Revelan contenido de carta que escribió José Gregorio Hernández hace más de 100 años
POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa
Crédito: Conferencia Episcopal Venezolana
El Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de Caracas (Venezuela), reveló parte del contenido de una carta manuscrita por el Beato José Gregorio Hernández hace 109 años y que iba dirigida al entonces Obispo de Mérida, Mons. Antonio Ramón Silva.
El Purpurado venezolano, actualmente Arzobispo de Mérida, señaló el 14 de mayo que la carta del “médico de los pobres”, con fecha del 20 de marzo de 1912, reposa actualmente entre los papeles del Archivo Arquidiocesano de Mérida.
En la misiva, José Gregorio Hernández le indica a Mons. Silva: “Le escribo con el objeto de presentarle los Elementos de Filosofía que acabo de publicar”.
“Yo desearía que Monseñor que es tan amante de la juventud estudiosa y tan profundo conocedor de la Filosofía, leyera esta pequeña obra, me hiciera las indicaciones de lo que en ella hay que corregir para una nueva impresión que habrá que hacerse pronto, y si la juzga digna de ella me le diera su aprobación episcopal”, continuó el beato.
El Cardenal Baltazar Porras cree que es muy probable que, en alguno de los viajes de Mons. Silva a Caracas, “tuviera noticias del ilustre médico y haber entablado cordial relación como le intuye de la carta”.
El Purpurado lamentó que el entonces Obispo de Mérida no dejó copia de las cartas o telegramas que enviaba.
“Es probable que en alguno de los repositorios de recuerdos familiares pueda aparecer el juicio del ilustre prelado sobre el ensayo filosófico del médico. Se colige que José Gregorio tenía conocimiento de la relación con la Universidad de los Andes del obispo merideño”, explicó el Cardenal Baltazar Porras.
Al final de la misiva, José Gregorio Hernández agradece las santísimas bondades que Monseñor ha tenido para conmigo”.
“Le envío doscientos bolívares para que Monseñor los emplee en sus obras católicas de la amada diócesis”, continuó el hoy beato, en señal de agradecimiento y desprendimiento.
Finalmente, en la carta le pide a Dios que conserve “la preciosa salud” de Mons. Silva y se despide como “su afectísimo amigo y humilde hijo en N.S.J.”, estampando a continuación su firma.
El Cardenal Baltazar Porras recordó que “esta joya está siendo expuesta en la exposición que el Archivo y Museo Arquidiocesano de Mérida ha abierto al público en homenaje al nuevo beato, en el que se pone a la disposición del público tallas, pinturas, libros y correspondencia de la época, y algunas piezas recientes del arte y literatura con ocasión de la beatificación”.
“Es propicia la ocasión para estimular a quienes puedan tener recuerdos u objetos diversos relacionados con el santo andino que merecen ser expuestas al gran público”, fue el pedido del Purpurado.
Asimismo, también aprovechó para felicitar “al personal de nuestra Curia Arzobispal, en sus dos joyas de evangelización de la cultura, archivo y museo, por esta muestra, a la que seguirán otras por la variedad y abundancia de objetos que se convierten en reliquias de inestimable valor para todo el que se asoma a la grandeza de este hombre que unió varios amores: a la familia, a la tierra chica y al país entero, a los enfermos a través de la docencia y la atención a los más necesitados, aderezada con la fe que recibió desde el hogar y la multiplicó con creces a lo largo de toda su vida, extendiéndose ahora, a dimensiones mucho mayores”.