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viernes, 6 de diciembre de 2019

HOY ES LA FIESTA DE SAN NICOLÁS DE BARI, 6 DE DICIEMBRE



Hoy es fiesta de San Nicolás, patrono de los niños, marineros y viajeros
Redacción ACI Prensa





“Sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos da tanto”, solía decir San Nicolás, patrono de los niños, los marineros, los viajeros y de Rusia, Grecia y Turquía. Un aceite milagroso brota de sus restos, que ha servido para la curación de los enfermos. Su fiesta se celebra cada 6 de diciembre.

Al tratarse de un santo de los primeros siglos, poco se sabe con certeza de él, salvo que nació en Licia (actual Turquía), y en una familia muy rica. Tenía un tío Obispo que lo ordenó sacerdote.

Sus padres murieron atendiendo a los enfermos de una epidemia y dejaron a San Nicolás una fortuna. sin embargo, el joven decidió repartirla entre los pobres e ingresar a un monasterio como monje. Más adelante peregrinó a Egipto y Palestina, donde conoció Tierra Santa.

A su regreso, llegó a la ciudad de Mira, en Turquía, donde los obispos y sacerdotes discutían en el templo sobre quién debía ser elegido como nuevo Obispo de la ciudad. Al final decidieron que sería el próximo sacerdote que ingresara al recinto. En ese momento entró San Nicolás y fue elegido como Prelado por aclamación de todos.

Sin embargo, se desató una persecución contra los cristianos y es encerrado en una prisión, de la que es liberado por el emperador Constantino, cuando éste subió al trono.

"Gracias a las enseñanzas de Nicolás, la metrópolis de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía arriana la cual rechazó firmemente, como si fuese un veneno mortal", decía San Metodio. El arrianismo negaba la divinidad de Jesucristo. Así mismo San Nicolás combatió incansablemente el paganismo.


Defensor de la justicia, salvó a tres jóvenes de ser ejecutados, víctimas de un soborno del gobernador Eustacio, quien luego se arrepintió al ser reprendido por San Nicolás.

Tres oficiales fueron testigos de estos hechos y posteriormente, cuando estaban en peligro de muerte, rezaron a San Nicolás. El Santo se le apareció en sueños a Constantino y le ordenó que los liberase porque eran inocentes.

El emperador, luego de que los soldados le dijeran que ellos habían invocado a San Nicolás, los envió libres y con una carta al Santo Obispo, en la que le pedía que orase por la paz en el mundo.

Es patrono de los marineros porque en medio de una tempestad unos marineros empezaron a  clamar: “Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos”. En ese momento, se cuenta, apareció San Nicolás sobre el barco, bendijo el mar y este se calmó. Luego el Obispo desapareció.

Según la costumbre de oriente, los marineros del mar Egeo y del Jónico tienen una “estrella de San Nicolás” y se desean buen viaje diciendo: “Que San Nicolás lleve tu timón”.

Se narra también que tres niños fueron asesinados y arrojados en un barril de sal. Sin embargo, por la oración de San Nicolás los infantes volvieron a la vida. Por ello es patrono de los niños y se le suele representar con tres pequeños a su costado.

Otra leyenda narra que en la Diócesis de Mira había un vecino en extrema pobreza que decidió exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para que todos ellos puedan subsistir.

San Nicolás, buscando evitar que esto sucediera y en la oscuridad de la noche, arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre una bolsa con monedas de oro. Con el dinero se casó la hija mayor.

Quiso el Santo hacer lo mismo en bien de las otras dos, pero en la segunda ocasión, después de tirar la bolsa sobre la pared del patio de la casa, San Nicolás se enredó con la ropa que estaba tendida para secar y el padre descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.

San Nicolás partió a la Casa del Padre un 6 de diciembre, pero no sabe con exactitud si fue en el año 345 o en el 352. Más adelante su devoción aumentó y se reportaron numerosos milagros.

En el S. VI, el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla (hoy Estambul) en su honor, y se hizo popular en todo el cristianismo. San Nicolás es patrono de Rusia, Grecia y Turquía. Además es honrado en ciudades de Italia, Holanda, Suiza, Alemania, Austria y Bélgica.

En 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira, que había caído bajo invasión musulmana, y se llevaron a Bari, en la costa adriática de Italia. Por esto es llamado San Nicolás de Mira o San Nicolás de Bari. Sus reliquias reposan en la Iglesia de “San Nicola de Bari”.

De sus restos brota un aceite conocido como el “Manna di S. Nicola”. En Mira, se decía que "el venerable cuerpo del obispo, embalsamado en el aceite de la virtud, sudaba una suave mirra que le preservaba de la corrupción y curaba a los enfermos, para gloria de aquél que había glorificado a Jesucristo, nuestro verdadero Dios".


Biografía de San Nicolás


Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños. De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y otros grandes santos, pero su biografía fue escrita por el Arzobispo de Constantinopla, San Metodio.

Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Unos de sus tíos era obispo y fue éste quien lo consagró como sacerdote, pero al quedar huérfano, el santo repartió todas sus riquezas entre los pobres e ingresó a un monasterio.

Según la tradición, en la ciudad de Mira, en Turquía, los obispos y sacerdotes se encontraban en el templo reunidos para la elección del nuevo obispo, ya que el anterior había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento sin saber lo que ocurría, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Fue muy querido por la cantidad de milagros que concedió a los fieles.

En la época del Licino, quien decretó una persecución contra los cristianos, Nicolás fue encarcelado y azotado. Con Constantino fueron liberados él y los demás prisioneros cristianos. Se dice que el santo logró impedir que los herejes arrianos entrasen a la ciudad de Mira.

El santo murió el 6 de diciembre del año 345. En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia.

En esta ciudad se obtuvieron tan admirables milagros por su intercesión, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.



Himno a San Nicolás



Desde este mar proceloso
Oh Padre San Nicolás,
Conduce al puerto seguro
Desde la patria celestial.

De las luchas de la vida
Y mortales tempestades
Sálvanos por tu favor
Y virtudes singulares.

Siempre acudes en socorro
De cuantos tu auxilio imploran
Enfermos y navegantes
Pobres o ricos te invocan.

Por tu santidad eximia
E intercesión poderosa,
Haz que elegidos seamos
A la eternidad dichosa.

A los fieles que devotos
Vuestro culto propagamos
Haznos merecer la gloria
Amando a nuestros hermanos. Amén

Oración. Imploramos, Señor, suplicantes, tu misericordia, y por tu intercesión de San Nicolás, Obispo, guárdanos de todos los peligros, para que se nos muestre expedito el camino de salvación. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



Oración a San Nicolás


¡Oh glorioso san Nicolás mi especial protector! desde aquella morada de luz, en que gozáis de la presencia divina, volved piadoso vuestros ojos hacia mí, y alcanzadme del Señor aquellas gracias y auxilios convenientes a mis presentes necesidades, tanto espirituales como corporales, y en particular la gracia (mencionar aquí), que sea conducente para mi eterna salvación. Proteged también, oh glorioso santo obispo, a nuestro Sumo Pontífice, a la Iglesia santa y a esta devota ciudad. Reducid al camino recto de la salvación a los que viven sumidos en el pecado, o envueltos en las tinieblas de la ignorancia, del error y de la herejía. Consolad a los afligidos, socorred a los necesitados, confortad a los pusilánimes, defended a los oprimidos, asistid a los enfermos; y haced por fin que todos experimenten los efectos de vuestro poderoso patrocinio para con el supremos Dispensador de todos los bienes. Amén.

Rezar un padrenuestro y avemaría.


miércoles, 4 de diciembre de 2019

SANTORAL DEL MIÉRCOLES 5 DE DICIEMBRE DE 2019

Sabas, Santo
Abad, 5 de diciembre
Felipe Rinaldi, Beato
Tercer sucesor de Don Bosco, 5 de diciembre
Crispina, Santa
Mártir, 5 de diciembre
Bartolomé Fanti de Mantua, Beato
Presbítero Carmelita, 5 Diciembre
Narciso Putz, Beato
Mártir, Diciembre 5
Nicolás Stenses, Beato
Obispo y Científico, 5 Diciembre
Joaquín Jovaní Marín y compañeros, Beatos
Sacerdotes y Mártires, 5 de diciembre
Agustina (Anunciación) Peña Rodriguez, Beata
Religiosa y Mártir, 5 de diciembre
Anastasia Yi Bong-geum, Beata
Niña mártir, 5 de diciemebre

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 4 DE DICIEMBRE DE 2019

Pedro de Siena (el Pectinario), BeatoPedro de Siena (el Pectinario), Beato
Penitente Franciscano, Diciembre 4
Juan Calabria, SantoJuan Calabria, Santo
Presbítero Fundador, Diciembre 4
Adolfo Kolping, BeatoAdolfo Kolping, Beato
Presbítero y Fundador, Diciembre 4
Ada (Adrehildis) de Le Mans, SantaAda (Adrehildis) de Le Mans, Santa
Abadesa, Diciembre 4
Cirano (Sigiramnio), SantoCirano (Sigiramnio), Santo
Abad, Diciembre 4
Bárbara, SantaBárbara, Santa
Virgen y mártir, 4 de diciembre
Juan Damasceno, SantoJuan Damasceno, Santo
Memoria Litúrgica, 4 de diciembre

sábado, 30 de noviembre de 2019

SAN ANDRÉS, APÓSTOL, 30 DE NOVIEMBRE


San Andrés




Hijo de Jonás, pescador, y hermano carnal de San Pedro, compartía con ellos la profesión de pescador. Discípulo de San Juan Bautista, estaba ahí en el momento en el que su maestro ve pasar al Señor y exclama "Este es el cordero de Dios". Desde ese momento San Andrés sigue al Señor (Jn 1, 35-40). Fue el primer llamado al ministerio apostólico por el Señor, por ello también se le llama, en griego, "Protocleto".

San Andrés también es el que introduce a su hermano al seguimiento del Señor (Jn 1, 41-42). El haber muerto crucificado y el amor a la Cruz que la tradición le atribuye, lo hacen especialmente cercano al Señor. En la enumeración de los Apóstoles en los Evangelio de San Mateo y San Lucas (Mt 10,3; Lc 6, 12) es mencionado en segundo lugar, mientras que en el Evangelio de San Marcos y los Hechos (Mc 3, 13; Hch 1, 13) en cuarto lugar.

La tradición sobre este Apóstol dice que predicó en Grecia. Hay otras versiones que mencionan la costa del Mar Negro y el Caúcaso como su campo de apostolado. El lugar de su muerte, así como la forma de morir del Apóstol, son inciertas, aunque un escrito apócrifo, los "Hechos de Andrés" nos cuenta con mucho detalle su pasión y su muerte. Según este escrito, San Andrés fue crucificado en Patrás de Acaya, en Grecia, alrededor del año 60. Al estar atado y no clavado a la cruz, pudo predicar durante dos días al pueblo antes de morir. La iglesia de oriente considera a San Andrés como su fundador y cabeza.

El texto apócrifo recoge también muchas de las palabras que el Apóstol le habría dirigido a su juez, el procónsul Egeo o Egeas, al pueblo que lo contemplaba crucificado, y a la Cruz: ""¡Oh cruz, instrumento de salud del Altísimo! ¡Oh cruz, signo de victoria de Cristo sobre sus enemigos! ¡Oh cruz plantada en la tierra y que fructificas en el cielo! ¡Oh nombre de la cruz que abarcas en ti al universo! ¡Salve, cruz, que has unido al mundo en toda su extensión!".

Según la tradición, la cruz en la que fue muerto tenía forma de "X", por lo cual es llamada "cruz aspada". Es su símbolo iconográfico principal, y se le conoce popularmente como "cruz de San Andrés". Siempre es representado con la cruz aspada en sus manos, o crucificado en ella.

El tema de la cruz es recogido en el himno de Laudes "Captátor olim píscium", compuesto por San Pedro Damián: "Tú, hermano de Pedro, obtuviste su misma muerte, pues la cruz engendró para el Cielo a los que habíais nacido de una misma carne". También en la antífona del Benedictus, leemos este texto que procede de la passio latina: "Salve, oh cruz preciosa, recibe al discípulo de aquel que en ti estuvo clavado, Cristo, mi maestro".

El nombre de San Andrés figura (hasta la reforma del misal romano) en la intercalación que sigue al Padrenuestro de la Misa, junto con los nombres de la Virgen María, San Pedro y San Pablo. Esta mención suele atribuirse a la devoción que San Gregorio Magno le tenía al Apóstol, aunque tal vez data de una fecha anterior.

En el siglo IV, en tiempos del emperador Constancio II, las reliquias de San Andrés fueron trasladadas de Patras a la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla. Los cruzados tomaron Constantinopla en el siglo XIII, y, poco después las reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de Amalfi, en Italia. Su cabeza fue llevada a Roma en 1462 y fue colocada en la Basílica de San Pedro. El papa Pablo VI, como gesto ecuménico, la devolvió a la iglesia greco ortodoxa en 1964.

San Andrés es patrono de Rusia y Escocia, y su fiesta se celebra el 30 de noviembre.

domingo, 24 de noviembre de 2019

¿QUÉ ES LA SOLEMNIDAD DE CRISTO REY?



Jesucristo, Rey del Universo.



Y ese Universo es nuestro corazón. Jesús, es un rey que ejerce su poder únicamente con la fuerza del amor, del perdón, de la humildad... del acompañamiento, porque no nos quiere abandonar.

 Él está allí, siempre esperándonos, para abrazarnos y decirnos que todo saldrá bien. Según este Mundo, para ser rey has de nacer bajo unas condiciones de recursos materiales y económicos suficientes, pero su reinado es diferente, nace de la debilidad que comparte con nosotros, de ser humano con sentimientos y afectos. 

Y al final del Año litúrgico, este evangelio (Lc 23, 35-43) nos invita a preguntarnos: ¿Cuál es la enseñanza de Cristo para mi vida?

domingo, 17 de noviembre de 2019

SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, 17 DE NOVIEMBRE



Santa Isabel de Hungría
Viuda
 (1207- 1231)


"Que el Señor nos conceda como 
a su buena Isabel,  el don de un gran desprendimiento para dedicar nuestra vida  y nuestros bienes a ayudar a los 
más necesitados."


SU VIDA

Isabel, a los 15 años fue dada en matrimonio por su padre el Rey de Hungría al príncipe Luis VI de Turingia,  el matrimonio tuvo tres hijos. Se amaban tan intensamente que ella llegó a exclamar un día: "Dios mío, si a mi esposo lo amo tantísimo, ¿Cuánto más debiera amarte a Ti?". Su esposo aceptaba de buen modo las santas exageraciones que Isabel tenía en repartir a los pobres cuanto encontraba en la casa. Él respondía a los que criticaban: "Cuanto más demos nosotros a los pobres, más nos dará Dios a nosotros".

Cuando apenas de veinte años y con su hijo menor recién nacido, su esposo, un cruzado, murió en un viaje a defender Tierra Santa.  Isabel casi se desespera al oír la noticia, pero luego se resignó y aceptó la voluntad de Dios. Rechazó varias ofertas de matrimonio y se decidió entonces  a vivir en la pobreza y dedicarse al servicio de los más pobres y desamparados.

El sucesor de su marido la desterró del castillo y tuvo que huir con sus tres hijos, desprovistos de toda ayuda material. Ella, que cada día daba de comer a 900 pobres en el castillo, ahora no tenía quién le diera para el desayuno. Pero confiaba totalmente en Dios y sabía que nunca la abandonaría, ni a sus hijos.  Finalmente algunos familiares la recibieron en su casa, y más tarde el Rey de Hungría consiguió que le devolvieran los bienes que le pertenecían como viuda, y con ellos construyó un gran hospital para pobres, y ayudó a muchas familias necesitadas.

Un Viernes Santo, después de las ceremonia, cuando ya habían desvestido los altares en la iglesia, se arrodilló ante uno y delante de varios religiosos hizo voto de renuncia de todos sus bienes y voto de pobreza, como San Francisco de Asís,  y consagró su vida al servicio de los más pobres y desampardos. Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana, de tela burda y ordinaria, y los últimos cuatro años de su vida (de los 20 hasta los 24 años) se dedicó a atender a los pobres enfermos del hospital que había fundado. Se propuso recorrer calles y campos pidiendo limosna para sus pobres, y vestía como las mujeres más pobres del campo. Vivía en una humilde choza junto al hospital. Tejía y hasta pescaba, con tal de obtener con qué compararles medicinas a los enfermos.

Tenía un director espiritual que para ayudarla en su camino a la santidad, la trataba duramente. Ella exclamaba: "Dios mío, si a este sacerdote le tengo tanto temor, ¿cuánto más te debería temer a Ti, si desobedezco tus mandamientos?"

Un día, cuando todavía era princesa, fue al templo vestida con los más exquisitos lujos, pero al ver una imagen de Jesús crucificado pensó: "¿Jesús en la Cruz despojado de todo y coronado de espinas, y yo con corona de oro y vestidos lujosos?". Nunca más volvió con vestidos lujosos al templo de Dios.

Una vez se encontró un leproso abandonado en el camino, y no teniendo otro sitio en dónde colocarlo por el momento, lo acostó en la cama de su marido que estaba ausente. Llegó este inesperadamente y le contaron el caso. Se fue furioso a regañarla, pero al llegar a la habitación, vio en su cama, no el leproso sino un hermoso crucifijo ensangrentado. Recordó entonces que Jesús premia nuestros actos de caridad para con los pobres como hechos a Él mismo.

El pueblo la llamaba "la mamacita buena".

Uno sacerdotes de aquella época escribió: "Afirmo delante de Dios que raramente he visto una mujer de una actividad tan intensa, unida a una vida de oración y de contemplación tan elevada". Algunos religiosos franciscanos que la dirigían en su vida de total pobreza, afirman que varias veces, cuando ella regresaba de sus horas de oración, la vieron rodeada de resplandores y que sus ojos brillaban como luces muy resplandecientes.

El mismo emperador Federico II afirmó: "La venerable Isabel, tan amada de Dios, iluminó las tinieblas de este mundo como una estrella luminosa en la noche oscura".

Cuando apenas cumplía 24 años, el 17 de noviembre del año 1231, pasó de esta vida a la eternidad. A sus funerales asistieron el emperador Federico II y una multitud tan grande formada por gentes de diversos países y de todas las clases sociales, que los asistentes decían que no se había visto ni quizá se volvería a ver en Alemania un entierro tan concurrido y fervoroso como el de Isabel de Hungría, la patrona de los pobres.

El mismo día de la muerte de la santa, a un hermano lego se le destrozó un brazo en un accidente y estaba en cama sufriendo terribles dolores. De pronto vio a parecer a Isabel en su habitación, vestida con trajes hermosísimos. Él dijo: "¿Señora, Usted que siempre ha vestido trajes tan pobres, por qué ahora tan hermosamente vestida?". Y ella sonriente le dijo: "Es que voy para la gloria. Acabo de morir para la tierra. Estire su brazo que ya ha quedado curado". El paciente estiró el brazo que tenía totalmente destrozado, y la curación fue completa e instantánea.

Dos días después de su entierro, llegó al sepulcro de la santa un monje cisterciense el cual desde hacía varios años sufría un terrible dolor al corazón y ningún médico había logrado aliviarle de su dolencia. Se arrodilló por un buen rato a rezar junto a la tumba de la santa, y de un momento a otro quedó completamente curado de su dolor y de su enfermedad.

Estos milagros y muchos más, movieron al Sumo Pontífice a declararla santa, cuando apenas habían pasado cuatro años de su muerte.

Santa Isabel de Hungría es patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

Una Historia

No faltó quien acusó a la princesa ante el propio duque de estar dilapidando los caudales públicos y dejar exhaustos los graneros y almacenes. El margrave Luis quería a su esposa con delirio, pero no pudo resistir, sin duda, el acoso de sus intendentes y les pidió una prueba de su acusación.

-- Espera un poco -le dijeron- y verás salir a la señora con la faltriquera llena.

Efectivamente, poco tuvo que esperar el duque para ver a su mujer que salía, como a hurtadillas, de palacio cerrando cautelosamente la puerta. Violentamente la detuvo y la preguntó con dureza:

-- ¿Qué llevas en la falda?

-- Nada..., son rosas -contestó Isabel tratando de disculparse, sin recordar que estaba en pleno invierno-.

Y, al extender el delantal, rosas eran y no mendrugos de pan lo que Isabel llevaba, porque el Señor quiso salir fiador de la palabra de su sierva.

ORACIÓN

Oh Dios misericordioso, alumbra los corazones 
de tus fieles; y por las súplicas gloriosas de Santa Isabel, haz que despreciemos las prosperidades mundanales, y gocemos siempre de la celestial consolación. Por nuestro Señor Jesucristo.  
Amén.

sábado, 16 de noviembre de 2019

SANTA GERTRUDIS, ABOGADA DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO, 16 DE NOVIEMBRE


Santa Gertrudis. Mística. 
Abogada de las almas del purgatorio 
 16 de Noviembre



Santa Gertrudis es la abogada de las almas del purgatorio. Fue Santa Gertrudis quien propagó la devoción al Sagrado Corazón  
Santa Gertrudis fue una religiosa de gran cultura filosófica y literaria. Es considerada la abogada de las almas del Purgatorio. Santa Gertrudis fue la primera en propagar la devoción al Sagrado Corazón y el culto a San José. Los demás santos que después propagaron estas devociones se basaron en revelaciones de Santa Gertrudis. Es la patrona de las personas místicas, porque ella fue la primera gran mística de quien se tenga historia

Fiesta: 16 de Noviembre
Más tarde aparecerán otras grandes místicas como Santa Brígida, Santa Catalina, Santa Teresa y Santa Margarita, etc., pero la primera de la cual se conocen las revelaciones recibidas es nuestra santa de hoy. Por eso Santa Brígida es tan importante para la Iglesia.

Biografía de Santa Gertrudis.


Santa Gertrudis nació en Eisleben (Alemania) en el año 1256. A los 5 años fue llevada al convento de unas monjitas muy fervorosas y allí demostró tener cualidades excepcionales para el estudio.

Sobresalía entre todas por la facilidad con la que aprendía la literatura y las ciencias naturales, y por su modo tan elegante de emplear el idioma.

Hasta los 25 años, Santa Gertrudis fue una monjita como las demás, dedicada a la oración, a los trabajos manuales y a la meditación.

La conversión de Santa Gertrudis.
Santa Gertrudis sentía una inclinación sumamente grande por los estudios, aunque era a los estudios mundanos de literatura, historia, idiomas y ciencias naturales.

Pero en esa edad, Santa Gertrudis recibió la primera de las revelaciones que la hicieron famosa, y desde aquel día su vida se transformó por completo. Cuando iba a acostarse, le pareció ver al Señor en forma de joven.

Así lo cuenta ella:

"Aunque sabía yo que me hallaba en el dormitorio, me parecía que me encontraba en el rincón del coro donde solía hacer mis tibias oraciones y oí estas palabras: «yo te salvaré y te libraré. No Temas» Cuando el Señor dijo esto, extendió su mano fina y delicada hasta tocar la mía, como para confirmar su promesa y prosiguió: «Has mordido el polvo con mis enemigos y has tratado de extraer miel de las espinas. Vuélvete ahora a Mí, y mis delicias divinas serán para ti como vino» Entonces se interpuso un seto de espinos entre los dos. Pero Gertrudis se sintió como arrebatada por los aires y se encontró al lado del Señor: Entonces vi en la mano que poco antes se me había dado como prenda, las joyas radiantes que anularon la pena de muerte que se cernía sobre nosotros".

Desde esa fecha, Santa Gertrudis cambió por completo su preferencia en la lectura y dedicó todos su tiempo a leer la Santa Biblia y los escritos de los santos padres, especialmente San Agustín y San Bernardo. Ella cuenta:

"Cambié el estudio de ciencias naturales y literatura, por el de la teología y la Sagrada Escritura".

Después de la primera revelación, Gertrudis siguió viendo al Señor "veladamente", a la hora de la comunión, hasta la víspera de la Anunciación.

Ese día, el Señor la visitó en la capilla durante los oficios de la mañana y, desde entonces, le concedió un conocimiento más claro de Él, de suerte que empezó a corregirse de sus faltas mucho más por la dulzura de Su amor que por temor de su justa cólera".

Los cinco libros del "Heraldo de la a bondad de Dios" (Comúnmente llamados "Revelaciones de Santa Gertrudis"), de los que la santa sólo escribió el segundo, contienen una serie de visiones, comunicaciones y experiencias místicas, que han sido ratificadas por muchos místicos y teólogos distinguidos.

Santa Gertrudis habla de un rayo de luz, como una flecha, que procedía de la herida del costado de un crucifijo.

Cuenta también que su alma, derretida como la cera, se aplicó al pecho del Señor como para recibir la impresión de un sello y alude a un matrimonio espiritual en que su alma fue como absorbida por el corazón de Jesús. Pero la adversidad es el anillo espiritual que sella los esponsales con Dios.

Santa Gertrudis recuesta la cabeza en el costado de Jesús.
En la fiesta de San Juan Evangelista, Santa Gertrudis tuvo una visión de Nuestro Señor, quién le permitió descansar su cabeza en la Llaga de Su costado.

Al escuchar el palpitar de Su Corazón, ella se tornó hacia San Juan, quién estaba también presente. Le preguntó si había escuchado lo mismo en la Ultima Cena, cuando se reclinó sobre el pecho del Señor y de haberlo escuchado, por qué no lo relató en su Evangelio. San Juan le contestó lo siguinete:

"La revelación del Sagrado Corazón de Jesús estaba reservada para tiempos posteriores cuando el mundo, aumentando en frialdad, necesitaría ser reavivado en el amor".

La muerte de Santa Gertrudis.
Cuando le fue anunciado que se acercaba su muerte exclamó:

"Esta es la más dulce de las alegrías, la que más había deseado, porque voy a encontrarme con Cristo".

Y dictó sus últimos pensamientos acerca de la muerte, que son de lo más sublime que se haya escrito.

Santa Gertrudis sufrió diez años de penosas enfermedades y murió el 17 de Noviembre de 1301 o 1302. Tenía alrededor de los cuarenta y cinco años.

Ni Santa Gertrudis ni su hermana fueron canonizadas formalmente, pero Inocencio XI introdujo el nombre de Gertrudis en el Martirologio Romano en 1677.

Clemente XII ordenó que se celebrase su fiesta en toda la Iglesia de occidente.

Oración de Santa Gertrudis por las almas del purgatorio.
El Señor le dijo a Sta. Gertrudis que cada vez que rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio:

"Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas animas del purgatorio por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.

Amen".


lunes, 11 de noviembre de 2019

SAN MARTÍN DE TOURS, 11 DE NOVIEMBRE


Conocido también como San Martín Caballero

Martín de Tours, Santo
Memoria Litúrgica, 11 de noviembre


Por: Mario Sgarbossa y Luigi Giovannini | Fuente: Un santo para cada día Ediciones San Pablo




Obispo
Martirologio Romano: Memoria de san Martín, obispo, en el día de su sepultura. Nació de padres paganos en Panonia, en el territorio de la actual Hungría, y llamado al servicio militar en Francia, cuando todavía era catecúmeno cubrió con su capa al mismo Cristo transformado en el semblante de un pobre. Recibido el bautismo, dejó las armas y llevó en Ligugé vida monástica en un cenobio por él fundado, bajo la dirección de san Hilario de Poitiers. Ordenado sacerdote y elegido obispo de Tours, manifestó en sí el modelo del buen pastor, fundando otros monasterios y parroquias en los pueblos, instruyendo y reconciliando al clero y evangelizando a los campesinos, hasta que en Candes regresó al Señor († c. 397). 

Breve Biografía

Martín de Tours es uno de aquellos hombres que han hecho hablar de sí a muchas generaciones por haber sido protagonista de episodios aptos para despertar la fantasía popular. Es frecuente la narración del episodio de San Martín que, cabalgando envuelto en su amplio manto de guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío, con gesto generoso cortó su manto y le dio la mitad al pobre. Por la noche, en sueños, vio a Jesús envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole agradecido.

SAN MART?Martín, hijo de un tribuno romano, nació en Sabaria, en Panonia, hacia el 315. A los quince años ya vestía el uniforme militar. El episodio del manto hay que colocarlo en este periodo, porque a los 18 años recibió el bautismo y abandonó la milicia para seguir a San Hilario de Poitiers, su maestro. Después de un breve noviciado de vida eremítica en la Isle Galinaria, Martín fundo dos monasterios: Ligugé, el más antiguo de Europa, y Marmoutier, que se convertiría en un gran centro de vida religiosa.

Después del paréntesis contemplativo, siguió el activo: Martín, elegido obispo de Tours, se convirtió en el grande evangelizador de Francia. Había sido, como se dice, soldado sin quererlo, monje por elección y obispo por deber. En los 27 años de vida episcopal se ganó el amor entusiasta de los pobres, de los necesitados y de cuantos sufrían injusticias, pero no era bien visto por los de su clero que querían vivir tranquilamente. De hecho fue acusado por un sacerdote llamado Bricio. Su respuesta fue proverbial: “¿Si Cristo soportó a Judas, por qué no debería yo soportar a Bricio?”


Murió el 8 de noviembre del 397 en Candes, durante una visita pastoral. Sus funerales, que tuvieron lugar tres días después, fueron una verdadera apoteosis; en ese día, el 11, se conmemora su memoria. Se puede considerar como el primer santo no mártir con fiesta litúrgica. Esa fecha quedó también como punto de referencia en los contratos de arrendamientos, de terrenos, de compraventas, en el mundo agrícola: “el nuevo vino se bebe en San Martín”, se dice todavía hoy en muchas regiones de Italia y de Francia.
La mitad del manto que – según la leyenda – San Martín compartió con el pobre de Amiens, se conserva celosamente en una capilla. Al custodio de la capilla se llama “capellán”, sin ser lo, porque es el protector de la “capa” del Obispo de Tours.

domingo, 3 de noviembre de 2019

HOY ES LA FIESTA DE SAN MARTÍN DE PORRES, EL SANTO DE LA ESCOBA, 3 DE NOVIEMBRE


3 de Noviembre : 
Fiesta de San Martín de Porres

“Yo te curo y Dios te sana”, solía decir San Martín de Porres, el santo de la escoba y patrono de los barberos, a los grandes señores y hombres sencillos que acudían en busca de su ayuda.

Era tanto el cariño y admiración que le tenían al humilde Fray Martín que hasta el Virrey de aquel entonces fue a visitarlo en su lecho de muerte para besar su mano. Partió a la Casa del Padre un 3 de noviembre de 1639, besando el crucifijo con gran alegría.

San Martín es recordado con la escoba, que es símbolo de su humilde servicio. Por ello, San Juan XXIII al canonizarlo en 1962 dijo: “¡Ojalá que el ejemplo de Martín enseñe a muchos lo feliz y maravilloso que es seguir los pasos y obedecer los mandatos divinos de Cristo!”.

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Oración a San Martín de Porres


Señor Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches nuestros ruegos.

Renueva, te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra alma.

Así sea.

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Oración para pedir un favor a San Martín de Porres


En esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de Porres.

Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.

Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.

Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.

Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.

Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

sábado, 26 de octubre de 2019

HOY CELEBRAMOS LA FIESTA DE SAN ALFREDO, 26 DE OCTUBRE


Hoy celebramos la festa de San Alfredo, rey que defendió a su pueblo de los vikingos
Redacción ACI Prensa




San Alfredo fue rey de Wessex, uno de los siete reinos principales que precedieron al reino de Inglaterra. Se hizo célebre por defender su territorio contra los vikingos (normandos), por lo que fue llamado “El Grande” por su pueblo.

Su vida, que transcurrió entre mediados y fines del siglo IX, fue descrita por el cronista galés conocido como John Asser.

A este santo se le recuerda por ser un hombre culto y letrado, que ayudó mucho a la educación de su reino, promovió la difusión del cristianismo y mejoró el sistema de leyes.

Alfredo siempre insistió que la justicia debía ser dispensada sin miedo o favoritismo. Dedicó sus energías a restaurar lo que había sido destruido por las largas guerras contra los invasores nórdicos.


Reconstruyó y fundó monasterios. Asimismo, mandó a traer a estudiosos de otras tierras como al Arzobispo de Canterbury, San Plegmund; y al Obispo de Mercia, Wetfrith; al monje benedictino San Grimbald, al abad, Juan el Viejo Sajón; al cronista, Asser; al filósofo, Juan Escoto Erígena y a muchos otros más.

San Alfredo nació en el año 849 en Berkshire (Inglaterra). Fue el hijo menor de Ethewulf, rey de Wessex, quien murió cuando Alfredo tenía nueve años. El hermano mayor del santo murió dos años después; el segundo después de seis.

Fue en el reinado del tercer hermano, Etelredo I, cuando el joven Alfredo comenzó su vida pública y brillante carrera militar en contra de los vikingos.

Tras la muerte de su hermano en batalla Alfredo subió al trono de Wessex, donde reorganizó las tropas sajonas, formando unidades de caballería en los diferentes condados y derrotando a los vikingos daneses de Guthrun el Viejo.

De esta manera, Guthrun se vio obligado a aceptar el tratado de Westmore en el 878, por el cual los vikingos habían de evacuar Wessex e instalarse en los antiguos territorios de Essex, East-Anglia, Lindsey y Mercia, formando lo que sería conocida como la región de Danelaw.


De este modo, el rey Alfredo cedió algunos territorios que no podía defender, y de forma paralela, protegió su reino de los escandinavos, estableciendo una serie de pueblos fronterizos fortificados además de una marina propia.

Alfredo el Grande falleció el 26 de octubre del 899.

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San Alfredo el Grande
26 de Octubre


Rey de los Sajones Occidentales, nacido en Wantage, Berkshire,
Inglaterra en 849; muere en el 899. Alfredo fue el quinto hijo de Ethelwulf, o Æthelwulf, Rey de Wessex, y de Osburh, su reina, de la real casa de los Jutes de Wight. Cuando tenía cuatro años de edad, de acuerdo a una historia que se ha repetido tan frecuentemente que generalmente se acepta como verdadera, fue enviado por su padre a Roma, donde fue ungido rey por el Papa San León IV. Esto, sin embargo, como otras muchas leyendas que han cristalizado acerca del nombre de Alfredo, no tiene fundamento. Dos años después, en 855, Ethelwulf peregrinó a Roma, llevando a Alfredo con él. Esta visita, documentada por Asser, es aceptada como auténtica por los historiadores modernos.

Ethelwulf murió en 858 y Wessex fue gobernado por sus hijos, Ethelbald, Ethelbert y Ethelred, sucesivamente hasta 871, cuando Alfredo subió al trono. Nada se sabe de sus actividades durante los reinados de Ethelbald y Ethelbert, pero Jhon Asser, hablando de él durante el reinado de Ethelred, le da el título de Secundarius. En 868 desposó a Ealhswith, hija de Ethelred, conocido como El Grande, Regidor de los Gainas. Los Sajones Occidentales y los Mercianos estaban en guerra contra los daneses invasores, y Alfredo tomó parte activa en el conflicto. Ascendió al trono durante lo más intenso de este conflicto, pero para finales del año había logrado la paz, probablemente pagando una suma de dinero a los invasores.

Wessex disfruto de la paz por unos pocos años, pues alrededor de 875 los daneses renovaron sus ataques. Fueron expulsados entonces y nuevamente en 876 y 877, cada vez haciendo solemnes promesas de paz. En 878 vino la gran invasión bajo el mando de Guthrum. Por unos pocos meses los daneses lograron éxitos, pero alrededor de laPascua Alfredo se estableció en Athelney y luego marchó a Brixton, reuniendo nuevas fuerzas en el camino. En la batalla de Ethandún (probablemente el actual Edington, en Wiltshire) derrotó a los daneses. Guthrum estuvo de acuerdo con firmar la paz y consintió ser bautizado. Es en conexión con esta lucha que muchas de las leyendas de Alfredo nacieron y fueron perpetuadas: la historia de los pasteles quemados, el relato de su visita al campo danés disfrazado de músico de arpa, y muchas otras.

Por quince años el reino de Alfredo estuvo en paz, pero en 903 los daneses que habían sido expulsados hicieron otro ataque violento. Esta guerra duró cuatro años y terminó con el establecimiento final de la supremacía sajona. Estas luchas tuvieron otro resultado, tan importante como la libertad de la opresión de los daneses. Las invasiones sucesivas habían terminado con la existencia de la mayoría de los reinados individuales. Alfredo hizo de Wessex un punto de reunión para todos los Sajones y al liberar el país de los invasores, sin darse cuenta unificó a Inglaterra y preparó el camino para la eventual supremacía de sus sucesores.

La leyenda popular se ha ocupado más de otras fases de la carrera de Alfredo que de sus logros militares. Se le acredita generalmente el establecimiento del juicio mediante jurado, la ley de “compromiso franco”, y otras muchas instituciones que más bien fueron el desarrollo de costumbres nacionales que existían hacía tiempo. Él es representado como el fundador de Oxford, afirmación que investigaciones recientes han desmentido. Pero incluso eliminando la parte legendaria de la historia de Alfredo, de ninguna manera disminuye su grandeza, ya que existen muchísimos logros documentados a su favor. Su propia evaluación de lo que hizo por la regeneración de Inglaterra es modesta al lado de la auténtica historia de sus actos.

Luchó, nos cuenta él, para reunir todo lo que parecía bueno en las viejas leyes inglesas y añade: “No me aventuré a fijar mucho de lo mío, porque yo no sabía que iba ser aprobado por los que venían después de nosotros”. No solo codificó y promulgó leyes, sino que busco también que fueran aplicadas, e insistió que la justicia debía ser dispensada sin miedo o favoritismo. Dedicó sus energías a restaurar lo que había sido destruido por las largas guerras con los invasores. Se reconstruyeron y fundaron monasterios, y mando a traer a estudiosos de otras tierras. Hizo llegar al Arzobispo Plegmund y al Obispo Wetfrith de Mercia; a Grimbold y Juan el Viejo Sajón de otras tierras teutónicas; Asser, John Scotus Erigena y a muchos otros más. No solamente alentó a los intelectuales, sino que él mismo laboró y dio prueba de su aprendizaje propio. Tradujo al Anglosajón: “La Consolación de la Filosofía” de Boëthius, “La Historia del Mundo” de Orosius; la “Historia Eclesiástica” de Bede, y la “Regla Pastoral” y los “Diálogos” de San Gregorio Magno. No solamente tradujo sino que adapto la “Consolación de la Filosofía”, añadiéndole mucho material propio. La “Crónica Anglosajona”, la relación de la raza inglesa desde los primeros tiempos, fue inspirada por él.

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Oración a San Alfredo el Grande


Glorioso San Alfredo, que por amor a tu pueblo los defendiste y les diste paz, te pido que por tu intercesión obtenga tu protección de todo aquello que amenace a mi alma, no solo de los enemigos terrenos sino espirituales.

Haz que siguiendo yo tu ejemplo santifique mi vida uniéndome a Dios en primer lugar y después lo de todo por amor a los demás.

Por Nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos.

San Alfredo, el Grande, ¡ruega por nosotros!

Amén
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