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lunes, 22 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 22 DE MARZO

 



 Año de San José 

San José, hombre justo y modelo de virtudes,

es el Patrono Universal de la santa Iglesia,

y por lo tanto de todos nosotros.

Es el santo que tuvo en la tierra

la misión más grande y noble:

proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 22

Considerando que, el santo Rosario, el mejor obsequio que podemos ofrecer a tu Inmaculada esposa y Madre nuestra queridísima, que es el que ella misma ha pedido en Lourdes, Fátima, San Nicolás y en muchas otras apariciones; concédenos la gracia de rezarlo en familia, porque la familia que reza unida, permanece unida. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)

domingo, 21 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ, DÍA 21 DE MARZO

 


Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Marzo 21
Ayúdanos a esperar y confiar cada día más en Ti, ilumina nuestros ojos, guía nuestros pasos, y redime los males en este mundo tan lleno de peligros y de injusticias. Tú que eres el justo por excelencia. Así sea.


(P. Florentín Brusa, cmf)

viernes, 19 de marzo de 2021

ENSEÑANZAS DE SAN JOSÉ

 



 Enseñanzas de San José

Este hombre que acunó amorosamente a Jesús desde su nacimiento fue engalanado de virtudes grandes

Por: María Teresa González Maciel | Fuente: Catholic.net



San José es creado por Dios Padre y al mismo tiempo es padre adoptivo de Dios Hijo. Es el Hombre justo (hombre en quien Dios se complace). Elegido para participar en el misterio divino de la redención.

 A José. Debido a la trascendencia de su misión. Dios le otorga virtudes teologales y humanas muy especiales. Desposado con María, la llena de gracia. Es al mismo tiempo padre legal de Jesucristo, quien es la fuente de toda gracia. Lo que se puede señalar de él son sólo pinceladas de su grandeza humana.

Este hombre que acunó amorosamente a Jesús desde su nacimiento, y siguió cuidadosamente sus pasos, forjando a su hijo en la fe y los valores, fue engalanado de virtudes grandes.

 Algunas de sus enseñanzas:

• Hombre de silencio y de oración. Permanece en diálogo constante con su Creador.

• Hombre obediente, dispuesto a cambiar su voluntad y sujetarse a los planes divinos. Cumple los mandatos de Dios sin importar el cansancio, el esfuerzo.

• Hombre lleno de amor, compasión y misericordia. A pesar de su dolor al no entender la maternidad de María, busca proteger su honra, su vida y la del niño. Piensa repudiarla en secreto.

• Hombre trabajador, protector, honesto. Vive del trabajo de sus manos con lo que sostiene a su esposa y a su hijo.

• Formador. Consciente de su misión enseña a su hijo la fe, la oración, las virtudes teologales y humanas. Además de su oficio de carpintero.

• Hombre sencillo y humilde. No busca protagonismos. Apenas aparece en momentos claves. Es del linaje de David, desposado con María, se le aparece un ángel en sueños para decirle que no tema recibir por esposa a María porque lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Más adelante para salvar al Niño Jesús, el ángel en sueños le ordena huir a Egipto, se le menciona en la presentación del niño en el templo, también cuando se dice que Jesús es hijo de José el carpintero.

• Hombre de paz. Participa en el misterio, se asombra, lo contempla, lo medita. Y como María lo acepta con gozo y gran paz en su corazón.

• Probado en el dolor como el gran sufrimiento moral al dudar sobre María, al no encontrar posada para que nazca su hijo, en la huida a Egipto, cuando pierden a Jesús durante tres días y lo encuentran en el templo, en el empadronamiento en donde conoció el anunció de Simeón de que una espada atravesaría el corazón de María.  

• Hombre sabio. Con gracias especiales en atención a su misión como padre adoptivo de Jesús.

José y María son modelos de perfección. Tienen en común, al igual que su Hijo Jesús, un anhelo profundo de hacer la voluntad del Padre. Permitieron que la voluntad de Dios reinara en sus vidas y los elevara como personas.

Pidamos la gracia de poder decir de forma comprometida… Venga tu Reino, para que Dios reine en el corazón y que la propia voluntad quede sujeta a él. De tal forma que se haga su voluntad así en la tierra como en el cielo.

PAPA FRANCISCO ELIGE A SAN JOSÉ CUSTODIO DE LAS VOCACIONES

 



Papa Francisco elige a San José “custodio de las vocaciones”

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

Crédito: Wikimedia Commons y Daniel Ibañez / ACI Prensa




En su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2021 el Papa Francisco escribió este 19 de marzo que “le gusta pensar en San José, el custodio de Jesús y de la Iglesia, como custodio de las vocaciones” y destacó su disponibilidad en el servicio y la fidelidad en su vocación.

La 58ª Jornada Mundial de Oración para las Vocaciones se llevará a cabo el 25 de abril de 2021, cuarto Domingo de Pascua, con el tema: “San José: el sueño de la vocación”.

En el texto difundido por el Vaticano este 19 de marzo, Solemnidad de San José, el Pontífice destacó que San José es “una figura extraordinaria, y al mismo tiempo tan cercana a nuestra condición humana”. “San José no impactaba, tampoco poseía carismas particulares ni aparecía importante a la vista de los demás. No era famoso y tampoco se hacía notar, los Evangelios no recogen ni una sola palabra suya. Sin embargo, con su vida ordinaria, realizó algo extraordinario a los ojos de Dios”, explicó.

Además, el Santo Padre recordó que el pasado 8 de diciembre comenzó el Año dedicado especialmente a San José con motivo del 150º aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia universal. Ocasión en la que escribió la carta apostólica Patris corde para “que crezca el amor a este gran santo”.

El Papa señaló que, así como “San José reconoció un corazón de padre, capaz de dar y generar vida en lo cotidiano. Las vocaciones tienden a esto: a generar y regenerar la vida cada día” y agregó que “el Señor quiere forjar corazones de padres, corazones de madres; corazones abiertos, capaces de grandes impulsos, generosos en la entrega, compasivos en el consuelo de la angustia y firmes en el fortalecimiento de la esperanza”.

“Esto es lo que el sacerdocio y la vida consagrada necesitan, especialmente hoy, en tiempos marcados por la fragilidad y los sufrimientos causados también por la pandemia, que ha suscitado incertidumbre y miedo sobre el futuro y el mismo sentido de la vida. San José viene a nuestro encuentro con su mansedumbre, como santo de la puerta de al lado; al mismo tiempo, su fuerte testimonio puede orientarnos en el camino”, afirmó el Papa.


Tres palabras sobre San José

En esta línea, el Santo Padre destacó tres palabras claves sobre San José que pueden ayudar a toda vocación: sueño, servicio y fidelidad.

El Papa dijo que “todos en la vida sueñan con realizarse” sin embargo, advirtió que sobre los “objetivos efímeros -como el éxito, el dinero y la diversión-, que no son capaces de satisfacernos” y añadió que “es el amor el que da sentido a la vida, porque revela su misterio. La vida, en efecto, solo se tiene si se da, sólo se posee verdaderamente si se entrega plenamente”.

Luego, el Pontífice recordó que los Evangelios narran cuatro sueños de San José que eran “llamadas divinas, pero no fueron fáciles de acoger” ya que “después de cada sueño, José tuvo que cambiar sus planes y arriesgarse, sacrificando sus propios proyectos para secundar los proyectos misteriosos de Dios”.

De este modo, el Papa describió que “los sueños condujeron a José a aventuras que nunca habría imaginado. El primero desestabilizó su noviazgo, pero lo convirtió en padre del Mesías; el segundo lo hizo huir a Egipto, pero salvó la vida de su familia; el tercero anunciaba el regreso a su patria y el cuarto le hizo cambiar nuevamente sus planes llevándolo a Nazaret, el mismo lugar donde Jesús iba a comenzar la proclamación del Reino de Dios. En todas estas vicisitudes, la valentía de seguir la voluntad de Dios resultó victoriosa”.

“Así pasa en la vocación: la llamada divina siempre impulsa a salir, a entregarse, a ir más allá. No hay fe sin riesgo. Sólo abandonándose confiadamente a la gracia, dejando de lado los propios planes y comodidades se dice verdaderamente ‘sí’ a Dios. Y cada ‘sí’ da frutos, porque se adhiere a un plan más grande, del que sólo vislumbramos detalles, pero que el Artista divino conoce y lleva adelante, para hacer de cada vida una obra maestra”.

En este sentido, el Papa subrayó que “San José representa un icono ejemplar de la acogida de los proyectos de Dios” por lo que rezó para que “él ayude a todos, especialmente a los jóvenes en discernimiento, a realizar los sueños que Dios tiene para ellos; que inspire la iniciativa valiente para decir ‘sí; al Señor, que siempre sorprende y nunca decepciona”.

Después, el Santo Padre destacó que los Evangelios demuestran la importancia del servicio en la vida de San José “que vivió enteramente para los demás y nunca para sí mismo” y añadió que es un modelo para el sacerdocio y la vida consagrada porque “cuando una vocación, ya sea en la vida matrimonial, célibe o virginal, no alcanza la madurez de la entrega de sí misma deteniéndose sólo en la lógica del sacrificio, entonces en lugar de convertirse en signo de la belleza y la alegría del amor corre el riesgo de expresar infelicidad, tristeza y frustración”.

Así, el Papa indicó que “para San José el servicio, expresión concreta del don de sí mismo, no fue sólo un ideal elevado, sino que se convirtió en regla de vida cotidiana”.

“¡Qué hermoso ejemplo de vida cristiana damos cuando no perseguimos obstinadamente nuestras propias ambiciones y no nos dejamos paralizar por nuestras nostalgias, sino que nos ocupamos de lo que el Señor nos confía por medio de la Iglesia! Así, Dios derrama sobre nosotros su Espíritu, su creatividad; y hace maravillas, como en José”, dijo el Papa.

Asimismo, el Santo Padre explicó que “además de la llamada de Dios -que cumple nuestros sueños más grandes- y de nuestra respuesta -que se concreta en el servicio disponible y el cuidado atento-, hay un tercer aspecto que atraviesa la vida de San José y la vocación cristiana, marcando el ritmo de lo cotidiano: la fidelidad”.

Por ello, el Papa destacó que San José “en el silencio laborioso de cada día persevera en su adhesión a Dios y a sus planes... Cultiva todo con paciencia. Sabe que la existencia se construye solo con la continua adhesión a las grandes opciones. Esto corresponde a la laboriosidad serena y constante con la que desempeñó el humilde oficio de carpintero, por el que no inspiró las crónicas de la época, sino la vida cotidiana de todo padre, de todo trabajador y de todo cristiano a lo largo de los siglos. Porque la vocación, como la vida, solo madura por medio de la fidelidad de cada día”.

En esta línea, el Santo Padre recordó que “las primeras palabras que San José escuchó en sueños fueron una invitación a no tener miedo, porque Dios es fiel a sus promesas”.

“No temas: son las palabras que el Señor te dirige también a ti, querida hermana, y a ti, querido hermano, cuando, aun en medio de incertidumbres y vacilaciones, sientes que ya no puedes postergar el deseo de entregarle tu vida. Son las palabras que te repite cuando, allí donde te encuentres, quizás en medio de pruebas e incomprensiones, luchas cada día por cumplir su voluntad. Son las palabras que redescubres cuando, a lo largo del camino de la llamada, vuelves a tu primer amor. Son las palabras que, como un estribillo, acompañan a quien dice sí a Dios con su vida como San José, en la fidelidad de cada día”, destacó el Papa.

Por último, el Santo Padre señaló que “la fidelidad es el secreto de la alegría” porque “era la alegría cotidiana y transparente de la sencillez, la alegría que siente quien custodia lo que es importante: la cercanía fiel a Dios y al prójimo”.

“¡Qué hermoso sería si la misma atmósfera sencilla y radiante, sobria y esperanzadora, impregnara nuestros seminarios, nuestros institutos religiosos, nuestras casas parroquiales! Es la alegría que deseo para ustedes, hermanos y hermanas que generosamente han hecho de Dios el sueño de sus vidas, para servirlo en los hermanos y en las hermanas que les han sido confiados, mediante una fidelidad que es ya en sí misma un testimonio, en una época marcada por opciones pasajeras y emociones que se desvanecen sin dejar alegría. Que san José, custodio de las vocaciones, los acompañe con corazón de padre”, concluyó el Papa.

AÑO DE SAN JOSÉ, DÍA 19 DE MARZO

 



Año de San José 

San José, hombre justo y modelo de virtudes,

es el Patrono Universal de la santa Iglesia,

y por lo tanto de todos nosotros.

Es el santo que tuvo en la tierra

la misión más grande y noble:

proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 19

Considerando glorioso patriarca las inefables y sublimes gracias que constantemente recibimos de ti, nos inclinamos a tus pies humildemente, seguros de que es el mejor camino, después de María, para llegar a Jesús. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf) 

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 19 DE MARZO DE 2021, FIESTA DE SAN JOSÉ



 Lecturas de hoy San José

Hoy, viernes, 19 de marzo de 2021



Primera lectura

Lectura del segundo libro de Samuel (7,4-5a.12-14a.16):

En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor:

- «Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. El cons¬truirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre." ».


Palabra de Dios



Salmo

Sal 88,2-3.4-5.27.29


R/. Su linaje será perpetuo


Cantaré eternamente las misericordias del Señor,

anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,

más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.


Sellé una alianza con mi elegido,

jurando a David, mi siervo:

«Te fundaré un linaje perpetuo,

edificaré tu trono para todas las edades.» R.


El me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios,

mi Roca salvadora.»

Le mantendré eternamente mi favor,

y mi alianza con él será estable. R.



Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 

(4,13.16-18):

Hermanos:

No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su

descendencia la promesa de heredar el mundo.

Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos.»

Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que, no existe, Abrahán

creyó.

Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.»

Palabra de Dios


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,16.18-21.24a):

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

- «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.


Palabra del Señor



«José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer»

+ Mons. Ramon MALLA i Call Obispo Emérito de Lleida

(Lleida, España)



Hoy, celebra la Iglesia la solemnidad de San José, el esposo de María. Es como un paréntesis alegre dentro de la austeridad de la Cuaresma. Pero la alegría de esta fiesta no es un obstáculo para continuar avanzando en el camino de conversión, propio del tiempo cuaresmal.

Bueno es aquel que, elevando su mirada, hace esfuerzos para que la propia vida se acomode al plan de Dios. Y es bueno aquel que, mirando a los otros, procura interpretar siempre en buen sentido todas las acciones que realizan y salvar la buena fama. En los dos aspectos de bondad, se nos presenta a San José en el Evangelio de hoy.

Dios tiene sobre cada uno de nosotros un plan de amor, ya que «Dios es amor» (1Jn 4,8). Pero la dureza de la vida hace que algunas veces no lo sepamos descubrir. Lógicamente, nos quejamos y nos resistimos a aceptar las cruces.

No le debió ser fácil a San José ver que María «antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo» (Mt 1,18). Se había propuesto deshacer el acuerdo matrimonial, pero «en secreto» (Mt 1,19). Y a la vez, «cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños» (Mt 1,20), revelándole que él tenía que ser el padre legal del Niño, lo aceptó inmediatamente «y tomó consigo a su mujer» (Mt 1,24).

La Cuaresma es una buena ocasión para descubrir qué espera Dios de nosotros, y reforzar nuestro deseo de llevarlo a la práctica. Pidamos al buen Dios «por intercesión del Esposo de María», como diremos en la colecta de la misa, que avancemos en nuestro camino de conversión imitando a San José en la aceptación de la voluntad de Dios y en el ejercicio de la caridad con el prójimo. A la vez, tengamos presente que «toda la Iglesia santa está endeudada con la Virgen Madre, ya que por Ella recibió a Cristo, así también, después de Ella, San José es el más digno de nuestro agradecimiento y reverencia» (San Bernardino de Siena). 

FELIZ DÍA DE SAN JOSÉ!!! 19 DE MARZO DE 2021

 








martes, 16 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ, DÍA 16 DE MARZO

 



 Año de San José 


San José, hombre justo y modelo de virtudes,

es el Patrono Universal de la santa Iglesia,

y por lo tanto de todos nosotros.

Es el santo que tuvo en la tierra

la misión más grande y noble:

proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 16

Seguros y confiados totalmente en tu poder, venimos a tu presencia solicitando con todo fervor no deseches nuestras súplicas y te dignes acceder a ellas piadosamente. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)

lunes, 15 de marzo de 2021

IMÁGENES DE SAN JOSÉ A COLORES Y PARA COLOREAR DE PATRIS CORDE

 
















AÑO DE SAN JOSÉ, DÍA 15 DE MARZO

 



 Año de San José 

San José, hombre justo y modelo de virtudes,

es el Patrono Universal de la santa Iglesia,

y por lo tanto de todos nosotros.

Es el santo que tuvo en la tierra

la misión más grande y noble:

proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 15

Acuérdate esposo de María virgen y amable protector nuestro San José que nunca sucedió que alguno que haya invocado tu protección o implorado urgentemente tu auxilio, haya sido defraudado por vos; ayúdanos en nuestras necesidades. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)

domingo, 14 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 14 DE MARZO 2021

 



Año de San José


San José, hombre justo y modelo de virtudes,

es el Patrono Universal de la santa Iglesia,

y por lo tanto de todos nosotros.

Es el santo que tuvo en la tierra

la misión más grande y noble:

proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 14

Haz glorioso San José que todos los cristianos seamos como dijo Jesús, sal y luz. Sal del mundo que nos Revenga de la corrupción del pecado, y luz que a todos ilumine el camino del cielo. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf) 

viernes, 12 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 12 DE MARZO

 



 Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 12

Jesús prometió a sus devotos todas las gracias necesarias al estado de cada uno, poniendo la verdadera paz en las familias, consolándonos en todas nuestras penas, y sobre todo en la hora de nuestro paso a la eternidad, sea San José el especial encargado de este momento. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)

miércoles, 10 de marzo de 2021

DOLORES Y GOZOS A SAN JOSÉ

  


 

DOLORES Y GOZOS A SAN JOSÉ

Fuente: Oblatos de San José

Provincia "Santo Toribio de Mogrovejo" - Perú



1. Purísimo esposo de María, glorioso San José, mucho sufriste por motivo de la divina maternidad de tu esposa. Pero también gozaste inmensamente, cuando el ángel te reveló ser voluntad divina que te quedaras con María y le hicieras de padre de Jesús.

- Por este dolor y este gozo, consuélanos con la gracia de una vida santa y una muerte dichosa como la tuya entre Jesús y María.

Después de cada oración rezar el Gloria al Padre o cantar:

Salve, padre del Señor, 

oh guardián del Redentor,

salve, esposo de María,

fue tu huésped mi Jesús.

2.- Gran patriarca San José, la pena que experimentaste al ver nacer a Jesús e tanta pobreza, se cambió en gozo al estrechar en tus brazos a Aquel a quien los ángeles proclamaban Salvador de los hombres.

- Por este dolor y este gozo, concédenos que, al terminar nuestra vida, nos podamos unir al coro de los ángeles y disfrutar para siempre de la gloria celestial.

3.- Glorioso San José, fiel cumplidor de la voluntad de Dios, la sangre preciosa de Jesús derramada en su circuncisión te entristeció; pero el nombre de Jesús, que le impusiste por orden divina, te colmó de alegría.

- Por este dolor y este gozo, concédenos que, después de haber purificado nuestra vida de todo pecado, podamos morir invocando el santo nombre de Jesús.

4.- Santo fidelísimo, glorioso San José, que llegaste a conocer el misterio de nuestra redención; la profecía de Simeón que preanunciaba los sufrimientos que Jesús y María iban a padecer, te sumió en el dolor. Pero te alegraste al conocer que por aquellos dolores las almas se salvarían.

- Por este dolor y este gozo, haz que también nosotros pertenezcamos al número de aquellos que, por los méritos de Jesús y la intercesión de María, resucitarán para la vida eterna.

5.- Solícito custodio del Hijo de Dios, glorioso San José, mucho tuviste que sufrir para defender y sustentar a Jesús, especialmente en la huida y permanencia en Egipto; pero también te llenaba el alma de consuelos el tener siempre a tu lado la confortadora presencia de Jesús y María.

- Por este dolor y este gozo, consíguenos que, victoriosos delas insidias del mundo y de las asechanzas del demonio, en unión con Jesús y María, consagremos nuestra vida al servicio de Dios y de los hermanos.

6.- Glorioso San José, protector de los hogares, tu alegría al retorno de Egipto fue conturbada por el temor de Arquelao; pero te causó mucho alivio la apacible residencia en Nazaret, donde Jesús quiso ser por ti educado a una vida de trabajo y obediencia.

- Por este dolor y este gozo, alcánzanos ser librados de todo temor y angustia, para poder así cumplir nuestros deberes en la intimidad de la familia y en el trabajo, bajo la mirada amorosa de Dios.

7.- Glorioso San José, modelo acabado de toda santidad, durante tres días con inmenso dolor buscaste a Jesús extraviado sin culpa tuya; pero experimentaste suma alegría al encontrarlo en el templo entre los doctores.

- Por este dolor y este gozo, te suplicamos, nos ayudes a no apartarnos nunca de Jesús por el pecado. Si por nuestra desgracia le perdiésemos, haz que con humildad le busquemos hasta encontrarlo, especialmente de nuestra muerte, para gozar contigo en el cielo.




ORACIÓN FINAL:

V. EL Señor lo constituyó protector de su casa.

R. Y dispensador de todos sus bienes.


ORACIONES A SAN JOSÉ

¡Oh San José!

estamos aquí todos para ti

y tú sé todo para nosotros.

Tú indícanos el camino, 

sostennos a cada paso,

condúcenos adonde

la Divina Providencia quiere que

lleguemos; sea largo o corto el

camino, fácil o difícil, se vea o

no se vea con ojos humanos

la meta, deprisa o despacio,

nosotros contigo estamos

seguros de caminar siempre

bien. Amén


(San José Marello)




Salve, custodio del Redentor

y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a sus hijo,

en ti María depositó su confianza,

contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado San José,

muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia

y valentía, y defiéndenos de todo mal.

Amén.


(Papa Francisco)


AÑO DE SAN JOSÉ, 10 DE MARZO

 



Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 10

América Latina, que desde los comienzos de la evangelización selló la alianza con el Señor, tiene que renovarla ahora y vivirla con la gracia del Espíritu Santo, con todas sus exigencias de amor, de entrega y de justicia. San José ayúdanos en esta tarea. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)

lunes, 8 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 8 DE MARZO

 


 Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 8

Como nos recuerda el concilio Vaticano II, cuando los padres van por delante con su ejemplo y oración familiar, los hijos y cuantos conviven en la misma familia encuentran más fácilmente el camino del sentido humano de la salvación y de la santidad. Glorioso patriarca, concede a las familias esta gracia para que puedan alcanzar la vida eterna. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)

jueves, 4 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 4 DE MARZO

 



 Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 4

Que en nuestras familias reine la alegría, haya comprensión, y mutua caridad cristiana que ayuden a superar las dificultades diarias de la vida, sin que sean divididas por los bienes materiales. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)

miércoles, 3 de marzo de 2021

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 3 DE MARZO

 



 Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Marzo 3

Jesús y María han manifestado el deseo de reinar en nuestras familias, mostrando en el hogar de Nazaret cuál debe ser el reino ideal de la paz y de la felicidad doméstica. Concede a todas nuestras familias esta gracia. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)

lunes, 1 de marzo de 2021

NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ - DEL 10 AL 18 DE MARZO DEL 2021

 


“En los Evangelios, San José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario”, dijo el Papa Francisco sobre San José al comenzar su pontificado en el 2013.

“Denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura”, resaltó.

Para iniciar la Novena a San José te presentamos las oraciones para cada día entre el 10 y 18 de marzo.



Primer Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu Santísima Madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Segundo Día de la Novena a San José


Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Angeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Tercer Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Cuarto Día de la Novena a San José


Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los Santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.



Quinto Día de la Novena a San José



Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te condujo de Belén a Egipto para librarte del tirano Herodes, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos libres de los que quieren dañar nuestras almas o nuestros cuerpos, nos des fortaleza y salvación en nuestras persecuciones, y en medio del destierro de esta vida nos protejas hasta que volemos a la patria.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.



Sexto Día de la Novena a San José


Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste en tu santísima compañía tantos años, con tu doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos humildemente, por intercesión de San José nos concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de tu santa comunión, y que vivamos santa y modestamente, como tú en Nazaret.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.



Séptimo Día de la Novena a San José


Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la voluntad de tu padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese el vehementísimo dolor de perderte por tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos mediante una buena confesión.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Octavo Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, que en la hora de su muerte consolaste a tu glorioso padre, asistiendo juntamente con tu Madre su esposa a su última agonía, te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas una muerte semejante a la suya asistido de tu bondad, de tu Santísima Madre y del mismo glorioso Patriarca protector de los moribundos, pronunciando al morir vuestros santísimos nombres, Jesús, María y José.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Noveno Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu Santa Iglesia Católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartamos de la única y verdadera religión que es la Católica.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.
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