domingo, 18 de noviembre de 2018

PAPA FRANCISCO: ESTEMOS VIGILANTE Y LISTOS PARA DAR CUENTA DE NUESTRA VIDA


Papa Francisco: Estemos vigilantes y listos para dar cuenta de nuestra vida
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa





Antes del rezo del Ángelus de este domingo, después de haber celebrado la Misa por la Jornada Mundial de los Pobres, el Papa Francisco alentó a estar siempre vigilantes y listos para cuando el Señor nos llame a dar cuenta de nuestra vida.

En su reflexión sobre el Evangelio de Marcos de este domingo, el Santo Padre dijo que las palabras de Jesús no son un discurso “sobre el fin del mundo, sino una invitación a vivir bien el presente, a estar vigilantes y siempre listos para cuando seamos llamados a dar cuenta de nuestra vida”.

“La luz que resplandecerá ese último día será única y nueva: será la del Señor Jesús que se verá en la gloria con todos los santos. En ese encuentro veremos finalmente su Rostro en la plena luz de la Trinidad: un Rostro radiante de amor, ante el cual aparecerá la total verdad de todo ser humano”, explicó el Santo Padre.

Francisco destacó también que la historia de la humanidad “no puede ser interpretada a la luz de una visión fatalista, como si todo estuviese ya preestablecido según un destino que sustrae todo espacio de libertad, impidiendo que se cumplan las opciones que son fruto de una verdadera decisión”.

Si bien no se sabe cuándo sucederá eso, dijo el Papa, “si conocemos un principio fundamental con el que debemos confrontarnos. ‘El cielo y la tierra pasarán –dice Jesús– pero su palabra no pasará’. El verdadero punto crucial es este. Ese día cada uno de nosotros deberá ver si la Palabra del Hijo de Dios ha iluminado la propia existencia personal o si ha dado la espalda prefiriendo confiar en las propias palabras”.

“Será el momento en el que nos toque abandonarnos definitivamente al amor del Padre y confiarnos a su misericordia. ¡Ninguno puede huir de este momento, ninguno de nosotros! La astucia que con frecuencia ponemos en nuestros comportamientos para acreditar la imagen que queremos ofrecer, ya no servirá. Al mismo tiempo, el poder del dinero y de los medios económicos con los cuales pretendemos con presunción comprar todo y a todos, ya no podrá ser usado”.

El Papa recordó que “solo tendremos con nosotros lo que hayamos realizado en esta vida creyendo en Su Palabra: el todo o la nada de cuanto hayamos vivido o dejado de cumplir. Con nosotros solo llevaremos lo que hayamos dado”.

“Invoquemos la intercesión de la Virgen María para que la constatación de nuestro ser provisionales en la tierra y de nuestro límite, no nos haga colapsar en la angustia sino que nos llame a la responsabilidad hacia nosotros mismos, hacia el prójimo y el mundo entero”, concluyó.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Domingo 33º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
 Hoy, domingo, 18 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (12,1-3):

Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 15,5.8.9-10.11

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

____________

Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-14.18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a lo que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (13,24-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy domingo, 
18 de noviembre de 2018
 Fernando Torres cmf


Entre el temor y la esperanza

      Estamos casi al final del año litúrgico y el Evangelio de hoy nos trae unas palabras un tanto extrañas de Jesús a sus discípulos. Jesús anuncia, parece ser, unos acontecimientos terribles. Si lo que dice Jesús se cumpliera, tendríamos que decir que es el fin de este mundo que conocemos y en el que vivimos. Y con el fin del mundo vendría el final también de esta vida nuestra. No se puede interpretar de otra forma la afirmación de que el sol no dará más luz y de que las estrellas caerán del cielo sobre la tierra. Es el anuncio del desastre final. Más de una película se ha hecho en los últimos años describiendo ese final horrible del mundo y de la vida que contiene. 

      Pero no conviene leer sólo el Evangelio. El Evangelio hay que leerlo siempre en conexión con las otras lecturas que la Iglesia ofrece a nuestra reflexión cada domingo. Así en la primera lectura, tomada del libro del profeta Daniel, se anuncian también “tiempos difíciles”. Pero a renglón seguido se dice que van a ser tiempos de salvación para el pueblo. Ese desastre final no va a ser desastre para todos. Unos, los inscritos en el libro, se salvarán para la vida eterna. Otros para el castigo eterno. Aquí ya parece que ese final terrible no es igual de terrible para todos. Es más, para el pueblo en cuanto tal va a suponer la salvación definitiva.

      La segunda lectura ofrece la clave para interpretar lo leído. La carta a los hebreos hace una comparación entre los sacrificios de los sacerdotes de otras religiones y el ofrecido por Cristo, es decir, su propia vida. Dice que los sacerdotes de esas religiones tienen que ofrecer muchos sacrificios porque, como no pueden alcanzar el perdón de los pecados, continuamente se ven obligados a tratar de aplacar a Dios por las ofensas causadas por los pecados de los hombres. Pero Cristo, el sumo sacerdote de la nueva alianza, ofreció un único sacrificio, su vida, por nuestra salvación. Con él nos consiguió el perdón de los pecados. Termina la lectura afirmando que “donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados”. Atención a esa frase. Deja claro que en la nueva alianza que Jesús ha sellado con su sangre, se nos ha otorgado el perdón. Hemos vuelto a ser acogidos como hijos por Dios Padre. Lo que nunca habíamos dejado de ser. Aquel Dios vengador y justiciero de que hablaba el Antiguo Testamento no es real. Cuando nos ha mostrado su rostro en Jesús, hemos visto que es el de un padre que perdona y acoge. 

      Este mundo pasa. Nuestra vida tiene un final. Eso es así y no lo vamos a cambiar. El fin del mundo y el fin de mi vida llegarán algún día. Probablemente antes lo segundo que lo primero. Lo importante es saber que acogidos al perdón de Dios que se nos ofrece en Cristo, podemos acceder a la nueva vida, estamos salvados. Esa es nuestra fe. No hay, pues razón para temer. 



Para la reflexión

      ¿Me atemoriza pensar en mi propia muerte? ¿Estoy comportándome de una manera digna de quien ha sido perdonado, salvado y acogido por Dios como hijo suyo? ¿Qué tendría que cambiar en mi vida diaria para vivir como hijo de Dios? ¿Comunico a los demás esperanza con mi vida? 

SANTORAL DE HOY DOMINGO 18 NOVIEMBRE 2018

Carolina Kózka, BeataCarolina Kózka, Beata
Virgen y Mártir, Noviembre 18
Grimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), BeatoGrimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), Beato
Religioso Pasionista, 18 de noviembre
María Gabriela Hinojosa y 5 compañeras, BeatasMaría Gabriela Hinojosa y 5 compañeras, Beatas
Religiosas Mártires, Noviembre 18
Barulas, SantoBarulas, Santo
Niño mártir, Noviembre 18
Rosa Filipina Duchesne, SantaRosa Filipina Duchesne, Santa
Monja, Noviembre 18
Odón, SantoOdón, Santo
Abad, Noviembre 18

FELIZ DOMINGO





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