domingo, 11 de mayo de 2025

UNA ORACIÓN POR EL PAPA LEÓN XIV

 




El recién elegido Papa León XIV, nacido como Robert Prevost en Chicago (Estados Unidos), se dirige a la multitud desde el balcón central de la Basílica de San Pedro por primera vez, el 8 de mayo de 2025. | Crédito: TIZIANA FABI / AFP vía Getty Images.

Una oración por el Papa León XIV



Una oración por el Papa

Señor, fuente de vida y verdad eternas,

concede a tu pastor un espíritu de valentía y recto juicio,

un espíritu de conocimiento y amor.

Que, gobernando con fidelidad a quienes le has confiado,

como sucesor del apóstol Pedro

y Vicario de Cristo, edifique tu Iglesia

como sacramento de unidad, amor

y paz para todo el mundo.

Amén.

V/ Oremos por el Papa.

R/ Que el Señor lo conserve, le conceda una larga vida, lo haga dichoso en la tierra y no lo entregue al poder de sus enemigos.

V/ Que tu mano esté sobre tu siervo santo.

R/ Y sobre tu hijo, a quien has ungido.

Padre Nuestro...

Ave María...

Gloria...



Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register. 

FELIZ DÍA DE LA MADRE!!!!!









  

SANTORAL DE HOY DOMINGO 11 DE MAYO DE 2025

 

Estela o Estrella, SantaEstela o Estrella, Santa
Virgen y Mártir, 11 de mayo
Antimo de Roma, SantoAntimo de Roma, Santo
Presbítero y Mártir, 11 de mayo
Mateo Le Van Gam, SantoMateo Le Van Gam, Santo
Mártir Laico, 11 de mayo
Mamerto de Vienne, SantoMamerto de Vienne, Santo
Obispo, 11 de mayo
Juan Rochester, BeatoJuan Rochester, Beato
Presbítero y Mártir, 11 de mayo
Francisco de Jerónimo, SantoFrancisco de Jerónimo, Santo
Presbítero Jesuita, Mayo 11
Alberto de Bérgamo, BeatoAlberto de Bérgamo, Beato
Terciario Dominico, 7 de mayo
Gregorio Celli, BeatoGregorio Celli, Beato
Presbítero Agustino, Mayo 11
Gualterio, SantoGualterio, Santo
Presbítero, 11 de mayo
Mocio, SantoMocio, Santo
Presbítero y Mártir, 11 de mayo
Gangulfo, SantoGangulfo, Santo
Laico, 11 de mayo
Ceferino Namuncurá, BeatoCeferino Namuncurá, Beato
Laico Saleciano, 11 de mayo
Ignacio de Laconi, SantoIgnacio de Laconi, Santo
Capuchino, Mayo 11
Mayolo, SantoMayolo, Santo
Abad, 11 de mayo

EL CÁNTICO DE LA ESPERANZA: UNA REFLEXIÓN DEL MAGNÍFICAT

 



 El Cántico de la esperanza: Una reflexión del Magníficat

El Magníficat es un recordatorio de que la esperanza es una fuerza poderosa que puede inspirar cambio y acción.


Por: Redacción | Fuente: Catholic.net


El diálogo entre María y su prima Isabel, narrado en el Evangelio (cf. Lc 1), nos presenta un momento de profunda comunión espiritual. La exclamación de Isabel, “Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”, no solo reconoce la gracia divina en María, sino que también se ha inmortalizado en la oración del “Ave María”. Esta oración, repetida innumerables veces por los fieles, es un acto de salutación y bendición a María, quien es venerada como la portadora de Jesús.

La respuesta de María a la bendición de Isabel es el Magníficat, un cántico que ha resonado a través de los siglos como un himno de esperanza y alabanza. María celebra las “grandes cosas” que el Señor ha hecho en ella, pero su visión trasciende su experiencia personal. Ella contempla la acción de Dios en la historia, proclamando un mundo al revés donde los poderosos son derribados y los humildes exaltados, donde los hambrientos son saciados y los ricos enviados vacíos.

Este cántico, a menudo llamado “el cántico de la esperanza”, puede parecer una descripción utópica, especialmente cuando contrastamos sus palabras con la realidad de la época. Los poderosos, como Herodes, permanecían en sus tronos, y las desigualdades sociales y económicas persistían. Sin embargo, el Magníficat no es simplemente un reflejo de la realidad social de su tiempo, sino una proclamación profética de la visión de Dios para el mundo.

La pregunta que surge es: ¿exagera María al describir un mundo que parece distante de la realidad? La respuesta puede encontrarse en la naturaleza misma de la esperanza. La esperanza cristiana no es una mera expectativa de que las cosas mejorarán; es una confianza activa en las promesas de Dios, independientemente de las circunstancias actuales. Es una invitación a vivir en un estado de anticipación gozosa por la justicia divina que eventualmente prevalecerá.

El Magníficat nos invita a reflexionar sobre nuestra propia percepción de la realidad. ¿Vemos el mundo solo como es, o somos capaces de percibirlo como podría ser bajo la gracia de Dios? María nos desafía a mirar más allá de las apariencias y a confiar en que, a pesar de las injusticias presentes, hay un plan divino en marcha que transformará la realidad de maneras que aún no podemos comprender plenamente.

En última instancia, el Magníficat es un recordatorio de que la esperanza es una fuerza poderosa que puede inspirar cambio y acción. Nos anima a ser agentes de ese cambio, trabajando para construir un mundo más justo y compasivo, alineado con la visión profética de María. Así, cada vez que recitamos el “Ave María”, no solo honramos a la madre de Jesús, sino que también reafirmamos nuestro compromiso con los valores del reino de Dios, donde la justicia, la misericordia y el amor prevalecen sobre todas las cosas.


UNA ORACIÓN EN HONOR A LAS MADRES FALLECIDAS


Una oración en honor a las madres fallecidas


Muchos países del mundo celebran el segundo domingo de mayo el día de la madre; sin embargo, son muchos quienes ya no la tienen a su lado, pues ya partieron a la Casa del Padre. Para ellas, las mamás que se encuentran en el cielo gozando de la Gloria de Dios, les compartimos la siguiente oración:

Continuamente te rezamos, Señor, por nuestra madre.
La recordamos con paz y con amor ante Ti,
seguros de que ella vive,
como estamos seguros de que vives Tú
y de que tu amor dura para siempre.
La recordamos cuando estaba entre nosotros...
A veces, nos parece sentir el calor y el sosiego
de su presencia protectora
como cuando vivía aquí,
mucho más para nosotros que para sí misma.
Dale, Señor, tu amor, dale tu vida. Dale tu paz.
Tenla muy cerca de Ti.
Sea feliz y ruegue ante Ti por nosotros.
Ayúdanos a vivir lo que ella nos enseño,
más con amor que con palabras.
A rezarte como ella, a quererte como ella,
a hacer de Ti y de los demás, igual que ella,
el sentido de nuestra vida.
Y si por descuido o por debilidad en algo te faltó,
perdónala, Tú que sabes lo que es ser Padre y Madre
y conoces como nadie el amor y el perdón
sin medida ni límites...
Perdónale sus faltas por lo mucho que amó a todos.
Gracias, Señor, por esta oración que nos llena de paz
en el recuerdo de nuestra madre.

Amén. 

PAPA LEÓN XIV CANTA SU PRIMER REGINA COELI EN LATÍN Y ALIENTA A LOS JÓVENES A NO TENER MIEDO DE SEGUIR A CRISTO

 

León XIV canta su primer Regina Coeli en latín y alienta a los jóvenes a no tener miedo de seguir a Cristo
Por Almudena Martínez-Bordiú
11 de mayo de 2025



En el domingo del Buen Pastor, el Papa León XIV dirigió por primera vez el rezo del Regina Coeli desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. El Pontífice recitó la oración mariana en latín y alentó a los miles de jóvenes: ¡No tengan miedo!

"A los jóvenes les digo: ¡No tengan miedo! ¡Acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo el Señor!", exclamó el Pontífice ante las 100.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro, según los datos de las autoridades italianas.

Este primer Regina Coeli de León XIV coincidió además con el Jubileo de las bandas y del espectáculo popular, por lo que una hora antes de la aparición del Santo Padre la Plaza de San Pedro se llenó de música y color con bandas llegadas de diferentes países. 

A las 12:00 (hora de Roma) el Papa León XIV se asomó por la Logia central de la basílica vaticana ante el fuerte aplauso y ovaciones de la multitud. 

Antes del rezo, el Pontífice señaló como “un don de Dios” que el primer domingo de su servicio como Obispo de Roma sea el del Buen Pastor, el cuarto tiempo de Pascua, en cuyo Evangelio de San Juan, Jesús se revela como el verdadero Pastor “que conoce, ama y da la vida por sus ovejas”.

También indicó que este día coincide con otro importante aniversario: los 62 años de la celebración de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Además, recordó el Jubileo de las bandas musicales y de los espectáculos populares que Roma acoge este fin de semana. 

“Saludo con afecto a todos los peregrinos y les doy las gracias porque con su música y sus representaciones alegran la fiesta, la fiesta de Cristo Buen Pastor: sí, es Él quien guía a  la Iglesia mediante su Espíritu Santo”, remarcó. 


Al reflexionar sobre el Evangelio del día  (Jn 10,27), afirmó que Jesús “conoce a sus ovejas, y que ellas escuchan su voz y le siguen”.

“Tengo la alegría de rezar con ustedes y con todo el Pueblo de Dios por las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa. ¡La Iglesia los necesita!”, exclamó. 

También señaló la importancia de que los jóvenes “encuentren en nuestras comunidades acogida, escucha,  estímulo en su camino vocacional, y que puedan contar con modelos creíbles de entrega generosa a  Dios y a sus hermanos”.


En este sentido, exhortó a los fieles a seguir la invitación del Papa Francisco durante la Jornada por las vocaciones y “acoger y acompañar a los jóvenes”. 

“Roguemos al Padre celestial el ser, los unos para los otros, cada uno según su estado, pastores “según su corazón” (cf. Jr 3,15), capaces de  ayudarnos mutuamente a caminar en el amor y en la verdad”, dijo a continuación. 

Por último, pidió la intercesión de la Virgen María, “cuya vida fue toda una respuesta a la llamada del Señor, nos acompañe  siempre en el seguimiento de Jesús”.

León XIV pide por el fin de las guerras en Gaza y Ucrania

Luego del rezo del Regina Coeli, el Santo Padre hizo un llamado a poner fin a los conflictos que siguen desangrando Ucrania y la franja de Gaza.

Indicó que luego de la trágica Segunda Guerra Mundial que dejó más de 60 millones de muertos, hoy el mundo se enfrenta a otra guerra mundial a pedazos, "como muchas veces lo afirmaba el Papa Francisco".

"¡Nunca más la guerra!", exclamó León XIV. "Llevo en mi corazón el sufrimiento del amado pueblo ucraniano", afirmó, y pidió que se liberen a todos los prisioneros y que los niños puedan regresar a sus casas.

"Me causa mucho dolor lo que está sucediendo en la franja de Gaza. Que cese inmediatamente el fuego y que se lleve ayuda humanitaria a la extenuada población civil y que se liberen a todos los prisioneros", añadió León XIV, quien a la vez expresó su satisfacción por el cese al fuego entre India y Pakistán.

Finalmente, el Santo Padre recordó que este domingo en Italia y muchos países se celebra el Día de la Madre. "Envío un saludo a todas las madres con una oración por ellas y también por las que están ya en Cielo", expresó.

TENEMOS UN BUEN PASTOR - EN ÉL SOMOS UNO - EN CRISTO SOMOS UNO - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DOMINGO 11 DE MAYO DE 2025



Tenemos un Buen Pastor


Así como se ha nombrado el Segundo Domingo de la Pascua “Domingo de la Divina Misericordia”, se llama este Cuarto Domingo de la Pascua “Domingo del Buen Pastor”. Siempre en este domingo leemos parte del discurso del Buen Pastor encontrado en el Evangelio según San Juan.

 

Hoy hemos leído lo que constituye la conclusión del discurso.  La lectura recalca tres temas. Primero, sus ovejas escuchan la voz de Jesús, el Buen Pastor. Eso es, sus seguidores oyen y aceptan sus palabras. Aunque retan (“ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”), igualmente consuelan (“No los dejaré huérfanos; volverá a ustedes”). Sea castigando o sea apoyando, la voz del Buen Pastor siempre dice la verdad que nos hace libres.      

 

Segundo, nadie arrebata las ovejas de las manos del Buen Pastor. No es posible porque las ovejas solo siguen su voz. Las ovejas saben que él los guiará a las praderas verdes de la vida eterna. Si alguien ha huido a religiones no cristianas, es porque no ha escuchado la voz del Pastor.

 

Finalmente, Jesús dice que él y el Padre son uno. La frase no pretende ser prueba que Jesús es Dios. Más bien, indica que los dos, Padre e Hijo, son unidos en el amor. Durante la Última Cena con sus discípulos Jesús orará al Padre que todos sus discípulos sean así unidos: “Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros” (17,21b). 

 

El nuevo papa León XIV es el sucesor de Pedro, quien Jesús eligió para ser su vicario. Como Pedro habló con la voz de Cristo, así tiene que hablar el nuevo papa. Debe pasar fielmente las enseñanzas de Jesús para que no desvíe la gente del camino a la vida. Igualmente necesario, tiene que mantener a todos cerca de él de modo que nadie las arrebate. Esto implica que la gente se sienta su amor. El papa Francisco ganó el afecto del mundo cuando besó al hombre cuyo rostro fue cubierto con tumores. Esperamos que el nuevo papa no falte este género del amor demostrable.

 

No ha habido grandes números saliendo de creencia en Jesucristo para otras religiones. Sin embargo, muchos cristianos han rechazado al papa como su vicario. Primero los ortodoxos se separaron de la Iglesia Católica. Luego, los evangélicos han negado la autoridad del Obispo de Roma. Muchos de este segundo grupo han aceptado prácticas morales que no corresponden a las de la Iglesia Católica. El nuevo papa debe buscar caminos que unificarán a ellos, por lo menos en obras caritativas y esperanzas como es el caso en la fe y el Bautismo.

 

Además de ser pastor, el nuevo papa tendrá otros papeles. Así como Pedro, tiene que ser pescador de hombres y mujeres. Como una fuerza moral conocida por casi el mundo entero, tiene que recordar a los líderes nacionales de la necesidad de resolver conflictos con diálogo y compromiso. Uno de los mejores papas en la historia nombró otro papel para el papado. San Gregorio Magno llamó a sí mismo y a todos papas que han ocupado el oficio, “servidor de los servidores de Dios”. Como Cristo y todos cristianos, el papa tiene que servir.



P. Carmelo Mele OP 

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 11 DE MAYO DE 2025 - IV DOMINGO DE PASCUA, DOMINGO DEL BUEN PASTOR


 Domingo 4 (C) de Pascua

Domingo 11 de mayo de 2025




1ª Lectura (Hch 13,14.43-52): En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquia de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.


Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: ‘Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra’».


Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.



Salmo responsorial: 99

R/. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores.


Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo, y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.


«El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades».

2ª Lectura (Ap 7,9.14b-17): Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y uno de los ancianos me dijo: «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugara las lágrimas de sus ojos».

Versículo antes del Evangelio (Jn 10,14): Aleluya. Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 10,27-30): En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».



«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco»

P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat

(Montserrat, Barcelona, España)



Hoy, la mirada de Jesús sobre los hombres es la mirada del Buen Pastor, que toma bajo su responsabilidad a las ovejas que le son confiadas y se ocupa de cada una de ellas. Entre Él y ellas crea un vínculo, un instinto de conocimiento y de fidelidad: «Escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen» (Jn 10,27). La voz del Buen Pastor es siempre una llamada a seguirlo, a entrar en su círculo magnético de influencia.


Cristo nos ha ganado no solamente con su ejemplo y con su doctrina, sino con el precio de su Sangre. Le hemos costado mucho, y por eso no quiere que nadie de los suyos se pierda. Y, con todo, la evidencia se impone: unos siguen la llamada del Buen Pastor y otros no. El anuncio del Evangelio a unos les produce rabia y a otros alegría. ¿Qué tienen unos que no tengan los otros? San Agustín, ante el misterio abismal de la elección divina, respondía: «Dios no te deja, si tú no le dejas»; no te abandonará, si tu no le abandonas. No des, por tanto, la culpa a Dios, ni a la Iglesia, ni a los otros, porque el problema de tu fidelidad es tuyo. Dios no niega a nadie su gracia, y ésta es nuestra fuerza: agarrarnos fuerte a la gracia de Dios. No es ningún mérito nuestro; simplemente, hemos sido “agraciados”.


La fe entra por el oído, por la audición de la Palabra del Señor, y el peligro más grande que tenemos es la sordera, no oír la voz del Buen Pastor, porque tenemos la cabeza llena de ruidos y de otras voces discordantes, o lo que todavía es más grave, aquello que los Ejercicios de san Ignacio dicen «hacerse el sordo», saber que Dios te llama y no darse por aludido. Aquel que se cierra a la llamada de Dios conscientemente, reiteradamente, pierde la sintonía con Jesús y perderá la alegría de ser cristiano para ir a pastar a otras pasturas que no sacian ni dan la vida eterna. Sin embargo, Él es el único que ha podido decir: «Yo les doy la vida eterna» (Jn 10,28). 

HOY CELEBRAMOS EL CUARTO DOMINGO DE PASCUA - DOMINGO DEL BUEN PASTOR - 11 DE MAYO DE 2025






HOY CELEBRAMOS EL CUARTO DOMINGO DE PASCUA

Domingo del Buen Pastor

Domingo 11 de mayo de 2025



 Hoy, 11 de mayo, la Iglesia celebra el Cuarto Domingo de Pascua, tradicionalmente conocido como el Domingo del Buen Pastor. También hoy se celebra la 62.ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.


Han pasado ya tres semanas desde el Domingo de Resurrección y hoy la Iglesia nos invita a volver sobre la persona de Jesús, a quien el Evangelio presenta “como el verdadero pastor, que defiende, conoce y ama a sus ovejas” (Papa Francisco).


Meditar en Jesús, el Buen Pastor, es reconocer que Él es el centro y razón de ser de la Pascua -‘cincuentena’ como “un solo día”, que prefigura la eternidad una vez vencida la muerte-. Sigamos, pues, con el ánimo al tope durante el resto del Tiempo Pascual. Compartamos el gozo de la resurrección del Señor con quien tengamos cerca. Que a cada día no le falte un ¡Aleluya!


IV Domingo de Pascua: "Mis ovejas escuchan mi voz”

La lectura del Evangelio está tomada del relato de San Juan (Jn 10, 27-30) quien recoge un fragmento del discurso de Jesús, quien se presenta como el buen pastor que es capaz de dar la vida por sus ovejas, porque su amor no tiene medida. Jesús conoce a sus ovejas y ellas lo reconocen: solo Él es capaz de dar la vida eterna.

Jesús pronunciará un discurso en el que se revela cómo es la unidad de Dios con su rebaño. Jesús no es un “pastor asalariado”, es un pastor que ama, y por eso las ovejas lo reconocen. Si algo amenaza a las ovejas, Él las defenderá con su vida. Y ellas conocen a su pastor, como el pastor las conoce a ellas; de la misma manera como el Padre conoce al Hijo, y el hijo al Padre –”El Padre y yo somos uno"-. El Señor es el pastor que habrá de unir al redil y hará de este un solo rebaño. Finalmente Jesús recuerda que su rebaño le ha sido encomendado por el Padre, y que por eso “nadie se lo arrebatará”.


Así se pronunciará el nombre del nuevo Papa en las Misas en México

«¿Cómo podemos escuchar la voz del Señor y reconocerlo? En la predicación de los Apóstoles y de sus sucesores: en ella resuena la voz de Cristo, que llama a la comunión con Dios y a la plenitud de vida, como leemos hoy en el Evangelio de san Juan: «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano» (Jn 10, 27-28). Sólo el buen Pastor custodia con inmensa ternura a su grey y la defiende del mal, y sólo en él los fieles pueden poner absoluta confianza.» (Papa Benedicto XVI, Regina Caeli, 25 de abril de 2010).


Evangelio según San Juan (Jn 10, 27-30)

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno".

domingo, 4 de mayo de 2025

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 4 DE MAYO DE 2025

 


 

Domingo III (C) de Pascua

Domingo 4 de mayo de  2025



1ª Lectura (Hch 5,27b-32.40b-41): En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: «¿No os hablamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre».


Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen». Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.



Salmo responsorial: 29

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.


Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante, su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo.


Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.


2ª Lectura (Ap 5,11-14): Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza». Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar —todo lo que hay en ellos, que decían: «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos». Y los cuatro vivientes respondían: «Amén». Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.

Versículo antes del Evangelio (---): Aleluya. Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y ha tenido misericordia del género humano. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 21,1-19): En aquel tiempo, se apareció Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.

Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?». Le contestaron: «No». Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor». Al oír Simón Pedro que era el Señor se puso el vestido —pues estaba desnudo— y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.

Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?». Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas». Le dice por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras». Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».




«Jesús les dice: ‘Venid y comed’»

Rev. D. Jaume GONZÁLEZ i Padrós

(Barcelona, España)


Hoy, tercer Domingo de Pascua, contemplamos todavía las apariciones del Resucitado, este año según el evangelista Juan, en el impresionante capítulo veintiuno, todo él impregnado de referencias sacramentales, muy vivas para la comunidad cristiana de la primera generación, aquella que recogió el testimonio evangélico de los mismos Apóstoles.


Éstos, después de los acontecimientos pascuales, parece que retornan a su ocupación habitual, como habiendo olvidado que el Maestro los había convertido en “pescadores de hombres”. Un error que el evangelista reconoce, constatando que —a pesar de haberse esforzado— «no pescaron nada» (Jn 21,3). Era la noche de los discípulos. Sin embargo, al amanecer, la presencia conocida del Señor le da la vuelta a toda la escena. Simón Pedro, que antes había tomado la iniciativa en la pesca infructuosa, ahora recoge la red llena: ciento cincuenta y tres peces es el resultado, número que es la suma de los valores numéricos de Simón (76) y de ikhthys (=pescado, 77). ¡Significativo!


Así, cuando bajo la mirada del Señor glorificado y con su autoridad, los Apóstoles, con la primacía de Pedro —manifestada en la triple profesión de amor al Señor— ejercen su misión evangelizadora, se produce el milagro: “pescan hombres”. Los peces, una vez pescados, mueren cuando se los saca de su medio. Así mismo, los seres humanos también mueren si nadie los rescata de la oscuridad y de la asfixia, de una existencia alejada de Dios y envuelta de absurdidad, llevándolos a la luz, al aire y al calor de la vida. ¿De qué vida? De la vida de Cristo, que él mismo alimenta desde la playa de su gloria, figura espléndida de la vida sacramental de la Iglesia y, primordialmente, de la Eucaristía. En ella el Señor da personalmente el pan y, con él, se da a sí mismo, como indica la presencia del pez, que para la primera comunidad cristiana era un símbolo de Cristo y, por tanto, del cristiano.

LA ELECCIÓN DEL QUE CONDUCE - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 4 DE MAYO DE 2025



La elección del que conduce


La Iglesia hace hincapié en que el nuevo papa no será sucesor de Francisco. Será, como todos los otros papas de la historia, el sucesor de Pedro. En el evangelio hoy Jesús comisiona a Pedro que pastoree de su rebaño. Vale examinar este evangelio para determinar las características de Pedro que se esperan en su sucesor nuevo.

 

En el pasaje Pedro se destaca en cuatro maneras. Primero, él toma la iniciativa para ir a pescar. Segundo, se salta en el agua para ser el primero a acogerse de Jesús resucitado. Tercero, encara a Jesús en una conversación del corazón. Finalmente, Pedro escucha algunas palabras alarmantes sobre su destino. Estos eventos remontan uno encima al otro para darnos un retrato revelador de Pedro y sus sucesores.

 

Sobre todo, el sucesor de Pedro debe tener el amor ferviente para Cristo. Pedro muestra tal amor cuando se echa en el agua para acogerlo. Más tarde profesa su amor cuando Jesús le pregunta si lo ama. Amar a Jesús es amar la verdad que enseñó. Uno de los deberes fundamentales del sucesor de Pedro es mantener la doctrina de Cristo íntegra. Siempre habrá llamados a cambiarla por conveniencia o por orgullo. Al amar a Cristo, el papa verificará propuestas nuevas como desarrollo legítimo de su doctrina o distorsión de la verdad.

 

El sucesor de Pedro debe ser también hombre santo. En el evangelio Pedro habla con Jesús cara a cara. Se expone al Señor no solo su miseria por haber negarlo sino también su disposición a servirlo. Su sucesor debe hablar con Cristo a menudo corazón a corazón en la oración. Tiene responsabilidades enormes que requieren la sabiduría del Espíritu Santo quien Cristo imparte.      

 

Una responsabilidad del papa es buscar la unión entre las diferentes comunidades cristianas. Jesús llamó a Pedro "piedra" sobre que edificaría su iglesia. Es una piedra en la cual todos pueden andar seguros. Pedro tiene crear un espacio que cabe todos cristianos en el amor y la verdad.

 

Para hacerlo, el papa necesita la iniciativa. En el evangelio Pedro se muestra su liderazgo por emprender un camino en lo cual otros siguen. Dice a sus compañeros: “’Voy a pescar’” y lo acompañan. El pescar es una metáfora de evangelizar. Con el apoyo de Jesús, Pedro y compañeros atraen a muchos a la Iglesia. Hoy el sucesor de Pedro junto con los otros obispos han de seguir atrayendo a la gente. No es cuestión de reclamar grandes números de conversos sino de ayudar a más personas realizar la vida eterna.

 

Al final de la lectura Jesús indica a Pedro que él lo llevará a donde no quiere ir. Quiere decir que Pedro no morirá en cama sino como mártir. Para aceptar el martirio Pedro tiene que cultivar el coraje. Tiene que decidir que Cristo es su objeto en la vida de tal modo que una muerte violenta no sea precio demasiado caro para obtenerlo. En 1981 San Juan Pablo II fue disparado por un asesino. Puede pasar a cualquier sucesor de Pedro. Sin embargo, el temor de un papa no es ser blanco

de un matador. Expertos del Vaticano dicen que es la realidad de agotarse completamente que preocupa a los llamados papables. Es cierto que el papa Benedicto XVI se jubiló. Pero lo hizo solo porque se daba cuenta que no tenía la energía para manejar las responsabilidades. Entre las otras cualidades, el sucesor de Pedro tiene que ser listo para agotarse por Cristo.

 

No se exagera decir que las características de amar a Cristo, ser santo, mostrar el liderazgo, y entrañar el coraje no solo definen al sucesor de Pedro sino a todos cristianos. Dándonos cuenta de que a la mayoría de nosotros faltan estos atributos debe causarnos pausar un momento. Tenemos que maravillar y rezar por el nuevo papa.

P. Carmelo Mele OP 

IMÁGENES DE LA VIRGEN DE FÁTIMA















 

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