Dónde rezar
Rezar a los pies del Sagrario.
No hay oración más eficaz que la que se hace a los pies del Sagrario, a los pies de Jesús Sacramentado, porque allí está el mismo Dios, escuchándonos y dándonos a manos llenas todo lo que necesitamos. Y no sólo eso, sino que al estar tan cerca de Jesús Eucaristía, vamos siendo curados de todas las cicatrices que nos han dejado el pecado y los traumas y desgracias de todo tipo, que necesariamente hemos tenido que pasar en esta vida.
A los pies del Tabernáculo estamos muy cerca de Dios, porque si bien Dios está en todas partes, especialmente está en las hostias consagradas, ya que allí mismo está Jesús, Dios y Hombre verdadero, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, y alrededor de Él están su Madre, la Santísima Virgen María, los ángeles, los santos y las almas purgantes. Así que no hay mejor lugar en esta tierra, para ir a rezar, que a los pies de Jesús Eucaristía. Y ¡mucho mejor si es en una capilla de adoración perpetua o en una hora santa donde Jesús Sacramentado es solemnemente expuesto a la adoración de los fieles!
Vayamos a los pies de Jesús, que ha querido quedarse en la Hostia para escucharnos y compartir con nosotros este peregrinar terreno, esta lucha que es la vida del hombre sobre la tierra. Y pidamos allí, a sus pies, todo lo que nos haga falta. No andemos con pequeñeces, sino pidamos a lo grande, porque estamos en presencia del Rey del Cielo y de la Tierra, del Dios que todo lo puede, que nos ama infinitamente y que nos quiere colmar de gracias y favores muy especiales.