Hoy es fiesta de San Romualdo, rechazado por otros monjes, pero acogido por Jesús
Por Abel Camasca
19 Jun. 16 / (ACI).- "Amado Cristo Jesús, ¡tú eres el consuelo más grande que existe para tus amigos!", solía decir el abad San Romualdo, fundador de los “Camaldulenses”, que empezaron a usar vestimenta blanca por una visión que el santo tuvo.
San Romualdo nació en Ravena (Italia) hacia la mitad del siglo X en una familia adinerada. Se educó sin formación cristiana, dejándose llevar por las cosas del mundo. No obstante, de vez en cuando sentía inquietudes y cargo de conciencia.
Después de ver cómo su padre mató a un hombre en un duelo, se decidió ir a un monasterio benedictino. Poco a poco fue teniendo una vida ejemplar, lo que molestó e incomodó a otros monjes y San Romualdo se alejó.
Empezó a tratar más con un monje rudo y áspero llamado Marino y de esta manera fue progresando rápidamente en su vida de penitencia.
Los dos juntos lograron muchas conversiones como la del jefe civil y militar de Venecia, el Dux de Venecia, quien se fue a vivir en oración y soledad y llegó a ser San Pedro Urseolo. También el papá de San Romualdo terminó arrepintiéndose de las cosas que había hecho y se retiró a un convento hasta su muerte.
El Santo tuvo que experimentar fuertes tentaciones contra la pureza. El demonio, además, buscaba desalentarlo haciéndole ver que la vida de oración, silencio y penitencia era algo inútil. Incluso en las noches se le presentaba el enemigo con imágenes feas y espantosas.
San Romualdo redobló sus prácticas de piedad hasta que un día, en medio de los más terribles ataques diabólicos, exclamó: "Jesús misericordioso, ten compasión de mí". El demonio, al oír esto, huyó inmediatamente y el santo recobró la paz.
Después de muchos sufrimientos y rechazos a manos de otros monjes, en 1012 fundó a los “Camaldulenses”. Cierto día, San Romualdo tuvo una visión de una escalera en la que sus discípulos subían al cielo vestidos de blanco y desde entonces cambió el hábito negro de sus religiosos por uno claro.
El Santo profetizó su muerte muchos años antes y al final de su vida experimentó arrebatos místicos. Partió a la Casa del Padre un 19 de junio de 1027.
Sobre los “Camaldulenses”, actualmente hay dos congregaciones, la de Camaldoli, integrada en la Confederación Benedictina, y la reformada de Monte Corona, fundada por el Beato Pablo Giustiniani que restauró la vida camaldulense en su forma más eremítica y austera. Estos últimos tienen monasterios en Italia, Polonia, España, Estados Unidos, Colombia y Venezuela.
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San Romualdo, Abad
Aunque creció como un joven mundano, esclavo de sus pasiones, algunas veces aspiró a ideales más elevados. La muerte de un pariente suyo a manos de su propio padre durante un duelo, hizo que el joven escapase horrorizado, y se internase en un monasterio cercano, donde permaneció por tres años en la más absoluta austeridad y fervor.
Luego, el santo permaneció por años en compañía de un santo ermitaño, quien veló por la total conversión y formación de San Romualdo, de manera que éste pudiese predicar con ardor y corazón a Jesús. Justamente, el anuncio del evanglio fue uno de sus más grande sueños, y contando con el permiso del Papa, decidió partir a Hugría para iniciar su misión evangelizadora. Sin embargo, una terrible enfermedad impidió su viaje, y San Romualdo, que siempre estuvo atento a las señales de Dios, se dio cuenta que el Padre Celestial no lo quería para esa misión.
Por treinta años, el santo fundó numerosas ermitas y monasterio por toda Italia. El monaterio más famosos del santo es el de Camáldoli, fundado por él alrededor del año 1012, y donde impuso reglas aún más severas que la de San Benito, dando inicio a una nueva congregación llamada Camaldulense, en la cual unió la vida cenbítica con la eremítica.
Luego de permanecer algunos años en Camáldole, el santo retornó a sus viajes apostólicos. Pero la muerte lo sorprendió mientras estaba visitando la región de Val-di-Castro, falleciendo el 19 de junio de 1027.
Otros Santos que se celebran hoy: Diosdado, obispo; Gervasio, Protasio, Andrés, Gaudencio, Culmacio, Ursicinio, Zósimo, Bruno, Bonifacio, Lamberto, mártires; Nazario, patriarca.