizado.


Entre las personas a las que ha saludado estaban: la rectora de la Università Cattolica del Sacro Cuore, profesora Elena Beccalli; el presidente de la Fondazione Policlinico Universitario Agostino Gemelli IRCCS, doctor Daniele Franco; el decano de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Università Cattolica, profesor Antonio Gasbarrini; el vicepresidente de la Fondazione Policlinico Gemelli, doctor Giuseppe Fioroni; el director general de la Fondazione Policlinico A. Gemelli IRCCS, Profesor Marco Elefanti; el Asistente Eclesiástico General de la Universidad Católica, Monseñor Claudio Giuliodori; el director del Departamento de Ciencias Médico-Quirúrgicas del Policlínico, Sergio Alfieri, y el Director Médico de la Fundación Policlínico Gemelli, Andrea Cambieri.

FELIZ DOMINGO!!!!

 





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