miércoles, 24 de diciembre de 2025

IMÁGENES DE TARJETAS DE FELIZ NAVIDAD

  

























 

ORACIÓN PARA BENDECIR LA CENA DE NAVIDAD

 



 Oración para bendecir la mesa en Navidad

Oración para bendecir la mesa en Nochebuena y Navidad


Las fiestas de Navidad suelen ser ocasión para reunir en casa a familiares y amigos. Compartir los alimentos -lo poco o mucho que se tenga- es siempre un acto de generosidad y amor que nace de Dios, quien es generoso siempre con nosotros (A continuación encontrarás una sencilla oración publicada por la Diócesis de Málaga, España, para bendecir la mesa de Navidad).


Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Bendice, Señor, nuestra mesa en esta noche de Luz.

Quienes vamos a cenar celebrándote, 

sabemos que la fiesta eres Tú que nos invitas a nacer siempre de nuevo.


Gracias por el pan y el trabajo, por la generosidad y la esperanza.

Llena nuestra mesa de fuerza y ternura para ser personas justas, 

llena de paz nuestras vidas y que la amistad y la gratitud alimenten cada día del año.


Tú eres bendición para nosotros, por eso, 

en esta noche fraterna, bendice la tierra toda, bendice nuestro país.

Bendice esta familia y esta mesa.

Bendícenos a cada uno de los que estamos aquí.


Que así sea. Amén.


Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN FAMILIAR PARA PONER AL NIÑO JESÚS EN EL PESEBRE

 



Oración familiar para poner al Niño en el pesebre


La siguiente oración puede ser rezada tanto la noche del 24 de diciembre, durante la Nochebuena, como a lo largo del día 25, día de Navidad. Es de esperar que se busque el lugar y el momento propicios, cuando esté reunida la familia o los amigos y se desee colocar la imagen del Niño Dios en el pesebre, como símbolo de la llegada del Salvador.


Sabemos que poner al niñito Jesús en el pesebre es un gesto hermoso: expresa nuestro amor, gratitud y el deseo de que Él nazca también en nuestros corazones.

NOTA: Las indicaciones aparecen en letra cursiva siempre. No se deben leer. Es bueno que los participantes revisen el texto completo de la oración previamente, para no dejar detalles sueltos.


(Se hace silencio y luego se empieza la oración)


TODOS:


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Lector 1:


Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:


En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por nuestros amigos, vecinos y por las personas que trabajan con nosotros.


Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por haber venido al mundo a llenar nuestras vidas.


En esta noche (mañana/ tarde) hermosa, al contemplar el pesebre, recordamos de manera especial a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar. También recordamos a quienes han sido llamados a tu presencia y que en esta noche gozan contemplando tu rostro en el cielo.


Lector 2:


Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca en nuestros corazones como nació en Belén, para que podamos regalarle a otros el amor que Tú nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.


Que junto con tus ángeles y arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.


(En este momento alguien de la familia o comunidad pone al Niño Jesús en el pesebre, o si ya está allí, se coloca, con cuidado, un pequeño cirio o una velita delante de Él).


Lector 3:


Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre buena.


Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor. Intercede por todas las familias del mundo para que en cada hogar haya calor, seguridad, paz y reconciliación. Amén.


Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.


(Para finalizar se puede entonar algún villancico que elijan los participantes)


TODOS:


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


(Todos se dan un abrazo de paz y se desean una feliz Navidad) 

IMÁGENES DEL SIGNIFICADO DE CADA FIGURA DEL NACIMIENTO

 


 







lunes, 8 de diciembre de 2025

SANTORAL DE HOY LUNES 8 DE DICIEMBRE DE 2025

 

Patapio, SantoPatapio, Santo
Eremita, Diciembre 8
Natal (Nadal) Chabanel, SantoNatal (Nadal) Chabanel, Santo
Mártir Jesuita, 8 de diciembre
Luis Aloisio Liguda, BeatoLuis Aloisio Liguda, Beato
Presbítero y Mártir, Diciembre 8
José María Zabal Blaco, BeatoJosé María Zabal Blaco, Beato
Padre de Familia y Mártir, Diciembre 8
Eutiquiano, SantoEutiquiano, Santo
Papa y Mártir, Diciembre 8
Narcisa de Jesús Martillo Morán, SantaNarcisa de Jesús Martillo Morán, Santa
Virgen Laica, 8 de diciembre
Sofronio de Chipre, SantoSofronio de Chipre, Santo
Obispo, 8 de diciembre

SEÑOR, BENDICE A MI FAMILIA

 



Señor, bendice a mi familia


La oración es la llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente siempre accesible por el que llegamos a Dios. El arte de orar es el arte de amar al Señor. Pero orar bien es un regalo de Dios. Por lo tanto, implora que envíe su Espíritu para que llene tu corazón con el fuego de su amor.

Señor, bendice a mi familia, a mis amigos y a sus familias. Revélales tu amor y tu poder. Señor, muéstrate en este momento: que donde haya dolor, nos des paz y consuelo y donde haya duda, tengamos confianza porque creemos en ti. Jesús, visita mi casa y llévate mis problemas, angustias y dolores. Señor, contágiame tu fuerza, para que yo también pueda aceptar la voluntad del Padre. Hoy vengo a ti, lleno de dolor, a llorar mis penas en tus brazos, Recurro a ti para que me libres y destrabes de todos los males que me acechan y me impiden ser feliz. Espero confiadamente en ti. Vivo confiadamente en ti.

La familia que reza unida permanece unida y reproduce el clima de la casa de Nazareth: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Esa oración alcanza su culmen cuando la familia participa de la Misa del domingo.


Enviado por el P. Natalio 

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 8 DE DICIEMBRE DE 2025-INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

 



 8 de diciembre: La Inmaculada Concepción de la Virgen María

Domingo 8 de diciembre de 2025



1ª Lectura (Gén 3,9-15.20): Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: «¿Dónde estás?». Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí». El Señor le replicó: «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?». Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí». El Señor dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?». Ella respondió: «La serpiente me engañó, y comí».


El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón». El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.



Salmo responsorial: 97

R/. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.


El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.


Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.

2ª Lectura (Ef 1,3-6.11-12): Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.

Versículo antes del Evangelio (Lc 1,28.42): Aleluya. Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita Tú entre las mujeres. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 1,26-38): En aquel tiempo, fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.



«Y entrando, le dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo’»

Rev. D. David COMPTE i Verdaguer

(Manlleu, Barcelona, España)


Hoy, el Evangelio toca un acorde compuesto por tres notas. Tres notas no siempre bien afinadas en nuestra sociedad: la del hacer, la de la amistad y la de la coherencia de vida. Hoy día hacemos muchas cosas, pero, ¿tenemos un proyecto? Hoy, que navegamos en la sociedad de la comunicación, ¿tiene cabida en nuestros corazones la soledad? Hoy, en la era de la información, ¿nos permite ésta dar forma a nuestra personalidad?


Un proyecto. María, una mujer «desposada con un hombre llamado José, de la casa de David» (Lc 1,28). María tiene un proyecto. Evidentemente, de proporciones humanas. Sin embargo, Dios irrumpe en su vida para presentarle otro proyecto... de proporciones divinas. También hoy, quiere entrar en nuestra vida y dar proporciones divinas a nuestro quehacer humano.


Una presencia. «No temas, María» (Lc 1,30). ¡No construyamos de cualquier manera! No fuera caso que la adicción al “hacer” escondiera un vacío. El matrimonio, la vida de servicio, la profesión no han de ser una huida hacia adelante. «Llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28). Presencia que acompaña y da sentido. Confianza en Dios, que —de rebote— nos lleva a la confianza con los otros. Amistad con Dios que renueva la amistad con los otros.


Formarnos. Hoy día, que recibimos tantos estímulos con frecuencia contrapuestos, es necesario dar forma y unidad a nuestra vida. María, dice san Luis María Grignion, «es el molde vivo de Dios». Hay dos maneras de hacer una escultura, expone Grignion: una, más ardua, a base de golpes de cincel. La otra, sirviéndose de un molde. Ésta segunda es más sencilla. Pero el éxito está en que la materia sea maleable y que el molde dibuje con perfección la imagen. María es el molde perfecto. ¿Acudimos a Ella siendo nosotros materia maleable?

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