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martes, 23 de marzo de 2021

HOY LA IGLESIA CELEBRA A SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, PATRONO DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, 23 DE MARZO



Hoy la Iglesia celebra a Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano

Redacción ACI Prensa




Cada 23 de marzo la Iglesia celebra la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, segundo Arzobispo de Lima, Patrono del Episcopado Latinoamericano, de la Arquidiócesis de Lima (Perú) y de Mayorga (España). Fue un gran defensor de los indefensos y explotados en tiempos del Virreinato del Perú, donde llegaría a ser autoridad eclesiástica. Santo Toribio trabajó incansablemente por ver a la Iglesia peruana organizada y unida, por lo que convocó sínodos y concilios, y realizó numerosos viajes pastorales.

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en Mayorga, Castilla (España) en 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico recibió el encargo del rey Felipe II para presidir la inquisición de Granada, en calidad de juez principal. Tiempo después, el rey, impresionado por las virtudes cristianas y la humanidad de Toribio, le propuso al Papa Gregorio XIII que lo nombre Arzobispo de Lima. En ese momento, quien asumía dicho cargo se hacía responsable de una vasta jurisdicción que comprendía gran parte de Sudamérica hispana. Aunque inicialmente Santo Toribio se resistió a asumir el tamaña tarea -no estaba ni siquiera ordenado-, el Papa le otorgó la dispensa pontificia para recibir las órdenes menores y mayores, siendo finalmente consagrado obispo en 1580.

Santo Toribio se embarcó rumbo a América y al llegar al Perú de inmediato empezó a trabajar en la restauración de la disciplina y ordenamiento eclesiásticos. Por su investidura episcopal, tuvo que enfrentarse en ciertas ocasiones a conquistadores y miembros del clero limeño que habían cometido o permitido abusos contra los indígenas.

Esto lo hizo blanco de ciertas hostilidades provenientes del poder civil y también eclesial, en su mayoría calumnias o rumores. A pesar de ello, Santo Toribio persistió en la defensa de los pobres a la voz de “a quien siempre se debe tener contento es a Cristo y no al Virrey”.

Construyó iglesias, conventos, hospitales y fundó el primer seminario diocesano de América Latina, que hoy lleva su nombre. Además, su corazón de auténtico pastor lo llevó a estudiar las lenguas y dialectos locales (principalmente quechua y aymara) para estar más cerca de los fieles, aprender su cultura y anunciarles a Cristo, lo que favoreció el incremento de las conversiones.

Santo Toribio coincidió en el tiempo (segunda mitad del S. XVI y principios del XVII) con grandes santos como Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías y San Francisco Solano -estos dos últimos, como él, nacidos en España-. A ellos los trató y conoció, y, como fue en el caso de San Francisco Solano, lo unió cierta amistad, propiciada por el trabajo evangelizador. Santo Toribio de Mogrovejo fue también quien confirmó a Santa Rosa de Lima. Fue una época caracterizada por el primer brote de santidad en América. Eran tiempos en los que en Lima, la Ciudad de los Reyes, se respiraba un aire de fervor y deseo de santidad.

Viajó por casi todo el territorio del virreinato, visitando ciudades, pueblos y caseríos, a pie o montado a caballo; casi siempre solo y exponiéndose a enfermedades y peligros.

Convocó tres concilios o sínodos provinciales y ordenó la publicación del catecismo en quechua y aymara. Celebró trece sínodos diocesanos que contribuyeron a difundir e implementar el Concilio de Trento en América, así como a mantener la independencia de la Iglesia del poder civil.

A los 68 años, Santo Toribio cayó enfermo y murió el 23 de marzo, día de Jueves Santo de 1606. San Juan Pablo II lo declaró Patrono del Episcopado Latinoamericano en 1983.  

sábado, 23 de marzo de 2019

HOY LA IGLESIA CELEBRA A SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, 23 DE MARZO


Hoy la Iglesia celebra a Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano
Redacción ACI Prensa





El 23 de marzo es la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano y llamado “Santo Padre de América”. Defendió a los indefensos y explotados durante la colonia española en América y convocó numerosos sínodos y concilios que trajo buenos frutos en el Virreinato del Perú.

Confirmó a Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías y contó con el apoyo del misionero San Francisco Solano.

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en España hacia el 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico, el rey Felipe II lo nombró principal juez de la Inquisición en Granada.

Por sus cualidades humanas y su virtud, el rey lo propuso al Papa Gregorio XIII como Arzobispo de Lima, que en ese entonces comprendía gran parte de Sudamérica hispana. Aunque humildemente Santo Toribio se resistió, con dispensa papal recibió las órdenes menores y mayores, siendo consagrado Obispo en 1580.

Se embarcó para América y al llegar al Perú de inmediato se preocupó por restaurar la disciplina eclesiástica y se enfrentó abiertamente a los conquistadores, personas de poder y sacerdotes que habían cometido o permitido abusos contra los nativos.

Esto hizo que fuera perseguido por el poder civil y que lo calumniaran, pero él siguió en su defensa por los pobres, argumentando que a quien siempre se debía tener contento es a Cristo y no al Virrey.  

Construyó iglesias, conventos, hospitales y abrió el primer seminario en América Latina,  que se mantiene hasta hoy. Estudió las lenguas y dialectos locales para poder estar más cerca de sus fieles y comunicarse con ellos, lo que favoreció en el incremento de las conversiones.

Con el fin de evangelizar, viajó por lejanas ciudades y lugares, caminando o montado a caballo, muchas veces solo y exponiéndose a las enfermedades y peligros. Cierto día se le acercó un mendigo y como no tenía qué darle, le entregó sus camisas.

Convocó tres concilios o sínodos provinciales y se ordenó imprimir el catecismo en quechua y aymara. Además celebró trece sínodos diocesanos que ayudaron al cumplimiento de las normas del Concilio de Trento y a la independencia de la Iglesia del poder civil.

A sus 68 años, Santo Toribio cayó enfermo y partió a la Casa del Padre el Jueves Santo del 23 de marzo de 1606. En su testamento dejó a sus empleados sus efectos personales y a los pobres, el resto de sus propiedades. San Juan Pablo II lo declaró Patrono del Episcopado Latinoamericano.

jueves, 23 de marzo de 2017

SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, 23 DE MARZO, PATRONO DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO


Hoy 23 de marzo la Iglesia celebra a Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano



 (ACI).- El 23 de marzo es la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano y llamado “Santo Padre de América”. Defendió a los indefensos y explotados durante la colonia española en América y convocó numerosos sínodos y concilios que trajo buenos frutos en el Virreinato del Perú.

Confirmó a Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías y contó con el apoyo del misionero San Francisco Solano.

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en España hacia el 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico, el rey Felipe II lo nombró principal juez de la Inquisición en Granada.

Por sus cualidades humanas y su virtud, el rey lo propuso al Papa Gregorio XIII como Arzobispo de Lima, que en ese entonces comprendía gran parte de Sudamérica hispana. Aunque humildemente Santo Toribio se resistió, con dispensa papal recibió las órdenes menores y mayores, siendo consagrado Obispo en 1580.

Se embarcó para América y al llegar al Perú de inmediato se preocupó por restaurar la disciplina eclesiástica y se enfrentó abiertamente a los conquistadores, personas de poder y sacerdotes que habían cometido o permitido abusos contra los nativos.

Esto hizo que fuera perseguido por el poder civil y que lo calumniaran, pero él siguió en su defensa por los pobres, argumentando que a quien siempre se debía tener contento es a Cristo y no al Virrey.  

Construyó iglesias, conventos, hospitales y abrió el primer seminario en América Latina,  que se mantiene hasta hoy. Estudió las lenguas y dialectos locales para poder estar más cerca de sus fieles y comunicarse con ellos, lo que favoreció en el incremento de las conversiones.


Con el fin de evangelizar, viajó por lejanas ciudades y lugares, caminando o montado a caballo, muchas veces solo y exponiéndose a las enfermedades y peligros. Cierto día se le acercó un mendigo y como no tenía qué darle, le entregó sus camisas.

Convocó tres concilios o sínodos provinciales y se ordenó imprimir el catecismo en quechua y aymara. Además celebró trece sínodos diocesanos que ayudaron al cumplimiento de las normas del Concilio de Trento y a la independencia de la Iglesia del poder civil.

A sus 68 años, Santo Toribio cayó enfermo y partió a la Casa del Padre el Jueves Santo del 23 de marzo de 1606. En su testamento dejó a sus empleados sus efectos personales y a los pobres, el resto de sus propiedades. San Juan Pablo II lo declaró Patrono del Episcopado Latinoamericano.

miércoles, 23 de marzo de 2016

IMÁGENES DE SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO





SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, 23 DE MARZO


Hoy 23 de marzo la Iglesia celebra a Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano
Por Abel Camasca


 (ACI).- El 23 de marzo es la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano y llamado “Santo Padre de América”. Defendió a los indefensos y explotados durante la colonia española en América y convocó numerosos sínodos y concilios que trajo buenos frutos en el Virreinato del Perú.

Confirmó a Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías y contó con el apoyo del misionero San Francisco Solano.

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en España hacia el 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico, el rey Felipe II lo nombró principal juez de la Inquisición en Granada.

Por sus cualidades humanas y su virtud, el rey lo propuso al Papa Gregorio XIII como Arzobispo de Lima, que en ese entonces comprendía gran parte de Sudamérica hispana. Aunque humildemente Santo Toribio se resistió, con dispensa papal recibió las órdenes menores y mayores, siendo consagrado Obispo en 1580.

Se embarcó para América y al llegar al Perú de inmediato se preocupó por restaurar la disciplina eclesiástica y se enfrentó abiertamente a los conquistadores, personas de poder y sacerdotes que habían cometido o permitido abusos contra los nativos.

Esto hizo que fuera perseguido por el poder civil y que lo calumniaran, pero él siguió en su defensa por los pobres, argumentando que a quien siempre se debía tener contento es a Cristo y no al Virrey.  

Construyó iglesias, conventos, hospitales y abrió el primer seminario en América Latina,  que se mantiene hasta hoy. Estudió las lenguas y dialectos locales para poder estar más cerca de sus fieles y comunicarse con ellos, lo que favoreció en el incremento de las conversiones.

Con el fin de evangelizar, viajó por lejanas ciudades y lugares, caminando o montado a caballo, muchas veces solo y exponiéndose a las enfermedades y peligros. Cierto día se le acercó un mendigo y como no tenía qué darle, le entregó sus camisas.

Convocó tres concilios o sínodos provinciales y se ordenó imprimir el catecismo en quechua y aymara. Además celebró trece sínodos diocesanos que ayudaron al cumplimiento de las normas del Concilio de Trento y a la independencia de la Iglesia del poder civil.

A sus 68 años, Santo Toribio cayó enfermo y partió a la Casa del Padre el Jueves Santo del 23 de marzo de 1606. En su testamento dejó a sus empleados sus efectos personales y a los pobres, el resto de sus propiedades. San Juan Pablo II lo declaró Patrono del Episcopado Latinoamericano.

lunes, 23 de marzo de 2015

SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, OBISPO, 23 DE MARZO




Toribio de Mogrovejo, Santo
Obispo, 23 de marzo


Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net




Obispo de Lima

Martirologio Romano: Santo Toribio de Mogrovejo, obispo de Lima, que siendo laico, de origen español y licenciado en leyes, fue elegido para esta sede y se dirigió a América donde, inflamado en celo apostólico, visitó a pie varias veces la extensa diócesis, proveyó a la grey a él encomendada, fustigó en sínodos los abusos y los escándalos en el clero, defendió con valentía la Iglesia, catequizó y convirtió a los pueblos nativos, hasta que finalmente en Saña, del Perú, descansó en el Señor (1606).

Etimológicamente: Toribio = Aquella persona dinámica y ruidosa, es de origen griego.

Fecha de canonizacion: 10 de diciembre de 1726 por el Papa BenedIcto XIII.

Breve Biografía
En 1594, durante su tercera “visita” diocesana, escribiéndole al rey de España Felipe II, san Toribio Alfonso de Mogrovejo hacía un pequeño balance de su vida: 15.000 kilómetros recorridos y 60.000 confirmaciones administradas (Toribio no podía saber que entre ellos había tres santos: Rosa de Lima, Francisco Solano y Martín de Porres). La situación de América Latina sería muy distinta de la actual si sus sucesores y todos los cristianos hubieran tenido el mismo impulso y la misma coherencia de quien fue llamado “apóstol del Perú y nuevo Ambrosio” y a quien Benedicto XIV comparó con San Carlos Borromeo.

Toribio nació en España hacia el año 1538 de una noble familia; estudió en Valladolid, Salamanca y Santiago de Compostela, en donde obtuvo la licencia en derecho. Fue nombrado inquisidor en Granada. Gracias a la relación que cultivaba con Felipe II fue nombrado por Gregorio XIII, arzobispo de Lima, con jurisdicción sobre las diócesis de Cuzco, Cartagena, Popayán, Asunción, Caracas, Bogotá, Santiago, Concepción, Córdoba, Trujillo y Arequipa: de norte a sur eran más de 5.000 kilómetros, y el territorio tenia más de 6 millones de kilómetros cuadrados. Después de haber sido consagrado obispo en agosto de 1580, partió inmediatamente para América, a donde llegó en la primavera de 1581.

Durante 25 años vivió exclusivamente al servicio del pueblo de Dios. Decía: “¡El tiempo es nuestro único bien y tendremos que dar estricta cuenta de él!”. Fue un verdadero organizador de la Iglesia en América, cuya actividad abarcó también diez sínodos diocesanos y tres provinciales.

También fundó el primer seminario de América; intervino con energía contra los derechos particulares de los religiosos, a quienes estimuló para que aceptaran las parroquias más incómodas y pobres; casi duplicó el número de las “Doctrinas” o parroquias, que pasaron de 150 a más de 250.

Al final de su vida, Toribio recibió el viático en una capillita india, el 23 de marzo de 1606, un Jueves santo, y ahí expiró.

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